Así coincidimos || Terminada

Від MsMistery19

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¿Existe el amor de una vida pasada en otra vida? Nadie lo sabe. Sus caminos se cruzarán después de que al par... Більше

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capitulo 45
Capítulo 46
Final/Epílogo

Capítulo 5

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Від MsMistery19

Pov Calle.

Horas atrás.

Enchiné mis ojos posando un dedo bajo mi barbilla, pensando. Todo estaba muy sospechoso y no sé por qué siento cierta aura de tensión extraña a mí alrededor.

Lila y Verónica se daban miraditas, era cómo una guerra entre ellas, yo era la espectadora chismosa.

Estábamos en la mesa de la terraza, Vero había llegado para hablar conmigo, pero por alguna razón se sentó, miró a la Lila y empezaron sus guerritas de miradas. Cameron había desaparecido del mapa por la mañana.

— Lila, ¿estás bien?— Inquirí curiosa.

— De maravilla. — Replicó con una sonrisa.

No sabía si era sarcasmo o verdad, miré a Verónica y pude ver el atisbo de una sonrisa fantasma.

¿Si me pongo más tiesa que un pan me olvidarán?

Bueno no, tenía que quedarme para saber qué está pasando con estos dos individuos con miradas inquietantes.

— Vero, ¿estás bien?— Pregunté a mi manager.

— De maravilla. — Contestó la pelinegra.

Ay no.

¿Por qué responden lo mismo?

¡Yo quiero chisme no respuestas más secas que un limón!

Me limité a asentir con mi cabeza sin entender, entonces el contacto visual se rompió porque Lila apartaba la vista viendo a su costado, Verónica sonrió.

Las indirectas gay eran raras.

— Por cierto, hoy vamos a contactar a la chica de la revista. — Arrojó Verónica. — Están haciendo el contrato.

— ¿Qué?— Solté perpleja.

— So. — Acotó Verónica riendo.

— rra. — Añadió Lila viendo a mi mánager.

— Aaah con que mamoncita. — Replicó Verónica a mi mejor amiga.

Lila cómo la infantil que era le sacó la lengua a mi mánager arrugando la nariz con molestia.

Que tierna.

— Cuando acepté tu propuesta no pensé que fuera tan rápido. — Comenté interrumpiendo a las otras dos.

Sí, ya sé que dije que no iba a aceptar en mil años. Pero nunca me crean nada de lo que digo, soy muy... ¿Cómo decirlo? No lo sé. Cambiante, quizás.

Verónica me dijo todos los pros y contras y había más pros que contras, por lo cual esos pros traían dinero y con dinero podía tener un yate en Dubái o camellos, Damon siempre quiso una vaca, nadie sabe.

— Los negocios son así. — Respondió alzando sus hombros.

— ¡Déjame respirar!— Exclamé tapando mi cara.

— Si lo hiciera no tuvieras este departamento. — Puntualizó, abrí y cerré mi boca, Verónica rió. — Además, solo necesito tu presencia, una firma y nada de escándalos.

— ¿Qué tiene que ver los escándalos?— Cuestioné arrugando el gesto.

— Vas a tener horarios. — Explicó, fruncí el ceño. — En esos horarios entrará tu novia falsa, publicidad, directos y más con ella.

— Ni siquiera la conozco y quieres que conviva con ella. — Expresé cruzándome de brazos.

— Se conocen en ese camino, sean amigas. — Comentó Lila.

— No quiero amistad. — Dijo Verónica seria.

— Entonces toma a la chica cómo esclava sexual, Cal. — Bromeó Lila divertida.

— ¿Por qué?— Pregunté a mi mánager.

— Negocios, Daniela, negocios. — Mencionó con frialdad.

— Yo no conozco de negocios. — Dije bufando.

Era la verdad, los negocios para mí era un mundo oscuro. Me gustaba más imaginarlo cómo un mundo de maricaditas y esas cosas.

— Es trabajo, nada más. — Replicó Verónica poniéndose de pie.

— Habló la sin sentimientos. — Comentó Lila rodando los ojos.

Verónica observó a mi mejor amiga y le dio media sonrisa, Lila enchinó sus ojos.

— Solo busco el bienestar de Dani. — Contestó.

— Caes mal. — Murmuró Lila.

— Cómo digas, reina. — Contestó Verónica con un guiño.

Ay, me dio algo.

