❝ Forbidden ❞ || Michaeng

By _xYoungOnce

242K 19.7K 17.2K

❝ Aveces las sensaciones prohibidas son las mejores ❞ ⚘ Aclaraciones en el primer capítulo ¡! ⚘ Mención de... More

𓏲 Prólogo
𓏲 Capítulo 1
𓏲 Capítulo 2
𓏲 Capítulo 3
𓏲 Capítulo 4
𓏲 Capítulo 5
𓏲 Capítulo 6
𓏲 Capítulo 7
𓏲 Capítulo 8
𓏲 Capítulo 9
𓏲 Capítulo 10
𓏲 Capítulo 11
𓏲 Capítulo 12
𓏲 Capítulo 13
𓏲 Capítulo 14
𓏲 Capítulo 15
𓏲 Capítulo 16
𓏲 Capítulo 17
𓏲 Capítulo 18
𓏲 Capítulo 19
𓏲 Capítulo 20
𓏲 Capítulo 21
𓏲 Capítulo 22
𓏲 Capítulo 23
𓏲 Capítulo 24
𓏲 Capítulo 25
𓏲 Capítulo 26
𓏲 Capítulo 27
𓏲 Capítulo 28
𓏲 Capítulo 30
𓏲 Capítulo 31
𓏲 Capítulo 32
𓏲 Capítulo Final
𓏲 Extra O1
𓏲 Extra O2
𓏲 Extra O3
𓏲 Extra O4
𓏲 Extra O5

𓏲 Capítulo 29

5.5K 452 443
By _xYoungOnce

A pesar de las estrictas enseñanzas que se implementaban en el colegio al que Mina asistía, se sabía de sobra que no todos las obedecían como debía ser, no todos eran creyentes, no todos seguían lo que sus profesores les predicaban sobre la religión, no todos eran buenas personas, y lo confirmó totalmente cuando varios de sus compañeros, e incluso de otros años, se acercaron a Jeongyeon para burlarse de ella, para hacerle comentarios homofóbicos debido a las fotos de Nayeon, que al parecer, era el tema del día.

Mina no era una santa, ninguna de sus amigas lo eran, pero ellas no serían capaces de meterse con otra persona por el simple hecho de molestar o hacer sentir mal, cada quien estaba metido en sus propias cosas como para buscar maneras de hacerle la vida imposible a sus compañeros.

Era entendible hasta cierto punto que tuvieran esas conductas en un colegio tan estricto en cuanto a sus creencias, muchos de sus compañeros terminaron ahí como castigo por parte de sus padres, esperanzados en que sus conductas cambiarían, otros llegaron obligados debido a su familia, por lo que podrían encontrarse con cualquier tipo de personas.

Hasta ese momento, nunca hubo escándalos tan grandes dentro de la institución, trataban de mantenerse al margen de cualquier problema que pudiera ensuciar la imagen del colegio, pero ahora, la situación se había descontrolado tanto que Jeongyeon estaba a punto de simplemente mandar todo a la mierda y olvidarse por completo de donde se encontraba, de olvidarse que estaba portando el uniforme de un colegio religioso y prestigioso.

— Se los juro, un comentario más y me desconozco — gruñó, Jeongyeon al ver como dos de sus compañeros se alejaban entre risas.

— Entiendo que estés molesta, pero no te conviene meterte en problemas ahora...— Mina trató de tranquilizarla, la jornada escolar estaba por terminar y podrían irse.

— Es que no los soporto, solo míralos, siguen viendo las fotos, me dan asco.

Sana estuvo a punto de intervenir cuando una chica de un año mayor a ellas se acercó y se sentó en la misma mesa, viendo directamente a Jeongyeon con una sonrisa burlona en sus labios. Mina suspiró cansada, suponiendo que era otra de las tantas que querían reírse o hacer algún comentario fuera de lugar.

— ¿Te conocemos? — preguntó con cansancio, Mina sin apartar la mirada de la chica.

