INSUPERABLES [•1]

By HollyGeistt

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Libro 1 de la Bilogía INCONTROLABLES [BORRADOR SIN CORREGIR] Ex's Que aún no se superan. Aunque creían que s... More

Prólogo
Dedicatoria
Capítulo 1: El Ex
Capítulo 2: El nuevo Novio
Capítulo 3: La fiesta de cumpleaños
Capítulo 4: No beses con los ojos
Capítulo 5: Sin arrepentimientos
Capítulo 6: Hagamos esto más seguido.
Capítulo 7: llama a emergencias si tienes una urgencia.
Capítulo 8: Sin reglas inútiles
Capítulo 9: Críticas absurdas.
Capítulo 10: Tío Favorito
Capítulo 11: Esposa, amor de su vida
Capítulo 12: Noche de disculpas
Capítulo 13: Demuéstrale que eres digna
Capítulo 14: ¿Celoso, Potter?
Capítulo 16: Protectores de casa
Capítulo 17: Más amargada de lo habitual
Capítulo 18: Confundido
Capítulo 19: Hipócrita
Capítulo 20: Un tiempo
Capítulo 21: Te extraño
Capítulo 22: Tema delicado
Capítulo 23: Perdidamente enamorada
Capítulo 24: Bomberos
Capítulo 25: Obra de teatro
Capítulo 26: Lo arruiné
Capítulo 27: Incendio
Capítulo 28: Confesiones y aceptaciones
Capítulo 29: Enfrenta al padre exigente
Capítulo 30: Cerrando ciclos
Capítulo 31: Torturador.
Capítulo 32: Acuario
Capítulo 33: Día favorito
Capítulo 34: La familia de Aubrey
Capítulo 35: Delfines
Capítulo 36: Papá libre
Capítulo 37: Por ellos. FINAL
Epílogo

Capítulo 15: Cena familiar con familia aleja.

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By HollyGeistt

AUBREY

Ambos estábamos apoyados en el auto esperando que la sobrina de Dominic saliera de la escuela.

—¿Crees que le caiga bien?— le pregunto. No estoy nerviosa, pero si me pregunto si a esa pequeña le agradaré, sus padres y yo nos llevamos bien y me gustaría que con la hija sea igual.

—Le encantarás.

—¿Le hablaste de mí?

— Yo no, pero Jordan y Olivia sí — dice, está escribiendo en su teléfono, suelta una risa por la nariz y me mira —. Tyler quiere verte.

— ¡Si! Yo también quiero verlo — digo, a pesar de que salí con Dominic en la escuela, con el hermano Blake que me llevaba mejor era con el pequeño Tyler. Siempre jugábamos videojuegos online y cuando Dominic me dejaba en su casa yo iba a la habitación de su hermanito y jugábamos, recuerdo que le regalaba muchos videojuegos desde que me enteré que era su cumpleaños.

— ¡Tío favorito!— en la entrada de la escuela una niña de cabello rojo se nos acerca corriendo con los brazos abiertos y casi arrastrando su mochila.

Dominic guarda su teléfono y se acerca a ella.

— Cabeza de calabaza — se acuclilla y la alza en brazos para recibir un gran abrazo de la pequeña — Ven, quiero presentarte a alguien.

Dominic la trae hasta mí y la niña me examina con la mirada repetidas veces, enarca una ceja y se agarra más fuerte al cuello de su tío, intimidada.

Oh, mierda, no le estoy cayendo bien.

Noto que tiene el color de ojos de su madre, verdes claros y también las pecas en el rostro.

— Char, ella es Aubrey. Aubrey, ella es Charlie, mi so...

— Su sobrina, luz de su vida, felicidad de su alma, la nenita favorita del tío— me extiende su manita y me río porque su mamá fue igual — ¿Y tú eres?

— Ehm, su amiga — tomo tu mano y la sacudo levemente divertida. Dominic sacude la cabeza sin creer la reacción de su sobrina.

