INSUPERABLES [•1]

By HollyGeistt

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Libro 1 de la Bilogía INCONTROLABLES [BORRADOR SIN CORREGIR] Ex's Que aún no se superan. Aunque creían que s... More

Prólogo
Dedicatoria
Capítulo 1: El Ex
Capítulo 2: El nuevo Novio
Capítulo 3: La fiesta de cumpleaños
Capítulo 4: No beses con los ojos
Capítulo 5: Sin arrepentimientos
Capítulo 6: Hagamos esto más seguido.
Capítulo 7: llama a emergencias si tienes una urgencia.
Capítulo 8: Sin reglas inútiles
Capítulo 9: Críticas absurdas.
Capítulo 10: Tío Favorito
Capítulo 11: Esposa, amor de su vida
Capítulo 12: Noche de disculpas
Capítulo 13: Demuéstrale que eres digna
Capítulo 14: ¿Celoso, Potter?
Capítulo 15: Cena familiar con familia aleja.
Capítulo 16: Protectores de casa
Capítulo 17: Más amargada de lo habitual
Capítulo 18: Confundido
Capítulo 19: Hipócrita
Capítulo 20: Un tiempo
Capítulo 21: Te extraño
Capítulo 22: Tema delicado
Capítulo 23: Perdidamente enamorada
Capítulo 24: Bomberos
Capítulo 25: Obra de teatro
Capítulo 26: Lo arruiné
Capítulo 27: Incendio
Capítulo 28: Confesiones y aceptaciones
Capítulo 29: Enfrenta al padre exigente
Capítulo 30: Cerrando ciclos
Capítulo 31: Torturador.
Capítulo 32: Acuario
Capítulo 33: Día favorito
Capítulo 34: La familia de Aubrey
Capítulo 35: Delfines
Capítulo 36: Papá libre
Epílogo

Capítulo 37: Por ellos. FINAL

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By HollyGeistt

AUBREY

—¿Lista?

— Nací lista.

— Oh, cuidado, tu ego casi me golpea.

Me hace reír y dejo de mirarme al espejo para mirarlo a él, que está con su sexy traje cruzado de brazos marcando sus bíceps.

— Te ves sexy, estoy considerando la idea de fugarme para que podamos seguir follando, ¿Qué me dices? ¿Te apuntas?

— Tú haz las maletas que yo enciendo la camioneta.

Río. Me miro otra vez en el espejo y ajusto mi coleta. Llevo una camisa blanca con una falda negra, zapatos altos, mi reloj y joyas y maquillaje. Estaré derrotada pero me veré genialmente derrotada. Tomo mi bolso y extiendo mi mano a Dominic, que la toma y nos saca de la habitación.

— ¿Nerviosa?

— Nah. Es como ir a una pensión comunitaria, estaré encerrada todo el día, me darán comida gratis, tal vez juegue damas con otras presas o lea muchos libros, y lo mejor es que no tengo que hablar con nadie ¿Qué puede ser mejor que eso?

Le doy una rápida mirada al departamento para guardarlo en mi memoria y salgo. He pasado muchas cosas ahí dentro, cosas importantes con un hombre importante para mí. Mi hombre. Dominic cierra con llave y siento que estoy dejando atrás algo que disfruté mucho.

— Dejé todas mis pertenencias en las maletas, puedes regalarlos o tirarlos, has lo que se te plazca — le digo mientras subimos al ascensor.

— Te vas cinco años, no toda la vida.

— Planeo morir antes de salir, ni modo vuelvo a este mundo de porquería.

Creo que se va a enojar conmigo por decir esas cosas, y si lo hace no lo demuestra, solo pica el botón del piso donde queremos ir.

— ¿Te darás la cabeza contra la pared hasta perder el conocimiento?

— Estaba pensando en retorcer mi cuello entre los barrotes — sugiero y observo los números de la pantalla que muestra los pisos. Está bajando.

— Tal vez puedas fingir una lesión para que te lleven a la enfermería y ahí robas medicamentos los mezclas y mueres de sobredosis.

Lo miro alucinada.

— No lo había pensado, me gusta esa idea.

Está serio pero una leve sonrisa se le escapa por unos segundos antes de volver a su semblante serio otra vez. Me pongo delante de él y no baja la cara para mirarme, pero yo trato de guardar cada detalle de su rostro.

Su mandíbula cuadrada, su barba corta, su nariz recta, sus ojos grises como una nube después de un incendio, sus labios de un rosado brilloso, sus cejas pobladas, su cabello negro perfectamente despeinado.

