『 Meraki』【℘ơʂɛıɖóŋ】ⓢⓝⓥ

By ElleLa_

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❝Poseidón es el dios más temido, nunca ha sentido nada, él no aprecia nada, no respeta nada. Poseidón..no pos... More

[̲̅0̲̅] Bienvenidos
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By ElleLa_


  
   
         ╭━━━━━━━━╯• ۩ •╰━━━━━━━━╮
             Finge la inocencia de la flor,
               pero sé la serpiente que se
                      encuentra dentro.

                                         Shakespeare
         ╰━━━━━━━━╮• ۩ •╭━━━━━━━━╯

    
                                        

   
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-¡¿Desde cuando están juntos?!- chilló Aemon interrumpiendo la explicación de la pareja.

-Deja que te contemos como pasó cariño- la pelirroja parecía una niña pequeña intentando tranquilizar a su "padre" celoso, en este caso Aemon.

Los invitados intercambiaron miradas incómodas, si bien nunca estuvieron cómodos por que el "celebrado" no cooperaba ahora el pelirrojo empeoraba la "velada".

Todo se desató por un comentario sobre el día en el que el de ojos verdes le había pedido a Karissa ser "su novia".

Ahora debía enfrentar la furia del celoso chico, por lo menos Caesar no había tomado una actitud hostil.

-...- sus pensamientos estaban por lo menos al otro lado del planeta, no le interesaba la vida de Karissa, además "su novio", se veía demasiado indefenso según él.

-Vete de mi casa- ordenó el pelirrojo viendo al de ojos verdes seriamente- quien te dijo que te aceptaríamos en esta familia.

-Aemon..- dijo con vergüenza Zia, sentía pena ajena por el show que el dramático de su amigo estaba protagonizando.

-¡Aemon!- esta ves fue Karissa- no..no me veas así, no nos mal entiendas- se estaba volviendo difícil.

-Ese jr te quiere hacer daño, solo mira sus ojos, es malo- se estaba comportando como un niño berrinchudo.

-¡Creo que es momento de irnos!- exteriorizo Eider jalando consigo a su hermana menor que técnicamente estaba hipnotizada viendo hacia el rubio.

Los demás invitados asintieron con la cabeza, pasando cada uno a retirarse de la vivienda, saludaron al cumpleañero desde lejos pues también los intimidaba.

-..me quedo- la pelicastaña aun tenia algo que hacer.

-No te puedes quedar sola Helena- intentaba ser responsable como la mayor.

La discusión entre la familia del cumpleañero seguía..

-Yo la acompaño de regreso Eider- se ofrecio Zia.

-Entonces si no es tu novio, ¡¿por qué sigue aquí?!- solo se calmaria cuando Will se fuera.

-Solo..salimos algunas veces, te lo juro- nunca había afrontado a sus hermanos, su opinión era todo para ella- Caesar, tu no estas molesto ¿verdad amor?..

-¡Nada de Caesar!- grito acercándose cual felino estresado hasta donde estaba el de ojos verdes- el opina como yo, ¡no puede venir un tonto con infulas de romeo a verte la cara Karissa!, adelante hermano dile..- dio paso para que el de ojos azules hablará.

-Me duele la cabeza..- dijo el rubio con la mirada fija en la copa que sostenía, "y no soy tu hermano" terminó en su mente.

Aemon estudio sus palabras, para utilizarlas a su favor.

-¡Ahí está!- bramó tomando las solapas del pobre novio de su hermana, las mujeres en la sala chillaron asustadas- ¡solo eres un dolor de cabeza!, no te aceptamos.

-Aemon- suplicaron Zia, Helena y Karissa viendo como la víctima del pelirrojo era zarandeado como un vil trapo.

-En serio amo a tu hermana, la amo tanto- balbuceaba el de ojos verdes intentando que su "cuñado" mayor lo soltase.

-¡Callate!- Aemon lucia como un animal salvaje, su reaccion no era tan anormal puesto que Will era el primer novio que su hermana presentaba, además luchaba con sus propios traumas gracias a los golpes que habían recibido durante su infancia cuando confiaban en la gente.

-Espera, Aemon no le hagas daño- pidió Helena abrazando por la espalda al pelirrojo.

Cuando la voz de la pequeña y dulce chica se apago, los gritos se detuvieron, poco a poco el novio de Karissa era soltado, Zia suspiró aliviada en compañía de la pelirroja.

-...- "por fin" pensó el rubio terminando de beber el vino que tenía.

-Es que..es que ese tipo no es de confianza Helena- habló pacíficamente, era la primera vez que la chica tenia un contacto tan cerca con él.

-Entiendo, pero antes de hacerle algo, ven a hablar conmigo- sus pequeñas manos acariciaron las mejillas del chico obteniendo toda su atención- ven.

