❝ Forbidden ❞ || Michaeng

By _xYoungOnce

242K 19.7K 17.2K

❝ Aveces las sensaciones prohibidas son las mejores ❞ ⚘ Aclaraciones en el primer capítulo ¡! ⚘ Mención de... More

𓏲 Prólogo
𓏲 Capítulo 1
𓏲 Capítulo 2
𓏲 Capítulo 3
𓏲 Capítulo 4
𓏲 Capítulo 5
𓏲 Capítulo 7
𓏲 Capítulo 8
𓏲 Capítulo 9
𓏲 Capítulo 10
𓏲 Capítulo 11
𓏲 Capítulo 12
𓏲 Capítulo 13
𓏲 Capítulo 14
𓏲 Capítulo 15
𓏲 Capítulo 16
𓏲 Capítulo 17
𓏲 Capítulo 18
𓏲 Capítulo 19
𓏲 Capítulo 20
𓏲 Capítulo 21
𓏲 Capítulo 22
𓏲 Capítulo 23
𓏲 Capítulo 24
𓏲 Capítulo 25
𓏲 Capítulo 26
𓏲 Capítulo 27
𓏲 Capítulo 28
𓏲 Capítulo 29
𓏲 Capítulo 30
𓏲 Capítulo 31
𓏲 Capítulo 32
𓏲 Capítulo Final
𓏲 Extra O1
𓏲 Extra O2
𓏲 Extra O3
𓏲 Extra O4
𓏲 Extra O5

𓏲 Capítulo 6

6K 608 347
By _xYoungOnce

Su madre seguía viéndola, esperando una respuesta que aún no salía de sus labios, estaba bloqueada, el pánico apoderándose de ella. La mujer no iba a irse hasta conseguir una respuesta que la convenciera, una respuesta válida, pero era obvio que no la tenía. Parecía ser algo realmente sencillo, escaparse de la escuela quizás no era la gran cosa, pero la señora Myoui odiaba las mentiras y la desobediencia.

— Sigo esperando — se cruzó de brazos, enarcando su perfecta y delineada ceja — ¿Por qué no entraste a la escuela?

Mina sintió su labio inferior temblar. Ya deja de temer, se dijo a sí misma, tratando de tener el valor suficiente para enfrentarla. Era demasiado estúpido tenerle tanto miedo a su propia madre, ¿por qué tenía que ser así con ella? Frente a los demás, le daba cariño y le hablaba bien, como si realmente fuera común entre ellas ser así, pero en casa, siempre tenía esa seria expresión en su cara, como si estuviera decepcionada de ella todo el tiempo a pesar de hacer todo lo que le pedía.

Carraspeó un poco y se tranquilizó, no le quedaba de otra que hablar, y seguir en silencio solo era alargar esa situación, de cualquier manera, sería castigada.

— Fui al centro comercial — respondió en voz baja, agachando la mirada.

— ¿Con quién? Porque no fue con ninguna de tus amigas de la escuela.

— Fui sola...— agachó la mirada, sabía que si veía a su madre, descubriría que estaba mintiendo.

— Ajá. No te creo, Mina, mejor dime la verdad, sabes que odio las mentiras — insistió.

— Esa es la verdad.

— ¡Deja de mentir! — se acercó y la tomó bruscamente del brazo con el fin de que la mirara — ¡Yo no te crié así! ¡No crié a una mentirosa!

Mina empezó a llorar, tan asustada y triste, pero definitivamente no le diría que había salido con Chaeyoung, prefería ser castigada antes de que la alejaran completamente de ella, era la única persona que lo hacía sentir bien y no iba a permitir que también le quitaran eso.

— ¡No es mentira, ya te lo dije! — alzó la voz, molesta, apartando el brazo de su agarre de manera brusca, pero al instante se arrepintió, ver la expresión sombría de su madre fue aun peor — Yo... Mamá, lo siento, no quise-

Una bofetada, una fuerte bofetada en su mejilla, eso recibió por haber respondido en voz alta. Guardó silencio, negándose a seguir hablando. Su mejilla ardía y sus manos seguían temblando, ¿algún día podrá enfrentar a sus padres con seguridad? Ya no lo sabía, solo quería llorar.

— No vuelvas a alzarme la voz de esa manera — la señaló.

Mina asintió, murmurando unas disculpas poco audibles, como un tembloroso balbuceo. Se asustó nuevamente cuando sintió la mano de su madre agarrando con fuerza su brazo, poniendo sus ojos en el tatuaje falso que Chaeyoung le había puesto. Volvió a entrar en pánico, eso significaba que de nuevo iba a regañarla y ella solo quería lejos a su madre en ese momento.

