Controversia (Trilogía comple...

By sofiagarrido01

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Alison Hock, arrastrada por su hermano a un pueblo desierto llamado Hills Town, comienza a vivir nuevas exper... More

Introducción
Cap.1 "¿Eres nueva?".
Cap.2 "Maldita ladrona de galletas".
Cap.3 "Son los hermanos Clarke".
Cap.4 "¡Corre Alison!".
Cap.5 "No era yo".
Cap.6 "Miss Cordura".
Cap.7 "Intuición".
Cap.8 "¿Te ayudo con eso?".
Cap.9 "Podemos compartirlo".
Cap.10 "¿Ahora soy bonita?".
Cap.11 "Solo quiero besarte".
Cap.12 "¿Temperamental?"
Cap.13 "Soy Renata".
Cap.14 "Deja de indagar".
Cap.15 "Estoy por romper mi promesa".
Cap.16 "Como si me importaran".
Cap.17 "¿En serio no lo sabes?".
Cap.18 "Sobrenaturales".
Cap.19 "Bienvenida a la tierra de lava, cariño."
Cap.20 "Encontramos a uno de ellos".
Cap.21 "No toleraría perderte."
Cap.22 "¿Que podría salir mal?"
Cap.23 "Lo hicimos Ali."
Cap.24 "Uno menos, faltan cuatro."
Cap.25 "Contigo".
Cap.26 "¿Era mi novio?".
Cap.27 "Solo quería una excusa para besarte".
Cap.28 "Dame dos buenas razones".
Cap.29 "No tengo miedo de ti".
Cap.30 "Mírate tu, chica traviesa."
Cap.31 "Con gusto, señor Clarke".
Cap.32 "¿Alguien más siente calor aquí?".
Cap.33 "No mientras yo esté aquí".
Cap.34 "Me alegra que te encontrara".
Cap.35 "Eres una de nosotros".
Cap.36 "Los condones se los pides a Bastian".
Cap.37 "La tentacion".
Cap.38 "Cuando ellos se vayan, yo estaré aquí".
Cap.39 "Está decidido".
Capitulo Extra
Cap.40 "Nunca lo dudes".
Cap.41 "Ese no es mi problema".
Cap.42 "¿Hacerlo en un lugar público?".
Cap.43 "La vida no es justa, supéralo y circula".
Cap.44 "No debiste decir eso".
Cap.45 "Te mienten en la cara, Alison".
Cap.46 "Tú, maldito ser mágico".
Cap.47 "No voy a dejarla".
Cap.48 "Enamorarte".
Cap.49 "Es hora del ritual".
Cap.50 "Todo va a estar bien".
Nota: ¡Controversia parte 2!
Entrevista
ADELANTO
Cap.1 "Elias está muerto".
Cap.2 "Pelea conmigo entonces".
Cap.3 "Amigo no quiere decir perro faldero".
Cap.4 "Es la escena del crimen".
Cap.5 "Tu chico tiene compañía".
Cap.6. "¡Maldita zorra!".
Cap.7 "Tendrás que ver el final".
Cap.8 "Esta no es una pelea de lodo en bikinis, corazón".
Cap.9 "Ya denle su maldito Oscar".
Cap.10 "¿Nunca has visto Friends?".
Cap.11 "Esta noche nunca pasó".
Cap.12 "¿Quien quiere un trago?".
Cap.13 "Yo bebo, bebo".
Cap.14 "Solo no lo beses frente a mi".
Cap.15 "No te verías muy linda en un cajón".
Cap.16 "Aún lo amo".
Cap.17 "¿Quieres jugar al ahorcado, Alison?".
Cap.18 "Greenwood".
Cap.19 "Has que se olvide de mi".
Cap.20 "Que comiencen los juegos del hambre".
Cap.21 "Ya estoy muerto por ti".
Cap 22. "El plan".
Cap.23 "Pasó a mejor vida".
Cap.24 "Las brujas de Greenwood".
Cap.25 "Quédate quieta y nadie morirá".
Cap.26 "¿Quién se ve pálido ahora?".
Cap.27 "¿No tienes un inhalador?".
Cap.28 "Porque ambos te adoramos".
Cap.29 "Hablemos del beso".
Cap.30 "¿Quién tiene el control ahora?".
Cap.31 "¡Libéranos de ser sobrenaturales!".
Cap.32 "Voy a decirte toda la verdad".
Cap.33 "Porque no he dejado de amarte".
Cap.34 "Solo quiero que seas mia".
Cap.35 "Te seguiré amando por la eternidad".
Cap.36 "Tengo un problema de mujer".
