¡Simplemente no te me acerque...

By BartyMA

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¿Cuá era su pasado? ¿Por qué huía de él? Solo ella lo sabía, escapaba de su dura realidad, quería comenzar de... More

Presentación
Capítulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Demasiado importante
Leer si o si
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo Final
Epílogo
Mis otras novelas.

Capítulo 20

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By BartyMA

Dedicado para Zely, mi corazón tu ya lo sabes sé fuerte, eres una luchadora y saldrás adelante.

Y es que cuando menos me lo espero, la vida me da una gran cachetada, o tal vez y solo tal vez las cadenas que no pasé por ahí por el año 2007 me están pasando facturas.

-Sara...- le advirtió su hermana pero ella no le hizo caso.

-Ups ¿nadie lo sabía?- nos miró a todos con fingido pesar- Gía eso no se hace...son tu amigos.

-Sara ya basta- Siri trató de detenerla pero las palabras de Sara la dejaron en shock.

-¿Acaso no sabían que tenían como amiga a una farsante, mentirosa, drogadicta, busca pleitos y...asesina?

-¿De qué hablas?- preguntó Bryze y me miró.

-No...- traté de hablar pero Sara me lo impidió.

-Miren esto- en la pantalla apareci yo, fotos mías, con el cabello rapado, con Troy, con Helen.

¿Dónde consiguió todo eso?

-Eres una...- una pequeña lágrima rodo por mi mejilla al darme cuenta de que todas esas fotos estaban en mi habitación, en el álbum que Helen me había dado.

¿Cómo pudo?

-Y dime, querida ¿Cuál es tu verdadero nombre?- los miré a todos, sus caras reflejaban tristeza.

-Quizás es ¿Katie Elina Kirsten Hold?- preguntó con sorna.

-Basta Sara- susurre.

-No, esto recién empieza, tú me arruinaste a mí y yo te arruinare a ti.

-No Sara, por favor- su sonrisa malévola me hizo dar cuenta que no se iba a detener.

-¿Por qué no le dices que estuviste metida en grandes problemas? Carreras ilegales, drogas, alcohol, asesinato.

-No es así- la contradije.

-¿No? ¿Y qué dices de Troy? O de esto- me lanzó un papel.

Mi prueba de embarazo.

Por inercia lleve mis manos a mi vientre y sin que me diera cuenta Bryze me arrebato aquel papel.

-Gía ¿qué es esto?- me preguntó incrédulo.

Esto no era así, no podía ser así, no se tenían que enterar de esta manera.

-Sara no hagas esto- volví a rogar pero ella no se detendría.

-¿Por qué no les has dicho nada?- usó un tono de voz lastimero, suspire y me limpie las lagrimas.

-Por el hecho de ver esas caras- los señale a los tres- porque me juzgarian y porque al fin y al cabo todos terminan siendo iguales.

Sali de allí envuelta en lágrimas, ignore todas las miradas puestas en mí y corri hacia la salida, quería irme y escapar, escapar de mi pasado y de mi vida entera.

-Esto terminaria así- me sonreí con ironía, nunca debí esperar nada de nadie.

Me saque los zapatos y nos lance a algún lugar y corri sin mirar atrás, las lágrimas me quemaban y mis sentimientos se iban en aquellas gotas saladas.

Me detuve en un parque y me sente en una banca.

-¡Ah!- grite como si en aquel aullido de dolor se fueran todos mis sufrimientos cuando en realidad esto recién empezaba, cuando sabía que el día de mañana me mirarian con decepción, como si me juzgaran, como si fuera la peor mentirosa...y sabía que era cierto.

Toque mi pequeña frase "Everything is ok" no, nada estaba bien.

-Gía- levante mi vista hacia su llamado.

-Bryze- sus ojos estaban rojos y estaba hecho un total caos, me veía reflejada en él.

-Dime que eso no es cierto- me levante y me acerque, sonreí con sorna.

-¿Te espanta que no sea perfecta?- mi corazón dolía pero tenía que hacer esto, si él no podía con la peor parte de mí entonces no me merecía.

