Isabella
Amanezco agitada, mi corazón palpitante en mi garganta y con los ojos rojos y llorosos. James se quedó a dormir anoche porque estaba tan molesta que se me olvidó que era mi casa, pero ya mismo lo voy a correr. Tenía pensado darles las llaves de la casa para que a la hora de ir a trabajar juntos se le haga más fácil venirme a buscar pero con la actitud de ayer me hizo dudar. Me levanto de mi cama y me ducho, luego de un rato ya estoy lista. Salgo de mi habitación con una sorpresa: Rosas en la mesa con la palabra PERDÓN bien grande, café con chocolate y un desayuno sencillo. James junto a la mesa con un ramo de flores.
-¿Qué es esto?-pregunto señalando todo
-Anoche la cagué, lo arruiné y ahora estoy arrepentido. Sé que no merezco tu perdón pero aunque sea acepta esto-me entrega el ramo
-Esto es demasiado-digo observando todo. Las rosas son mis flores preferidas-¿Cómo supiste lo de las rosas?
-Te conozco, y conozco a las mujeres como tu: fuertes y decididas como una rosa
-¿Y todo esto? ¿Lo hiciste tú?
-Sí, ¿no te gusta?-pregunta decepcionado
-Al contrario, me encanta-digo sonriente y suspira aliviado-pero no compensa del todo lo de ayer
-Lo sé y por eso, yo te daré el paseo de tu vida
-¿Es enserio?-pregunto con una sonrisa y con cara de no creerme ni una palabra de lo que dice
-Si-dice seguro de sí mismo
-Bueno pues, que comience, ¿y podré robar cierto?-asiente con la cabeza-¡Bien!
Sí. Todo bien bonito y todo, pero ¿Qué pasara cuando todo lo de la boda acabe? El volverá a su vida de mujeriego y yo estaré en prisión o robando. Estamos caminando, viendo lugares y encontramos una discoteca pero no abre hasta las 10 pm. Y apenas son las 2 de la tarde.
-¿Te parece si vamos a tu casa, comemos, vemos unos catálogos y venimos a las 11?-pregunta
-Me parece bien, pero no comamos en mi casa
-¿Por qué?
-No tengo comida allá-y se queda como si le hubiera dicho que los unicornios son reales
-Mentira
-No, es verdad
-Es un juego
-Pero no miento, no se cocinar
-¿Enserio?
-Tal vez unas cosas pero no del todo
-Tendré que enseñarte más cosas de las que tenía pensado
-¿Vamos al Arizona Grill?
-Vale
Entramos, pedimos una mesa para dos y los meseros nos vieron con cara como si fuéramos dos adolescentes huyendo de nuestros padres. Pedimos una lasaña pero no había lugar así que nos tocó esperar, tiempo que usamos para reír un poco hasta que hubo mesa disponible.
-Pregunta-dice James
-Respuesta
-Si tú dejaste a tus padres, a tan corta edad, ¿Cómo seguiste siendo amiga de Alejandra?
-Nadie lo sabía, a la mamá de Ale no le gustaba que fuésemos amigas
-¿Cómo se conocieron?
-Colegio
-¿Quién más sabe esto?
-Ricardo y... tu. Una cosa, ¿Qué hora es?
-Las 6, el tiempo pasó rápido
-¿Pedimos postre?-pregunto cómo una niña de 5 años
-Adelante
-Mesero, una torta de chocolate por favor
A los 5 minutos trajo dos pedazos de buen tamaño.
-¿Por qué me miras así?
-Pareces una niña-dijo riendo
-No lo soy, soy grande-digo imitando una con la voz aguda y un berrinche
Ambos reímos hasta que me llene la boca de chocolate y James me lo limpia.
-Creo que es hora de arreglarnos-dice-7 y media
-Vale, paguemos y vamos
James
La llevo a su apartamento y me voy al mío. Me pongo una ropa presentable para ir a bailar lo que sea con ella. Si ponen merengue, bailo merengue; si ponen salsa, bailo salsa; si ponen reggaetón, bailo reggaetón. Y si se pone aburrido-cosa que dudo-me llevo a quien sea al baño.
Son las 9:30 y solo me falta colonia, mis dientes y cenar. Termino con todo y a salir.
Llego a las 9:45 a su edificio y como el portero me conoce me deja pasar y voy en el ascensor hasta el séptimo piso, apartamento 7B. Toco la puerta.
-Pase-grita
Entro y está en su habitación subiéndose el vestido con un sostén negro y un hilo que hace juego.
