¡Simplemente no te me acerques!

Capitulo 2

¡A la mierda los clichés! ¡¡¿Por qué en mi vida no hay ?!! ¿Es que la vida me odia? Yo amo los clichés, esa mierda del chico lindo y mujeriego que cambia por ti, la chica tímida que se convierte en tu mejor amiga, ah y el mejor amigo gay...¡¡¡QUIERO UN AMIGO GAY!!! Hasta los profesores regordetes y calvos y eso de tú serás la más popular, ¡a la mierda todo! ¡No me ha pasado nada de eso!

¿Saben qué me pasó? Pues les cuento, creí que mi mañana sería normal pero la vida me da una cachetada siempre, apenas salí de mi recámara, todo el mundo me miró y saben ¿por qué? Porque mi uniforme era muy pequeño en comparación con las demás, si señores, se habían equivocado de talla, la mía era muy pequeña, y a las demás le quedaba normal excepto a algunas que de notaba que les habían cojido unas cuantas partes de tela, serán muy putas y no piensen mal, yo no soy puta pero ¡SE EQUIVOCARON DE TALLA!

Las chicas me miraban con odio, no parecía una estudiante más bien una modelo, no es por presumir pero tengo una buena altura, como yo boxeaba e iba al gimnasio algunas veces, me mantenía en forma y bueno mi cabello es sedoso y corto, aunque antes era castaño con puntas rosadas, obvio que también era muy largo y ondulado además tenía el lado derecho rapado ahora es castaño normalito y plano, odio ser normalita, es cómo...decirlo...aburrido, cuando pasaba por los pasillos los chicos me miraban con deseo, no es que me moleste porque sé cómo defenderme pero al menos debían disimular, se les caía la baba, vale lo de ser popular si estaba ocurriendo pero sé que en unos días se olvidarán de la "nueva".

Cuando entré a mi primera clase, me encontré con un profesor demasiado pero demasiado guapo, ¿de dónde sacaban tantos profesores guapos? Que yo recuerde, no había ni un profesor buenorro en ninguno de los tantos institutos de la cual fui expulsada.

Al parecer yo era la única asombrada y bueno las nuevas pero solo éramos dos, ya que las demás chicas estaban normal, parece que estaban acostumbras a ver tanta lindura, me senté en una silla atrás pero maldito cliché que no apareció y me sentaron al frente, puf, maldito karma de mierda.

Las demás clases transcurrieron normales, me di cuenta que tanto profesores como profesoras parecían modelos de revista, es lo único bueno de este instituto,

Así fue mi mañana, una mierda aburrida, pensé que iba a ser mejor, por ejemplo, no me crucé con los típicos populares, o el típico capitán de fútbol prepotente y mujeriego que trataba de conquistarme porque yo le rechazaba pero no pasó, no, nada de eso, juro que no volveré a leer en whattpad, puf, maldita fantasía.

Ahora me estoy dirigiendo a la cafetería, el único cliché que no quiero que ocurra es tirarle la comida a alguien porque sería mi desastre, soy mala para disculparme y mucho menos para aguantar chillido acompañados de insultos.

El comedor como me imaginaba estaba lleno, hay una fila enorme, el pensar que tengo que esperar me quita el apetito, rendida me paro en la fila y espero y espero...y sigo esperando y esto ¡NO AVANZA!

Camino hasta donde está la señora que reparte el almuerzo y tiene una cara de fastidio y ya veo por qué, pues hay una pelirroja con una rubia y una castaña a su lado, tratando de escoger algo, me fastidia, igual es comida, va a parar a tu mugre estómago.

-Oye ¿puedes avanzar por favor?- digo lo más amable del mundo, maldita lista de mi madre.

-Oh claro, claro espera sí- responde la pelirroja, wow, ¡qué amabilidad! Parece que esta no es de esas típicas populares, ¡me alegro!

Vuelvo a mi fila y me dispongo a esperar pero sigue sin avanzar, esto me está cabreando, ahora ¿qué pasa?

Miro al frente y sigue la misma chica viendo qué comer. Bufo exasperada y me largo de ahí, ya que si sigo esperando voy a insultarla y mandar por el retrete la mierda de lista.