-Dime que lo que dijo Sara no es cierto ¡Dimelo!- se acercó peligrosamente.

-¡Sí! ¡Esa soy yo!- grite y retrocedio tres pasos- ¿te espanta? ¡Sí! ¡Yo fui una chica mala! ¡Un problema! ¡Una drogadicta! ¡¿Eso querías saber?!

-Gía...

-¡No me digas Gía! ¡Soy Katie!- otra vez las lágrimas cayeron por mis rostro y me las limpie con rabia.

-¿Por qué?- preguntó decepcionado, ahí estaba, aquella mirada que tantas veces me habían dado.

-¿Por qué?- camine a su alredor- ¿Por escapar? ¿por tratar de ser mejor?

-¿Y eso te daba el derecho de mentirnos?

-¡Callate! ¡Tú no sabes nada! Tú no sabes lo que es no tener amor, tú no sabes lo que es ser una reprimida de la sociedad, tú no sabes lo que es defenderse a sí misma mientras ves cómo los demás son felices, tú no sabes lo que es ver cómo un gran amor muere frente a tus ojos, tú no sabes lo que es perder a un hijo- sus ojos se abrieron de la impresión- ¡tú no sabes nada maldita sea! ¡Por eso no quería que te acercaras!

Me alce el vestido sin importarme nada.

-Este de aquí- señale los nombres, Julliete y separado por un corazón estaba Alexander- son los posibles nombres que hubiera tenido mi bebé y este ¡Miralo!

A pesar de todo me siguió mirando a los ojos.

-Es por Troy- una punzada de dolor cruzó sus ojos pero lo oculto- porque él dio su vida por mí.

-Tú no sabes lo que ha sido el infierno de mi vida- me arregle el vestido con cuidado.

-Gía...

-¡Alejate! Ya dejame- mis rodillas temblaron pero no cai.

-Yo...-

-¡Dejame en paz Bryze! - volvió a retroceder.

No, no te alejes.

-¿Eso es todo?- su mirada fría me hizo dar escalofríos- ¿Hasta aquí hemos llegado?

Mi corazón moriria lentamente, mi vida se vendría abajo con facilidad pero era lo mejor, nunca nadie podría conmigo y me dolía al pensar que fui tan tonta como para creer que él podía.

-Sí, hasta aquí- lo miré y no decifre nada en su mirada.

-Fue un placer haberte conocido Gía Van der Vliet- se dio media vuelta y se fue.

-Fue un placer habernos roto el corazón Bryze Stenton- sé que no me escuchó y no me importó, ya nada me importaba, ya no quería sentir amor, ya no quería sentir amistad, ya no quería sentir alegría o tristeza...ya no quería sentir nada y al final sabía que todos me iban a dejar y yo iba terminar sintiendo ese vacío que siento ahora.

Pero la parte más masoquista de mí sabía que había valido la pena, quizás no habíamos tenido un final feliz pero cada una de las sonrisas habían sido sinceras.

Mis piernas cedieron y cai al fin en el duro suelo, mis sollozos eran incontrolables y sentía que cada parte de mí se hundia en la miseria de los sentimientos y emociones.

Busque mi teléfono y no lo encontré...lo había dejado en el coche de Bryze.

Demonios.

A pesar de sentir mi cuerpo pesado y sentir unas horribles ganas de vomitar camine y agarre el primer taxi que quiso llevarme, ya que algunos han de haber pensado que yo era una loca desquiciada y nos los juzgo, no todos los días se ve una chica sin zapatos, con el cabello parecido a una melena de león y el maquillaje corrido.

Sí, me veía genial.

-¿Necesita ayuda señorita?- el amable taxista me dedicó una mirada de compasión y traté de sonreír, me acomode en el asiento y traté de cerrar mis pensamientos.

-¡Pare el auto!- el señor freno de golpe, me baje con rapidez y empecé a vomitar.

Una arcada, dos, tres, cuatro, joder, se me iba a salir el estómago.

-¿La llevo a un hospital?- negue y me pasó un pañuelo para limpiarme la boca.