-¿Me vas a ayudar o vas a mirar?-me despide de mis pensamientos-ahora sal que me tengo que maquillar
-Es lo mismo
-Solo fuera
-Bien saldré-digo a regañadientes
Me quedo afuera de su cuarto en la sala con un vaso de Coca Cola con hielo, y un poco de ron Santa Teresa, Gran Reserva, Venezuela. Recuerdo como le quedaba su ropa interior, sus piernas, su trasero. Esa es mi JLO. Serían perfectas sus piernas enrolladas en mi cadera besándome como si no hubiera un mañana mientras la sostengo agarrándole su lindo trasero para que no se caiga. Puede que la desee con todas mis ganas y lo admito.
Sale de su cuarto y con ese maquillaje, ese vestido, esos zapatos, me dan ganas de comérmela viva.
-¿Nos vamos? ¿O seguirás viéndome?-pregunta divertida
-No te estaba viendo-me excuso
-Aja claro
-Vamos
En todo el camino evito lo más posible de ver a Isa, pero me es tan difícil.
-Vista enfrente policía
-Estoy viendo al frente
-Si tú lo dices, tal vez comience a creérmelo
-Llegamos
Entramos al lugar: Only 19 a partir de 19 años y le piden identificación a Isa. Pero el portero se le quedó mirando con lujuria hasta que le mostré mi placa y nos sentamos en la barra.
-¿Qué fue eso?
-Ese tipo quería contigo, no sé si te diste cuenta
-Pero tampoco lo asustes
-Solo déjalo ¿sí?
-Bueno, ¿Qué pedimos?-pregunta cambiando de tema
-Cerveza con hielo está bien-digo
-¿No hay jugo?
-Con vodka
-No sirve
-¿No tomas?
-Sí, pero con mis amigas y algunas veces. Nunca es malo ser precavido
-¿Crees que me aprovecharía de ti si te embriagas?
-No, creo que cualquiera se aprovecharía de mí sí me embriago-corrige
-Soy policía
-Un estúpido policía que cuando tiene la oportunidad se acuesta con cualquiera
-No cualquiera, contigo nunca-solo trato de mentirme a mí mismo, claro que quiero estar con ella
-¿Sabes algo? Dame una cerveza con hielo-le dice al camarero
Tomamos las cervezas y nos pusimos a bailar. Ella baila tan sensual, tan sexy. Muy animadamente. Me salí para beber otra cerveza pero vi algo que no me gusto: Isa llamándome y un muchacho que la iba acosando.
Isabella
Estaba bailando en la pista y un chico a mi lado me dijo para seguir con él, la canción era de reggaetón y el chico lo bailaba muy bien. Me empotré en su pelvis y sentí una erección que me hizo sentir incómoda. Me detuve y me dijo para ir al baño cosa que me negué rotundamente pero me apretó fuerte la muñeca, llamé a James pero antes de volver a hacerlo fue tarde y me llevó al baño. Me recargó contra la pared y trate de salir con todas mis fuerzas hasta que agarró mis manos con una suya mientras con la otra se desabrochaba el pantalón y jamás sentí tanto miedo en mi vida.
James
Voy corriendo al baño antes de que sea tarde y me encuentro a Isa con el vestido a la cintura pidiendo ayuda mientras el muchacho que debía tener mi edad le besaba los senos por arriba de su sostén. Lo aparte y comencé a pelear con él. Estaba borracho. No me costó mucho dejarlo inconsciente. Isa estaba pálida y se acomodó el vestido mientras me agradecía. Cuando terminó me abrazó fuerte, como si no quisiera que me alejara.
-Lo siento-dijo por centésima vez
-Tranquila
Estábamos en el carro, después del escándalo nos fuimos de ahí.
-Es enserio. Perdona. Actué mal y lo reconozco
-Disculpas te debo pedir yo a ti por dejarte sola, yo más que nadie conoce ese tipo de lugares
-No podíamos saber lo que iba a pasar
-Ya que, ¿Cómo te sientes?
-Mejor supongo-se encoje de hombros
Al poco rato llegamos a su departamento, descansamos un poco y se puso una bata para dormir. Salió de su cuarto para despedirse.
-Antes de que se me olvide, ten esto-me lanza un llavero
-¿Qué es esto?-pregunto dudoso
-Unas llaves-dijo como si fuera la cosa más obvia del mundo
-Sí, pero ¿para qué?
-Son unas copias de mis llaves, para que no tengas que tocar y puedas venir cuando quieras-la miro dudoso pero me las quedo
-Si tú quieres...
-No hay problema, hasta mañana
-Buenas noches
Isabella
Creo que ya hay demasiada confianza como para que pueda entrar y salir cuando quiera, es igual, ni que me fuera a robar. Además que es un fastidio llamar al portero para que lo deje pasar.