Lincoln se la pasó cuidando y entreteniendo a la pequeña Lulu, mientras que las demás acomodaban las cosas y Lisa limpiaba todo el desastre que dejó la bebé al ser la única capaz de saber como quitarlo más fácil.
—¡Agh!, al fin acabamos, si le contará a alguien que un bebé hizo todo esto no me creerían. —dijo Terry mientras caía al sofá totalmente agotada seguida por sus hermanas.
—Pero si explicas que fue una bebé mutante seguramente sí. —dijo Gloom.
—Y más si fue creación de Lisa Loud. —completó Lilith.
—¿Y cómo se comportó ahora la pequeña monstruito? —preguntó Laika.
—La verdad es que ha estado demasiado tranquila, ni si quiera pareciera que esta pequeña es capaz de destruir la casa. —dijo Lincoln mientras cargaba a Lulu entre sus brazos jugando con un par de llaves.
—Jaja, tengo que admitir que se ve tierna cuando no saca sus mandíbulas monstruosas o tentáculos afilados. —dijo Sonette. —¿Pero en serio se va a quedar con vivir con nosotros?
—Bueno, ya que de alguna forma que no quiero comentar soy el padre de esta criatura, lo mínimo sería que sí. Pero no se preocupen, sé que puede parecer complicado, pero si conseguimos entender lo que quiere no creo que sea tan complicado. —dijo el albino con una sonrisa algo nerviosa.
—Mmm, bueno, si es fácil de complacer no debería haber mucho problema. Además, ¿no creen que sería divertido tenerla en la casa? —dijo Darna algo emocionada.
—¿Qué tendría de divertido? —preguntó Pan
—Bueno, ¡sería como tener una mascota monstruo!, imaginen si alguien quisiera asaltarnos, ella fácilmente podría asustarlos. —dijo Darna mientras se imaginaba a su hermana mordiendo un ladrón enmascarado.
—Lulu es su hermana, no su mascota Darna, y tienen que tratarla como una bebé. —explicó Lincoln. —Aunque admito que sería un buen sistema de seguridad. —pensó esto último.
Mientras la familia seguía conversando y observando como Lulu jugaba con Lincoln, y por jugar me refiero a trepar por todo su cuerpo como si de una araña se tratase, Lisa finalmente había terminado su parte de la limpieza y se dispuso a reunirse con el resto.
—Me alegra informarles que la casa se encuentra en condiciones impecables, salvo por algunos arañazos que quedaron en algunas paredes.
—Eso se puede reparar otro día, gracias por ayudar Lisa.
—Es lo mínimo que pude hacer por el desastre de mi pequeña, debe haber tomado más sistemas de seguridad. . .bueno, creo que ya es hora de irme.
—¿Ya te vas?, ¿no te gustaría quedarte a cenar al menos? —ofreció Lincoln.
—Aprecio la oferta hermano, pero todavía tengo otras cosas que hacer, pero no te preocupes, volveré mañana a entregar algunas cosas de Lulu, como su cuna, juguetes y otras cosas, así ya no tendrás que comprarlas tu. Aunque de mientras toma esta bolsa de pañales, los necesitaras.
—¿De acuerdo?, en ese caso te veré mañana. . .Sabes, la verdad es que, aun con todo lo que hiciste, fue un gusto volver a verte.
—Lo mismo digo hermano, lo mismo digo.
El par de hermanos se dieron un cariñoso abrazo de despedido, y de manera algo graciosa Lulu se unió a ellos enrollándolos con un par de tentáculos que sacó de su espalda.
—Si tienes algún problema con Lulu no dudes en llamarme, mi número personal está escrito detrás de la carta que te entregaron, además, me vendría bien como análisis de su crecimiento y desarrollo.
—¿Nunca dejas de experimentar no es así?
—Mientras la ciencia no descanse, yo tampoco lo haré.
Tanto Lincoln como Lisa salieron de la casa y observaron como la camioneta de antes en la que entregaron a Lulu estaba estacionada afuera.
—Bien, supongo que ya llegaron por mí.