— Así que eres lesbiana — se dirigió a Jeongyeon, ignorando completamente a la pelinegra.

Jeongyeon frunció el ceño ante esa afirmación tan directa, otra vez llenándose de enojo y mal humor.

— Lárgate — espetó.

— Tranquila, solo quiero saber si estás interesada en, ya sabes, hacer algo divertido con mis amigas.

— ¿Qué dices, idiota? — Jeongyeon se levantó de su asiento, mirándola de manera desafiante.

— ¿No escuchaste? Mis amigas preguntan si quieres divertirte con ellas. Obvio que yo no me incluyo, no te emociones — rió — Me gustan los chicos, no estoy enferma, así como ustedes, pero ellas me dijeron que te preguntara porque les da vergüenza acercarse, creo que les gustas — dijo con burla en su tono de voz — Puedes decirle a tu noviecita, también les interesa.

— ¿Cómo te haces llamar su amiga si les dices enfermas? Eres una basura.

— Por favor, ¿te has visto a ti y a tu novia? Ustedes sí que dan asco, primero compartes sus fotos, y ahora te ofendes, ¿quién las entiende? Además, ¿no es eso lo que estaban buscando? Los homosexuales hacen de todo para llamar la atención y conseguir algo de sexo, es repugnante.

Jeongyeon enfureció más de lo que ya estaba, no importaba que estuvieran en el patio de su colegio, no importaba que terminara en dirección, ya nada de eso importaba en lo absoluto, porque nadie podía decir eso sobre ella, sobre Nayeon, e incluso sobre sus amigas presentes.

Hizo el amago de tomarla por la camisa, pero en un rápido movimiento, la chica se tambaleó hacia atrás, quejándose mientras sobaba su enrojecido pómulo. Jeongyeon miró sorprendida la escena y vio a Sana a su lado, respirando pesadamente y sin apartar la vista de la chica. Realmente, Sana la había golpeado, Minatozaki Sana, la chica que no se metía en problemas y prefería estar en silencio, había golpeado a alguien por defenderla.

— Me tenía cansada, no paraba de decir estupideces — fue lo único que la castaña dijo, sintiéndose tímida ante la mirada de sus amigos y compañeros.

Mina se tensó al ver que la chica mayor volvió a acercarse, sus ojos llenos de furia y sus puños cerrándose en busca de regresar el golpe, pero esta vez, fue Jeongyeon el que la detuvo, desatando lo que mantuvo retenido en todo el día. Estaba mal golpearla, lo sabía, pero cada una de sus palabras la descolocaron, ella jamás fue violenta de ninguna manera, pasaba desapercibida con sus amigas, y era increíble la manera en la que lograron provocarla solo en un día.

— ¡Ya basta! — una mujer apareció en el patio, mirándolas con desaprobación y molestia, causando que las involucradas en la pelea se separaran, viéndose de manera retadora entre ellas — Vamos a la dirección, ¡ya!

Ambas chicas se encogieron en su lugar y siguieron a la mujer mientras acomodaba sus uniformes.

Sana se sintió un poco culpable, ella había soltado el primer golpe, pero solo se llevaron a Jeongyeon y a la otra chica.

— Que desastre — murmuró, Dahyun un poco afligida — ¿Y si les dicen a sus padres? Es obvio que le contarán todo lo que está pasando.

— Quizás no debí golpearla — habló, Sana con cierto pánico, escuchando los murmullos de todos a su alrededor.

— Se lo merecía — Mina puso la mano en su hombro, tranquilizándola.

— A la salida hablaremos con ella, esperemos que no sea haga más grande este problema.

La campana de regreso al último bloque de clases sonó, causando que todos los alumnos empezaran a dispersarse, yendo a sus salones respectivos mientras hablaban sobre lo sucedido.

Vaya día.

