Beso Letal (18+)

By aoi_sky

5.4M 319K 244K

ESTA HISTORIA ES UNA VERSIÓN ALTERNATIVA DE LA SEGUNDA PARTE DE BESOS CON SABOR A MUERTE. NO ES OFICIAL. * E... More

PRÓLOGO
Cap 1.- "Caminos Cruzados"
Cap 2.- "Enamorada de un Fantasma"
Cap 3.- "Eternamente mía"
Cap 4.- "Regreso de la Muerte"
Cap 5.- "Una trampa y una propuesta"
Cap 6.- "El inicio del final"
Cap 7.- "La pieza principal"
Cap 8.- "Explosión de Éxtasis"
.
Cap 9.- "Repetitivo"
.
Cap 10.- "El dolor que da placer"
Cap 11.- "Venganza"
Cap 12.- "As vs Andrew"
RECESO
Cap 14.- "Sin vuelta atrás"
.
Cap 15.- "El lugar dónde naciste"
Cap 16.- "El Juego comienza"
Cap 16.- Parte II
Cap 16.- Parte III
Cap 17.- "Seducción" (Parte I)
Cap 17.- "Parte II"
Cap 17.- "Parte III"
Cap.- 18 "Descontrol"
Cap 18.- "Parte II"
Cap 18.- "Parte III"
.
Hola
Cap 19.- "Entre familia"
Cap 19.- "Parte II"
Cap.-19 "Parte III"
Cap.-20 "Limite"
Cap.-20 "Parte II"
Cap.-20 "Parte III"
Cap 21.- "Juego Individual"
Cap 21.- "Parte II"
Cap.-21 "Parte III"
1º EXTRA
Mensajes de Gretel y As
Cap.- 22 "Manipulación"
Cap 22.- "Parte II"
Cap 22.- (Parte III)
Cap 23.- "Pertenencia"
Respuestas de As
Cap 23.- "Parte II"
Cap 23.- "Parte III"
Reporte.
Cap 24.- "No será hoy... Pequeño"
Cap 24.- "Parte II"
Cap.- 24 "Parte III"
Cap 25.- "Investigación"
Cap 25.- "Parte II"
Cap 25.- "Parte III"
Cap 26.- "¿Quieres jugar?... ¡Juguemos!"
Cap 26.- Parte II
2º EXTRA
Cap 26.- ''Parte III''
Cap 27.- "Objetivo en la mira: Dante Allen"
Cap 28.- "Luna de miel sangrienta"
Cap 29.- "¿Quién es el malo?"
Cap 30.- "Espera por mí"
Cap. 31.- "Volveré"
Cap 32. - "Gretel"
Cap 33.- "Mátame y muere conmigo"
¡KARIN REPORTANDOSE!
Cap 34.- "Los verdaderos deseos de un corazón"
Cap 35.- "Miles de promesas rotas"
Cap 36.- "El sentimiento que nos domina"
Cap 37.- "Divino dolor"
Cap 37.- II
Cap 38.- "Miedos y Deseos"
Cap 38.- II
Cap 39.- "El deseo de Aisa"
Cap 39.- II
Cap 40.- "Entrega Total"
Cap 40.- II
Cap.- 41 "Familia"
Cap 41.- II
Cap42.- "El pasado de Andrew"
Cap 42.- "II"
Cap 43.- "Movimiento en falso"
Cap 44.- "Mente Siniestra" (Parte I)
Cap 44.- "II"
Cap 45.- "Atrapados en un juego macabro"
Cap 46.- "Más allá de la muerte"
Cap 47.- "Jaque Mate... Yo gano" FINAL
Nota de Autora

Cap 13.- "Nadie es Inocente"

119K 5.3K 3.7K
By aoi_sky

[Gretel]

Camino a pasos lentos por la calle; el camino de regreso a casa después del colegio es uno de mis momentos favoritos del día ya que puedo tener paz y estar sola con mis pensamientos, pero en esta última semana me ha resultado demasiado difícil encontrar un poco de serenidad.

Suspirando con pesar continúo caminando, mirando a la gente pasar a mi alrededor y deseando que desaparezcan; sus voces y las risas de los niños que juegan en el parque me ponen de mal humor, les miro con tremendo odio como si con solo hacerlo pudiera sacar toda la amargura que hay en mi corazón, pero ellos continúan llenando el espacio con sus infantiles risas, juegan y disfrutan siendo completamente ajenos a los pensamientos y aflicciones dentro de mi mente.

