"Vete"
Bian Nan simplemente se arrodilló en el suelo, ocultando sus ojos en los hombros de Qiu Yi y llorando durante varios minutos. Qiu Yi se mantuvo quieto y en silencio, solo dedicándose a darle palmaditas en su espalda.
—Oye —Bian Nan se sintió feliz después de haber llorado y aquella sensación de tener algo atrapado en el pecho se alivió mucho. Se frotó dos veces la cara, sonrió y se colocó lentamente de pie, sujetándose de las rodillas: —he estado arrodillado tanto tiempo, que ya las siento frías.
—No solo es por estar arrodillado, ¿verdad? Estuviste en medio del frío toda la noche, ¿no? —Qiu Yi también se colocó de pie y sonrió.
Bian Nan se quedó atónito y lo miró: —Maldita sea, ¿Cómo lo supiste?
—Fue sencillo de saber —Qiu Yi le dio unas palmaditas sobre su brazo: —Esa cara que llevas, esta hora y este lugar.
Bian Nan levantó la comisura de su boca y sonrió: —Ya veo.
—Vamos a comer algo primero —Qiu Yi rodeó sus hombros con su brazo y miró hacia ambos lados: —Cuando venía hacia aquí, vi una tienda de desayunos y no habían muchas personas.
—Mm —Bian Nan se frotó la cara, realmente no sabía si se sentía lleno o hambriento en este momento, como tampoco si sentía frío o no. Todas aquellas sensaciones de todo su cuerpo, parecían haber entrado de un estado letárgico, luego de dar algunas vueltas por la noche.
No habían muchas personas en la tienda de desayunos, por lo que ambos encontraron un pequeña mesa contra la pared y Bian Nan se sentó.
—¿Qué quieres comer? —le preguntó Qiu Yi, listo para pedir algo.
—No lo sé, comeré una porción doble de lo que comas tú —dijo Bian Nan.
—Está bien —Qiu Yi se rascó la cabeza dos veces, se dio la vuelta y fue a pedirlo.
Hacía mucha calor dentro y su mesa estaba cerca de la gran estufa de panqueques, que estaba a un lado de la puerta. Bian Nan sintió que su cuerpo, que estaba congelado como si fuera un cubito de hielo producto de la noche, se derritiera poco a poco.
La sensación incómoda en su cuerpo también se hizo clara, poco a poco. Sus rodillas y piernas estaban adoloridas, su cintura rígida, y el lugar donde Bian Xinyu lo arañó ardió de forma latente, pero no sentía mucho en su rostro, solo que la mitad de su rostro estaba un poco entumecido.
¿Se quedó paralizado...?
Qiu Yi trajo un montón de cosas, pastelillos, bollos al vapor, buñuelos, tofu, leche de soja, y todo puesto sobre la mesa.
—¿Tanta hambre tienes? —Preguntó Bian Nan con una sonrisa.
—Solo come, empácalo si no eres capaz de terminártelo —Qiu Yi se sentó frente a él.
—Qiu Yi —Bian Nan tomó un buñuelo con su mano: —Anoche...
—Come primero —dijo Qiu Yi, muy lentamente: —Hablemos sobre eso después de comer, llamaré más tarde para cancelar la clase de recuperación de hoy en la mañana, así que ve con calma.
—No, no canceles nada —Bian Nan bajó la cabeza y le dio una mordida a un bollo: —Tú ve a dar las clases de recuperación, y yo iré a trabajar más tarde.
—¿Eh? —Qiu Yi quedó atónito.
—No es gran cosa, no es necesario —Bian Nan tomó un sorbo de la leche de soja.
—¿Estás seguro? —Qiu Yi lo miró.
—Mm —Bian Nan asintió.
No podía explicar por qué decidió esto. No era para demostrar ser valiente, tampoco seguro sobre dejar que Qiu Yi se preocupara, pero, lo más probable es para que su padre vea que tiene la capacidad de manejar correctamente sus propios asuntos, y que simplemente no se quedaría ahí, sin hacer nada.
Incluso si se quedara con Qiu Yi, no se atrevía, temía que cuando esté dentro de ese estado, se sienta incómodo.
