INSUPERABLES [•1]

By HollyGeistt

327K 26.1K 4.2K

Libro 1 de la Bilogía INCONTROLABLES [BORRADOR SIN CORREGIR] Ex's Que aún no se superan. Aunque creían que s... More

Prólogo
Dedicatoria
Capítulo 1: El Ex
Capítulo 2: El nuevo Novio
Capítulo 3: La fiesta de cumpleaños
Capítulo 4: No beses con los ojos
Capítulo 5: Sin arrepentimientos
Capítulo 6: Hagamos esto más seguido.
Capítulo 7: llama a emergencias si tienes una urgencia.
Capítulo 8: Sin reglas inútiles
Capítulo 9: Críticas absurdas.
Capítulo 10: Tío Favorito
Capítulo 11: Esposa, amor de su vida
Capítulo 12: Noche de disculpas
Capítulo 13: Demuéstrale que eres digna
Capítulo 14: ¿Celoso, Potter?
Capítulo 15: Cena familiar con familia aleja.
Capítulo 16: Protectores de casa
Capítulo 17: Más amargada de lo habitual
Capítulo 18: Confundido
Capítulo 19: Hipócrita
Capítulo 20: Un tiempo
Capítulo 21: Te extraño
Capítulo 22: Tema delicado
Capítulo 23: Perdidamente enamorada
Capítulo 24: Bomberos
Capítulo 25: Obra de teatro
Capítulo 26: Lo arruiné
Capítulo 27: Incendio
Capítulo 28: Confesiones y aceptaciones
Capítulo 29: Enfrenta al padre exigente
Capítulo 30: Cerrando ciclos
Capítulo 31: Torturador.
Capítulo 32: Acuario
Capítulo 34: La familia de Aubrey
Capítulo 35: Delfines
Capítulo 36: Papá libre
Capítulo 37: Por ellos. FINAL
Epílogo

Capítulo 33: Día favorito

6.7K 567 99
By HollyGeistt

AUBREY

Se empuja el cuerpo suavemente hasta quedar acostada en su totalidad sobre la manta que trajo. Me besa tan apasionado como siempre y siento que su lengua habla con la mía en un idioma que solo ellas entienden. La mano que tiene sobre mi cintura se aprieta ligeramente haciéndome estremecer. Tiene un brazo apoyado junto a mi cabeza y suelto un suspiro entre sus labios. Es que este hombre me hace soltar suspiros de la nada.

Le quito su camisa y la dejo a un lado, acaricio sus abdominales, son algo que me encanta y siempre lo hará, la suavidad y dureza que tiene me excita y fascina. Al igual que su espalda, si tiene marcas y cicatrices provenientes de su trabajo, pero eso solo lo hace ver aún más ardiente. Me da tregua para que respire, pero sigue besando mi cuello y subiendo su mano a mi pecho que tanto le gusta tocar.

Abro mis ojos que tenía cerrados y contemplo el techo acuático donde nadan las mantarrayas. Sonrío y giro enredando mis dedos en su cabello, miro a la sección de peces pequeños.

—Nemo nos está mirando — susurro y siento su risa leve sobre mi pecho.

— Que se tape los ojos.

Está vez yo río y lo obligo a subir para volver a besarlo. Me está dando unos buenos últimos días. No puedo enojarme porque hará esto, es decir, mi futuro es incierto, podría o no ir a la cárcel. Pero ambos lo estamos dando todo por perdido y yo no puedo enojarme con él por no tenerme fe en el juicio, porque yo no la tengo. Y en vez de enojarme disfruto lo que me hace sentir.

Me va dejando desnuda poco a poco, besa cada parte de mi cuerpo y acaricia mi piel. Me besa a la hora de introducirse en mí y si hay algo que le gusta es hacerme gemir contra sus labios.

— No cierres los ojos — me pide y los abro de inmediato encontrándome con su mirada gris.

No me folla duro y salvaje como mayormente solemos hacerlo, esta vez nos encargamos de disfrutar cada centímetro de piel de nuestros cuerpos, de guardar el recuerdo en nuestra mente y acariciándonos con el fin de no extrañar tanto esto cuando ya no nos tengamos.

Su frente se apoya en la mía y él si cierra sus ojos. Yo acaricio su cabello y tiro de él ligeramente.

— Un tiburón nos está mirando— le susurro y veo su sonrisa pero no abre los ojos —, creo que es un tiburón gay, seguro está mirándote. Creo que tenemos que intercambiar o intentará comerte.

