Nos vemos después; (Lee Jeno)

By Infernos00

790 83 341

"No puedo creer que te hayas desaparecido sin decir nada." "Sabes que no me iría de tu lado." Mis ojos se enc... More

No más mensajes
Punto de partida
Luces y sombras
¿Soleado o nublado?
¡Nublado!
Riesgos
Recuerdos
Colores Rosas
Compañía
Compañía II
Compañia III
Avanza
¿Quizás...? (2)
Un poco de ti
Halloween I
Halloween II
Confusiones

Quizás...(1)

25 4 22
By Infernos00


Bloqueo mi celular para que deje de sonar, ya teniendo cinco llamadas perdidas en lo que va del día.

Ya pasaron dos semanas, ¿por qué no se aburren?

—No es justo. —Reclama Yang Mi al otro lado de la mesa de picnic.

—¿Qué no es justo? —Pregunto jugueteando con mi lápiz.

—Pasé cuatro meses con Young Bok, para qué. ¿Para que a las dos semanas ya se pusiera se novio con la chica que conoció en el club? —Pregunta apuntando a la pareja que entraba a la cafetería.

—¿Estás celosa? —Le cuestiono incrédula.

—Claro que no, pero me hizo perder el tiempo. —Se cruza de brazos molesta.

Eso tiene mucho más sentido. Sería extraño pensar que Yang Mi está celosa o triste por lo que pasó esa noche.

Subo el cierre de mi chaqueta al correr un viento helado, temblando todo mi cuerpo y mi columna vertebral al entrar un airesito por debajo de mi ropa.

Miro mi reloj de pulsera una vez más, abultando mis labios al ver que los minutos pasaban tan lentos. Sé que soy ansiosa, pero estoy casi segura que el espacio/tiempo está jugando con mi percepción de los minutos.

¿Por qué se demora tanto? Debía estar acá hace siete minutos.

—¡Cassie! —La voz de Jeno finalmente llega a mis oídos.

Llegó, llegó.

Lo veo venir sonriente hacia mi, con un Jaemin distraído por su celular pisando sus talones.

—Hola, cielo. —Murmuro lo último prácticamente para mi misma, recibiendo una mirada de burla por parte de mi amiga.

Jeno deja su bolso sobre la mesa de picnic, comenzando a sacar algunas cosas. Una cajita de madera envuelta en una tela azul llama totalmente mi atención, pasando mis ojos hacia el azabache de manera expectante.

¿Qué es eso? ¿Era para mi? Un regalo, amo los regalos. Quiero ver mi regalo.

—Estuve cocinando un poco y me acordé que te gustan los bentos, así que...—Deja la oración al aire dándome a entender que este bento era para mi.

—Estuvo toda la tarde de ayer haciéndolo. —Añade Nana dándome un guiño rápido y ganándose un golpe en el hombro por parte de Lee. —Animal.

—No tiene carne. Bueno, sólo salmón que sé que es lo único que comes. —Finaliza esperando mi respuesta.

Mi corazón latía con rapidez y estaba dando patadas con la intención de salir de mi pecho. Joder, ¿quién lo crío para ser así de bonito?

—Me encanta, gracias. —Sonrió estirándome para darle un abrazo.

Efectivamente era un regalo y no cualquier regalo, era comida. Estoy feliz, que lindo día, el mejor día.

Que lindo Jeno, el mejor Jeno.

—¿Y para mi? —Pregunta Song con un puchero.

Lee me suelta un poco y pasa sus orbes desde mi rosto hasta el de la castaña, esperando alguna ayuda de mi parte.

—Tengo uva. —Responde poco después algo dudoso, pasándole un pocillo con la fruta.

—Conforme. —Yang Mi vuelve a su mundo y nos deja de lado.

Me vuelve a mirar y sonríe dejando sus dos ojitos como finas líneas, apretando un poquito más el abrazo antes de soltarme por completo.

Que pena, me estaba gustando la sensación de calidez. Aunque estoy segura que su perfume quedó impregnado en mi cabello.

—¿Tienes algo que hacer? —Pregunto al notar una bata blanca entre sus cosas.

—Jaemin tiene turno hoy y a mi me consiguieron pasantía nocturna en una clínica de salud mental. —Explixa mostrándome su tarjeta de funcionario.

Tenía su nombre, el nombre de la Clínica y una foto de él. Estaba completamente serio y me daba risa verlo así. Ese rostro sólo lo colocaba cuando estaba pensando en algo, cuando algo no le gustaba o una persona le desagradaba.