— Mhmm, ¿Solo amiga?— entrecierra sus ojos y me da una mirada que me intimida, mirándome fijamente por todos lados como si me evaluara — Papi dice que tienes una novia, tío Nic, ¿Es esta?

— No, no es...esta. Ya vamos a casa — la mete en los asientos traseros y cuando cierra la puerta me mira — lo siento.

— Descuida, es adorable.

Subimos al auto y vamos a casa de Dominic, donde noto que hay una motocicleta estacionada en el garage. Bajamos y Dominic y Charlie van tomados de la mano a la entrada. En realidad, fue ella quién lo agarró y mirándome mal lo guió a la puerta.

Una vez adentro ella corrió a la sala y nosotros la seguimos después de que Dominic dejará las llaves y los lentes en su mesa pequeña.

Me senté en el sofá individual mientras Dominic corría los libros que estaban abiertos sobre la mesa y Charlie encendía la televisión.

— ¿Qué vamos a ver, preciosa?— pregunté.

— ¡Doctor Pony!— responde entusiasmada y cambia los canales hasta encontrar el programa de un pony rosado que es doctor de otros animales.

Raro.

Dominic se fue a la cocina y a los pocos minutos volvió con una bandeja con la merienda. Me tendió té helado y sonreí, ni siquiera le había dicho que quería. Le dió leche chocolatada a su sobrina y él se tomó un café acompañados de masitas.

Oí pasos bajando la escalera.

— ¡¿Dónde estás, cabeza de calabaza?!— miro al umbral de la sala donde el pequeño de los Blake aparece con los brazos abiertos.

— ¡Tío Ty!— la pequeña pelirroja deja su chocolatada y va corriendo a su tío.

Repaso al ya no tan pequeño Blake. Es alto, tanto como sus dos hermanos mayores, recuerdo que él siempre había sido bajito, o por lo menos lo fue hasta los quince aparentemente. Tiene el cabello del mismo color que Dominic y Jordan, negro y distingo también ese color de ojos grises, la diferencia que me gusta de Tyler es que él tiene los ojos grises azulados, según sé, esos los heredó de su madre. Pero todo lo demás es completamente genes Blake. El niño ha crecido, ya no es un chico delgadito y flácido, ahora tiene músculos, no tantos como Dominic, pero se destacan bajo su sudadera; su espalda y pecho son anchos; y me encanta ver esa sonrisa adorable que carga, aún se le forman hoyuelos en las mejillas.

Dejo mi té y me pongo de pie, él está muy concentrado en llenarle la cara de besos a su sobrina. Pero cuando alza la vista me ve y sus ojos se vuelven enormes.

— Puta madre — suelta de repente.

— ¡No malas palabras!— chilla Charlie.

— Lo siento, lo siento — se disculpa y la deposita en el suelo con cuidado. Ella se aleja y vuelve a su lugar mientras yo me acerco a Tyler — por Dios, mujer, estás guapísima...y normalmente soy muy bello pero justo ahora me siento feo.

Me río y abro mis brazos.

— Te extrañé, Titi — uso el apodo que una vez le puse mientras jugábamos un videojuego de peleas muy sangriento, en el que cabe recalcar que gané y me burlé de él con ese apodo.

Él me regala una sonrisa despampanante y me abraza tan fuerte que me eleva del suelo.

— Estás hermosa, Brey, de verdad.

— Gracias, pero ¿Tú te has visto a un espejo?— cuando me deja en el suelo aprieto sus mejillas —. Pareces todo un hombre, ¿Ya tienes pelitos en el pecho? A ver, déjame ver...

Intento bajar su sudadera para ver su pecho pero me empuja suavemente y ríe.

— Ya, ya, si tengo pelos, eso fue una época oscura, no me lo recuerdes — se avergüenza y me da mucha ternura ver sus mejillas tornarse rosadas.

— ¿De qué me estoy perdiendo?— pregunta Dominic desde el sofá.

— Nada — respondemos a la vez.

