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"Que triste existencia.."
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Durante el último congreso, por unanimidad de votos, la deidades decidieron la extinción de la humanidad.
Poniendo sobre la mesa toda la destrucción causada por los mortales al mundo que se les había entregado.
Sin objeciones el padre del cosmos, sellaria el dictamen. De no ser por una Valquiria.
Brunhilde.
Ahora la decisión..cambiaría drásticamente, dando por iniciado el Ragnarok.
Hombre contra Dios.
Que fueran 13 encuentros los que decidieran el destino de la humanidad.
Su permanencia por otro milenio o su extinción total.
Duelo tras duelo, los dioses reafirmaron su supremacía.
Primero Thor, dios nórdico del trueno.
Después Zeus, dios griego, el rey de los dioses y presidente en el Valhalla.
La humanidad estaba perdiendo..
También perderían el tercer duelo, su contrincante era el temible dios de los mares, Poseidón.
Otra victoria se estaba asegurando para el lado de los dioses.
El rival mortal, Sasaki Kojiro reconocía la facilidad con la que el dios podía acabarlo.
El enfrentamiento transcurrio, en dado instante, el arma del humano..se rompió.
Poseidón, acabaría de un solo estoque el duelo.
-Una pregunta dios del mar, ¿alguna vez has permanecido una noche en vela entrenando?, ¿alguna vez lloraste lágrimas de agradecimiento, por alguien que te hizo más fuerte?, ¿alguna vez amaste con convicción a un contrincante, que incluso morirías por él?- una exhalación pesada salio del espadachín-, no, claro, nunca, es una pena, no sabes de que te hablo. Olvídalo- sus afirmaciones estaban desatando la furia del dios-,
Tu nunca has sostenido los sueños y esperanzas de nadie en tu existencia, y por eso ¡no puedo perder contra alguien como tu!.
Pese a esas palabras la delantera se mantuvo para el tirano.
Poseidón era invencible, ¿cómo un simple mortal podría ganarle?.
..........
Pero hay cosas que pueden cambiar el destino..
Una palabra.
Un movimiento.
Una pequeña oportunidad..bien aprovechada.
El duelo culminó, la sangre derramada en la arena del combate no era la del perdedor más grande del mundo.
Estupefactos quedaron todos, en el lado de los dioses, cuando la victoria se hizo del lado de la humanidad.
Poseidón aquel bañado en perfeccion termino por ser..el primer duelo perdido, la primera vida.
Los mares, los océanos, ya no tenían un amo que los rija. Los olímpicos disminuyeron un numero.
Hades y Zeus habían perdido otro hermano.
Pero quitando la terrible humillación de los inmortales, ¿qué mas significaba Poseidón para los dioses en general?, ¿estarían llorando su deceso?.
La condición para el perdedor era nunca más retornar, que su alma se hiciera polvo en los confines del espacio.
Para siempre, nunca más seria un dios.
Hades lo sabía, lo sabía muy bien, que su hermano nunca regresaría..
Por lo menos al dios principal que era.
Porque..en cada trato, existen clausulas, pequeñas letras a las que tal vez no prestas la atención necesaria.
En el Helheim..las únicas ordenes que valen, son las de Hades, nadie puede entrar, ni salir sin su autorización.
¿Verdad Hades?.
31 de Dic 1999
Año Nuevo
Grecia
Las transitadas calles de Athenas, seguían llenas a pesar de lo tarde que era, el festejo por año nuevo ya había sido hace más de una hora pero tras eso, venían las fiestas con baile y alcohol durante horas, hasta el amanecer o mas.
-¡Nara!, regresa con cuidado niña- despidió desde la puerta de su hogar, una mujer mayor, aun hacia movimientos con la mano en dirección a la más joven.
-¡Gracias abuela!- regresó el movimiento de mano mientras caminaba, era muy tarde casi las dos de la mañana.
Algunas personas la saludaban en el transcurso de su caminata con rumbo a su hogar, era muy conocida.
Nara, provenía de un pueblo muy pobre, aunque ya vivía doce años en la capital, desde que conoció a un extranjero americano cuando tenía 16 años, se enamoró de él y se casaron.
