Naruto: el último Jinchūriki...

By AnnairaGM

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LIBRO 3: KATON Habiendo sobrevivido a la terrible batalla con Izuna, Sasuke enfrenta nuevos desafíos mientras... More

LIBRO III, KATON: "EL DESPERTAR".
EL CHICO DEL CABELLO OSCURO
LA DAMA PINTADA
EL MAESTRO DE SAI
LA PLAYA
EL JINCHŪRIKI Y EL DAIMYŌ DEL FUEGO
LA FUGITIVA
LA TITIRITERA
PESADILLAS Y FANTASÍAS
EL DÍA DEL SOL NEGRO, PARTE I: LA INVASIÓN
EL DÍA DEL SOL NEGRO, PARTE II: EL ECLIPSE
TEMPLO UZUMAKI DEL OESTE
CORRECCIONAL DE KONOHA: PARTE I
CORRECCIONAL DE KONOHA: PARTE II
LOS ANBU DEL SUR
LOS ACTORES DE LA ISLA NANAKUSA
COMETA INDRA, PARTE I: EL REY SUSANOO
COMETA INDRA, PARTE II: LOS VIEJOS MAESTROS
CAPÍTULO ESPECIAL: LUNA DE MIEL
COMETA INDRA, PARTE III: "EN EL INFIERNO"
COMETA INDRA, PARTE IV: JINCHUURIKI NARUTO
EPÍLOGO

LOS MAESTROS KATON

226 21 30
By AnnairaGM

DISCLAIMER:

Naruto pertenece a Kishimoto y Avatar, la leyenda de Aang, pertenece a Konietzko y DiMartino.

ACLARACIONES:

(bla) *bla = notas de autora.

bla, bla= flashback, onomatopeyas o pensamientos.

🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥 = cambios de escena/escenario

Había iniciado el día tan esperado por Naruto: el día que aprendería el Katon. Sasuke y él estaban en uno de los patios preparándose para su entrenamiento.

—Sé que te pusiste nervioso al inicio, pero el dominio del fuego no es algo que debas temer —le decía en tono de maestro el azabache al rubio.

—Está bien... no debo temer, de veras.

—Pero si no lo respetas... ¡te masticará y escupirá como un furioso león!

¡Aaaaah!

—Ahora muéstrame lo que sabes. ¿Qué cantidad de fuego puedes hacer?

Al decir eso, Naruto empezó a respirar y con un movimiento intentó sacar fuego de su mano, pero solo salió una pequeña cantidad de humo.

—Necesito más entrenamiento, dattebayo. ¿Quizás una demstración?

Hmp. Buena idea. Será mejor que retrocedas. Jutsu Bola de Fuego —y al decir eso, una pequeña llamita salió de la boca del shinobi Katon.

—¡Bravo!

—¡Silencio, usuratonkachi!

—¿Cómo me dijiste?

Arg. ¿Pero qué fue eso? Eso fue la peor demostración de katon.

—Yo creo que estuvo... lindo, teme.

—Claro que no y... ¿cómo me dijiste?

—Oye, tú me dijiste usuratonkachi, es justo que te diga teme, teme.

—Mejor cállate. ¡Aaaarg! —y Sasuke seguía intentando hacer sus jutsus de fuego, pero no salían —. ¿Qué está sucediendo?

—Tal vez sea la altura.

Tsk. Puede ser.

MEDIA HORA MÁS TARDE...

—Justu Bola de Fuego —seguía insistiendo el pelinegro y nada salía —. Sólo, respira y...

—Esa se sintió más caliente.

—No me hables así, sabes cómo debería ser.

—Lo siento profesor Calor.

—¡Y no me digas así!

—¿Qué tal bobos? ¿Les importa si observo su bobo entrenamiento y los dibujo? —decía Sai con su sonrisa.

—¡Sal de mi vista!

—Tranquilo, principito. Solo bromeaba. Ja, ja, ja, bobo control. ¡Qué buen chiste!

🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥

Ya era hora de la cena y todos se encontraban reunidos cerca del fuego para comer. Sasuke dedició acercarse.

—Esuchen todos. Tengo malas noticias. Perdí todo.

—No me mires a mí, juro que yo no lo hice —decía Rock Lee.

—No me refiero a eso. Tsk... perdí mi chakra de fuego.

Ja, ja, ja, ja, ja, ja —se reía cierta pelirrosa haciendo que el azabache se molestara y que todos la miraran extrañados —. Lo siento, sólo me río de la ironía. Sabes lo agradable que hubiera sido que hubieras perdido tu Katon hace un tiempo.

—No lo he perdido, Sa-ku-ra, sólo... está más débil, por alguna razón.

—Tal vez no seas tan bueno como crees que eres, Sa-su-ke.

—Ok, no sé qué pasa entre ustedes, pero por favor, quiero comer este ramen en paz, de veras.

—Tal vez esté así porque me cambié de bando.

—Eso es ridículo —dijo Sakura.

