¡Volví!
Este capítulo está especialmente dedicado a LamejorJeagerista_
Espero te agrade :)
TW: en este capítulo se hablará de la muerte de un personaje principal, por lo que si este tipo de temas no son lo tuyo, te recomiendo no leer.
Habiendo pasado la advertencia, podemos continuar.
La canción que sirvió de inspiración para este one shot es:
"Another Love" de Tom Odell.
Escuché un sonido sobre una superficie de madera por segunda vez pero no estaba segura si se trataba de algo cerca de mi o algún sonido que provenía del exterior, por lo que continué mi redacción.
—¿Líder de escuadrón?
Escuché que mencionó una voz en un tono muy bajo.
Me giré apresuradamente hasta que Armin entró en mi campo de visión.
—¡Armin, hola!, no te escuché entrar. —dije mientras reía por lo inesperado que era verlo en mi laboratorio, sobretodo después de los eventos que habían sucedido recientemente.
Él se notó incómodo de inmediato.
—Toqué la puerta varías veces pero como no escuché respuesta decidí echar un vistazo antes de poder ir a buscarla a otro sitio. —mencionó con una pequeña sonrisa condescendiente.
Ah, seguramente lo había enviado Erwin.
Le sonreí para que pudiera recuperar la confianza que le caracterizaba.
—Bueno, aquí estoy, ¿para qué me buscabas? —pregunté girándome por completo sobre mi silla.
Y claro, indicándole que podía tomar asiento sobre una silla a un costado de mi escritorio.
Él no perdió tiempo y avanzó rápidamente a través de la habitación para poder llegar a donde previamente le había indicado, tomó asiento y me observó con atención.
No sabía con exactitud qué esperaba Erwin sacar de todos estos pequeños interrogatorios, por un lado me sentía algo agobiada por la gente que enviaba a hablar conmigo pero por otro no podía evitar apreciar lo que hacía.
—Él comandante Erwin me envió —fue su primer comentario.
Bueno, por lo menos estaba siendo honesto desde un comienzo.
Asentí mientras recargaba mi peso en el respaldo de la silla donde me encontraba sentada.
—¿Qué es exactamente lo que espera lograr con esto? —pregunté genuinamente intrigada—. Todos sabemos lo que ha estado sucediendo, no hace falta entrar en detalles, ¿o sí? —pregunté de forma retórica.
Armin se revolvió sobre su asiento con pesar.
—Creo que es su forma de hacerle saber que está preocupado por usted —realizó una pausa, intentando encontrar las palabras correctas para continuar—. Y justo como usted lo menciona, también por lo que ha estado pasando recientemente.
Me miró como esperando un regaño, pero aquello nunca llegó.
—Te refieres a Moblit —mencioné, era sobretodo una afirmación, mientras levantaba una ceja, era un comentario obligado, ya que todo esto giraba alrededor de ese hombre.
Asintió lentamente.
—Que puedo decirte... él ha intentado acercarse más a mi, es todo. —dije restándole importancia.
Y es que después de lo que sucedió con Levi en Shinganshina todos parecían estar preocupados por mi, yo también estuve preocupada por mi en algún punto de la historia, a veces aquel sentimiento volvía sin la menor advertencia y tenía la necesidad de aislarme de todo y todos para poder sobrellevarlo, pero esperaba que algún día pudiera hacer las pases con ese sentir, aún no pero tal vez en el futuro, aunque esto de lo que hablaba con Armin era algo más bien... reciente.
—Eso lo hemos notado, pero lo cierto es que usted sigue sin verse... —de nuevo tomó una pausa para encontrar la forma correcta de mencionar algo desagradable—. ¿Feliz?, es como si nada hubiera cambiado entre usted y él, pero él se nota demasiado entusiasmado.
Suspiré.
Esta no sería una conversación del todo amena y eso era bastante raro ya que era con Armin con quien me encontraba charlando.
—La verdad es que no lo soy, creí que ya todos lo sabían —enseguida levante la palma de mi mano para indicarle que esperara ya que aún no había terminado de hablar—. He intentado convencerme de que lo soy, pero no he tenido mucho éxito como tú y Erwin se habrán dado cuenta y probablemente muchas otras personas más.
Me crucé de brazos al terminar.