Las personas como yo, nos sentimos profundamente solas... solo cuando estamos rodeadas de gente.

La soledad literal resulta exquisita, pero la soledad que se produce en el alma cuando hay más gente alrededor es verdaderamente dolorosa.

Detengo mis pasos cuando veo como una pequeña niña corre por delante de un enorme perro, después vuelve a donde su madre y se echa a sus brazos, ella la toma y la eleva en el aire mientras el perro brinca y baila a su alrededor. Miro fijamente al animal y siento una extraña ira apoderarse de mí, aun sin desearlo mi mente me transporta al pasado, me hace revivir el acontecimiento que marcó un antes y un después en mi vida:

"Era el cumpleaños de mi hermana, ella se veía hermosa ese día y como era de esperarse era el centro de atención de todo el mundo en la fiesta, yo estaba enojada porque mi madre me había obligado a usar un vestido rosa floreado que odiaba y mi hermano Jonathan se burlaba de mí.

Caminaba alrededor del enorme jardín buscando a Dominik, cuando le encontré corrí tras él al ver que se escabullía de la fiesta y tomaba camino que conducía al bosque, ese era el mismo camino que yo tenía prohibido pisar, mis padres nunca me dejaban acercarme a ese lugar, pero ese día no me importó y corrí tras mi hermano mayor.

Me interné en el bosque mirando a todo mi alrededor, encontrándome con enormes arboles y nada más, estos eran tan altos y sus copas tan abundantes que los rayos del sol a penas lograban filtrarse. Corría descuidadamente rasgando mi vestido con las ramas a lo cual me alegraba, estaba sonriente sabiendo que no usaría más tan horrible vestido cuando me detuve por completo y miré al frente; Dominik estaba a unos diez metros de distancia de mí, se encontraba en cuclillas, frente a él había un animal; un zorro atrapado en una trampa de cazador, Dominik le miraba fijamente y lo primero que pensé fue que lo ayudaría, pero fue una sorpresa cuando vi que sacaba una navaja y con un rápido movimiento degolló al animal haciendo salpicar la sangre, jadeé por la sorpresa y él me miró, se asustó al sentirse descubierto, nos miramos fijamente por largos segundos, los cuales bastaron para que él se diera cuenta y descubriera al verdadero ser escondido dentro del pequeño cuerpo de una niña de seis años.

Mis ojos grises me delataron, caminé con pasos apresurados y seguros hacia mi hermano mayor, él tenía una ligera mancha de sangre en su rostro, sus ojos tenían un intenso brillo y sus labios formaron una sonrisa, sonrisa que le devolví. Llegué a él y me senté a su lado sin importar ensuciar mi vestido o llenar mis piernas de la sangre que escurría del cuerpo del degollado animal. Me quedé mirando la forma en que la sangre se deslizaba lentamente sobre la tierra para luego ser consumida por esta, me sentía como hipnotizada por el color y el aroma de aquella sustancia que era vital para la vida y solo salí de mi trance cuando escuché la voz de Dominik, él se puso de pie y yo levanté mi rostro para mirar sus ojos.

— Matar animales no es bueno. —Me dijo él, hizo una mueca que segundos después se convirtió en sonrisa.

— Lo sé. — Dije imitándolo y poniéndome de pie, tomé su mano que aún tenía rastros de sangre y comenzamos a caminar de regreso a casa, antes de salir del bosque nos miramos y sonreírnos el uno al otro con una mutua complicidad.

Lo sabía, sabía que matar o maltratar a un animal no era bueno e incluso yo tenía un gato al que amaba más que a mi propia hermana, sí ambos sabíamos lo que estaba mal, pero a ninguno de los dos nos importaba realmente.

Los días pasaron y yo no dejaba de pensar en lo que había visto, desde ese día estaba muy atenta a Dominik y le seguía siempre que se internaba en el bosque ya que odiaba estar en casa y más odiaba ver andado por los patios al enorme perro que le habían regalado a mi hermana, esa bestia correteaba a mi amado gato cada que tenía oportunidad y yo solo pensaba en degollarlo de la misma manera en que Dominik había hecho con aquel zorro.

Una tarde después del colegio, estaba jugando en el patio con mi gato, era lo que me la pasaba haciendo la mayor parte del tiempo hasta que Dominik llegara, ese día mi hermana había dejado la puerta del corral de su perro abierta y este se escapó, corría por todo el patio y se dejó ir contra mí al ver a mi gato, me asusté... por supuesto que me asusté al ver a tremenda bestia correr hacia mí, mi primera reacción fue tomar a mi gato en mis brazos y salir huyendo hacia el jardín de mamá, pero eso fue un error...

