"¡Vamos, (T/N), apresúrate! ¡Queremos ver cómo te queda!"
Una vez más, Sonic, Amy y Tails se encontraron fuera de la habitación del erizo azul, esperando que (T/N) saliera de allí, solo que, no por las mismas razones que más temprano...
O no del todo.
Luego del momento angustioso que habían pasado en el sótano por las noticias de Tails y que casi les bajó los ánimos a todos, la eriza rosa decidió empujar el momento a un lado y distraerlos con algo sumamente importante: ver si la ropa que había conseguido en el centro comercial le quedaba a la ex-eriza.
La ojijade cruzaba los dedos, tanto ansiosa como nerviosa por saber si había hecho lo correcto.
"¡Y-ya voy!" La chica en el interior respondió, con voz amortiguada. "¡Solo denme un minuto más!. No quiero dañar la ropa con mis garras..."
"Oh, sí. Esas cosas son un problema" comentó Sonic con una mueca, imaginándose lo difícil que debía de ser pasarse una camisa con esos brazos y manoplas con garras de la transformación.
Amy dió un paso adelante. "¿Quieres que entre y te ayude?"
"N-no, yo puedo" tartamudeó rápidamente.
"¿Segura?. No tienes que avergonzarte por nada"
"Estoy bien, Amy, en serio" insistió. Hubo una pausa y finalmente: "Eh, listo, creo que ya está"
"¿La ropa te queda?"
"Bueno, los pantalones están bien. Se sienten... cómodos"
"¿Qué hay de la camisa?"
"Bueno, no es perfecta" admitió desde dentro. "Pero, eh... me cubre casi toda y el elástico trabaja como debe, creo"
"Déjanos ver"
Del otro lado de la puerta, los pasos pesados se volvieron a acercar, solo que sin la solidez del tacón golpeteando el suelo y más los pies desnudos de la muchacha haciendo contacto. Como hace unas horas, hubo un «Click» y la puerta se abrió con un chirrido...
(T/N) salió con mucha timidez, cambiada.
Los tres Mobians se iluminaron al verla. En especial Amy, quien sonrió con maravilla y alivio al verla.
"¡Oh, te queda precioso~!"
La ex-eriza se sonrojó profundamente, evitando mirar a ninguno de sus amigos por la mezcla de incomodidad y bochorno que le daba la situación, pero ellos continuaron apreciando su figura grande, ahora enfundada con una pijama nueva: un conjunto de pantalones holgados hasta el tobillo y camisa, ambas con temática de mariposas a base de colores (C/F). Los pantalones estaban forrados con un patrón de pequeñas maripositas, mientras que la camisa poseía la imagen de una mariposa más grande y detallada.
Y como dijo la chica transformada, la pijama le quedaba bastante bien. No era perfecta, pues se notaba a simple vista que el material "holgado" abrazaba muslos y caderas, y la camisa se estiraba, remarcado "los bultos": contener el busto parecía un trabajo arduo mientras que el resto de la camisa se quedaba un poco corta, subiéndose y dejando un poco al descubierto una línea de pelaje (C/F) por encima del área del cinturón que quería escapar.
Pero en general, (T/N) lucía realmente bien.