Él acomodó su cuerpo hasta quedar prácticamente en la orilla de la silla, encorvado hasta que sus brazos quedaron sobre sus muslos, y de alguna forma esa posición que adoptó lo hizo verse mucho más accesible, o por lo menos eso me pareció a mi.
—No debió haber sido fácil el tener que lidiar con la pérdida de una persona tan importante como lo fue el Capitan Levi, para nadie lo fue, pero estoy seguro de que nadie sintió su pérdida igual que usted.
El escuchar de nuevo su nombre me hizo sentir esa nostalgia y tristeza terribles que sentí en los primeros días sin él.
—En eso tienes razón, no lo fue —me detuve para aclarar mi garganta y enseguida agregué—. No lo es.
Y nunca lo será.
Esto estaba por tornarse sentimental, lo sabía, podía sentirlo y no solo por la forma en que mis ojos comenzaron a llenarse de lagrimas, y la expresión del rubio se suavizó al darse cuenta, si no también por el hecho de que el jovencito delante mío tomó aire y continuó.
—Después de todo, no solo era su compañero desde hace años, también era su amigo, era la persona en la que más confiaba en toda la legión, eso se notaba incluso a la distancia.
Y no solo eso, pensé con recelo, pero no dije nada.
—Se que ninguno de nosotros jamás podrá entender cómo se siente.
Asentí dándole la razón, enseguida el silencio envolvió la conversación, y aproveche ese momento para poder retirar las lágrimas de mis mejillas con con dorso de mis manos.
Mientras Armin pensaba cómo poder continuar con aquella plática el silencio que nos arropó no fue para nada incómodo, lo cual me hizo recordar a cierto pelinegro y los incontables momentos que habíamos pasado en silencio, satisfechos con sabernos uno al lado del otro.
—Pero en palabras del comandante Erwin, no estoy seguro de si lo que intenta tener con Moblit hará que se sienta mejor —aquello lo hizo enrojecer, ya que sabía que no era su intención el entrometerse en todo esto, él después de todo era mucho más sutil para tratar estos temas.
Asentí.
—A estas alturas tu solamente no eres un estudiante, te considero un buen chico, así que seré sincera contigo ya que Erwin parece no darse cuenta de lo qué pasa, aunque creo que tú si que lo has notado. —dije rápidamente antes de que pudiera hablar de regreso.
Armin guardó silencio.
—Moblit ha sido mi ayudante desde hace mucho, mucho tiempo, eso no justifica lo que está intentando pero fui yo quien decidió darle la oportunidad, creo que necesitaba algo más en que pensar que... tú sabes —dije encogiéndome de hombros.
El rubio me dio la razón.
—Pero como habrás podido darte cuenta, esto no está funcionando —reí amargamente—. No solo basta con querer que algo se de para que suceda.
El trasfondo de todo esto comenzó cuando Levi se sacrificó en mi lugar, de eso ya hacía más de un par de años en Shinganshina, en aquel momento debido a tan inesperado giro de la historia fue que Erwin decidió dar marcha atrás, y de esta forma regresar sin la mitad de la legión, quienes habían dado sus vidas por la iniciativa, al igual que Levi.
Al final volvimos sin resolver aquel problema, sabiendo la traición de dos personas dentro del corazón de la legión, sin la mayoría de los reclutas y por supuesto sin el hombre más fuerte de la humanidad.
Muchos se negaron a creer aquello en cuanto lo supieron, pero al confirmarlo al vernos volver, fue que se resignaron a que todo por lo que luchábamos estaba perdido.
Había trabajado muy duro con Erwin para poder formar estrategias pero la verdad es que este último par de años no habían sido los más fructíferos en la historia de la legión, habían sido bastante oscuros de hecho.
Se podía respirar un aire de melancolía todo el tiempo, y no era para menos, las esperanzas de todos los reclutas yacían sobre un maniático de la limpieza con habilidades extraordinarias para el combate, mismo que ya no se encontraba entre nosotros.
Erwin y yo aprovechábamos todo el tiempo que teníamos libre para poder pensar con detenimiento que sería de la legión en un futuro, pero inevitablemente poco a poco fuimos distanciándonos el uno del otro, era por ello que prefería enviar a diferentes reclutas a conseguir información a venir a preguntarme directamente las cosas.
No me malentiendan, seguíamos siendo amigos, de eso no había duda, pero la pérdida que sufrimos años atrás creo una brecha bastante difícil de poder atravesar, hacíamos lo posible pero aún parecía complicado poder superarlo.