Ayer, salió corriendo de esta forma y no sabe la situación de su familia ahora. Tampoco se atrevía a pensar demasiado sobre lo que tendría que enfrentar una vez que regrese a casa.
En resumen, intentará mantener el mismo ritmo de vida de antes y aprovechar aquella seguridad estable.
Y dentro de esa sensación de seguridad, incluye su trabajo diario y los saludos diarios de Qiu Yi.
Bian Nan bajó la cabeza y comió mucho. Agregando un tazón de tofu, un vaso de leche y terminando todo con un eructo.
—Joder, tal vez comí demasiado —Bian Nan chasqueó la lengua.
—¿Tu papá te golpeó? —Qiu Yi solo le dio un solo mordisco al buñuelo que tenía en la mano, desde que comenzó a comer y terminó.
—Mm —Bian Nan suspiró: —Fue bastante desordenado todo, Bian Xinyu no ha estado de buen humor desde el día de San Valentín, y la habilidades de confortación de su hermano no habían tenido éxito, para que al final me involucrara a mi a modo de ejemplo, y Bian Xinyu lo adivinara todo.
—¿Y entonces qué? —Qiu Yi frunció el ceño, ligeramente.
—Entonces lo reconocí y todo fue un completo desastre. Junto con "Bian Nan, eres igual que tu madre", —Bian Nan sonrió y juntando sus manos sobre la mesa con fuerza: —mi papá me abofeteó y salí de casa, y no sé que está pasando ahora mismo.
—¿Qué estás haciendo aquí? —Qiu Yi tomó su mano y usando la fuerza de sus dedos, despegó los dedos de Bian Nan que estaban fuertemente unidos.
—No lo sé, estaba aturdido y corrí hacia aquí, y me quedé sentando toda la noche. ¿Fue acaso algo subconsciente ir hacia mi madre luego de haber salido? ¿Me sentía herido y fui por mi madre? —Bian Nan sonrió impotente, su voz temblaba un poco: —Pero ella me dijo que yo...soy alguien repugnante.
Qiu Yi se quedó en silencio, cerró con fuerza su mano y lo apretó.
—Eso es todo por ahora, no sabré de toda la situación hasta que llegue a casa después del trabajo —dijo Bian Nan.
—¿Voy a tu casa junto contigo por la tarde? —Qiu Yi lo miró— Yo...
—No —Bian Nan negó con la cabeza: —No es necesario ahora. Solo iré a casa y veré que está pasando. Si ahora, te llevo a casa, sería como echarle más leña al fuego y mi papá, podría pensar que estoy protestando.
—Está bien —Qiu Yi pensó por un momento— de acuerdo, pero...
—Si algo sucede, te lo diré, lo entiendo —Bian Nan sonrió y chasqueó la lengua: —tan prolijo.
Después del desayuno, la hora en que Qiu Yi debía dar clases de recuperación, era aproximadamente a la misma hora en que Bian Nan debía ir a trabajar. Para no llegar tarde, ambos decidieron tomar un taxi por separado.
Cuando Bian Nan se subió al taxi y se sentó, miró a Qiu Yi, quien estaba de pie al costado de la carretera. Para de repente sentir un fuerte sentimiento de desgana y casi queriendo saltar fuera del taxi, para decirle a Qiu Yi que deberían ser un par de gatos e ir a "tan aburrido" durante un día completo.
—¿Qué? —Qiu Yi caminó hacia la ventana del taxi.
—Nada —Bian Nan sonrió: —Apresúrate y ve a tomar un taxi.
—Mm —Qiu Yi asintió, dio un paso atrás y dijo: —Cuando llegues, usa el teléfono de Gu Wei para contactarme, o de lo contrario, no nos contactaremos en todo el día.
Bian Nan se rió: —Está bien.
—Mas tarde, busca una farmacia y compra un medicamento para el resfriado—agregó otra oración.
—¡Hey! —Bian Nan agitó la mano. Qiu Yi quería encontrar una farmacia hace un momento, pero desafortunadamente, la farmacia todavía estaba cerrada: —Lo sé, lo sé.
