Esclava

By Nicolebrayden

323K 18K 3.6K

Libro 2 Saga Mentiras. El tiempo no ha dejado de moverse, los enemigos se acercan. Ángel y Alex no tienen un... More

Sinopsis
Trigger Warnings
Multimedia
Prefacio
Prólogo.
1 | Celos.
2 | Un buen padre.
3 | Culpa.
4 | Funeral.
5 | Trato.
6 | Lejanía.
7 | Estallido.
8 | Huida
9 | Encuentro
10 | Ataque
11 | Culpa.
12 | Desición.
13 | Castigo
14 | Esclava
15 | Muerte
16 | Sangre por sangre.
17 | Canción
18 | Recuerdos a la basura.
19 | Declaración de amor.
20 | Pérdida.
21 | Promesa
22 | Reclamos
24 | Baños
25 | Tratamiento
26 | Confesiones
27 | Viaje.
28 | Castigos
29 | Primer castigo

23 | Contacto

6.5K 431 82
By Nicolebrayden

"Nuestros enemigos se convirtieron en cómplices y no lo sabíamos"


Ángel.

Ámber y Alex están acostados en la cama, totalmente dormidos. Les escucho respirar con la misma parsimonia y siento que mi alma ha vuelto realmente a mis pies. Mi princesa se ve demasiado relajada en los brazos de ese Dragón. Tan feliz... tan confiada. El miedo me envuelve porque creo que en algún momento Alex acabará dándonos la espalda.

Una vez abandono la habitación, me siento en uno de los bancos de plástico del pasillo en silencio. Me gustaría poder tomar este tipo de decisiones con alguien, consultarlo con mi madre... tal vez.

Sin embargo, tampoco poseo mucho tiempo para hablarlo conmigo misma. Esos pasos acercándose por el pasillo una vez se abren las puertas del ascensor, me indican que mi tiempo ha acabado.

— Ángel Deberaux.

Massimo está frente a mí.

Se ha recuperado de las heridas de la última vez. Imagino que es más fácil para una bestia como él. Enfrentándonos la última vez comprendí que ha dejado de ser un niño. Su cuerpo, su forma de actuar e incluso sus ojos... Massimo se ha vuelto alguien de quien huir, se ha convertido en un hombre peligroso.

— Massimo Russo.

— ¿Cómo está el Dragón?

— Más bien de lo que querrías que estuviera.

Massimo sonríe — cierto — tras una corta pausa, nos miramos a los ojos — ¿No te habrás enfadado, verdad? Después de todo secuestró a mi hermano. ¿Qué hubieras hecho si ese hombre hubiera hecho daño a Matteo?

— Alex no es como tú — gruño.

— Auch... me tienes en muy poca estima, cara mía. Pero tienes razón, el Dragón Rojo no es como yo, él es peor. Ahora te sientes segura a su lado porque lo que quiere, eres tú. ¿Pero qué pasará cuando se aburra de ti? ¿Cuando dejes de ser lo que él ansía tener? ¿Has pensado en ello? El Dragón acabará dándote la espalda y dejándote sola.

— Cometí un error al venir a buscarte — maldigo.

— Te equivocas, lo mejor que pudiste hacer es venir a buscarme. Él te dejó ir, ¿no es así? La protegida esposa del mafioso ruso más peligroso y poderoso del mundo deja que su esposa bague sola por Italia y casi acaba muerta. ¿Qué clase de mensaje piensas que eso envía al resto del mundo allí afuera?

Alzo mi mano en dirección a su mejilla, pero él detiene mi mano antes del impacto. Nuestros ojos se cruzan, los míos están llenos de odio. Pero los suyos parecen estar disfrutando esto.

— Acabará echándote de su lado como si fueras una perra.

— La próxima vez que te atrevas a atacar a mi marido no pienso advertirte de nada, Massimo, vendré a por la cabeza de tu padre.

— Amenázame todo lo que quieras, cariño, pero en el fondo sabes el desenlace de tu relación con ese hombre. Mi consejo es que no te cierres puertas que luego podrían ayudarte a sobrevivir.

Arrebato mi mano de la suya y doy algunos pasos hacia atrás.