—No lo sé, tal vez lo sea, Sakura-chan. Sasuke, quizás tu chakra de fuego proviene de la ira y no tienes la suficiente rabia para alimentarlo como antes.

—Así que solo tenemos que hacer enojar a Sasuke. Eso es fácil —decía Sai meintras le picaba con un palo de escoba.

—¡Muy bien, ya basta! —gritó el príncipe —. Miren, aunque tengan razón, ya no quiero que mi poder resida en el odio o la rabia. Tiene que haber otra forma.

—Tendrás que aprender a sacar su Katon de una forma diferente, Sasuke-san.

—¿Sasuke-san? Hinata, él no se merece tu respeto.

—Como decía —interrumpió la ojiperla al comentario de la pelirrosada —, yo sugiero la fuente original.

—¿Y cómo tendría que hacerlo? ¿Saltando a un gran volcán? —preguntó Sai.

—No. Sasuke-san debe regresar al origen el chakra Katon, sea cual sea.

—Ahora que lo mencionas. Nuestros maestros Katon originales eran dragones. Pero ya se extinguieron.

—¿Qué quieres decir con eso? Asura tenía un dragón y había muchos cuando era niño —dijo Naruto.

—¿Pero hoy dónde puedo encontrar uno? —gritó el pelinegro.

—Bueno, bueno, tranquilo. Lo siento.

—Pero tal vez haya otra forma. Los primeros que aprendieron del Katon, fueron los Guerreros del Sol.

—¿Guerreros del Sol? Ellos no estaban cuando era niño, datebayo.

—No. Murieron hace miles de años. Pero su civilización no estaba muy lejos de este lugar. Tal vez podamos aprender algo visitando sus ruinas.

—Es como me decían los monjes: "A veces, las sombras del pasado se sienten en el presente".

—¿Y qué? ¿Vas a tomar un poco de energía del sol solo parándote donde ellos solían hacerlo hace miles de años? —preguntó Sai.

—Algo así. Tengo que volver a usar el Katon o tendrás que encontrar a un nuevo maestro shinobi —dijo Sasuke de forma seria haciendo que Naruto se preocupara por esto.

🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥

(Advertencia: escena un poco subida de tono)

Ya casi todos se habían retirado a dormir. Solo cierta pelirrosa estaba en las aguas termales junto a Tenten.

Aaah, Sakura. Tenías razón. Esto fue muy relajante.

—Te lo dije.

—Amo a mi esposo, pero a veces extraño el estar con amigas. Gracias por eso.

—Cuando quieras, Tenten.

—Oye, por cierto. No es por entrometerme, pero... ¿qué hay entre tú y el príncipe?

—¿Qué? No hay nada de nada, ¿por qué lo dices?

—No lo sé... llámame loca, pero... entre ustedes dos se siente una tensión.

—Pues claro, éramos enemigos. Bueno, yo todavía lo considero uno.

—No, no me refiero a eso.

—¿Entonces?

—Tú sabes. Esa clase de tensión.

—¿Qué clase de tensión?

—Ay, mujer, pues una tensión sexual. Se nota que ustedes dos quieren co...

—¡Cállate! Claro que no. Primero me echo al agua helada y nado desnuda que tener algo que ver con ese bueno para nada shinobi Katon de pacotilla. ¡Lo odio!

—Sí, bueno... creo que no nadarás desnuda —dijo casi en un susurro lo último, la castaña.

—¿Qué?

—Ah, nada, que... que ya me tengo que ir. Neji me está esperando y, a diferencia de otras, yo sí podré liberar mi tensión —dijo de forma pícara.

—Ok, esa información no me interesa.

Ja, ja, ja, ja, ay Sakura. Eso dices ahora, pero en el momento en que un hombre ponga su hombría en tu cofre del tesoro, uuuf. No querrás parar.

—Bueno, a estas alturas y con una guerra de por medio, creéme que es lo último que yo pensaría.

—Sí, sí, lo que digas. Pero si yo fuera tú, y si fuera soltera, créeme que ese shinobi Katon está como quiere. Se nota que podría satisfacer tus necesidades.

—¡Tenten!

Ja, ja, ja, ja. Bueno, ahora sí te dejo. Gracias por acompañarme. ¿También te vas?

—No, yo quiero relajarme un poco más.

—De acuerdo, princesa. Hasta mañana.

—Hasta mañana.

—Y recuerda, si escuchas quejidos, no son fantasmas, seremos Neji y yo.

—¡Cállate, Tenten!

Ja, ja, ja, ja. Adiós —decía burlándose la castaña mientras se retiraba a su habitación.

La pelirrosa decidió relajarse un poco más, sin duda alguna desde que estaban con lo de la invasión no había podido tener tiempo para ella. Y pudo seguir relajándose más, cuando en eso, del otro lado de donde estaba, escuchó un ruido.

—¿Eh? ¿Hay alguien ahí? —preguntó, pero no recibió respuesta —. Qué raro, será mejor que eche un vistazo.

Cuando ella se asomó, igual no vio nada.

—¡Qué extraño! Estaba segura que escuché al...