Ríe y muerde mi mejilla. Lo obligo a girar sobre mi cuerpo para dejarme arriba y me siento captando todo su generoso miembro dentro de mí. Apoyo mis manos en su pecho y él me sostiene de la cintura. Miro a la derecha donde al tiburón curioso se le olvidó que debe seguir nadando.

— No creo que sea gay, está observando tus tetas.

Me río. Difícilmente se puede ver a quién de los dos está mirando, pues tiene los ojos separados. Pero ya qué, se debe haber enamorado de ambos y no lo culpo.

Miro arriba sintiendo su mirada en mí. Las mantarrayas bebés nadan junto a las mantarrayas mamás o papás y comienzo a sentirme culpable por perturbar su ambiente. Pero también satisfecha por saciar mi alma al hacer mi actividad favorita con una vista espectacular.

Lo miro en el momento exacto en que se sienta y me rodea con sus brazos. Nuestras narices quedan pegadas y no dejamos de mirarnos mientras comienza a moverme un poco más rápido. Ya sabía yo que lo rudo no se le quita ni aunque intente ser romántico a la fuerza. Se me escapan varios jadeos y gemidos que me hacen mandar la cabeza atrás y blanquear los ojos.

— Preciosa de mierda — me dice mordiéndome la barbilla.

— Pene sentimental— uso mis dientes contra su cuello y me clava con dedos con fuerza en el culo mientras suelta un gruñido sexy.

Me aprieta el culo y mientras yo me muevo de arriba abajo, él sube y baja su pelvis haciendo que la afición sea aún más.

— Perturbas mi cabeza y alborotas mi sistema — su voz suena ronca y baja.

Quiero responderle mirándolo a los ojos pero estos se me desvían al acuario distrayendome.

— ¡Pez globo!— chillo cuando veo uno nadando entre los peces pequeños.

— Podemos hacerlo inflar si quieres — va deteniendo los movimientos.

— Si. Pero luego, ahora dame mi orgasmo, nene — me muevo yo y ríe. Vuelve a moverse y así me da uno de los mejores recuerdos de mi vida, de esos que nunca voy a olvidar.

Este será mi nuevo día favorito hasta que cree otro aún mejor.

Cuando terminamos no nos movemos, ni vestimos, solo me giro para acostarme sobre él y no perderme de los peces. Él nos tapa con otra de sus mantas y pasa su brazo por detrás de su cabeza como almohada. Con su brazo libre me rodea y no puedo evitar trazar líneas sin sentido en este mientras observo a los tiburones. El tiburón gay curioso ya se fue, por cierto.

— Gracias — susurro.

— No hay de qué, nena. Me ha gustado cumplir está fantasía que se volvió mía cuando me la contaste. Eres buena teniendo fantasías sexuales, algunas son bastante raritas pero muy excitantes.

— Lo sé, estoy un poco loca — me río y hace un sonido con la garganta confirmándolo —. Algún día vamos a cumplir las demás, aún no me olvido "follar en el tejado".

Esa fantasía me la contó alguna vez, yo quiero en una azotea mirando las estrellas y él en el tejado de una casa en Navidad. No le veo la lógica porque hay nieve y podría congelarse sus partes, pero ya, fantasías son fantasías.

— Y yo de follar en público. De verdad estás loca, tú cruzas extremos.

Me río y medio giro para mirarlo. Baja su mirada a mí con esa sonrisa que me encanta.

— ¿Pero lo haremos verdad? No puedes negarte a follar conmigo.

Sigue sonriendo cuando acomoda mi cabello que me cubre la cara.

— No, no puedo.

— Eso creí — vuelvo a acostarme y miro a la mantarraya que se pegó al cristal.

— No te agrandes que tú tampoco puedes negarte a follar conmigo.

— Cállate y déjame apreciar el ambiente.

Nos quedamos allí un rato, luego nos vestimos y seguimos recorriendo el acuario, visitando el sector de las tortugas marinas y luego los pingüinos. Camino rodeando su cintura con mi brazo y él mis hombros. Le voy contando todo lo que sé de animales y el océano. Me toma fotos junto a los tiburones y luego capturo una de ambos con un delfín atrás. Beso su mejilla tomando otra y así voy llenándole la galería de fotos mías con los animales marinos que me encantan. Hasta finjo hacerle cuernitos a un pingüino, saco la lengua con un pato e inflo mis mejillas tomándome una foto con el pez cachetes.

Llega la hora en que mi estómago ruge y acordamos ir a almorzar. Espero a Dominic que hable con un encargado, apoyada en la cartelera de guía. Lo observo y me pregunto cómo es que no hay nadie aquí, ningún turista, solo empleados y es un día hábil al cliente. Cuando viene a mi vuelve a rodear su brazo en mi cuello mientras guarda un folleto del lugar en su pantalón.