—Bien, me voy —Qiu Yi se alejó por la acera. Pero después de que el taxi comenzó a moverse, volvió a gritar: —¡Esa cara que llevas! ¡En cuanto llegues, aplícate algo!
—¡Oye...! —Bian Nan asomó la cabeza por la ventana: —¡Entendido, abuela Qiu!
Cuando estaba por llegar a Zhan Fei, Bian Nan vio una farmacia al costado de la carretera y rápidamente le pidió al conductor que detuviera el taxi. Bajó y fue a comprar una caja de gránulos fríos y se las guardó en el bolsillo.
Sintió que no le pasaba nada y que no se iba a resfriar, pero de todas formas decidió tomar precauciones. Ahora no todo estaba completamente claro, y sería muy problemático si se enfermaba.
Cuando inclinó la cabeza y caminó hacia las puertas de Zhan Fei, se detuvo y cuando levantó la mirada, vio a Shi Jiang.
—Shi-ge —Bian Nan ahora estaba bastante familiarizado con Shi Jiang y aunque el rostro frío de Shi Jiang era así cuando se conocieron, después de que se familiarizaron, seguía aún frío. Pero era capaz de hablar con él de forma más casual: —¿Desayunaste?
—He desayunado —Shi Jiang miró su rostro y cuello, frunciendo el ceño: —¿Tuviste una pelea?
—No —Bian Nan se tocó la cara. Realmente tendrá que mirarse en un espejo después, ya que todos eran capaces de verlo de un solo vistazo.
—Bian Nan —Shi Jiang todavía mantuvo su ceño fruncido: —Los empleados de Zhan Fei serán despedidos una vez que se descubra que estuvieron en una pelea, y no hay segunda oportunidades.
—No fue así —Bian Nan se sobresaltó y se apresuró hacia Shi Jiang: —Mi padre me golpeó.
—¿Tu padre? ¿Él te golpeó? —Shi Jiang estaba un poco sorprendido: —Con un hijo ya adulto, ¿aún es capaz?
—¿No es algo irritante? —Bian Nan levantó la comisura de su boca: —No fue una pelea.
—¿Tu padre también fue capaz de rasguñarte?—Shi Jiang señaló su cuello: —vaya movimientos...
—Fue hecho por unas uñas...Shi-ge, no me preguntes nada —Bian Nan bajó la cabeza y ahogó su voz: —ya todo es bastante deprimente.
—De acuerdo, no preguntaré. Pero no pelees y ahora apresúrate, alguien de tu grupo ya está aquí desde temprano y está practicando —dijo Shi Jiang.
Bian Nan entró corriendo y fue directamente a los vestidores. Mientras se cambiaba de ropa, se miró al espejo, se cubrió la cara y quedó atónito.
—Mierda. —Maldijo en voz baja. Sabía que no debería haber venido a trabajar, ¡qué ostentoso!
El lugar donde su padre lo abofeteó no fue grande, ni siquiera era la mitad de su cara. Pero el enrojecimiento y la hinchazón eran bastante evidentes, y junto con aquella mancha de sangre roja en su cuello, no era de extrañar que el dueño de la tienda de comestible, creyera que un fugitivo en cuanto lo vio y agradecía que no llamara a la policía.
—¡¿Te metiste en una pelea?! —Gu Wei entró a los vestidores y gritó tan pronto como lo vio.
—Ay no, no, el entrenador Shi Jiang también ya lo preguntó, mi padre me golpeó —Tan pronto Bian Nan vio la expresión en el rostro de Gu Wei, inmediatamente dijo: —¡Y no preguntes!
—No preguntaré —Gu Wei se rió: —Hay cubitos de hielo en el salón principal, colócate un poco, o bien puedes ir a la enfermería a verte.
Bian Nan no fue a la enfermería, fue al refrigerador que estaba en la sala por unos cubitos de hielo, envolviéndolo en una toalla, enrollándola y dejándolo sobre su rostro. Para finalmente sacar una mascarilla de su bolso y colocárselo.