Jeongyeon salió de la dirección a pasos rápidos hacia la salida del colegio, había recibido el regaño del año por meterse en una pelea que ni siquiera fue la gran cosa, incluso citaron a sus padres para hablar sobre su comportamiento, y sobre lo de las fotos, porque sí, hasta sus profesores lo sabían, de seguro alguien le fue con el chisme para que la expulsaran o algo así.

Acomodó la correa de su mochila y salió sin sentirse ni un poco arrepentida por los golpes que le dio en el rostro a aquella chica, es más, se sintió satisfactorio, y es cierto que tal vez no debió descargar el enfado retenido durante todo el día, pero la pobre tuvo la mala suerte de ser la última en molestarla.

No quería ir a su casa, así que, sin mucha prisa, empezó a caminar hacia la escuela de Nayeon, verla le subiría los ánimos, y podría distraerse nuevamente del otro regaño que posiblemente sus padres le darían por meterse en problemas.

Ya que más daba.

— ¿Creen que la hayan suspendido? — preguntó, Dahyun con preocupación a la hora de salida.

— No lo sé, pero Chaeyoung me dijo que está con ellas en la salida de su escuela, así que no sé ustedes, pero yo iré — dijo, Mina saliendo del colegio, haciéndose paso entre el montón de alumnos que salían apresurados.

— ¡Yo también quiero! — dijo con emoción, Sana quien rápidamente cambió su expresión por una más seria al obtener la mirada sorprendida de sus amigas — Solo vamos — se adelantó, huyendo de las miradas sospechosas. No se sentía del todo lista para decirles lo sucedido con Tzuyu, tenía un poco de vergüenza de decirlo en voz alta a pesar de que una gran parte de ella le aseguraba que nada pasaría y que la seguirían viendo de la misma manera.

Las tres tomaron un taxi para llegar más rápido, y en cuestión de minutos, estaban ahí. Mina saludó con un abrazo a su novia, dejando un beso en su frente de manera cariñosa. Dahyun saludó a Momo con un corto beso en los labios, sintiendo sus ánimos bajar considerablemente al recordar la charla con su tío el día anterior; quiso llorar en ese momento al verla tan sonriente, viéndola con ese brillo en sus ojos que hacían su corazón latir con fuerza, pero se forzó a sí misma a mantener una suave sonrisa que no levantara ninguna sospecha. Sana por su parte, vio a Tzuyu y el impulso por ir hacia ella y saludarla como deseaba, apareció, sin embargo, no lo haría, no con todas ahí; vio la sutil sonrisa en el rostro de Tzuyu, y supo que también quería hacer lo mismo, pero, también se contuvo, así que de manera disimulada, se puso a su lado como si nada, empezando una charla superficial que no pareciera fuera de lo normal entre un par de amigas en lo que se encaminaba hacia la casa de Chaeyoung.

Todas empezaron a caminar, todavía sin tocar el tema, sin preguntar el por qué, Jeongyeon había llegado de manera inesperada mucho antes de la hora de salida; ya eso lo explicaría después.

— Entonces, ¿Sana golpeó a una chica? — repitió, Tzuyu luego de que Mina contara con detalles lo que había sucedido.

— Ajá, la golpeó — asintió, Dahyun, confirmando la historia de la pelinegra — Y la otra chica estaba muy molesta, la hubieran visto.

— Y entonces, la terminé golpeando yo — habló Jeongyeon, obteniendo una mirada divertida de las presentes.

— Que sexy — comentó, Nayeon a su lado, dejando un corto y casto beso en sus labios.

— Gracias a eso estoy suspendida — suspiró con resignación — Así que bueno, no tengo permitido ir por tres días.

— ¿En serio te suspendieron?

Jeongyeon asintió, haciendo un encogimiento de hombros con indiferencia, aún sin arrepentimiento alguno, había valido la pena después de todo.