Le dio una señal a la pelirosa que los seguía con la mirada, cuando los vio desaparecer del comedor no pudo evitar forzar una sonrisa, no recordaba cuando fue la ultima vez que Aemon veia asi a una chica.

-¿Estas bien?- la pelirroja procuraba a su "novio", sus hermanos tenían una fuerza envidiable, los había visto pelear en varias ocasiones, solo Aemon pudo haber mandado hasta el hospital a Will, le agradeció a Helena llevárselo para que se calme.

-Vine preparado por si algo así ocurría, no te preocupes.

-Se le pasara- aseguró Karissa queriendo convencerse así misma.

-Voy a retirarme- anuncio el de ojos azules tras unos minutos en silencio, como siempre todo había resultado en un ridiculo espectáculo, por eso se había negado a participar en primer lugar.

-Todo esto fue mi culpa Caesar, tu cumpleaños tenía que salir mejor que esto- se disculpó Will.

-¿Eres sincero?- el pelirrojo apareció de nueva cuenta con Helena sujetando uno de sus brazos.

Karissa rogaba mentalmente para que nada se saliera de control otra vez.

-Lo soy, sin embargo te entiendo cuando dices que para ti soy un desconocido, tu desconfianza con mis sentimientos, entiendo- a pesar de la tensión, Will se manejaba tranquilo.

-¿Que harás para cambiar eso?- la preguntaba sonaba a reto, hundió una de sus cejas entre cerrando sus ojos violáceos.

-Ser paciente, en algún momento podrás creerme, con hechos.

-...-viendo de reojo a la pelicastaña se aclaró la garganta- nunca le hagas daño a mi hermana- advirtió señalando al de ojos verdes.

-¿Ya no estas molesto?- preguntó Karissa.

-No tanto..- contestó abrazando por los hombros a Helena.

Allí estaban los dos prospectos de pareja, siendo melosos uno con el otro, pronto comenzarían sus pláticas sin sentido, sobre lo maravilloso que era "estar enamorados".

-...- "patéticos" pasó por la cabeza del ex rey cuando les dio una ultima mirada, necesitaba aire fresco y el silencio de la luna, esa era la única combinación que servía para él.

........

Otro año más vivido.

Mas experiencias humanas.

Pero hasta el día de hoy, no tenía una sola respuesta a la razón por la que estaba viviendo como un simple mortal. ¿Quién tomó la decisión de enviarlo a ese horrible sitio?.

¿Zeus?, era la respuesta más factible, nadie mas lo habría hecho.

-¿Por qué estas tan solo?.

-...- se dio la vuelta para enfrentar a la chica que interrumpió en sus reflexiones.

-Creo que aún no te lo he dicho, feliz cumpleaños..- la timidez se adueñó de ella.

-...- el de ojos oceánicos escrudiño con la mirada a la chica, quizá por la edad pero tanto Aemon como ella se habían enamorado muy rápido, no les daba más de dos meses antes de terminar.

-Me entere de la beca que obtuviste, también me gustaría felicitarte por eso- su rostro se volvía cada vez más rojo.

-...- no por ser novia de Aemon tenía que intentar ser su amiga, eso era completamente innecesario, además comenzaba a tocar temas que lo inquietaban, como la dichosa beca.

-Además de eso.., yo quisiera decir algo muy importante para mi..- intentaba reunir valor.

-...-respingo al reconocer como el convertible de Bahari se acercaba a su casa- ¿no tenias que irte?.

-Si, pero antes..

-Te acompaño- ofreció tomando el brazo de la chica, acto seguido la dirigió a la salida trasera de su casa.

Su plan inicial salió mejor de lo que pensaba, era momento perfecto para explayar sus verdaderas intenciones.
                                            Helena》.

........

Llegaron a pocas calles del hogar de la chica, su andar se ralentizó, habían corrido durante los primeros minutos.

-¿Ya te sientes mejor?- pregunto el rubio.

-Si, solo fue cansancio, en realidad..no esperaba que quisieras acompañarme- no ocultaba la sonrisa que tenía.

-ah..-¿Que estaría pasando en su casa en ese preciso instante?, Bahari no se cansaba de molestarlo- ¿falta mucho?.

-Solo unas cuadras, te incómoda seguir..

-Te di mi palabra- la cortó antes de que comenzará a quejarse de lo peligrosa que eran las calles en la noche.

-Siempre cumples- afirmó apuntando en su mente otra cualidad del rubio- a pesar de que yo no te agrado ¿verdad?.

-...- detuvo sus pasos volteando de reojo a la chica, ella no era una prioridad para el ni positiva ni negativa- no me desagradas- "apenas y logró reconocerte" pensó exhalando oxigeno, si no fuera por Aemon nunca le habría dirigido la palabra.