Gu Wei lo cuidó bien, no hizo arreglos para que se quitara la mascarilla y entrenara el día de hoy, solo lo usó como una máquina de pelotas y haciendo mandados de camino. Bian Nan estaba muy agradecido, y cuando tomó prestado el teléfono de Gu Wei para llamar a Qiu Yi, pensó en pagar en silencio la fractura telefónica de Gu Wei.
Al pensar en esto, Bian Nan recordó que ni siquiera se había molestado en llamar a Miao Yuan, con la intención de transmitirle la impresión de Gu Wei.
Sería buena que le pudiera conseguir una novia o pagar la cuenta de su teléfono.
Por la tarde, las dos amigas de Miao Yuan estaban en la clase de entrenamiento y Gu Wei les enseñó muy en serio. Bian Nan no tenía nada que hacer, simplemente se sentó y escuchó. Por lo general, no escucharía las explicaciones de Gu Wei con tanta atención, pero hoy era diferente, porque tan pronto como su mente se vacíe, inmediatamente se volverá un desastre con un inevitable sufrimiento en declive.
Hoy, es simplemente el día en que ha sido más devoto desde que comenzó su pasantía en Zhan Fei.
Cuando estaba a punto de salir del trabajo por la tarde, Bian Nan no se atrevió a verificar la hora. El teléfono de Gu Wei estaba en la silla, pero no se atrevió a levantarlo para ver la hora.
Tenía que irse a casa después de salir del trabajo, así es, tenía que irse a casa. Volver y limpiar todo esto.
Nunca había enfrentado tanta presión desde que era un niño. Esto no estaba al mismo nivel de presión sobre entregar una boleta de calificaciones y esperar a que lo regañaran.
—¡De acuerdo! Eso es todo —Después de que explicó el programa de entrenamiento de la mañana a los estudiantes, Gu Wei se acercó y lo palmeó: —Hora de salir del trabajo, y por cierto, el entrenamiento de mañana por la noche ya está programado, por lo que no es necesario que vengas.
—Oh vamos —dijo Bian Nan de inmediato: —Puedo venir.
—De acuerdo —Gu Wei tomó su abrigo: —Iré a darme una ducha, tú ve a casa.
—Oh —Bian Nan se retiró lentamente, de mala gana.
En los pocos minutos, desde que salió por las puertas de Zhan Fei. Dentro de su mente, pasó por todos los escenarios que podría suceder cuando apenas llegue a casa.
El sudor bajó por su cuerpo.
Quería regresar y tomar una ducha como Gu Wei.
Mientras caminaba hacia la parada de autobuses de manera abatida, barrió con la mirada un macizo de flores que estaba junto a la carretera y vio a un hombre sentado. Después de verlo con más claridad, se quedó atónito.
Inmediatamente después de la sorpresa, la alegría recorrió todo su cuerpo, hasta su corazón. Sintiendo que quería reír, hasta sentir que la mascarilla se arrugara: —Estás loco, ¿Por qué estás aquí?
—No te preocupes —Qiu Yi se colocó de pie: —Bian Xinyu no vino a trabajar hoy, así que solo quería venir y acompañarte a tu casa. Me quedaré afuera y solo regresaré cuando todo esté bien, y lo que pase después, solo me dirás.
—Maldita sea —Bian Nan se apresuró y lo abrazó: —¿Crees que no puedo manejarlo?
—Son dos cosas diferentes —Qiu Yi sonrió.
Qiu Yi lo acompañó hasta el autobús, como también tomaron juntos el metro.
Los dos estaban uno al lado del otro, en silencio. Qiu Yi no le preguntó qué planeaba hacer cuando llegara a casa, ni tampoco sobre su herida, o si estaba resfriado.
Bian Nan pensaba que esto era bueno. Si Qiu Yi dijera algo, e incluso si no tuviera nada que ver con eso, lo pondría bastante nervioso.
Era suficiente quedarse a su lado, en silencio.
. . .
Cuando entró a la comunidad, Bian Nan tomó un hondo respiro y los latidos de su corazón se volvieron un poco violentos.
Señaló una cafetería, que estaba en la esquina de su casa: —Quédate ahí un rato, ese lugar es cálido.