El enorme perro me alcanzó con facilidad, mi asustado gato me rasguñó intentando huir y caí sobre las piedras que rodeaban los rosales, pero no lo solté y solo le abracé con más fuerza en un vano intento de protegerle... sí, fue en vano porque la maldita bestia tomó entre su enorme y fuerte quijada a mi gato por el estomago con tanta fuerza que en un abrir y cerrar de ojos lo abrió haciendo salir la sangre y provocando que los intestinos quedaran colgando, comencé a gritar cuando vi como lo zarandeaba como si fuera un trapo, mi gato ya estaba muerto y yo estaba bañada en su sangre lo que provoco algo en mi interior; una cerradura se abrió y la más grande ira que en mis seis años de vida había experimentado se apoderó de mí. Cegada por esa ira no me importo nada y me dejé ir en contra del enorme animal, pero la bestia ni se inmuto debido a mi poca fuerza empleada en los golpes impartidos por mis pequeños puños, el maldito perro seguía jugando y zarandeando el cuerpo del que había sido mi mejor amigo.

Guiado por mis gritos Dominik llegó a mí, cuando se percató de la situación, sostuvo al perro con fuerza alejándolo de mí, pero yo no estaba asustada, estaba enojada y no estaba dispuesta a perdonar a la bestia, por lo que le exigí a Dominik que me diera la navaja que sabía que siempre cargaba, él me miro por unos segundos, las lágrimas de dolor, impotencia e ira que salían de lo profundo de mi pequeño corazón de niña se deslizaban por mis mejillas, finalmente él me dio la navaja y sujetó al perro mientras yo lo apuñalaba una y otra vez, descargando toda mi furia sobre la maldita bestia hasta terminar con su vida.

Después de eso Dominik cargó el cadáver del perro y yo el de mi gato, nos internamos en el bosque donde los quemamos. Un rato después me eché a los brazos de mi hermano y lloré como no lo había hecho nunca. Ese día sentí como algo había cambiado completamente dentro de mí y le hice saber a mi hermano la excitante sensación que era descargar la furia matando, él lo entendió, realmente lo hizo.

Lo sucedido ese día quedó como un secreto de ambos y la extraña "desaparición" del perro y el gato fue un misterio que nunca se pudo resolver, fue doloroso perder a mi amado gato, pero también fue gracioso ver a mi hermana llorar por su asqueroso perro. A partir de ese extraño día Dominik y yo nos hicimos verdaderamente cercanos, entendíamos nuestro sentir, nuestros deseos y necesidades, pero ambos nos reprimíamos demasiado, tanto que dolía, pero al ser imposible contenerlo más ambos salíamos de "cacería" bajo el pretexto de que me llevaría al parque. Era fácil darse cuenta de que lo que hacíamos no nos satisfacía y ambos deseábamos matar más que simples animales, pero por supuesto que no lo hacíamos"

☼_☼

Llego a casa y subo a mi habitación sin dejar de pensar en el pasado, en el hecho de que los dos teníamos miedo de que los demás supieran lo que en verdad hacíamos, pues al saber que no estaba bien, lo más seguro es que nos separarían y lo que más miedo me daba en el mundo era que me alejaran de él, no quería perderlo, no quería estar lejos de mi hermano, tenía miedo a perderle y a perderme a mí, sabía que sin él no podría resistirlo y me sería imposible contenerme más, pero pasó, él se fue, me dejó, le perdí dos veces, la primera logré de manera obligada y algo dolorosa reprimirme y contenerme, pero la segunda... la segunda me fue imposible.

Aprieto la quijada sintiéndome llena de furia, me pregunto de qué demonios sirvió tanto dolor si al final no pude evitar que pasara... lo que era inevitable.

Miro hacia la puerta de mi habitación cuando escucho la voz de Aisa que me llama, pero no contesto, volteo mi cuerpo hacia la ventana y miro al cielo a través de ella.

— Gretel... —Suspiro con fastidio ante la insistencia de Aisa.

— Pasa —Cierro los ojos cuando la escucho entrar.

— ¿Estabas dormida? Lamento si te he despertado.

— Solo pensaba —Contesto con desinterés.

