A través de un reto © [+18] #1

By AryssManzueta

417K 17.8K 1.6K

Un reto. Un beso que desencadena el amor. Lazos difíciles de atar. Y una verdad que puede echarlo todo a p... More

00 | Prólogo
Dedicatoria
A través de un reto ©
01 | El beso detonante
02 | Golpes directo al corazón
03 | Mensaje de WhatsApp
04 | En un mundo donde solo estamos él y yo
05 | Incertidumbre
06 | Días incómodos
07 | Duro, grande y gordo
08 | Reto en mi habitación
09 | Armándome de valor
10 | Visitas que enamoran
11 | Un problema aquí y otro allá
12 | No hay mal que por bien no venga
14 | Decepción
Poema para Sprite ~2
15 | La foto
16 | Noche de cine
17 | Día internacional de la poesía
18 | Hay que atreverse
19 | Evento
20 | Lluvia inesperada
21 | Justo él.
22 | Acaecimiento
Poema para Sprite ~3
23 | Adversidad
24 | Intersección
25 | Colisión
26 | Ruina
27 | Intachable
28 | Cita
29 | Llamarada
30 | Disgusto marchito
31 | Paréntesis
32 | Regreso y confesiones
33 | Un paso a la vez
34 | Falible
35 | "Es porque nos amamos"
36 | Colisión
37 Irresistible
38 | Enlace
39 | Dos corazones rotos
40 | Capítulo final
Epílogo - Graduación 🎓🎉
Aviso importante🚨

13 | Travesía

8.8K 376 33
By AryssManzueta

13 | Travesía

Me siento una estúpida ahora. No sé qué hacer al ver que Sprite se acerca a nosotras. Nos hemos detenido intuitivamente y ahora el creerá que lo estamos esperando.

—Pero qué maricón —suelta Britney, de momento.

Y sí, efectivamente.

Por mi parte, no puedo decir nada, solo me quedo viendo cómo se detiene en frente de nosotras.

—¿Explícame? —Sprite me habla a mí, algo exaltado.

Trae mala cara, pero eso no me inmuta ni me importa en lo absoluto.

—¿Que te explique qué? —me pongo a la defensiva, exaltándome también.

Yo sí que tengo mis razones para hacerlo.

—Dije que volvería, Macary.

—¿Tres horas más tarde? ¿Crees que el tiempo de los demás no vale? —Suelto, mirándole muy fijamente.

—Dime qué harás, ¿te irás o no? —Ignora por completo lo que dije.

—Me voy.

—Macary —interviene Britney —volvamos.

Me sujeta del brazo, suavemente.

Y me odio en este momento, porque sé que no tengo el valor suficiente para irme a mi casa y no mirar atrás. Porque muy en el fondo deseo con todas mis fuerzas volver a esa casa y pasar otro momento con Sprite, aunque mi orgullo me susurre miles de groserías.

—Va— digo de pronto, al notar que Sprite me mira fijamente, con los mismos ojos que lo miré horita cuando se marchó.

Cómo me gustaría pagarle con la misma moneda.

—Móntate con él, Ley. Me iré caminando con Macary.

Me invade la decepción y la tristeza.

Porque esperé que Sprite dijera que me suba yo con él, en lugar de ella, pero no lo hace. Solo espera a que Ley se suba y se van a toda velocidad.

Britney y yo caminamos en silencio por unos minutos y luego hablamos de cosas sin importancia.

Llegamos rápido y Sprite está afuera, esperándonos.

Las siguientes horas transcurren así: hablando y riéndonos descabelladamente, tomándonos unas cervezas con la música retumbando nuestros oídos. Más de una vez, he visto a Ley muy sabrosa con Sprite y eso me molesta y me acongoja. Sinceramente una parte de mí ya se quiere ir, pero otra parte, quiere seguir aquí.

De pronto el ambiente se pone algo aburrido y Sprite no se acopla a ello, así que espeta:

—Ya me voy— dice y me mira esperando una palabra de mi parte, al no obtenerla, habla nuevamente —Nos vamos. —Se corrige.

—Sí —es lo único que pronuncio, como una estúpida.

Y lo dice como si fuera su chica, y eso de alguna manera, me ha gustado.

Tomo mi bolso y me pongo de pie, igual que él.

—Nos vemos mañana pues—, se despide Britney.

—Si Dios quiere.

Nos encaminamos afuera y de inmediato el enciende la motocicleta. Me subo y nos vamos del lugar.

Esta vez, no va despacio, va a toda velocidad y supongo que lo hace a propósito para que le diga algo, pero no lo hago, solo me sujeto bien, me apego a él y cierro mis ojos.