Si a mí me dio algo siento que a la Lila se le paralizó la concha.

Verónica dio media vuelta y sin más se fue de mi departamento, una vez la morena se fue Lila echó su espalda en la silla resoplando.

— ¿Te coges a mi mánager y prima?— Inquirí sin pelos en la lengua.

Lila arregló su cabello y suspiró, miró sus uñas y al sentir mi mirada rodó los ojos

— Ya quisiera yo tenerla entre mis piernas. — Murmuró.

No entendí.

¡Que alguien me explique qué mierda está pasando maldita sea!

— Contexto. — Pedí, Lila sonrió a medias.

— Olvídalo. — Replicó. — Mejor dime que-

Pedí un segundo a mi mejor amiga cuando mi teléfono vibró en la mesa, contesté rápidamente.

— Daniela Calle. — Respondí.

— Hola, mi amor.

¡Me está hablando el cacas, ayuda!

— ¿Armando?— Hablé confundida. — Yo a ti te bloqueé, pedazo de mierda.

— Necesito hablar contigo urgentemente. — Rodé los ojos al oír su voz coqueta barata.

— Pues yo no quiero. — Contesté seria.

Lila me veía con un signo de interrogación en la frente, mientras yo quería mandar un misil a mi ex.

¿Cómo se atrevía a llamarme?

— Es importante para tu imagen, querida infiel. — Soltó con cinismo.

Dios, voy a cometer homicidio o te lo llevas o te lo mando.

— ¡Tú me fuiste infiel!— Exclamé sin paciencia.

— Eso no creen las personas, ups. — Apreté los labios al oírlo.

El cara de bagre tenía razón, ante las redes estaba cómo una infiel.

— ¿Qué quieres?— Hablé entredientes.

— Te veo en el restaurante cerca de tu nuevo apartamento. — Respondió el cacas.

¡¿Cómo mierda sabía dónde vivía?! Me lleva la que me trajo. ¿Acaso no podía ni tener privacidad en mi casa? Cada vez odiaba más el mundo del espectáculo.

— ¿Cómo sabes-

— Los paparazis me son de gran ayuda. — Me interrumpió.

Malditos paparazis, les voy a mear un ojo a cada uno por sapos.

— Te veré en un rato, gusano. — Murmuré con todo mi odio.

— Muero por verte. — Soltó Armando tirándome un beso, fruncí los labios.

Colgué la llamada de mal humor, mi mañana se había ido a la mierda para mí mala suerte.

En mi vida saldría con otro estúpido futbolista.

— ¿Quién era?— Preguntó Lila.

— El imbécil de mi ex, quiere verme. — Respondí pegando mi frente a la mesa.

— ¿Irás a verlo?— Inquirió con voz dudosa.

— ¿Tengo opción?— Mencioné, poniendo mi espalda recta. — Solo veré qué quiere y luego olvidaré su existencia.

Mi plan era el siguiente; escuchar lo que el infiel diría. Mandarlo a comer mierda. Tirarle comida caliente en sus pantalones e irme.

El plan perfecto, claro que sí. Si alguien me decía lo contrario podría darle un golpe en la cabeza, aquí no somos paz y amor.

— ¿Vero lo sabrá?— Cuestionó Lila, negué con mi cabeza.

— No, así que mantén el pico cerrado. — Advertí poniéndome de pie.

— También te amo. — Ironizó mi mejor amiga.

Solté una risita y me adentré al departamento para ir a darme una ducha e ir al encuentro con el cacas.

• ────── ♪ ────── •

Había llegado al restaurante, me había puesto los lentes más grandes en la cara para que no me reconocieran. Ojalá mi plan funcionara.

Parecía una cara de mosca con estos lentes.

¿Por qué eso me recordó a algo? Pienso...

— Buenos días, mi amor.

Rodé los ojos al ver a Armando, él se paró de la mesa y me dio una sonrisa coqueta. Sentía fastidio al verlo.

— Mi amor tú... Lo que sea. — Repliqué, tomando asiento. — ¿Qué quieres?

Armando tomó asiento y llamó a un camarero, miré mi uñas ya que eran más interesante que la cara del cacas. Mierda, tenía que hacerme la manicura, mis uñas ya se veían mal.

— ¿Me escuchaste?

En serio que mis uñas eran más interesantes que Armando.

— No. — Respondí. — ¿Qué decías?