Un poco temblorosa subi al taxi y me llevó a la casa de Marcus, toque el timbre y me abrió la nana quien jadeo al verme.

-¿Me prestas dinero?- asintió y salió a pagarle al taxista.

-¿Qué ha pasado mi niña?-me cubrió entre sus regordetes brazos y me heche a llorar.

Llore como no lo había hecho en mucho tiempo, como si la vida diera en ellos y es que ya a pesar de todo se sentía bien...sin decir palabra alguna me desahogaba, me liberaba un poco, cuando vine a este país llegaba buscando una nueva oportunidad para empezar de cero pero en mis opciones no estaba el hecho de volver a enamorarme y que me volvieran a romper el corazón.

-¿Me quieres contar?- sus arrullos me hacían sentir tranquila.

-Me han rompido el corazón- traté de bromear y su sonrisa cargada de ternura me dio la seguridad para tratar de sonreír con sinceridad.

Me acurruque entre sus piernas y poco a poco dejé de sollozar, entre todos mis pensamientos uno se me hizo algo irónico.

¿No se supone que en las novelas los protagonistas se separan al final cuando se van a graduar y luego se reencuentran años después?

Jodido cliché que yo nunca tendré.

-Nana- alce mi cabeza para encontrarme con uno de los gemelos.

-¿Katie?- achino sus ojos en mi dirección y cuando me vio bien corrió hacia mí pero se detuvo al golpear su dedito chiquito en el sofá.

-Pu...- la nana le lanzó un cojín y no terminó de decir la palabrota.

-Au- fue lo único que salió de su boca y me reí.

Luego de sus chillidos de dolor se acercó a mí con precaución.

-¿Por qué estás más fea de lo normal?- le di una patada que cayó justo en sus partes y se tiró al piso mientras se retorcia de dolor.

-Se lo merece- la nana alzó su puño y lo choco conmigo.

Ya, eso fue raro.

-Iré a prepararte un té- se levantó y se fue a la cocina.

-Ya levanta el culo rey del drama- chasqueo la lengua y se sentó a mi lado, su mirada se volvió cautelosa ¿tan cara de desquiciada tenía?

-¿Me vas a decir qué ha pasado?- negue e igualmente me encerro en sus brazos como si con ese pequeño gesto me dijera todo lo que con palabras no puede, no estaba segura si nadie me entenderia pero sabía que nadie podría dar una opinión justa acerca de lo que yo pase porque muchas veces lo único que hace la gente es juzgarte y criticar cada uno de tus actos, cada uno de tus pasos pero no tienen un poquito de empatía y tratan de entender el porqué de las acciones de la otra personas porque siempre pero siempre hay una razón o un motivo por el cual somos impulsados a actuar pero eso nadie lo ve, no hasta que les toque pasar por algo igual o similar.

-Vamos con Mateo- asenti y traté de ponerme de pie pero él me llevó en brazos, se lo agradeci con la mirada, estaba más que claro que no tenía las fuerzas.

-Levanta flojo- sin previo aviso Matias me tiró encima del gemelo y cai de nalga en su estómago por lo que se removio de un salto y caimos los dos al piso, él encima de mí.

-Joder...me ahogo- gemi al no retener aire en mis pulmones.

-¿Hermanis?- él estaba igual de ahogado que yo pero aún así se levantó y me dejó libre.

-Eres un idiota- Mateo le dio un golpe a su hermano pero este no dejaba de reír.

Ya decía yo que había mucha caballería en el ambiente.

-¿Y si me ayudan?- pedí desde el piso, Mateo cogió mis piernas y Matias mis brazos y como una hamaca me pusieron en la cama- idiotas.

-Te oímos.

-¡Ese era el punto!- los dos bufaron pero no dijeron nada más, Mateo fue a su armario y sacó unos bóxer y una camisa enorme.

Puse cara de asco.

-Son nuevos- aclaró lo del bóxer, sonreí con burla y me meti al baño, me miré en el espejo y preferi no hacerlo.