Siempre voy a recalcar el hecho que a pesar de haber sido la novia de Dominic, me llevaba mucho mejor con Tyler. Él era como un hermanito menor para mí, siempre hablábamos y él me contaba de sus problemas, uno de ellos eran sus pelitos, no tenía barba ni pelos en el pecho y siempre se quejaba porque decía que parecía un niño. Siempre maldecía a sus hermanos conmigo porque ellos se veían grandes, fuertes y musculosos, y él era un pequeñito. Yo no me quedaba atrás, yo tenía un fuerte dilema con mis pechos, me parecían muy pequeños.

— ¿Cómo has estado, Brey? Los chicos me han contado que eres una gran arquitecta.

— Oh, hablaron de mí — miro a Dominic burlonamente. Él rodea los ojos.

— Si tú hablas de mi con tu "amigo", yo puedo hablar de ti con mis hermanos — se excusa como un sabelotodo.

Blanqueo los ojos y vuelvo mi atención a Tyler. Nos sentamos cómodamente en el sofá grande.

— Si, soy arquitecta, ¿Tú estás estudiando?— miro los libros que Dominic corrió a un escritorio minutos atrás.

— Sip, estoy en la universidad de administración de empresas — hace una mueca lo que me deja saber que no le gusta mucho esa idea.

— Creí que...

— Uh, masitas — me interrumpe enseguida y se estira a la mesa para llenarse la boca de las masitas.

Entiendo su método de escape de las preguntas y lo respeto, yo también odié que me preguntaran por mis estudios. Así que sé lo que se siente.

Cambié de tema y mientras Dominic estaba metido en su teléfono y Charlie mirando su programa, Tyler y yo conversamos por horas, hasta nos fuimos a la cocina cuando se hizo de noche y me dijo que era su día de hacer la cena. Lo ayudé mientras hablábamos del videojuego que le regalé en su cumpleaños número diecisiete.

— ¡No puedo creer que aún lo tengas!— me río — debo admitir que lo compré en una feria y creí que lo botarías cuando me fuera.

— Claro que no, ya no anda muy bien pero...soy un poco sentimental con esas cosas así que no puedo tirarlo — veo como sus hombros se sacuden suavemente cuando ríe.

Piqué la cebolla que me dijo y él cortó el apio, luego pusimos todo en una olla. Y si, terminé llorando por las malditas cebollas. Me senté en la mesada mientras él siguió cocinando.

—...y voy a boxeo, por ahora me veo fuerte, ¿Lo ves?— me muestra sus músculos — mira, toca, toca, ya no soy un debilucho.

Aprieto los músculos de sus brazos con dos dedos y me impresiono.

— Oye, si está duro.

— Lo sé, he mejorado mucho desde que te fuiste.

Me río, él sonríe divertido y va a revolver la olla. Miro a la entrada de la cocina donde Dominic está de brazos cruzados.

— Eso se pudo haber malentendido — se refiere a nuestra conversación. Sus ojos se reparan, pero los frunce — ¿Que te pasó?— Se me acerca enseguida y no entiendo qué pasa hasta que su dedo pulgar limpia mi mejilla húmeda por las lágrimas que me robó la cebolla. Mira mal a Tyler — ¿Que le hiciste, maldito mono?

Me río y sostengo su mano. Tyler abre la boca ofendido y pone una mano dramáticamente en su pecho.

— Yo no he hecho nada, elefante de circo.

— La cebolla me dijo cosas horribles, pero descuida, ya le di su merecido, mira — señalo la olla donde Tyler puso las cebollas. Este ríe a carcajadas y su hermano se aleja para ir a la nevera bufando por mis chistes.

— Tienes el mismo sentido del humor, Brey — dice Tyler riendo.

— Si, sigue siendo igual de malo — comenta su hermano y siento que se me cae la baba cuando lo veo inclinarse hacia la nevera para revisar que hay dentro. Que espalda tan...ufff, de repente hace mucho calor.

— Ustedes no tienen el mismo coeficiente intelectual que yo y por ello no son aptos para comprender mis chistes — me defiendo.

Hay un momento prolongado de silencio, ellos se miran y estallan en carcajadas.