Cap.37 "No te merece, es muy idiota para ti".
Cap.38 "¿Tu quieres que yo la asesine?".
Cap.39 "Te amo y es mi única verdad".
Cap.40 "Aceptada".
Cap.41 "¿Que pasa entre Augusto y tú?".
Cap.42 "Celos, querida".
Cap.43 "I kissed a girl".
Cap.44 "Culpen al alcohol".
Cap.45 "Eso si que no me lo esperaba".
Cap.46 "Ese es el vestido".
Cap.47 "Eres parte de mi".
Cap.48 "No quiero vivir en el pasado".
Cap.49 "Estudiando el amor".
Cap.50 "Me encantan los finales felices".
Epílogo
Nota de la autora
Controversia parte III
Especial de Halloween
Especial de Navidad
Especial de San Valentin
Controversia Parte III
Capítulo SORPRESA
Entrevista II
Teorías
BookTrailer
Estreno de Controversia III
Capítulo especial: Augusto y Renata
Cap.1 "Elías no está muerto".
Cap.2 "Tienes que volver atrás".
Cap.3 "Siempre significaría sobrenaturalidad".
Cap.4 "Tenemos que seguir a Reynaldo".
Cap.5 "¿Qué tan peligrosa puede ser?"
Cap.6 "Promete que me buscarás".
Cap.7 "Porque sabía que alguien lo seguía".
Cap.8 "¡Tenemos que volver por él!".
Cap.9 "Yo estaré aquí si despiertas".
Cap.10 "Te prometo que estaré bien".
Cap.11 "El bosque de las ilusiones".
Cap.12 "Si tienes que hacerle daño a alguien, es a mi".
Cap.13 "¿Si el tiempo se nos agota?".
Cap.14 "Un placer pelear contigo."
Cap.15 "Sabes dónde los puedes encontrar".
Cap.16 "Te prometo que aquí estaré".
Cap.17 "Tengo que hablarte de James".
Cap.18 "No juegues conmigo".
Cap.19 "¿He pagado mi deuda?".
Cap.20 "Él iba a volver por ti".
Cap.21 "¿Quién querría asesinar a un vampiro más que yo?".
Cap.22 "Vas a enterarte de cosas que no quieres".
Cap.23 "Prometiste que jamás ibas a tentarme".
Cap.24 "No me has perdonado".
Cap.25 "Los secretos de Hills Town no salen de Hills Town".
Cap.26 "Por Elías, perra".
Cap.27 "¿Entonces fue una visión?".
Cap.28 "Este es nuestro presente ahora".
Cap.29 "Debería estar muerto en este presente".
Cap.30 "¿Vas a extrañar que entre por esa ventana?".
Cap.31 "¡Está muerta!".
Cap.32 "Sin alma, no hay vida".
Cap.33 "Púdrete, Nathan Clarke".
Cap.34 "Juntos hasta el final".
Cap.35 "No nos queda tiempo".
Cap.36 "Para que aprendas a decir la verdad".
Cap.37 "Estuvo aquí".
Cap.38 "¿Crees que tenga magia?".
Cap.39 "A los mentirosos les cortan la lengua".
Cap.40 "Los poderes han cambiado".
Cap.41 "Fue real".
Cap.42 "Yo quiero justicia y la quiero escrita con sangre."
Cap.43 "¡Hay que desenterrarlo!".
Cap.44 "La magia no es tan azar".
Cap.45 "Desaparecido".
Cap.46 "Fue mi culpa".
Cap.47 "Nos salvaste".
Cap.48 "Hay una sorpresa".
Cap.49 "Tal como su madre".
Cap.50 "Nos quedaremos en Hills Town".
Epílogo
Controversia: Parte 4. FINAL.
Cap.1 "Una vida nueva".
Cap.2 "Somos hermanos".
Cap.3 "Entréguense y no habrá venganza".
Cap.4 "¿No te da intriga saber qué se siente?".
Cap.5 "La niña del sueño".
Cap.6 "¿Me extrañaste?".
Cap.7 "Los Clarke tenemos otras prioridades".
Cap.8 "Somos todo lo que tenemos".
Cap.9 "¡Arriba los pumas!".
Cap.10 "Te prometo que serás feliz".
Cap.11 "Esa es la verdadera muerte".
Cap.12 "Una guerra comenzó".
Cap.13 "Y ojalá fuese para siempre".
Cap.14 "Si quieres ver, tienes que mostrar".

Cap.15 "Aquí las preguntas las hacemos nosotros".