—Claro, ¿te veo mañana entonces?
—Aquí estaré. Por cierto, traeré algunas visitas, espero no te moleste.
—Amm, supongo que no, ¿pero cuantos y quienes son?
—Oh hermano, siempre preocupándote por detalles insignificantes, todo estará bien te lo juro.
—El hecho de que tu digas que algo es insignificante ya no me da tanta confianza.
—Descuida, será para para poder tener una plática tranquila y ponerle llegar finalmente aun acuerdo y terminar con todo este dilema.
—¿De qué dilema hablas?
—Lo sabrás mañana, hasta pronto.
Sin decir nada más, Lisa se subió a la camioneta y esta condujo lejos de la casa del albino, dejándolo pensativo y preocupado por lo que ocurriría mañana, pero por el momento tendría que estar preocupado por su nueva hija.
—Bien chicas, ya casi es hora de dormir y todos debemos estar un cansando, asique túrnense para darse un baño eh ir a dormir, ¿de acuerdo?
—¡Si papá! —respondieron todas.
—Pero, ¿Dónde va a dormir Lulu?, la tía Lisa dijo que no traería su cuna hasta mañana. preguntó Gloom.
—Mmm, tienes razón hija, no lo había pensado. . .bueno, creo que podre dejarla dormir conmigo esta noche.
Al momento de decir eso, Terry quería decir algo, pero rápidamente su padre la detuvo.
—Y no Terry, no puedes hacer que Lulu duerma en tu cama para que tu duermas conmigo. —dijo Lincoln cosa que molestó a Terry inflando sus cachetes en señal de molestia.
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Empieza un nuevo día, por suerte era un día domingo y eso significaba que hoy no se trabajaba, pero la labor de un padre nunca termina, y lo digo porque vemos a Lincoln cambiándole el pañal a Lulu mientras que al mismo tiempo le enseña a Gloom a petición de la pequeña para aprender a ser mejor hermana mayor.
—Ahora simplemente estiras ambas tiras, y las pagas a cada lado hasta que quede justo pero sin apretar tanto. —dijo Lincoln mientras terminaba de cambiar a Lulu
—Ammm. . .¿así?
—Si, bien hecho Gloom. . .esperemos que para la próxima ya puedas cambiar tu sola a Lulu.
—¡Así será papi!, pero no pude haberlo hecho sin la ayuda de Bed, ¡muchas gracias por ayudarme hermanita! —dijo Gloom mientras cargaba a Bed usando el pañal que le puso Gloom, aunque esta únicamente se limitó a mirar a su padre y extenderle la mano esperando algo.
—Esta bien, aquí tienes los 5 dólares que te prometimos. —dijo el albino mientras le entregaba el dinero y esta pasaba a retirarse sin decir nada.
—¿No debería quitarse el pañal? —preguntó Gloom.
—Déjala, capaz y le gusto. Además, se ve más adorable así.
La enseñanza se vio interrumpida cuando Laika se asomó por la puerta de la habitación.
—Oye papá, creo que ya llegó la tía Lisa.
—¿Ya?, pues si que llegó temprano. En momento bajo hija, gracias por avisar.
Así Lincoln bajó rápidamente las escaleras y abrió la puerta para encontrarse nuevamente con su hermana Lisa ahora usando una ropa más formal, bastante similar a la que usaba de cuando era pequeña, y darás de ella algunas. . .¿cajas?
—Hola Lisa, veo que llegaste más temprano, y no puedo evitar ver que traes cajas contigo. —dijo esto último algo serio el albino.
—Se lo que debes estar pensando, y no, no hay ninguna otra hija tuya de la cual no sabías nada. Aquí están las cosas de Lulu que te dije que traería. . .aunque, si traje algo más.
—¿Y eso sería?
—Dos regalos para la pequeña Gloom, y las hermanas Lilith y Sonette.
—¿¡Regalos!? —dijeron Gloom y Lilith que se asomaron detrás de Lincoln, incluso Sonette se encontraba cerca escuchando todo, solo que intentó actuar más a su edad y no tan entusiasmada como su hermanita, aunque por dentro estuviera emocionada.