— Te mandan saludos y están encantados contigo — me dice antes de besar mi sien y sacar la llave de la camioneta de su bolsillo.

— Oye...¿Cómo es que hiciste esto?

— ¿Hacer qué?

— No soy idiota, no hay turistas y es hora de turismo, lo vi en la cartelera— me abre la puerta del auto con una sonrisa pícara. Entrecierro mis ojos — ¿Alquilaste el lugar por unas horas solo para follar?

— Nena, tú lo dijiste, compré un departamento entero para tener sexo contigo, alquilar un acuario para cumplir tu fantasía sexual no debería ser raro para ti.

Me cruzo de brazos y me meto al auto riendo.

— Se supone que los chicos planean cenas románticas, con pétalos, música lenta y comida fina. No compran lugares solo para tener sexo con su novia de forma casual.

Me pone el cinturón y no se mueve frente a mí después de abrocharlo.

— Tú eres bastante peculiar y a mi Groot le gusta innovar — me da un beso corto —. Eres mi culo favorito. Si tu quieres tener sexo en la luna, yo me hago astronauta mañana.

— Excelente servicio.

— Te dije, el mejor amante para servirte — me guiña un ojo y lo empujo fuera de mi lugar riendo divertida.

Rodea el auto y sigo pensando. Cuando está en su lugar lo enciende, se pone el cinturón, enciendo el estéreo y nos saca del lugar. Su mano se apoya en mi muslo y me da un ligero apretón.

— ¿En qué piensas?

Medio me giro hacia él. Ni yo soy de callarme y él tampoco.

— Tú has cumplido algunas fantasías mías aún sin darte cuenta y yo solo la de manejar conduciendo, y terminó un poco mal — sonríe recordando la multa —. Me preguntaba si he cumplido alguna de tus fantasías.

Ríe levemente y deja mi muslo para hacer el cambio y girar el volante con una sola mano. Luego vuelve a dejarla en mi pierna.

— Tú eres una fantasía, no necesito más porque donde sea que lo haga es lo mejor si es contigo.

— Aw, cursi.

Hace una mueca de asco cuando se da cuenta.

— ¿Si, verdad? Dime algo cursi también o algo sucio mejor, así compensa mi ridiculez.

— Mhmm, me gusta que me cojas.

— Rica — me mira y sin importarle la conducción, se estira y me besa rápidamente antes de volver la vista al frente.

///

Ayer tuve un día genial con Dominic. Por fin, después de mucho tiempo puede dejar de pensar en todo y disfrutar el momento. Pero hoy mi día se ve arruinado visiblemente viendo quién me está llamando.

— ¿Qué quieres Erick?— mascullo apenas respondo.

— Quiero que nos veamos— claro que quiere eso. Es demasiado sospechoso que no haya hecho nada con mi padre. Elías está al pendiente todo el tiempo pero nada está pasando.

— ¿Para qué?

— Quiero que hablemos.

— Háblame ahora — sugiero mientras enciendo un cigarrillo y me tiro al sillón.

— No, Aubrey, tenemos que hablar en persona, quiero verte.

— Yo no quiero verte a ti — dejo salir el humo de mi boca y acaricio la cabeza de Odín cuando se sienta a mi lado mirándome.

— Vamos, Aubrey, no me hagas recurrir a advertencias.

Rodeo los ojos cansada de él. Quiero que me deje en paz, todo un año soportándolo y ahora no puede darme mis últimos dos días de libertad. ¿Cómo podría siquiera tenerlo cerca cuando me ha hecho tanto daño? ¡Incendió mi casa! Quiso matarme. Pero…aún así… tiene mucho en sus manos para destruir mi vida y me da miedo que se siga metiendo con mi padre.

— No me amenaces, Erick — resoplo —. Támesis en una hora, si no llegas en una hora exacta me largo.

— De acuerdo, cariño, allí estaré.

Ni siquiera le reprocho como me llamó, solo le cuelgo e inhalo más humo.

— ¿Tú crees que deba explotar el Támesis?— le pregunto a Odín y me giro para quedar cara a cara. Él agita su colita y saca su lengua — Si, debería hacerlo, ¿Verdad? — intenta lengüetear mi rostro pero me alejo — oye, sin lengüita que a mami no le gusta.

Se calma y me acompaña a la habitación para que me cambie de ropa ya que solo voy con unas bragas y una sudadera de Dominic, ni siquiera sé porqué está su sudadera aquí, pero ya qué.