Las penumbras cubrían la zona en la que había entrado, estaba muy cerca a casa.
Sus manos acariciaban su abultado vientre, era muy pequeño dado que apenas tenia cuatro meses gestando..a su tercer hijo.
Por las ventanas abiertas de sus vecinos continuaba saludando a sus conocidos manteniendo una gran sonrisa, a la izquierda algo llamó su atención.
Parte de sus cabellos cubrieron su rostro a los lados, su cola baja estaba deshaciéndose, se arreglo el mismo dando mayor atención a lo que le pareció ver.
Sus pies fueron acercándose hasta el otro extremo de la calle, sus labios se abrieron de la impresión.
-Cy..- formó con la voz rota, era el nombre de su marido.
Lágrimas estropearon su visión, la misma que segundos antes le enseñó como el hombre que más amaba besaba los labios de otra mujer.
Las manos de este acariciaban sin pudor el cuerpo de la "otra".
Cerró los ojos agachando la cabeza, un sollozo escapó de su boca, cuando los volvió a abrir el otro par traidor ya se había dado cuenta de ella.
La sonrisa cínica de la "otra" fue lo último que vio antes de salir corriendo.
.............
Nara corría por las calles intentando alejarse de esa dolorosa verdad, pensaba que tenía un mundo perfecto junto a su esposo, una hermosa familia.
Todo era mentira.
Seguía llorando, limpiando las lágrimas en tanto seguía corriendo y protegiendo su pequeño vientre.
-¡Nara!.
Se detuvo para darse la vuelta, era la voz de Cy, tenía un tinte se desespero.
Se distrajo solo unos segundos, se sentía destrozada, quería tanto maldecirlo, le quemaba.
-¡¡¡Nara!!!.
Ese grito fue lo último que escucho, el ensordecedor sonido de los frenos la llamo, entonces el dolor se hizo en ella, cuando un carro la impacto..
Nara yacía tendida a dos metros de.., a su lado llegó el culpable de su sufrimiento, el culpable de que se distrajera para no percibir el auto que se acercaba a ella.
Tomándola en brazos intentó hablarle, sangraba de un punto en la cabeza, estaba llena de golpes, su vestido se estaba tiñendo desde el medio de sus piernas, el golpe del carro también había afectado al bebé.
-¡No no no!, por favor, ¡ayúdenme!, llamen una ambulancia- pedía a gritos, logrando que todos los vecinos salieran, horrorizados por la imagen, el dueño del carro bajó del mismo aun en shock-, perdoname, perdoname, perdóname-, repetía en medio del llanto a su esposa inconsciente, despejó los rojos cabellos de esta para besar su frente- ¡Auxilio!- imploró rompiendo su voz.
........
Las horas pasaban desde que llegaron al hospital, pero nadie le decía nada de su esposa, algunos vecinos lo habían acompañado, todos consternados.
Cy no podía con la culpa, eso no tenía que pasar, Nara no merecía eso, estaba arrepentido.
Si le pasaba algo a Nara, sus hijos nunca se lo perdonarian, el mismo no lo haría, su bebé tenia que estar bien, rezaba para que ambos estuvieran bien.
Aunque no exactamente a Dios en lo alto de los cielos..
En realidad rezaba a quien gobernaba lo bajo de los suelos.
Hades.
Cy, era un fanático de la creencia helenistica, prefiriendo así a los múltiples dioses, el mayor para el era el rey del inframundo.
Ante los ojos de muchos Cy parecía un loco.
Rezaba en honor a la deidad de los avernos, con esperanza de que este protegiera a la mujer que amaba y a su pequeño e inocente bebé.
-¿Familiares de Nara Argyros?
Corrió hacia el médico que venía a darle noticias, durante toda la espera intentó tener pensamientos positivos sobre el estado de su familia.
-Sufrió un traumatismo..
Las palabras iban saliendo de la boca del funcionario.
-Logramos estabilizarla..
Cy, tenía fe.
-..perdio mucha sangre..
Pero las cosas no pintaban bien.
-No encontramos los latidos del feto.
