『 Meraki』【℘ơʂɛıɖóŋ】ⓢⓝⓥ

By ElleLa_

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❝Poseidón es el dios más temido, nunca ha sentido nada, él no aprecia nada, no respeta nada. Poseidón..no pos... More

[̲̅0̲̅] Bienvenidos
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By ElleLa_


   
    
            ╔═.✵.═══════════════╗
               Lo opuesto al amor no es
              el odio, sino la indiferencia.

                                             Elie Wiesel
            ╚═══════════════.✵.═╝

   
                                         ✵

    
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     ▃▄▅▆▇█▓▒░Honestidad░▒▓█▇▆▅▄▃

-¿Besaste a esa mujer?- su responsabilidad como adulta se veía afectada, la confianza en el menor se derrumbó.

-No lo hice- respondió cuando todos salieron de la primera impresión, no estaba mintiendo.

-¿Quién es Bahari?- Aemon era el único desinformado.

-Lo hiciste Caesar- afirmó notando la inquietud del rubio.

-¡No!- le enfurecia que no le creyeran.

-¿Estas mintiendo Helena?- preguntó Karissa, solo quedaba oír los últimos argumentos, un nudo en la garganta le impidió seguir hablando.

-Dije la verdad..- su expresión era amarga, ni acusando al rubio se sintió satisfecha- la vi subirse a un convertible negro cuando se despidieron.

-Ya no mientas Caesar- pidio la pelirroja normalizando su respiración.

-Nunca la he besado- repitió por tercera vez el ex rey.

-¿Qué relación tienes con ella?- la respuesta rompería su corazón.

-..ningunano es nada mio- no le gustaba sentirse arrinconado por la situación, hizo la mirada a un lado cuando el silencio se hizo por segunda vez.

-¡¿Quién es Bahari?!- volvió a preguntar Aemon perdiendo toda la paciencia, no lograba dar alguna opinión si nadie resolvía sus dudas.

-¡La mujer que se ofreció para auspiciar la carrera de Caesar!- Aemon merecía saber la verdad, sus ojos soltaron un par de lágrimas rebeldes- estas mintiendo Caesar, ¿Quién es ella para ti?- odiaría ese día hasta el final, sin embargo necesitaba confrontar la verdad.

-Nadie- recalcó cansado de lo mismo, bastante se estaba denigrando al quedarse en esa infructuosa discusión .

-...nadie- deletreo con sarcasmo, su expresión se contrajo dolorosamente, un jadeo salio de sus labios junto a un suspiro, el rubio ya había admitido la verdad al quedarse a discutir la "acusación", de ser inocente simplemente se habría encerrado en su habitación dejando a todo el mundo hablar como de costumbre cuando tenían otras peleas, Karissa sintió que falló como hermana- solo eres un niño- retuvo un sollozo, sus lágrimas se agolparon haciendo borrosa su mirada- ¿por qué con esa mujer?.

-...- no pudo responder algo tan difícil de explicar, su situación con Bahari era sumamente enfermiza, Karissa nunca entendería.

-¿Qué clase de ser humano eres Caesar?- Aemon estaba decepcionado.

-Por lo menos acepta tu relación con esa mujer- Karissa necesitaba guiar toda su frustración sobre alguien, el rubio era menor de edad, rápidamente fue catalogado como la víctima en su cabeza, Bahari no- ¿qué te hizo para que aceptaras?.

-No tengo nada que ver con ella- insistió el de ojos azules, el no tenía porque dar explicaciones, ni menos disculparse por decisiones que solo afectaban en su vida.

-¡¿Entonces por qué lo hiciste?!- sus emociones explotaron juntas, le dolía darse cuenta que en realidad no cuido bien de sus dos menores, que le mintieran tanto, que Caesar al callar prácticamente defendiera a su agresora.

Me equivoque!- su paciencia también llego a límite, le costaba admitirlo, pero era hora- ¡hice lo que jodidamente todos hacen!- su sangre hervía en sus venas, su expresión se frunció- ¡cometí un error como cualquier otro asqueroso humano lo habría hecho!- dicho esto salio corriendo de esa casa

Aemon corrió a abrazar a Karissa, en ese momento solo importaban los tres, dejando de lado el problema inicial que había desatado todo ese infierno, Helena.

Las consecuencias de ese error llegarían cargadas de una tragedia.

   
                . ⋅ ˚̣- : ✧ : – : ✧ : – : ✧ : -˚̣⋅ .

   
                                                    Grecia
                                                Athenas.
 
-Nos están despedazando mi señora- las ojeras eran prominentes bajo sus ojos, se presentó en la oficina con la camisa desarreglada y pantalón arrugado.

-¿Cómo se atreven?- su semblante era similar al del hombre, su piel pálida y su expresión cansada confirmaban todo el estrés que estaba viviendo- ¿localizaste a Bahari?.