Finalmente rueda los ojos y baja su mirada a mí. Nos comunicamos con los ojos.

— No quedamos como payasos, pene sentimental — murmuro y otra vez asoma su sonrisa. Baja la vista al suelo antes de volver a mirarme.

— Me caes mal.

— De la cintura para arriba, porque aquí abajo parezco agradarte — palmeo suavemente su entrepierna y me da una linda sonrisa ladeada aunque intenta evitarla.

— ¿Por qué mejor no te callas y sales del ascensor? — dice un segundo antes que las puertas se abran detrás de mí.

Me volteo y salgo. Me despido del recepcionista y del guardia de seguridad. Mi mano viaja al trasero de Dominic cuando él me rodea por los hombros. Vamos lento a la camioneta como si quisiéramos retrasar el tiempo.

Me abre la puerta y lo observo detalladamente una vez más.

— Ya deja de mirarme así o no llegarás a la Corte.

Blanqueo los ojos y subo a mi asiento. Me cierra la puerta y lo sigo con la mirada mientras rodea el auto. Enciendo el estereo y no hablamos en el camino. Miro por la ventana observando el paisaje de la ciudad.

Su mano toma la mía en un momento y la deja sobre el cambio de velocidad debajo de la suya. Observo nuestros dedos entrelazados y lo miro apoyando mi cabeza hacia atrás.

— Quiero que lleves a Odín a tu casa, él necesita parque no estar encerrado en un departamento.

No dice nada, solo asiente.

— Dejé una planta en el balcón, tienes que entrarla en la tarde para que no le caiga el rocío de la noche.

— ¿Compraste una planta?

— Si. ¿No me crees capaz de cuidar una planta?

— La verdad, no. ¿Es de plástico, verdad?

— Bueno, si, pero el plástico se pone feo si lo dejas afuera mucho tiempo, perderá su color.

Niega con la cabeza y gira el volante. Volvemos a estar en silencio y miro por la ventana otra vez.

— Solo son cinco años— murmura de repente. No respondo y siento su mirada en mí — ¿Cierto?

Lo miro profundamente... Le sonrío y asiento para que deje de mirarme así. Quito su mano del cambio y le dejo un beso en el dorso.

Aguantandome todo llegamos a la Corte y estacionamos. Ninguno baja. Dominic apaga el auto y el estéreo dejándonos en silencio. No quiero bajar pero sé que debo hacerlo.

— Me gusta mi trabajo, no quiero ser prófugo — me dice y entiendo que cree que por eso no bajo. Lo consideré pero tampoco quiero ser una prófuga, tengo demasiada pereza.

Me quito el cinturón de seguridad y me subo la falda lo suficiente para estar cómoda. Me paso a su asiento, quedando a horcajadas. Sus manos viajan a mi trasero y me aprieta pegándome a su entrepierna.

— No voy a pedirte que te vayas conmigo, pero sí un…¿Último polvo?— le pregunto y sonríe.

— Vale.

Me apodero de sus labios y me meneo sobre él provocándolo. Mete sus manos por debajo de mi falda hasta tocar mi trasero con sus palmas. Tira de mi tanga de hilo haciéndome jadear sobre sus labios. Mi mano acaricia su dureza y abro su cremallera para sacarlo y agarrar lo que es mío. Lo estimulo y él a mí, no pierde tiempo a la hora de llevarme a su miembro, pero antes de meterlo me aleja un poco para dejar saliva de su boca sobre su propio miembro. Eso me excita más de lo que ya lo estoy y vuelve a llevarme a él de la cintura. Toma su pene sentimental en su mano, hago a un lado mi tanga y él roza la punta en mi entrada.

— Va todo, nena — su voz ronca resuena y hago un sonido de confirmación antes que me haga bajar en una lentitud tortuosa a lo largo de su longitud. Mis ojos se blanquean y no evito los gemidos cuando quedo totalmente sentada sobre él—. ¿Lo sientes?

— ¿A ti te parece que no?— apenas puedo hablar civilizadamente.

Vuelve a hacerme subir un poco y a bajarme todavía más tortuoso. Arqueo mi espalda y bajo y subo yo misma haciéndolo lento y pausado. Me besa y explora mi boca con su lengua, tira de mi labio y sube su mano por mi espalda para presionarme a él como si quisiera que no me aleje. No tenía la intención de hacerlo, de todos modos, no hasta salir de este auto.