No me pasa desapercibido que huele muy bien, su aroma es riquísimo y eso hace estragos en mi cabeza. Me gusta la sensación que me produce estar apegada a él, siendo mi único soporte ahora. El viento se estampa en mi rostro y entre veces cierro mis ojos, gustando del momento, sintiéndome tan expuesta y a la vez tan segura. Una y otra vez me he preguntado qué es lo que me ha hecho este chico, por qué es que me gusta tanto y por qué lo que siento por él es tan inmenso como el cielo...

De pronto siento que nos detenemos de golpe y abro los ojos de inmediato.

—Me he pinchado —espeta Sprite, preocupado, mirando hacia la goma que se ha averiado.

No espero a que el me lo pida y me bajo. Lo que me faltaba. Tener que quedarme aquí con Sprite porque su motocicleta se ha pinchado ya es mucha escena de un libro.

Empieza a anochecer y no sé qué haremos ahora.

—¿Qué vamos hacer? —pregunto, y no sé si es buena idea, pero, de todas formas, ya lo he hecho.

—Llamaré a un amigo a ver si puede venir a por nosotros.

Excelente. Entonces tenemos que esperar.

—Está bien.

Sprite se ve preocupado, pero no tanto, al parecer tiene experiencia en esto o quizá no quiere notarse impaciente ante la situación.

Se limita a llamar por teléfono una y otra vez y a quien llama no responde. Envía mensajes y luego vuelva a llamar.

—Hasta que por fin me tomas la llamada— dice de pronto —necesito que vengas a buscarme porque me... ¡¿Qué estás dónde?! Oh mierda, Edwin— hace una pausa escuchando al tal Edwin detrás de la línea —estás demasiado lejos y no puedo esperarte. Tranquilo, veré qué hago— se calla, escuchando —no, no estoy solo. Estoy con una amiga de la preparatoria—, me echa un vistazo y se concentra en la llamada. Por una última vez, escucha lo que le dicen y cuelga.

Se acomoda los lentes y se acerca a mí.

—Creo que tendré que irme arrastrando la motocicleta como pueda.

—Yo te ayudo. No hay problemas con ello —digo rápidamente.

—No te pondré en eso —masculla, guardando su móvil en su bolsillo.

—Juntos nos hemos pichado y juntos tenemos que salir de esto ¿vale?

Me dedica una mirada profunda y de agradecimiento, que al momento me hace estremecer. Me gusta que me vea así, es lindo.

—Pues no perdamos tiempo.

—Sí.

El sujeta la motocicleta por un lado y yo por otro. Por un momento me siento bien al hacer esto, porque le demuestro que soy una buena chica y que podemos llevarnos más bien de lo que él se imagina y que quizás en un futuro, quien sabe a lo que podemos llegar a ser...

—Creo que me siento culpable por esto— rompo el silencio.

—¿Cómo crees? No, no te sientas culpable. Son cosas que pasan, —espeta con voz genuina.

Asiento y no digo nada más, seguimos el trayecto en silencio y no puedo negar que la motocicleta está algo pesada y no resisto ni un poco más. Pero como si Sprite leyera mi mente, dice:

—Descansa un poco aquí.

—Te lo agradezco— me detengo de inmediato.

El aprovecha para checar su móvil y me quedo viéndolo, definitivamente es muy guapo, sus rasgos físicos son muy peculiares y creo que eso es lo que lo hace más bello.

Desvío la mirada de él y me enfoco en otras cosas, en las plantas, en el sol que se oculta y... otra vez mi atención recae ante él. Es tan perfecto que creo que me gustan hasta sus lentes. Sin duda. Esos labios tan provocadores que tiene hace que cualquier chica pierda la compostura.

Guarda su móvil y me indica que continuemos con el recorrido. Creo que, si esto hubiera sido con otra persona, sin duda alguna fuera lo peor que me hubiera pasado en la vida, pero como es con él, supongo que es toda una travesía.

Por obra divina de Dios, llegamos hasta la avenida. El da un suspiro y lo observo por un segundo y solo allí me doy cuenta de que está todo sudado.

—Supongo que hasta aquí la desgracia— dice, cansado.

—¿No dijiste que era pinchada? —Pregunto, al notar que no hay en ningún lado una gomera, sino, lo único que captan mis ojos es la planta de gas.

—En realidad, creo que necesita aire solamente— explica, mirándome.

La planta de gas está a nuestros ojos y aunque ya nos tenemos que despedir, agradezco porque habrá una solución para su motocicleta y podrá irse a casa en ella.

—Pues supongo que... ya debo irme —espeto, sin ganas.

Sprite se concentra en mí de inmediato.

—Puedo llevarte a casa en cuanto...

—No te preocupes—, le interrumpo— puedo irme sola.

Él junta las cejas.

No quiero aceptar que me lleve a casa porque siento que estoy abusando mucho de él y mi casa está a unos minutos no más de aquí.

—Quiero caminar —digo entonces, al ver la confusión en sus facciones.

—¿Con todo lo que has caminado? —pregunta, incrédulo.

Asiento.

—Eso no te lo creería nadie.