-Puedo ser honesta contigo- era la hora de la verdad.

-...- el rubio no respondió pero si se detuvo a su misma distancia.

-Pensé que era curiosidad..- empezó caminando insegura hacia él.

"Es solo curiosidad".

-...- la voz de Bahari se reprodujo repitiendo las mismas palabras, lo que hizo que atendiera más.

-La verdad es que no lo pude evitar..

"No lo puedes evitar".

-...- comenzaba a oírse como un jodido chiste, vio directo a los ojos avellana de la chica.

-Me gustaste desde siempre Caesar- confesó plantando un beso en los labios del rubio.

-...- se sorprendió con esa declaración, reaccionó tarde al beso que le estaban dando, sujetó el rostro femenino para apartarlo de él- ¿no eres novia de Aemon?.

-Pero te prefiere a ti hermanito- su corazón se rompió al ver ese beso.

-...- su rostro se hizo inexpresivo, no era su culpa, el no fue quien dio ese beso.

-Aemon, discúlpame..

-Tenia que pasar así Helena, ya no digas nada- se fue antes de que las emociones lo traicionaran.

-...- odiaba meterse en problemas ajenos, más aún formar parte de ellos, las mujeres humanas daban asco, se lo seguían comprobando- mi respuesta hoy y siempre, es no, y...quitate la máscara de inocente frente a mi, no te creo.

-No me juzgues, intenté decirle que no me interesaba, no merezco que me trates mal Caesar- su voz sonaba más firme de lo que había demostrado antes.

-No vuelvas a tocarme nunca más, te lo advierto, farsante- por una extraña razón estaba furioso, tenía ganas de gritar- no eres mi tipo, de ninguna manera- culminó viendo con disgusto a la chica antes de partir.

¿Acaso quedaban realmente chicas inocentes en ese mundo pútrido?.

No, solo basura.

-Aquí esta el pequeño Caesar- se burló recargando sus manos en el borde del espaldar de esa silla.

-¿Por qué siempre tienes que aparecer por atrás?- protestó el estudiante deteniendo sus apuntes, estaban en la biblioteca.

-Será un adelanto de lo que me espera por el resto de mi vida, pasarla siguiendo tus pasos querido- su chiste le dio otra idea al chico.

-Solo los enemigos están a las espaldas, esperando para dar el tiro de gracia- y esa referencia iba de la mano con la extraña mujer.

-Me gusta lo avispado que eres- felicitó, sujetando el rostro del contrario con firmeza para unir sus labios estando de cabeza, aunque sólo logro rozar el labio superior del terco rubio antes de que este la apartara, otra risa fue soltada por la mujer- ¿qué pasa contigo?, ¿no sabes besar?, déjame ayudarte a aprender.

-Hablas demasiado confiada de las cosas que se hacer- refutó oscureciendo el tinte de su voz.

-Lo cual demuestra cuanto te conozco, no hay nada que no sepa de ti.

-Estas loca..

-Lo estoy Caesar, pero sigo siendo la persona más indefensa que conocerás en tu vida- sus rodillas tocaron el suelo alfombrado, su mirada chispeante de diversión se fijo en la ceñuda del rubio, sus manos escurridizas fueron hasta la pretina del pantalón ajeno.

-Como puede ser indefenso alguien que abusa de toda su experiencia para follar con un chico de diecisiete años- si su cuerpo era débil su lengua tenia que ser fuerte por el, podía ganarle más de una discusión estaba seguro, se mantuvo quieto en espera de que la mujer continuará moviéndose.

-Eso fue directo a mi moral, sin embargo..no dolió- afirmó, posicionando su peso sobre el, restrego su cuerpo contra el hormonal rubio- tienes lengua viperina- susurró mordiendo el labio inferior del chico.

-Así le dices para ahorrarte el remordimiento- eso era una clara burla acompañada de un empujón que hizo a la pelinegra levantarse, el también podía jugar a su nivel, con sus brazos estampó a la mujer tomándola de la cintura, su cuerpo casi rebotó en el suyo, para después dejarla sobre el escritorio que momentos antes ocupaba estudiando- cualquier otro caso te calificaría como una abusadora- dijo eso haciendo obvio que evidentemente en su anterior vida el representaba físicamente un hombre de 25 años y una mentalidad ancestral, todo eso aun era mantenido en sus recuerdos- mejor dime, ¿cuál es el fin de este juego?- estaba harto de tantas vueltas.

-Rindete ante mi- respondió abrazada al torso del rubio, sus piernas se abrieron pegando por completo sus cuerpos.

