❝ Forbidden ❞ || Michaeng

By _xYoungOnce

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❝ Aveces las sensaciones prohibidas son las mejores ❞ ⚘ Aclaraciones en el primer capítulo ¡! ⚘ Mención de... More

𓏲 Prólogo
𓏲 Capítulo 1
𓏲 Capítulo 2
𓏲 Capítulo 3
𓏲 Capítulo 4
𓏲 Capítulo 5
𓏲 Capítulo 6
𓏲 Capítulo 7
𓏲 Capítulo 8
𓏲 Capítulo 9
𓏲 Capítulo 10
𓏲 Capítulo 12
𓏲 Capítulo 13
𓏲 Capítulo 14
𓏲 Capítulo 15
𓏲 Capítulo 16
𓏲 Capítulo 17
𓏲 Capítulo 18
𓏲 Capítulo 19
𓏲 Capítulo 20
𓏲 Capítulo 21
𓏲 Capítulo 22
𓏲 Capítulo 23
𓏲 Capítulo 24
𓏲 Capítulo 25
𓏲 Capítulo 26
𓏲 Capítulo 27
𓏲 Capítulo 28
𓏲 Capítulo 29
𓏲 Capítulo 30
𓏲 Capítulo 31
𓏲 Capítulo 32
𓏲 Capítulo Final
𓏲 Extra O1
𓏲 Extra O2
𓏲 Extra O3
𓏲 Extra O4
𓏲 Extra O5

𓏲 Capítulo 11

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By _xYoungOnce

Jihyo entró a la casa usando sus llaves, ella había pasado la noche en casa de su novio, y como siempre, habían tenido sexo hasta el cansancio, pero se sintió especialmente incómoda porque la familia de él siempre estaba en casa, por lo que la idea de llevarlo a él a su casa fue mucho mejor, solo debía entretener a su hermana y listo.

Sabía que lo que ella hacía no estaba bien, sus padres creían que era perfecta, la hija ejemplar que no tomaba alcohol, que no decía mentiras y que no tenía sexo con su novio, eso era algo que le repitieron desde que empezaron la relación, pero tenía apenas veintidós años, claro que habían muchas cosas que quería probar. Hace mucho había dejado de importarle la culpa que aparecía luego de hacer algo "indebido" hasta el punto que hacía lo que quería sin remordimiento alguno, estaba cansada de temerle a los castigos de sus padres, por lo que ignorarlos era mucho mejor.

Cuando entró a su hogar, frunció el ceño con una expresión confusa al notar que habían chicas semi desnudas en el sofá, dormidas, la botella de su padre casi vacía, tirada en el centro de la sala. Subió las escaleras y se detuvo frente la puerta de Mina, quiso abrir, pero estaba cerrada con seguro.

Abrió la puerta de la habitación de invitados y volvió a sorprenderse al encontrarse con tres chicas profundamente dormidas, cubiertas hasta la cintura por las sábanas y con ropa tirada en el suelo.

El primer pensamiento que llegó a su mente fue que Mina había hecho una pequeña reunión con sus amigas y habían tomado la botella de su padre, pero, todas esas chicas estaban semi desnudas, una casi encima de la otra. Volvió a la puerta de su hermana y tocó repetidas veces.

Mina despertó lentamente al escuchar los toques en su puerta, talló sus ojos para acostumbrarse a la luz de la mañana. Con pesadez apartó la pierna de Chaeyoung de su cuerpo y se levantó, sintiendo un horrible dolor de cabeza acompañado de un leve mareo.

Abrió la puerta y reaccionó del todo al notar a su hermana que se detuvo a verla y luego a ver a Chaeyoung solo usando ropa interior en su cama. Los recuerdos de la noche anterior aparecieron uno a uno, sintiendo sus mejillas calentarse.

Y Jihyo lo notó.

— ¿Esa es Chaeyoung? — preguntó la mayor sin apartar la vista de la mencionada, dándose cuenta también que había ropa tirada en toda la habitación.

— Uhm, si — respondió nerviosa, expuesta — Pero no es lo que crees.

— ¿Y qué se supone que es lo que creo? — enarcó una ceja, viendo a su hermana realmente nerviosa.

— No soy lesbiana, Jihyo, no me gusta Chaeyoung, no es nada de esas cosas raras, no hicimos nada más que dormir — negó rápidamente, soltando palabras que ni siquiera se detuvo a pensar, asustada a que fuera a regañarla o a rechazarla; su hermana era lo único bueno que tenía en esa familia y saber que podría rechazarla por algo así la aterraba.