Y al final Levi seguía muerto...
Hubo un tiempo en el que me había culpado de que la legión hubiera perdido a la persona que brindaba motivación tanto dentro del lugar como en los ciudadanos, no me consideraba digna de tal sacrificio pero después de algún tiempo llegue a la conclusión de que él no hacía las cosas a la ligera, tenía sus motivos para hacer lo que hizo y también estaba ese lazo afectivo que había entre nosotros.
Era obvio que en algún momento, debido al afecto que teníamos el uno por el otro, alguno terminaría dando la vida por el otro, y lamentablemente no tuve oportunidad de hacerlo yo primero.
Lo cierto es que no tenía la capacidad de cambiar el pasado, por ello, por no dejar que el sacrifico de Levi fuera en vano y por las incontables charlas motivacionales que Erwin me había dado fue que decidí aprovechar la segunda oportunidad que me dio para continuar trabajando arduamente por el bienestar de la humanidad, aún sin muchas novedades pero haciendo todo lo que podía mientras podía.
Y todo aquello era lo que nos traía a la situación que recientemente se presentaba.
Moblit.
Como antes había mencionado, había decidido darle una oportunidad a mi ayudante de acercarse cuanto quisiese a mi.
Sabía que desde ya hacía bastantes años había mostrado cierto interés romántico en mi, pero por mi parte, creo que al igual que todos en algún punto, estaba demasiado ensimismada en la relación que tenía con Levi como para poder ver qué efectivamente Moblit continuaba ahí, esperando una oportunidad.
Una que honestamente no creí siquiera que llegaría, pero las cosas cambian, supongo.
Y a lo que se referían todos era al cambio de actitud que Moblit había tenido conmigo.
Se mostraba mucho más servicial y amable, incluso había dado muestras de índole romántica en público, por ejemplo cuando tomaba mi mano al dirigirnos hacia el comedor o bien cuando intentaba arreglar mi cabello después de haberme encontrado dormida sobre mi escritorio o simplemente la forma en la que me miraba, como si no existiera nadie más que yo.
Sabía que todo aquello lo hacía porque lo que sentía por mi era algo que había estado esperando para que pudiera demostrarlo, pero al igual que le había comentado a Armin, esto estaba funcionando de forma unilateral.
Por un lado Moblit se notaba radiante, había ocasiones en que lo miraba sin que se diera y el simple hecho de poder tomar mi mano entre la suya parecía ser suficiente para que esa sonrisa se mantuviera semanas sobre su rostro, para poder continuar con todo.
Y en esas mismas ocasiones no podía evitar apartar la mirada al preguntarme que estaba haciendo al ilusionarlo de esa forma.
Había sido yo quien había decidió darle la oportunidad, ¿por qué no podía poner de mi parte?
Simple.
Porqué no podía.
Al final Erwin tenía razón, siempre la tenía.
Había intentado lidiar con la pérdida de Levi llenando esos espacios vacíos sin él con todo lo que me fuera humanamente posible, por lo que trabajé durante semanas sin descanso alguno, y si no fuera por la oportuna intervención de Erwin hace ya un tiempo probablemente debido a mi imprudencia ya habría alcanzado el mismo final que el pelinegro.
Y ahora mismo estaba haciendo lo mismo, la diferencia es que esta vez estaba usando a Moblit para intentar reemplazar un espacio que sabía no le pertenecía.
Esto había estado sucediendo por algunas semanas, pero al parecer era hora de que llegara a su fin.
Después de todo aquel recuento de los hechos dentro de mi cabeza le hablé de nuevo a Armin.
—Hablaré con él, se que esto no será agradable pero sin duda es mejor dejar las cosas en claro de una vez, antes de que se ilusione aún más con algo que no puedo ofrecerle.
Armin se incorporó sobre su lugar y me miró directamente a los ojos.
—Yo estoy aquí para ayudarle en lo que usted me pida.
Su actitud honestamente me alegró bastante, seguramente sabía que intentaría poner algo de distancia entre mi ayudante y yo para que esto no resultara tan doloroso, era por ello que directamente se estaba ofreciendo para reemplazarlo en sus tareas.
Le sonreí mientras asentía.