—Así es, son estos dos regalos grandes para ser exactos. —dijo la científica mientras señalaba dos cajas algo grandes envueltos ambos en tonos oscuros con un listón y cada uno tenía una etiqueta que decía "Para Gloom" y " Para Lilith y Sonette" respectivamente.
Ante esto las tres chicas se acercaron a sus regalos para inspeccionarlos más de cerca.
—No es alguna clase de experimento o máquina que destruya cosas, ¿verdad? —preguntó Sonette algo desconfiada al recordar el "regalo" que tuvieron ayer.
—Negativo. —respondió Lisa tranquilamente.
—¡¿Podemos abrirlo ya?! —preguntaba Gloom emocionada.
—De hecho, sería más conveniente si lo hicieran. —respondió mientras se ajustaba sus lentes.
Mientras ambas que abrían su regalo, las demás hijas se acercaron por la curiosidad.
—Disculpa tía, no es por intentar sonar interesada o algo por el estilo pero. . .¿también nos trajiste regalos?—preguntó Terry.
—Sus regalos llegaran en otro momento sobrinas, solo tengan paciencia.
—¿Qué?, ¿por qué a ellas tres si les trajiste algún regalo y a nosotras no? —se quejó levemente Pan.
—En un momento sabrán por qué. —dijo Lisa con una sonrisa dejando la incógnita en el resto.
Gloom, Lilith y Sonette desenvolvían sus regalos con las miradas curiosas del resto de la familia. Y cuando finalmente ambas abrieron las cajas, sus mandíbulas casi golpearon el suelo, igual que la sorpresa de las demás hijas y algo de nervios por parte de Lincoln.
—N-No puede. . .
—Ser. . . —hablaron las hermanas oscuras.
—¡¡Mami!! —grito alegremente Gloom mientras saltaba dentro de la caja siendo atrapada por un par de brazos que la cargaron, dicha persona salió revelándose siendo esta finalmente Maggie.
—Me alegra volver a verte bebé, veo que te han cuidado bien. —habló Maggie.
—¿Mamá?, ¿Cómo es que. . .? —preguntaba Lilith al ver a su madre dentro de su regalo.
—Dejen las preguntas para después, primero vengan y denle un abrazo a su madre. —dijo Haiku quien extendió sus brazos para ser recibida rápidamente por sus dos pequeñas.
A pesar de la sorpresa por parte de todos, no iban a negar que el momento era bastante tierno y alegre para todos al ver como una hijas se reencontraban con sus madres. Pero tampoco iban a dejar pasar lo que habían hecho.
—U-Un momento. —interrumpió Lilith el abrazo. —Realmente me alegra volver a verte, pero aún sigo algo resentida por haberme engañado tanto tiempo y no decirme la verdad desde un principio.
—¡En cierto! —acompañó Gloom, mientras se soltaba de su madre. —Me hiciste vivir todo este tiempo con un hombre malo que ni si quiera era mi padre, te costará mucho ganarte mi perdón mami. —dijo para terminar dándole la espalda a su madre con los brazos cruzados.
—Lamento mucho no haberte dicho la verdad hija, pero yo. . .
—¡¡Esta bien ya te perdoné!! —dijo la pequeña mientras volvía a tirarse a brazos de su madre pero ahora llorando un poco. —Realmente *snif* te extrañé tanto.
—Shhh, todo esta bien ahora mi bebé, ese hombre malo ya nunca volverá a nuestras vidas. —decía Maggie en un tono maternal mientras arrullaba a su hija.
—Hija, sé que debí haberte dicho la verdad antes como a tu hermana, pero quería esperar a que crecieras un poco para que esta noticia no te afectara tanto, tu hermana se lo tomo bien cuando se lo dije. —hablaba Haiku a sus hijas.
—Porque eh escuchado cosas peores. —respondió Sonette.
—A pesar de eso, espero que esto no afecte nuestra relación como madre he hija, ni con tu padre. . .o tu vida en general ahora que tienes más hermanas.