— Está bien, tranquila — no estaba convencida de nada, estaba casi segura de que habían hecho algo, pero era algo que debían hablar con más calma — Necesito que me hagas un enorme favor.

— Claro.

— Quiero que venga Daniel, pero no lo dejan venir si no trae a su hermano, y considerando que Jaehyun es tu novio, creo que es buena idea que él pase el día contigo.

Jaehyun, se había olvidado de él por completo, aún tenía que decir la verdad en cuanto a eso lo más pronto posible, no podía seguir fingiendo que aún eran algo cuando ya ni siquiera se hablaban, y era mejor que dijera todo antes de que sus padres se dieran cuenta por sí mismos.

— ¿A qué horas van a irse?

— Esa es la cuestión... Ellos van a pasar la noche aquí.

— ¿Qué?

— Mira, Jaehyun se puede quedar en la habitación extra si te preocupa quedarte con él a solas.

— Pero Jihyo-

— Por favor, Mina — la miró suplicante — Quiero estar a solas con Daniel, por eso quiero que pases tiempo con tu novio y nos dejes solos un rato... — confesó.

— ¿Solos en casa? — recordaba que sus padres les habían dicho que cuando un chico y una chica estaban totalmente a solas, buscaban algo más que simple compañía, algo que no debían hacer porque no estaban casados, y eso era aún peor. Ella se había quedado unas cuantas veces a solas con Jaehyun cuando eran novios, pero ninguno insinuaba nada más.

Jihyo asintió lentamente, temiendo la reacción de su hermana menor, porque según sabía, ella la admiraba y era un ejemplo a seguir. Sabía que hacer ese tipo de cosas y que su hermana menor lo supiera, no era algo bueno, sería incitarla a hacer lo mismo, pero algo le decía que ya había hecho más cosas de las que se imaginaba.

Mina le dio vueltas al asunto, su hermana realmente estaba teniendo sexo con su novio, su hermana la correcta, la que no desobedecía y era entregada a la religión. No iba a negar que se sentía un poco extraña, toda la imagen que sus padres tenían sobre ella también era mentira, pero no se sentía decepcionada, simplemente estaba sorprendida.

— Está bien — aceptó, dudosa.

— Te prometo que hablaremos de todo esto, algo me dice que tenemos muchas cosas que decir.

— Bueno, ¿a qué hora vendrán? — preguntó con fastidio.

— A la hora del almuerzo, así que levanta a tus amigas y arregla todo el desorden que hay.

Mina asintió y vio a su hermana bajar las escaleras. Cerró la puerta, soltando un sonoro suspiro de alivio, se giró hacia Chaeyoung y se sorprendió al verla ya levantada, recogiendo su ropa del suelo en completo silencio.

— Buenos días — sonrió la mayor, sentándose en la orilla de la cama, viéndola vestirse.

— Iré por mis amigas, arreglaremos todo antes de irnos — dijo con simplicidad, haciendo que Mina frunciera el ceño.

— ¿No vas a quedarte a desayunar?

— No te preocupes.

Chaeyoung terminó de acomodar las almohadas de manera ordenada en la cama y se encaminó hacia el baño de la habitación, ignorando completamente la mirada confundida de su mejor amiga.

— ¿Estás enojada por algo, Chaeng? — preguntó a través de la puerta, suponiendo la razón por su actitud, a lo mejor se había arrepentido de lo que había pasado la noche anterior.

Chaeyoung no respondió, concentrada en sus propios pensamientos mientras mojaba su rostro con agua fría. Sí, estaba molesta, celosa, triste, no podía terminar de aceptar que Mina siguiera negando su atracción, porque muy dentro de ella lo sentía, estaba casi segura de que Mina no era del todo heterosexual, era demasiado obvio, todo eso que habían hecho no sólo podía ser por curiosidad, iba más allá que solo eso.

Escuchar que el tonto de Jaehyun iba a quedarse toda la noche la hizo arder en celos, ¿no se supone que habían terminado ya? Incluso escuchó que aún eran novios. Se miró en el espejo, cansada de seguir con eso, su corazón dolía cada vez que Mina repetía que los besos y caricias que se daban no significaban nada.

Suspiró, tratando con sus fuerzas de entenderla, de seguro estaba muy asustada al respecto, su padre podría volver a golpearla, su madre de seguro la volvería a lastimar si se daban cuenta, pero ella también estaba muy triste, no merecía nada de eso, merecía ser amada por alguien que sí pudiera lucirla como su novia, merecía que alguien le dijera lo mucho que la amaba, y ella quería eso, algo real.