— Idiotas — murmura y bajo de la mesada de un salto.

Voy a la sala donde Charlie está haciendo sus deberes en la mesa, sentada sobre un cojín. Tiene el ceño fruncido y golpea su labio con su dedo mientras piensa.

— ¿Qué haces?— le pregunto.

Sale de sus pensamientos y me mira, pero cuando ve que soy yo cambia la cara a una mala.

— Tarea — responde reacia.

— ¿De qué?

— Lengua.

— ¿Quieres que te ayude?

— Puedo sola — me da la espalda y sigue en lo suyo.

Definitivamente, no le caigo bien, no sé qué habré hecho yo qué habrá visto en mi para que no quiera ni hablarme. Supongo que es cosa de niños.

El timbre de la casa suena y veo a Dominic salir de la cocina y cruzar el pasillo para ir a abrir. Unos segundos después lo veo aparecer con Jordan y Olivia.

— ¡Papis!— Charlie va con ellos con los brazos extendidos. Jordan la sube en sus brazos y Olivia besa su mejilla.

— ¿Cómo te has portado con tus tíos, hija?— le pregunta su madre.

— Super bien, ¿O no, tío Nic?— mira a Dominic quién está con las manos en sus bolsillos. Se sienta a mi lado en el sofá y noto como la cara de Charlie cambia completamente.

— Siempre se porta bien, mi calabaza.

— Bájame, bájame— le pide rápidamente a su papá, quién la deja en el suelo. Ella viene con nosotros y se sienta entre los dos, pegándose más a Dominic, como si quisiera apartarlo de mí.

— ¡Brey, que bueno verte!— exclama Olivia. Me pongo de pie para saludarla y ella me rodea con sus brazos — ¿Cómo has estado?

— Bien, ya sabes, lo normal. ¿Y tú?

— Ocupada.

Jordan también se me acerca y besa mi mejilla.

— Tienes los ojos rojos — comenta y mira a Dominic con los ojos entrecerrados — ¿Que le has hecho, dinosaurio prehistórico?

— Que ella te diga — se encoge de hombros.

Jordan y Olivia me miran.

— Jordan, siento decirte que tú hermano me rompió el corazón, es un completo rompecorazones — ambos captan mi broma y sonríen, me siguen la corriente.

— Oh, cariño, ¿Qué te ha hecho?— Olivia finge y me abraza, luego mira mal a Dominic y lo golpea en la cabeza — eres muy poco caballero con una dama.

— Pero...— se soba donde lo golpeó y se interrumpe él mismo cuando ve que Charlie lo abraza fuerte como si lo protegiera de nosotros.

— ¡No le hagas daño a mi tío, mami!

— Si, alejen sus manos de mi — dice, la sube a su regazo y la abraza.

Nosotros reímos de la inocencia de la pequeña Charlie.

— ¡Ya está la comida!— grita Tyler desde la cocina.

— ¡Si, comida!— Charlie salta del regazo de Dominic y se va corriendo.

— Tu abogada duró poco — se burla Olivia y la sigue, parece que también tiene hambre.

Jordan niega con la cabeza y va tras ellas. Dominic se pone de pie y cuando intenta salir lo tomo de la mano y lo obligo a mirarme.

— Oye, creo que ya me iré, así los dejo comer en familia — le murmuro, abre la boca para replicarme, pero le pongo un dedo encima — la pasé muy bien hoy.

— Déjate de boberías, Brey y ven a la mesa que no se pondrá sola — dice Tyler con su cabeza asomada en la puerta —, vamos, quiero que pruebes mi estofado.

Le sonrío. No creo que deba quedarme a cenar, apenas estamos reencontrándonos, no es apropiado, ¿O si?

Dominic nota mi dilema y bufa, prácticamente me empuja a la cocina, donde veo como todos se mueven para poner la mesa, Olivia ordenando los platos que Jordan le pasa de la alacena más alta, Charlie pasando de silla en silla mientras deja servilletas en cada lugar y Tyler pasando la comida de la olla a una fuerte de vidrio, cubriendo sus manos con un repasador. Miro a Dominic y él hace un movimiento de cabeza para indicarme que me una.