—De hecho. . .el haber convivido con ellos hizo que la noticia no fuera tan mala, digo, lo que le hiciste a papá estuvo muy mal, pero si no fuera por eso ni Sonette ni yo estaríamos aquí.
—Mientras ustedes estén bien y tranquilas es lo único que me importa. —dijo para finalmente volver a abrazar a sus hijas.
—. . .No te bastó con una noche con papá. —le susurró Sonette a su madre.
—Necesitaba desestresarme, además, fue tan bueno como la primera vez jeje.
—¡Ejem! —se escuchó ligeramente una queja por parte del albino aunque con un ligero sonroja en su rostro.
—Lincoln, si que ha pasado tiempo sin vernos. —dijo Haiku mientras se acercaba al albino para saludarlo.
—Lo mismo digo, supongo que has estado ocupada. —respondió mientras regresaba el saludo.
—Algo así, el trabajo ha bajado un poco el ritmo asique aproveché para venir aquí, de todas formas, ya era momento de charlar.
—Si, tienes razón. . .¿y cuentas tú Maggie?
—No mucho, problemas legales y juicios contra mi ex esposo, pero puedo decir que todo salió bien y ahora estoy espero continuar una nueva vida.
—Me alegra escuchar eso. . .bien, ¿qué están esperando?, pasen. —dijo Lincoln invitándolas a su casa.
Dentro de la casa todo estaba relativamente tranquilo, las hermanas estaban ocupadas con sus cosas mientras que escuchaban algunas de las anécdotas de Lisa juntos con varios de sus compañeros de trabajo; como ayudar a un doctor a crear una máquina capaz de tener el poder del sol en la palma de tu mano.
O cuando ayudo a un científico a crear un inmenso parque de atracciones en el especio, ese sujeto era demasiado brillante y tenía un inmenso potencial, pero siempre se distraía fácilmente con algo que él denomina como una "rata azul", por lo que no tuvo que dejarlo un tiempo al no sentir ningún progreso, aunque talvez pueda volver a estar en contacto con el para saludarlo.
No obstante, la verdadera tensión estaba en la cocina, pues Lincoln estaba recibiendo ayuda para cocinar, lo cual no le molestaría, si no fue el hecho por la relación algo incómoda que tenía con sus acompañantes.
—Primero pasé momentos de tensión con Jordan y Cookie, y ahora con Maggie y Haiku, no sé hasta que punto fue bueno enterarme de todo esto. —pensaba Lincoln.
—Hubieras preferido no enterarte de lo que te hicimos, ¿no es así? —habló Haiku.
—¿Cómo lo supiste?
—Con el tiempo aprendimos a leer más fácil las expresiones de la gente, además que las tuyas no son tan difíciles de saber. —dijo Maggie.
—Jeje, supongo que en cierta parte soy alguien algo predecible.
—. . .
—. . .
—. . .
—Lincoln. . .nosotras realmente, lamentamos el haberte hecho, bueno, ya sabes. —habló Haiku en un tono algo melancólico.
—Al principio todo parecía una buena idea, pero con el tiempo nos dimos cuenta de que no fue para nada agradable todo esto que paso entre todos nosotros. —completó Maggie.
—Descuiden, ustedes fueron las únicas que tuvieron el valor de hablarlo con alguien en lugar de ocultárselo a todos. Y supongo, que al menos intentar formar una familia realmente no era tan mala idea como lo pensaba cuando era más joven.
—Entonces algo bueno salió de todo esto ¿no es así?
—Si, supongo que tienen razón. Aunque había otras formas de hacerlo.
—Mejor ni nos lo recuerdes, es incluso vergonzoso pensar que recurrimos a algo como eso solo para satisfacer nuestros más oscuros deseos.
—Pues esos "oscuros deseos", al menos dieron a luz a unas hermosas y adorables niñas. —dijo el albino con una sonrisa, cosa que también hizo sonreír al par de mujeres.
—Tienes razón, no las cambiaríamos por nada en el mundo.