Y con Mina jamás obtendría algo así.

— Chaeyoung...— volvió a llamarla.

Cerró el grifo y secó su rostro, dándose un último vistazo en el espejo antes de salir.

— No estoy molesta, solo un poco cansada, me duele la cabeza — sonrió de manera forzada, de todas formas, no estaba mintiendo del todo — Iré por mis amigas, hablamos luego.

Y salió de la habitación, dejando a Mina con la palabra en la boca.

Momo despertó con un tortuoso dolor de cabeza, no recordaba cómo había llegado hasta la habitación sin quedarse dormida en el suelo o en cualquier parte la casa. Estiró sus brazos con cansancio y sintió a una persona a su lado, se elevó sobre sus codos y se encontró con Dahyun profundamente dormida, con la sábana cubriendo la mitad de su cuerpo, se giró hacia el otro lado y se encontró con Sana dándole la espalda, la sabana cubriendo únicamente sus piernas.

— ¿Qué mierdas pasó? — se preguntó a sí misma mientras masajeaba sus sienes con la intención de apartar el dolor, buscando en sus recuerdos algo que la hiciera entender qué hacía ahí con dos chicas, solo recordaba haberlas besado.

Chaeyoung entró de golpe a la habitación, sorprendiéndose al encontrarse con ella en esa situación. Rió divertida y le hizo señas para que saliera, cerrando la puerta de nuevo.

Bajó las escaleras y se encontró ahora con Nayeon durmiendo sobre Jeongyeon en el sofá de la sala principal, se acercó a ella y la movió suavemente para despertarla. Quería irse antes de que Mina bajara y las demás despertaran.

— Vamos, debemos limpiar este desorden — le susurró a la castaña cuando despertó.

Luego de unos minutos, las tres habían recogido toda la basura y puesto todo en su lugarㅡal menos la mayoríaㅡ. Salieron por la puerta principal ya vestidas con ropa de dormir y se dirigieron hacia la casa de Chaeyoung sin despedirse de nadie; entraron en total silencio y llegaron hasta la habitación de Chaeyoung, dejándose caer las tres en la espaciosa cama, uno casi encima de la otra, pero estaban cómodas de esa manera.

— Chicas, debemos hablar — murmuró, Chaeyoung luego de un bostezo, pegándose a Nayeon.

— Lo sé — respondió, Momo abrazando una de las almohadas que estaban en la cama, sintiendo sus párpados cada vez más pesados.

— Si, si, hablemos después — Nayeon abrazó a Chaeyoung y cerró sus ojos, cayendo rápidamente dormida.

La habitación quedó en total silencio, ninguna dispuesta a hablar sobre lo sucedido, porque prometieron que sería un secreto.

Chaeyoung no hablaría sobre su placentera noche con Mina, Momo no diría nada sobre cómo aquellas dos chicas la buscaron desesperadamente en busca de nuevas experiencias, y Nayeon no diría nada sobre cómo Jeongyeon se había lanzado a besarla sin siquiera preguntarle.

Nadie debía saberlo.

Dahyun despertó gracias a la molesta luz de la mañana, estiró sus extremidades y talló sus ojos con cansancio. Escuchó un quejido a su lado, tomándola por sorpresa al encontrarse con Sana usando únicamente ropa interior mientras terminaba de despertar. Su respiración se cortó por unos segundos, ¿qué hacía ahí con su amiga? No, más importante aún, ¿qué hacían ambas solo usando ropa interior?

— Buenos días — saludó tímida la menor, tapando su cuerpo con las sábanas al mismo tiempo que sus mejillas tomaban un leve color rojo.

Sana abrió los ojos de golpe, tapando también su cuerpo, demasiado confundida y avergonzada. Sin decir nada, tomó su ropa y salió corriendo de ahí, sintiendo su pecho demasiado agitado.

— ¿Sana?

— ¡Mina! — tapó la piel expuesta sin éxito, desesperada por llegar al baño y vestirse — Iré a vestirme.

La mencionada asintió curiosa, y avanzó hasta la habitación de invitados. Dahyun la miró con timidez, terminando de vestirse también.

— Yo, eh, hice el desayuno.

— Claro, voy en seguida — le sonrió avergonzada.

El sonido de los tenedores chocando con los platos era lo único que se escuchaba en el comedor, las cuatro chicas demasiado silenciosas, dirigiendo sus miradas hacia su comida, incapaces de hablar sobre el tema. Se sentían extrañas, como si todo hubiera sido un sueño.