Disfruto de él unos pocos minutos y cuando miro la hora, veo que ya debería bajar.

— Tienes un minuto para hacernos llegar — le digo.

— Reto aceptado.

Me mueve ligero, con apretones y leves nalgadas. Su pulgar da círculos sobre mi clítoris y me besa decidido a lograr su reto. Puedo decir que disfruto cuando se pone así, decidido a alcanzar una meta y más si esa meta soy yo. Me hace ver las nubes. Extrañaré esto. Disfrutamos de nuestro último orgasmo arrollador juntos. Mi cadera sigue moviéndose lentamente sobre él como si quisiera que mi vagina guarde el recuerdo de su rico miembro.

Hay polvos que apetecen ser lentos, algunos quieren follar veinte minutos y sé de varias chicas que se quejan por solo duró cinco minutos. Pero, ¿Acaso probaron lo delicioso y placentero que es hacerlo en un minuto, juntar todas las sensaciones del sexo, mezclarlas, hacerlo rápido, consiso, sin pausa, alguna vez lo han probado? ¿Algunas vez han probado lo increíble que puede ser disfrutar en un minuto?

Porque los un minutos de Dominic valen cómo una hora de sexo. Me desarma con sus dedos sobre mi clítoris, con sus besos en mis pechos y lengüetazos en mi cuello. Con su mano en mi cintura bajándome y subiéndome a una velocidad cegadora. Y porque está haciendo todo eso a la vez que las venas de su miembro sienten el palpito de mi vagina rodeándolo con deseo.

Beso su cuello y lo muerdo al tiempo que él clava sus dedos en mis nalgas. Y con eso siento como me baja el orgasmo hasta explotar como nunca antes y él se derrama dentro de mí.

— Recuerda que soy tu culo favorito mientras estés con otras — le susurro. Soy consciente que no puedo atarlo a mí por mucho que quiera. Sería injusto de mi parte hacerme ver cómo la novia nostálgica que pide que la espere, no quiero eso para él. A veces puedo llegar a ser egoísta y narcisista, pero no quiero quitarle orgasmos a Dominic —. No me fue tan mal siendo tu novia por dos días, Dom. Me agradó.

Sus brazos rodean con fuerza mi cuerpo pegándome a él y hunde su nariz en mi cabello respirando hondo. Mi respiración está mal.

— No fue tan malo, nena. Efectivamente podríamos hacer esto. Estaríamos envueltos en pasión todo el tiempo.

— Yo lidiaria con tu periodo de sexo — me le burlo. Obviamente, lidiar con eso no sería un problema para mi.

Él ríe contra mi cabeza y me deja un largo beso, que le toma largos segundos separarse.

— Yo aguantaría tu delirio mental.

Quisiera reírme pero no puedo, me separo y apoyo mi frente en la suya, paso mi pulgar por su ceja y lo beso.

— Nadie me aguanta como tú — susurro y él cierra sus ojos. De repente doy un brinco y apoyo mis manos en sus hombros —. ¡Dios mío! Mira si nadie me aguanta en la cárcel y me sacan antes por eso. Sería épico.

— Muy loco. Toma estos años como terapia, tal vez estés rehabilitada de histeria cuando salgas.

— Oh, si, tal vez me vuelva toda una pacífica buda y predique buenos deseos para todo el mundo.

Su risa me llena los oídos. Un sonido que guardo en mi cabeza. Es increíble lo mucho que siento por este hombre, siento que la tarea de olvidarlo será todo un proceso difícil para mí.

— Me encantas — suelto haciendo que calle su risa.

Me observa y su mano se mete entre las hebras de mi cabello rubio. Le sonrío y confirmo que no solo somos amantes, nos volvimos novios, confidentes, compañeros y sobre todo amigos.

— Dicen que con los exs no se vuelve — le digo mirándolo a los ojos.

— Si, bueno, tú eres insuperable — palmea mi nalga —. No sé cómo voy a hacer esto.

— Sobrevivirás. Ahora debemos bajar o me regañarán y no estoy para soportar palabrería de nadie.

— Bien, vamos.

Me acomodo la ropa y guardo su miembro en su pantalón. Me reviso el maquillaje en el reflejo de mi teléfono y él se acomoda el cabello que revolví mirándose al espejo retrovisor. Cuando estamos listos abro la puerta de su lado y ambos bajamos por ahí sin importarnos las miradas de nadie. Jamás nos importará lo que piensen de nosotros, indecentes siempre fuimos y siempre seremos aunque ya no estemos juntos. El que nos juzgue puede lamerme el culo.