-No responde las llamadas que le he hecho.

-Ingrata, quiero ver como reacciona cuando se de cuenta que sus hermanos se están apropiando de su amada herencia- dijo tirando de el gran escritorio los documentos que su asistente le entregó.

-No la culpe mi señora, aquí era presa segura para los enemigos de la familia.

-Phillip- llamó razonando la mujer mayor, sus cabellos rubios carecian de brillo solar- ¿dónde esta mi hija?- inquirió con severidad- es momento de romper tu silencio.

-Bahari..- era traicionar su palabra de honor, pero estaban en una situación que lo requería- esta en América, Miami.

-Estupida, se fue a meter a la boca del lobo..

-Estudie el terreno antes de mandarla, no hay peligros mi señora- explicó el hombre algo perplejo.

-Te equivocaste Phil- su expresión se hizo amarga.

-¿Por qué lo dice señora Heket?- el nunca se equivocaba en su trabajo.

-Hazme reservacion cuanto antes para Miami, voy a traerla a Grecia personalmente- ordenó la mujer, no podía desaparecer ni por unas semanas por qué al regresar todo era un desastre, que solo ella sabía resolver.

Aunque esta vez no estaba tan segura de lograrlo.

   

                . ⋅ ˚̣- : ✧ : – : ✧ : – : ✧ : -˚̣⋅ .


Karissa sufría reteniendo su ira masiva por la mujer que a sus ojos era la causante de todas sus desgracias, nunca más dejaría solo a su pequeño hermano.

15 días después, su habitación se había convertido en su prisión, siendo vigilado a cada hora por la pelirroja, se arrepintió de volver a esa casa.

Estando así le impedía ir a hablar con Bahari, tampoco se la encontraba por el colegio, exhausto de buscarla en cada receso decidió tomar otro camino, aunque resultaba más personal.

-Es la novena vez que buscas a esa mujer Issa- estaba preocupado por el aspecto que su novia estaba cobrando los últimos días, estaba seguro que casi no dormía- tal vez..se fue.

-No lo hizo, conozco esa mirada- se culpaba por no prestar suficiente atención el día en que se conocieron-, no se detendrá- contestó bruscamente, no había poder humano que la calmase- yo tampoco lo haré Will.

-No tienes nada sobre ella, tan solo la dirección de ese edificio, fuimos juntos y nunca la hemos encontrado.

-En algún lugar de Miami tiene que estar- sus deseos asesinos eran más fuertes que su lado civilizado.

-Estoy preocupado Issa, llevando este ritmo no seguirás por mucho de pie.

-Esa maldita va a caer antes que yo Will, te lo juro- el veneno contra Bahari cada vez se metía más en su ser.

Al de ojos verdes solo le quedó asentir en apoyo a la voluntad de su amada, aunque la idea no le gustaba nada.

-Pregúntale a la directora, Issa.

-Podría decirme mentiras para encubrir a esa mujer- ya no confiaba ni en su sombra.

-No si eres convincente- sus miradas conectaron en complicidad.

Era momento de involucrar a más personas.

Tras la puerta de su habitación oyó toda la conversación, alborotando sus cabellos rubios se levantó, ni Karissa, ni nadie podía adelantarse a él, necesitaba encontrar primero a Bahari, tenía la delantera.

Otra dirección en donde claramente tenia que estar.

Solo esperaba el momento propicio para hacerlo. Resolvería su situación con la griega de cabellos negros.

Para siempre y nadie tendría que meterse en su vida.

  
  ✧・゚: *۩・゚:*Contundencia*:・゚۩*:・゚✧

  
En un principio tuvo dudas cuando su servidumbre le avisó que tenía una visita muy especial, oír el nombre que anunciaron le bastó para dirigirse hasta el recibidor de esa enorme casa.

Sus ánimos mejoraron al imaginar al chico tan cerca de ella, a sólo unos pasos más.

-Caesar- lo nombró quedando ligeramente sorprendida.

-Karissa- corrigió su nueva visitante con una expresión iracunda- ve borrando esa sonrisa de tu cara, kataraménos enklimatías- soltó con aversión insultando en griego, viendo a la pelinegra de pies a cabeza.

-Ya veo, vienes a desfogar toda la ira que sientes en mi contra, escucharé con gusto, sígueme cuñadita- dijo para provocar a la pelirroja, pronto le dio la espalda para ingresar hasta una de las salas.

-¡Sinverguenza!- gritó Karissa tomando por el pelo a la otra mujer, estaba por arrastrarla por el piso cuando el personal de seguridad la detuvo, obligandola a soltar a su enemiga- ¡abusaste de mi hermanito!.

-Nunca lo obligue a nada- se defendió aun de rodillas en el frío piso, su cabeza latía ardiendo por la sacudida- no es víctima.