Escucho como Aisa se acerca y se sienta en la cama, un par de minutos después siento caricias en mi cabello impartidas por ella. Me giro y quedo frente a ella.

— ¿Cómo te fue en el colegio?

— Como siempre.

— Ah —Aisa me mira y le mantengo la mirada, sin embargo no puedo evitar sentir fastidio por la forma en que me mira; como si me tuviera lastima o sintiera compasión por mí— ¿Y cómo estás? —Pongo los ojos en blanco ante su pregunta... ¿Cuántas veces me pregunta eso al día?

— Bien Aisa, estoy bien.

— Me da la sensación de que estás triste y no me gusta verte aquí sola, encerrada, me gustaría que...

— Aisa estoy bien —Cierro los ojos con fuerza y suspiro, reprimiéndome una vez más— A mí me gustaría que comprendas que estoy bien Aisa, que no necesito salir ni tener amigos, me gusta estar sola así que no tienes que sentirte mal ni nada por ello.

— Bueno, si estás bien entonces... me alegro.

— ¿Cómo está Dominik? —Pregunto con desinteresada expresión.

— Estable, pero sigue sin despertar —La tristeza se muestra tanto en su mirada como en su tono de voz, me siento sobre la cama y le miro con fijeza— ¡Quiero saber quien fue el maldito que se atrevió a hacerle eso! —Suelta con rabia desfigurando su hermoso y angelical rostro.

— Si supieras quien es... ¿Qué harías? —Pregunto con gran interés.

— ¡Le mataría! —Contesta ella de inmediato, ni siquiera lo piensa, pero en su azulada mirada no hay duda, solo una gran determinación.

— ¿Tanto así amas a mi hermano? —Cuestiono, ella me mira por largos segundos y cuando está por responder me adelanto interrumpiendo sus palabras—. Eso de que el amor vuelve idiota a la gente es cierto.

— ¡Oye no digas eso!

— Así es como lo veo. Una vez me dijiste que la venganza no era buena ¿Recuerdas? Yo quería planear algo para vengar la muerte de Dominik, pero tú me dijiste que fue precisamente ese deseo de venganza el que había llevado a mi hermano a tan patético final... "La venganza no trae nada bueno y solo consigues tu propia destrucción" fue lo que dijiste, ¿Ahora te retractas?

— N-no, bueno es que...

— Las circunstancias son diferentes ¿No? Matar a quien le hizo eso a mi hermano puede ser un acto de justicia para ti, pero... ¿Qué hay de todas esas personas a quienes ha matado Dominik? —Mi pregunta la toma por sorpresa, sus ojos se sumen en la confusión y no encuentra palabras para responder—. Tal vez lo que le sucedió fue un acto de justicia ¿No crees? Incluso por todo lo que te ha hecho a ti.

— ¿Sigues guardando rencor contra tu hermano?

— No, es solo que estoy analizando la situación en frio, dejando de lado los sentimientos fraternales. Dominik es mi hermano y lo amo, pero es un asesino y tengo la impresión de que tú le ves como un santo.

— No es así, sé que es un asesino, uno bastante cruel e idiota, pero me duele verle en ese estado.

— Él ha causado dolor a muchas personas, a toda la familia de esa gente que ha matado... a mí y a ti.

— Pareciera que estás feliz con lo que le ha sucedido.

— ¡Por supuesto que no! Pero yo ya no soy tan ilusa como lo era de pequeña. Ya nada es igual, no puedo pretender que nada ha cambiado Aisa, porque todo ha cambiado... yo... —Miro mis manos y recuerdo las ocasiones en que se tiñeron de rojo por la sangre de esas dos personas que maté— Yo quería que Dominik regresara, le necesitaba, pero ahora, creo que hubiera sido mejor que no volviera nunca.

— ¿Por qué dices eso? —Le miro, sus ojos muestran gran preocupación por mí y esa mirada me provoca calambres.

— A veces pienso que la ignorancia es en verdad una bendición Aisa —Digo y sonrío de lado—. Mucho conocimiento... no es bueno.

Me pongo de pie, tomo una chamarra y sin decir más, salgo de la casa. Mientras camino en dirección al bosque, pienso en como la pureza dentro de Aisa se contamina con una profunda oscuridad, esto es debido al amor ciego que ella siente por mi hermano, pero en estos momentos me cuesta un poco entenderlo, sin embargo su actitud me hace recordar las palabras que leí en un libro:

"Nadie es inocente"

*Todos hemos pecado alguna vez; hemos causado daño a alguien, pensado impurezas y odiado. Nadie es completamente bueno, ni tampoco nadie es completamente malvado. Sin embargo, tenemos defectos que nos conducen a cometer faltas y delitos de cualquier tipo...