—Bueno, allá tú si no quieres creerme. Nos vemos mañana. Escríbeme cuando llegues a casa ¿vale?

Me digno a alejarme de él, no obstante, me detiene.

—Te llevaré, Macary. Y no es tema de discusión. —puntualiza, serio.

Suspiro.

Solo no quería molestarlo más, pero está empeñado en llevarme.

—Está bien, Sprite— acepto, enredándome de brazos. Resignada.

—De acuerdo, entonces sígueme. Rápidamente repararé esto.

Minutos más tarde, la moto ya está reparada. Sprite me indica que me suba y eso hago. He estado viéndolo muy atentamente mientras le echaba aire a la goma y revisaba si tenía algún piche. Sé que me he visto muy idiota haciéndolo, pero no lo podía evitar.

Sprite echa andar por la carretera y me sujeto bien de él, como siempre. No tardamos en aparcar frente a mi casa, me bajo de la motocicleta y me limito a despedirme de él. No sé cómo hacer semejante cosa, porque como quiero despedirme de él no es prudente ni apto para simples amigos.

Qué jodida estoy.

—Gracias —digo, porque es lo mínimo que puedo hacer.

—No hay de qué. Nos vemos mañana —musita, normal.

—Si Dios quiere.

—El querrá— dice de pronto, preparándose para irse.

Yo suelto una risita y trato de ocultar lo sonrojada que me ha puesto su comentario.

—Avísame cuando llegues a casa.

Asiente y se va a toda velocidad por la calle, se pierde de mi vista y es allí cuando entro a casa. Me voy a mi habitación de inmediato y me desabrocho el pantalón y me quito las zapatillas. La emoción que tengo dentro es tanta que ni siquiera voy a ver si mamá está en casa o no, simplemente tomo mi celular, entro a WhatsApp y de prisa ubico el nombre de mi mejor amiga.

No puedo esperar hasta mañana para contarle todo lo que pasó el día de hoy, así que presiono el micrófono que está en la parte inferior del móvil y le cuento todo con lujos y detalles.

Mensaje de audio.
Duración: 3:45

Sé que exageré al enviarle ese audio tan largo, pero estoy completamente segura que se volverá loca al escucharlo. Mucho más cuando escuche que la motocicleta de Sprite se pinchó y todo lo demás.

Dejo el móvil sobre la cama y voy a ver si mi querida madre ya está en casa o si aún no ha llegado. Asomo la cabeza a su habitación y allí está, organizando unas cobijas. Me acerco a ella y, la saludo amablemente.

—¿A dónde fuiste tan bella?

—Ni para tanto, mamá—, sonrío por el alago—. Estaba en casa de una compañera con unos amigos.

—¿Faltaste a la preparatoria? —pregunta, con el ceño fruncido.

—Obvio no.

Asiente, desistiendo.

—Tengo hambre. ¿Qué harás de cenar hoy? —pregunto, sobándome la panza.

—No tengo nada en mente ¿qué te apetece?

—Unos espaguetis quizá, no sé.

—Unos espaguetis entonces— repite, terminando de doblar las cobijas.

Salgo de la habitación y me voy a la mía, tengo nueve mensajes de Xiara y sigue enviándome más. Suelto una risa intuitivamente. Sin embargo, no me pasa desapercibido que Sprite no me ha enviado ningún mensaje de que ha llegado a casa.

Reviso su chat y está en línea. Siento la decepción correr por todo mi cuerpo, pero no dejo que me domine. Esto no es una gran cosa y a lo mejor, se le ha olvidado por completo escribirme para decirme que llegó bien a casa. Salgo de ese chat y entro al de mi mejor amiga, quien está tan alocada con lo que le he contado que siento que se va poner loca.

Una hora más tarde, ya he cenado y me encuentro lavándome los dientes para irme a la cama. Hoy ha sido un día sumamente increíble y también agotador, ya es hora de descansar. Mañana es el último día de la semana y tengo exposición de ciencias sociales. De la que no he estudiado un carajo. Pero bueno, ya estudiaré algo en cuanto llegue a la preparatoria.

Continue Reading

You'll Also Like

5.8K 61 3
Harper a su corta edad ha vivido demasiadas cosas, por eso ella maldice constantemente, dice malas palabras y se muestra más fuerte de lo que en real...
3.4K 307 17
Muchos dicen que la mente guarda los mejores recuerdos de tu vida, y más de tu infancia. Pero ¿Que pasaría si no tienes recuerdos algunos? Lo único q...
14.2K 1.7K 14
Después de separarse durante una pelea entre Naoya y Yuta, Megumi decide escribirle cartas a Yuuji para poder desahogarse sobre cómo se siente. Short...
4.8K 314 53
La familia Diamon guardó un pequeño y quizás bonito secreto,¿será Irina Diamon quién lo descubra? ¿Puedes ser el chico malo que enamora a la chica n...