Sana sentía que su estómago se revolvía con solo recordar algunas de las cosas que habían pasado, su pecho llenándose de culpa por haber caído ante esas tentaciones; ella no era lesbiana, ni una mala chica, era como si toda la imagen por la que se estuvo esforzando, cayera rápidamente desde que decidió tomar el primer trago de alcohol, desde que decidió besar a Momo, desde que dejó que Momo y Dahyun... Apartó esos pensamientos, asqueada consigo misma, pensando en cómo haría para pedir perdón y no volver a hacerlo, aunque no negaba que había sido asombroso todo aquello, las sensaciones, el placer, la emoción de probar algo nuevo.

Dahyun estaba confundida, estaba segura de que todo lo que hizo estuvo mal, sin embargo, no estaba cerrada a que se repitiera. Miró de reojo a Mina, viéndola tan tranquila; ella quería eso, quería probar cosas nuevas sin sentir culpa, quería volver a besar a una chica, volver a divertirse de esa manera, pero tenía muy en claro que no quería ser una mala chica, creía que si seguía siendo una buena alumna y una buena hija era suficiente, ¿cierto? No estaba dañando a nadie mientras sus padres no se dieran cuenta, aún era joven, deseosa y emocionada por esas nuevas cosas que podrían llegar a su vida.

Jeongyeon era un caso totalmente diferente, era como si hubiera estado esperando por esa oportunidad para saciar sus repentinos deseos, ella nunca se había tocado a sí misma a pesar de que ya había visto pornografía en alguna oportunidad, pero tenía mucha curiosidad, tampoco se había emborrachado hasta enloquecer como lo había hecho la noche anterior.

Se había sentido tan libre, sin matarse pensando en lo que estaba bien y en lo que estaba mal, simplemente dejándose llevar sin atadura alguna, dándose cuenta de que ser ella misma la había llevado a besarse y toquetearse con otra chica, ¿eso era realmente lo que quería y estuvo reprimiendo? De seguro que sí porque recuerda haberse tirado hacia aquella chica castaña sin siquiera avisarle, solo lo hizo con la intención de ser recibida de la misma manera, y así fue, debía admitir que no estaba arrepentida y que había sido una gran experiencia. Pero esas cosas no las diría en voz alta, no frente a sus amigas, era algo que llevaría consigo siempre.

Chaeyoung se despidió de sus amigas en la puerta de su casa, ambas caminando relajadas, tomadas de la mano como si nada. Sonrió divertida, y justo cuando iba a cerrar la puerta, un auto negro se estacionó frente a la casa de los Myoui.

Apretó sus manos en un puño cuando vio a Jaehyun bajar del auto junto a otro chico que supuso que era su hermanoㅡsegún la conversación que escuchó en la mañanaㅡ. Ambos eran muy atractivos, tenían dinero y se notaban que eran muy amables, pero aún así, no soportaba a Jaehyun. Muchas veces él la miró de manera despectiva, juzgando su vestimenta, su sexualidad, su cabello... Todo de ella, y eso era suficiente para detestarlo; agregando que no dejaba que se acercara a Mina, tratándola como si fuera de su propiedad. Creyó que esas cosas habían terminado cuando Mina le dijo que ya no estaban juntos, pero la mirada triunfante y arrogante que le dio el pelinegro antes de cerrar la puerta principal de los Myoui, le dio a entender que aún debía soportarlo.

¿Cuándo fue que ellos habían regresado? Apenas la noche anterior se estuvieron besando como locas.

Entró a su casa y se detuvo a pensar, ¿Mina la estaba usando? Probablemente si, usándola para saciar su ''curiosidad'' o para sentirse libre con su orientación sexual. Una parte de ella se regañaba porque ella lo había permitido, pero se suponía que Mina no tenía novio, y aunque no le cayera bien Jaehyun, no significaba que quería meterse en esa relación.

Subió a su habitación con un amargo sentimiento de decepción, llenándose la cabeza de muchas ideas estúpidas de lo que Mina y su novio harían toda la noche, necesitaba distraerse de alguna forma, pero era pleno domingo, sus únicas amigas se habían ido y sus padres estaban en casa. Todo apuntaba a que sería un día aburrido en el cuál pasaría pensando en cosas que no debería, haciéndose daño a ella misma.