Cuando llego al bosque me interno en el, camino unos dos kilómetros en línea recta y salgo a una pequeña planicie, entonces me dejo caer, llevo mis manos a mi cabeza y cierro los ojos con fuerza. El ritmo de mi respiración comienza a acelerarse considerablemente y siento como mi cuerpo se va llenando de energía negativa que se acumula en mi pecho y me hace experimentar una aflicción tan grande que casi me hace desear la muerte.

Mis puños se cierran y todos mis músculos se contraen, mi cuerpo tiembla de manera violenta como si estuviera sufriendo un ataque epiléptico y de mi garganta salen perturbadores gritos cargados de desesperación que son liberados de lo más profundo de mi oscura alma.

En el último mes han pasado varios acontecimientos que han hecho que mi estabilidad emocional penda de un hilo, un muy delgado hilo. Andrew apareció en mi "tranquila" vida y de pronto todo se volcó patas arriba, el haber cumplido su promesa de traerme a Amanda hizo que Dominik saliera de su escondite y apareciera ante mí, su regreso es algo que aún no asimilo del todo, pero de alguna manera yo siempre supe que no estaba muerto, eso me ha llevado a pensar en las verdaderas razones por las que caí en la trampa de Andrew, acepté su propuesta y maté a Amanda.

Ahora me siento completamente confundida y abrumada por todo lo que está pasando. Tanto pensar me lleva incluso a cuestionar el motivo de mi existencia. Cientos de recuerdos vienen a mí y caen sobre mi cabeza como una lluvia torrencial. Hay tantos aspectos de mi niñez que me hacen cuestionar la clase de ser que soy.

De pequeña mi verdadero "Yo" se mantuvo encerrado en lo más profundo dentro de mí gracias a Dominik, él me ayudaba a mantenerme bajo control, pero siempre estuvo consciente de que yo era como una bomba de tiempo que tarde o temprano explotaría. Mi hermano intentó protegerme, lo hizo de la manera equivocada y me dejó, no fue capaz de entender lo que yo en verdad necesitaba, y eso que tanto temía que sucediera ocurrió.

¿Cómo reaccionará al saber que soy una asesina?

Algo muy dentro de mí, me dice que matar a Amanda para vengar la "muerte" de mi hermano fue solo una excusa, la excusa perfecta para liberarme al fin, para salir al mundo y mostrar lo que en verdad soy. El contenerme por tantos años era una enorme carga emocional, nadie podía ver a través de mí y notar el tormento que era luchar día a día contra mi misma y mis deseos e impulsos. Estar quieta contemplando el mundo a mi alrededor sin poder sacar lo que llevo dentro es demasiado doloroso, pero ya no será así... ¡Ya no tengo que contenerme más!

Andrew ha sido la llave que me ha liberado de tan oscura prisión, tal vez el conocerlo significa haber caído en las garras del demonio, pero ya no quiero pensar más, sé que solo con él podré ser yo, ya no tendré que fingir ni contenerme más y lo que es mejor, estando a su lado podré matar... sacar la oscuridad de mi corazón a plenitud.

— Pero no...

Aprieto con fuerza mi cabeza, muerdo mis labios hasta hacerlos sangrar, siento en mi interior la creciente necesidad de llorar y purificar un poco mi podrida alma, pero eso no sucede, no puedo llorar, estoy bloqueada, no me siento triste, solo desesperada.

Pienso en Dominik, en lo que le ha sucedido y me aflijo al no sentir la tristeza o preocupación que debería. Ese mismo día en que se presentó ante mí, sentí algo rasgándose en mi interior y los sentimientos como la tristeza, la compasión, la alegría y hasta el cariño y el amor se escurrieron por la grieta que se hizo en mi interior.

Su regreso hizo que mi mente hiciera "tabú" todas las emociones negativas y positivas se precipitaron dentro de mi mente causando un caos total y sumergiéndome en confusión. Ahora me es simplemente imposible seguir conteniendo por más tiempo todo lo que he llevado reprimiendo desde niña; lo bueno, lo malo, mis temores, mis deseos, mis debilidades y fortalezas, todo salé a flote y lo hace de manera dolorosa; continuo gritando hasta casi sentir mis cuerdas vocales desgarrarse, pero no puedo detenerme y tampoco quiero hacerlo, es por eso que me he venido a este solitario lugar, para no contenerlo más, para dejar salir de mí lo que tanto daño me hace, me destruye y consume lentamente.