Joder, matenme, estaba horrible.

Como pude me limpie el maquillaje y me hice una trenza improvisada, me saque lo que alguna vez fue un hermoso vestido y me meti a la ducha donde lave mi cuerpo y dejé una parte de la noche, donde dejé una parte de mi vida y una parte de mi amor, fui débil y me volví a enamorar, volví a creer y una parte de mí sabía que esto terminaria así pero por otro lado decidí creer en la esperanza que me daba aquella mirada grisácea y aunque no me arrepiento, debo admitir que duele, que quema pero también aprendí que nunca se debe esperar mucho de nadie porque al fin y al cabo todos son iguales y que a pesar de que mi ser se está hundiendo en un pozo sin fondo debo sonreír porque mi felicidad depende de mí y nadie más.

Pero ¿a quién engaño?demostraba todo mi a acción

Mi felicidad es Bryze.

Sin embargo ver la ira y la decepción en sus ojos me hizo dar cuenta que lo nuestro no era tan fuerte como alguna vez creí, que solo dependía de una fino hilo que se rompió gracias a mi pasado, esta noche confirme lo que todo este tiempo quise ignorar, el objetivo de Sara era verme débil y quizás sí lo soy, soy un puente sostenido con apenas con una finas cuerdas... pero a pesar de eso, yo no me iba a dejar caer y no le daría el placer de verme caída.

Había pasado por mucho y algo como esto no me iba a derrumbar, no ahora, no lo hice cuando vi morir a Troy, no lo hice cuando mi madre me rechazó, no lo hice cuando perdí a mi bebé y ahora no lo voy a hacer.

Le sonreire a la vida y le demostrare que yo también le puedo dar cachetadas.

-¿Hermanis?- uno de los gemelos golpeó suavemente la puerta y me hizo reaccionar, mis dedos estaban arruchados y sonreí a pesar de todo, cerre la ducha pero las gotas saladas de mis ojos no dejaban de caer, lo hacían sin mi permiso, me vesti rápidamente y calme mis espasmos, me volví a mirar en el espejo y lo único que pude ver es una persona maltratada por la vida pero también vi a una persona con ganas de seguir luchando.

Al salir del baño me encontré con dos pares de brazos que me apretujaron hasta asfixiarme, sé lo que trataban de hacer, trataban de pegar mis pedazos rotos pero la única persona que podía era la misma que me había roto.

Irónico ¿no?

-¿Quieres contarnos?- esa pregunta se me estaba haciendo un tanto fastidiosa.

-Vamos- los tres nos sentamos como indio en la gran cama, los observe y traté de calmar mis nervios internos.

-¿Saben por qué cambie mi nombre?- asintieron- ¿saben el motivo?

Negaron.

-Yo nunca tuve atención por parte de mi madre, nunca, siempre tenía profesores para mi educación y creí que siguiendo el juego al menos recibiria una felicitación de su parte, me canse de aquello e hice tantas cosas para llamar su atención pero el único que acudia a mí era Marcus, cuando tenía dieciséis ya me había rendido y junto a mi prima hacíamos lo que nos daba la gana, íbamos a bares hasta la madrugada, tomabamos pero nunca nos drogamos, empecé a ir a carreras ilegales por diversión y ahí lo conocí... Mi primer amor- sonreí al recordarlo- Troy Hugman, el típico chico malo, cuán equivocada estaba, recuerdo que él me defendió de un asqueroso y se hizo mi amigos, me llamó la atención la cantidad de tatuajes pero nunca sentí miedo, él corria y yo iba a verlo, muchas veces yo lo acompañe pero él no quería ponerme en peligro, a él le entregue mi virginidad, fue un amor pasajero pero fuerte, demasiado fuerte... Cuando cumpli diecisiete me enteré que estaba embarazada y varias veces intenté decirselo pero nunca se daba la oportunidad- mis ojos se empañaron- aquel día que estaba decidida en decirselo pasó mi desgracia...el mismo asqueroso que quiso abusar de mí el día que Troy me defendió me puso una trampa, me llevó a una casucha cerca de las carreras y quiso abusar de mí...me defendi y lo heri con una navaja que yo siempre llevaba conmigo pero no fue suficiente, el maldito me empezó a golpear por todos lados y...y...- mis sollozos se hicieron incontrolables al recordar a Troy, los gemelos tomaron mis manos en señal de apoyo- Troy llegó y golpeó a aquel sujeto pero no se dio cuenta que aquel sucio llevaba consigo un revólver...le disparó en la cabeza- cai para atrás y solte mis manos para cubrirme la cara- con mis ultimas fuerzas pude alcanzar una botella rota y golpee a aquel tipo antes de caer en la insconciencia.