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By sofiagarrido01

—¡Chicos! ¡Bajen ahora! —gritó Bernarda desde la sala. O tal vez la cocina. No podía descifrarlo desde el baño.

Escupí la pasta dental, me limpié con una toalla y abrí la puerta del baño para encontrarme a Irina y Noel parados allí. Ella bostezaba como un oso mientras Noel se rascaba la cabeza, despeinando aún más su cabello. Al igual que yo, estaban en pijamas como si se hubiesen despertado hacía solo cinco minutos. Me reí de sus aspectos, aunque seguro yo no me veía mejor.

—Buena suerte —les dije, porque sabía lo que harían cuando yo saliera.

Tal como mi mente imaginó, cuando salí del baño, ambos quisieron entrar al mismo tiempo, empujándose y forcejeando. Me reí al entrar en mi habitación y cerrar la puerta. Dos minutos después ya vestido y peinado para la escuela, salí para irme. Tomé mi mochila y bajé las primeras escaleras, cruzándome con Noel que también venía con su mochila al hombro.

Llegamos al primer piso y casi me choqué con Irina que salía de su cuarto, arreglándose la blusa ya puesta.

—Tienes una mancha aquí —dijo Ulises saliendo de su cuarto, señalando el cuello de Irina. Ella se miró y él pasó su dedo por su cara, riéndose—. Ups, caíste.

Ella afiló sus ojos en él y lo movió hasta el final del pasillo, dónde cayó sentado sobre su propio trasero. Noel y yo nos reímos, porque sabíamos a la perfección las consecuencias de meterse con Irina.

—Ups, caíste. Literalmente —respondió ella, afirmando su mochila a su hombro y caminando hacia las escaleras.

Cato salió del baño ya vestido y tomó la mochila que dejó en el pasillo para bajar las escaleras detrás de nosotros. Augusto llegó corriendo y casi se tropezó conmigo que venía última. Renata salió de la cocina y supuse que estaba allí hacía pocos segundos.

—¡Vamos, vamos! —llamó Bernarda otra vez, porque habíamos tardado más de lo que debíamos, pero todos sabíamos que aún era temprano para irnos a la escuela. No entendía por qué tanta prisa.

Pero lo entendí cuando todos entramos a la sala. Solíamos dejar las mochilas allí, luego ir a la cocina para desayunar y recogerlas antes de irnos. Sin embargo, esta vez nos detuvimos apenas entramos en la sala, porque había una niña parada cerca de las ventanas.

Poca estatura, quizá tres o cuatro años, no creía que más que eso. Sus cabello negro y su fleco recto perfectamente cortado. Sus ojos celestes hacían contraste con su piel blanca a la perfección. Esbozó una sonrisa sin dientes apenas nos vio, demostrando que no nos tenía miedo. Por el contrario, parecía estar en confianza. A pesar de qué no la conocíamos de nada.

Los siete nos miramos entre nosotros sin saber quién era o qué hacía en la casa, pero vamos, era la casa de Bernarda Clarke. ¿Qué podía hacer una niña aquí dentro? Pues huir, como todos nosotros.

—Amm, ¿quién es ella? —preguntó Augusto, señalándola descaradamente.

—Ella es Jade y es su nueva hermana.

—¿No se pronuncia Jade? —preguntó Renata en un inglés perfecto, mirando a su abuela y luego a la niña.

—Pues en inglés, si. Así es. Pero Jade tiene descendientes españoles, así que decidieron ponerle Jade por la piedra preciosa. Espero que la poca edad de la pequeña no sea un inconveniente para nadie. Eso va para ti, Noel —explicó Bernarda.

Noel abrió los ojos, como si no entendiese de qué era culpable mientras Cato y yo nos reíamos.

—¿Y yo qué hice? —preguntó él, levantando los brazos en defensa.

—Eres el más bromista de la casa y no creo que quieras meterte con Jade —le advirtió Bernarda con una mirada de seguridad.

Cato esbozó una sonrisa y Ulises resopló, como si no estuviesen de acuerdo con lo que la abuela acababa de decirle. Noel se rio con ganas y se giró a nosotros detrás de él. Abrió los brazos, casi diciendo "¿ustedes oyeron lo que acaba de decir?".

—Es una niña —dijo Noel negando con la cabeza y acercándose a ella.

—Noel, no —le advirtió Bernarda segura de lo que le decía. Augusto quiso tomar el brazo de Noel para que no se acercara a la pequeña, pero Cato tomó su hombro, deteniéndolo.

