02| Golpes directo al corazón
Me quedo frisada en mi lugar sin mencionar nada, solo miro en dirección a Sprite que se encuentra en un estado normal, serio y expectante.
—Adelante, esperamos por ti—, refuta mi mejor amiga, con una risa enorme en su rostro.
Yo ignoro su comentario y trato de relajarme, mi corazón late tan fuerte que creo que va a salirse de su lugar. Realmente quiero hacerlo, deseo con todas mis fuerzas besar esos labios que por mucho tiempo me han llamado fuertemente a la atención, pero en el fondo tengo miedo, vergüenza y timidez, y no quiero besarlo por primera vez por medio de un reto, quiero besarlo por medio de otra forma más seria, más comprometedora, más real... aunque realmente no veo presuntas oportunidades ni esperanzas para ello, supongo entonces que este es mi momento.
Salgo de mi trance y me acerco a él, tratando de dejar todas las manifestaciones que siento en este momento, pero no me es posible, porque no se trata de cualquier cosa, se trata de besar a un chico que no es nada mío, y es el chico que me gusta.
Tomo su rostro en mis manos y lo beso, lo beso como si fuera mío, como si sus labios me pertenecieran, como si no hubiera un mañana. Sus labios tienen un sabor sinigual y cada movimiento de labios me hacen sentir una vibración en mi espina dorsal. Aquel beso es correspondido a la perfección, sus labios conectan de inmediato con los míos y es sumamente impresionante y placentero como su lengua se enreda con la mía haciendo estragos en mi cabeza.
Sus labios son tan suaves que lo saboreo como si nunca hubiera probado unos labios como estos, son tan dulces que siento como va impregnando mi boca con su sabor.
Escucho el bullicio de todos diciendo cosas que no logro entender del todo, y no presto atención a ello ya que es lo mínimo que me importa ahora.
Entreabro los ojos manteniendo mi concentración firme para ver qué tanto él lo está disfrutando, y es para mí más que placentero ver como tiene sus ojos cerrados, lo cierro de inmediato y continúo con lo mío, perdiéndome en un mundo en el que solo estamos él y yo.
Por un momento me olvido de que realmente es un reto y que me encuentro en frente de todos mis compañeros de clases, pero tan pronto me doy de cuenta no me importa, sigo besando a Sprite con ganas y afán, pero, no obstante, él se aparta de mí.
Mi mente se vuelve un torbellino en su totalidad, pero simplemente me aparto del lugar y vuelvo al mío, mostrando una sonrisa en mi rostro, pero realmente con el corazón hecho añicos...
Simplemente el corazón nunca ha entendido ni entenderá de juegos.
Todos están riendo como locos y diciendo cosas que no llego a entender, me encuentro perdida en un universo de sentimientos...
—Iban a comerse—, masculla mi compañera Britney, riendo a carcajadas.
—Parece que tuvieron química— espeta Ley, otra compañera que juega.
—Ese beso fue sumamente profundo— esta vez habla Luxmart, mirándome con suspicacia y formulando una risa en su rostro.
—¡Sprite, te ibas a comer a Macary! —vocifera Raquel a todo pulmón en dirección a él, muerta de risa.
Para no ser descortés me dispongo a reír junto con el grupo, pero en realidad, todo lo que quiero en este momento es pensar que ese beso fue real, cargado de sentimientos y amor.
Me limito a echar un vistazo a su dirección y él se encuentra riendo, nada serio como minutos atrás. Entonces por un momento pienso en la probabilidad de que le haya gustado mi beso, por un momento creo que tal vez, solo tal vez, haya sentido alguna chispa o vibración por mí.
Entonces sonrío de verdad.
—Hay que continuar jugando, se acaba el receso y nos toca francés— espeta Eulate, preocupado porque aún no le ha tocado un reto en el que tenga que besar a una chica o tocarla.
Entonces vuelven a girar la botella y ésta no tarda en detenerse de inmediato, justo en donde yo estaba esperando que se detuviera hace minutos: en dirección de mi amiga Luxmart.