— Cuidado, Jeong, a Nay le calientan mucho las chicas malas — comentó divertida, Momo, causando que todas estallaran en risas mientras Jeongyeon se sonrojaba tímidamente bajo la pícara mirada de la castaña.

Ella y Nayeon llevaban poco tiempo saliendo oficialmente, y el tema de tener sexo todavía no había salido a flote, y aunque Nayeon se le había insinuado innumerables veces, nunca le insistió directamente en pasar al siguiente nivel; siempre que se detenía, Nayeon lo aceptaba y le daba su espacio cuando la miraba indecisa o muy nerviosa, y Jeongyeon agradecía ese gesto, aunque sí le gustaría poder avanzar un poco más porque notaba la frustración en la mayor por más que se esforzara en ocultarlo.

— Montón de idiotas — rió Nayeon, recostándose en el hombro de Jeongyeon mientras la abrazaba con cariño.

A pesar de la situación, las cosas para ambas iban muy bien, Jeongyeon no tenía miedo sobre lo que la directora tuviera que decirle a sus padres con respecto a las fotos y la pelea, porque a pesar de que su papá seguía sin siquiera mirarla, sabía que su madre estaría de se lado al escuchar su versión de los hechos.

Merecía un castigo por haber actuado violentamente, era consciente de eso porque al final, no resolvió nada, aparte de que actuar de esa manera nunca era la solución, pero definitivamente no sería castigada por defender a la chica que le gustaba, por defenderse a sí misma y a sus amigas.

Estaba segura, y con eso estaba satisfecha.

Dos largas semanas habían pasado ya desde el incidente de la pelea, Jeongyeon recibió su regaño por haberse metido una pelea, su padre la castigó, prohibiéndole salidas con sus amigas, dejando que saliera únicamente para el colegio por toda una semana; su madre, por otro lado, la regañó, y trató de apoyarla con todo el acoso que recibía por parte de sus compañeros, repitiéndole que nada de eso era su culpa, pero que no debía volver a caer en esas provocaciones.

Luego de esas dos semanas tan movidas para el grupo de amigasㅡ especialmente para Jeongyeon, Mina, Dahyun y Sana ㅡ por fin el día sábado se hizo presente, y con eso, el cumpleaños número dieciocho de Mina.

Chaeyoung estuvo muy emocionada desde hace una semana atrás, tratando de encontrar un buen regalo, incluso le hizo preguntas sutiles con la intención de obtener algún tipo de información en cuanto a lo que quisiera recibir ese día, pero Mina no decía nada útil, así que se dedicó a planear de manera organizada ese día para ellas dos.

— Mina, Mina, Mina~ — canturreó con emoción la rubia en un intento de despertar a su novia, pero esta solo se quejaba y balbuceaba entre sueños — Minari, despierta, despierta, despierta — insistió, moviéndola suavemente, frunciendo el ceño unos segundos después porque no daba indicios de querer levantarse.

Resopló frustrada y dejó que durmiera un poco más en lo que ponía en marcha lo primero que estaba en su lista de actividades de ese día: hacerle un desayuno especial.

Bajó las escaleras de dos en dos debido a su emoción de hacer algo especial para ella. Se encontró en la sala con Jihyo que ya iba de salida, de seguro iría a casa de Daniel; se despidió de ella cortamente antes de meterse en la cocina y empezar a cocinar.

Según como tenía planeado todo, a esa hora ya debían estar desayunando, pero Mina seguía durmiendo y ella apenas estaba empezando a cocinar, cosa que logró frustrarla con facilidad. Trató de relajarse y no estresarse por algo tan pequeño, ya luego vería como acomodar las demás actividades que había organizado con el tiempo que le quedaba.

Cuarenta minutos más tarde, Chaeyoung por fin estaba terminando de servir, satisfecha por el resultado y porque hace ratos había escuchado a Mina duchándose, lo que significaba que no tardaba en bajar para poder felicitarla por fin.