—¿Qué tan peligrosa puede ser? —preguntó Noel riéndose mientras apoyaba sus manos en sus rodillas, enfrentando a la niña.

En el mismo segundo, ella dio un paso hacia adelante y extendió su mano, poniendo su palma sobre la mejilla de Noel. Los ojos azules de Jade brillaron y las pupilas de Noel se hicieron más grandes cuando quedaron hipnotizadas en sus ojos.

—Tu nombre es Noel Tristan Jones, tienes quince años y eres de Houston, Texas. Vivías allí con tus padres y tu hermano menor Robin, pero tu hermano menor no quiso deshacerse de su magia. O eso es lo que le dices a todos. La verdad es que tus padres no quisieron quedarse sin un hijo al cual cuidar porque aún sufren la muerte de tu tercer hermano, el cual falleció antes de nacer.

Ella soltó la mejilla de Noel y retrocedió un paso, juntando sus manos delante de ella y esbozando una sonrisa sin dientes. Noel trastabilló tres pasos hacia atrás, chocando con el torso de Cato y casi cayéndose. Irina y yo tuvimos el reflejo de tomar sus brazos a sus lados para que no cayera. Él parpadeó, como si no pudiese creer que esa niña tan pequeña pudiese saber todas esas cosas sobre él.

—Te lo advertí —dijo Bernarda con los ojos tristes y una sonrisa suave.

Observé a todos mis hermanos, mirarla como si fuese un bicho raro. Como si en realidad, nosotros no tuviésemos poderes. Pero ninguno de nosotros los había tenido desde tan temprana edad. Era un misterio nuevo para nosotros entender como Jade podía hacer eso con su corta edad.

—Ni siquiera debes saber leer. ¿Cómo haces eso? —le preguntó Augusto con una ceja levantada.

—Apenas debes haber aprendido a hablar —agregó Ulises mirándola estupefacto.

—Jade tiene cinco años. Es pequeña de cuerpo pero su mente tiene la capacidad de leer u oír la vida de cualquier persona que toque. Una vez más, no la subestimen.

Ella volvió a sonreír, mirándonos de uno en uno. Todos nos miramos, seguramente porque todos pensábamos lo mismo. Todos habíamos creído que Jade sería una niña indefensa entre nosotros, pero al parecer, iba a poder defenderse muy bien de nosotros.


**

Mi cumpleaños dieciséis llegó al fin. Mis padres dijeron que irían a Hills Town como todos los años con Thais, así que Bernarda estaba emocionada de poder hospedarlos. Más aún, porque ellos prometieron que Thais se quedaría una noche en la casa.

Todos ya conocían a mi hermanita menor, porque había ido varios años consecutivos para mis cumpleaños. Excepto Jade. Y sabía que sería un descontrol cuando se conocieran.

Había observado a Jade durante estas última semana que estuvo en la casa y noté que ella y mi hermana eran muy parecidas. Ambas eran inteligentes a pesar de su corta edad, eran vivaces y notaban de lo que los adultos hablaban, incluso Jade entendía los chistes de doble sentido que Augusto y Noel solían hacer.

Los cuatro juntos en familia comimos en el centro comercial y cuando se hicieron las siete de la tarde, volvimos a la casa de Bernarda y ellos se quedaron en el único hotel que tenía Hills Town. Yo ni siquiera sabía que el pueblo tenía un hotel hasta que supe que ellos pasarían tres noches allí.

—¡Llegué! —grité empujando un poco a Thais para entre delante de mi.

—¡Hola Thais! —chilló Irina totalmente emocionada y corrió hacia ella para hacerle cosquillas como yo solía hacer cuando la veía luego de mucho tiempo.

—Hola Ina —respondió mi hermana menor.

Augusto y Ulises jugaban videojuegos como de costumbre en el sofá mientras que Cato parecía charlar de algo con Bernarda mientras cocinaban.

—¡Hola Thais, cariño! —saludó Berni desde allí—. ¿Cómo estás? —preguntó sin dejar de cortar algo en una tabla de madera.

—Bien —respondió ella con simpleza. Igual que yo.

—¿Quién es ella? —preguntó Jade, que subió la cabeza de la mesa de la sala.

Ella y Renata armaban un rompecabezas, parecían un poco aburridas así que fue fácil llamar su atención. Reni le sonrió a Thais y se levantó para saludarla.

—Es Thais, es la hermanita de Nathan —le respondió Renata y se puso frente a mi para hablarme—. Tú prometiste que la próxima vez que Thais viniera a Hills Town, dormiría en mi cuarto para tener una pijamada.