—Agradezco tu propuesta, créeme que la tendré en cuenta pero primero déjame resolver esto, después hablaré contigo —hice una pausa en la cual Armin pareció preocuparse por mi falta de argumentos—. ¿Podrías decirle a Erwin que iré a verlo más tarde?.
Aquello lo hizo sonreír de una forma poco usual.
—Por supuesto, líder de escuadrón, le haré saber al comandante.
Asentí con lentitud mientras observaba a Armin ponerse de pie, espere que se fuera sin más, después de todo no había nada más que mencionar, excepto que si lo había.
—Le agradezco la confianza que tuvo al hablarme de todo esto, se que no es de mi incumbencia, pero lo cierto es que al igual que el comandante, yo también me encontraba bastante preocupado por cómo resultaría esto.
Me giré de nuevo para poder verlo.
—Gracias por preocuparte, te aseguro que voy a resolverlo.
Armin asintió con una enorme sonrisa y luego abandonó el laboratorio, no sin antes mencionar un "Hasta luego, líder de escuadrón".
Ahora venía la parte difícil, hablar con Moblit.
—Siento mucho molestarte.
Mencione sintiéndome nerviosa por cómo se desarrollaría esta plática.
Él asintió observándome con atención.
—No pasa nada.
Respondió sonriendo, aquello hizo que las palabras en mi garganta se quedaran ahí mismo.
Él asintió de nuevo, indicándome que me escuchaba, lo cual me obligó a cerrar los ojos y a tomar una profunda respiración para poder continuar.
Al abrir los ojos y observar los suyos note que algo había cambiado.
En su expresión se notaba la tristeza y la melancolía de algo que desconocía.
—Moblit...—comencé hablando en voz neutral, lo último que quería era hacerlo sentir atacado—. La verdad es que necesitaba hablarte de la relación que hemos estado llevando estas últimas semanas.
Me miró de nuevo con intensidad y enseguida se aclaró la garganta, obligándome a permanecer en silencio para saber cuál sería su respuesta, respuesta a una pregunta que ni siquiera había tenido tiempo de formular.
—Lo sé.
Dijo mientras cerraba lentamente los ojos.
—Sabía que este día llegaría pero no esperaba que fuera tan pronto.
Sonrió ligeramente con aquella expresión de tristeza aún en su rostro, enseguida abrió de nueva cuenta sus ojos.
—Lo intenté, aún sabiendo que no lograría nada.
Nos quedamos en silencio, solamente escuchando la respiración del otro.
—Siento mucho haberte hecho pasar por esto —dije en voz baja.
Él pareció sorprenderse por mis palabras y enseguida se acercó hasta quedar a solo un par de pasos de distancia de mi.
—Por favor no digas eso, estaba consciente de lo que sucedía y aún así insistí, era obvio que esto terminaría de esta manera pero supongo que no quería simplemente quedarme sin hacer nada —comenzó a balancear su peso de un lado a otro, se notaba nervioso.
Era conveniente que dijera algo.
—Aun así, creo que te mereces una disculpa, siento mucho haberte hecho creer que entre nosotros podría existir una relación mucho más profunda al aceptar tu propuesta.
Sonrió.
—Le agradezco la oportunidad —tomó mi mano derecha al decir aquello, y en la oración que abandonó sus labios noté la formalidad con la que había comenzado a referirse a mi.
Honestamente aquello me provocó un sentimiento de tristeza inmenso, podía notarlo alejarse, no de forma física pero si poniendo alguna especie de límite entre nosotros, volvía a ser su superior.
Y no solo Hange.
—Y si de algo estoy seguro —hizo una ligera pausa—. Es que nunca estuve ni cerca de tener algo como lo que usted y el capitán Levi tuvieron, pero créame que el haber podido pasar más tiempo con usted, de esa forma, fue mucho más de lo que algún día siquiera soñé.
Palmeó mi mano derecha con ligereza y enseguida la soltó con más delicadeza de la necesaria.
Fue su acción la que me obligó a intentar terminar con esto de una forma mucho más amigable de lo que inicialmente pensé.
Me acerqué a él y lo abracé, palmeé su espalda y después de algunos segundos él respondió a aquel abrazo.
Sentí en la fuerza de su agarre lo difícil que esto sería para él.
Antes de poder terminar con aquel abrazo, decidí ser honesta.
