La cabaña que construyó Gu Xijiu todavía se veía igual desde el exterior. Los muebles de su casa quedaron allí; sin embargo, la casa estaba muy desordenada, y esos muebles estaban patas arriba como si alguien hubiera robado este lugar para buscar algo. Todo esto sucedió porque la trajeron de aquí.
Gu Xijiu se masajeó las cejas cuando se dio cuenta de que ni siquiera había un pequeño espacio para que entraran, sin mencionar que se suponía que debía invitar al Señor a sentarse en la casa.
"Mi Señor, esto es demasiado desordenado, lo limpiaré primero. ¿Podría por favor..." Iba a preguntar si el Señor podía pararse afuera de la casa por un rato. Sin embargo, el Señor la interrumpió: "¿Preparaste este mueble tú sola?"
"No, todo fue del Octavo Príncipe. Yo..." Iba a seguir explicando, pero un rayo de siete colores brillaba en la casa. Cuando se fue, la casa estaba inmaculada, ¡pero todos los muebles se habían ido!"
Gu Xijiu se quedó sin palabras y asombrado.
Se dio la vuelta, "¿Mi Señor?"
"Es demasiado elegante y no te queda bien". El Señor dijo casualmente.
Gu Xijiu permaneció en silencio, pero ella torció los labios. ¿Quiso decir que las cosas lujosas no eran adecuadas para ella, y esta casa vacía le conviene más?
Lo más importante, ¿dónde se suponía que el Señor se sentaría ahora? Era demasiado tarde para comprar muebles nuevos.
"Lo siento por la casa desordenada. Gracias por limpiarlo, pero no tengo otros muebles aquí. Es mi culpa que no pueda servirte bien. ¿Cómo puedo ayudarte, mi Señor? Haré cualquier tarea que me asigne. El Señor era su salvador y también un Dios; Gu Xijiu definitivamente lo respetaba. Ella no sabía cuál era el objetivo principal para que el Señor pasara por su lugar, así que tuvo que preguntar.
El Señor era tan grande como [1] Guanyin, pero decidió visitar su pequeño "templo". De hecho, Gu Canmo estaba conmocionado y ansioso cuando el Señor dijo que iba a visitar a Gu Xijiu. Gu Canmo rápidamente afirmó que era solo un lugar temporal para ella y que estaba preparando otra casa más grande para ella. Estaba pensando en llevar al Señor a una mejor mansión.
Sin embargo, el Señor lo ignoró por completo y le pidió a Gu Xijiu que tomara la iniciativa. Gu Canmo y los ancianos querían seguirlos, pero los cuatro mensajeros los bloquearon.
Por el momento, solo El Señor y Gu Xijiu estaban en la casa, incluso el mejillón, Wind Caller y Lu Wu no pudieron entrar. Gu Xijiu sintió que el Señor debía tener algo muy importante que decirle. Ella esperaba que el Señor le diera un manual secreto de Kung Fu o alguna misión muy importante.
No le gustaba deberle a nadie, por lo tanto, devolvería 10 veces a cambio si aceptaba algún favor de alguien. Haría todo lo posible siempre que no fuera en contra de sus principios.
El Señor no le respondió sino que comenzó a mirar alrededor del lugar. Un momento después, dijo: "Esta casa es demasiado pequeña". ¡Eso era cierto! Gu Xijiu asintió. Inicialmente, solo quería una sombra para protegerse.
"Construí esto a toda prisa, así que es un poco pequeño. Disculpas sinceras..."
"¿Tú lo construiste?" El Señor estaba asombrado.
"Sí."
El Señor se quedó sin palabras.
¡Con razón sus pequeñas manos se habían vuelto tan ásperas! Pensó que era debido a la práctica frecuente. Ahora sabía que era porque ella construyó la casa.
Volvió a mirar y se dio cuenta de que era demasiado pequeño. Nunca antes había entrado en una cabaña tan pequeña.
"La casa no es apta para que hagas ninguna práctica, ¿quieres cambiarla?"
¿El Señor le va a dar una casa mejor?
"Mi Señor, solo soy un oyente, no estoy calificado para quedarme en el albergue en el Tianju Hall".
El Señor respondió casualmente: "Esos tampoco son adecuados para ti".
Gu Xijiu estaba conmocionado y confundido.
El Señor agitó su manga y salió de la cabaña, "¡Sal!"
Gu Xijiu siguió al Señor y salió de la cabaña.
El Señor fue muy directo; les dijo a sus mensajeros: "Cuatro de ustedes, derriben la cabaña y construyan un patio en dos horas". Luego les arrojó un rollo de papeles, "Construyan de acuerdo con este plano de planta".
Los ojos de Gu Xijiu se abrieron ampliamente. ¿Construir un patio en dos horas? ¿Podrían hacerlo simplemente lanzando cierto hechizo? Aparentemente, los cuatro mensajeros estaban muy acostumbrados. Inmediatamente se reunieron y estudiaron el plano del piso.