╔═.✵.═════════════╗
La obra maestra de la
injusticia es parecer justo
SIN SERLO.
Platón
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───── ❝ Inocencia❞ ─────
EEUU
New York
Contra la ley fueron embarcados en un navío que transportaba toneladas de productos enlatados para New York, EEUU.
Su viaje duró catorce días enteros, su situación era la de ilegales, todos en el transatlántico se lo dijeron, aconsejando que sea paciente cuando empiece a buscar un trabajo, la joven agradecía los amables consejos de las personas que al igual que ella salían con un propósito.
Mejorar.
El "pero" del viaje fue Caesar, y su fobia al mar.
No recordaba verlo temblar en meses, luchó con todas las fuerzas que su edad le permitía tener, para no subir al navío.
La pataleta quedaría por siempre en los recuerdos de Aemon y Karissa.
La situación se puso seria cuando el pequeño tocaba su pecho, su respiración se dificultó y tuvieron que esperar a que se mareara para lograr meterlo hasta un pequeño camarote, donde quedó profundamente dormido, como cuando era un bebé recién nacido, durmió por 17 horas cada día.
Nunca salió del camarote.
Desde ese día, supieron que el mar y los océanos no serian un lugar favorito para el rubio.
..........
-Este lugar es realmente moderno- fue descrito por boca de su padre Cy cuando era una niña pequeña, su "lugar de origen", su imaginación quedaba corta.
Las multitudes de personas, que caminan por todas las direcciones, el ruido de los carros en plena hora pico diurna, los colores eran demasiados, brillando y reflejando imágenes en carteleras, estaba encantada por todo lo que veía.
El claxon de un coche amarillo la sacó de su ensoñación.
-Manhattan for thirty dollars- con la cabeza fuera de la ventana el conductor ofreció de buena gana.
Solo había un problema.
-¿Qué?- Karissa no entendía inglés, solo un par de cosas que Cy le había enseñado, como saludar-, Eh..no le entendí señor.
-¿What?, I don't understand..
-...-Karissa se puso nerviosa, ¿ahora que haría?, su mano izquierda fue tironeada con fuerza causando un gemido doloroso de la peliroja.
-¡Karissa!, dile a Caesar que ya se porte bien, no puede soltar tu mano- se quejo el de ojos violetas afirmado en la mano derecha.
-Caesar, es peligroso- era cierto, ella les pidió a ambos que nunca soltaran su mano.
Sin embargo "Caesar", se tapó los oídos mientras fruncia el ceño, les dio la espalda.
-¡Oye ven aquí!, los autos son peligrosos "tonto"- predeterminado a pelear, se acercó hasta el más pequeño, queriendo llamar su atención.
-Basta, tranquilos niños, esperen un poco- los regaño aumentando su nerviosismo.
-Enano tonto aquí no es como en casa, ¡dale la mano a Karissa!- volvió a ordenar el pelirojo.
El claxon fue sonado por segunda vez, con más fuerza.
Karissa no sabia a quien mirar, un gruñido fue soltado por la boca del rubio en dirección a Aemon, no podían pelear en ese lugar.
-charge you twenty eight dollars if they upload ¡right now!
-Esta bien entonces toma mi mano enano necio, ¡te atropellaran si te sigues alejando!- le gritó Aemon al rubio, tomando su pequeña manita sin consentimiento de este quien comenzó a manotear.
Karissa estaba estresada por el claxon, la insistencia de ese sujeto con idioma inentendible solo la alteraba más y sus dos hermanos tironeando entre si era demasiado.
-¡¡Caesar y Aemon, Basta!!- gritó cerrando los ojos-, ¡comportense!- dirigió su mirada al conductor insistente- emm..¡sorry no!- de cualquier forma no entendía nada de lo que ese sujeto le había dicho.
Fue empujado con mucha fuerza al tiempo en que el pequeño rubio salía corriendo, tapando con sus manos sus maltratados oídos, "Caesar" era sensible a todo ese bullicio, su cabeza dolía constantemente desde el instante en el que vio el mar otra vez.