—Puede que no hayamos tenido la mejor de las relaciones pero, quiero que sepas que te aprecio mucho, y no me refiero solo cómo ayudante —tomé aire antes de continuar—. Como persona, eres alguien muy importante para mi, y créeme que sin ti y sin tu ayuda probablemente yo no estaría aquí ahora mismo.
Aquello pareció dolerle mucho más que la disolución de nuestra relación, ya que se abrazo a mi con mucha más fuerza, momentos después lo escuché comenzar a sollozar.
Intentaba mantenerse en silencio, mientras su cuerpo se movía involuntariamente debido a su llanto.
Únicamente me limité a pasar mis manos por su espalda, no sabía que más podía hacer.
—Me da gusto que aún se encuentre con nosotros.
Mencionó en voz baja, separándose de mi.
Lo miré mientras se secaba el rostro con un pedazo de tela que había sacado de un bolsillo de su pantalón.
Le sonreí.
Se aclaró la garganta antes de continuar.
—Creo que no había tenido oportunidad de decirle esto pero, siento mucho su pérdida —tomó aire—. Espero en el futuro usted pueda encontrar la felicidad que vivió a su lado.
Recién había terminado de decir aquello y mis lágrimas ya me nublaban la vista, él me observó llorar sin decir una sola palabra.
Sacó otro pañuelo de su bolsillo y me lo ofreció.
Lo tomé mientras mi llanto parecía no querer disminuir.
Minutos después, ya habiendo controlado mi propia tristeza o por lo menos intentarlo, fue que Moblit comenzó a hablar.
—Entiendo la situación, por lo que si necesita mi ayuda no dude en pedírmela, estaré trabajando con Inna para evitarle alguna incomodidad.
Lo observé con detenimiento.
—Eres demasiado amable, aprecio que hagas esto por mi, pero también quiero que sepas que sin importar lo que sucedió sigo aquí para cualquier cosa que necesites, así que no dudes en pedir mi ayuda en caso de ser necesario, sigo siendo tu amiga después de todo.
Aquella combinación de palabras lo hizo titubear un poco antes de finalmente hablar.
—¿Puedo darle un último beso?—menciono con aprehensión.
No puedo decir que aquello me haya tomado por sorpresa, ya que conocía a Moblit, por lo que asentí dándole autorización.
Él se acercó a mi con cautela, tomó mi rostro y depósito un último beso sobre mi mejilla izquierda y después me abrazo ligeramente, todo aquello me hizo sonreí.
No había forma en que pudiera terminar esta relación en malos términos con una persona como él, tan comprensivo y entregado.
—Gracias por tanto, siento mucho no haber podido corresponderte como es debido.
Él negó.
—Usted es libre de sentir y de elegir a quien usted quiera, gracias por ser clara conmigo.
Fue mi turno de tomarle la mano y darle un ligero apretón.
—Tengo que irme —mencionó Moblit con tristeza.
—Lo sé —respondí soltando su mano.
Él retrocedió, acercándose a la puerta de la sala de prácticas.
—No se ponga al límite como acostumbra, por favor, cuide de su salud.
Siempre al tanto.
—Lo intentaré.
Dije sin prometer nada, aquello lo hizo girarse para observarme con incredulidad.
—Estoy bromeando, lo haré, cuidaré de mi.
Dije asintiendo, aquello pareció tranquilizarlo y le arrancó una ligera risa.
—Hasta luego.
Dijo a modo de despedida, respondí de la misma forma, antes de verlo desaparecer por la puerta.
Me senté sobre una silla intentando procesar todo lo que había sucedido, sabía que esto no sería nada fácil para él, para mi tampoco lo sería pero era más que nada por el sentimiento de culpa, él en cambio...
Sus sentimientos eran genuinos, reales, esto le tomaría un tiempo, pero estaba segura de que encontraría a la persona adecuada para él.
—Adelante — le escuché decir desde dentro de su oficina.
—Espero no interrumpir nada importante —dije al entrar y cerrar la puerta de la oficina detrás de mi.
Mi presencia pareció haberlo sorprendido en sobremanera, por lo que no pude resistir el molestarlo por ello.
—¿Armin no te aviso que vendría? —pregunté con humor.
Él se levantó de su silla y avanzó hasta donde me encontraba.