—Me alegra que piensen así, quiero ver que sean buenas madre si quieren que les de una oportunidad.
—¿Oportunidad? —preguntaron ambas curiosas.
—Las chicas realmente las extrañaron, y yo quiero vivir guardándole rencor a nadie sin importar lo que hayan hecho, así que pensaba que en darles una oportunidad para que, no sé, puedan formar parte de la familia, solo si están de acuerdo claro.
—¡Nos encantaría! —respondieron ambas con una gran sonrisa.
—Wow, wow, de acuerdo, pero no se ilusionen y piensen que nos casaremos o algo así, yo pensaba una amistad o a lo máximo una relación con derecho si llegara a sentir algo jajaja. —respondió Lincoln nerviosamente.
—Oh Lincoln, eso dices ahora, pero cuando nos conozcamos mejor. . . —dijo Haiku mientras juntaba su cadera muy pegada a la de Lincoln.
—Verás como tu tampoco podrás resistirte a formar una hermosa familia. —decía Maggie mientras abrazaba por la espalda a Lincoln haciendo que este sintiera sus grandes pechos.
—¡Pa-pareciera que ustedes, n-no aprendieron nada! —dijo el albino intentando recuperar la compostura.
—Descuida, solo estamos jugando contigo.
—Si, no te tomes todo tan enserio.
—Bueno, eso me relaja un poco.
.
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—Preferimos disfrutarte poco a poco. —respondieron ambas a oídos del albinos mientras tomaban platos con comida y los llevaban en dirección a la mesa con sonrisas traviesas en sus rostros.
—Estúpidas hormonas, ¿es esta una especie de venganza por nunca haber tenido esposa? —pensaba Lincoln para si mismo mientras se veía un color rojo como tomate impregnado en toda su cara.
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—¿Entonces Stella se encuentra en el hospital? —preguntó Maggie que comía su platillo al igual que todos los demás.
—Si, la pobre le costará un poco reponerse, pero le prometí que la iría a visitar cuando pudiera. —respondió Lincoln.
—Avísanos para acompañarte, hace tiempo que no hablamos con ella. —pidió Haiku.
—Seguro, me gustaría que volvieras a ver también a Cookie y Jordan, pero no sé si estén alegras de verte ahora que saben lo que hiciste.
—Que pase lo que tenga que pasar.
—¡Oe mami!, ahora que viniste, ¿te quedarás a vivir con papi y conmigo? —preguntó dulcemente la pequeña Gloom.
—Ese tipo de cosas aún hay que platicarlas con calma querida, es mucho movimiento y creo que ya hay demasiadas personas viviendo en un mismo techo. —respondió Maggie, cosa que entristeció a su hija. —Pero no te preocupes, como rentamos una habitación de hotel muy cerca podré visitarte fácilmente todos los días mientras vemos esas cosas, ¿qué te parece?
—¡Me encantaría! —respondió la pequeña complacida por la propuesta.
—Y por cierto, Lisa. ¿cuándo llegaran el resto de las chicas para hablar también? —preguntó Lincoln.
—Oh, pensé que ya lo había aclarado. —dijo tranquilamente Lisa mientras se limpiaba con una servilleta. —En un par de horas seguramente.
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—¿¡QUÉ!? —exclamaron tanto Lincoln como sus hijas. . .siendo Terry la que se llevó la peor parte al atragantarse con un trozo de su comida.
Y aquí otro capítulo. Para los que se preguntan siempre que cuando actualizo, que sepan que realmente nunca tengo una fecha clara, solo escribo conforme el tiempo y la inspiración me permitan. . .pero de que actualizo actualizo jajaja.
Bueno, espero que les haya gustado el capítulo, y esperemos a ver que tanto se le alborotarán las hormonas a nuestro albino favorito ahora que tenga que convivir con las mujeres que le cambiaron la vida. ¿Será que al final el pueda sentir el amor a la mujer indicada?, ¿o será capaz de compartir un trozo de su corazón a cada una?
Sin nada más que decir, nos vemos hasta la próxima. Chao ;)