—Si vas a pasar la noche allá, puedes llevarte esto. —Saco de entre mis cosas una bufanda a cuadrillé, metiendola en su bolso y cerrando este antes de que se negara.

La había cromprado hace poco y como ya estábamos en otoño, solía traerla por si el frío me ganaba. Pero hoy podía hacer una excepción y prestarsela.

—¿Y para mi? —Reclama el rubio acercándose y tomándome por los hombros con cuidado. —Yo soy tu compañero de clase, tu amigo. No este cara de perro.

Jeno lo hace soltarme dándole un manotazo a sus manos, cubriendo mi cuerpo con un abrazo.

Ay, me protege.

—¡Tu tienes mi abrigo! —Reclamo apuntando Na. —Dos semanas y aún no me lo devuelves.

—¡No es mi culpa! —Se defiende el teñido. —¡Él me lo quitó y lo ha estado usando!

Apunta de vuelta al chico que me tenía entre sus brazos.

En el fondo y muy callada, Yang Mi había abierto el pote de fruta, mirando la escena entretenida mientras comía sus uvas una por una.

—Triángulo amoroso. —Susurra haciendo sonar la uvita.

—¿Tu tienes mi abrigo? —Alzo mi cabeza para intentar mirar a Jeno.

—¿Si? Es que me combinaba. —Se disculpa este en una sonrisa apenada.

—Ah, está bien. —Concluyo con tranquilidad, dándole otra sonrisa y volviendo a recargar mi cabeza en su pecho.

El jadeo más grande jamás escuchado sale de la boca de Jaemin, apoyando sus dos manos en su pecho con dramatismo.

—¡¿Ah, está bien?! —Alza la voz. —¿Así de simple son las cosas para él?

El azabache bufa y rueda los ojos, ignorando las quejas de su amigo.

—Nos vemos después. —Susurra despidiéndose de mi con una caricia en mi mejilla.

Toma de las ropas al chico y se lo lleva con él, mientras los gritos y las quejas no cesaban.

¡Yah! ¡Jeno Lee! —Lo escucho gritar una última vez antes de perderlos completamente de vista.

Me quedo mirando en su dirección unos segundos, para después dirigir mi atención hacia mi hermoso bento.

No sé qué pasaba, pero mi pecho estaba calentito y lleno de felicidad. Amaba los regalos, amaba las atenciones y este tipo de gestos. Además, hoy no tenía pensando en lo que iba a almorzar y esto me viene como anillo al dedo para no gastar dinero.

—No sé qué te gusta más. Si el bento o quien lo preparó. —Habla Yang Mi al acabar su fruta.

—Qué dices. —Respondo mirándola de reojo.

—No me haces tonta, Cass. —La castaña se hecha hacia adelante, apoyando su mejilla en su palma semi-cerrada. —Te gusta el chico, se te nota, te conozco.

—Ya se me pasará. —Dejo a un lado el regalo con un mohín.

—¿A qué le tienes miedo?

¿A qué le tengo miedo? A muchas cosas.

Partiendo que siempre le he tenido terror al sentirme dependiente de una persona. Que el hecho de que si está o no está, si me da cariño de vuelta o no, sea un factor en mi estado de ánimo.

Tengo miedo de que Jeno quizás se de cuenta que realmente no soy una persona de su agrado y se aburra de mi, pero al darse cuenta le de lástima decirme y simplemente permanezca a mi lado pero me hace sentir sola. Ya lo he vivido en dos relaciones anteriores.

Le tengo miedo al rechazo, a la burla y al volver a exponer mis sentimientos.

Tengo miedo de volver a lastimar a la pequeña Cassie que siempre me dice que amar está bien, que otra oportunidad no nos haría mal.

—¿Qué pasa si no le gusto de vuelta? —Alzo mi mirada, buscando la ayuda de mi amiga.

—Cariño...—Estira sus manos para tomar de las mías. —Trabajo con niños y aunque digan que no son similares a los adultos, yo creo que es mentira. Cuando a un pequeño le gusta alguna compañera, sus ojos de corazón vuelan por todos lados, sus gestos de cariño se notan. Lo mismo veo acá. -Se acomoda mejor, acariciando con sus pulgares mis manos. —No conozco mucho a Jeno, pero por lo que me has descrito, por lo que yo he llegado a ver estos meses de él, mínimo le atraes, por lo bajo. Y déjame decirte, que ha hecho mucho más que los dos zopencos de tus ex.

Suelto una risita, inhalando profundamente para tragarme mis ganas de llorar.