El eco de eso último caló hasta lo más profundo del cerebro de Cy, la sonrisa que estaba formándose al oír que estabilizaron a Nara, se borró.
-Estamos haciendo estudios, para saber la causa, aunque los síntomas son evidentes señor.
Cy, no podía afrontarlo, se sintió impotente y miserable, ni siquiera podía ir a ver a Nara, no tenía cara para decirle que tal vez su bebé ya no estaba con ellos.
Huyó, en medio de la desolación, simplemente desapareció.
.......
Las horas transcurrían, a Nara no se le detenía el sangrado, junto a un insoportable dolor en el vientre bajo, en cuanto despertó verificó su pequeño abultamiento, aun estaba con ella.
Pero ni el médico, ni las enfermeras le decían nada, solo que había sufrido un accidente y tenía que estar tranquila.
Tal vez habría sido mejor que no le dijeran nada, pues al atardecer ese primero de enero del nuevo milenio entró el medico que la atendió, su mundo cayó por completo.
-¡No!- el nudo en su garganta le estaba ahogando, abrazaba su viente protectoramente,- mi bebé, no es verdad- era casi inentendible, enloquecia mientras las enfermeras intentaban acercarse a ella.
Era momento de llevarla, los resultados decían que gracias a la lesión sufrida, había perdido a esa inocente criaturita.
-¡¿Que hacen?!- poniéndose frente a las enfermeras llegó su "marido", no entendía que pasaba pero si Nara lloraba así no era nada bueno.
Hizo un escudo con su cuerpo.
-Señor, seguimos ordenes, es peligroso que la señorita mantenga el feto, podría tener infección, su vida corre riesgo-, impaciente fue jalada por su compañera, no era forma de tratar a un paciente.
-¿Qué?- el hombre perdió la voz, cuando se había ido corriendo aun albergaba algo de esperanza, de que todo mejorara.
-Mi bebé esta conmigo, no voy a dejar que le hagan daño- decía Nara en medio de su agonía, estaba negada a aceptarlo.
-Por favor.., necesitamos que pase a firmar unos permisos, es por el bien de su esposa, los doctores hicieron todo lo que pudieron. Lo siento..-lamentó la segunda enfermera, era momento de dejar a la pareja.
Cy no aguanto las ganas que tenía de llorar, todo era su culpa, lentamente bajó los brazos que funcionaban como un escudo, las enfermeras se fueron.
-Tan solo ayer por la mañana, lo sentí- sollozo, apenas encontrando su voz-, se movía..se movía Cy- un jadeo la interrumpió, sus manos acariciaban su vientre-, ya no se mueve más- lloraba amargamente, no era justo, era solo un bebé.
Cy intentaba frenar sus propias lágrimas.
-No quiero que me lo quiten- pedía desconsolada la mujer.
-Perdón- dijo por fin el hombre llamando la atención de su esposa.
Los recuerdos llegaron a ella, su dolor era tan grande que todo había pasado a segundo plano, pero algo que no podía olvidar era..ese tema.
Cy sufría por su bebé, su sentido paternal quiso acercarse a tocar el dominuto vientre.
-¡No me toques!- recibió un fuerte manotazo de la contraria haciendo que reaccione, claro que debía afrontar su culpa- si..si en serio ya no podre tener a mi bebé- Nara nunca vería a su esposo como antes-, quiero que desaparezcas.
-Nara.., es mi culpa, estoy de acuerdo, no mereces sufrir así y no merecías la bajeza que te hice- se disculpó limpiando algunas lágrimas- también estoy sufriendo, yo amo a ese bebé..y también te amo a ti.
-¡Yo te odio!, traicionaste mi amor, a nuestra familia- le culpo, tenía razón en culparlo de toda la tragedia- no eras quien creía, arruinaste mi vida- tenia los ojos sobre el vientre, en el fondo ella sabía que el médico no estaba mintiendo.
-No.., nuestro hijo no, esa alegría no te la voy a quitar, te juro que van a estar bien, haré lo necesario para que "él" cuide de ambos, nacerá sano y feliz- aseguraba sosteniendo un collar de ébano con púas talladas, collar hecho por el mismo.
La mujer estalló, estaba pasando el momento más duro de su vida, era intolerable.