Tras varios minutos finalmente mi cuerpo se relaja y quedo tendida sobre el pasto y bajo el infinito cielo, me siento cansada y con sueño, poco a poco mi respiración se normaliza, puedo decir que me ha sido retirada una muy pesada carga sin embargo ha quedado un vacío... uno enorme.

Salir de mi pequeña burbuja y enfrentarme a la realidad implica experimentar una tremenda aflicción y uno de los más grandes dolores en mi vida, tanto es así que este al cumplir su siclo me abandona despojándome de mi poca humanidad y dejándome completamente vacía...

Pero no es así.

— No estoy vacía...

No hay compasión, no hay alegría, tristeza, preocupación, odio, rencor, no hay cariño y no hay amor... ¿Entonces que hay? Solo un tremendo e incontrolable deseo de matar y bañarme en sangre.

Solo eso... no hay nada más.

Estoy llena de oscuridad.

Sonrío ante el pensamiento, miro el cielo y pienso en la libertad que disfruto y no merezco, pero así de asqueroso es este mundo.

Mis ideales se han roto he ido volando con el viento, mi pasado al cual no puedo ni podré nunca más volver y cambiar hoy lo dejo atrás para poder comenzar a vivir. Las sombras y la luz se han fusionado dentro de mi alma, sin risas y sin lágrimas, proyectando la amargura de mi marchitado corazón, los pisoteados sueños no serán más... y los débiles latidos de mi corazón seguirán sonando en esta soledad, aferrándose a la esperanza que me lleve a mi tan anhelado final.

[*]

Aisa sale a recibirme en cuanto llego a casa, ya es de noche por lo que está preocupada, veo el alivio en su mirada al verme llegar sana y sonrío aun sin desear hacerlo. Camino a ella y me acorruco en su regazo, con cariño ella me aprisiona en sus brazos.

— Te quiero Aisa... —Digo y cierro los ojos tratando de sentir y convencerme de que lo que acabo de decir es cierto.

— Yo también te quiero. —Dice ella con gran alegría.

Continúo abrazada a ella buscando la misma sensación que tenía cuando era más pequeña, pero no la encuentro, sus brazos ya no producen calidez a mi alma y eso me incomoda, sin embargo no puedo hacer nada para cambiar eso en estos momentos, Aisa es importante para mí y sé que la quiero... aunque ahora mi corazón no lo pueda sentir... sé que es así.

Después de cenar, subo a mi habitación, tomo una ducha y me voy a la cama, pero me cuesta dormir debido a lo rápido que mi mente trabaja haciéndome pensar de más y fantasear. Termino dándole vueltas una y otra vez a los mismos asuntos y en mi último pensamiento el rostro de Andrew aparece...

Las hojas secas suenas bajo mis pies descalzos, las ramas los dañan, pero no presto atención al efímero dolor y continuo corriendo, corro y busco desesperadamente a mi hermano, pero no lo encuentro. Los rayos del sol que se traslucen entre las ramas de los altos arboles me dejan ver el camino por el que voy; es el mismo que siempre recorría de pequeña cuando me escapaba de casa para ir a seguir a Dominik, siempre el mismo camino, siempre el mismo destino y siempre me aguardaba la misma diversión.

Pero ahora, ahora por más que corro no llego, el camino se hace estrecho y el final se ve cada vez más legos, los rayos del sol son opacados poco a poco, las nubes negras lo cubren todo de pronto y la oscuridad me rodea. Siento como el aire comienza a faltarme de tanto correr, pero sigo sin poder llegar al final...

Detengo mis pasos cuando escucho una voz, una fría y penetrante voz que me llama en medio de una escalofriante risa, pero no siento miedo y como si estuviera siendo hipnotizada me dejo guiar desviándome del camino.

Me abro paso entre tanta maleza, las ramas rasgan mi piel, pero eso no me importa, miro el suelo que comienza a teñirse de rojo, continuo caminando un poco más y al mirar al frente me detengo; veo un charco de sangre, en medio una silueta negra que solo deja ver unos ojos de azul-grisáceo y una maniaca sonrisa.

Gretel... —Me llama y yo respondo.

¿Sí?

¿Te divierte la muerte?