— Si tan convencido estás, ¿por qué no te sientas a esperar a que eso suceda? Tal vez después de que él me abandone decida escogerte finalmente, aunque deberías estar al tanto, quién sabe, a lo mejor Sebastian se te adelante esta vez.

Massimo sonríe — ¿qué crees que estoy haciendo? — se jacta, escondiendo las manos en los bolsillos de su pantalón de tela negro.

Acaricio la muñeca que él tenía presionada e intento tragarme mis ganas de mandarlo a la mierda porque ahora mismo seguimos en territorio enemigo. No quiero librar una guerra con mi hija y mi marido en medio.

— No podrás romper mi relación con Alex.

Massimo suspira — tu relación con él ya está muerta, lo estaba desde que tu — dice, golpeando levemente mi nariz con su dedo índice — hiciste eso.

Eso.

Mis manos se cierran en puños, sé perfectamente a lo que se refiere. Intento decir algo en mi defensa, pero es demasiado tarde, era obvio que él podría llegar a deducir quién lo llevó hacia esa habitación de hotel. Y reconociendo la forma tan ágil en la que creo drogas... él solo tiene que sumar las pruebas a su alcance.

— O tal vez lo está desde que esa mujer ha estado enviándole mensajes de texto a tu marido, pero es algo que tú todavía no sabías, ¿no es así?

Mis ojos se abren — ¿Qué?

— Anna ha estado tratando de comunicarse con Alex de todas las formas posibles, resulta interesante saber que él ha decidido no asesinarla.

La sonrisa en su cara no es lo que más está doliéndome ahora mismo.

— No es verdad — jadeo.

Massimo me extiende el teléfono de Alex. Está abierto por una ventana de mensajes de un número desconocido que él ni se ha molestado en registrar pero que tampoco ha borrado.

— ¿Qué duele más? ¿Saber que él no te lo ha contado o el miedo al pensar que ella pueda contarle lo que le hiciste para separarlos? Después de todo eres la culpable, ¿me equivoco? Tu nos drogaste esa noche en el hotel y nos grabaste después.

— Ella ya se veía contigo — gruño.

— Pero no para follar, Ana estaba locamente enamorada de Alex y él se veía demasiado cómodo al lado de esa mujer, por eso la sacaste del medio.

— ¡Cállate! — bramo. De nuevo, me encuentro mirándole con odio — no tienes pruebas de nada.

— Cariño, yo no quiero hacerte sufrir. Pero la verdad acabará cayendo por su propio peso, y cuando eso suceda, estaré esperando a que me pidas ayuda y vuelvas a mí.

— Antes prefiero morirme.

Massimo se encoge de hombros — esa mujer acabará volviendo, deberías agradecerme que te lo estoy contando.

Presiono el teléfono entre mis manos y acabo lanzándolo a una papelera cercana, he tenido suficiente con leer solo algunos de los mensajes, no quiero saber nada más. Él no ha contestado a ninguno, por favor... que él no haya contestado a ninguno de esos mensajes.


Alex.

Cuando salgo de la habitación y abro la puerta todo lo que me encuentro es a mi esposa llorando con las manos sobre la cara. Massimo está a escasos metros de ella. Solo tengo que caminar un paso más y meter a Ángel entre mis brazos.

Ella reacciona de inmediato y al verme, enreda sus brazos alrededor de mi cuello. Escucho sus gemidos salir de su boca y me centro en Massimo.

— Te voy a matar.

— Relájate, Dragón, tu esposa solo está... asustada por ti. ¿No es así, Ángel?

Ella me mira, sigue llorando pero se decide a hablar — quiero irme de aquí, quiero volver a casa. Llévame a casa, por favor.

— Está bien — asiento — nos vamos a casa. Por supuesto que nos vamos a casa.

Lo siguiente que hago es bramar el nombre de Beau hasta que aparece desde alguno de los pasillos, trayendo una cesta de chocolates.

— Prepara a los hombres, nos vamos ahora mismo.

— Pero señor...

— Ahora — ordeno.

Él asiente, Ángel se niega a mirarme, solo se mete entre mis brazos e intenta controlar su respiración.

— Ten en mente lo que te he dicho, Ángel. Es mejor que mantengas las puertas abiertas.

Con una mirada severa, Massimo hace una reverencia y desaparece.