-¡Basta!, ¿porque te burlas?- se tuvo que sostener el vientre, sufría contracciones en compañía de su sangrado, además ardía en fiebre por lo que su mente no estaba al tanto con sus sentimientos-, no existe, ninguna de esas "cosas" existen, ¡los dioses son invención tuya Cy!, ¡¡vete!!- no toleraba más, ni podía verlo, era sumamente doloroso, ridículo pedirle vida al rey de la muerte, ¿Qué clase de vida podía conceder Hades?, Nara contrario a su marido, no cree.
Pero Cy tenia una fe ciega, sea por coincidencia o suerte, siempre le iba bien cuando hacia ofrendas y le rezaba al señor del inframundo, para el la muerte no era el fin, por eso no le tenía miedo a aquello que podría significar el Hades para la gente normal.
..........
Dicen que las madres hacen locuras por sus hijos, ellas son el amor más grande en el mundo, Nara siempre había sido una madre, no dejó que tocarán a su bebé, huyó.
Con la ayuda de una vecina fue por sus otros dos hijos, los tres juntos se fueron al pueblo de donde salio, sin decirle nada a Cy, quien trabajaba sin descanso para cubrir los gastos del hospital, iba solo unos minutos por la noche, pero Nara no quiso recibirlo más.
Le pidió a todos sus conocidos que no dijeran donde estaba a su marido, tal vez era cierto que su bebé ya no vivía, entonces ella no quería volverlo a ver.
........
Cy entendió los motivos de su esposa, deseaba que estuviera bien, extrañaba a sus hijos, se dedico en cuerpo y alma a sus dichosos rituales, incluso sacrificando varios tipos de animales, espera ser oído y recibir misericordia de su Dios.
Quien lo viera confirmaría que estaba loco, más desde la vez que sacrificó un pequeño carnero, había sido víctima de "alucinaciones", por sus ojos pasaron imágenes del río de muertos en el inframundo, monstruos impresionantes, hasta llegar a un trono en donde las sombras cubrían al ser que permanecía sentado acariciando una de las cabezas de cerbero.
Nunca sintió tanta desesperación, por un instante parecía que su alma pudo quedar atrapada allí, hasta que una fulgurante luz violeta proveniente de los ojos de ese majestuoso ser lo llevó a la realidad.
Tras eso, entro en una fiebre que duró siete días, tanta lastima sintieron por el que la única mujer que sabía la ubicación de su esposa terminó por mencionar la misma.
Cy, almaceno bien esa información.
La luz violeta para él era un mensaje, de que todo estaría bien con su bebé.
De camino al pueblo de Nara tras tres meses sin ella, sin sus niños, reflexionó, si ella no quería regresar el debía quedarse en el pueblo.
Al llegar fue saludado por todos los pobladores, sin descansos continuo hasta llegar a la pequeña y destartalada casa de su suegro un hombre muy mayor.
Sus dos hijos corrieron a él, se extrañaron mutuamente.
En el patio mal cercado de la vivienda divisó a su esposa, grande fue su sorpresa cuando está giró apareciendo con un pronunciado vientre, correspondiente a los siete meses que debería tener.
Su bebé estaba bien.
-Cy..
Sin importar nada mas corrió a arrodillarse frente al mismo, pegando su rostro contra la pancita, estaba concentrado quería oírlo, sentirlo y fue complacido, las pataditas dieron contra su mejilla.
Era un milagro, que un bebé normal sobreviviera a esa lesión.
-Nara..
No hubo más palabras, solo lágrimas y un asentimiento de cabeza por parte de su esposa.
Nara era noble de corazón, era obvio decir que perdonaría a su esposo, este ya demostró estar arrepentido.
Y su bebé nacería sano y..feliz.
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✎ El ébano esta relacionado con calaveras, plantas como la menta y el ciprés, incluso animales como la serpiente, que a la vez representan a Hades.
✎ Los personajes no están 100% basados a su mitología real.
✎ Ejm..para mi Hades es uno de los mejores hermanos mayores del world.
✎ Cy se pronuncia "Sai", por si las flies.
( ˘▽˘)っ