-Ay no, ¡Caesar!- Karissa salió corriendo apretando la mano del otro menor para evitar perderlo, cargaba como podía con la mochila con sus pertenencias.
Cada vez estaba más convencido, él no era un humano, no podía serlo, un sexto sentido espabilaba dentro de su cabeza y ya no quería estar por más tiempo junto a esos "dos desconocidos".
Seguía gritando el nombre del rubio, el movimiento de los carros era digno de una taquicardia para la pelirroja, solo un mal movimiento y era el fin.
"Poseidón es más divino, aun por sobre muchos dioses, es una existencia perfecta de principio a fin"
"Él no busca enfrentarlo, solo pisoteara a cualquier estorbo que se meta en su camino".
"Los dioses no necesitan amigos".
Ahí estaba otra vez, lastimando su cabeza, como un maldito clavo siendo empujado justo en el centro, el solo era un niño, por lo menos se veía como un niño.
Solo una vez se vio así mismo frente a un espejo, su mirada era la de un ser longevo, cansada y carente de emociones. Se asustaba consigo mismo, pero nunca admitiría eso.
-Detente ahora Caesar, ¡te harás daño!- Aemon se adelantó a su hermana logrando aproximarse más al pequeño en riesgo que seguía pasando por la avenida repleta de autos.
"No puedo creer que seas mi hermano, eres patético.."
Era un sentimiento tan frustrante, ¿su hermano?, el no tiene hermanos, no los considera.
-Tengo miedo- sin embargo su boca decía lo contrario, solo es un niño de cuatro años.
"Conseguiste deshonrar todo lo que nos representa..Poseidón".
El llanto se hizo en él, logrando que se detuviera, en plena ida de una fila de autos.
-¡Mi hermanito!- Aemon estaba apunto de atraparlo.
El claxon sonó de forma violenta a centímetros de ambos niños.
.............
Fueron salvados a tiempo por un sujeto de una edad media, que alcanzó tomar a los niños en cada brazo para llevarlos hasta el asfalto, los tres cayeron sobre el concreto.
-¡Mis niños!-, hizo a un lado al tipo que los había salvado, ahora los tenia contra su pecho, lloraba con frecuencia pero en especial esas eran lágrimas de alegría, estaban completos, estaban bien.
Solo fue un susto, que tampoco olvidaría de la bienvenida que tuvieron en Estados Unidos.
-They don't have a scratch miss.
-¿Eh?- el sujeto era alto, delgado y bien parecido, pero no le entendió- no english- esperaba darse a entender, su mente luchaba para traducir una sola palabra, esperaba hacerlo bien, se lo debía-..Thank you.
-Oh sorry, fue un placer, me llamo Boris- se presentó una vez de pie.
-Habla griego..- estaba sorprendida, creyó que sería muy difícil encontrar alguien que hablara su idioma cuna- Soy Karissa, ellos dos mis pequeños hermanos: Aemon y Caesar- el primero saludo efusivamente, el segundo seguía sentado en el concreto abrazando sus rodillas.
-Fuiste genial, ¡corriste muy rápido!- halago el pelirojo.
-¿De..donde salio señor Boris?- Karissa aun estaba asombrada.
-Solo oí los gritos de auxilio, nunca dormiría en paz si no supiera que salvé a tus hermanos, Karissa- de frente, enaltecido como un héroe- ¿están perdidos verdad?
-...-Karissa quería mentir pero no servía de nada, necesitaba algo de ayuda, asintió rendida- hemos vivido toda nuestra vida en Grecia, mi inglés casi es inexistente y no tengo donde llegar- era vergonzoso pero la verdad, Karissa era muy inocente , al grado de contar sus desgracias sin sospechar ni desconfiar.
-Ya veo..- una sonrisa salio de Boris cuando observó el sonrosado rostro de la jovencita griega-, déjame ayudarte, como un buen neoyorquino lo haría.