— Que te extraño. — Arrojó Armando tomando mis manos.

Sin poder evitarlo solté una carcajada estruendosa, aparté mis manos de Armando y él me vio con mala cara.

— Pensé que eras futbolista no comediante. — Respondí con aire divertido, limpiando una lágrima de mi ojo.

— Daniela, hablo en serio. Te extraño. — Hice una mueca.

— Armando, ve al grano. — Pedí algo ofuscada.

Armando se calló cuando el camarero venía con su comida, llené de aire mis pulmones buscando paciencia. Fue mala idea venir.

— Quiero que vuelvas conmigo. — Declaró mi ex, alcé mis cejas. — Es decir, una relación abierta.

— ¿Eh?— Solté con las cejas fruncidas.

¿Relación abierta? ¿De verdad me estaba proponiendo eso?

— Oh vamos, somos modernos. — Añadió, empezando a comer.

— ¿Y? Me gusta la exclusividad. — Repliqué con seriedad.

Él sabía que no me gustaban las relaciones abiertas, es decir, respeto a las personas que lo hacen y lo admiro. Pero no soy de esas personas, me gusta la exclusividad.

Podía hacer tríos sí, hasta poliamor según yo, pero con una pareja que no fuera tremendamente estúpida cómo Armando.

— Podemos tener una relación abierta, incluso tríos. — Armando apretó mi mano con una sonrisa. — Seremos más famosos cuando descubran nuestros gustos.

Mi cara era un poema. ¿De verdad me pedía eso solo por fama? Lo quiero matar.

— ¿Para eso llamaste?— Me levanté de la mesa de golpe, Armando asintió. —Eres un imbécil.

Di media vuelta con enojo empezando a caminar para salir.

Gran error el haber venido.

— Mi amor, espera...— Pidió Armando.

Detuve mis pasos en seco, cerré mis ojos y apreté mis puños con fuerza.

No lo soporté.

Di pasos agigantados hasta la mesa y tomé la comida de Armando tirándola sobre su cabeza, quité mis lentes y los estrellé sobre su cabeza con rabia.

— Ahí está tú relación abierta, idiota. — Espeté furiosa.

— ¡Daniela!— Gritó.

Salí lo más rápido posible de ahí tapando mi rostro con una mano, pero todo se fue al infierno.

Actualidad.

Juro por Dios que yo no iba a hacer escándalo, pero solo ver a Armando me daba dolor de hígado. Es decir, el bastardo me dijo que volviera con él y tuviéramos una relación abierta y tríos, todo por fama. ¡¿Quién puede aceptar algo así?! ¡Armando no tenía neuronas!

Así que “accidentalmente” le aventé el desayuno sobre la cabeza y rompí mis lentes Gucci en su cabeza.

Me dolía perder mis lentes Gucci, diablos.

No me habían visto los paparazzi, aún. Todo iba a salir bien, en un momento llamé a Verónica, sabía que iba a darme un tremendo reclamo, pero tenía que salir del restaurante. El problema fue que choqué con un pitufo que me llenó de café y de paso se tomó la atribución de confirmar un noviazgo que no existe.

— ¿Qué haremos ahora con la susodicha?— Pregunté.

Miré a mi costado y la pitufo miraba su teléfono con al parecer mucho interés, ya que solo era risitas.

Después de mi rescate en el restaurante, llegamos a la oficina de Verónica, esperábamos a alguien, no sé a quién pero mi manager solo negaba con su cabeza con una pluma entre los dedos.

— Pronto lo sabrán. — Respondió. — Por otro lado, tus redes están que explotan otra vez.

Suspiré y busqué mi teléfono, encendí la pantalla y no tenía batería, resoplé.

— No tengo pila. — Mencioné.

Verónica dejó la pluma de lado y me pasó la iPad que tenía a su costado.

— Míralo por ti misma.

Llené de aire mis pulmones antes de tomar el iPad y ver todo lo que estaba pasando en Twitter ahora mismo. Entré a mi cuenta y me dirigí a tendencias.

#CalleyPoché

#Daniela Calle

No niego que mi apodo con la de la pitufo pegaban bien, resoplé ante eso.

Comencé a leer los muchos comentarios que había.

🌻SelenaGómezestapreña'a: ¡TRAIGAN EL OXÍGENO QUE NO RESPIRO!