Augusto y Ulises me miraron por un solo segundo, queriendo ver que iba a responder, pero volvieron a su juego como si eso no hubiese significado nada. Irina borró un poco su sonrisa y me miró, expectante de lo mismo.

—Si, recuerdo que dije eso. Pero ahora Jade está en tu cuarto y no pueden dormir todas allí —agregué metiendo mis manos en mis bolsillos.

Renata venía meses queriendo hacer una pijamada, pero no tenía con quién porque no iba a la escuela como nosotros. Su única amiga era la vecina, la cual nunca supe su nombre y estoy seguro de que ninguno de mis hermanos, excepto Renata, lo saben.

—¿Qué te parece si armamos una pijamada en mi cuarto? —preguntó Irina llamando la atención de todos.

Fruncí un poco el ceño, sin entender qué hacía. Ella me asintió con la cabeza mientras Thais y Jade comenzaban a saltar en su lugar, queriendo que dijera que sí. Ni siquiera se conocían y ya coincidían en hacer los mismos berrinches.

—¿Qué intentas? —pregunté a ella en un susurro y se rio.

—Que pases un cumpleaños con los chicos —respondió apoyando su brazo en mi hombro y me señaló a Augusto y Ulises que jugaban videojuegos.

Augusto me miró un segundo y sonrió. Señaló con un dedo un rincón en la sala, dónde detrás de un mueble, había varias botellas alcohólicas escondidas. Sonreí, sin poder creer que ellos habían organizado eso. Habían dicho que por la mañana siguiente iríamos al Café de Stan por un desayuno con donas, pero al parecer, cambiaron de opinión.

Las voces de las tres niñas que saltaban sin parar me hizo volver a la realidad. Renata ya no era una niña como tal, pero junto a las otras dos, no parecía haber tanta diferencia de edad.

—¡De acuerdo! ¡Ya cállense! —espeté tapándome las orejas y escuchándolas aplaudir en felicidad—. ¿Segura puedes con esto? —le pregunté a Irina.

Ella se cruzó de brazos y me miró incrédula, como si estuviese dudando de sus capacidades. Revoleó los ojos y esbozó una sonrisa.

—Tu tranquilo. Antes de las dos de la mañana van a estar durmiendo —dijo encogiéndose de hombros.

No sabía que tipo de actividades hacían las chicas en sus pijamadas, pero conociendo a Irina, a Renata, un poco a Jade y por completo a Thais, no quería saberlo en lo absoluto.

—¿Dónde pongo estos? —preguntó Noel, bajando las escaleras con dos botellas más de alcohol y me llevé las manos a la nuca, mordiéndome el labio y negando con la cabeza. Un claro gesto de "ustedes están locos".

Irina se rio con ganas y Noel se quedó allí esperando por una respuesta. Augusto le señaló dónde estaba el resto y él dejó ambas botellas allí.

Bernarda nos llamó para cenar cuando se hicieron un poco más de las ocho. Le dije a Thais que podía bañarse antes de la cena, a lo cual se rehusó porque según ella, estaba bien. Pero le dije que si no lo hacía, no iría a la pijamada de Irina. Seguido de esa extorción, salió disparada hacia el baño como El Correcaminos de Looney Tunes.

Cuando se hicieron las doce, las chicas ya estaban en el cuarto de Irina y Bernarda en el suyo. Los chicos y yo ya estábamos todos juntos en la sala. Ellas bajaron las escaleras cantando y enviaron a Thais con un pequeño muffin de chocolate con un vela encendida en las manos. Negué con la cabeza y sonreí, porque a pesar de que no quería nada, el gesto significaba un montón.

—Feliz cumpleaños, Nate—me dijo Thais sonriendo cuando extendió el muffin hacia mí.

Lo soplé con cuidado y todos aplaudieron. Le quité el muffin a Thais de las manos para dejarlo en la mesita y la atraje hacia mi, para besar su cuello y hacer esos ruidos extraños que siempre causaban su risa contagiosa.

Ellas volvieron a su pijamada luego de que todas me dieron un abrazo y un saludo por el cumpleaños. Y volvimos a quedar los chicos. No habíamos abierto ninguna botella aún porque sabíamos que bajarían a las doce para saludar.

Por la noche, todo fue tal como los Clarke lo organizaron. Los chicos y yo organizamos un campeonato de videojuegos mientras comíamos frituras y bebíamos de todas las botellas. Irina bajó un poco antes de las dos de la mañana y su mueca fue un "te lo dije, ya se durmieron".