—Mm, pero no te preocupes por mi —Qiu Yi apretó sus hombros: —Si hay algo que debas decir, no te preocupes demasiado. Cuanto más te preocupes, serás menos capaz de expresarlo.
Bian Nan asintió. Se dio la vuelta y caminó hacia su casa.
Las luces estaban encendidas en casa, y no se escuchaba nada fuera de la puerta. Pero los autos de su padre y Bian Hao estaban estacionados en el garaje; al parecer toda la familia estaba aquí.
Bian Nan sacó la llave y simplemente la insertó en la cerradura. Cuando abrió la puerta, la tía estaba de pie en la puerta.
—Tía —Bian Nan inclinó la cabeza y la llamó.
—Mm —la tía asintió. Su rostro estaba un poco cansado y parecía no haber dormido bien: —Es hora de cenar, súbete y prepárate.
—¿Está mi papá en el estudio? —Bian Nan se cambió los zapatos y cuando vio que no había nadie en la sala, se dio la vuelta y preguntó esto.
—Está ahí —la tía lo miró con una expresión inexplicable en su rostro: —Ve.
Bian Nan subió las escaleras paso a paso, uno, dos, tres, cuatro...Hace más de diez años que ha vivido en esta casa, y jamás había contado cuántos escalones tenía estas escaleras.
Pero, cuando finalmente se colocó de pie afuera de la puerta del estudio, había olvidado cuántos escalones había contado, y probablemente, no los haya contando en primer lugar.
Llamó a la puerta y dijo en voz baja: —Papá.
Se escucharon unos pasos desde dentro y la puerta se abrió.
Bian Hao y su padre estaban en el estudio. Estaba oscuro y las luces no estaban encendidas, todo el estudio estaba envuelto en humo, y antes de que Bian Nan pudiera hablar, tosió.
—Pensé que no ibas a regresar a casa —Su padre se sentó en medio del humo en el sofá y dijo esto.
—No —Bian Nan entró al estudio: —Fui a trabajar.
Esto probablemente era sorprendente. Bian Nan, que era alguien perezoso y desmotivado, en realidad fue capaz de ir a trabajar bajo tales circunstancias, y Bian Hao no pudo evitar mirarlo.
—¿Qué estás buscando? —Preguntó su padre.
—Conversar sobre lo que sucedió ayer —Bian Nan vaciló en sentarse o no, por temor a que su padre todavía se encuentre enojado y en el momento en que se sentara, lo pateara directamente sobre el suelo.
—¿Quieres hablarme de tu relación con un hombre? —Su padre se burló: —¿Todavía tienes cara para hablarme sobre eso?
Bian Nan se quedó en silencio, para su padre, la ira era mucho más controlable cuando se trataba de Bian Xinyu. Pero ahora su padre se centraba en un asunto así, y bajo ese tono, Bian Nan no supo cómo continuar.
—Iré a tomar una ducha —Bian Hao quiso retirarse del estudio.
—No te vayas —Su padre lo detuvo: —Solo hay tres hombres en esta familia, si hay algo que deba decirse, hay que hacerlo todos juntos y ¿no hablaste ya por él?
—¿En qué momento hablé por él? —Bian Hao frunció el ceño: —Solo dije que esto no está bajo tu control, y yo no soy su padre.
—¿Soy yo acaso tu padre? —Su padre lo miró.
—¿Tiene algo que ver con que tú seas mi padre y yo no quiera escuchar lo que ustedes dos deban decirse? —Bian Hao parecía desconcertado.
—Siéntate —Su padre suspiró: —Aún eres joven, solo quiero que también escuches, ¿Qué es lo que está pensando Bian Nan?
Bian Hao no habló más y se sentó con impaciencia. Bian Nan también se acercó a una silla y se sentó frente a su padre.
—¿En qué momento todo comenzó? —Su padre tomó la tetera y se sirvió una taza de té.
—Probablemente...desde que salió de su detención... —respondió Bian Nan con cierta dificultad. No quería mencionar la detención de Qiu Yi frente a su padre: —En ese momento.
—¿Estás mentalmente enfermo? —Su padre frunció el ceño, y su tono era de irritabilidad: —Nadie no te permitió no tener novia, ¿y además, no habías tenido con anterioridad novias? ¿Por qué te pasó esto tan de repente?