— ¿Y esto?

— E-Es falso, se p-puede quitar.

La señora Myoui la miró mal y la arrastró hasta el baño de la habitación, puso el brazo de su hija en el lavabo y dejó el agua correr sobre su piel.

— ¿Estás queriéndome decir algo con esto? ¿Vas a tatuarte de verdad?

— N-No — respondió con la voz quebrada.

La mujer negó con la cabeza y con fuerza empezó a tallar sobre el bonito dibujo, incluso usando sus uñas para borrarlo. Mina se quejaba debido al dolor, pero no podía soltarse; su piel enrojeció, aún habían pequeños rastros, pero su madre no la dejó en paz hasta que ya no vió nada más que la marca de sus uñas muy bien marcadas.

— No vuelvas a comportarte de esa manera — dijo con voz fuerte, soltándola con brusquedad— Que vergüenza que vayan a decir que tú eres así, ¿no te importa lo que digan de nosotros? Si se dan cuenta de que te escapas de la escuela y haces esas tonterías en tu piel dirán que no te hemos criado como se debe, que no te importa nuestra religión ni los valores que te hemos inculcado, ¿eso quieres?

Mina no respondió, su piel seguía ardiendo y las marcas se habían inflamado, no podía ni siquiera verla a los ojos, estaba enojada con ella.

— No sé por qué tengo que pagar con una hija como tú, ¿acaso ves que Jihyo es así? Nada te cuesta seguir su ejemplo.

— He tratado de ser obediente y hago todo por agradarles, de verdad trato — murmuró, incapaz de verla.

— Pero no es suficiente, menos con estas tonterías que haces. Ponte a estudiar y que no se repita — se giró hacia la puerta, desapareciendo segundos después, dejándola sola.

Mina buscó en el botiquín de su baño algo para calmar el ardor en su brazo. Empezó a llorar desconsoladamente, llena de rabia e impotencia, simplemente sentía que no podía más con todo eso, nunca se había sentido tan enojada con su familia, ¿la religión permitía ese tipo de tratos? Porque si era así, entonces que se jodan.

Respiró hondo y trató de calmar su llanto, sus ojos estaban rojos al igual que su nariz. Vio su brazo con desánimo, y su pecho dolió, el tatuaje falso ya no estaba, casi se lo habían arrancado de la piel. Buscó en su botiquín unas vendas, y decidió que tenía que esforzarse en ser más fuerte, no dejarse tratar así por su madre, ella estaba consciente de que era una buena hija, nunca le falló de ninguna manera.

Limpió cualquier rastro de lágrimas y se sentó en su escritorio, prestándole atención a sus libros para olvidar ese amargo momento.

— ¿Quiénes son las guapas que van saliendo de la casa de Mina? — preguntó Momo, viéndolas desde el balcón de la habitación de la rubia — Llevan el uniforme de esa estúpida escuela de niños ricos y religiosos.

Chaeyoung se asomó también, viendo a dos chicas salir a paso rápido de la casa de su mejor amiga, frunció un poco el ceño, nunca las había visto por ahí, pero al ver su uniforme, dedujo rápidamente que eran amigas de Mina.

— Son las amigas de Mina, llevan el mismo uniforme que ella.

— Pero qué lindas amigas tiene — sonrió, cautivada por el par de chicas que desaparecieron en la lejanía.

Chaeyoung rodó los ojos y rió, apartándose de ahí, no sin antes echarle un vistazo a la ventana de su mejor amiga, pensando en qué estaría haciendo en ese momento.

— Así que... ¿Vas a decirnos qué pasó con Tzuyu? — preguntó, Nayeon desde la cama, haciéndole señas a ambas para que se acercaran a ella — cuéntanos.

Las tres chicas se acomodaron en la amplia cama de la rubia, las otras dos muy atentas a lo que les iba a contar, sintiéndose mayormente curiosas sobre Mina. En un primer momento, Nayeon creyó que sería buena idea contarle lo que Tzuyu había visto en Mina, sin embargo, luego de pensarlo, cayó en cuenta de que eso era algo muy personal, no debía meterse en eso, si eran mejores amigas, Mina en algún momento tendrá que decirle, así que decidió junto a Momo que lo mejor era no tocar el tema y hacer como si no supieran al respecto.