Tardamos algunas horas en llegar al aeropuerto, Ámber se despierta en medio del alboroto, dispuesta a hacer todo lo que se le dé la gana. Por algunos minutos se mueve nerviosa, toqueteando cualquier cosa que haya en la limusina. Su madre está en mis brazos, arrullada como un bebé pero dándome la espalda porque se niega a hablarme.

— Mi amor, ¿qué te dijo ese imbécil para molestarte?

— Déjame en paz — gruñe.

Ámber entonces abre la boca — papá — se queja, poniendo sus pequeñas manos en su cintura — ya has enfadado a mi mami, ¿qué le hiciste?

— No he hecho nada — me quejo.

— ¿Y dónde está Lola?

— A tu bicho... — le explico mientras ella se empeña en trepar hasta llegar a mi pecho, donde se queda acostada — la trae Bjorn, la vas a ver en el aeropuerto. Y a ver si somos más responsables, ¿eh? ¿Cómo pudiste olvidar a Lola?

Ámber abre la boca, toda ofendida — papi Alex — se queja — no voy a dejarte ser mi papi nunca más si me sigues molestando. Un descuido lo puede tener todo el mundo...

Ángel suelta una carcajada y logro atraerla más hacia mi — ¿te parece gracioso cómo tu hija empieza a chantajearme igual que haces tu?

— Ahá — admite, arrastrando las palabras.

Agradezco su cercanía porque ahora puedo dejar algunos besos cerca de su cuello y mejilla. Ángel finalmente se da la vuelta y suspira — te odio — gruñe, acurrucándose entre mis brazos.

— ¿Escuchaste eso? — demando en dirección a Ámber.

— Seguro es porque le dijiste a mi mami que no tenía pechugas.

— Si tengo pechugas — se queja Ángel, encarándo finalmente a su hija.

— Bueno mami, si tú lo dices.

— Pienso dejar sin plumas a tu pollo.

— Es una gallina.

— Es un pollo feo.

— ¡Papi!

Segundos más tarde ambas están envueltas en una pelea por pechugas y pollos, Ángel acaba por rendirse tras un berrinche de su hija, finalmente, ambas están abrazadas la una a la otra, poniéndose cómodas mientras comen un chocolate que Ámber le ha robado a su madre.

Lo qué más altera mi cerebro ahora mismo es cómo voy a explicarle porqué estaba de esa forma, no puedo solo decirle que decidí someterme a un montón de químicos por diversión. Químicos que pudieron dejarme loco, o muerto. Debo ser cuidadoso y darle la explicación adecuada a mi esposa antes de que acabe por llegar a raras conclusiones.

Mientras Ángel y Ámber se reúnen con Bjorn y Lola,  otro mensaje llega a mi teléfono sustituto. Es del mismo número, por ende, tiene que ser ella.

Esta vez se trata de una fotografía. Hay un niño sonriente en mi pantalla por algunos segundos antes de que borre la fotografía. Decidí no matarla porque ella es tan víctima de todo esto como lo fue Ángel, pero esto tiene que detenerse.

Debo detenerla de una vez antes de que rompa mi matrimonio.

Lamento estar bastante inactiva estas semanas, intentaré hacer una actualización semanal. A veces siento que me exijo demasiado y no llego a ninguna parte así que vamos a estar teniendo actualizaciones semanales a partir de ahora. 

Pregunta: ¿Quién es la mujer de los mensajes?

Continue Reading

You'll Also Like

108K 9.5K 69
Júlia Fort García es la hermana mayor del joven lateral del Fc Barcelona Héctor Fort,el club invita al equipo a un partido de la sección femenina,est...
488K 41.3K 38
Amber y Nelly. Personajes conocidos de "La hija de mi primer amor" y de "La amante", cuentan su larga historia de amor. Ambas resumirán sus recuerdos...
7M 199K 46
Molly Johnson es una mesera y necesita juntar mucho dinero para salvar a su hermana. Axel Cavelli es un exitoso empresario y necesita una novia por t...
112K 24.8K 56
La mano del rubio se coló bajo la máscara del anbu acariciando su rostro suavemente, los azules lo veían con debilidad y un gran amor, Itachi se dejó...