— ¿Preparada, nena?— pregunta a mi lado pasando una mano por mi espalda baja hasta desplazarla a mi trasero descaradamente.

— Por supuesto — acomodo mi bolso en mi brazo y caminamos a la entrada del juzgado poniéndonos nuestros lentes de sol.

Veo a mis padres y amigos en una esquina. También están los hermanos de Dominic, Olivia, Sonia y Fletcher Blake están a un lado mirándonos mal, supongo que les pica el culo ver qué Dominic está de mi lado.

— Oye...— lo llamo y hace un sonido de afirmación — ¿Tú estás de mi lado, verdad?

Una repentina duda que me surge.

— No, que va, te repudio, odio que no admitas que el derrumbe fue tu culpa. Yo estoy del lado de mi padre opresor y mi madrastra malvada — rodeo los ojos y nos detiene poniendo sus manos en mi cadera, se saca los lentes para mirarme bien —. ¿Qué pregunta es esa, Aubrey?

— Solo digo — me encojo de hombros. Blanquea sus ojos y nos guía a la entrada ignorando a todos — Quisiera despedirme de tus hermanos.

— Después, tengo afán.

Me reúno con Elías y me informa de las últimas sin dar tantos detalles porque Dominic sigue presente y no tiene intención de alejarse.

Cuando por fin nos dejan entrar, el público entra antes que yo. Mis padres se detienen a saludarme y Dominic se presenta con Darren pero no presto atención porque mi mirada capta a la familia Peterson, sé qué hacen aquí pero aún así me da cólera verlos metiendo sus narices en esto.

— Brey.

Me giro cuando me llaman y recibo el abrazo de Olivia.

— Te deseo la mejor de las suertes.

—La suerte es la mediocres— responde y se ríe. Se me acerca al oído cubriendo su boca.

—Tengo las llaves del auto por si quieres escapar. Eso de ser prófugas me emociona.

— Tienes una hija y estás embarazada, ¿Podrías ser una prófuga con ellos?

— Sería una aventura única.

Reímos de su broma. Sé que no huirá conmigo volviéndose una prófuga, pero saber que me apoya me hace abrazarla y decirle que la aprecio.

— Gracias por tu amistad.

— Gracias a ti, Brey.

Tyler y Jordan me abrazan a la vez besándome las mejillas y me hacen reír.

— Te queremos, Brey, sabemos que es muy difícil que salgas de ésta, así que nos despedimos antes de que te lleven.

— Si y yo lamento mucho tener que testificar, de verdad, ojalá...

— Está bien, Jordan, lo entiendo, es tu trabajo.

Asiente apenado y vuelve a besarme la frente.

— Lo siento, Brey — da media vuelta y entra con su esposa.

Un llanto exagerado y la cabeza de Logan hundiéndose entre mis pechos me sorprenden. No pierde la oportunidad de tocarme de más y pasar su nariz por mi escote.

— Voy a extrañarte tanto, mi dulce Brey, eres tan hermosa. El amor de mi vida, ¿lo sabes, no?

— Lo sé, Logan, lo sé, también eres el amor de mi vida — palmeo su cabeza y se soba la nariz. Aunque cree que no noto la mirada de suficiencia que le da a Dominic como si le hubiera ganado.

— Te extrañaré mucho, Brey, ¿Tú me extrañarás?

— Si, Logan.

— ¿Más que a todos?

— Si, más que a todos. Pensaré en ti todos los días.

Me sonríe y se acerca para besarme pero le corro la cara para que bese mi mejilla. Resignado mira a Dominic abrazándome. Su hermano mayor parece estar perdiendo la paciencia.

— ¿Lo ves, Nic? Ella me quiere más que a ti. No la mereces— vuelve a acomodar su cabeza entre mis pechos.

Y Dominic pierde su paciencia.

— Aléjate antes que te saque los huesos, maldito carpincho desnutrido— amenaza.

Levanta sus abrazo y retrocede.

— Lo siento, Brey, no quiero quedar como  una babosa. Pero antes...— ni siquiera me da tiempo a procesarlo cuando sus labios se apoyan rápidamente sobre los míos. Es un pico, un ligero toque de labios y luego sale corriendo esquivando la patada de Dominic.

— Voy a matarlo — lo detengo para que no se vaya tras él —. No me importa ir a prisión por asesinato, ese niño está muerto.

— Déjalo, solo le gusta provocarte.

— ¡Te besó! ¡Frente a mis ojos!