La silueta da un paso al frente dejándome ver a Andrew, él sonríe, en sus manos sostiene dos cabezas; la de Aisa y la de Dominik, mi respiración se corta, intento dar un paso al frente, pero no puedo, miro abajo y jadeo al ver sus cuerpos a mis pies y mi sorpresa es mayor al ver ahora en mis manos un cuchillo ensangrentado. El espeso charco de sangre comienza a crecer, Andrew suelta ambas cabezas y da un paso hacia mí, yo me encuentro estática sin poderme mover, él quita el cuchillo de mis manos y lo pone en mi cuello, se inclina un poco y susurra a mi oído...

¿Tan divertida te parecería la muerte de experimentarla por ti misma? —Y tras sus palabras mi cuello es atravesado.

— Hey Gretel...

Miro al frente y me encuentro con unos ojos azules de fría mirada; Andrew se encuentra frente a mí mirándome fijamente, pestañeo repetidas veces, observo a mi alrededor recordando que estoy en el aula y a lo que veo la clase ha terminado. Cierro los ojos y suspiro profundamente alejando las imágenes del sueño que tuve la noche anterior.

— ¿Qué quieres? —Pregunto al monstruo de mis pesadillas mientras me pongo de pie.

— Sígueme, tenemos que hablar. —Dice dándose la vuelta y saliendo del aula.

Resoplo y voy tras él, lo había estado evitando en toda la semana, pero al parecer ya no puedo retrasar más la conversación pendiente.

Lo miro caminar por delante de mí, pienso en acelerar y alcanzarlo, pero para mi sorpresa veo a la rubia correr por el pasillo con una gran sonrisa y acercarse a él, mi fastidio aumenta y hago más lentos mis pasos para no llegar a ellos, solo les veo intercambiar algunas palabras y después algo decepcionada ella se marcha.

Andrew mira sobre su hombro cerciorándose de que le siga, esta ocasión me espera y cuando llego a su lado continuamos caminando en silencio. Salimos del plantel y caminamos unos minutos más hasta que finalmente abro la boca.

— Fuiste demasiado lejos con lo de mi hermano.

Le miro fijamente y él solo me mira de reojo, veo como sus labios se curvan dándole vida a una pequeña sonrisa.

— Fue él quien me atacó, yo solo me defendí —Dice con desinterés.

— ¿Qué es lo que quieres? —Pregunto con fastidio, volviendo mi vista al frente.

Tras mi pregunta, Andrew se detiene de abrupto y me mira fijamente, las imágenes del sueño vienen a mi mente, pero me mantengo firme y le sostengo la mirada sin dejarme intimidar por tan perturbadora frialdad en sus ojos.

— He cumplido mi parte del trato, es tu turno de hacer lo tuyo. —Dice y me dedica una espeluznante sonrisa que en vez de asustarme, solo me excita.

[Aisa]

Corro rápidamente por los pasillos del hospital con Viri detrás de mí, doblo en una esquina y a penas logro esquivar a un par de doctores que me miran extraño por ir corriendo, llego a la habitación y me quedo parada en el umbral mirando al interior algo atónita.

La habitación está vacía.

— ¡Te dije! —Exclama Viri llegando por detrás— ¡Lo secuestraron!

— ¡Calla! —Grito llevando mis manos a mis sienes— ¡No lo secuestraron!

— ¡Es que no está por ningún lado! ¡Se lo llevaron! ¡Los que lo golpearon se lo llevaron! ¡Debo llamar a mi hermano!

— ¡Viri basta! —Tomo a mi amiga de los hombros y le calmo— Pareciera que Dominik es algo tuyo.

— ¡Es un paciente! —Dice con obviedad— ¡Y es tu novio! Deberías estar más preocupada... ¡Llamemos a Esteban y a Luis!

— ¡Que no!

— Pero...

— Yo me encargo.

— ¿Que? ¿Sabes dónde está?

— No.

— ¿Entonces?

— Debo irme... —Digo corriendo a la salida.

— ¡Pero tu turno aun no termina! —Grita ella detrás de mí.

Salgo del hospital sin importarme que siga en turno y corro hacia la residencia de As, llevo el corazón a mil solo de pensar en que ha despertado. Porque esa es la única explicación de que haya desaparecido del hospital; que despertó y huyó. Es As después de todo, alguien como él no estaría en el hospital por voluntad propia, pero me preocupa su estado... ¿Cómo puede ser tan despreocupado?