🌻Vivanlastetas: Y yo quedé wtf isto is real? Y dije, si, is real.

🎸 Eltatuaje_dePoché: ¡DIOS MÍO ME ENCULE! UNA NOVIA CÓMO POCHÉ 💳💥💳💥💳

🖤 Umm_patas: Me fui un minuto y se confirma todo.

🔮Rose_besame: Las lesbianas tenemos nuevas madres.

Había miles de comentarios y solo pasaron horas para ver artículos de revistas de chisme para sacar encabezados en redes.

“Por fin vemos el rostro de la novia de la famosa modelo Daniela Calle”

“Las redes explotan al conocer a la novia de Daniela Calle”

¿Daniela Calle siempre fue lesbiana? ¿Infiel o inocente?

¡Que les importa si soy bisexual, lesbiana, transgénero o una mujer con mommy issues y abandono joder!

Seguí leyendo los artículos que me daban dolor de cabeza.

“María José o Poché, confirma su relación con la modelo Daniela Calle”

Cómo la chismosa que era empecé a leer ese artículo en especial.

Cómo sabemos Daniela Calle es la modelo más importante en América del Norte, pero las últimas semanas se ha encontrado envuelta en ¡Rupturas y amoríos!

Tras descubrir al futbolista Armando Linguini con alguien más, la modelo fue tendencia con el hashtag “Calle soltera” en Twitter. ¡Pero solo bastaron unas horas para que la modelo fuera vista con una chica!

Nunca vimos el rostro de la susodicha, los fans investigaron pero nunca encontraron nada... ¡Hasta hoy!

Después de ver a la modelo hablar con su ex novio, se vio tomada de la mano con ¡Su novia Poché! Nuestros reporteros hicieron preguntas y entre esas preguntas la chica respondió:

“Mi novia no va a responder esas preguntas”

¡Confirmando la relación!

Las redes son una conmoción en estos momentos ante la nueva noticia de la modelo y la guitarrista.

Si quieres leer más sobre María José y su banda lee aquí.

Y ahí terminaba el artículo, más una foto mía de la mano con María José. A simple vista parecía que éramos una pareja. Pero solo yo sé que la estaba jalando de la muñeca para que dejara de parlotear.

— Nos vemos bien juntas. — Una voz en mi oído me sacó un susto.

Observé a mi lado y María José sonreía con las manos en sus bolsillos.

Que linda sonrisa.

¡¿Pero qué dices Daniela Calle?! Mejor cállate.

Sacudí mi cabeza rápidamente, por alguna rara razón la peliazul que tenía enfrente me descolocaba de una forma u otra, era un sentimiento extraño. Su presencia me daba un extraño tipo de deja vú con solo verla a los ojos.

— Por tu culpa estoy en este embrollo. — Mencioné, tirando el iPad en el escritorio.

— Bueno, quizás así lo quiso el destino. — La morena se encogió de hombros.

— No digas estupideces. — Repliqué, ella sonrió. — Tú sales más beneficiada en todo esto

— ¿Perdona?— Inquirió alzando sus cejas. — Pues te estás aprovechando de mi imagen, así que es al revés.

Enchiné mis ojos y me crucé de brazos, tiré mi espalda en la silla y me crucé de piernas.

¿En qué momento Verónica salió? No debió salir.

— Cállate. — Pedí molesta a la chica a mi lado.

— ¿Tan rápido y antojando?— Respondió.

Rápidamente miré a la pitufo con ojos abiertos, sintiendo un calor recorrerme el cuello. Ella tenía el atisbo de una sonrisa maliciosa en el rostro.

— Pero-

— Tan siquiera invita un cafecito primero. — Me interrumpió.

— ¿Que-

— Es decir, soy irresistible lo sé, pero conquista mi corazón al menos. — Pidió cruzándose de brazos.

— ¡Ya cállate!— Exclamé nerviosa.

La chica a mi lado me guiñaba un ojo y me lanzaba un beso al aire, rodé los ojos.

La puerta de la oficina de Verónica fue abierta y ella entró con un señor gordito y tierno con un portafolio.

— ¿Quién es?— Inquirí.

— Tú abogado. — Respondió mi mánager. — Vamos a firmar el contrato.

— Ay, hasta hoy lo conozco que tierno... ¡¿Contrato?! ¡¿Qué?!— Alcé la voz alterada.