Estaba terminando los últimos detalles cuando el timbre de la puerta sonó un par de veces, llamando su atención. Se levantó de su silla con la intención de atender, pero los pasos apresurados en las escaleras la detuvo, quedándose en su lugar cuando vio a Mina en dirección a la puerta. Suspiró y volvió a sentarse, esperando pacientemente a que su novia llegara a hacerle compañía.

Mina abrió la puerta, sosteniendo la pequeña esperanza de que fuera su madre, había escuchado a Jihyo hablando con ella hace un par de días, y estuvo pensando en que tal vez, solo tal vez la volvería a ver en su cumpleaños, algo así como una sorpresa a pesar de los problemas que habían entre ellas, ya había pasado casi un mes desde que se fue y no sabía nada de ella, mucho menos de su padre, así que sí, esa esperanza estuvo latente hasta que vio la persona al otro lado de su puerta. Sus ánimos decayeron notablemente y la sonrisa se borró de su rostro, dándole paso a una expresión más seria.

— Mina, hola... feliz cumpleaños.

— No era necesario que vinieras hasta aquí, Jaehyun — dijo con indiferencia, pasando por alto la tristeza en los ojos del castaño.

Desde que las vacaciones acabaron y empezaron de nuevo las clases, Jaehyun estuvo escondiéndose de Mina, evitando sus miradas, huyendo cada vez que sus caminos estuvieron a punto de cruzarse, simplemente ignorándose mutuamente. Claro que estaba al tanto de lo que había pasado con Mina luego de que él cometió el error de contar lo que pasaba entre ambos; quiso explicarle que había sido un tonto impulso que su propio enojo había causado, pero también sabía que eso no justificaba nada, el daño ya estaba hecho y él quería disculparse, solo que no sabía por donde empezar.

— Lo sé... Es solo que quería felicitarte, sé que me has eliminado de todas tus redes sociales, así que no sabía de qué otra manera hacerlo — agachó la mirada, avergonzado bajo la mirada de Mina que, poco a poco fue suavizándose.

— Bueno, gracias — respondió sin ánimos de ser grosera, sin embargo, su voz salió más pesada de lo que esperaba.

Jaehyun tomó aire y en silencio, empezó a rebuscar entre sus cosas, sacando segundos después, una pequeña caja decorada con un listón azul en el centro. Con mucha timidez la extendió hacia ella y sonrió débilmente, inquieto y nervioso.

— Tómalo como un regalo de cumpleaños y una disculpa, sé que lo que hice estuvo mal de muchas maneras... Solo quería que lo supieras.

Mina lo miró por un momento, extrañada por lo que estaba escuchando. Aceptó la pequeña caja, sintiéndose demasiado incómoda en esa situación tan inesperada justo en su cumpleaños.

— Está bien, gracias — repitió, está vez más tranquila.

— Muy bien — asintió, fijando su mirada en la de ella, sintiendo un poco de alivio, aunque sabía que estaba lejos de ser perdonado — Nos vemos en el colegio, Mina, pásala bien — dijo con amabilidad, despidiéndose con la mano mientras se alejaba.

Mina lo siguió con la mirada hasta que desapareció de su campo visual. Cerró la puerta y analizó la caja en sus manos mientras caminaba hasta la cocina sin prestar atención a su alrededor, dejó la caja en la mesa del comedor y se percató de que había comida servida, levantó la mirada hasta encontrarse con Chaeyoung en silencio, sentada frente a ella, jugueteando con la comida en su plato, sin mirarla.

— Chaengie, buenos días — sonrió automáticamente, acercándose con la intención de saludarla como debía.

— Yo, uhm, te hice el desayuno — dijo casi en voz baja, sonriéndole con un cierto toque de tristeza.

— ¿Solo dirás eso? — se paró a su lado, haciendo un puchero mientras esperaba a que Chaeyoung se levantara, pero en cambio, simplemente apartó la mirada y la fijó otra vez en su plato.