Tzuyu se encontraba preguntándose a sí misma si había sido una buena idea llegar hasta la casa de Chaeyoung para pedirle salir en lugar de solo enviarle un mensaje, pero mucho no podía hacer, ya estaba ahí, demasiado nerviosa para tocar la puerta. Revisó su propia ropa una vez más y se aseguró de estar decente antes de por fin dar los primeros toques.

Se regañó mentalmente por la manera en la que estaba actuando, nunca había sido tan difícil, quizás porque en sus relaciones anteriores nunca se había preocupado por ser detallista o atenta, siempre se mantuvo de manera superficial. Por alguna razón, sentía que Chaeyoung era muy diferente, siempre viéndose tan sonriente y amable con sus amigas, y con todos a su alrededor, sin mencionar lo increíblemente guapa que se veía todos los días.

Son Chaeyoung le llamaba la atención, parecía ser una chica con sentimientos sinceros, y ella quería descubrir más al respecto.

— ¿Hola?

Una hermosa mujer castaña abrió la puerta con una expresión confusa en su rostro; ella estaba usando ropa cómoda para estar en casa, y aunque su cabello estuviera amarrado en un moño desordenado, se veía muy bien. Notó al instante que tenía rasgos delicados y unos ojos color miel muy llamativos.

Era la madre de Chaeyoung.

Tzuyu sonrió de manera amable e hizo una reverencia, sintiéndose ahora más nerviosa.

— Buenas tardes, ¿está Chaeyoung en casa?

— Uhm, si, está en su habitación — asintió la mujer, analizando a la agradable chica frente a ella — ¿Eres su novia o algo así?

Tzuyu se sonrojó levemente ante la pregunta, soltando una risa nerviosa.

— N-No, soy una amiga de la escuela.

La mujer asintió, pensativa. Abrió la puerta en su totalidad para dejarla entrar con total confianza.

— ¿Cómo te llamas? Iré a decirle que viniste a buscarla — preguntó la mujer desde el inicio de las escaleras, amable.

— Me llamo Tzuyu.

La señora Son subió por completo las escaleras, un poco fuera de lugar porque era primera vez que veía a esa chica llegar a su hogar, normalmente, Momo y Nayeon pasaban metidas ahí, pero nunca conoció más amigas por parte de su hija, a excepción de Mina, que incluso ella sabía que era un caso complicado, ya en otras ocasiones tuvo problemas con los Myoui porque llegaron a decirle que le exigiera a Chaeyoung que se alejara de Mina, incluso le dijeron que su hija era un desviado que no hacía más que perturbar a la menor de las Myoui.

Claro que ella y su esposo se molestaron al escucharlos hablar así de su única hija, sabían que quizás, Chaeyoung tenía una imagen cuestionable, no pudieron detenerla cuando tiñó su cabello o cuando se hizo las perforaciones, solo tuvieron que aceptarlo y hasta el momento, ya no tenían problemas con eso, sabían que Chaeyoung era una buena chica y con buenas calificaciones, y a ellos les interesaba que no se metiera en problemas ni que dejara de lado sus estudios.

Se sintieron ofendidos ante las palabras de los Myoui, por lo que ese día hubo una discusión entre ambas familias, y le pidieron a Chaeyoung que se alejara de Mina para evitar más de esas innecesarias discusiones, pero también conocían a su propia hija, sabían de su terquedad y carácter, por lo que estaban seguros de que se veía con Mina, no eran tontos, a veces escuchaban voces y risas provenientes de la habitación de su hija, y no podían ser sus amigas de siempre, ya que los escuchaba hasta altas horas de la noche o madrugada.

Habían aprendido a aceptar a su hija, aceptarla con sus preferencias sexuales sin interferir en eso, aunque no estaban convencidos ni de acuerdo totalmente. Estaba consciente de que casi no le prestaban atención, notaban su comportamiento de rechazo hacia ellos, siempre encerrada en su habitación sin hablarles o relacionarse con ellos, pero a veces era demasiado difícil, el trabajo era muy pesado y el fin de semana, Chaeyoung siempre salía o pasaba dormida todo el día, por lo que no entablaban ningún tipo de conversación o lazo familiar.

Debían hacer algo al respecto.

— Chaeng...— tocó la puerta suavemente — Tienes visitas.

La menor abrió la puerta de su habitación con el ceño fruncido, ella nunca recibía visitas, sus amigas se habían ido hace unas horas y cuando llegaban solo entraban, no pedían permiso ni nada por el estilo.

— ¿Quién es?

— Dice que se llama Tzuyu, una amiga de la escuela.

Chaeyoung se sorprendió, ¿qué hacía ahí un domingo? Ni siquiera se había duchado.