-¿Me tomas por crédula?- aun con su estatura se balanceaba del agarre de los dos fornidos sujetos de seguridad- se cuantas formas de abuso existen, te aprovechaste de Caesar, es solo un niño ¡víbora asquerosa!- gritó intentando acercarse nuevamente a la pelinegra.

-El nunca se quejó de nuestros encuentros, la mala influencia eres tu querida- fastidio con diversión, ahora Karissa estaba en sus manos, podía destrozarla por haberle levantado la mano- educas a un hombre con aptitudes únicas, pero lo tratas como un niño sin posibilidades que tiene que depender de lo que su hermanita diga.

-Yo solo intento protegerlo y tenía razón, las plagas como tu nunca tuvieron que acercarse a él.

-¿Y que quieres que haga?, ¿lo dejo?- preguntó acortando distancia con la pelirroja, para su suerte su seguridad la tenia bien sujeta.

-Si no lo haces, te haré vivir una agonía- amenazó Karissa comenzando a tranquilizarse- no puedes tener alguna buena intención estando tan podrida- escupió dirigiendo una mirada de asco a la pelinegra.

-Yo tengo varias querida- sus dedos atraparon la quijada de la hermana de su amante- Caesar va a ser mio- dictaminó dando un beso en la mejilla de la pelirroja antes de alejarse- ¡sueltenla!- ordenó sin evitar una carcajada.

-Maldita zorra, ¡te deseo lo peor que hay en esta vida!, déjalo tranquilo, ¡asquerosa!- los insultos salieron uno tras otro siendo oidos por cada ser viviente de esa mansión.

A lo lejos Bahari sonrió ladina, preparando su garganta para responder.

-¡Todas! las maldiciones que se te ocurran, todas las ofensas..., ya me las han dicho querida, ¡búscame cuando encuentres algo que pueda dolerme!- dicho esto se despidió con un guiño de ojo, ahora más que nunca tenia que ir a dar con el rubio, tenía planeado llevárselo con ella.

Afuera el clima se tornaba frío y el panorama oscuro, en Miami no llovía con frecuencia, sin embargo el cielo comenzó a tronar con relámpagos muy cercanos a las playas.

Nada bueno auguraba esa atmósfera.
  
   
                 . ⋅ ˚̣- : ✧ : – : ✧ : – : ✧ : -˚̣⋅ .
   
La noche comenzó a caer por doquier manteniendo consigo la tenue lluvia, pocos minutos faltaban para llegar a las doce en punto.

Las calles ya vacías en su mayoría, las palmeras siendo llevadas de lado a lado por el viento inclemente.

Los invitados de la fiesta improvisada de Bahari terminaban de retirarse, su actitud en ese día no iba en tono de algun festejo, motivos de sobra la perseguían para acabar con cualquier animo alegre.

Esta vez ni el alcohol en su sistema lograba sacarla del mundo real, en la soledad de esa inmensa casa comenzó a dar vueltas dentro, pasando por cada estancia.

Tampoco tenia sueño, era probable que tuviera que preocuparse por huir antes de que su madre la vuelva a encontrar, pero su cabeza estaba llena de pensamientos sobre Caesar, que le impedía reaccionar acorde a su acostumbrada personalidad.

-...-el rayo que poderoso se hizo sonar desde el cielo la hizo sobresaltar guiando su mirar a las puertas corredizas que daban con su patio principal- Je Je..- su mente la empezaba a engañar, la champaña hacia efecto- que lindo te ves asi, completamente empapado- halago la mujer avanzando con torpeza hasta el vidrio que la separaba de su "alucinación"- Aira..

-..Bahari- llamó con total calma el rubio desde afuera.

-El real- se auto respondio la pelinegra, en cuestión de segundos salio para reunirse con su nuevo visitante- me buscaste- la lluvia quedaba en segundo lugar, sus ojos rebuscaban en los ojos del adolescente.

Lo detalló minuciosa en tanto se le acercaba, totalmente mojado, sus hebras se habían pegado a su frente, las gotas de lluvia caminaban por su piel, dándole un aspecto aperlado, su expresión era ilegible, la ropa que tenía puesta casi se había fusionado con su cuerpo, sus labios cerrados en perfecta armonía con su perfilada nariz.

Era un griego en toda su gloria, más que un príncipe, un Dios.

-Ven- condujo al chico hasta su recibidor- espera aquí- mandó encaminandose hasta uno de los pasillos, era difícil de creer que siendo tan orgulloso como era, la fuera a buscar y a esa hora.

Cuando regresó le tendió una toalla, tenía muchas preguntas para él.

-Esto puede considerarse un milagro Caesar, ¿qué te trae por aquí?.

-...- sus labios nunca se movieron, continuaba secando su cabello con la cabeza agachada.