— ¿Qué quería Jaehyun? — preguntó directamente sin mirarla.

— Él... Me trajo un regalo por mi cumpleaños. Y también creo que se disculpó conmigo.

— Oh... Supongo que está bien — odiaba que el tema de Jaehyun la pusiera tan sensible todavía, pero no podía solo evitarlo, el chico era su ex novio, y aunque Mina ya no tuviera nada con él, no le gustaba que estuviera alrededor de ellas después de tanto.

— Chaeng, sé que él no te agrada, y créeme que tampoco estoy muy feliz con que haya venido... Pensé que era mamá, por eso corrí hacia la puerta cuando escuché el timbre — confesó, llamando la atención de la rubia rápidamente quien la miró con un poco de tristeza — No esperaba que fuera él, lo prometo.

Chaeyoung se sintió culpable de repente, no quería sentirse celosa y tampoco quería que Mina sintiera que estaba molesta, ella solo quería ser la primera en felicitarla, quería darle un bonito desayuno y un buen cumpleaños para que pudiera distraerse del hecho de que sus padres no estarían con ella en ese día tan especial, pero al parecer, lo había arruinado con su actitud innecesaria e infantil. Suspiró sonoramente y esbozó una sonrisa más sincera, levantándose para acercarse y esconderse entre sus brazos, dándole un cariñoso abrazo junto a un corto beso que logró hacerlas sentir más en calma a ambas.

— Feliz cumpleaños, Minari — murmuró, recostándose en su hombro.

A pesar de que la mañana había empezado un poco desastrosa, Chaeyoung se prometió a sí misma que le daría un bonito cumpleaños.

Bien, las cosas no estaban saliendo para nada como Chaeyoung las había planeado, y eso había logrado desanimarla de gran manera. El día había terminado y no logró hacer con Mina todo lo que había preparado, su idea de mantenerla ocupado todo el día en cosas que sabía que a su novia podrían gustarle, se arruinó rápidamente, y esa sensación de que no pudo lograrlo, la hizo sentir mal. Nunca habían pasado un cumpleaños juntas, esa era la primera vez que salían oficialmente como novias ya que en los años anteriores, siempre celebraban muy tarde en la habitación de Mina, ahora quería que fuera diferente.

— Chaengie, quita esa cara — pidió la mayor, entrelazando sus manos mientras caminaban fuera del restaurante al que no les permitieron entrar porque se habían pasado unos cuantos minutos de la hora en la que Chaeyoung había reservado — No es culpa tuya.

— Aún así — hizo un puchero, mirando sus pies, siendo guiada por la japonesa — Todo salió exactamente como no quería. La heladería no tenía tu sabor favorito, las maquinitas estaban cerradas, ya no habían más funciones para la película que queríamos en el cine, y ahora no nos dejan entrar a ese tonto restaurante — hizo un puchero, inflando sus mejillas con el ceño fruncido.

— Podemos comer pizza en el parque, no me molesta — se encogió de hombros.

— No quiero que comamos pizza del parque.

Mina suspiró y detuvo a la menor, parándose frente a ella, dándose cuenta de que Chaeyoung parecía más afectada de lo que creyó. Puso sus manos a cada lado de sus hombros, regalándole una sonrisa tranquilizadora.

— El día aún no termina, ¿hay algo más que quieras hacer?

Chaeyoung negó con la cabeza, se supone que la cena terminaría lo suficientemente tarde para salir directo a casa luego de eso, pero ya que habían perdido la reservación, tenían más tiempo antes de regresar, aún era temprano.

— Lo siento, Mina.

Mina dejó un casto beso en sus labios y le sonrió.

— Ven, vamos, yo sí quiero hacer algo — tomó su mano y la jaló hacia la cabina de fotos que había visto hace unos minutos — Podemos sacarnos algunas fotos, nunca he entrado a uno de estos.

