DISCLAIMER:
Naruto pertenece a Kishimoto y Avatar, la leyenda de Aang, pertenece a Konietzko y DiMartino.
ACLARACIONES:
(bla) *bla = notas de autora.
bla, bla= flashback, onomatopeyas o pensamientos.
🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥 = cambios de escena/escenario
N/A: Hola queridos lectores. Escribo ya el final de esta serie de tres temporadas. Nunca había continuado tanto una historia, jeje, pero esta valía la pena, créanme. Ya empezaré a hacer mis propias historias y de vez en cuando una que otra adaptación, porque todavía no quito el dedo del renglón de BETTY LA FEA versión Sasusaku, jeje. El capítulo pasado me sorprendió que solo tuve dos comentarios 😔, pero bueno, a lo mejor estaban ocupados jeje. En fin, les dejo el descenlace de esta obra y espero sus comentarios y likes. Gracias a todos por llegar hasta aquí 😍.
Capítulo dedicado a:
CAPÍTULO ANTERIOR...
Madara seguía como desquisiado atacando a Naruto, lo perseguía por todo el bosque. Estuvo a punto de lanzarle otra bola de fuego, pero él usando el Doton, se creo un escudo de roca para protegerlo.
—Ja, ja, ja, ja, ja. Eres débil. Como el resto de tu gente que no merecían vivir en este mundo. En mi mundo. Prepárate para unirte a ellos, Jinchūriki. ¡Prepárate para morir! —dijo Madara tornándose sus ojos color rojo y lanzando una gran cantidad de fuego sobre el refugio que Naruto había creado.
Como no salía su contrincante, el Uchiha decidió invocar a su ente esquelética, su Susanoo. Así que dentro de éste, hizo un movimiento y con la espada que surgía de su avatar, atacó a la roca donde Naruto estaba.
CONTINUACIÓN...
—¡Sal de ahí, Jinchūriki! No puedes quedarte ahí para siempre —decía Madara mientras atacaba a la roca donde Naruto se escondía.
Su Sunanoo era poderoso y junto con el Katon daba las cuchilladas con su espada enorme. Una risa malvada se mostraba en su boca. Realmente él quería matar a nuestro joven héroe. Naruto solo se cubría mientras pensaba en cómo podía salir ileso de ahí para poder contraatacar, sin embargo el calor que se sentía como un infierno, no ayudaba mucho.
—¡Dije que salgas de ahí! —gritó el Uchiha haciendo una gran bola de fuego provocando que la roca des destruyera y Naruto saliera disparado.
—¡Aaaaaaah! —gritó el rubio al sentir que una de las rocas que formaban parte de la montaña donde él fue lanzado, le golpeó donde tenía la cicatriz que Izuna le provocó y al instante salieron varios rayos de él.
Todo pasó en un instante en su mente. De repente se veía a sí mismo como un espíritu y los jinchūrikis anteriores volvieron a aparecer. Vio a cada una de sus vidas pasadas pasar frente a él de forma muy rápida y de pronto se encontraba en un espacio del universo donde estaba frente a sí mismo de una forma gigante, como la vez cuando iba a fusionarse cuando vio a su maestro gurú.
—Hola joven Naruto.
—¿Hagoromo?
—El mismo.
—¿Pero cómo es que...?
—Estoy en trance y mi alma pudo viajar al mundo espiritual para poder decirte este mensaje. Creo que ese golpe hizo que abrieras tu último estanque de chakra. Ahora puedes regresar al Modo Kyūbi.
—¿En serio, dattebayo? —exclamaba con asombro.
—Sí, y no solo eso. El universo quiere que derrotes a Madara Uchiha, pero no de la forma que todo mundo de ha dicho, sino a tu manera. Así que obtendrás estos nuevos poderes, joven shinobi. Llegarás a un nuevo nivel que ningún otro jinchūriki había llegado: "*El modo Barion".
—¿Modo Barion?
—Así es. Es un nivel donde Kurama y tú serán uno solo y...
—Como aquella vez que derroté a los del País del Fuego en la Aldea Hanami.
—Eeeeh... sí, así es. Como te decía, en este estado te unirás a Kurama y podrás afectar el chakra de aquellos con los que entras en contacto. Así que usa sabiamente ese poder, Naruto Uzumaki.
—Así será. Gracias Hagoromo.
—Ahora, patea ese trasero de Uchiha que tienes delante.
—Kurama.
—Aquí estoy mocoso. ¡Hagámoslo!
Y al terminar de oír al gurú, Naruto empezó a transformarse. Todo esto pasaba dentro del espacio y tiempo del plano espiritual, porque para Madara, apenas habían pasado ciertos segundos de tiempo.
—Sal de ahí, pequeño —dijo Madara quien había salido de su modo de Susanoo —. Eres tandébil que mi no vale la pena usar mi Susanoo —Anda, ya sal, estás a punto de... ¡Urgg! —apenas pudo hablar del susto que se llevó al sentir su cuello apretado por una mano brillante que salía debajo de las rocas —. N-no, no puede ser —apenas hablaba de la impresión.
Naruto brillaba y se sentía un chakra sumamente poderoso, algo que Madara jamás había sentido.