No tenía más alternativas, todo era desconocido, si no aceptaba la ayuda tal vez pasarían la noche en la calle.
-¿Conoces algun lugar de reposo?- era su primera prioridad.
-Varios- pareció que hacía memoria-, el más cercano y económico queda a...quince minutos más o menos- era muy amable, su voz era tan empatica.
-Llevanos, por favor- pidió tímidamente-, será con lo único que te molestaremos- afirmó la chica apretando el agarre en sus dos hermanos.
Caesar estaba ido, en un total silencio, Aemon curioso con el paisaje turístico.
..........
Karissa se sentía muy suertuda, además de guiarlos hasta un cómodo hospedaje, en una colorida zona, Boris también le ofreció trabajo como parte del personal de una cafetería donde el también trabajaba. Una pequeña empresa de modelaje, tenían varias sucursales por toda la gran manzana, eso le había dicho cuando entró al día siguiente, siempre la guiaba él.
La jovencita que no comprendía por que tanta ayuda le cuestionó al sujeto, fue donde le contó toda su vida, se entero de que estaba divorciado, que es un ateniense compatriota suyo, que lleva viviendo doce años en EEUU, que hacía viajes constantes, le explico que la ayudaba porque se sentía identificado, para la pelirroja su encuentro fue una bendición, el tipo era maravilloso, caballero, amable y paciente, tanto así que parecía de película.
Las semanas comenzaron a pasar, lograba saludar, preguntar algunos permisos y despedirse en inglés, al llegar fin de mes celebró de buena gana su primer sueldo, era demasiado dinero según le habían explicado, ahora podía mantener dignamente a sus dos menores.
Aemon apenas lograba memorizar como se decía "hola" en inglés, le estaba costando mucho.
Caesar, era preocupante para ella, llevaba días sin comer bien, tenía ojeras prominentes para ser un niño tan pequeño, no dejaba que se le acerquen.
Karissa pensó que tal vez los dos pequeños estaban estresados y un paseo aliviaria mucho.
Llevaban más de un mes y apenas asomaban la cabeza a una pequeña ventana, o al trabajo tratándose de la peliroja.
Planeó una "divertida" salida para los tres.
───── ❝ POSEIDÓN❞ ─────
Nada le hacía bien, su corazón tranquilamente podía ser escupido desde su garganta cuando las pesadillas lo despertaban del sueño, nunca se acostumbraria a una ciudad tan concurrida, la ansiedad explotaba dentro de sí cada vez que los extraños se acercaban a el, en varias ocasiones imaginó un cuchillo entre ceja y ceja del tipo "compatriota" que los visitaba dos veces por semana, su voz era repulsiva, lo rechazó desde la primera vez que lo vio, aun cuando este lo salvó de una muerte "dramática".
Aemon era un dolor de cabeza constante, para el rubio era mejor si alguien le cortaba la lengua y lo dejaban atado de por vida, así dejaría de ser "tan bullicioso".
-¡¡Caesar!!- allí estaba de nuevo- ¡alistate, Karissa dijo que saldremos a divertirnos!- su cerebro latía, sus tímpanos sufrían todo el tiempo, odiaba tanto a sus "hermanos", no iría, se acostó cubriendo su diminuto cuerpo con una suave colcha.
-¡Caesar!- "otra"- vamos bebé.., iremos a recorrer esta ciudad, te compraré muchas cosas- eso no le importaba, si tanto quería darle un "gusto", solo debía cerrar la boca y fingir que no lo veia.
-¡¿Es en serio?!- ¿por qué existía gente tan estúpida?, Aemon y su horrible personalidad insistente le recordaban a alguien, gruñó rabioso sacudiendo ese pensamiento- Que tonto eres Caesar, este lugar es hermoso.
-Aemon..
-Karissa, el me hace enojar- se defendió inflando los cachetes.
-....-la mayor sonrió con los ojos cerrados- por favor ven con nosotros cariño- ese apelativo lo enfureció más-, además..desayunaremos, almorzaremos y posiblemente cenaremos afuera- insistio fastidiando más al rubio quien permanecía cubierto hasta la cabeza- no puedo dejarte.
