— Esta semana debo salir de viaje – dice Michael abrazándome por detrás
Estoy en la cocina preparando la comida, hace unos instantes Michael estaba en una llamada con su agente.
— Está bien, estaremos bien. No tienes que preocuparte por nosotras.
— Sara estará al pendiente de ustedes por si necesitan algo
— Pensé que Sara iba a todos los viajes contigo, después de aquel incidente.
— Lo hace, pero quiero que este junto a ustedes.
— No es necesario cariño, tengo a Isidora cerca – digo dándome la vuelta – además, si necesito algo puedo salir por ello. No puedo seguir escondiéndome, yo no he hecho nada.
— Lo sé, pero tengo miedo de que comiencen a molestarte los periodistas y eso provoque algo malo en ti o en nuestra hija.
— Está bien, si estarás más tranquilo lo acepto, no quiero discutir
— ¿sabes que te amo?
— Si, me lo repites todo el tiempo – le beso los labios y lo empujo juguetonamente mientras sigo cocinando.
Lo veo alejarse con una sonrisa, estos días juntos han sido maravillosos, de verdad es como un sueño hecho realidad.
Maratones de sexo, de besos, de películas, de arrumacos...
Hoy tengo una salida con mis amigas, a las cual no veía hace mucho. Michael se ofreció a cuidar de nuestra hija para que yo saliera tranquila.
Me preocupa un poco dejarlos solos, por lo que me aseguro de que Sara estará en casa antes que me vaya.
La cena es tranquila como todos los días, comentamos en lo que hemos estado trabajando, yo volví a trabajar en la revista del padre de Isidora, como lo mío era solo editar podía trabajar desde casa.
Michael me cuenta un poco de las reuniones que tendrá en la semana y en que está dispuesto a trabajar, no quiero alejarse de nosotras por lo que estoy segura de que no tomará trabajos que lo mantengan mucho tiempo alejado.
Cuando llega la hora de salir, me baño y me preparo rápidamente antes de que Isi pase por mí.
— ¿Crees que pueda convencerte de quedarte conmigo? – dice Michael besándome el cuello
— Estoy segura de que podrías hacerlo – digo riendo
Coloca sus manos en mis caderas atrayéndome hacia su cuerpo, sí, estoy segura de que podría dejar a mis amigas plantadas por quedarme en casa con él.
— Solo estoy bromeando, quiero que vayas y te diviertas. No te preocupes por nada, aquí en casa todo estará bien.
— Cualquier cosa que pase tienes que llamarme, me vendré en ese mismo momento.
— Sí – dice poniendo los ojos en blanco – te estas poniendo una pesada.
Lo miro indignada, es primera vez que estarán solo. Es obvio que debo preocuparme.
— Cariño me enseñaste lo esencial, creo que aprendí bien y Sara estará aquí también. Podremos apañárnosla solos.
Me da un beso apasionado que me hacen temblar las piernas.
— Ve a divertirte – dice dándome una palmada en el trasero.
Isidora llega segundos después saluda a Michael y Michelle. Promete que me cuidará y me traerá sana y salva. Sara llega al mismo tiempo que Isi y promete que cuidara de la nena.
Llegamos al Bar "essence" el lugar más famoso de la ciudad, aquí se celebran las mejores fiestas, con celebridades, periodistas y gente el mundo del espectáculo.
Isidora muestra su credencial en la puerta y nos dejan entrar de inmediato.
— Ser la hija de papi tiene sus ventajas – dice María
— Por supuesto – dice riendo Isidora
Nos sentamos en una mesa del sector VIP, el camarero llega de inmediato a tomas nuestro pedido.
Cuando llegan nuestros tragos hacemos un brindis por nuestra amistad
— Salud, porque Amy por fin está de vuelta – dice Isi
— Salud – grita el resto de mis amigas.
Nos bebemos nuestras copas y decidimos bajar a la pista a bailar.
Mientras bailamos y reímos unos tipos de acercan a nuestro lado y nos invitan a bailar, amablemente les decimos que nos y continuamos en nuestro pequeño grupo.
— Iré al baño – le susurro a Isidora en el oído
— ¿quieres que te acompañe? – grita ella sobre la música
Niego con la cabeza y camino hasta el final del local, hay una enorme fila para entrar y aprovecho ese momento para enviarle mensajes a Michael.
*¿Cómo están?
* nena, ¿no deberías estar disfrutando tu noche? Michelle ya se durmió, Sara le cambio el pañal y le puso el pijama.
* vine al baño y decidí enviarte un mensaje ¿está todo bien?
No responde en vez de eso me llama
— Esta todo bien – dice con voz ronca – déjate de preocuparte y diviértete.
— Los extraño, ya me acostumbré a tener mis noches juntos
— También te extraño – dice suspirando – voy a cortar ahora no quiero más mensajes, solo si es una emergencia y quieres que vaya por ti.
— Está bien, te amo. Nos vemos luego
— Te amo más nena, cuídate.
Cuelgo y entro al baño detrás de una chica que se mueve como si el suelo fuera de gelatina, la miro de reojo y veo que no se ve nada bien.
— ¿estas bien? – le pregunto acercándome a ella
— No me siento bien, creo que voy a vomitar – dice apartándose de mi rápidamente y entrando al baño.
Escucho sus arcadas y me da un poco de asco, decido entrar al otro escusado y hacer pis.
Cuando salgo veo una cara bastante familiar, la cual no esperaba ver nunca más.
— Pero miren nada más a quien vengo a encontrarme – dice sonriendo
— Eleanor – digo con desprecio
— ¿Cómo estás querida? Llevo tanto tiempo sin saber de ti, ¿es verdad los rumores que se oyen por ahí?
No digo nada mientras lavo mis manos, solo la ignoro.
— ¿Entonces si lo es? Te embarazaste para amarrar a Michael – dice riendo – prense que jamás ibas a caer más lejos ¿o tuviste una bastarda y la estás haciendo pasar como suya?
La rabia me consume, me quedo frente a ella y la abofeteo volteándole la cabeza del golpe.
— Eres tan venenosa, ¿acaso no puedes vivir tranquila?
No responde en cambio, se abalanza sobre mí, tomando mi cabello con una mano y mi cara con la otra.
— Escúchame estúpida, te dije que me las ibas a pagar. Que si Fernando alejaba a mis hijos de mi te haría pagar con lo que más te doliera.
— No te atrevas – digo mientras ella entierra sus uñas en mí mandíbula – no te acerques a mi hija
— Así que si es verdad – dice riendo y me suelta. Antes de que logre reaccionar me golpea en la cara haciéndome caer al suelo.
Se sienta ahorcajadas sobre mi golpeándome sin parar una y otra vez, escucho gritos a los lejos mientras siento como de mi nariz corre un líquido caliente, mis oídos zumban, trato de apartarme de ella, pero no puedo.
— Me las vas a pagar perra maldita, esto es solo un poco de todo lo que te mereces, vamos a ver si Michael te sigue amando después de que vea tu estúpida cara destrozada.
— Suéltala – grita alguien entrando – zorra desgraciada.
Siento que alguien la aparta de mi cuerpo, unos brazos me rodean susurrándome que todo estará bien. Escucho más discusiones y gritos, mientras trato de abrir los ojos, se me nubla la mente y no se más.