Antes de seguir perdiendo su tiempo, Madara decidió atacarlo con una llama de fuego que lanzaba directo a su cara, pero Naruto fue más poderoso y lo desvió hacia el cielo. Después usando un jutsu de viento, lanzó al gobernante a lo lejos, golpeándolo hacia una de las pilas de rocas. En eso, el rubio se elevó por los cielos, moviendo las 9 colas que eran de Kurama, pero que ahora eran parte de él también. Empezó a crear una enorme esfera hecha de los 5 elmentos a su alrededor, como si fuera un propio planeta rodeado de anillos de asteorides. Madara sin duda ahora sentía por primera vez en su vida, terror.
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Tsunade y los demás maestros seguían peleando por las calles de Iwagakure. Kakashi estaba al frente del enorme palacio y lanzando un chidori destruyó la bandera de su país para así revelar la del País de la Tierra.
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Naruto peleaba sin mostrarse agotado contra Madara, que seguía siendo aventado a todas partes, sin embargo era resistente, no se iba a dejar ganar por un adolescente.
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Sasuke seguía tirado en el piso convaleciendo, tenía una herida en su pecho, pero aún vivía y se estaba tratando de levantar.
—¡Mi amor! —gritó Sakura con preocupación, y se dirigió corriendo de nuevo para socorrerlo, pero Izuna de nuevo le lanzó una llamarada impidiendo que ella auxiliara a su marido —. ¡Aaaaaah! —gritó la pelirrosada al esquivar el ataque.
—Ja, ja, ja, ja, ja. ¿Te quieres reunir con tu amorcito? Yo te llevaré con él —lanzaba más llamas azules y se reía como un maniaco.
—S-Sa-k-ku-ra —apenas podía hablar Sasuke y se sentía impotente de no poder ayudar a su amada que estaba en peligro.
—Me gustaría que nuestro médico familiar cuidara del pequeño Sasu-chan, si no te importa, muñeca. ¡Aaaargh! —gritó Izuna al momento de lanzarle un Chidori a Sakura, pero ella volvió a esquivarlo.
Sakura estaba detrás de un pilar del palacio, ahí se escondía mientras trataba de idear un plan de forma espontánea.
—Sasu-chan, no te ves muy bien. Descuida, si llegaras a morir yo me puedo quedar con tu hermosa zorra, que para eso sirve, ja, ja, ja, ja, ¡aaaaaaah! —exclamó al ver que un gran chorro de agua fue lanzado hacia él.
—M-mi e-es-po-s-sa, no e-es una mu-mu-j-jer débil —susurraba apenas el pelinegro.
—¿Qué? ¿Esposa? ¿Pero cómo te atreviste a mezclarte con esta basura? Eres una deshonra para la familia. Pero no te preocupes, que esto se acaba hoy —y diciendo eso, con toda su furia, se dispuso a seguir atacando a Sakura.
La princesa pelirrosa se deslizaba usando su Suiton, como si estuviera surfeando en el agua que había obtenido del río que corría por debajo del palacio. Izuna en una de esas la alcanzó con su fuego logrando que ella se cayera. Sakura aterrizó en una especia de coladera que cubría el río. Había rendijas donde se apreciaba el agua, sin duda había mucha agua corriendo, cosa que favorecía a ella. En eso, vio que en uno de los pilares habían colgadas unas cadenas, así que fue por ellas inmediatamente, sin duda alguna un plan estaba surgiendo en su mente.
—Te encontré, sucia campesina —decía Izuna mientras se acercaba poco a poco hacia Sakura —. Hmp, creo que entiendo a mi hermano el porqué te escogió. Eres una belleza y ese trasero que te cargas mataría a cualquiera. Así que creo que me divertiré contigo antes de matarte.
—Prefiero morir —dijo Sakura con asco.
—Bueno, ya que insistes. ¡Aaaargh! —gritó el príncipe antes de lanzarse sobre Sakura, con el fin de atacarla con un Chidori, pero no contó con que la ojijade elevara agua de la enorme coladera y los suspendiera.
Se veían como si ambos estuvieran en una ola congelada y ellos fueran estatuas. Izuna podía mover sus ojos, pero no su cuerpo, cosa que empezó a preocuparlo. Sakura exhaló de su nariz y empezó a moverse como si fuera una elegante sirena. Atrapó las manos de Izuna con las cadenas que había agarrado, amarrándolas de una forma muy difícil de desencadenar, tal como le había enseñado años atrás su padre en un entrenamiento, y lo hincó hacia la coladera, pues de ahí lo había encadenado. Al ver que él ya no tendría forma de escape, dejo derretir de una forma rápida el agua, regresándola a su lugar de origen. Ambos tosían porque el oxígeno regresaba a sus pulmones.
—¡Aaaarg! Suéltame maldita —decía Izuna molesto, pues estaba tan bien sujetado que no podía usar su Katon.
Sakura corrió lo más rápido que pudo a socorrer a su amado que ya estaba inconsciente.
—Mi amor, por favor, despierta —decía ella que empezaba a sollozar y a usar su chakra curativo sobre el pecho de él.
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Mientras ella trataba de curar a su esposo, Sasuke se encontraba caminando en un bosque, muy hermoso por cierto, que le transmitía paz.
—¿Dónde estoy?
—Hasta que te dejas ver, tonto hermanito.
—¿I-Itachi?
—El mismo en carne y hueso... bueno, no exactamente.
—¿Pero cómo es que...? ¿Estoy muerto?
—Ja, ja, ja, ja. No, bueno... casi. Estás en una especie de coma por así decirlo. Así que decidimos verte en el Mundo Espiritual.