—Con que te gusta ser una fisgona, ¿no? Sa-ku-ra —cuando el hombre dijo eso cerca del oído de la mencionada, ella se puso tensa.

—Vaya, no sabía que había ratas en el templo. Pero veo que me equivoqué —dijo ella aún sin tratar de voltear y sin emoción en su voz.

Hmp. No sabía que eras de las pervertidas.

Ja, brincos dieras.

—Si tanto querías mirar, solo era cuestión de que me suplicaras.

—Estás loco si crees que voy a... a c-caer en tus encantos, que de eso no tienes nada—dijo Sakura tratando de aguantarse las ganas de salivar al ver a semejante hombre con cuerpo de dios griego frente a ella.

Ja, ja, ja, ja. Eso ni tú te lo crees, molestia. No creas que no me doy cuenta de tus jueguitos. Finges que estás molesta conmigo, te burlas y me tratas como un ser vil y despreciable, pero sé que muy en el fondo, quieres que pase lo que dijo tu amiga, la castaña.

—P-Pero qué tonterías estás diciendo. ¿Nos estabas espiando, pervertido? —dijo ella molesta.

—Claro que no, pero al momento en que me estaba tomando un relajante baño caliente, resulta que escuché todo el escándalo que traían. Lo que me pregunto si con esa intensidad que gritas... gritarías mi nombre.

—¡Shannaro! —exclamó ella para tratar de atacar a Sasuke, pero cuando él se movio para esquivar el gople, Sakura no contó con eso y se tropezó, haciendo que su toalla casi la descubriera por completo —. ¡Aaaaah! —gritó al momento de sentirse avergonzada por la situación y por haber dejado que Sasuke la sacara de sus casillas —. Eres un cobarde, si no fuera porque yo...

—Tú qué, princesa cerezo —dijo él mientras se agachaba a su altura y le empezaba a dejar rastros de besos en su mejilla, mientras ella trataba de sostener su toalla y forcejear al mismo tiempo.

—No, Sasuke, no...no hagas eso —decía con su voz entrecortada, pues Sasuke ya le estaba besando su cuello.

—Sabes igual que la última vez que te probé, Sa-ku-ra.

—No, no, déjame —decía con voz jadiante al mismo tiempo que trataba de luchar aún más, sobre todo cuando él empezaba a acariciar sus muslos y comenzaba a besar el nacimiento de sus pechos.

—Sé que también me deseas, preciosa. Yo no te voy a mentir, el verte así en esta toalla, haces que me encienda —decía mientras seguía besándola —. Tal vez tú serás mi nueva fuente de inspiración para obtener ese fuego —dijo mientras acariciaba cerca de sus senos.

—Sí, tienes razón, Sasuke-kun.

¿Eh? —preguntó el azabache saliendo de un momento de su trance erótico que vivía, pues no se esperaba que la pelirrosa cediera tan rápido.

—Es que te deseo tanto —dijo ella mientras se levantaba con su mano ajustando de nuevo la toalla y ahora ella se encimaba del pelinegro, dejándolo muy sorprendido y empezándolo a calentar cuando ella se encontraba muy cerca de cierta parte de su anatomía —. Oh, Sasuke-kun —dijo ella mientras empezaba a besarle su cuello, su pecho e iba bajando cerca de donde su toalla se amarraba a su cintura.

—S-Sa-ku-ra, ¿qué h-haces? —apenas podía hablar del deleite que sentía al sentir las manos de ella recorrer sus muslos, llegando cerca de su hombría.

—¿Qué no es obvio? Quiero esto — y al momento de decir eso, su cara cambió por completo a uno de molestia, y utilizando su jutsu Suiton congeló al querido amigo del pelinegro.

¡Aaaaaaaaah! ¿Qué te pasa, molestia? ¿Estás demente? —dijo al momento de sentir su miembro congelado.

—Eso te mereces por querer sobrepasarte conmigo, idiota. A ver si logras descongelar tu pequeña cosa con tu Katon... oh, es cierto, no te funciona. Ay, qué lástima. Nos vemos, mi amor —dijo ella con ironía en su voz y dejando a un azabache sufriendo de frío en cierta zona.

—¡Esta m-me las p-pagarás, molestia! —apenas podía hablar el príncipe debido a lo helado que estaba su amigo —. Y para que te conste, de pequeño NO tengo NADA —decía con énfasis esas palabras —. Algún día vendrás a rogarme, ya lo verás.

—Sí, sí, lo que tú digas, principito —decía Sakura mientras ya se alejaba al baño de mujeres para poder cambiarse —. Cielos, Sakura, ¿cómo te atreviste a hacer eso? —decía mientras trataba de detener su sangrado nasal, pues aunque se haya mostrado dura con Sasuke, una pequeña parte de ella había disfrutado el haber sido tratada como una mujer deseada.

Es porque lo deseas —dijo su Inner.

—¿Qué? ¡Pero claro que no!

Oh, vamos. Bien que disfrutaste cómo te besaba, en especial cerca de tus pe...