-¿Huiste de tu casa?- preguntó burlona- Karissa debe estar enloquecida- agregó imaginando la reacción de la pelirroja, desearía estar en el mismo sitio para verlo personalmente-, ¿cómo diste con esta casa?

-...- sin advertirlo se precipitó hasta el rostro de la fémina, sus manos se presionaron sobre el mueble que tenía detrás encerrandola, sus ojos bajaron a los labios de la misma en completo silencio.

-Uff..- su burla se iba transformando en deseos, a pocos centímetros detallaba mejor sus rasgos, como sus brazos se remarcaban con la fuerza ejercida, el mínimo espacio que hacía el esfuerzo de separarlos, sus labios fueron hasta los de el reteniendo el aliento- quitatela- ordenó pasando las yemas de sus dedos por la polera mojada del ex rey.

-...- le hizo caso sin mostrar disconformidad o disgusto, su torso cada vez más marcado, fue de toda la atención de Bahari, el rubio se mantuvo inexpresivo.

-Creo..que nos entendemos mejor Caesar- la palma de su mano fue a dar sobre el pecho frío del rubio, su camino era tortuoso hacia su abdomen- ¿te gustaría una vida más interesante?- propuso sumergida en el cuerpo del chico.

-¿Qué?- formuló el ex rey buscando la mirada de su amante.

-Tener poder y mandar sobre el mundo- susurró contra los labios del rubio, estaba tentada a intentar besarlo.

-...-una sonrisa de medio lado es formada por el de ojos oceánicos mientras sus manos se dedicaban a abrir el cinturón, botón y ziper de su pantalón, después estira el brazo para tirar al suelo los adornos que tenía el mueble cómoda-...

-Bien- ella entiende al rubio dejándose llevar sobre el mueble, siendo cargada con suma facilidad- ¿te gustaría?- insistió con referencia a su primer propuesta.

-...- sus ojos brillaron con un sentimiento inexplicable, necesitaba hacer algo desde hace tiempo, sus labios se dirigieron rápidamente hasta Bahari, tal vez lograría besarla-...- termina sujetando el rostro de la pelinegra con algo de fuerza contra el suyo, rozando sus narices, esta vez sus miradas hacen una conexión profunda- no te quiero a ti, menos las demás frivolidades.

En sólo una mirada Bahari pudo notar el gran vacío que tenia el adolescente, nada le servía y sobre todo no mentía.

-...- sin mas que decir se aleja de la mujer, buscando su ropa, ya había cumplido con su objetivo.

-No entiendo..

-Lo haces, "no hay nada que no sepas de mi"- respondió el ex rey terminando de vestirse.

-Entonces es culpa de tu familia- afirmó la pelinegra.

-Deja de engañarte.

-Fue Karissa, después del drama que hizo aqui logró convencerte- culpó cambiando su semblante.

-Así que vino- pensó que estaba un paso adelante, se frustró por esa noticia, era su vida, nadie tenia que meterse.

-Fingiras que no sabias- resolvió mientras rondaba al rubio.

-Eso es aspecto tuyo, fingir, yo digo la verdad, ya no siento nada cuando estas cerca- anunció el ex rey acercándose a la salida- no me busques, déjame tranquilo- añadió, dando fin a la conversación, nada mas tenia que hacer alli

-Estoy segura que mientes.

-Lo que Karissa te haya dicho, no me interesa. Pero lo que viene de mi, es la realidad- no entraría en una discusión con Bahari, sentía que había recuperado su libertad y era mas importante que soportar el "drama romántico" de ella.

Cuando sale al patio es perseguido por la mujer, solo deseaba perdería de vista, sin embargo por el garaje ingresan cuatro camionetas negras, impidiendo su huida.

La puerta de copiloto del segundo auto es abierta dando paso a una distinguida e imponente mujer mayor, de cabellos rubio cenizo, piel pálida y ojos tan claros como los de Bahari, su mirada recorre la entrada a la mansión deteniéndose repentinamente sobre la figura del adolescente.

-Ese niño- dice con un nudo en la garganta a su lado su asistente copia la dirección a la que su jefa veía-..Caesar- era imposible olvidarlo.

-Circe- llamó Bahari tomando una pose seria, por eso tuvo que concentrarse en huir, ahora estaba atrapada por su madre.

-...- una de sus cejas se hundió, estaba algo perplejo, ¿quién era la mujer mayor que sabía su nombre humano?, no lograba recordarla.

    
    
   
_____________________________________

✎Ey!, ¡Holi!..si lo leen -> gracias por el apoyo, espero les este gustando...♡♡

Dato: ya en poco se regresará al Ragnarok.

✎Próximo capítulo, 05/06.

   
                            
                                             Bye..ฅ^•ﻌ•^ฅ

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