Así que así pasé mi cumpleaños dieciséis. Yo había dicho que no quería nada. Ni fiestas ni salidas ni mucho gasto de dinero. Fui yo el que dijo que si querían comprarme un regalo, compraran algo que pudiésemos disfrutar todos juntos. Compraron frituras, alcohol y dos nuevos videojuegos, los cuales jugaríamos hasta el amanecer. Mis padres estaban en Hills Town y mi hermana Thais estaba cerca de mi. No podía pedir nada más.


**


Entramos en la escuela uno junto al otro, como de costumbre. No había pasado tanto de la fiesta de Charlotte, así que aún corrían algunos rumores desde ese día. Que Charlotte le pagó a la policía para que no llamaran a sus padres y que Noel se había acostado con ella. Aunque ambas habían sucedido de verdad, la gente seguía hablando de la fiesta.

Caminamos por el pasillo hacia alguna de las clases. No tenía idea de que materia tenía justo en ese momento pero alguno de ellos sabría con quién compartía clase. Noel nos contaba algo que al parecer nadie estaba escuchando. Doblamos en un corredor y fue entonces cuando Irina tomó aire, como si se hubiese dado cuenta de algo o hubiese entendido algo.

—Maldición —susurró y nos empujó a los tres hacia los casilleros—. Finjan que hablan conmigo —pidió abriendo su casillero.

—Estábamos hablando contigo —le reprochó Noel, casi diciéndole "no estabas escuchando". Tal como predije.

—Creí que dijiste que no tenías nada que sacar de tu casillero —hablé mientras ella movía las manos dentro del casillero como si buscara o acomodara algo, pero solo estaba dando vueltas con sus manos—. ¿Pero qué mierda haces? —pregunté riéndome cuando Cato se asomó por la puerta del casillero, porque él había quedado del otro lado de la puerta.

—Allá está el chico. El rubio de la fiesta. Tadeo —explicó ella, mirando disimuladamente hacia dónde íbamos caminando. Se ocultó detrás de la puerta del casillero y por si no fuese suficiente, el cuerpo de Cato estaba apoyado casualmente delante de ella. —No puede ser que venga a nuestra escuela y nunca lo noté.

—¿Y? ¿No fue solo un revolcón y ya? —preguntó Noel y los tres lo miramos con los ojos abiertos—. ¿Qué? Yo solo decía —se defendió levantando los brazos.

—No sucedió nada esa noche. Solo charlamos —se defendió ella y afilé mis ojos en los suyos.

—¿Cuántos años crees que tenemos, eh? —preguntó Cato, cerrando apenas el casillero para poder ver a su hermana a los ojos. Ella lo volvió a abrir para darle un golpe en el hombro, mientras el fingía charlar como ella lo pidió.

—Ya supérenlo. Para ustedes es fácil hablar de sexo entre ustedes. No esperen que yo les cuente mis experiencias —se defendió y se cruzó de brazos.

—Ni quería saberlas tampoco, gracias por la imagen —agregué con una sonrisa sarcástica y ella me mostró su dedo medio.

—Como sea —interrumpió Noel—. ¿Qué tiene el tal Tadeo que te escondes como Jerry de Tom?

—Que esa noche estaba ebria, Noel —le explicó—. Quizá coqueteé de una forma que no lo habría hecho normalmente y no sé, tal vez dije algo estúpido.

—Irina, tu dices cosas estúpidas todo el tiempo —le espetó Cato.

—¿Es por eso que estamos aquí parados hace dos minutos fingiendo hablar contigo solo para que él no se te acerque? —pregunté acomodando mi gorro sobre mi cabeza y ella me miró en una mueca de súplica.

—Solo eviten que me vea. Tal vez él también estaba ebrio y no se acuerda de mi. Solo actúen disimuladamente —pidió moviendo su cabeza frenéticamente.

—¿Disimuladamente? —repitió Noel cambiando el peso de una pierna a otra—. Eres tú la que está moviendo sus manos dentro del casillero.

—Se supone que estoy acomodando —le espetó ella y dio un vistazo hacia adelante—. Sh, aquí viene. Solo mantengan la calma y todo...

—Hola Irina, hola hermanos de Irina —dijo Tadeo sonriéndonos a todos mientras caminaba por allí, aunque no se detuvo, solo pasó.

Los tres saludamos. Cato hizo una sonrisa que fue más una mueca de "y tenías que saludar". Noel puso dos dedos en su frente y los alejó, en un saludo militar despreocupado. Yo solo moví mi mentón hacia arriba.