—¿Mundo Espiritual? Pensé que solo Naruto podía y... ¿decidimos? ¿Qué quisiste decir con...?
—Hola, hijo mío —se escuchó una voz atrás de Sasuke.
—Tú... tú eres mi... ¿p-papá?
—Así es, Sasuke. Me llenas de orgullo.
—¡Papá! —exclamó Sasuke con mucho sentimiento y fue corriendo a abrazar a su verdadero padre, soltando varias lágrimas —. Me has hecho mucha falta.
—Lo sé, hijo mío. Pero me alegra ver en el hombre que te has convertido. Kakashi ha hecho un gran trabajo en criarte.
—Sí, lo ha hecho.
—Sasuke, no nos queda mucho tiempo. Solo nos dieron permiso de verte por unos minutos. Por favor, cambia este mundo podrido que mi hermano se encargó de empeorar. Sé que será difícil, pero no quiero que busques venganza con él. Busca a tu madre, que sé que estará esperándote con los brazos abiertos y dile que siempre la amaré y que en su momento, la esperaré aquí.
—S-sí, pa-pá.
—Hermano, también no busques vengarte de Izuna. Creo que ser un Uchiha es una maldición, pero tú harás ese cambio con amor. Él está dañado y necesita ayuda, mucha de hecho, pero no seas igual a él. Busca cómo ayudarlo —dijo Itachi quien ahora abrazaba a su hermanito.
—Yo... haré lo que pueda, l-lo prometo.
—Bueno, es hora de irno. Alguien que te ama te está esperando —dijo Fugaku con una sonrisa —. Esa chica sin duda sí es digna de un Uchiha.
—Hmp. Ni que lo digas. Es una mujer increíble y poderosa.
—Adiós, mi hijo. Sigue enorgulleciéndome.
—Hasta luego, padre.
—Adiós, tonto hermano menor. Sigue esforzándote como hasta ahora.
—Así será, Itachi —y en eso, Sasuke sintió el poke en su frente que su hermano siempre le hacía.
—Hasta la próxima. Por cierto, ya no necesitarás esto —dijo el pelinegro al momento de tocar la marca de maldición de Sasuke y ésta al momento resplandeció y de la nada desapareció.
—¿Qué? ¿Cómo es que...?
—Digamos que es un regalo por todos los cumpleaños que te debía.
—Gracias, hermano.
—Siempre estaremos para ti, Sasuke. Y cuida de tu nueva familia —mencionaba Itachi mientras se empezaba a desvanecer junto a su padre —. ¡Aaaaah! Y llámenla Sarada.
—¿Qué? ¿Sarada? —se quedó extrañado Sasuke, pero antes de seguir indagando, sintió algo cálido en su pecho y empezó a escuchar a Sakura a lo lejos.
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—Por favor, Sasuke-kun, regresa conmigo. No puedo vivir sin ti —decía ella quien seguía derramando lágrimas. En eso su chakra se volvió más brillante y Sasuke poco a poco empezaba a abrir los ojos.
—S-Sakura.
—¡Mi amor! ¡Estás vivo! —decía con una infinita emoción y ahora derramando lágrimas de felicidad.
—Gracias, mi cerezo.
—No. Gracias a ti, cariño. Salvaste mi vida —decía mientras le daba un beso a su amado.
Después de su pequeña demostración de amor, Sakura ayudaba a su esposo a reincorporarse.
—No, no, no. Esto no puede ser. ¡Aaaaaaaargh! —echaba fuego de su boca Izuna del coraje que sentía de que sus planes fueron frustrados. De repente y al asombro de Sasuke y Sakura, Izuna se quebró y empezó a llorar.
—Izuna —dijo con lástima Sasuke al ver en ese estado a su hermano.
—No te preocupes, cariño. Encontraremos los mejores médicos psiquiatras para ayudarlo —decía Sakura mientras se regfugiaba en los brazos de su esposo.
—Gracias, tsuma —contestó mientras respondía los gestos cariñosos de su esposa y ambos veían a Izuna derrumbarse.
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Madara seguía utilizando de su Katon para poder volar en base de la propulsión del fuego y huir de cierto rubio que estaba muy enojado. Naruto seguía en el Modo Barion y seguía atacándolo con todos los elementos posibles. Madara jamás se había sentido tan nervioso, pues el nivel de chakra de su contrincante era enorme, pero aún no estaba listo para rendirse. Pudiera invocar su Susanoo, pero ya había gastado bastante chakra anteriormente.
Era una persecusión por todo el valle rocoso, pero Naruto en un instante con una de las colas que poseía gracias a Kurama, logró derribarlo. Ahí en el suelo, utilizando el Doton, aprisionó ambas manos y ambos pies para que así él no pudiera moverse.
—Daimyō del Fuego, Madara Uchiha —decía Naurto con una voz poderosa, pero se escuchaban dos voces a la vez —, tú y tus antepasados han destruido el equilibrio de este mundo. Y no solo eso, sino que has causado mucho daño a tu propia familia. Y ahora, deberás pagar el precio más alto: tu vida. ¡Rasen Shuriken!
Cuando Naruto dijo eso, un enorme poder surgió de sus manos. Era una especie de shuriken de aire que desprendía fuego de eso. Lo lanzó al aire y lo empezaba a redireccionar hacia Madara, quien estaba apresado en la superficia de un pilar de roca. Justo cuando casi llegaba a dar el toque mortal, Naruto lo detuvo, y lo único que Madara sintió fue un viento recio.