— Todo el mundo quiere besarme, no es una sorpresa.

— Todos quieren pero nadie puede, solo yo, y ese bicho asqueroso...

— Ya, ya — lo agarro de los hombros y contengo mi risa —, solo está jugando. Déjalo pasar esta vez, por mí, ¿Si?

Gruñe y mira a la puerta como si decidiera. Suspira y asiente, gira su cabeza haciendo tronar su cuello y levanta sus manos demostrándome que no hará nada.

— Bien, pero lo golpearé, una vez por lo menos.

— Bien.

— Aubrey, ya es hora — me avisa Elías y asiento.

Le doy un beso a Dominic y entramos juntos. Voy a mi lugar con mi hermano y Dominic toma asiento en la segunda fila junto a Jacob y Liam. En la primera están mis padres. Noto que Cole ya llegó y lo saludo con la mano, me da una sonrisa y levanta sus pulgares dándome apoyo. El mejor secretario que he tenido, sin dudas. Le he hecho una carta de recomendación para que fotocopie y la mandé a todos los trabajos que quiere. También lo he recomendado personalmente con una empresa prestigiosa que busca secretarios, pero la verdad es que quiero que deje de serlo y explote su talento en la administración y organización. Sería un buen gerente administrativo.

— ¿Estás segura de esto? Van a matarme — me pregunta Elías.

— Es lo mejor para todos.

— Menos para ti — murmura mirándome a los ojos.

Agarro su mano sin llamar la atención.

— Eres un buen hermano y mi mejor cómplice de todas mis locuras.

— Lo sé, soy el mejor — me río de su ego. Aprieta mi mano y deja un beso en mi mejilla —. Eres mi peor cliente, pero te odio, hermanita.

— Yo también, abogado.

Nuestros te amos, siempre han sido te odios disfrazados. Tal vez, no seamos los mejores hermanos, super compañeros desde niños. Pero al fin y al cabo siempre hemos estado para el otro y lo quiero. Es mi sangre, mi hermano, es mi equipo y mi cómplice. Papá nos ha juntado y ha sido el mejor compañero que pudo presentarme.

Apenas queremos separarnos somos tomados de un puñado del cabello y tirados hacia atrás.

— ¿Qué carajos se traen entre manos ustedes dos?— espeta nuestro padre Darren.

— Oye, suéltame, vas a quitarme el cabello — se queja Elías y yo rodeo la mano de papá en mi cabeza, me duele mi cicatriz y el cuero cabelludo.

Nos suelta bruscamente y nos sobamos donde nos duele.

— Si me llego a enterar que...

— De pie — pide un oficial interrumpiendolo. Se acomoda y vuelve a su lugar, todos se ponen de pie recibiendo al juez.

Que comience esta mierda.

///

El juicio comenzó hace treinta minutos en los que Elías y el abogado Porter dictaron las acusaciones en mi contra. Llamaron primero a Sonia Thompson de Blake al estrado y ella dijo todo lo que pasó en la obra en construcción que yo estaba a cargo. Luego fue Jordan y aunque trato de defender mi puesto, lo presionaron lo suficiente para que llegue a decir que los planos enviados por la arquitecta, o sea yo, eran los que se utilizaron en la construcción. Bryce es el bombero que llegó primero y es quien da todas las descripciones del lugar. Hudson como encargado de los derrumbes es quien le sigue y Dominic como jefe es el último que pasa de ellos.

Excepto el último, a medida que salen del estrado me susurra un "lo siento", porque todo lo que dijeron me dejó peor, porque nada bueno salió de mí aunque intentarán decir que pudo haber sido un error de papeleo. Yo no los culpo, sé que yo no fui y también que ellos no tienen la culpa de decir la verdad.

El abogado Porter comienza a hablar sobre una venganza, una mala jugada que quise hacerle a Sonia Thompson. Miro a Elías y ambos rodeamos los ojos, sabíamos que esto iba a pasar y estamos preparados para esto.

— ¿Por qué sería algo personal de la señorita Channing?— pregunta el juez.

— Preguntémosle a ella — sugiere intencionalmente.

Me llaman al estrado y voy allí como si me fueran a sacar una foto escolar. El abogado me hace jurar que diré la verdad y solamente la verdad. Comienzan a hacer preguntas que respondo con agilidad. Cuento los hechos desde el principio. Apenas comienzo a hablar y siento que todo el mundo se tensa por lo que va a venir, excepto Elías que se acomoda en su silla como si estuviera por ver una película, apoyando su codo en el apoyabrazos.