—Ya, basta. Sí, admito que es un buen besador y... ¿y por qué estoy hablando conmigo misma?

Hace mucho tiempo que no platicabas conmigo. Siempre aparezco en el momento exacto.

—Qué oportuna.

Oh, vamos, Sakura. Tienes que admitir que ese príncipe te vuelve loca, y le dijiste que tiene su amigo pequeño, pero cuando lo sentiste de pequeño no tiene nada. Imaginate cuando entre en tu...

—¡Cállate! ¡Shannaro!

—Sakura.

—¡Hinata!

—¿Todo bien?

—Sí, es que... es que vi una rata y, pues, la espanté.

—Ah, ya veo.

—Bueno me iré a dormir. Buenas noches.

—Descansa —dijo la ojiperla, pero ella sabía que la pelirrosa mentía sobre algo.

(Fin de la escena medio candente)

🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥

Al día siguiente, Sasuke y Naruto se encontraban volando sobre Kurama, pues iban en busca del lugar para obtener la fuente del Katon.

Tsk. Llevamos horas volando. No sé porqué pero pensé que esta cosa sería mucho más rápido —dijo Sasuke provocando que el zorro gruñiera.

—Kurama tiene razón. Se te siente una mala vibra el día de hoy. ¿Seguro que dormiste bien?

Hmp. No molestes —dijo al recordar lo que había pasado con cierta pelirrosa.

🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥

Después de una hora volando, al fin habían llegado a un lugar que estaba en ruinas.

—¡Guau! —dijeron ambos nuevos amigos al mismo tiempo.

Kurama aterrizó y ambos jóvenes bajaron para comenzar a explorar el lugar.

—Aunque estos edificios son antiguos, siento algo tremendamente familiar. Diría que los templos de Katon descendieron de esto —decía Sasuke.

—Bien, aprendimos algo de arquitectura. Espero que aprendamos algo de jutsu Katon también. El pasado puede ser un gran maestro. ¡Aaaaaah! —gritó el rubio al momento de tropezarse con una trampa, pero usando su jutsu de viento pudo salvarse de caer en una fosa de picos —. Sasuke, creo que el pasado quiere matarme, de veras.

—No puedo creerlo. Esta trampa debe de tener cientos de años y aún funciona.

—Seguramente hay muchas más. Tal vez no deberíamos estar aquí.

Hmp —y suspirando, con un solo movimiento, corrío rápido por la pared y brincó hacía donde estaba Naruto —. ¿Y qué hay del optimismo que me decías hace rato? Además la gente no hace trampas a menos que tenga algo que proteger.

🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥

Después de unos minutos, ambos jóvenes habían llegado a lo alto de la pirámide.

—Mira, esto parece prometedor. Pero no sé si explica la fuente original del dominio del Fuego, dattebayo —dijo Naruto mientras ambos veían un mural fascinante.

—Y se ven bastante enojados.—

—Pensé que los dragones eran amigos de los Guerreros del Sol.

—Extraña manera de demostrarlo.

—Sasuke, algo les ocurrió a los dragones en estos cien años. Algo que no me has dicho.

Tsk. Se trata de mi bisabuelo Indra. Él inició la tradición de cazar dragones por gloria. Eran los máximos Shinobi Katon y si cazabas a uno, tus poderes de fuego podrían hacerse legendarios y ganarías el título honorario de Dragón. El último gran dragón fue conquistado mucho antes de que yo naciera. Lo hizo mi tío Kakashi.

—Pensé que tu tío era... No lo sé, ¿bueno?

—Tuvo un pasado complicado. Creo que viene de familia. Sigamos.

Tras unos minutos, ambos llegaron delante de una enorme puerta dorada. Naruto quiso abrirla, pero no pudo.

—Está cerrada, de veras.

—Espera. Es un calendario celestial. Tal como lo tienen los Sabios del Fuego en sus templos. Seguro que esa piedra solar abre la puerta. Pero solo cuando la luz del sol llega al ángulo correcto en el solsticio.

—¡No puede ser! Otra vez el solsticio. No podemos esperar tanto.

—No podemos. Pero tal vez podamos apurar el tiempo —dijo el príncipe mientras sacaba una de sus katanas —. Veamos si logramos engañar a la piedra —decía al momento de reflejar la luz a través de su espada, y al momento de la piedra recibir esa luminosidad, la puerta se abrió.

—Sabes Sasuke, no me importa lo que digan los demás de ti. Eres muy astuto.

Hmp. Entremos.

—Este lugar parece ge... ¡Aaaaaah!

—Calma. Son solo estatuas.

—Ya, ya, ja, ja. Mmmm... esto dice que es algo llamado "El Dragón Bailarín" — y cuando Naruto imitó la pose de la estatua, vio que algo se movió en el piso —. Sasuke, ven aquí. Quiero que bailes conmigo, dattebayo.

—¿Qué? No sé si te has dado cuenta, pero yo no le voy a ese lado, usuratonkachi —decía molesto el azabache.