El rubio poco a poco bajaba del cielo y se reincorporaba en la superficia. En ese momento las manos y pies de Madara fueron liberadas.
—No, no terminaré esto así —hablaba Naruto mientras tenía sus ojos cerrados y aunque seguía en Modo Barion, ya no sonaban las dos voces.
—Aún con todo el poder del mundo, sigues siendo débil —dijo el pelinegro y se disponía a quemar a Naruto.
Lo que él no se dio cuenta, es que el ojiazul pudo sentir el chakra y lo vio como Hinata le explicaba que ella podía observar. Así que usó el Doton y logró bloquear el ataque, encerrando la mano de Madara dentro de la roca. Usó su otra mano, pero también quedó apresada por otra roca. En eso, Naruto sintió como si el universo le dijera qué hacer, así que puso una mano en el pecho de Madara, tocando un punto de chakra importante y el otro en su frente. Cerró los ojos de nuevo y tuvo una remembranza de su plática con Genbu.
—En la era anterior al Jinchūriki, no controlábamos el chakra de los elementos, sino la energía que existe dentro de nosotros —dijo Genbu mientras tocaba el pecho y la frente de Naruto, haciendo que un brillo resplandeciera de él.
Naruto regresando al presente, aplicó lo mismo que Genbu, así que elevó su rotro al cielo y una brillante luz azul resplandeció de su boca y sus ojos. A la par que sucedía eso, una luz roja también brillo del rostro de Madara. Así estuvieron un buen rato hasta que Naruto se tornó de color azul por completo y Madara de color rojo anaranjado.
—Para controlar la energía de otros, tu propio espíritu debe ser indomable, o serás corrompido y destruido —Naruto escuchaba en su cabeza de nuevo la voz de Genbu y al instante él también se tornaba rojizo anaranjado.
Una gran explosión brillante de esos colores se podía obsevar.
A los pocos segundos, un faro de luz azul brillante iluminó todo el cielo. Después se desvaneció y al instante Naruto y Madara se debilitaron. El Uchiha se desplomó, pero Naruto se levantó, para observar al enemigo. Madara apenas podía levantarse, intentó usar su Katon, pero no salió nada.
—¿Q-Qué... fue lo que me hiciste? —hablaba con voz débil.
—Te quité tu dominio del Katon. Nunca más podrás usarlo para lastimar o amenazar a otros.
Naruto se asomó al ver la cantidad de fuego que había quedado por consecuencia de la pelea. Así que usando su gran poder, usó el Suiton para apagar el fuego. Esta vez el poder no lo controlaba como otras veces, sino él tenía su propio control. Madara solo lo veía sin poder creer que un mocoso débil, como él lo llamaba, lo había derrotado.
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Al poco tiempo, Sai llegaba bajando de su ave de tinta junto a Hinata y a Ino.
—Sabía que lo lograrías. Sí tienes hombría después de todo.
—También me alegra de verte, Sai.
—¿Mmm? ¿Entonces tú...? Ya sabes... —decía Ino mientras señalaba a Madara que yacía en el suelo —¿terminaste el trabajo?
—Aún sigo vivo, insolente mocosa —dijo Madara haciendo que Ino se espantara un poco.
—Aprendí una forma de cómo restaurar el equilibrio. Le quité su dominio del Katon para siempre.
—¡Guau! ¿Quién te enseñó eso Naruto-kun? —preguntó Hinata.
—Digamos que un amigo tortuga gigante.
—Tienes aventuras muy locas cuando desapareces, sin duda —dijo Ino.
—Ahora mírate, bravucón. Ya no dominas el fuego, deberíamos llamarte el Daimyō Perdedor —se burlaba Sai frente a Madara.
—Yo... soy... el Rey Susanoo... arg —suspiró el pelinegro al momento de desmayarse.
—Lo siento, no quisimos ofenderte, Rey Gusanoo, ya sabes, en vez de Susanoo, un gusano.
—Ay, mi corazón de melón, no paras con tus chistes. Pero así te amo —decía Ino mientras abrazaba a su novio.
—Por cierto, ¿y ese nuevo look?
—Es cierto, aún sigo en Modo Barion. Kurama, gracias —y diciendo eso, el espíritu de Kurama se desprendió de él y Naruto volvió a su forma normal de siempre.
—Eso, fue raro, muy raro —decía Sai.
Mientras ellos seguían platicando, Hinata se asomó hacia donde el cometa se iba. No veía, pero podría sentir que el brillo del cuerpo celeste desaparecía poco a poco. Naruto vio que ella estaba más retirada así que decidió unírsele.
—Ya terminó todo, Hinata-chan. El cometa al fin se fue.
—Sí, es cierto.
—Hinata, hay algo que quiero decirte —decía mientras sostenía las manos de la mencionada.
—¿Sí? ¿Qué es, Naruto-kun?
—Al estar con Genbu, hubo vairas cosas que vinieron a mi mente. Entre ellas recordé algo importante que pasó entre nosotros.
—N-Naruto-kun —se sonrojaba la ojiperla.
—Hinata-chan. Según tú eres la ciega, pero creo que yo mismo estaba ciego. Cuando peleaba con Madara, luchaba a toda costa por no morir, porque yo quería verte una vez más —decía ahora mientras le sostenía con su mano la mejilla de ella.