— Recibí el contrato del proyecto de las señora Thompson hace tres años, comencé con mi trabajo, creando lo que quería mi cliente en un papel. Un año después comenzó el inicio de la construcción. Solo iba a ser un trabajo común. Pero luego descubrí varias cosas sospechosas con respecto a la señora Thompson y su esposo Fletcher Blake.

Hago una pausa para tomar un sorbo de agua y apreciar la cara de desconcierto de la señora Thompson.

— Les contaré la historia — miro al juez y asiente —. Fiona Marie era asistente administrativa del señor Fletcher Blake en su empresa constructora Blake 's company (CBC). Fiona tenía un amorío con Ernesto Peterson y este no solo engañaba a su esposa con ella, sino también con Sonia Thompson, la mejor amiga. Cómo seguramente dice mi expediente, que tienen todos en su mesa, Fiona Marie fue hallada muerta en una propiedad Peterson y ustedes se preguntarán qué tiene que ver todo esto con mi caso.

Miro al jurado, algunos asienten.

— Pues, tiene todo que ver, Sonia Thompson y Ernesto Peterson arruinaron mi vida. Destruyeron el corazón de mi padre, la mujer que quería se metió con su mejor amigo y su mejor amiga lo encubrió. Lo sé, todo es demasiado confuso, mi padre salió muy herido en esto. Y la rabia me dominó — me apoyo en la mesa y miro directamente a Sonia —. Eres una zorra, Sonia. Destruiste a mi familia, ¿Que mejor que destruir tus proyectos y los de tu esposo? Tú y tu mejor amiga acusaron a mi padre de mierda y se escudaron en su amante.

Ella balbucea cosas que no alcanzo a escuchar.

Me giro directamente al juez.

—Estoy mezclando casos señor juez. Pero es la verdad. Enersto Peterson odió a mi padre por quitarle a una de sus amantes y lo condenó a prisión, por esa mujerzuela que lo engañó con el primero tipo millonario que se le cruzó.

Hago una pausa. Sé que mi padre debe estar impactado ahora mismo sentado desde su sitio.

— Así que si, juez y jurados, yo, Aubrey Channing me declaro culpable de negligencia laboral, porque si tiré abajo ese restaurante de la señora Thompson de Blake. Me declaro culpable de la muerte de Fiona Marie y quiero que todos sepan aquí que mi padre pasó un año en prisión por nada. Porque él no asesinó a la amante de Peterson...Fui yo.

Murmullos se toman el salón y no soy capaz de levantar la cabeza para mirar a mi padre que parece querer salirse de su silla. Me llama a gritos y me pregunta qué diablos estoy haciendo.

Mi mirada cae en la escoria sentada junto a su prima, otra escoria. Ambos me miran y ninguno tiene la discreción de no sonreírme, sabiendo que ganaron.

Hace días recibí un sobre lleno de pruebas falsificadas acusando a mi padre del asesinato de Fiona, la mujer que me dió a luz. No sé cómo hicieron pero me llenaron de amenazas con mi padre con devolverlo a prisión, a Jordan acusándolo a él del error del derrumbe y mucho menos sé cómo planearon amenazarme con el título de subcomandante de Dominic. Lo iban a dejar en bancarrota, ni siquiera podría ser un bombero con el menor rango.

Puedo ser muy egoísta a veces pero no voy a dejar que culpen a mi padre de un asesinato que todavía no resolví. No voy a dejar que jodan a Jordan alejándolo de su familia, tiene un bebé en camino. No voy a dejar que hundan a Dominic con algo que le ha costado tanto conseguir.

Son personas que me importan y puedo sacrificarme por ellas.

Me callé las amenazas de Erick y tuve que guardarme el hecho de que es un violador. Tuve que callarme que Alisa es una estafadora, que mete mano en la empresa de su familia robando dinero para comprarse sus caros vestidos. Tuve que callarme el hecho de que Sonia Peterson también es una ladrona, que le quita el dinero a su esposo. Porque me llenaron de amenazas y no contra mí, contra mis seres queridos.

Elías y yo tenemos mucho para atacarlos, pero se enteraron de su novia secreta y su hijo. Si, tengo un sobrino que ninguno de los dos teníamos idea de su existencia. Pero ahí está, y lo usaron para doblegarme.

La cosa era simple: caigo yo, o todos los demás. Elegimos la primera. Conté una historia a medias, me hice ver cómo la mujer resentida que cuida a su padre, porque en parte estoy haciendo eso. Alguien tiene que ir a prisión y a los Peterson y a Sonia Thompson les conviene que sea yo.