Sí, soy bastante sensible y el solo pensar esas cosas, me habían afectado.

—Además, si no le gustas. Joder que se pierde un buen partido. —Deja un beso en mi dorso, antes de soltarme.

—Gracias, Minmin. —Susurro ya más relajada.

La chica me da un rápido guiño y abre su bolso en busca de algo para comer, mientras decido que disfrutaré de mi bento, independientemente de si el chico que lo cocinó, tiene sentimientos hacia mi o no.

El ceño de Yang Mi se frunce con confusión, sacando una pequeña cajita de leche de fresa con una notita pegada.

—"En la máquina de la facultad de Artes, encontré que están vendiendo de estas cajitas. Por lo cual pensé que te gustaría tener una. -WW". —Lee en voz alta la castaña.

—Vaya, el chino se mueve rápido pero con suavidad. —Suelto en un tono de burla.

—¿Por qué no me lo topé antes que el pelmazo de Bok? —Se queja ella.

—Quizás este es el momento correcto.

¿Será este también mi momento correcto?

˗ˏˋ . ˚ 🌻 ˚. 'ˎ˗


Tiro mi bolso en algún lugar de la sala, dejando todas mis cosas sobre la mesita de centro. Yang Mi se deja caer en el sofá, tomando su celular mientras tecleaba algunas cosas.

Estaba cansada, ¿de qué? De haber despertado, de haberme levantado y de la semana que aún le faltaban algunos días para terminar.

—Me iré a dar una ducha. —Le aviso a la castaña mientras voy hacia el baño.

Mi amiga me contesta con un sonido, sin tomarme más atención.

Los minutos pasan y mi celular ya había sonado tres veces. A la cuarta, Yang Mi decide conestar, sin dejar de mirar su pantalla.

Seo Deiji, hasta que te dignas a contestar. —Dicen al otro lado de la línea.

—No, ninguna Deiji a este número. —Responde la chica. —Tenga buen día.

El celular vuelva sonar a los pocos segundos, siendo nuevamente atendido por Song.

—¿Diga?

Deiji, por Dios, ¿me colgaste? —Habla exasperada la señora del otro lado.

—Equivocado, no hay Deiji. Buenas tardes. —Vuelve a colgar, volviendo la atención a su video.

Ya basta, el tono de llamada suena por sexta vez, quitando la paciencia de la castaña.

—Señora, ya dije que es equivocado, por favor...

¿Señora? ¿Cassie? No suenas a Cassie. —Ahora era una voz masculina.

Yang Mi mira la pantalla notando que no era un número desconocido, sino que estaba registrado.

—Lucas, ¿qué quieres? —Pregunta la chica con desgano.

Ah, la enana. —Este suelta una risa. —Quiero hablar con tu amiga, no contigo. ¿Dónde está? La necesito.

—No lo sé, hace días no la veo. —Uhg, le quería colgar. —Ya dime luego lo que quieres, que las ganas de bloquear tu contacto me comen.

—Celosa de que a la que esté llamando no sea a ti. —Suelta un largo suspiro. —Más tarde volveré a llamar, a ver si-

—Adiós.

Llego a la sala, secando mis cabellos con una toalla pequeña, mientras mi amiga le mostraba la lengua a mi teléfono.

—¿Quién era? —Pregunto, sentándome a su lado mientras me colocaba unas calcetas.

—Era Lucas. —Dice con su mirada en su celular.

—¿Y qué quería?

—No sé, me da igual.

Asiento suavemente, sin darle mucha importancia. Sinceramente tampoco me intriga lo que Xuxi tenga en mente y si era algo importante, me llamaría de nuevo.

—Iré a comprar algunas cosas, ¿quieres algo? —Pregunto colocándome un hoddie y volviendo a peinar mis cabellos húmedos.

—Una dona. —Dice Yang Mi en una sonrisa.

Pero esas las vendían en el centro y yo tenía pensando en ir a la tienda de conveniencia que está sólo a dos cuadras. Dios...yo no quería caminar tanto.

Mi celular empieza a sonar alcanzando a ver el número que marca "+1324...", pero antes que pueda estirar mi mano, la castaña lo toma y contesta con el ceño fruncido.

Joder, es de Estados Unidos.

—Oiga, que le he dicho que en este número no hay ninguna persona con ese nombre. No vuel- —La corto de sopetón, quitándole mi celular.

—¿Diga? —Pregunto en un susurro totalmente asustada. Dios, mataría a Yang Mi.