—Ay, por supuesto que yo tampoco, Sasuke teme. Pero ve esas estatuas, presiento que hay algo detrás de todo esto. Ven, solo hazlo.

Tsk.

—Sigamos los pasos de las estatuas —y diciendo eso, ambos empezaron a imitar, Sasuke se dio cuenta que algo pasaba en el suelo —. ¿No lo ves? No son pasos de baile, nos están enseñando algo. Creo que es algún tipo del dominio del Fuego de los Guerreros del Sol.

—Será mejor que aprendamos algo bueno de esto, si no tendré que ir a terapia.

—Ay, vamos teme. Tú tampoco eres mi tipo, yo prefiero a las pelirrosadas.

—¿Qué? —dijo Sasuke sacándose un poco de onda por ese comentario, al mismo tiempo que hacía el último paso.

—¡Hurra! —exclamó el rubio al ver que salía un objeto dorado en forma de huevo de la parte de en medio —. Espera, ¿qué es eso?

—Alguna clase de gema mística.

—¡No la toques!

—¿Por qué no?

—¿Recuerdas lo que pasó con las púas allá afuera? Las enomermes gemas brillantes en pedestales son muy sospechosas, de veras —pero Sasuke lo ignoró y tomó la piedra preciosa en forma de huevo.

Mmm... se siente como si estuviera viva. ¡Aaaaah! —gritó el azabache cuando un líquido verde oscuro y pegajoso salió del piso y lo elevó hacia una tarjea cubierta con barrotes.

—Oh, no. Es una trampa —mencionó Naruto al ver que la puerta se cerraba y ese líquido extraño lo perseguía.

Arg. No puedo moverme. Es como pegamento.

Naruto huía de esa extraña cosa, así que usando su Fūton, quiso salvar a Sasuke, pero lo único que hizo fue voltearlo hacia el otro lado y moviéndolo un poco más de donde estaba. Dio un brinco hacia la tarjea, pero le sucedió lo mismo que al príncipe.

—No puedo moverme. Sasuke, haz algo.

—¿Yo? ¿Qué no ves que tampoco me puedo mover, genio?

El líquido subía y subía hasta que paró de repente.

—Se detuvo, dattebayo.

—Al menos tenemos aire. Si nos quedamos en calma, tal vez encontremos la forma de salir.

Había anochecido, y nuestros héroes seguían atrapados.

—Tenías que tomar el huevo brillante, ¿no? ¡Genial! De veras.

—Por lo menos hice que pasara algo. Si fuera por ti, todavía estuviéramos en el jardín.

—¡Ayudaaaaaa!

—¿A quién le estás gritando? Está claro que aquí no hay nadie. Oh, espera, ¿qué hay de tu zorro?

—Amm... le dije que se fuera a explorar.

—Perfecto, justo cuando lo necesitamos no está.

—¿Quién anda ahí? —dijo un hombre robusto, nativo del lugar.

🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥

Rato después, Sasuke y Naruto se encontraban fuera, mas no liberados, puesto a que estaban amarrados y siendo lamidos por osos hormigueros para quitar todo ese líquido pegajoso que tenían en sus cuerpos.

—Serán castigados por intentar robar nuestra piedra solar —dijo el jefe nativo que fue el mismo que los encontró.

—No vinimos a robar su piedra. Queremos saber el origen del jutsu Katon.

—Sí, claro. Obviamente son ladrones, vinieron a robar nuestros tesoros —dijo uno de los nativos.

—Por favor, normalmente no saco ventaja de esto, pero soy el Jinchūriki. Solo escúchenos, de veras.

—Yo soy el príncipe Sasuke Uchiha, heredero del País del Fuego. O al menos solía serlo. Sé que mi gente ha distorsionado el control del Katon para que fuera alimentado de ira y rabia. Pero ahora quiero aprender el verdadero camino. El original. Cuando llegamos aquí nunca imaginé que la civilización del Guerrero del Sol siguiera viva en secreto. Me honra estar en su presencia —decía mientras hacía una pequeña reverencia junto a Naruto —. Por favor, enséñenos.

—Si desean conocer los caminos del sol, ustebes deben aprender de los maestros Ran y Shao —dijo el jefe.

—Ran y Shao. ¿Hay dos de ellos? —preguntó Naruto.

—Cuando se presenten ante ellos, los examinarán. Leerán sus corazones, sus almas y su ascendencia. Si creen que valen la pena, les enseñarán. Si no, los destruirán en ese instante.

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Al día siguiente, Sasuke y Naruto fueron llevados a uno de los templos, pues ahí es donde conocerían a esos maestros.

—Si van a conocer a los maestros, deben llevarles la llama eterna. Este fuego fue el primero de todos. Fue entregado a los hombres por los dragones. Lo hemos mantenido vivo por miles de años —dijo el jefe.

—No puedo creerlo —mencionó con asombro, Sasuke.

—Cada uno llevará este fuego a los maestros, para demostrar su compromiso con el arte sagrado del chakra Katon.

Humm... ¿Señor Jefe del Sol? Todavía no soy shinobi Katon. ¿Mi amigo podría llevar mi fuego?