Irina se volteó apenas con el rostro en pánico y al darse cuenta que él se había volteado en su caminata a verla, le sonrió un poco. Tadeo se giró para seguir su camino y ella enterró su cabeza dentro del casillero.

—Bueno, lo intentamos —dijo Noel palmeando su espalda para empujar mi brazo para ir a la próxima clase, así que supuse que compartíamos la próxima hora.

—No es justo, voy a tener que soportarla yo durante la próxima hora hablarme de ese idiota —espetó Cato abriendo los brazos y me reí de la mueca de odio que Irina le dio.

—Los vemos en la cafetería —agregué cuando Noel se rio y comenzamos a trotar a nuestra clase porque ya quedaban pocos alumnos y estábamos lejos del salón.

Una hora de clase más tarde, él y yo caminamos hacia la cafetería. Le pregunté sobre Charlotte, porque cuando volvimos a casa luego de la fiesta, solo dijo que fue una noche de sexo y ya. Pero quería estar seguro. De igual forma, su respuesta fue que no iba a buscar a más nadie por el momento. Que prefería concentrarse en la magia y en la escuela.

—Cato ya está en nuestra mesa —avisó cuando me dieron mi bandeja y caminamos entre la gente para sentarnos.

—¿Dónde está Irina? —pregunté cuando llegamos a su lado. Él se encogió de hombros y negó con la cabeza cuando me senté frente a él, en el mismo lugar de siempre.

—No tengo idea. Apenas sonó el timbre salió corriendo, supongo que habrá ido al baño —dijo abriendo de su botella para beber.

—O a esconderse de Tadeo —se burló Noel y me reí por lo bajo, negando con la cabeza—. ¿Ustedes de verdad creen eso de que él ya sabía sobre... Ya saben, la magia? Bueno, ustedes la conocen mejor que yo.

Cato y yo nos miramos durante un segundo de sospecha, intentando entender que Noel acababa de acusar a Irina de decirlo en voz alta a alguien que no fuese de la familia.

—Yo creo que sí —respondí asintiendo con la cabeza—. Irina puede ser muchas cosas pero no es una idiota como para confesar eso a alguien que apenas conoce.

—Si, opino igual —intervino Cato, apoyándome—. No se lo diría ni aunque le gustara demasiado.

—Está bien, está bien. Solo fue un comentario —se defendió él, levantando un poco los brazos—. ¿Y cual será su poder? —indagó más aún.

—¿Por qué no se lo preguntamos? —dijo Cato, observando algo frente a él. Noel y yo giramos la cabeza para notar que Tadeo caminaba por la cafetería con las manos en los bolsillos, como si recién hubiese entrado.

Nos miramos entre los tres y asentimos con la cabeza. No sabía quién iba a ser quién lo llamara, porque obviamente no iba a ser yo. No era parte de mi ser un líder, así que iba a esperar a que alguno de los dos lo hiciera.

—Oye, Tadeo —lo llamó Cato sin ningún miedo y Noel se levantó para mover un poco la silla vacía de Irina—. ¿Por qué no te sientas con nosotros? —preguntó él, sin ninguna expresión en el rostro.

Tadeo levantó las cejas algo sorprendido, pero al parecer, nuestras miradas fijas en él lo convencieron. Miró hacia otra mesa, donde pude ver a Charlotte, Mike y otros chicos que no conocía, como si quisiera ver si lo extrañarían. Pero de igual forma, se acercó y se sentó en la silla.

—¿Dónde está Irina y por qué me ceden su lugar? —preguntó con el ceño fruncido.

—Aquí las preguntas las hacemos nosotros —dijo Noel subiendo un poco la voz.

Lo miré con el ceño fruncido, porque no era necesario ponerse rudo si solo íbamos a hacerle una pregunta simple. Pero a Tadeo le pareció divertido, así que se rio un poco y bajó la cabeza hacia la mesa.

—Está bien. Los escucho —dijo observándonos a todos.

—Escucha, no confío en ti y no creo que se deba a que es solo porque no te conozco. Pero Irina ha pasado por mucho y ninguno de nosotros querría que alguien más le hiciera daño. ¿Estoy siendo claro? —dije por primera vez desde que él se había sentado allí.

Tadeo movió nada más que sus ojos para observar a mis hermanos y luego volvió a los míos. Lo vi tragar saliva y asintió con la cabeza lentamente.

—Si, es justo. ¿Y? —presionó, porque él sabía que había una pregunta escondida y no lo llamamos solo para infundirle miedo.

—Queremos saber cuál es tu poder —señaló Noel, totalmente firme.

Tadeo lo miró un segundo, explotó en risas mientras lo veíamos serios y cuando notó que no nos reíamos, se puso serio.