¡Hasta que contestas niña! —La voz de mi tía resuena al otro lado, pudiendo imaginar la cara que tenía puesta. —¿Quién era esa muchacha mal educada? ¿Por qué contestaba por ti?

Suelto un suspiro, separando el parlante de mi oreja para no escuchar tan fuerte sus regaños, saliendo del departamento y yendo hacia el ascensor. De verdad que había estado evitando a toda costa el contestar las llamadas de mis tías, pero el hecho de que mi amiga lo haya hecho, tiró por la borda mi trabajo de semanas y ahora sólo me quedaba escuchar sus quejas y reclamos por el haberlas estado ignorando.

—Lo lamento, no volverá a pasar. —Le interrumpo la misma frase de lo mal agradecida que soy, para preguntarle de una vez su intención. —¿Puedo saber a qué se debe la llamada?

Camino con tranquilidad, mirando a los estudiantes y cualquier cosa a mi alrededor que me distrajera.

Sí, como te iba a decir. Es de suma importancia que vengas California, porque hay unos papeles que solo tú puedes firmar. Al ser mayor de edad, eres la única representante legal de tu padre y sin tu firma no se puede hacer nada.

Uhg, no quiero ir.

—¿Es necesario que yo vaya? Podrían mandar los papeles a Corea y después los mando yo de vuelta. —Me quedo esperando en una esquina hasta que de verde.

No, ya que también habrá reunión. —Dice firme la mujer. —Los pasajes están listos, de eso no debes preocuparte, sólo estábamos esperando que contestaras para confirmar la compra. Además, para asegurarnos de que vengas, tu primo te irá a buscar.

—¡¿Qué?! —Es no me lo esperaba. —Pero si me puedo ir sola.

No grites, Deiji. —Bufa al otro lado de la línea. -La decisión está tomada, en corto los pasajes serán enviados con tus datos. Hablamos luego para coordinar las cosas del viaje y espero que contestes, muchacha.

Me cuelga.

Me quedo parada mirando la llamada finalizada, con todas la ganas de tirar y romper mi celular. Odio la idea de ir a Estados Unidos, odio la idea de tener que ver a mis tías, odio la idea de tener que quedarme en su casa.

Había hecho lo posible para escapar de ellas, pero al parecer aún no había logrado desligarme de esas brujas por completo.

Tomo unas cuantas bolsas de snacks, dos botellas de té helado y chicles. Me daba pereza ir al centro a comprarle las donas a Yang Mi, pero la caminata me daría el tiempo suficiente para calmarme y no estrangular a la chica por haber contestado mi celular y haberme metido en esta situación.

Me veo pensando en qué hacer mientras pago todo, recibiendo otra llamada.

¿No se cansan? ¿Por qué llaman tanto? Me cambiaré de número, ya basta.

—Qué. —Digo a penas respondo.

Uy, creo que la enana aún no suelta el celular. —Dice una voz masculina al otro lado, que claramente no es una de mis tías.

¿O sí? Mejor me cercioro.

Ah no, es Lucas.

—Lucas, ¿qué tal? —Pregunto ahora sí en un tono más calmado.

Ah, si eras tú. Pensé que era el minion con rabia. ¿Por qué tan molesta? —Inquiere y se queda callado dos segundos. —Bueno, no importa, te venía a proponer algo.

Alzo mis cejas curiosa, sabiendo que no me veía. Pero mi silencio creo que es necesario suficiente para que siguiera hablando y me explicase luego. ¿Tomo el bus? Son unas cuantas cuadras, pero me pesan las botellas, tendría que gastar un pasaje. Podría tomar el bus de vuelta, cuando esté más cansada, hasta podría tomar un taxi, no quiero caminar.

—¿Qué te parecen acompañarme a una fiesta hoy en la noche? —Me quedo parada pensando mientras lo escucho. —Nos pasarían a buscar a las once y nos podemos quedar allá.

Una fiesta no suena tan mal en estos momentos. Estaba estresada por la situación de mis tías y esto sería un buen pretexto para salir un poco y despejar mi cabeza. No sería la primera vez que estoy con Lucas en un contexto de ese estilo y sinceramente no me desagrada la idea.

—Okey, suena bien. —Respondo sin pensármelo mucho, quería salir esta noche.

—Bien, te espero afuera de la universidad veinte para las once. —Dice Xuxi con emoción, colgando la llamada.

˗ˏˋ . ˚ 🌤 ˚. 'ˎ˗


Arreglo mi flequillo ya mucho más largo y peino mis cabellos con un poco de crema para desenredar. No sabía si el vestido que estaba usando era muy corto o no, pero con las medias y el short que me sujetaba hasta los pecados, no dejarían que se me viera algo.