—No —entonces el jefe usando un jutsu, obtuvo en sus manos parte del fuego sagrado —. Este ritual ilustra la escencia de la filosofía de los Guerreros del Sol. Deben mantener un calor constante. La llama se apagará si la hacen pequeña. Si la hacen muy grande, podrían perder el control.

Sasuke puso sus manos para atrapar su llama, sin embargo Naruto estaba muy temeroso.

—Lo siento. Solo estoy un poco nervioso —y puso sus manos, pero al sentir el fuego, no sintió temor —. Es como un suave latido.

—El fuego es vida, no solo destrucción. Llevarán sus llamas allí arriba de esa montaña. La cueva de los maestros está bajo esa roca.

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Sasuke y Naruto iban cuesta arriba, pero el rubio iba demasiado despacio.

—De prisa.

—No puedo, si voy demasiado rápido, mi llama se apagará.

—Tu llama se apagará porque es demasiado pequeña. Estás muy tímido. Dale más vigor.

—¿Y qué hay si no puedo controlarla?

—Puedes hacerlo, sé que puedes. Eres un joven talentoso.

Con esas palabras, Naruto se motivó más y así empezó a acelerar el paso.

Cuando después de varias horas, llegaron, vieron que toda la civilización se encontraba ahí.

—Enfrentar el juicio de los maestros Shinobi Katon será muy peligroso para ustedes. Sus ancestros son directamente responsables de la desaparición de los dragones. Puede que no estén felices de verlos —dijo el jefe.

—Sé que yo no lo estaría —molestó el otro nativo.

—Pero cuando sepan que soy el Jinchūriki...

—¿Has olvidado que desapareciste permitiendo que el País del Fuego causara estragos? La caída de los dragones también es culpa tuya.

El jefe hizo un jutsu katon para formar una llama, y este le pasó al nativo que estaba a su lado, y este al otro y así sucesivamente, pues era una especie de ritual.

—¿Y si nos marchamos ahora? Ya hemos aprendido más de lo que esperábamos, de veras.

—No, seguiremos hasta el final. Conoceremos a estos maestros y veremos su grandeza.

—¿Qué tal si nos juzgan y atacan?

—Somos el príncipe del Fuego y el Jinchūriki. Creo que podemos vencer a cualquiera. ¡Que salgan!

—Tambores —ordenó el jefe y todos empezaron a tocar una música con un bit muy acelerado. Y los demás hacian sus movimientos de ritual.

El azabache y el rubio llegaron a lo más alto de ahí, subiendo las largas escaleras. Justo frente de ellos se apreciaba el enorme y cálido sol que estaba a punto de ocultarse.

—Aquellos que desean conocer a los maestros Ran y Shao, presenten su fuego —decía el ayudante del jefe usando una especie de megáfono hecho de un cuerno.

Ellos al esuchar eso, voltearon cada quien para un lado y haciendo una pequeña reverencia, enseñaron su fuego.

—¡Que suene el llamado! —ordenó el asistente y otro de los nativos hizo el llamado mediante un enorme cuerno.

Donde los nuevos amigos se encontraban, sintieron un temblor, haciendo que Naruto se espantara.

—¿Qué está pasando? ¡Aaaaah! Sasuke, se apagó mi fuego y no el fuego que corre por mis venas para hacerme atractivo, sino literal el fuego que tenía.

—¿Y yo qué puedo hacer?

—Dame del tuyo.

—Si serás baka, haz tu propio fuego.

—No puedo, dattebayo.

—Pídele a uno de esos guerreros, no seas tramposo.

—No seas tacaño, teme. Dame aunque sea una flamita —y los dos empezaron a forcejear haciendo que también el fuego de Sasuke despareciera.

Justo en ese momento dos enormes dragones, uno color rojo y el otro azul, aparecieron delante de ellos, rodéandolos mientras volaban.

—Ellos son los maestros —dijo Sasuke asombrado.

—¿Crees que podramos derrotarlos?

¡Shhh! Nunca dije eso.

—Oh, aquí vienen. En cualquier momento, esos bufones serán comida para los maestros —dijo el ayudante.

—Silencio, Ham Ghao.

—¿Qué? Todos lo piensan, jefe.

Los dragones seguían rodéandolos. En eso Naruto se le ocurrió una idea.

—Sasuke, creo que debemos hacer la danza del dragón con ellos.

—¿Qué? ¿Qué te hace pensar que ellos quieren que bailemos? Es una idea ridícula.

—Puede ser, pero... creo que quieren que hagamos algo. Intentémoslo.

Arrrrg. Está bien. Pero si no funciona, serás el primero al que queme cuando regrese mi Katon.

Y así, ambos shinobi empezaron a hacer el baile que habían memorizado. Y cuando llegaron a la parte final, ambos dragones habían parado.

—Es la hora del juicio —dijo el jefe.