—¿Es en serio? —preguntó él, pasando su mirada por todos nosotros. Los tres asentimos con la cabeza y él soltó un suspiro. —De acuerdo, lo haré. Solo si aceptan que lo utilice en alguno de ustedes.

Noel y Cato automáticamente me miraron y supe lo que pasaba por sus mentes. Yo era inmune, y lo que sea que él quisiese hacerme, no iba a resultar, pero él no lo sabía.

—Está bien, pruébalo en mi —dije moviéndome en mi silla.

Tadeo pareció pensarlo y asintió con la cabeza, copiando mi gesto y acomodándose en su lugar para quedar frente a mi.

—¿Estás listo? —preguntó como si yo fuese una chica a la cual estaba por quitarle la virginidad. Revoleé los ojos cuando oí a Noel reírse.

—Solo hazlo —dije cansado de su actitud.

Él afiló sus ojos en mi pero como mis hermanos y yo sabíamos, no ocurrió nada. No sentí dolor, ni vi nada extraño, ni perdí sentidos. Seguía viendo a la gente caminar de un lado al otro con el bullicio de fondo, a los Clarke mirándolo e intentando saber qué es lo que pretendía hacer y al idiota de Tadeo frente a mi, sin darse cuenta de que su poder no estaba funcionando.

—Golpéame —dijo de pronto.

Fruncí el ceño y ladeé la cabeza, sin entender si se le había zafado un tornillo o qué le pasaba. Mis hermanos me miraron de la misma forma y volví a sus ojos, que seguían brillando afilados en mi.

—Anda, golpéame —presionó sonriendo y asintiendo con la cabeza.

—No quiero hacerlo —me defendí negando con la cabeza, porque eso me traería muchos problemas a mitad del almuerzo en la cafetería.

—¿Estás seguro de que no quieres darme un golpe? —insistió y solté un suspiro cansado.

—Oye, si sigues provocándome, si voy a golpearte. Pero luego de salir de la escuela —le espeté y fue entonces cuando Cato tomó mi brazo y lo apretó como si entendiera algo.

—Es un tentador —susurró y Tadeo borró su sonrisa, dándole una mirada de odio.

—¡Vamos, golpéame! —gruñó él furioso y fue entonces cuando Noel partió en risas, totalmente divertido de su frustración. Cato se mordió el labio, sin poder creer lo que veía. Yo, bajé la cabeza y sonreí un poco.

—Ya deja de intentarlo, Nathan es inmune —le explicó Noel, aún riéndose.

Él parpadeó y sus ojos dejaron de brillar. Se giró a Noel, queriendo saber si le estaba haciendo una broma o era cierto. Volvió a mi, esperando que yo se lo confirmara. Y lo hice.

—Sorpresa, idiota —susurré con un guiño de ojo.

Él negó con la cabeza y una sonrisa de bronca, porque nos había revelado cual era su poder sin hacerme ningún daño. Noel cesó su sonrisa y bebió de su botella de refresco.

—Solo queremos dejarte en claro que nadie se mete con nuestra hermana —le dijo Cato seriamente. Tadeo lo observó desafiante pero no dijo nada.

—Y que si nos enteramos que algo llega a sucederle, nos va a importar una mierda que seas un sobrenatural como nosotros —agregué para comer una nuez del plato frente a mi.

Tadeo tragó saliva y asintió con la cabeza levemente, como si estuviese pensando en algo. Esbozó una pequeña sonrisa y se rio por lo bajo.

—¿Están hablando de Irina, verdad? —preguntó y fruncí mi ceño—. Porque Renata es pequeña, pero es muy bonita —dijo solo para molestarnos, porque obviamente no estaría con una niña.

Cato se tiró sobre la mesa y Tadeo se levantó de la silla riéndose. Noel tomó el brazo de Cato para que no quisiera propinarle un golpe, porque eso era lo que él quería, provocarnos.

—Ya vete y no molestes —le espeté a Tadeo y así lo hizo.

No sabía si él tenía buenas intenciones con Irina. No sabía si podíamos confiar en él. Ni siquiera sabía si ambos iban a estar juntos. Pero desde ese momento, supe que esta pequeña riña que se generó entre Tadeo y nosotros, iba a durar mucho tiempo.

**

Nota de la autora: Holaaaa!!! Aquí estoyyy!!! Desde el principio sabían que Tadeo los iba a perseguir por siempre😅

Gracias por leer, votar y comentar❤️

Besos sobrenaturales,

Sofi Garrido

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