— ¡Dile que bajo en un momento!

La señora Son suspiró y sonrió cuando la vio entrar de nuevo a su habitación con rapidez. Bajó hacia la castaña y le dijo que podía esperar por Chaeyoung sin ningún problema. Le ofreció algo de comer y algo de tomar mientras tanto. Varios minutos después, Chaeyoung bajó ya aseada y vestida de manera decente, sorprendiéndose al encontrar a su madre hablando cálidamente con Tzuyu, ella nunca hacía eso.

— Hola — sonrió tímida, llegando a la sala principal de la casa.

— Bueno, fue un gusto, Tzuyu — le sonrió con amabilidad, levantándose del sofá — Las dejo hablar.

Chaeyoung asintió, confundida, viendo como su madre subía las escaleras.

— Tu madre es muy dulce.

— Ya lo creo — comentó en voz baja — Es extraño que vengas — rió apenada.

— Quise que fuera una sorpresa, así que... ¡Sorpresa!

La rubia rió, sintiéndose cálida de alguna manera, mirándola con una sonrisa tonta que de repente se quedó en su rostro.

— Vine para invitarte a salir, vamos al cine — habló de nuevo la extranjera, tomándola por sorpresa.

— ¿Hablas en serio?

— ¡Claro! Conseguí entradas.

La coreana asintió emocionada, sintiéndose demasiado emocionada al respecto.

Mina dijo que iríamos, pensó, apartando cualquier sentimiento de desánimo para mantenerse de buen humor y positiva durante todo el día, Tzuyu no tenía la culpa de sus problemas, por lo tanto, no tenía por qué actuar decaída e incomodarla.

Minutos después, Chaeyoung les avisó a sus padres que saldría con Tzuyu y que estaría pronto de regreso. Tomó un poco de dinero y salió junto a Tzuyu de su casa, ambas hablando sobre cualquier cosa, riendo mientras tanto.

Por otro lado, Mina sintió su pecho oprimirse al ver a su mejor amiga saliendo de su casa con la misma chica con la que la vio la última vez, celosa, triste porque deseaba ser ella. Se apartó de la ventana tan pronto escuchó la risa burlona de Jaehyun a sus espaldas, sabiendo perfectamente que se había dado cuenta de la situación.

— Se están llevando a tu novia — dijo con burla.

— Silencio — cortó con indiferencia, caminando hacia su cama — Ni creas que vas a dormir conmigo, la habitación de invitados está disponible.

— ¿De qué hablas? No pienso quedarme con una lesbiana de todas formas — dijo despectivo, viéndola con cierto asco.

— Perfecto entonces — sonrió con sarcasmo.

Jaehyun la miró molesta, aún demasiado dolido porque Mina lo terminó debido a la idiota de Chaeyoung, no podía todavía asimilar que su ex novia lo haya dejado por besar a otra mujer, el solo pensamiento hacía que su estómago se revolviera con asco. Recordó la mirada llena de rencor que Chaeyoung le dio cuando llegó, por lo que la idea de molestarla un poco le pareció demasiado perfecta, solo para vengarse por haberle quitado la total atención de Mina, quería que Chaeyoung los viera juntos, él podía actuar como si no estuviera asqueado solo por demostrarle a Chaeyoung que él era mejor. Sabía que estaría muy molesta con saber que él se quedaría a pasar la noche con Mina a pesar de que no dormirían juntos, pero ella no tenía por qué saber eso.

— Daniel me dijo que saliéramos — la miró, cruzándose de brazos.

— Si, lo sé — suspiró sonoramente — Vamos al centro comercial, allá veremos qué hacer.

Jaehyun asintió con una pequeña sonrisa, tratando de convencerse de que había dejado de querer a Mina por lo que había pasado, porque a pesar del asco que le daba, aún sentía algo por ella, seguía enamorado.

Quiso mantenerse en su posición de que todo había cambiado, que nada volvería a ser como antes. Pero, ¿a quién engañaba? La extrañaba, quería estar con ella, quería que Chaeyoung se alejara de ella y que volviera a ser la Mina de la que se enamoró, porque estaba seguro de que por juntarse con ella, es que Mina se sentía confundida, incluso estaba la posibilidad de que Chaeyoung la haya forzado a besarla, y eso solo le revolvía el estómago con desagrado. Necesitaba que Mina se olvidara de su mejor amiga, era una mala influencia, y tan pronto estén alejadas, Mina volvería a ser como antes y volvería con él.

Solo debía quitar a Chaeyoung del camino.

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