Llego al edificio, saludo al guardia y entro al elevador tomándome un respiro, cuando bajo vuelvo a correr por el pasillo y comienzo a tocar como loca a la puerta, pero no hay respuesta y comienzo a preocuparme demasiado.

— ¡As! ¡As! —Grito y sigo golpeando a la puerta con fuerza—. ¡As ábreme, sé que estás ahí!

Me quedo en silencio cuando escucho pasos del otro lado, espero de manera impaciente a que abra, pero eso no pasa, doy un fuerte respingo cuando As golpea la puerta desde el otro lado.

— ¡Lárgate de aquí! —Le escucho decir, su voz suena demasiado débil, pero eso no impide que pueda percibir su amargura y enojo.

— As ábreme por favor.

— ¡Que te largues, no quiero verte!

— Pero... As, necesitamos hablar.

— ¡Vete Aisa! ¿Qué no entiendes? ¡No quiero verte ni hablar contigo ni nadie así que lárgate y dejame en paz!

— Bien —Contengo con todas mis fuerzas las ganas de llorar—. Si eso quieres... eso haré Dominik —Mi voz ahora suena fria, demasiado fria—. Si no quieres salir bien, no lo hagas que yo me voy y no vuelvo, pero que ni se te ocurra buscarme eh Dominik, que si tú no quieres verme ahora, yo no quiero volver a verte nunca más y a ver como lo evitas.

Me doy la media vuelta y ahora más enojada que triste entro al elevador, este hace algunas paradas en los demás pisos haciéndome enojar por la presencia de la demás gente que entra y habla demasiado rápido y alto aumentando considerablemente mi mal humor.

Cuando por fin llegamos al primer piso, toda la gente sale y yo al último, pero en cuento pongo los pies fuera del elevador me quedo parada en mi lugar, me cruzo de brazos y entrecierro los ojos; As está frente a mí, a unos tres metros mirándome fijamente con su oscura mirada grisácea, su piel está más pálida de lo normal, sus ojos hundidos, sus labios resecos y partidos y se ve mucho más delgado, demasiado vulnerable y débil, tanto que cuesta verle de esa manera. Su mano izquierda está vendada y la mantiene a la altura de su pecho.

Suspiro profundamente y paso junto a él sin mirarlo.

— No te vayas Aisa —Dice en cuento paso a su lado—.

— Me has corrido.

— No te vayas.

— ¿Y porque no eh? ¿¡Porque debo quedarme!? ¿Para que sigas gritándome? —Se gira hacia mí y me mira directo a los ojos, aparto la mirada de inmediato sabiendo cuan débil soy ante él, pero me toma del mentón y me obliga a mirarlo de nuevo.

— Aisa —Me llama con voz suave y de inmediato siento mi voluntad doblegarse—. No puedes irte pequeña, porque yo... te necesito, así que no, no te vayas, no me dejes... no ahora.

As me toma de mi coleta y me jala hacia él, no me puedo oponer ni resistir y termino abrazándolo y dejando escapar las lágrimas de alivio y felicidad de que él ahora esté bien.

— Necesito que me digas quien te hizo daño —Le digo y siento de inmediato su cuerpo tensarse.

— No, no hablaré de eso.

— As...

— ¡No! déjalo por favor.

— Pero tenemos que hacer algo, no puede quedarse así.

— Y lo haremos, pero no aún, así que no me hables de eso por favor, no ahora que en este momento no me siento bien y solo quiero descansar... contigo a mi lado.

Sonrío contra su pecho, me es extraño su comportamiento, pero para nada me disgusta, aunque segura estoy de que no durará mucho, pero aprovecharé mientras lo haga y cuidaré y apoyaré a mi amado asesino mientras me muestra esta faceta de él que hasta ahora es la más humana.

*****

* Palabras escritas por Sergio Saldaña 

Continue Reading

You'll Also Like

19.5K 1.9K 28
Evil † Su mirada me da escalofríos, miedo, como si leyera mis pensamientos. Algo oscuro esconde en su mirada algo que no quiero saber. Ese hermoso h...
476K 53K 62
Freya Baker jamás en su vida le prestó atención a los merodeadores, ni siquiera al hermano de su mejor amigo. Ella simplemente vivía en su mundo... E...
23.6K 1.5K 7
Una historia que te dejará con ganas de más...
96.6K 11.5K 33
⚠️Corrigiendo⚠️ Y es que nunca pude amar a alguien más con la misma intensidad con la que te ame a ti, te recuerdo día y noche. Jamás olvide nuestros...