El dragón azul miraba fijamente a Sasuke, mientras el rojo a Naruto. Los dragones se pusieron en una posición como de ataque y expulsaron al mismo tiempo fuego hacia ellos. Los dos gritaron del susto de ser quemados, pero se dieron cuenta a los pocos segundos, que ese fuego no los consumía, al contrario, emanaba un calor abrasador y era de varios colores.

—Ya entiendo —dijo Sasuke conmovido de ver tan bellos espectáculo.

Y cuando ambos dragones terminaron de expulsar su fuego, se volvieron cada uno a su cueva. Al intante, Sasuke y Naruto empezaron a bajar las escaleras para llegar con el resto de la gente.

—Su fuego era tan hermoso. Vi muchos colores, algunos que no imaginaba.

—Como la armonía del fuego, dattebayo.

—Sí. Los juzgaron y les dieron visiones del significado del dominio del Katon.

—No puedo creer que aún haya dragones vivos. Mi tío Kakashi dijo que había matado al último dragón.

—Entonces mintió.

—En realidad no fue completamente una mentira —comentó el jefe —. Kakashi fue el último en enfrentar a los maestros. Fue bien juzgado. Y le traspasaron el secreto a él también.

—Tuvo que mentir para protegerlos, para que nadie más pudiera cazarlos.

—Todo este tiempo, pensé que el fuego era destrucción. Desde que herí a Sakura, fui reacio e indeciso. Pero ahora sé de qué se trata. Es energía y vida.

—Sí, es como el sol, pero dentro nuestro. ¿Se dan cuenta de eso?

—Bueno, nuestra civilización se llama los Guerreros del Sol, así que sí.

—Por eso mi Katon se debilitó tanto, porque por muchos años mi motivación era atraparte. Mi propósito. Y cuando me uní a ustedes, perdí mi fuego interior. Pero ahora tengo otra motivación. Debo ayudarte a vencer a mi pa... tsk, a ese hombre tirano y recuperar el equilibrio del mundo. Jutsu Gran Bola de Fuego — y al hacer sus movimientos de manos, Sasuke lanzó una poderosa y enorme cantidad de fuego de su boca.

Naruto le dio gusto que su amigo recuperara el Katon, así que armándose de valor, él decidió usar su mano y de ahí también salió una gran cantidad de fuego, haciendo que por primera vez, se sintiera feliz de usar el Katon.

—Ahora que han aprendido los secretos y saben sobre la existencia de nuestra tribu, no tenemos otra opción que encerrarlos aquí para siempre —dijo seriamente el jefe haciendo que los shinobi Katon se preocuparan —. No, solo bromeaba, ja, ja. Pero no deben decirle a nadie.

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Al otro día, temprano por la mañana, Sasuke y Naruto habían regresado con el equipo.

—Con esta técnica que nos mostraron los dragones, Sasuke y yo seremos invencibles —decía el rubio mientras le mostraban a sus amigos la danza del dragón y salía mucho fuego de ellos.

Todos aplaudieron cuando ambos terminaron.

—Sí, lindo baile que aprendieron —dijo Sai —. Uy, bailaremos tap para derrotar al Daimyō del Fuego.

—Es una forma sagrada que tiene miles de años de existencia, paliducho.

—¿Ah, sí? ¿Y cómo se llama tu gran método, príncipito? —decía Sakura.

—Hmp... El Dragón Bailarín —dijo sonrojado el azabache haciendo que los demás, a excepción de Naruto, se rieran.

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Ya de noche, todos se habían retirado a descansar. Sakura cepillaba su cabello que ya estaba más largo, cuando en eso sintió un chakra familiar.

—Al parecer creo que las ratas siguen apareciendo. ¿Qué no te basto con lo que te hice? —dijo con burla en su voz, pero Sasuke no se inmutó—. ¿Acaso el gato te comió la lengua? Lo dije al revés porque como tú eres la rata—ahora dijo volteando a verle, pero él seguía en silencio —. Parece que sí. Si me disculpas, príncipe, me quiero dormir, así que si me haces el favor de cerrar la puerta y... Hmp, parece que se fue —dijo ella mientras volteaba a ver que la puerta estaba cerrada y no había nadie.

La pelirrosa empezó a desabrochar su blusa, pues se iba a poner la pijama. Se la quitó junto a sus shorts, solo quedando en la falda que los protegía y su top. Pero cuando iba a quitarse el top, lentamente sacó un kunai y volteó para ponérselo en el cuello de Sasuke. Era más fácil sentir su piel puesto que el azabache estaba sin camisa.

—¿Disfrutando la vista? —dijo ella con enojo, pero a la vez con cierta coquetería.

Hmp. Y para qué te digo que no, si sí.

—Creo que no fui clara el otro día, así que o te vas o vuelvo a congelar a tu pequeño amigo.

—Sí que eres molesta. Para tu información, ya no estoy indefenso, ya tengo mi Katon, así que ya puedo defenderme —dijo mientras le mostraba el fuego de su mano, muy cerca de la cara de ella —. Me congelas y yo te quemo.

Hmp. Buen punto. Entonces, hoy no podré molestarte. Qué lástima.