Recordar aquello me hacía sentir miserable, sucia, pero más que todo era la horrible culpa por saber que Troy dio su vida por mí y que gracias a él estoy aquí...él y mi bebé son las razones por las cuales no me dejo caer, ellos son las finas cuerdas que sostienen el puente.

-Hermanis...

-No, dejame terminar- me acomode de nuevo en la cómoda cama- desperté a la semana en un cuarto de hospital, no entendía lo que pasaba y no me querían explicar hasta que yo misma recorde todo, Helen, mi prima, me confesó que los dos habían muerto y cuando pregunté por mi bebé... me dijo...que también lo estaba, ese día creí que nada podría ser peor pero me equivoque...el desprecio que me hizo mi madre fue la gota que derramo el vaso, aunque recibí su ayuda legalmente no la recibí de manera afectiva, estaba implicada en asesinato y me declararon inocente por haber sido en defensa propia según las cámaras de seguridad fuera de aquella casucha que grabaron como el tipo me metia a la fuerza...fue la época más espantosa de mi vida...y no sé cómo aún sigo aquí.

Aunque en realidad sí lo sabía.

-Un jodido reportero se enteró que yo soy la hija de Marcie Kirsten y la soborno así que por eso mi madre me obligó a irme y cambiar de vida, llegué aquí pensando que estaba segura pero todos mis fantasmas me han seguido aquí y ahora todos saben esto pero de una manera errónea y Bryze me odia- ahora sí rompi a llorar como cuando a una nena de cinco años le quitan su dulce - yo no quería.

-Tranquila, ya...- uno de los gemelos me acogió en su regazo y me sostuvo hasta que dejé de llorar.

-¿Qué tal si vamos por helado?- asenti y sin que me diera cuenta me pusieron unas pantuflas y me llevaron al coche.

-Estoy horrible- me quejé en lo brazos de Matias.

-Nosotros también hermanis- los miré con ironía, a pesar de que llevaban pantaloncillos y remeras sin mangas podían hacer que cualquier chica babiara por ellos en cambio yo podría hacer que cualquier chico saliera corriendo en busca de un psiquiatra.

Sí, acertada comparación.

-Vamos.

-No quiero- me quejé y mi hermano me sacó a la fuerza- los odio.

-Ya, igual no hay mucha gente- y era cierto, en la pequeña heladería había una pareja y un grupo de chicos y chicas de mi edad conversando animadamente, a pesar de mis teorías los chicos me miraron con una sonrisa.

Quizás doy un poquito de pena.

-¿Qué desean?- el chico que atendia me miró con asco y a los gemelos los miró con encanto.

Joder, eso rima.

-Oye tú, yo pedire por ellos- chasquee los dedos delante de él- me miras a mí.

Me miró con rabia y sonreí.

-Quiero un helado de fresa- oí a Mateo- y yo de vainilla- dijo el otro.

-Un helado de fresa, otro de vainilla y para mí, una copa de helado de chocolate y para llevar un pote de helado de nutella, gracias- se dio la vuelta para hacer el pedido.

-Cerda...- lo oí.

-¡Cerda tu abuela, jodido culón falso!- los chicos de la mesa me sonrieron y las chicas me miraron con sorpresa.

¿Qué? Su culo es falso...además mi humor está susceptible, mi noche ha sido un asco.

A pesar de los gruñidos de fastidio del chico nos entregó los helados y a petición de mis hermanos comimos en la heladería.