Chaeyoung asintió con una media sonrisa ante la emoción en los ojos de la mayor. Hicieron a un lado la cortina de entrada y tomaron asiento en el pequeño espacio frente a una pantalla. Mina rebuscó entre las cosas que habían ahí un par de diademas con orejitas y algunos accesorios graciosos en lo que Chaeyoung configuraba la pequeña pantalla para que empezara a tomar las fotografías.

— Apúrate, ponte esto — acomodó en el cabello amarillo de Chaeyoung una bonita diadema con orejas de gato, mientras que ella se puso unas con largas orejas de conejo, también acomodó unos anteojos graciosos en el rostro de Chaeyoung, pareciéndole la imagen más bonita del mundo.

Se alcanzaron a tomar alrededor de diez fotografías, haciendo diferentes posiciones en cada una, siendo la última una foto de ellas dos dándose un piquito en los labios. El ánimo de Chaeyoung subió en ese momento con solo escuchar la risa divertida de Mina con cada foto que se sacaban, se veía tan tranquila y feliz, haciéndola sentir satisfecha a pesar de que muchas cosas salieron mal desde muy temprano.

— Nos vemos muy graciosas. Toma — le extendió a la menor una tira de fotos para que pudiera conservarla — ¿Te sientes mejor?

Chaeyoung asintió repetidas veces antes de colgarse en su cuello para besarla, ambas sonriendo en el acto.

— ¿Nos vamos a casa? — preguntó, Mina viéndola a los ojos con una chispa de emoción en estos — Jihyo dijo que estaría afuera toda la noche.

— ¿Estás insinuándome algo, Myoui Mina? — enarcó una ceja, haciéndose la desentendida.

— No, ¿cómo me crees capaz de eso? — rió, tomando su mano suavemente con una sonrisa en sus labios — Solo te estoy informando.

— Gracias por informarme entonces — besó su mejilla y empezaron a caminar hacia el estacionamiento del centro comercial en busca del auto de Mina.

Mina había disfrutado totalmente su cumpleaños a pesar de la desilusión de que ninguno de sus padres se tomara el tiempo de llamarla o enviarle un mensaje, trató con todas sus fuerzas que eso no arruinara por completo sus ánimos, dedicándose a ser mimada por Chae y sus planes, y aunque muchas cosas no salieron como se esperaba, ella se sentía muy satisfecha, se hubiera sentido igual de feliz y agradecida si solo se hubieran quedado en casa viendo películas, estar con Chaeyoung siempre era más que suficiente.

Al llegar a la casa de los Myoui, Chaeyoung les avisó a sus padres que se quedaría a dormir con Mina, a lo que no le pusieron ninguna restricción, como siempre. El silencio, la soledad y la oscuridad del interior de la casa las envolvió tan pronto entraron. Mina acorraló a Chaeyoung rápidamente contra la puerta, sonriéndole con picardía y viéndola con un brillo inigualable en sus ojos, Chaeyoung la atrajo a sus labios sin dudarlo, dándole inicio a un beso desordenado entre suspiros y jadeos que empezaron a llenar el silencio del lugar, sus manos moviéndose sobre el torso de la mayor en un intento de retirar sus prendas con desesperación.

— Yo les dije que no iba a ser muy buena idea si hacíamos esto — murmuró, Dahyun detrás de uno de los muebles de la sala principal, sintiendo sus mejillas arder con vergüenza con todo lo que estaba escuchando.

— No sabíamos que vendrían tan desesperadas — rió, Nayeon a su lado — Mejor salgamos ya antes de que tengan sexo frente a nosotras, porque en cuanto empiecen, nos tocará esperar.

— ¿Crees que lo hagan?

— Por favor, son Chaeyoung y Mina, créeme que lo harán, además, no saben que estamos aquí.

Dahyun asintió dudosa, los gemidos de sus amigas la estaban poniendo nerviosa y definitivamente no quería presenciar una escena así en vivo. Nayeon dirigió la mirada hacia las demás presentes y asintió, contaron silenciosamente hasta tres y gritaron '¡sorpresa!' al unísono mientras encendían las luces y tiraban un montón de papeles de colores por todos lados.