— Tzuyu y yo nos besamos... Muchas veces — sonrió un poco emocionada ante el recuerdo de los eventos del día anterior — No pasó mucho realmente, ya saben, manos por aquí, manos por allá — rieron, captando perfectamente — Pero Mina nos interrumpió, aunque, a decir verdad, no me sentí molesta, pero si muy apenada.

— ¿Por qué? — preguntó Momo, recostándose en las piernas de Nayeon — No es como que te haya visto... ¡Oye! — exclamó al sentir que Nayeon tiró con fuerza de manera disimulada algunos mechones de cabello, la miró y negó sutilmente con la cabeza, volvió su vista a Chaeyoung que tenía una expresión confusa, pero no les prestó mucha atención.

— Pues espero que no, sería muy vergonzoso. Ella no sabe que hago estas cosas — agachó la mirada, jugueteando con los anillos que adornaban sus dedos.

— Tú... ¿Nunca has hablado de eso con ella?

— ¿Por qué lo haría? Es muy reservada — se detuvo, pensando en la vez que se besaron y la manera en la que reaccionó — Además, no creo que necesite saber eso de mí, para ella, solo soy su linda e inocente mejor amiga lesbiana, suficiente tiene con eso, créanme.

Nayeon asintió, atenta a esos detalles, le parecía un poco extraña toda la situación, porque, si Mina era tan reservada y religiosa como decía Chaeyoung, ¿por qué se había quedado espiando?

— ¿En serio quitas toda posibilidad de que le llegues a gustar? — la castaña tomó una posición más seria, algo en ella le decía que Mina estaba mintiendo respecto a su sexualidad, o simplemente no quería aceptarlo — Tú misma has dicho que te trata muy bien, que duermen abrazadas y que a veces sientes sus abrazos demasiado cariñosos, ¿no crees que significa algo?

Chaeyoung no quería hacerse ilusiones con posibilidades falsas, Mina si era muy cariñosa con ella, pero nunca con doble intención, jamás se le cruzaría por le mente que buscaba algo más.

— No creo que signifique algo — negó, recostándose totalmente mientras abrazaba una de sus almohadas — No sé qué hacer, no sé ni siquiera cómo dejar de sentirme así, es estúpido.

— Inténtalo con Tzuyu — sugirió Momo como si nada — Le interesas.

— Sexualmente — aclaró la rubia sin verla.

— ¿Y? ¿Qué tal si terminas gustándole de verdad?

— No creo que sea buena idea, estoy segura de que este estúpido enamoramiento por Mina va para largo y no quiero lastimar a Tzuyu, además, apenas la conozco — suspiró, poniendo la almohada en su rostro, haciendo un pequeño berrinche.

Momo y Nayeon se miraron entre sí y negaron con la cabeza. En algún momento, Chaeyoung también tendría que abrir los ojos.

Mina estuvo todo el resto del día en silencio, no quería ni ver a su madre. El señor Myoui ni siquiera prestó mucha atención a los rasguños en el brazo de su hija, ignorándola por completo. Mina dejó más de la mitad de su comida, asegurando que no podía comer más porque sino, terminaría vomitando.

— Termina de comer — demandó con firmeza el señor Myoui, mirándola con seriedad.

— No puedo — respondió a secas, viendo su plato casi lleno — ¿Puedo subir ya a mi habitación?

— No, hasta que termines de comer.

Mina cerró en un puño sus manos, tratando de contenerse, ya no podía soportarlo más, no le importaba ya ser regañada por sus padres, solo quería estar sola, alejada de su familia.

— No quiero, papá, te lo he dicho — lo miró, en su mirada se notaba un destello de molestia, apartando el plato de comida a un lado.

Jihyo prestó más atención a la situación, deteniendo sus movimientos. Estaba demasiado sorprendida ante las repentinas actitudes de su hermana menor, pensando en que muchas veces deseó ser de esa manera, tener ese valor para enfrentar a sus padres, porque justo como Mina, ella también había sufrido de ciertos castigos en los que físicamente quedó marcada. Cuando notó los rasguños en sus brazos, supo que su madre fue la causante, no sabía las razones,  pero no estaba para nada de acuerdo, sin embargo, no podía meterse, mucho le había costado salir de eso para tener una relación estable con sus padres. Se sentía culpable por su hermana, quería protegerla, pero le hacía falta valentía, y se odiaba por eso.