Estaba loca si creía que le haría caso.
..........
-¡Yo amo el pollo!- comida chatarra, los gritos del estúpido de Aemon y la ridícula sonrisa de Karissa, su día estaba arruinado.
Odiaba no tener la fuerza para debatir su deseo por quedarse solo, en su defensa fue llevado contra su voluntad a ese detestable sitio, lleno de grasa y azúcar, deseaba tanto estar muerto, si tuviera la capacidad haría explotar toda esa ciudad, todo era asqueroso según el.
............
Al son de los golpes, los gritos llenaban el ambiente gélido, sus párpados se iluminaron distinguiendo la figura de..una inocente.
Su rostro deformado en súplica, entre una muchedumbre que la tenia de rodillas impidiendo todas sus posibles rutas de huida.
Ya había vivido esa misma escena antes.
Nadie decía nada, los gritos de Med❃｢✯ suplicando por su vida eran todo lo que se oía.
¿Med❃｢✯?.
A oscuras todos despejaron el área para "él".
No lograba distinguir bien a esa mujer, su nombre estaba incompleto.
-Soy inocente.
Solo era una niña, a quien nadie en esa enorme sala le tenía compasión.
Ahogada en lágrimas, intentaba soltarse de sus dos verdugos.
-¡Por favor!..
No importaba cuanto luchará, ellos no se detenían, no importaban sus súplicas, nunca fueron oídas.
Su pecho se contrajo dentro de sí, inhalaba con fuerza pero el aire nunca llegaba a él.
-Medusa..una joven mortal linda, tierna y totalmente desprotegida, ¿No te agrada?
Abrió los ojos con desmesura cuando fue consciente, subió su atención hasta las orbes vacías de quien le había hablado.
-Zeus..
Su boca se movió, pero no emitió nada, ese era..su hermano.
¿O no?.
Y Medusa era..¿Quien era ella?
-¡Por favor!..¡¡¡No!!!.
La imagen de la mujer se estaba difuminando, sus gritos de pronto eran agonía.
"Él" se agito, no entendía del porque de su reacción, agachó la cabeza con los ojos bien abiertos.
-Medusa.., linda.., tierna y desprotegida, ¿no es tu hermana?
Respingo analizando esa pregunta, ella no era su hermana, no era.
-No..
Susurró débil.
Las risas incrementaban alrededor de la..niña, erizaban su piel hasta el susto.
¿Qué estaba sucediendo?.
-Medusa, tierna, desprotegida, tu hermana, ¿verdad..Poseidón?.
Su sangre se heló, decidiendo levantar la cabeza, el no estaba controlando su cuerpo.
Poseidón, ese era él.
-No..
Y no tenia hermanas.
-No hice nada, ¡soy inocente!, me hacen daño, por favor..¡basta!.
Pero ellos no se detenían, quiso mover sus piernas sin resultado, sus cabellos rubios cubrían su rostro entorpeciendo su vista en la inocente.
¿Que sucedía con él?.
-Poseidón.
Todos lo nombraban con insistencia y con burla, tembló cuando sintió de cerca a quien reconoció como hermano, Zeus.
-Karissa.., inocente, tierna y totalmente desprotegida, ella es tu hermana.
Sus ojos lo molestaron por el escozor, solo un parpadeó bastó para reconocerla, no era Medusa, era Karissa.
Estaba sufriendo, lágrimas desbordaron su azulada mirada, ¿por qué le hacían tanto daño?.
Ella solo era una niña, el regocijo de los demás lo llenaba de impotencia, ya no quería ver.
-Poseidón.
-Caesar.
Solo hizo caso a la voz de Karissa, pero se arrepintió al hacerlo, pues ella yacía cubierta de sangre, casi inconsciente, completamente sola.
-Mi hermana.
.........