—Realmente no lo sé —Bian Nan se mordió el labio: —De todos modos, lo que siento por él, no se compara a los que sentí por esas chicas...
Sus palabras fueron interrumpidas por el vaso que estrelló su padre.
—¡¿CÓMO TE ATREVES A DECIR TAL COSA?! —Su padre lo miró.
—¿Acaso es algo de que deba avergonzarme? —Cuando su padre le preguntó esto, de pronto recordó lo que su madre le había dicho antes: —No hice nada malo.
Su padre lo miró fijamente debido a sus palabras y quedándose en silencio durante mucho tiempo.
—Papá... —Bian Nan intentó volver a hablar.
—Solo dímelo, ¿se puede corregir este problema tuyo? —Su padre mantuvo su mirada fija, su rostro no era muy agradable.
—Este no es... —Bian Nan quería decir que esto no era un problema, pero tenia miedo de que su padre volviera a tirar un vaso, así que hizo un pausa y dijo algo más: —Sé que esto es difícil de aceptar.
—¡ABSURDO! —Gritó su padre— ¡ABSURDO! ¡SI ME ESTÁS DICIENDO ESTO, ENTONCES NO HAY NADA DE QUÉ HABLAR!
Bian Nan se quedó en silencio.
—Está bien, es mejor que todos se vayan —Su padre agitó la mano, de manera hosca.
—Papá, ¿Puedes siquiera escucharme? —Bian Nan no quería irse, dejando solo estas pocas palabras.
—¿Y qué me quieres decir? —Su padre frunció el ceño y lo miró: —¿Qué me quieres decir? Bian Nan, desde que eres un niño hasta tu edad adulta, has luchado de manera incansable, conmigo, con todos en esta familia. Sé que no todo es culpa tuya, pero, ¿Qué quieres que piense cuando me sales con tal cosa? ¡¿QUÉ QUIERES QUE PIENSE?! ¡¿QUÉ LO APRUEBE?! ¡QUÉ DEMONIOS SUCEDE CONTIGO!
—Solo me gusta alguien, no hay nada de malo conmigo, y tampoco es mi intención ser alguien repugnante para que seas infeliz —Bian Nan apretó los dientes, y dijo: —¿Por qué simplemente no puedes aceptar tal cosa?
—¡POR QUÉ DEBERÍA! —Su padre se colocó de pie, lo señaló junto con sus manos temblorosas: —¡TIENES UNA RELACIÓN CON UN HOMBRE! ¡CÓMO ES ESO POSIBLE! ¡ES ACASO UNA MODA O ES MUY HONORABLE DE TU PARTE!
Bian Nan rara vez razonaba con las personas. Sentía que cuando no tenía nada que ver con las personas, su boca seguía siendo muy buena, pero, cuando se trata de cosas serias, se quedaba sin palabras. Especialmente si debía darle cara a su padre.
Si fuese otra persona, debido a su impaciencia, solo levantaría los brazos y pelearía. Pero esta persona era su padre, quien parecía que no había dormido en toda la noche, y tenía bolsas bajo sus ojos con capa doble.
Bian Nan de pronto se sintió indefenso. Enfrentar con resistencia lo que le esperaba en casa, no fue tan sencillo de superar como ingenuamente lo imaginó.
—Papá... —Bian Nan bajó la cabeza y su voz se escuchó ahogada: —¿Por qué no me dejas de una vez en paz?
—¡VETE AL DEMONIO! —Su padre rugió violentamente. Su garganta estaba un poco rota y Bian Hao, que tenía su cabeza inclinada y mirando por la ventana, se sobresaltó asustado.
—¡VETE AL DEMONIO! —Su padre rugió, con su voz temblorosa: —Diciéndome algo como eso, ¿Qué quieres decirme? ¡Si realmente no me importaras, no te habría traído aquí en aquellos días! ¡Tampoco te habría compensado durante muchos años! ¡Se qué soy algo rudo y no sé qué hacer para que pienses en mi como tu padre! ¡Solo puedo dejarte comer y vestir bien, como darte dinero! ¿no? ¡¿Crees que con todo eso te he ignorado?! ¡¿Aún piensas bien?!