— ¿Otra vez negándote a lo que te ordeno? — golpeó la mesa con molestia, causando un respingo en la menor de todas — ¿Quieres estar en tu habitación? Bien, ve ahí y no salgas hasta mañana que tengas que ir a la escuela, repasa tus lecciones y ora para que Dios perdone tus desobediencias. Eres una mala hija, te has portado como una, así que no hay otra forma para clasificarte — relajó su expresión al verla asentir — ¡Pero vete ya!

Mina se sobresaltó y subió rápidamente hasta su habitación, cerrando la puerta con fuerza. Estaba demasiado enojada, no sabía quién de sus padres era peor. Se recostó sobre su cama, impaciente por la llegada de Chaeyoung, era lo único que la mantenía tranquila, su compañía causaba que se sintiera mucho más en calma. Pero aún era temprano, faltaban algunas horas.

Luego de pensarlo un momento, decidió que lo mejor sería dormir un rato, recordando el agradable día que tuvo junto a su mejor amiga, deseando con sus fuerzas volver a repetirlo pronto, porque eso hacían las chicas de su edad, no es como si se estuviera metiendo en drogas o alcohol, solo quería dar un paseo y no tener miedo de estar a la hora justa en su casa para no ser descubierta.

Llegó a un punto en el que sintió rencor hacia su familia, la idea de ser desobediente por su felicidad, era demasiado tentadora para ella, y aunque sabía que habrían consecuencias realmente caóticas, quería seguir actuando como una chica de diecisiete, porque solo así era realmente feliz.

Chaeyoung escaló sin dificultades hasta el balcón de Mina, limpió sus manos en sus pantalones antes de peinar su cabello hacia atrás, sintiéndose levemente nerviosa, y no debía ser así porque era completamente normal verse a esas horas, a solas, incluso dormir juntas era una acción común entre ellas. Respiró hondo y apartó las cortinas, dándole una visión del interior de la habitación, apartando cualquier incomodidad que sintiera.

Mina yacía acostada en su cama, tapando su rostro con su antebrazo mientras tarareaba una canción en voz baja, perdida en su propio mundo de pensamientos sin recordar realmente que Chaeyoung debía llegar esa noche, y es que se había puesto ansiosa al respecto, pero al tratar de tranquilizarse, puso su atención en otras cosas.

— Mina — llamó en un susurro a la mayor, tocándola con su índice para atraer su atención.

La pelinegra se sobresaltó un poco y se encontró con la mirada apenada de la menor, le sonrió con calidez y extendió sus brazos para que se acercara a saludarla. Chaeyoung sin decir nada, se pegó a ella y la abrazó con fuerza, llenándose del aroma de la otra.

Luego de unos segundos, Chaeyoung se separó, sonriéndole de la misma manera, y es que no podía evitarlo, no importaba que hayan pasado toda la mañana juntas, si por ella fuera, pasarían todo el día y todos los días pegada a ella.

— Estaba esperándote, al fin estás aquí.

— ¿Ah si? Dime, ¿qué es eso tan importante que debías decirme?

Ambas tomaron asiento en el medio de la cama con sus piernas encogidas, Chaeyoung la miró con atención hasta que sus ojos se posaron en el antebrazo de su mejor amiga. Su expresión cambió a preocupación pura, sintiéndose asustada al respecto. Tomó su brazo y la acercó a ella, analizando mejor los rasguños en este. Mina sintió vergüenza, no recordaba ese pequeño detalle, quiso apartar el brazo, pero Chaeyoung no la dejaba, dándole una mirada de tristeza.

— ¿Qué es esto?

— No es grave — sus ojos viajaron a cualquier lado de la habitación, menos a los ojos de la menor, apenada ante la situación — Estoy bien.

— No, dime qué pasó, estos rasguños son recientes, no los tenías hoy en la mañana que nos vimos.

Mina suspiró sonoramente, sabía que Chaeyoung era demasiado terca y que iba a preguntarle hasta que le dijera. Entendía su preocupación, era normal.

— Mi mamá vio el tatuaje falso que tenía y me lo borró.

— ¿Con qué? Porque esto se ve muy mal.

— Con las uñas.

Chaeyoung sintió culpa, ella le había puesto eso sin pensar en que traería algún tipo de consecuencias, y es que solo debió imaginarlo, los Myoui eran demasiado estrictos y ella simplemente le había puesto eso en el brazo sin siquiera preguntarle. Algo que pareció ser muy inocente para ella, fue un castigo que dañó a Mina.

— Chaeng, sé lo que estás pensando, no es tu culpa, es ella que no entiende nada — tomó sus manos al notarla desanimada.