Me dieron en mis puntos débiles y me redujeron, Erick y Ernesto fueron la cabeza de esto. El primero tiene una obsesión, si no soy suya no soy de nadie y dentro de prisión me tendrá controlado. Y el segundo me odia por ser hija de las personas que odia.

Darren realmente le quitó a Fiona cuando ella quedó embarazada de mí. Ernesto se enfureció a tal punto de cometer locuras atroces contra ellos. Él fue la causa de que yo haya estado en un orfanato la mayor parte de mi vida y que haya impedido a toda costa que mis padres adoptivos o mis padres biológicos me tuvieran. Él fue la razón de todos mis males desde un principio. Él fue el primero en obtener las cámaras de seguridad de su empresa el día que Fiona fue asesinada y yo tuve la desgracia de encontrarla primero que nadie. Fui la primera que apareció en las cámaras y llena de lágrimas y confundida no me di cuenta que levantar el cuchillo no era lo que debía hacer. Enersto Peterson me odió y quiso mandarme a prisión de por vida. Pero mi padre intervino y se condenó por mí.

Hace menos de dos años que Ernesto me juntó con su hijo porque yo, según sus propias palabras, es un prototipo de mujer que todo hombre debe tener al lado para verse bien. Los estándares de su familia subieron cuando comencé a salir con Erick. Su plan funcionó. Arruinó mi vida y la de mi padre. Y ahora, junto con su nueva amante, Sonia Thompson, se las ingeniaron para hacerlo otra vez.

Pero esta vuelta, Elías y yo lo pensamos mejor y es mejor que caiga uno a que caigamos todos.

El martillo del juez pide silencio y van callandose. Mi padre es sentado a la fuerza por mis otros padres. El abogado Porter, cómplice de todas estas escorias, se acerca a mi puesto.

— Señorita Channing, ¿Se declara culpable de femicidio hacia la difunta Fiona Marie y negligencia laboral justificada?

— Me declaro culpable — afirmo.

El abogado es muy bueno ocultando su alegría y se para delante del estrado del juez.

— Su señoría, pido arresto inmediato para la señorita Aubrey Channing.

El juez mira a el jurado y ni siquiera deben dar un veredicto porque nada se puede hacer si yo soy la que me declaro culpable con tantas pruebas en mi contra. Elías falsificó pruebas de la escena del crimen de Fiona que lo ponen en mi contra y una pequeña prueba de que yo fui la causante del derrumbe del restaurante. Nada se puede hacer contra eso. Todo es mostrado y yo misma soy la que me señalo.

— Aubrey Channing, condenada a veinticinco años de prisión en la cárcel del condado. Veinte por femicidio y cinco de negligencia laboral. Se le prohíben las visitas hasta nuevo aviso, excepto de su abogado, sin fianza ni derecho a réplica— dice el juez y da dos golpes en el estrado.

Acepto mi condena y me pongo de pie. Bajo del estrado encontrándome con los oficiales, estiro mis muñecas juntas y me ponen las esposas. Oigo los gritos desesperados de mis padres. Pero la única voz que resuena y me hace reír en medio de tanto caos es la de Liam.

— Me recago en madre que los parió a todos.

Ya no escucho a nadie más, son como un zumbido para mis oídos mientras soy guiada por los oficiales. Veo a Sonia discutir con Fletcher, él no sabía del engaño de su esposa, y mucho menos el de Ernesto a su esposa, la mamá de Erick y Kensey. ¿Estoy arruinando dos familias? Si ¿Me importa? Ni un poco.

Policías tienen que rodearme cuando mis padres y amigos quieren llegar a mí. Elías llega a mi lado y su mano en mi espalda me ayuda a caminar.

— Eres de lo que no hay — murmura —. Gracias.

— Cuéntale a Lucas de mí, ¿Si? Dile que su tía lo quiere aunque no nos conozcamos — le digo y asiente—. Y que soy una heroína. Dile cosas buenas de mí. Dile que soy la mejor del mundo.

— Lo haré.

Vuelvo a mi mundo ignorando los griterios y críticas. Miro a Alisa y me sonríe, la descarada; le guiño un ojo en respuesta lo que le borra la sonrisa ganadora al instante. Seré lo que seré pero con los míos nadie se mete.

