Nota de autora: he hecho el vago durante muchos meses y me he dignado ahora a volver a Wattpad, lamento mi ausencia y me da pena entrar a la app y leer cosas como 'por favor sigue el libro'. Soy consciente y voy a acabarlo entre este mes y el que viene. Lo prometo, de verdad. ¡Se viene maratón de verdad esta vez!
(...)
Narra ___.
Al día siguiente, lo primero que hice fue abrir los ojos y observé el pelaje del animal por toda la colcha de mi cama. Suspiré. Me había acostumbrado a atascar la aspiradora con plumas de búho, pero esto ya era grave. No en el mal sentido, pero que perdiese tanto pelo este animal ha de ser por estrés o ansiedad. Gracias, Google.
¿Acaso este búho también tenía problemas en su día a día? ¿Cuáles, en todo caso? Cosas como: 'rayos, no me pude comer ese gusano que se veía tan delicioso' o algo por el estilo de 'hoy no dormí 10 horas, qué lástima'. Si no es algo así, ¿entonces qué estrés debe sufrir este animal para estar tan alterado?
En cierta parte, me veía reflejada en su pérdida de pelo. No en el sentido literal, pero estaba ansioso por algo. Exactamente al igual que yo, con el partido. Y ya sólo quedan 2 días para pasar de tener un horario de sueño normal a vivir a base de cafeína y 4 horas de sueño, no puedo ni imaginarme cómo será el viaje en autobús.
Me levanté de un brinco y observé que, como siempre, el animal se marchó durante la noche. Cosa que ya se me hizo normal. Por suerte no me despertaba en mitad de la noche para decir: 'oye, ya me voy así que buenas noches'. Simplemente dejaba la ventana abierta, no es como que puedan entrar a robarme en el distrito más seguro de todo Japón.
Observé su cuenco de comida vacío, vaya. Come en mitad de la madrugada o come antes del amanecer, vete a saber. Terminé de prepararme y vivir mi día a día de forma común, ¿saben? Cuando una persona vive durante varios días con la misma rutina, se le hace automático. Es algo como 'piloto automático'. Bueno, no importa. Cosas mías.
Otro día más. Nada interesante.
(...)
Esa frase que rondó por mi cabeza esta mañana se ve graciosa ahora. Me encuentro después de clases ayudando al club, cuando de repente el capitán me apresa y me lleva a rastras hasta el patio exterior. Le pregunto qué sucede y sólo dice que 'quiere hablar conmigo seriamente'. Pero primero fue al baño y ahora estoy esperando a que vuelva.
¿Qué diablos acaba de pasar?
Bokuto-san quiere hablar conmigo, a juzgar por su rostro se lo estaba tomando en serio (de momento). Espero que no sea una broma y que tampoco sea algo grave. Esperé unos segundos en silencio, moviendo mi pie en círculos y contando los segundos fríamente. Finalmente, el chico se asomó desde el cuartillo de baño mientras se arreglaba el pelo. Observé de nuevo su rostro.
―¡___! Necesito preguntarte una cosa...―se sonrojó.
Oh no. No, no me digan que este es mi momento más deseado de toda mi vida. ¿No, o sí? El futuro padre de mis hijos, mi marido predestinado estaba a punto de cumplir mi vida ideal frente a mí.
―Oye... por casualidad, sólo preguntaba... ¿acaso hay algo que no me hayas contado? Jeje, ya sabes, algo que pueeeeede que me haya enterado porqueee... hmmm.. ¡¡tengo contactos en la yakuza!!―el chico se cruzó de brazos confidente.
―N-no sé que quieres que te cuente... ¿hay algo en concreto que quieras saber? Yo... bueno. Pensé en una idea para el partido, supongo que te referirás a eso...―traté de esconder mi nerviosismo y mi para-nada intención de hacerme la que no sabía.
―¡No! No hablo de eso, ____. ¿Hay algún secreto que puede que le hayas contado a Akaashi y a mí no? ¿Mm? Puedo hipnotizarte fijamente, ¡mírame a los ojos!―el chico me tomó del mentón de repente, por acto repentino me sonrojé al tenerle tan cerca y ver sus ojos dorados mirarme fijamente―¿Ves? Estoy hipnotizándote, dímeeeelooooo, ____―decía mientras alargaba mi nombre.
―Yo... ¡sí, hay algo que debo decirte!―dije con un último esfuerzo de no soltar el detonante. Bokuto, te amo. Por favor, acepta mis sentimientos y sé el hombre de mi vida. Sólo tenía que decir eso, ¿por qué era tan difícil para mí?―Últimamente, hay algo que no te he dicho por miedo al rechazo...―comencé.
El chico se separó de mí y me miró atento. Sus cejas estaban alzadas y su cara mostraba curiosidad. (o_o?)
―Es que, verás... Bokuto-san, eres una persona admirable para mí. Tu carisma y tu positividad es capaz de transmitirse a los demás... y... bueno, en estas últimas semanas nos hemos ido conociendo mejor y pienso que han sido las mejores de mi vida. Eres una persona que, aunque tienes bajones a menudo, ¡eres increíble! La verdad... me gustas, Bokuto-san.
El mencionado me miró, pestañeó varias veces y de repente su cara se vió envuelta en un sonrojo. Aguantó sus ganas de decir algo, mientras cubría su cara para evitar que le viese. Yo reí algo nerviosa por su reacción y jugué con mis manos.
―Has logrado despertar tantos sentimientos en mí que nadie jamás ha podido. Mi corazón se ve agitado cuando me sonríes o dices cosas bonitas sobre mí. Hace poco te escuché hablar con otras compañeras de clase de lo bien que te caía y le doy demasiadas vueltas a lo que siento por ti... yo... ¡Te quiero! ¡Mucho! ¡Por favor, acepta mis sentimientos!―dije mientras agachaba la cabeza, finalmente logré confesarme. Mi corazón iba racing, podía sentir las frías gotas de sudor resbalarse por todo mi cuerpo y cerré mis ojos con fuerza, apretando los puños. Estaba sumamente nerviosa.
Pude sentir que el chico suspiraba profundamente, alcé mi cabeza con preocupación de por qué suspiraba y le miré.
―¡Rayos, ____! ¡Se supone que yo era el que debía confesarse primero, no es justo! ¡¡Arruinaste el discurso que tanto me costó estudiarme, argghh!!―Bokuto pateó el suelo y agachó la cabeza―Hmgmh, yo... yo me siento igual que tú. ¡Es igual que cuando logras marcar un punto en volley, así me siento cuando estoy contigo, ____! ¡Me gusta dar lo mejor de mí mismo cuando tú estás delante porque sé que te gusta como soy! ¡¡Y a mí también me gusta como soy yo!! ¡¡Ja ja ja!! ¡Ese no es el tema! ___, ¡ACEPTA TÚ MIS SENTIMIENTOS!―exclamó.
Mi rostro mostraba mi confusión.
¿...Qué...?
(...)
este cap es cortito porque mañana se viene otro.