-Eso nunca va a pasar Bahari- su nombre saliendo de sus labios por primera vez fue como un afrodisíaco a su libido.

-Se que si- aseguró la mujer entre un suspiro, el saco del rubio fue sacado casi de un tirón- ¿no lo deseas?.

-Es solo una emoción- aceptó a medias apretando los muslos de la pelinegra.

-Déjate llevar..- su vestido blanco abandonó su esbelta figura, sus intenciones estaban siendo correspondidas.

-...- una sonrisa fue esbozada por el más joven, era ironía, los demás dioses se burlarian en su cara por lo bajo que había caído, pero fuera de la humillación olímpica, el ex rey supo que iba a ganar, Bahari ya había mostrado su punto ciego.

Sucumbió por segunda vez al placer carnal, así dejaba de pensar en el diluvio de problemas que tenía con sus dos "hermanos", eran un dolor de cabeza incluso mayor que esa mujer.

Pero definitivamente..no la amaba.

 
..........

-Eres un imbécil Aemon- insultó disgustado el ex rey de los océanos, venía llegando del colegio, otra vez tarde, el drama ya lo esperaba.

-Tu un desgraciado, te aprovechaste de Helena y ahora que los descubrí la dejas sola- reclamó iracundo el pelirrojo, fungía siendo el defensor de la tercera en discordia que yacía parada entre el y Karissa.

-¿Caesar, es verdad?- la historia que la chica les había contado logró hacerla dudar- ¿jugaste con ella?- pregunto la de orbes negros.

-...- tenía ganas de reírse, le creían a la mentirosa de buenas a primeras- ella no es nadie para mi y ustedes son patéticos al creerle- respondió, aunque ya estaba harto de esa historia, prefería ignorarlos encerrado en su habitación.

-Sé un hombre y quédate Caesar- Aemon estaba enceguecido, el amor era un arma de doble filo.

-Mírate en un espejo fracasado, eres peor que esa chica- si quería pelear con el, ese día lo iba a conseguir.

-¡Basta!, por lo menos acepta tus errores- exigió Aemon apróximandose a su menor.

-Utiliza el cerebro, esta chica quiere obligarme a mentir para conseguir algún beneficio- sería el día en el que más habló desde que habia nacido- nunca vas a ser algo mio- advirtió con vista en Helena.

-¡Helena no haría eso!- defendió el pelirrojo golpeando un mueble.

-Me das vergüenza- solo Aemon podía rebajarse tanto- y tu, ¿que les dijiste?- tenia curiosidad en la mentira que la pelicastaña inventó.

Hablé de mis sentimientos!, de lo tonta que fui al ilusionarme contigo, del gran daño que me hiciste cuando me confundiste y por un momento creí que podías quererme- era una mujer despechada en todo su esplendor-, entonces..- un sollozo salio de sus labios.

Aquellos que hacían películas deberían contactar a esa chica, sus mentiras merecían un aplauso, aunque más bien el rubio soñaba con ahogarla en medio del océano siendo antes acosada por sus animales marinos, sería una muerte traumante.

-...- rodó los ojos al ver como la furia del pelirrojo incrementaba, era el hombre mas idiota que el mundo podía dar- ¿y?.

-Karissa..no se si debo seguir- se abrazó a la mayor buscando "consuelo".

-Lo que tengas que decir, dilo- a ellos tampoco les había contado el final de la historia.

-Hoy fui a buscar a Caesar para proponerle hablar con Aemon, no quería lastimarte mas- afirmó conectando sus inocentes ojos con el pelirrojo-, llegue hasta su colegio algo asustada por la reacción que podría tener, entonces lo vi..junto a esa mujer.

-...-los ojos del rubio se abrieron a tope, esa confesión no le convenía.

-¿Cuál mujer?- pregunto Karissa.

-¡¿Otra?!- Aemon tenía un terrible concepto de su hermano.

-Sus ojos son claros, su cabello negro hasta la espalda, muy alta, Caesar..besaba a esa mujer en la entrada del colegio- otro sollozo entorpecio su oración- sé que es muy hermosa, que vale más que yo..

-Tranquila, estoy aquí Helena- consoló Aemon abrazando a la chica- ¿Quien era?

-Bahari Ricci- Karissa sintió su garganta seca cuando menciono ese nombre, el mundo a su alrededor dio vueltas, tenía que ser mentira.

Helena mentía, varios de sus relatos eran fantasía, solo hubo una verdad.

Caesar/Poseidón no podía seguir ocultando esa verdad.

     
    
_____________________________________

✎(/❛o❛)/..sorry soy medio dramática😅, Gracias!..por el apoyo, se les quiere babes..♡.

✎Próximo capítulo 02/06.

   
   
   
                                         See You...ฅ^•ﻌ•^ฅ

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