Cuando paso junto a Dominic no puedo mirarlo y sé que él tampoco lo hace. Le dije que eran cinco años, él me lo repitió y sé que lo sospechaba, pero no tuve las agallas para decirle todos mis planes. Si hubiera muerto en el incendio esto tal vez sería más llevadero, tal vez nada de esto se hubiera desatado.

Él fue mi héroe en su momento y ahora me pongo el disfraz de villana para salvarlo.

Bajando las escaleras externas veo a la patrulla esperándome abajo. Quiero prestar atención a las personas curiosas que me ven pero una mano cálida y grande me toma de la nuca. Soy girada aún estando a mitad de un escalón y mis labios favoritos se plasman sobre los míos con ímpetu.

Soy absorbida por él y su desesperación, dejándome ajena al griterío que se desata a nuestro alrededor. Abro los ojos para captar su rostro en mi cabeza. Me mira con odio y decepción pero no me importa.

— Cinco años eran, hija de puta, cinco.

— Hice mal los cálculos, lo lamento.

Le sonrío pero él no lo hace. Vuelve a besarme como si intentara otra vez grabar mis labios en su cabeza o bueno, eso hago yo.

Cuando nos separamos noto el escándalo que están haciendo nuestros amigos, familiares y hasta sus compañeros de trabajo, que intentan alejar a los policías de nosotros para darnos un momento.

— ¡Vámonos, ya estoy lista!— les aviso a los policías y bajo las escaleras sola — ¡No me extrañen, inútiles!

Les grito a todos mis conocidos. Los policías me toman y subo a la patrulla con elegancia. Elías se apoya en la puerta antes que la cierren, sus ojos están vidriosos aunque intenta que nada salga de ellos.

— Al final, no eres tan narcisista.

— ¿Disculpa, crees que alguien más puede salvar el culo de tantas personas a la vez? ¿No, verdad? Solo yo.

— Bueno, ahí está— levanta su puño y los chocamos —. Lidiaré con todos allí.

Miro detrás de él y noto el escándalo que están haciendo nuestros padres para venir a nosotros.

— ¿Lo siento?

— Si, como sea. Estoy acostumbrado a solucionar tus problemas.

Me río y el policía le dice que ya debemos irnos.

—Dale lo que te di a Dominic, por favor. No te olvides.

—Lo haré.

— Adiós al mejor abogado.

— Nos vemos, peor cliente.

El auto comienza a moverse dejando mi vida atrás, mi familia y mis amigos, dejó atrás mi trabajo y mis sueños. También a mi novio de dos días, el cual me hizo sentir viva todo este tiempo. Dejo atrás al hombre que me enamoró y al primer hombre que amé de verdad, esos malditos ojos grises estarán grabados en mí para siempre. Él me hizo ver que el sexo no debe ser solo un encuentro sexual, también podemos hacer el amor mirándonos a los ojos. Incendiandonos juntos e ir a dormir uno sobre el otro para apagarnos.

No estoy muriendo, sin embargo es el fin de mi vida. Cierro los ojos visualizando lo mucho que viví, todo lo que hice, mis risas, mis esfuerzos, mi manera horrible de mirar a todos, mi escasez de sentimientos y mi llanto de un día, mi histeria, mi forma de controlar todo. Lo veo todo y sonrío dejando derramar gotas por mis mejillas. Tal vez hayan pasado cosas malas pero también están las buenas. Reencuentros que estoy agradecida por haber tenido, amigos que me acompañaron, Cole y mis hermanos, Jacob, Liam y Elías, que son mi equipo.

Tal vez haya pasado mierdas en mi vida pero ¡Hey! Como diría Tyler, las risas no faltaron.

Sé que siempre he sido fuego intenso, pero ahora siento que ardo más que nunca por más personas correctas. Y si he dejado un incendio atrás, espero que mi bombero ardiente sepa apagarlo. Pero que no quite las cenizas, que no quiero que nadie me olvide, porque yo, Aubrey Leysa Kenna Channing Bass Decan, soy Insuperable.




🔥FIN🔥



🔥🔥🔥

¿Que tal estuvo ese final?

¿Les gustó?

A mí, particularmente, sí. ¿Fue injusto? Si. ¿Aubrey se lo merecía? Obvio no. Pero aún así me gustó, Aubrey demostró que aún siendo la persona más narcisista y egocéntrica pudo sacrificarse por alguien más. Y realmente me gustó mucho.
😁

Cuénteme qué les pareció.

Mañana tendremos el epílogo y veremos qué pasa con Dominic y los demás.

Besitos fogosos,

Holly

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