Mina y Chaeyoung se sobresaltaron y se alejaron rápidamente, sintiendo sus mejillas arder por la vergüenza al notar que todas sus amigas estaban ahí con sombreritos de fiesta, incluyendo a Jihyo y Daniel que sostenían una pequeña pancarta en la que se leía '¡Feliz cumpleaños, Mina!' con muchos brillos alrededor de las letras.

Perfecto, lo que faltaba. Mina sonrió con mucha vergüenza y Chaeyoung se escondió tras ella bajo las miradas divertidas de todas.

— Lamentamos interrumpir, pero no podíamos quedarnos escondidas tanto tiempo — dijo, Momo con tono burlón, pasando su brazo sobre los hombros de Dahyun — Tampoco queremos que las niñas las vean y las escuchen.

— Que considerada — habló, Sana, cruzándose de brazos sin parecer seria. La situación lo incomodó, pero al mismo tiempo le pareció divertido.

— Gracias por la sorpresa — dijo, Mina con un poco más de calma. La excitación había desaparecido rápidamente gracias al susto así que solo debía lidiar con lo sonrojada que se encontraba.

Cada una se acercó a Mina a felicitarla como debían, llenándola de abrazos y de regalos que terminaron apilados en una mesa de la sala principal. Cuando fue turno de Jihyo de abrazar a su hermana, golpeó suavemente la parte trasera de su cabeza, dándole una mirada que debía ser de regaño, sin embargo, empezó a reír y a disculparse por aparecer de sorpresa cuando le había dicho que estaría afuera toda la noche.

Mina agradeció una vez más y se relajó totalmente cuando nadie volvió a sacar el tema de lo que vieron o escucharon, Jeongyeon puso en su cabeza un sombrero más grande que el de las demás y enganchó en su camisa un pin con la frase 'Best Girl' para identificar a la cumpleañera. Tzuyu apareció minutos después con un enorme pastel que las hizo reír a todas, Mina no podía molestarse porque en el centro había una foto muy graciosa de ella, le parecía gracioso y original, así que lo aceptó con mucho gusto.

— Apaga las velas, Minari — alentó, Chaeyoung a su lado cuando el pastel estuvo frente a sus ojos.

— ¡Espera, pide un deseo! — exclamó, Dahyun con emoción.

Mina sonrió y asintió. Ella nunca pedía deseos de cumpleaños, sus padres decían que esas cosas no existían, que, si quería pedir algo, se lo pidiera a Dios por medio de una oración, y nunca tuvo problemas con eso, sin embargo, esta vez quiso intentar porque sentía que sus oraciones ya no eran suficientes porque todo seguía igual. A lo mejor solo estaba buscando otra alternativa, pero no perdía nada con intentar.

Vio los rostros sonrientes de sus amigas, de su novia que tanto la amaba, de Daniel y, por último, el de su hermana que tanto la había cuidado y protegido. Cerró sus ojos y pensó en algo que realmente deseaba, algo que estuvo pidiendo desde hace ya un tiempo.

Por favor, quiero a mi familia de vuelta.

Y con eso, las velas se apagaron.

N/A: Cada vez más cerca del final </3

Continue Reading

You'll Also Like

83.1K 3.7K 11
《¿Has estado en la Isla Zamorya? Claro que no. Los muertos no cuentan cuentos.》 En una isla remota donde solo son llevados los presos condenados a mu...
19.7K 3.2K 41
Seis personajes. Una mente maestra principal. El juego comienza. ──────©queenaly21
155K 7.3K 33
Ambos viven en la masía. Desde que se conocen Héctor siempre la ha molestado. Y ella no piensa nada bueno del él. Pero todo cambiará tras un trabajo...
411K 41.6K 106
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...