Seguías llamando a Naoto, cuando sentiste como alguien tomó tu mano con fuerza.
Volteaste a ver y era Naoto.
— Naoto, menos mal — dijiste tomando su rostro entre tus manos — ¿Te lastimaste? ¿Paso algo? No vuelvas a soltar mi mano, por favor.
No volvería a soltar tu mano, ni a ti.
— Estoy bien, pero paso un accidente — dice el con preocupación
— Iré a ver — informa Taiju
Los tres trataron de abrirse camino entre la multitud, y cuando estuvieron cerca, viste quien había sufrido el accidente.
Llevaste una mano a tu boca sin poder creerlo, Naoto se aferro a tu cuerpo.
El sabía todo, también como había quedado el cuerpo lleno de sangre del chico, pero tenía que fingir.
— ¿Podemos irnos? — escuchaste temblar la voz del menor
— Si, seguramente esto es traumante para ti... — dijiste alejándote del lugar.
— Yo me quedaré aquí hasta que venga la ambulancia — informa Taiju
Asientes y te llevas a Naoto de regreso a tu casa.
— _____, quiero vomitar... — dice Naoto sujetando su estómago
— Ven, vamos al baño, ahí podrás vomitar tranquilo... — dijiste llevándolo
Cuando lo seguiste al baño el te pidió privacidad, y eso le diste, dejándolo totalmente solo en el baño.
El chico tenía que vomitar para hacerse creíble el hecho de que le había dado asco la escena.
Y tuvo que provocarse el vómito el solo, y así tu creer su mentira. Cuando salió, lo único que busco fue tu atención, queriendo que lo abrazaras.
— _____, aun sigo recordando esa escena — informa el al ver como ibas a la cocina.
— Traeré algo para ti de la cocina ¿si?
El chico asiente, empezando a ponerse nervioso, era un nuevo sentimiento que experimentaba.
El alejarse de ti, lo hacía sentir ansioso.
Cuando llegaste el te abrazo, y solo te limitabas a acariciar si cabello, le entregaste una bolsa de gomitas.
El chico se aferro a ti cual koala, era tierno de cierto modo, pero tenías miedo de que esto le generará un trauma.
— Naoto, es hora de que vallas a la cama — le dices para llevarlo a tu habitación.
— ¿Dormirás conmigo? Aún tengo miedo — se excusa el menor
— No pasará nada ¿okey? Ya sabes estaré contigo hasta que te duermas — dijiste tomando asiento en el banco.
— Y si tengo una pesadilla mientras duermo?
De nuevo otra excusa más, Naoto quería estar si o si a tu lado.
— No te pasara nada, anda duerme
Dijiste tratando de arroparlo pero el chico se aferraba a dormir contigo.
— Si no duermes conmigo, iré al sofá contigo — dice de golpe
— No puedes...
— Entonces duerme conmigo, no tengo miedo — dice, otra vez
— Naoto, ya te dije q-
— ¡Por favor! — exclama de golpe.
Podrías decirle que si, pero tu también querías tu propio espacio.
— Bien, solo hoy, okey... — adviertes
Te metiste en la cama, el chico no tardó en abrazarte para después acariciar su cabello.
El poco a poco iba durmiendo, mientras tu cabeza daba vueltas.
En esos momentos, dudabas de que su sí fue buena idea llevar a Naoto a tu casa, no querías que se encariñara de mas.
Ya que en algún momento, volvería a su casa.