-¿Quién es...-traté de preguntarle a mi hermano sobre la chica que le gusta pero una horrible arcada me hizo levantar y correr al baño pero no pude llegar a tiempo y vomité en el pasillo.

Joder... Esto ya era demasiado y me estaba imaginando cosas, a pesar de todo corri al baño y vacie lo poco que quedaba en mi estómago, me sente en el piso y solloce.

-Dios, no, no, no ahora por favor- no podía, no debía pero recordaba haber estado muchas veces con Bryze sin protección.

Sería una bendición si mi teoría era acertada pero yo aún no podía pasar por aquello, aún no.

-¿Hermanis dónde estás?

-Aquí- mi voz salió ronca debido mi llanto.

-Ya vamos- los dos me ayudaron a levantarme y me esperaron a que me enjuagara la boca, salimos y a pesar de todo abrace mi helado de nutella para que nadie me lo quitara.

-Llevala a mi habitacion- Mateo asintió y me elevó en sus brazos y me dejó en la cama de Matias, salió y me dejó sola con una película que recién empezaba, a los cinco minutos llegaron ellos con muchas bolsas de frituras que no eran para mí...porque la nana traia una té para mí.

Injusto.

Los gemelos pusieron colchonetas a cada lado de la cama y se acostaron ahí, a pesar de mis quejas y mis llantos no me dieron papas y se lo engulleron ellos solos.

No recuerdo a qué hora pero cai en lo brazos de Morfeo envuelta en lágrimas.

SIRI POV

-Eres lo peor Sara Lafountein- le di una cachetada que hizo que cayera al piso- nunca tendrás lo ella tiene ni lo que yo tengo y oyeme bien, te quedarás sola porque mi madre solo te tiene por mi padre- no me aguante más y se lo dije, mi madre solo nos quería para que papá le siguiera pasando dinero.

Me di media vuelta para encarar a Bryze y a Shown pero solo estaba mi novio.

-¿Tú lo sabías?- me preguntó con decepción.

-Solo un parte- respondi, es cierto que estaba dolida porque no confió en mí pero tampoco podía juzgarla, ella me enseñó que todos tienen sus razones para actuar y yo desconozco la suya.

Me acerque a los papeles de Sara y se los di a Shown, se notaba reticente pero los cogió.

-¿Dónde estaban?- mamá quiso llevarme al escenario pero me negue.

-No, debo irme- su agarre en mí se hizo más fuerte.

-¡Que me sueltes!- sus ojos se agrandaron pero me dejó.

Con Shown nos apresuramos y cogimos el primer taxi que vimos ya que Bryze había desaparecido, estaba seguro que la estaba buscando y que le pediria una explicación pero también sabía que conociendo como conozco a mi mejor amigo...la embarraria con ella.

Estaba segura.

No entendía qué era lo que estaba pasando y quería explicaciones pero sabía que Gía nunca me las iba a dar, ella estaba muy lastimada, lo note en la mirada que nos dio y eso me hacía sentir horrible pero es que todo fue un total caos.

¿Drogadicción?

¿Asesinato?

Mi cabeza iba a explotar, no iba dar un juicio hasta que ella me explicara o alguien lo hiciera.

Llegamos a la casa y tuve que darle un golpe a Shown para que se moviera ya que seguía en shock, dejé mis zapatos en algún lado y corri a la recámara de mi novio, al llegar ahí regue todos los papeles en la cama y empecé a buscar datos hasta que lo encontré.

-Pasame tu teléfono- no recordaba dónde había dejado el mío.

Marque el número y espere a que contestaran, descolgo al quinto tono.

-¿Si?- su adormilado tono me confirmaba la diferencia de horario.

-¿Helen?

Hola lindas.

Mini maratón yeiii

Si quieren que actualice el capítulo deberá pasar de los cien comentarios, así que ustedes verán jijiji.

PREGUNTA

¿QUÉ pasará con Bryze?

¿Estará embarazada?

Voten y cometen

Las ama
Mamá osa

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