Ella alza un grito fuerte y río descontroladamente, así que no tardo en hablar:
—Este reto merezco ponerlo yo—, secuencialmente, sigo riendo.
—No vayas a joderme, Macary Leit — pronuncia apuntándome con su dedo índice con un enojo fingido en su rostro.
Le dedico una sonrisa maliciosa y simplemente me limito a tomar una goma de la muñeca de mi amiga Niki y la coloco forzadamente con vueltas en la hebilla de la correa de mi compañero Eulate.
Luxmart al ver lo que hago, se estremece en su lugar y solamente ríe esperando a que termine.
—Debes quitarle la goma por completo con tu boca— digo, seria y con cara maliciosa.
Sé perfectamente que Luxmart no quiere cumplir con este reto, pero no protesta porque tiene claro que debe hacerlo, entonces para no sentirse derrotada, dice:
—Es sumamente fácil.
Todos ríen en la estancia y yo simplemente me limito a asentir.
—Pues entonces hazlo—, musita Eulate, ansioso por tener a mi amiga en un simulacro de estar haciéndole un oral.
Continúo riendo mientras Luxmart se va acercando hacia Eulate. Una vez allí se pone en acción y el escándalo en el salón empieza a ebullir descontroladamente.
Luxmart lucha por desenvolver la goma envuelta en la hebilla de la correa de mi compañero Eulate y le está costando hacerlo, pero no se rinde, continúa. En un intento fallido se detiene y todos gritan al compás que continúe, que lo está logrando.
—¿No que era fácil? —le pregunto, pero ella simplemente se dedica forzadamente a quitar la goma de la hebilla.
—¡Me encanta! —masculla Eulate, en tono de burla.
Luego de un momento de puro afán, Luxmart acaba quitando la goma de la hebilla y le da un portazo a Eulate por el comentario que dijo.
—No te preocupes, Macary— me dice, apuntándome con su dedo índice, y su cara es de diversión y malicia pura.
—No tengo de qué preocuparme— río e ignoro lo que dice después.
Nuevamente alzan la botella a girar y esta vez sin muchos preámbulos se detiene en la dirección de Sprite.
Entonces el ambiente se pone un poco tenso para mí, trato de disimular lo más que puedo para que nadie note nada en mis facciones, porque sencillamente me aterra la idea de que lo reten a besarse con una chica del salón que no sea yo, o hacer algo indebido ante mis ojos con otra chica, simplemente no me sentiría preparada para verlo, simplemente no querría que ese reto se llevara a cabo.
Salgo de mi trance y me centro en el reto que le pondrán a Sprite, pero todos están hablando y pensando qué reto le pueden poner.
Él, por su parte, se encuentra esperando, pero al parecer el refrán que dice "la espera desespera" se hace viva en él:
—¿Van a ponerme el reto o qué?
—Dale un beso rápido a Ley—, espeta Britney, dándome una galleta sin manos.
Entonces toda mi sangre se agolpa en mis pies y simplemente me cuesta tragar fuerte. Sé perfectamente que esto se trata de un juego y que de esta manera son las cosas, que no puedo pretender que solo le pongan retos conmigo y viceversa si esto es un juego y aquí nadie es dueño de nadie.
—¿Cómo crees? No, no puedo besarme con ella—, se retracta.
Entonces una chispa de esperanza se incendia en mí y toda la sangre de mi cuerpo que se había agolpado en mis pies vuelven a su funcionamiento.
—Es cierto, él y yo somos como hermanos—, refuta Ley, con cara de perrita preocupada.
—Esto es un juego y si saben que no cumplirán un reto entonces no jueguen—, habla Luxmart, para mi sorpresa— aquí todos tenemos que cumplir, no importando nada.
Sprite no dice ni media palabra y va en dirección a Ley con toda valentía que lo caracteriza, entonces veo como toma su rostro en sus manos, rápidamente sus labios hacen contacto físico y simplemente yo no puedo hacer más que voltear mi cara hacia otro lado y hacerme de la vista gorda, porque justo en ese momento siento cómo mi corazón se rompe lentamente.
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