—Papá —Bian Hao se acercó y le dio palmadas en la espalda: —¡Siéntate primero y cálmate!
—¡CÓMO PODRÍA CALMARME! —Su padre giró la cara y le gritó a Bian Hao: —¿De qué forma podría? ¿Crees que me he sentido bien desde que él era un niño? ¡No asiste como corresponde a la escuela! ¡él pelea! ¡Todos los malditos días! ¡Y finalmente, me dice que tiene una relación con un hombre! ¡Y quiere que lo deje en paz! ¿y me pides que me calme? ¡CÓMO!
Sin esperar a que Bian Hao volviera a hablar, su padre se dio media vuelta y le gritó a Bian Nan: —¡¿POR QUÉ ERES ASÍ?! ¡SIMPLEMENTE ME HACES SENTIR INCÓMODO!
—Papá... —Bian Nan miró a su padre, y se sorprendió un poco al descubrir que su padre tenía lágrima en los ojos.
—¡Definitivamente es algo que yo no puedo aceptar! ¡Eso es seguro! ni siquiera pienses en eso —Su padre hizo un gesto con la mano: —Ya no es necesario que digas nada más, pero si quieres ser terco conmigo, ¡luego no me culpes si quiero que te vayas de aquí!
El corazón de Bian Nan se hundió repentinamente y su respiración se volvió complicada.
—Ya está bien, no digas nada, no digas nada —Bian Hao empujó a su padre hacia el sofá y lo sentó: —¿Qué crees que dices bajo ese estado de enojo? Bian Nan, regresa primero a tu habitación, y luego baja a cenar.
—¡Qué cena! ¡De qué cenar hablas! —Su padre sacudió la mano hacia Bian Hao.
—Entonces, ¿Qué quieres decir? —Bian Hao frunció el ceño: —¿No comerás, no dormirás y solo piensas regañarlo de esta forma? ¿Quieres matarlo o qué?
—¡No lo ayudes! —Su padre empujó a Bian Hao.
Bian Hao, que originalmente hablaba con calma, fue empujado por su padre y casi se cae al suelo. Se colocó firmemente de pie y le dio un golpe a la mesa: —¡NO LO ESTOY AYUDANDO! ¡¿QUIÉN AYUDARÍA A RESOLVER ESTE ASUNTO?!
Su padre se quedó en silencio, su rostro era muy sombrío.
—¡No quiero ayudar a nadie! ¡solo quiero que la familia esté en paz! —Bian Hao frunció el ceño y señaló a Bian Nan: —¡Desde que era un niño me ha molestado con tan solo verlo! ¡¿Acaso ya no creamos suficientes escándalo desde que él llegó?! ¡Me estremezco ya con tan solo pensarlo! ¡No quiero volver a tener este tipo de peleas en casa! ¡Ya fue suficiente!
Su padre no emitió palabra alguna.
—¡Tiene dieciocho años, ya es un adulto! Sobre lo que quiere hacer, a quién le gusta, ya sea un hombre, una mujer, un gato o perro, es asunto suyo —dijo Bian Hao: —¡Si él piensa matar a alguien, él mismo deberá asumir las consecuencias! ¡¿Puedes dejar de arruinar esta casa por él?!
Después de que Bian Hao dijo esto, pateó una silla, se dio media vuelta y salió del estudio.
El silencio cayó en el estudio.
Las palabras de Bian Hao, Bian Nan escuchó cada palabra con claridad. Lo dijo sin amabilidad, ni tampoco lo estaba ayudando, pero después de que dijo esas palabras, de pronto se sintió aliviado.
Su padre encendió un cigarrillo, le dio unas caladas y caminó hacia él: —Te lo preguntaré de nuevo, ¿Se puede corregir?
—Alguien se corrige cuando hace algo malo —dijo Bian Nan.
—Bien —Una sonrisa impotente brilló en el rostro de su padre. Levantando la mano y dándole un pulgar hacia arriba: —Vete.
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PD: Bian Hao al menos se merece un pulgar hacia arriba por parte mía 👍