///

Erick está sentado frente a mí en la cafetería que escogí. No nos hemos dicho mucho desde que nos encontramos. Ni siquiera tengo ganas de hablar con él, pero quiero saber qué es lo que quiere.

— Quiero que volvamos — responde mi pregunta no hecha. Comienzo a reír esperando que sea una broma—. Tengo eventos a los que asistir y te quiero como mi acompañante.

— No — niego aún divertida por su estupidez.

— Cariño, yo se que estas dolida— intenta agarrar mi mano por encima de la mesa pero me corro —. Ya me disculpé contigo y entiendo tu error con el novio de Alisa.

— Ex — corrijo.

— Como sea, sé que tuviste un momento de debilidad y querías vengarte de mí, te lo perdono, no tienes porqué preocuparte. Quiero que volvamos a estar juntos como antes. Así tu padre saldría mañana y...

— Párate ahí— se calla y me acomodo en la silla —. Deja de amenazarme con mi padre, Erick, te ves ridículo. Segundo, no tuve ningún momento de debilidad, me acosté con Dominic porque quise, no para vengarme de ti. No me arrepiento de nada ni busco tu perdón. Tu opinión me la paso por el culo, toda tu vida me importa un rábano, así que deja de hacer drama porque no me interesas. La única razón por la que estuvimos juntos fue por amenazas, no porque te quiera o siquiera me gustes. Sabes perfectamente que sin todo el espectáculo que haces no conseguirías ni mi número de teléfono.

Me estoy jugando todo enfrentándolo, pero estoy cansada de tener que soportarlo. Y tengo el material necesario para escudarme de sus amenazas. Deslizo mi carpeta con las pruebas de abuso sobre la mesa hacia su lado.

— Intenta algo contra mi padre y te destruyo la vida. Me harté de ti, no toleraré más nada— digo firme viendo su cara estupefacta cuando mira todas las pruebas —. Maldito abusador. Ella no quería estar contigo. La obligaste.

No quiero, pero la voz me titubea. Estuve tan ciega, teniéndolo todo frente a mis ojos. No puedo creer que haya estado con una persona así.

— ¿Qué mierda es esto? ¿Qué dijo esa puta?— desesperado revisa todas las hojas— Te están llenando la cabeza, cariño, está no eres tú, tú jamás me amenazarías así.

Vuelvo a reír y esta vez me da pena lo ciego que está con respecto a mí. Para él he sido la novia perfecta durante un año y medio, he sido la mejor. Pero él no sabe que soy buena fingiendo.

— Está soy yo, Erick, cuido a los míos y tú cometiste el error de meterte conmigo — apoyo mis codos en la mesa y me inclino hacia adelante, bajo la voz para que tenga claro que no estoy bromeando —. Me has amenazado, atentado contra mí y abusado de otras mujeres, eres un manipulador y poco hombre, no rayas lo agresivo porque ya sería demasiado, pero si eres un intento de homicida, violador. Eres una mierda y lo sabes. No voy a dejarte pasar el hecho que intentaste quemarme viva. Has salido ileso todo este tiempo bajo el respaldo de tu padre. Se te olvidó que el fuego no me quema, me enciende más y ahora me da satisfacción decirte en la cara que tú momento de gloria se acabó.

Se me cierra la garganta al final. Ya no quería mirarlo o tenerlo cerca. Él me…me hice mucho daño.

— Enfrentarás un juicio en dos días, estás muerta.

La campana de la puerta del local suena, haciendo que me ponga de pie acomodando mi bolso en mi hombro. Lo miro y bajo la voz.

— Si caigo presa, te arrastraré conmigo, infeliz.

Se pone de pie y su mirada de odio se intensifica en mí. No me asusta ni me altera, los dos sabemos que estamos igual de jodidos.

— Eres un puta falsa — murmura mirándome de arriba abajo —. Perra, te voy a destruir.

— ¿Tú crees? Es gracioso porque yo ya te estoy destruyendo y aún no he hecho nada — le sonrío —. Eso te pasa por fijarte más en las revistas que en lo que pasaba a tu alrededor. El enemigo estaba dentro de tu casa, Erick Peterson, y lo llevaste a conocer a toda tu familia, le presentaste a todos tus amigos, confiaste tu casa y tus pertenencias. Y lo mejor de todo esto es que yo soy el enemigo. Que tengas un buen día.

Me voy de allí encontrando a Dominic a unos metros. No quería venir sola y estar en un lugar con Erick sin nadie de mi lado, así que le pedí que me acompañara. Me estaba esperando afuera pero claramente no quería esperar más. Pasa su mano por mi cintura.