-Karissa..- los latidos de su corazón eran anormales, despertó cubierto de sudor, con el cuerpo temblando de miedo, y las lágrimas corriendo por sus mejillas, solo fue una pesadilla.
Se sintió tan real que antes de darse cuenta ya había saltado de la pequeña cama y estaba camino a la habitación de la chica, tal vez después se arrepentiría de esa inmadurez, pero necesitaba verla.
Entró sin pedir permiso, la cama estaba intacta, su agitación regreso como una ola fría en pleno invierno, causando un mal presentimiento en lo más recóndito de su ser, correteó por la casa sin saber que hacer.
¿Por qué de pronto se sentía tan enfermo, tan mal?.
-Karissa..
Murmuró el pequeño de casi cinco años, un suspiró salio de sus labios, en tanto se aproximaba hasta una luz prendida, la del baño.
Quería golpear la puerta, sin embargo algo parecido a un sollozo lo detuvo.
-¿Karissa?- salio de él antes de que pudiera evitarlo.
Un silencio se formó alterando más al rubio, su mano se dirigió hasta la puerta.
-Be..bebé, duerme, es muy tarde- era ella, la pelirroja hablando aparentemente tranquila.
Sus pequeños hombros se relajaron, se sintió ridículo, frunciendo el ceño regresó a su habitación, era un imbécil al "preocuparse", por esa chica "tonta".
Decidió que olvidaría el ridículo que hizo, el era alguien superior de mente, lo que soñaba dormido eran recuerdos de su vida pasada que nada tenían que ver con simples mortales.
Cerró los ojos, Zeus era un idiota y por supuesto..que ya lo recordaba.
........
-Solo por ellos, solo para ellos, Aemon y Caesar, Caesar y Aemon- sus lágrimas se mezclaban con el agua que desde hace una hora corría de la ducha, no quería pensar- solo por ellos y solo para ellos..- su garganta se cerraba por el dolor que se tenía que tragar, para no gritar, se esforzaba por no recordar nada- solo por ellos, solo por ellos, nunca más- tenia que tapar su boca para evitar derrumbarse en su agonía.
Habían cosas que era mejor nunca mencionar, olvidar y seguir adelante.
..........
-¡¡¡¿Que?!!!!- tenia que ser una broma- es injusto Karissa.
Un golpe en la nuca del niño de ojos violeta lo hizo lamentarse.
-Solo lo haremos, ¿si?- hacer lo necesario para vivir dignamente, pero basta de ser ingenua- tomen lo necesario, en diez minutos los quiero en la puerta de entrada niños- se levantó dispuesta a cumplir con su palabra.
Ambos niños aun espabilaban, era temprano y ya debían mudarse.
No sabían a donde irían, pero Karissa lo ordenó, de buena gana o no..lo harían.
Caesar, casi se sorprendió con la frialdad de la chica, de pronto todo era oscuro, apagado, como si algo hubiera dejado de estar con él.
───── ❝ 7ma Ronda❞ ─────
Finalizó.
La arena de combate aun estaba siendo contemplada por los bandos de aquellos dos reyes que fueron rivales de uno de los enfrentamientos más reñidos del Ragnarok.
-Señor..- su conmoción era tan grande que había perdido estabilidad, las manos de Zagreo se agarraban al balcón que había estado ocupando desde el inicio.
-Hades..- no imaginaba ese final.
Nadie lo hacía, apostaron por un resultado y ahora no salían del shock tras haber dictaminado al "ganador", ¿era posible que este sucediendo?.
Los griegos no lo aceptaban, los humanos aun no reaccionaban del todo.
La sangre del Rey del Helheim aun coloreaba la destrozada arena.
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✎Me disculpo por las faltas ortográficas👉👈, pero...como siempre ¡GRACIAS! A TODAS por el apoyo..
♡´･ᴗ･'♡.
✎Ando ansiosa por el final de la séptima ronda, el manga me trae con los nervios al tiro..(ó ̯ ò, ) .
✎Próximo Capítulo 15/05.
BYE (\_/)
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