—¿Lástima? Apuesto a que disfrutaste el sentir a mi no tan "pequeño" amigo ayer.

—Brincos dieras, galán.

—¿Galán? Me conformo con eso.

—Y dudo que esa cosa pueda gustarme.

Aaaah... cerezo, tan fiera como siempre. Sabes, pudieras ser una excelente shinobi Katon, ya que llevas fuego en tu sangre —dijo él al momento de apretarla a su cuerpo, haciendo que Sakura soltara un pequeño, pero audible gemido —. Y al contrario de ti, yo pienso que sí te gustará. Ahora que los dragones me dieron su bendición, sé de otras técnicas en las que podemos usar juntos el fuego.

—¿En serio? ¿Cómo qué, príncipito?

—Como en esto —dijo al momento de besarla en sus labios.

La pelirrosa al principio trataba de alejarse, pero el fuego que sentía por culpa de Sasuke era tan grande, que empezó a rendirse ante él.

Cielos, cuando dijo que lo incendiaba, era cierto. Y lo mejor es que este adonis es todo nuestro —decía el Inner de la ojijade.

—Sa-ku-ra —decía él entre besos —. Me encantas —decía mientras acariciaba su cintura y empezaba a tocar su trasero que lo volvía loco —. Eres tan her-mo-sa —volvía a decir entre jadeos. Ahora en vez de los labios, besaba su cuello.

—Sa-su-ke, no, esto no está bien —apenas podía hablar.

—¿Por qué no está bien? —seguía besando su cuello más fuerte.

—Porque yo... yo... yo, ¡aaaaaaaaah! —gritó fuerte Sakura, al sentir un quemazón en su cuello. —¿Pero qué me hiciste, grandísimo baka?

—Sólo te regresé lo de tu pequeño favor. Tú me congelaste, yo te quemé tu cuello. Oh, mira, quedó algo morado, ¿o es rosa?

Sakura inmediatamente fue al espejo al ver la pequeña quemadura que el azabache le hizo.

—¡Eres un animal!

—No te metas conmigo preciosa. El que juega con fuego, se puede quemar —dijo mientras le daba un último beso en los labios, pero esta vez ella se apartó rápido —. Me retiro, que descanses, mi amor —mencionó mientras se acercaba para abrir la puerta —. Oh, por cierto, antes de que lo olvide. Mis sospechas eran ciertas. Nuestro amigo rubio anda tras tus huesos. Y sabes, no me gusta que toquen lo que es mío. Así que considera esa marca como un regalo de que eres mi propiedad.

—¿Qué?

—Recuerda estas palabras, Sa-ku-ra. Algun día tú serás mía — y diciendo eso, Sakura le aventó un kunai, pero fue esquivado por Sasuke que solo le mostró una sonrisa y se fue de ahí.

¡Arrrrg! Es un grandísimo idiota —decía mientras se aplicaba jutsu médico para sanar la quemadura, sólo que, por consecuencia, después de unos minutos de curación, quedó violáceo, como si se tratara de un pequeño moretón —. Genial, ahora veré qué tonta excusa me invento para que nadie piense que es un chupetón causado por un beso ardiente, literalmente en toda la extensión de la palabra.

Como si te importara. Admite que lo disfrutaste. Estuvimos casi a 40 grados de temperatura por su culpa y no fue de enfermedad.

—Cállate. Es un salvaje.

Si así lo es, imagínate cómo sería en la ca...

—¡Silencio! Extraño cuando estabas callada.

Ay, no seas aburrida, mi yo exterior. Él ya admitió que lo calentamos. ¿Por qué no sacar provecho?

—Ah qué te refieres.

Que le enseñemos que nosotras también podemos jugar con fuego.

Mmm... creo que por primera vez, estamos de acuerdo en algo. Si Sasuke quiere jugar sucio, entonces eso le daremos. Dos pueden jugar el mismo juego —dijo ella sonriendo de una forma como si se tratara de un mismo ángel caído seductor.


PRÓXIMO EPISODIO:

Sai y Sasuke se dirigen a la prisión más vigilada del País del Fuego, la Roca Hirviente, con la esperanza de encontrar y hacer escapar a la Alianza Shinobi. "La Roca Hirviente: Parte 1".

N/A: Hola a todos queridos lectores. Aquí les traigo un nuevo capítulo. Espero lo hayan disfrutado, sobre todo las escenas medio candentes sasusaku, jeje, hasta yo casi tenía el sangrado nasal xD. Sakura suertudota jajajajaja. Como podrán ver, al principio Sasuke solo molesta a Sakura porque es causa de su deseo, y ella, aunque lo niega, igual lo molesta porque lo desea. Pero no se angustien, que esto no solo se quedará en deseo jeje.

Voy a estar revisando capítulos para corregir ciertos errores, así que si ven que vuelvo a publicar episodios pasados, es por eso. Espero con ansias sus comentarios que me alegran el día. Y dedico este capítulo, porque hubo escena SasuSaku, a @JenniferJuarez889

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