— ¿Todo bien?

—Si— le robo un beso rápido y abre la puerta del local para que salgamos. Le da una mirada a Erick que nos mira estupefacto.

— Patético — murmura sacando las llaves de la camioneta y poniéndose los lentes de sol, me pasa los míos y acomodo mi sombrero para que no me dé el sol en la cara— ¿A dónde vamos?

— A casa de mis padres, quiero verlos un rato.

— ¿Debo ponerme nervioso?— entramos al auto y enciende el motor.

— No, son agradables.

Erick sale del local y corre a la camioneta con los papeles que le dejé de recuerdo en la mano.

— ¡Vuelve aquí, perra! ¡No puedes hacerme esto!— viene furioso hacia nosotros. Bajo el vidrio y le muestro mi dedo favorito.

— Muérete — le sonrío y me grita barbaridades. Vuelvo a subir el vidrio.

— Te advierto que si toca mi camioneta lo paso por arriba y un accidente no va a ser — me advierte Dominic.

Erick se para delante de la camioneta, pero como debemos retroceder no nos importa. Dominic apoya su mano en el respaldo de mi asiento mirando atrás y retrocediendo el auto. Erick sigue gritándome cosas y se mete con Dominic.

— ¡Está jugando contigo, Aubrey! ¡Date cuenta! ¡Te metieron cosas en la cabeza!— sacude los papeles. Cómo ve que no me importa su berrinche arroja los papeles al parabrisas y estos se vuelan con el viento. Golpea el capó de la camioneta y me río de lo pequeño que se ve junto a ella.

Dominic aprieta el freno de golpe haciéndolo chocar contra el capó. Baja su lentes un poco para verlo con total claridad.

— Me está haciendo perder la paciencia — murmura.

Pongo mi mano en su muslo y la aprieto, me mira afectado.

— Ignóralo y sácanos de aquí, tengo afán.

— Haré un esfuerzo solo si me lo compensas por las molestias.

— Te lo recompensaré.

Sonríe y se inclina hacia mí para besarme, mi beso favorito cargado de lujuria, pasión e intensidad. Mete su lengua unos instantes y el grito que pega Erick me hace morderle el labio. Un beso rápido pero que me deja con ganas de más. Se separa, acomoda sus lentes y gira el volante con rapidez para dejarnos en la calle. Ignoramos al parásito que nos mira atónito y nos vamos de allí.

Ese parásito es una mierda de persona y yo ni siquiera lo sabía. Me tiemblan las manos de pensar en lo que me hizo. Buscaré mi propia justicia con las pruebas que tengo y espero con toda mi alma no volver a verlo jamás. No quiero tenerlo cerca ni siquiera respirar su mismo aire.

—¿Estás bien?— la pregunta de Dominic, me saca de mis pensamientos y lo miro asintiendo—. ¿Sabes que yo estoy aquí, verdad? Te estoy apoyando en todo lo que hagas.

—Lo sé. Gracias por estar— los ojos se me llenan de lágrimas y aparca la camioneta de inmediato.

—¿Puedo abrazarte?

Sacudo mi cabeza. Ver a Erick me afectó más de lo que creía y sé que no debo compararlos, pero la verdad es que no quiero contacto con nadie ahora. Me limpio más lágrimas y asiento después de unos minutos.

—Estoy bien.

—Está bien estar mal, nena— me alienta—. Puedes llorar, no hay nadie aquí.

Me tiembla el pecho y trato de respirar hondo pero fracaso en el intento cuando vuelvo a llorar y me tapo la cara para que no me vea. Me hago la fuerte, pero no lo soy. Me creo perfecta, pero la realidad es que me hicieron una mancha imborrable. Viví con un monstruo y no lo sabía. Pero ahora sí, y va a pagar.

Continue Reading

You'll Also Like

11.6K 629 59
Luego de que sus padres se separaran , en la vida Brenda habrán muchos cambios, ya sean bueno como también malos, amores y desamores, amigos en la...
6.3M 9.9K 2
NUEVA VERSIÓN, 2024. F L O R S A L V A D O R [HISTORIA SUCESORA DE "SI LAS PERSONAS FUERAN CONSTELACIONES", LEER ANTES DE INICIAR ESTA.] Aidan How...
2.9K 96 21
Porque nada dura para siempre... o lo que dura... es tan poco... mis amistades...mi vida normal... mi corazon... En fin ahora debemos llegar a Corea...
370 54 6
Cuando los caminos de Carla Brown e Ian Smith se cruzan ninguno está listo para que su corazón sienta tanto por el otro, pero se arriesgan en una ave...