—Sí, él...—continuaba sorprendido y aquello fue interesante ya que a Erwin nada le sorprendía—. Él me avisó, pero no creí que vendrías tan pronto, supuse que aquello significaba en un par de días o una semana, no hoy mismo.
Aquello me hizo reír.
—Bueno, ya estoy aquí —dije mientras colocaba ambas manos sobre mi cadera.
Él sonrió de regreso.
—Ya lo veo, ven siéntate —dijo invitándome a tomar asiento en uno de los múltiples sillones que tenía a un costado de la puerta.
Él tomó asiento en un sillón para dos personas y yo decidí sentarme frente a él, en uno individual.
En cuanto tomamos asiento él de inmediato comenzó a hablar.
—Cuéntame, ¿cómo has estado?, ¿cómo te sientes?, ¿has estado comiendo, durmiendo como es debido?, hace bastante que no tenemos oportunidad de hablar como antes lo hacíamos —dijo con una cálida sonrisa.
Asentí dándole la razón, pero al intentar responder a sus preguntas un nudo se instaló en mi garganta y me impidió hablar.
Él lo notó enseguida, y me dio un momento.
Mismo que aproveche para comenzar a llorar por tercera vez en el día.
Podía darme cuenta que todo el pesar que aún sentía por lo que había sucedido con Levi y todos esos sentimientos que no pude expresar en su momento habían comenzado a mostrarse a la más mínima oportunidad.
Y no solo era eso, era la preocupación que muchas personas sentían por mi, por mi bienestar, su interés por verme bien, por poder verme feliz.
Escuché a Erwin levantarse de su asiento y acercase a mi, yo continué con mi llanto por algunos minutos.
Cuando me tranquilice un poco, levante la mirada y ahí estaba él, esperando a que lo observara.
Me estaba ofreciendo su mano, claramente para que me pusiera de pie.
—Erwin —dije en voz baja, él hizo un sonido desde el fondo de su garganta, preguntándome silenciosamente que quería decir—. No se bailar.
Aquello pareció confundirlo, pero una vez se dio cuenta que aquello había sido un comentario tonto de mi parte por aquella mano que él me ofrecía comenzó a reír.
—No has cambiado, me da gusto.
Y aunque sabíamos que ambos habíamos cambiado, nadie mencionó nada.
Tomé su mano y tan pronto estuve de pie él me abrazo, como el amigo que siempre había sido, como el confidente que siempre había estado ahí para mi, aquel apoyo, aquel pilar que había estado en mis momentos más oscuros y también había sido participe desde la lejanía de los más brillantes.
Lo abracé con entusiasmo mientras nos balanceábamos de un lado a otro mientras reíamos en voz baja.
Había extrañado mucho esto, poder compartir un simple abrazo, un regaño, un consejo, una sugerencia, una palabra de parte suya.
Nos soltamos y Erwin me indicó que me sentara en el mismo sofá donde el previamente se encontraba.
Comenzó de nuevo con las preguntas.
Nunca mencionó nada acerca de nuestras posiciones, de nuestros roles como principales miembros de la Legión de Reconocimiento, en ese momento solamente fuimos nosotros dos.
Un par de amigos tomándose un momento para ponerse al día.
Después de lo que parecieron horas y probablemente lo hayan sido comenzó a ponerse sentimental.
—Quiero que sepas que no importa lo que pase, siempre estaré aquí para ti— hizo una pausa y de inmediato supe que lo mencionaría—. Se que no soy Levi, pero si hay algo en lo que pueda ayudarte solo dímelo, sabes que puedes venir aquí cuando quieras, siempre serás bienvenida.
Le agradecí.
—Ya se que no eres Levi...— aquello pareció tomarlo desprevenido—. Eres demasiado alto.
Nos miramos en silencio, para después comenzar a reír.
Si algo había extrañado, había sido aquello, esa complicidad y trato amistoso.
Después de todo, éramos los últimos veteranos dentro de la Legión.
Pero sobretodo, éramos amigos.
¡Bueno eso ha sido todo!
Me gusta creer que Hange al igual que todos tiene un lado extremadamente sensible sobretodo hablando de temas que le importan, como por ejemplo Levi, y no tiene miedo de mostrar sus emociones.
Basándome en esa teoría fue que este one shot fue escrito.
Espero les haya gustado.
Comentarios/ sugerencias acá.
¡Todos aman los votos y los comentarios!
Nos leemos pronto
Bye ✌🏻