—¿Dónde vas? —Pregunta Song apoyándose en el marco de mi puerta mientras sonaba música de Candy Crush de su celular.

—A una fiesta. —Respondo concentrada en separar mis pestañas. —Lucas me invitó.

Un sonidito de desagrado sale de los labios de mi amiga, haciéndome mirarla con una ceja alzada. ¿Qué fue ese sonido?

—Amiga, no me agrada él. —Dice después de un suspiro. —Ojito, que tiene la pinta de ser igual de pelmazo que Bonk.

Dejo mis cosas sobre mi mini tocador, mirándola por el espejo en silencio. Lo sé, salí con uno de esos y los reconozco a kilómetros, pero era sólo una fiesta, no me pediría ser su novia o que nos vayamos a vivir juntos.

Uhg, Lucas como mi novio, no.

—No te preocupes, lo tengo claro. —Me levanto de mi lugar para ir en busca de un abrigo. —Además, me se defender. Mi primo me obligó a aprender kick boxing.

—Cualquier cosa me llamas y mando a la policía a buscarte. —Suelta de manera seria.

Una risita me nace ante la idea, asintiendo un par de veces.

—Nos vemos luego.

Le doy un pequeño besito en la mejilla a la castaña, dejando su piel llena de brillitos y una tinta color coral. Me dispongo a salir del edificio cuando me llega el mensaje del chico, caminando unos cinco minutos hasta llegar a la entrada.

Un silbido me da la bienvenida, teniendo en pocos segundos la gigantesca mano de Lucas en mi cintura, junto con un sonoro beso en mi mejilla.

—Agradecido de haberte invitado y que seas mi cita. —Bromea este en un guiño.

Sonrió suavemente, sin saber que responder ante eso. Jamás sabía responder a ese tipo de comentarios. Tenía dos opciones, quedarme callada de manera incómoda o sonrojarme por la vergüenza. Pero la segunda sólo pasaba con personas específicas.

Una camioneta toca la bocina, viéndose por la parte del conductor el mismo chico con cara de príncipe que vi la vez de la pelea.

Subo al asiento de atrás junto con mi compañero, ya dentro tres chicas y dos chicos además del conductor.

—Soy Hendery un gusto. —Dice animado quien conduce.

Saludo con una sonrisa, habiendo respuesta sólo de los hombres mientras que las chicas hacen una pequeña reverencia a modo de saludo, pero más allá no hay sonidos de su parte.

Mmh, hay algo que no me agrada acá y no podría decir que es. ¿Fue buena idea venir? Espero que sí, necesito un espacio para distraerme y salir de fiesta.


˗ˏˋ . ˚ 🌱 ˚. 'ˎ˗


¡ADIVINEN QUIÉN VOLVIÓ DESPUÉS DE 800 AÑOS! YO, LA MISMÍSIMA.

Pido perdón, no hay excusas, sólo diré la universidad y mi estabilidad emocional.
Había estado queriendo actualizar hace tiempo, but I wasn't able to do it.
Sin embargo, aquí va un pequeño capítulo, escrito con mucho amor.
Espero que les siga gustando, prometo que al tener más disponibilidad, le daré más tiempo a mis bebés.
Ojito, que se está sabiendo un poquito más de la vida Cassie.

Cualquier cosita relacionada a cohesión u ortografía, me pueden decir y así la lectura se hace mucho más placentera.

Besitos en la cola ♡

Published: 28 September, 2022.

Continue Reading

You'll Also Like

387K 34.8K 50
𝙃𝙤𝙪𝙨𝙚 𝙊𝙛 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 || 𝐒𝐚𝐠𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 "Ser una Black digna de su apellido" Estos eran los pensamientos de Madelyn...
36.6K 7.1K 33
nacido en una familia llena de talentos aparece un miembro sin mucho que destacar siendo olvidado sin saber que ese niño puede elegir entre salvar o...
163K 8.8K 22
Un amor ¿prohibido?. Qué tan loca estoy para que me gusten siete chicos a la vez. Y que ellos estén enamorados de mi. ¿Esto está bien?. No lo se, per...
102K 6.1K 25
𝐒┊𝐒 𝐂 𝐑 𝐄 𝐀 𝐌★ 𝐋 𝐀 𝐑 𝐀 no entendía el por que le temian tanto a su compañero de universidad 𝐓 𝐎 𝐌, el tenía actitudes raras pero no lo...