— Buenas tardes, señoritas. — Saludó el abogado. — Soy el abogado López a sus órdenes.

— Pongan atención. — Pidió Verónica.

— El contrato que me mandó hacer la señorita Castro es muy beneficioso para ambas.

El abogado gordito que me recordaba a Santa Claus.

— Cómo saben tendrán que fingir una relación, este contrato tiene cláusulas las cuales ambas deben respetar, esto será estrictamente laboral.

El señor gordito tierno nos pasó el contrato, una copia a mí y a la pitufo osada.

— Tendrán horarios en donde pasarán tiempo juntas, harán lives, habrán salidas para dar contenido a los paparazzi y fans, sesiones de fotos y demás. — Explicó Verónica.

— ¿Y yo que gano con esto?— Soltó la peliazul a mi lado.

— Fama, dinero y tú próximo disco ya que ya tenemos un mánager para ti. — Replicó mi manager. — Si tu música es un éxito, harás conciertos y Daniela irá a ellos para dar la imagen de relación de apoyo y amor.

— ¿Cuánto durará el contrato?— Pregunté, procesando todo.

— Un año, será el tiempo suficiente para explotar la relación. — Arrojó Verónica con frialdad. — Luego cada quien sigue su camino.

— Lean los contratos con cautela y cada cláusula, señoritas. — Pidió el abogado.

— En una cláusula dice que está estrictamente prohibido salir con otras personas durante el año que estarán juntas. — Miré a Verónica y estaba seria.

¡¿No iba a coger en un año?!

Soy una persona hormonal, tengan consideración.

— ¿No quieres mi tipo de sangre de paso?— Contesté irónica.

— Si aceptan, mañana mismo nos pondremos de acuerdo para dar la noticia de su relación.

— ¿Mañana?— Preguntó Poché.

— Así es. — Contestó Verónica. — Saldrán diciendo en una entrevista cómo se conocieron, se enamoraron y por miedo a lo que pensaran las personas decidieron mantener oculta la relación. Que Armando solo era un PR para despistar a todos.

— ¿Y si no funciona?— Inquirí.

— Ya viste las redes por ti misma. — Puntualizó mi mánager. — Claro que funcionara.

Verónica decía todo con tanta formalidad que daba miedo.

— ¿Y el otro asunto?— Cuestioné, Verónica entendió mi indirecta.

— No perjudica nada, lo sabes. — Me respondió, suspiré.

Poché quién estaba a mi lado leyendo el contrato no entendió nada, y lo agradecía.

— Tú dejaras de ser una infiel, Armando quedará mal parado ya que lanzaremos unos tweets en donde se verá su infidelidad. — Mencionó mi manager.

Ay, eso me dio alegría, ya no seré infiel.

¡Destripen al gusano de mi ex!

— Todos felices y contentos. — Verónica sonrió. — Tú trabajarás con grandes marcas. — Me señaló. — Y tú, tendrás fama para tu banda. — Señaló a Poché.

— ¿Tienes una pluma?— Preguntó la chica a mi lado sin preámbulos.

Verónica sonrió satisfecha y le dio una pluma a la pitufo, ella se acercó al escritorio y así de simple firmó.

— Bienvenidas al negocio. — Celebró Verónica.

— Bueno, ya que di mi alma al diablo, espero poder quemarme. — Murmuró Poché viéndome.

Se acercó a mí tendiéndome la pluma que había usado para firmar con una sonrisa ladeada.

Solté un suspiro y tomé la pluma, me paré de mi asiento acercándome al escritorio, fui a las últimas hojas del contrato y lo firmé sin dar marcha atrás.

Solo sería un año y luego seguiría con mi vida.





























































Signo: Capricornio.

Apodos y edad: El cacas, El infiel, El pito corto. 32 años.

Amante de: El fútbol y el fútbol.

Fan de: Cristiano Ronaldo, es su esposo en secreto.

Odia: Perder.

Debilidades: Cristiano Ronaldo, las mujeres y Daniela Calle, para mala suerte de nuestra diosa.

• ────── Flow llegando ────── •

Calle con Armando tipo:

Meta: 120 votos.

¿Qué saldrá de ese contrato? Uuuy.

Armando es un amor, ¿no?

¿Teorías?

¿Algún chisme? ¿Se quieren desahogar? Yo los leo :3.

Me retiro escuchando Ignorantes de Bads bunny's y el ete SeEeEeEch.

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