— Si no te lo hubiera puesto-

— Si no me lo hubieras puesto, nunca habría sentido que es tener un tatuaje, y es realmente genial, quiero uno real — rió, tratando de demostrarle a su linda amiga que todo estaba bien — No me estoy quejando, tranquila.

La menor asintió no muy convencida, dejando ver una pequeña y corta sonrisa.

— Bueno, dejando eso de lado, tengo algo más que decir.

— Dime entonces, deja de ser tan misteriosa.

— Terminé con Jaehyun — soltó por fin, sintiendo un poco de alivio al escucharse a sí misma en voz alta, confirmando ese hecho — Yo... Le dije que besé a alguien más y que por eso debíamos terminar, tuve que ser sincera — sus palabras se escuchaban cada vez más suaves, trayendo de nuevo el recuerdo de ese día en específico en el que besó a su mejor amiga.

— Tú... ¿le dijiste todo? — preguntó tímida, no sabía si debía ser directa con el tema, después de todo, no volvieron a decir nada después del día en el que Mina se disculpó con ella.

Mina negó, agachando la mirada mientras su corazón latía con más fuerza.

— Él reaccionó muy mal, pero dijo que no les diría a mis padres... Dejará que yo lo haga y eso me tiene muy aterrada.

— ¿Te sientes muy mal al respecto? Ya tenían un buen tiempo de relación.

— No, me siento un poco... ¿libre? Si, eso — la miró directamente a los ojos sin saber muy bien cómo volver a sacar ese tema, creía que era importante hacerlo, no podían seguir evitándolo — Pero hay algo más.

— Te escucho.

— Él... Él descubrió que te había besado.

— ¿Qué?

La sorpresa en el rostro de Chaeyoung era totalmente notoria, sintiéndose un poco asustada también, no quería que, por eso, Mina saliera perjudicada, si sus padres se enteraban por medio de Jaehyun, Mina estaría acabada, incluso serían capaces de mudarse solo para mantenerlas alejadas.

— Fue totalmente mi culpa, él preguntó y yo no supe como mentir... Lo siento.

— No, espera, no es tu culpa — la detuvo rápidamente — Inventemos otra excusa, si él dice algo puedes decir una pequeña mentira, sé que no te gusta mentir, pero en estos casos es necesario y-

— ¿Puedo besarte? — la interrumpió de golpe, causando que la habitación se llenara de un abrumador silencio que se tornó demasiado extraño para ambas.

— Mina... — su voz salió en un hilo, mirándola con duda ante sus palabras, preguntándose si realmente le había escuchado bien o solo era su imaginación jugando con ella nuevamente.

— Solo uno — pidió en voz baja sin apartar la mirada. Hasta ese punto, ni siquiera ella sabía qué es lo que estaba sintiendo ni lo que quería, pero tenerla enfrente, le daba esa sensación de querer estar cada vez más y más cerca — Solo por esta vez, no volveré a pedirlo.

Chaeyoung seguía perpleja, ¿por qué su amiga heterosexual que también era extremadamente religiosa le estaba pidiendo un beso a ella? Justo a ella que era una chica lesbiana. Su cabeza no dejaba de darle vueltas al asunto, pero sin siquiera darse cuenta, ya se encontraba asintiendo hacia la repentina petición.

No seas idiota, Chaeyoung, se dijo a sí misma, sabiendo perfectamente que eso no llevaría a nada bueno. Su joven y enamorado corazón era muy fácil de convencer cuando de Mina se trataba, se volvía débil, sumisa.

Como una chica responsable, debió negarse, hablar seriamente con ella poner en claro todo para que no hubieran malos entendidos, pero Mina era su total debilidad, no podía desperdiciar cualquier mínima oportunidad que tenía, no podía negarse ante la necesitada expresión en su rostro. Estaba más que claro que todo sería su culpa por no detenerse antes.

Y antes de que el valor de Mina se esfumara, tomó el rostro de Chaeyoung entre sus manos y unió sus labios en un lento e íntimo beso que les sacó un suspiro tembloroso a ambas.

Un suspiro que resonó muy fuerte en el silencio de la habitación.

Continue Reading

You'll Also Like

16.6K 1.7K 4
Donde Tzuyu se suicida, y antes de hacerlo le escribe una carta al amor de su vida, Sana.
13.5K 1.7K 8
"Zhou Tzuyu es una joven que se ve obligada a casarse por conveniencia con Park Jihyo, una joven de la alta sociedad. El día del ensayo para su boda...
802K 85.8K 136
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...
439K 61.7K 42
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!