—¿Q-Qué qui-quieres decir?
—Hinata-chan, lo que quiero decir, es que... nunca es tarde para darse cuenta de lo que realmente importa. En este caso... tú —cuando Naruto dijo eso, un brillo se veía de los ojos de Hinata —.. Hinata... lo que quiero decir es que... yo... yo te... yo te a...
—Muy bien, ya que atamos al "Gusanoo" y que Kurama se encuentra mágicamente con nostros. Es hora de irnos —interrumpió Sai el mágico momento, haciendo que Hinata se soltara de Naruto y se dirigiera con los demás.
—¡Rayos! —expresó molesto Naruto porque su confesión no se llevó a cabo, pero ya habría un momento perfecto para eso.
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UNA SEMANA DESPUÉS...
Sasuke se levantaba poco a poco de su cama. Se ponía sus pantalones y se acercaba y miraba al espejo para ver la cicatriz de su pecho, pero se sorependió que casi ya no quedaba rasto de la herida que Izuna le había causado, sin duda alguna Sakura era maravillosa y poderosa; igual su marca de maldición estaba por completa desaparecida.
—Gracias, Itachi —dijo Sasuke recordando lo vivido con su padre y hermano.
—¿Gracias Itachi? ¿Y yo qué? —decía con un puchero Sakura que se había levantado también, fingiendo que se ofendía por ese comentario.
Sasuke al ver a su mujer con ese atuendo tan sexy y haciendo esa cara de enfado, casi se desmaya de nuevo.
—Mujer, ¿me quieres matar de nuevo? —decía tratando de tener autocontrol.
—No, mi amor. Si no quién calentaría mis noches.
—Hmp. Eres toda una pervertida.
—Oye, tú me provocas. Pero ya en serio, agradezco que estés aquí conmigo. ¡Gracias Itachi-san y Fugaku-sama! —gritaba al cielo la pelirrosa.
—Hmp. Eres tan molesta —decía Sasuke mientras le mostraba una sonrisa ladina y abrazaba a su mujer.
—Hoy es un día importante, así que tienes que preparte. Debes de bañarte primero porque es tu coronación.
—Sí, tienes razón, debo de alistarme... pero tú vienes conmigo, mi cerezo
—¡Sasuke-kun! ¿Qué haces? —preguntaba Sakura al momento de que Sasuke la cargaba como estilo novia nupcial y le empezaba a besar su cuello.
—Hiciste que me exitara, molestia, pero ya verás cómo me calmaré —y empezó a caminar con ella en brazos.
—¿Qué? ¿A dónde me llevas, pervertido?
—Hmp. Vamos a bañarnos, preciosa. Creo que no hemos estrenado la ducha y tienes que apagar el fuego que acabas de incendiar en mí.
—Eres insaciable, esposo mío.
—Pero así me amas.
—Sí, así te amo.
Y así, ambos esposos disfrutaron de los placeres de amarse dentro de la bañera real.
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Unas horas más tarde, Sakura y Sai se encontraban en la plaza principal de Konoha. Hoy sin duda iba a ser un evento sumamente importante. Así que se encontraron con viejos amigos, como Gaara que estaba junto a sus hermanos y su gente, y también se enteraron de nuevas noticias, como el hecho de que Shikamaru, el exprometido de Ino, ahora se había casado con Temari, la hermana mayor del Kazekage. Sin duda era un mundo pequeño.
Neji, Tenten, Lee, Deidara, Yahiko, Konan, Nagato, y todos los demás que buscaban la libertad, estaban ahí presentes.
—¡Papá!/¡Tío! —dijeron al mismo tiempo los primos mientras corrían a abrazar a Kizashi.
—¡Hola, hijos! Supe lo que hicieron. Soy el padre y el tío más orgulloso de todos. Tus padres y hermano estarían muy contentos de todo lo que has logrado, Sai.
—Gracias, tío Kizashi.
—Y tú, mi hermosa flor de cerezo, sé que tu madre estaría muy orgullosa de lo que te has convertido.
—Gracias, papá —decía la ojijade mientras sostenía el collar que su mamá le había regalado.
En eso Ino llegaba con su escuadrón que había estado secuestrado anteriormente.
—Preciosa, ya recuperaste a tu escuadrón. Dime cómo te sientes de tener a tus guerreros de nuevo.
—Se siente muy bien —dijo un peliblanco mostrando su sonrisa afilada.
—¡Suigetsu! ¡Cuidado Ino! Ese hombre pez te puede atacar.
—Oye, la única que le puede decir hombre pez a mi novio, soy yo, baka —decía Karin quien llegaba junto a Suigetsu.
—¡Karin! —ahora mencionó alarmada, Sakura.
—Tranquila, pelo de chicle. Ya no estamos en guerra. Ahora estamos del lado de ustedes.
—¿Qué? —dijeron ambos primos.
—Sí, verás... mi equipo me comentó que los pusieron en la misma celda, así que se hicieron amigos. Y la verdad, son buenos elmentos. Así que... ¿una segunda oportunidad?
—Así es, así que mi hermosa remolacha y yo ahora estamos de su lado. Lo siento preciosa Sakura, pero creo que me gusta más el rojo —decía mientras sostenía la cintura de Karin y le daba un beso en su mejilla, haciendo que ella se sonrojara al cien —. No hay rencores, ¿verdad?
