Parte 8

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Michael

Hoy se hace un mes desde que conocí a Amy, la mujer más divertida, inteligente y guapa con la que he salido. Pasar el tiempo con ella es increíble jamás se pasan penas a su lado.

Estoy completamente flechado por ella, quedamos al menos tres o cuatro veces en la semana, siempre cuando mi horario y el de ella coincidan. Hay días en los que duermo en su casa y ella en la mía, nunca había traído a una chica a mi casa, y con ella estoy haciendo muchas excepciones.

Tomo mi teléfono mientras estoy en un descanso de grabaciones, miro la foto que le hice la primera vez que estuvimos juntos en mi yate, su sonrisa ilumina por completo mi día. Desde ese día cada vez que esta distraída le hago una foto nueva.

— No me digas, ya estas embobado con las fotos de tu chica – dice Sara a mi lado – ¿cuándo le pedirás que salgan oficialmente?

— Ella no está segura, por lo que no voy a obligarla a ponerle un título a lo que tenemos, estamos bien así.

— ¿lo estas? No quiero verte sufrir luego, veo que esta chica te tiene colado.

— ¿Por qué voy a sufrir Sara?

— Porque nunca te había visto así con nadie.

— ¿así como? – pregunto riendo

— Enamorado

Me quedo en silencio procesando la información que me dice Sara, ¿enamorado? No lo creo, si he hecho muchas cosas con Amy las cuales con ninguna otra mujer hice, pero enamorado es mucho.

Justo en ese momento una sonrisa ilumina mi rostro al ver el nombre de la mujer la cual no sale de mi cabeza.

— ¿ves? – dice Sara – ella hace que tu cara se ilumine con solo llamarte.

Me alejo de ella y respondo la llamada

— Hola, cariño – digo sonriendo

— Hola – dice tímida – aun no me acostumbro a esto – dice en un suspiro.

— ¿Cómo estás? – pregunto intentando cambiar el tema para no agobiarla.

— Bien, te llamaba para decirte que hoy sale a la venta la revista, hice los cambios que me pediste así que ahora esté todo bien.

— Le diré a Sara que me compre una copia. ¿nos vemos hoy?

— No lo sé, ¿no tienes nada que hacer hoy?

— No, descansare por tres días, ¿qué tal si tú y yo nos vamos de viaje?

— Es miércoles – dice como si no lo supiera – no creo que pueda dejar el trabajo e irme.

— ¿Por qué no? Podrías decirle a tu jefa que te sientes mal o quizás tomarte unos días de vacaciones, me dijiste que hace tiempo no te tomas un descanso.

— Voy a ver qué puedo hacer, no te prometo nada.

— Pasare por ti a la misma hora de siempre, prepara el bolso.

— ¿No me estas escuchando verdad? – dice riendo

— Te quiero – digo suspirando – te quiero junto a mí el resto de la semana – digo tratando de arreglar el pequeño desliz que sufro.

— Está bien, tomare unos días. Nos vemos más tarde – dice mientras me envía un beso a través del teléfono.

Corto la llamada y veo a Sara sonreír mientras niega con la cabeza.

— Y luego me dices que no estas enamorado, esta chica sí que te tiene mal.

No digo nada mientras tomo el almuerzo que me ha traído y como en silencio sumiso en mis propios pensamientos.

Enamorando al ENEMIGOWhere stories live. Discover now