—No, no, para nada, je, je —decía nerviosa Sakura por la confesión.
—Pues no queda más que decirles que... bienvenidos al equipo —decía Sai mostrando una de sus típicas sonrisas.
—Oye, rosita. Cuídalo bien, ¿quieres? —decía Karin haciendo entender a Sakura que se refería de Sasuke.
—Sí, así lo haré.
—¿Mmm? ¿De quién habla? ¿Del emo vengador? —preguntaba intrigado, Kizashi.
—Papá, no lo llames así. Es tu yerno.
—Hmp. Yerno mis polainas.
—Papi.
—Ya, ya. Mientras te haga feliz, con eso es suficiente.
—Me hace feliz, papá. Bueno, los dejo porque tengo que arreglarme para la coronación. Nos vemos al rato —dijo la pelirrosa mientras se dirigía al palacio.
—Quién lo diría. Nuestra niña ya es una mujercita, Mebuki —decía Kizashi con una sonrisa mientras miraba al cielo, pues sabía que su esposa fallecida estaría desde el Cielo observándolos.
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Sasuke tenía puesto un atuendo real, digno de un futuro rey, al igual que su esposa.
Iban caminando hacia su destino principal, cuando se encontraron a Naruto, quien también portaba un traje elegante, digno de un Jinchūriki.
—No puedo creer que hace dos años, mi objetivo era eliminarte, dobe. Y ahora...
—Somos amigos, dattebayo.
—Sí... somos amigos.
—Hace dos años yo seguía congelado en esa cueva. El mundo es tan diferente ahora.
—Y aún será más. Lo reconstruiremos juntos —y diciendo eso, ambos amigos se dieron un abrazo sincero.
—Naruto —decía Sakura mientras se acercaba.
—Saben... cuando descubrí lo de ustedes, al principio estaba molesto y dolido. Pero ese viaje que hice me hizo recapacitar tantas cosas. Sakura-chan, sin duda sí llegue a estar enamorado de ti, pero me di cuenta que en realidad sólo te quiero como a una amiga, como a una hermana. Así que me da mucho gusto que hayas conquistado el corazón duro de este teme.
—Ay, Naruto —decía de forma sincera, ella.
—Ustedes estaban destinados a estar juntos. Así que cuídala teme, o si no, patearé tu real trasero, de veras.
—Pero claro que la cuidaré, usuratonkachi. Ella es mi vida —decía Sasuke mientras le sostenía la mano a su amada.
—Gracias por tus palabras, Naruto. Eres el mejor y estoy segura que ahí alguien por ahí destinada para ti —dijo Sakura mientras abrazaba a su amigo y le daba un beso en la mejilla.
—Bien, es la hora. Andando —y diciendo eso, Sasuke, Naruto y Sakura salían a la parte alta del palacio, donde todo el pueblo podía observar la coronación que se llevaría a cabo. Todo el público aplaudía emocionado y feliz. Sin duda ese día sería el inicio de algo nuevo.
—Por favor —indicó Sasuke para que guardaran silencio —, el verdadero héroe, es el Jinchūriki —y al decir eso, Naruto salió a su encuentro, siendo alabado por el pueblo también—. Hoy por fin esta guerra ha terminado. Le prometí a mi tío Kakashi que le devolvería el honor al País del Fuego, y lo haré. Lo que viene es un desafío. Cien años de guerra dejaron al mundo lastimado y dividido. Pero con la ayuda del Jinchūriki Naruto podemos restaurarlo y comenzar una nueva era de amor —decía mientras sostenía la mano de Sakura —y paz —y diciendo eso, Sasuke se hincó.
Un sabio del Fuego se acercó con la peineta del símbolo del fuego, que era la corona oficial.
—¡Que viva el Daimyō del Fuego, Sasuke Uchiha! —dijo el sabio al momento de coronarlo.
—¡Viva! —dijeron todos muy felices y emocionados.
Sasuke se levantó e hizo señas a Naruto que se acercara más. En eso un sabio le entregó una caja al nuevo rey.
—Ahora, como primer decreto oficial, declaro que Naruto, será el Hokage de Konoha, teniendo el poder para realizar cualquier acción que favorezca al mundo y a nuesto país. Solo yo, tendré más poder sobre él. Pero nadie puede hacerle daño, porque él será su nuevo gobernador —y diciendo eso, Sasuke sacó una hermosa capa blanca con símbolos y unos kanjis impresos, color rojo.
Naruto no podía creer lo que escuchaba, Sasuke le había confiado una posición muy importante. Estaba nervioso, pero a la vez, estaba feliz. Sasuke le colocaba la capa que sin duda alguna, le quedaba excelente.
—Gracias, Daimyō del Fuego Sasuke. Haré lo que esté en mis manos para mejorar esta hermosa nación —dijo mientras la gente le aplaudía y chiflaba de la emoción.
—También, aprovechando que están todos, les quiero presentar a la nueva reina de este país, mi esposa, la princesa Sakura Uchiha de la Aldea de las Flores —dijo mientras acercaba a Sakura para que todos la vieran y al mismo tiempo la besaba —. Ahora dos países estarán aliados por la paz y el amor —dijo cuando terminó de besar a su amada y provocaba que la gente se pusiera más contenta por la noticia.
Sin duda alguna, éste sería un día que sería contado por mucho tiempo a las viejas y nuevas generaciones.
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Unas horas después, Sasuke se encontraba en la prisión. Quería buscar al hombre al que alguna vez llamó padre.
—Me considero afortunado, el nuevo Daimyō del Fuego vino a verme, cómo me honra con su presencia en mi solitaria celda.
—Deberías de agradecer de que el Jinchūriki te perdonara la vida.
—Hmp.
—Sabes, "tío". Desterrarme fue lo mejor que hiciste por mí. Me llevó al camino correcto. Quizá tu tiempo aquí haga lo mismo por ti.
—¿Por qué viniste a verme?
—Porque vas a decirme algo. ¿Dónde está mi madre?
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UN MES DESPUÉS...
Naruto y los demás habían viajado a Iwagakure. Debido a las actividades post-guerra que habían vivido, no habían tenido la oportunidad de convivir como se debía. Habían pasado ciertas cosas en ese tiempo que vale la pena mencinonar.
1)Ino y Sai se habían ido a vivir a la Aldea Hanami y se casaron a los pocos días de la coronación, pues la rubia había descubierto que un nuevo integrante de la familia iba a llegar, así que antes de que el vientre se abultara más, contrajeron nupcias. Claro que hubo una enorme repimienda de parte de Kizashi hacia Sai, y de Tsunade hacia Ino, pero qué más se podía hacer, lo hecho, hecho estaba y ahora los nuevos esposos estaban más que felices por su bebé en camino.
2)Naruto aún no podía confesarse a Hinata, sin embargo en el día de la coronación, los padres de Hinata llegaron por ella. Él al verla feliz de que se habían reconciliado, sintió que todavía no era el momento oportuno para decirle de sus sentimientos y mucho menos comentarle que recordaba la noche en que hicieron el amor, no cuando sus futuros suegros y hermana estaban ahí presentes. Lo que sí hizo, fue usar su poder de chakra para devolverle la vista a la hermosa ciega, cosa que alegró mucho a ella y a su familia y ahora sí el señor Hyuga se disculpó de todo corazón con Naruto, asegurándole que las puertas de su casa siempre estarían abiertas para él.
3) Kakashi y Shizune se habían casado en una pequeña ceremonia en Iwagakure unos días antes, razón por la cual los amigos se habían reunido para celebrar. Así que ahora se encontraban en la tetería de Kakashi.
4)Después de tanto insistir, finalmente Madara le dijo la verdad a Sasuke, así que con la ayuda de Naruto y Sakura, emprendieron un viaje para buscar a Mikoto Uchiha. La sorpresa fue que la encontraron en un pueblo muy escondido del País del Rayo. El reencuentro de madre e hijo fue muy conmovedora y después de que ella le pidiera perdón, Mikoto regresó a Konoha después de muchos años.
5)Izuna se encontraba en un hospital psiquiátrico. Fue visitado por Mikoto quien ocasionó que Izuna sintiera algo cálido en su corazón cuando su madre le dijo que lo amaba. Así que diaramente ella iba a visitar a su hijo.
6) En cuanto al matrimonio Uchiha... bueno, digamos que a la semana posterior a la coronación, Kizashi obligó a Sasuke a que se hiciera una ceremonia de matrimonio digna de una princesa de la Aldea de las Flores, invitando a mucha gente de diferentes reinos, así que volvieron a decir sus votos matrimoniales donde Kizashi pudo estar presente, y ambos esposos pudieron tener la luna de miel que no pudieron permitirse.
Todos estaban en El Dragón del Paraíso, vestidos de kimonos elegantes, pues aún continuaban celebrando el nuevo matimonio Hatake-*Katō.
—Sasuke, deja de moverte. Quiero hacer una pintura donde estemos todos para recordar los buenos tiempos juntos —dijo Sai.
—Ay qué lindo detalle de tu parte, mi corazón de melón, sin duda alguna lo harás increíble —dijo Ino quien se acercaba a ver la pintura —, ¿verdad que sí Inojin? —hablaba a su vientre la rubia.
—¿Y cómo sabes que será un niño? —preguntó Sakura.
—LLámalo instinto maternal, frentona. No sé cómo, pero estoy segura que será un hermoso varoncito.
—¿En serio? Bueno, yo creo que la mía será una hermosa nena —dijo Sakura tocando su vientre y provocando que todos se quedaran callados.
—S-Sakura, acaso tú... estás... —no podía hablar Sasuke de los nervios.
—Sí. Desde hace tres semanas que no me sentía bien. Tenía muchos mareos, vomitaba seguido, así que Tsunade sama me revisó y confirmó mis sopechas.
—O sea que...
—Sí, cariño. Vamos a ser padres.
—¡Kyaaaaa! —gritó de emoción Mikoto y los demás se unieron a la celebración.
Sasuke que salía de su trance corrió hacia su esposa y la cargo de la cintura, dándole unos cuantos giros y llenándole de besos en su rostro y labios.
—Oh, mi cerezo, me haces el hombre más feliz del mundo. ¡Seremos padres!
—Vaya y yo que creía que hoy no podría esperar más sorpresas. En hora buena, sobrino, los felicito.
—Gracias tío —dijo Sasuke quien correspondía el abrazo que Kakashi le daba.
—Ustedes no perdieron el tiempo.
—Kakashi sensei —decía Sakura sonrojada.
—Ay, mi bebé se convertirá en papá. Sakura, me haces tan feliz, tendré la dicha de conocer a mi futuro nieto o nieta —decía Mikoto que lloraba mientras abrazaba a su nuera y a su hijo.
Hinata también estaba muy feliz por sus amigos de aquella noticia, pero había algo que aún le inquietaba, así que decidió salir para despejar su mente. Estaba viendo el atardecer, sin duda desde que Naruto le regresó la vista, contemplaba cada detalle de la naturaleza que se había perdido en todos esos años.
—Qué hermoso es —decía Hinata al contemplar el atardecer.
—Vaya que sí lo es —dijo Naruto quien se acercaba a ella.
—Naruto-kun.
—Hinata-chan.
—¡Necesito decirte algo! —dijeron los dos al mismo tiempo y ambos se rieron por eso.
—Naruto, quiero decirte que yo...
—No, Hinata, llevo todas estas semanas tratando de decirte esto que ya no puedo... el día que estuve perdido para ustedes, recordé la noche que estuve contigo. Recordé todo, Hinata. Y la verdad fui un completo baka por haberlo olvidado y haberte hecho sentir mal. Todo este tiempo tú cuidaste de mí. El ciego todo este tiempo fui yo, no tú.
—Naruto...
—Lo que quiero decir, Hinata, es que yo... yo te amo, Hinata-chan.
—Nauruto-kun —dijo Hinata quien empezaba a llorar, así que el rubio la abrazó.
—No, Hinata, no llores por favor. ¿Acaso dije algo malo?
—No, todo lo contrario. Estuve mucho tiempo esperando por este momento. Yo también te amo, Naruto —y diciendo eso, Naruto elevó el rosto de su amada y le dio un beso lleno de amor. Se separaron por falta de aire, pero ambos tenían sus mejillas sonrojadas —. Naruto-kun, eres el hombre más hermoso de este mundo. Ahora que me confestaste tu amor, yo también quiero decirte algo, pero no sabía cómo ibas a reaccionar, tenía miedo.
—Oye, estoy aquí Hinata. Nada me separará de ti y más ahora que tengo la bendición de tu padre, dattebayo.
—B-Bueno, es que... quizá se vuelva a enojar contigo.
—¿Eh? ¿Y eso por qué?
—Es que yo... bueno nosotros... el día que....
—Hinata, sólo dilo y ya, no creo que no sea nada de lo que no podamos...
—¡Estoy embarazada!
—...resolver. Embarazada... ¿Embarazada? —gritó tan fuerte Naruto que los demás se asomaron.
—¿Qué? —gritaron los otros.
—Aaaaaah, Naruto-kun —ahora exclamó avergonzada Hinata.
—Vaya, dobe. Quién diría que también eras un pervertido —dijo con burla, Sasuke.
—Sabía que era una mala idea, mejor me voy.
—Hinata, espera.
—¿Eh?
—Cásate conmigo.
—Naruto-kun, ¿es en serio? No quiero que te sientas obligado por...
—No, Hinata. Claro que no estoy siendo obligado. De hecho te iba a pedir que te casaras conmigo desde hace tiempo, pero ahora de que sé que seré padre, no puedo estar más feliz por eso. Así que delante de nuestros amigos, yo, Naruto Uzumaki, te pido a ti, Hinata Hyuga, que me hagas el hombre más feliz de la tierra, casándote conmigo y así juntos poder criar a nuestro bebé —decía el rubio mienstras se hincaba —. Entonces, Hinata-chan, ¿aceptarías a este tonto que te ama con locura para ser tu esposo?
—S-Sí, sí, Naruto-kun —dijo Hinata que seguía llorando de felicidad mientras su ahora prometido le ponía el anillo en el dedo y al levantarse la cargó como si de una novia se tratara y la empezó a besar.
—¡Felicidades! —gritaban todos que veían con emoción el espectáculo.
—Ya era hora de que te dieras cuenta —le gritaba Sai.
—Este es un perfecto final, ¿no crees hermana Mikoto?
—No, Kakashi. Es un perfecto inicio.
Y así, concluye la historia de un joven que huía de sus problemas que se convirtió en héroe, de un príncipe desterrado que se convirtió en rey y recuperó su honor, de una princesa que se volvió una poderosa guerrera, de otro joven que descubrió su poder escondido, de una princesa que encontró su camino y de una doncella que se sabía defender.
Jóvenes que se volvieron amigos con el pasar de los años y que ahora emprendían hacia una nueva aventura: la paternidad. Pero jamás ellos olvidarían lo que hicieron para ayudar a transformar el mundo.
Y así concluye nuestra historia, y yo, Sakura Uchiha, termino este diario para que las futuras generaciones conozcan lo que Naruto y sus amigos, hicieron para traer la era de paz y de amor.
FIП
N/A: Y colorín colorado, esta historia, ha acabado. Al din después de años de haber comenzado, llego al descenlace 😭😭😭. Gracias a todos mis queridos lectores por haber estado conmigo desde un principio. Si quieren un epílogo, solo escriban en un comentario y les hago un epílogo digno jeje. Espero les haya gustado y espero que nos veamos en mi siguiente historia. ¡LOS QUIERO!
*Modo Barion= aquí no quise hacerle como en Boruto que Kurama muere 😭, sino que lo puse como si fuera el nivel máximo de Modo Kyūbi, algo tipo Súper Saiyajin jeje.
*Katō= es el apellido de Dan, el que fue tío de Shizune, así que por eso le dejé ese apellido.