— ¿En qué ayudo?— pregunto acercándome a la mesa.

— ¿Puedes ayudarme con esto, rubia?— me pide Jordan cuando le entrega el último plato a su esposa y comienza con los vasos. Asiento y pongo lo que falta.

Estoy acomodando los vasos delante de cada plato cuando voy al lugar donde Dominic está muy cómodamente sentado sin ayudar ni un poco. Estoy por replicarle y sacar algún comentario mío cuando mis ojos viajan sin querer a la pantalla de su celular donde veo que tiene abierto el chat de Alisa, está hablando por texto con ella. Sin querer leo el último mensaje que le llega.

ALISA: Te extraño, quiero verte.

Dejo el vaso que le toca detrás de su plato pasando mi brazo por encima de su hombro, no gira la cabeza pero veo como mira de reojo mi brazo y una pequeña sonrisa ladina se forma en sus labios. Su cabeza se hace hacia atrás, queda mirándome al revés.

— ¿Tú no piensas ayudar?— me quejo.

— Ustedes lo hacen bien.

— Oh, gracias, ¿Necesita que le traiga algo, mi rey? — digo más irónica de lo que pretendo.

Su sonrisa se extiende aún más como si se estuviera burlando de mí.

— ¿Celosa, Potter?— no sé si me enoja más su pregunta o que haya usado mis palabras de hoy cuando él era el celoso por Jacob.

— Yo no estoy...eso — golpeo su hombro y quiero alejarme pero sus brazos son más rápidos, pasando por detrás del respaldo de su silla para apretar mis piernas a él. Su cabeza queda apoyada en mi pecho y sigue mirándome con la cabeza al revés.

Aún así no deja de verse caliente, atractivo y muy sexy. Nunca deja de serlo, no sé cómo hace, yo quiero ese antídoto.

— ¿Ahora es tu turno de estar celosa, hum?

— ¿Admires que hoy sí lo estabas?

— ¿No lo niegas?— entrecierra sus ojos hacia mí, sus dedos se entrelazan en la parte trasera de mis rodillas donde me retiene. Yo rodeo los ojos y niego.

— No lo estoy, no tendría porqué, así que no te ilusiones.

— Tomaré todas tus excusas como un si.

Un carraspeo nos hace levantar nuestras cabezas, todos parecen fingir demencia, excepto Charlie, quién está sentada del otro lado de la mesa justo frente a nosotros, de brazos cruzados y ceño extremadamente fruncido. Me mira como si quisiera ponerme en la fuente de comida y masticarme con ella.

Dominic me suelta y sonríe divertido. Tomo asiento a su lado bastante incómoda por la mirada de su sobrina, pero trato de ignorarla. Tyler deja la fuente de comida en el centro de la mesa, con una sonrisa divertida en sus labios. Olivia intenta ser más disimulada, mordiendo su labio y mirando el suelo. Parece que les estábamos dando un maldito show, ¿Cómo diablos nos dejamos estar tan cerca con su familia presente? ¡Dios! Tengo novio, tengo que concentrarme en él.

— Brey, el primer plato es para ti, eres mi invitada especial hoy, ¿Me dejas servirte?— me dice Tyler con el cucharón listo. Asiento y comienza a servirme su deliciosa cena.

La cena transcurre muy divertida, entre chistes y bromas de los hermanos, comentarios graciosos de Olivia, una que otra acotación mía que los hace reír, Charlie ensuciando toda su cara mientras come y su madre regañándole. Realmente la paso muy bien, como hace mucho no lo hacía. Me siento cómoda, integrada y relajada. Esas horas me he olvidado del mundo, de mi novio, de mis problemas, de todo, y todo gracias a Dominic y su familia.

Me quedo mirándolo como idiota mientras él discute muy divertido con Olivia por las orquestas y óperas, a él no le gustan y eso sacó la ira de Olivia, no puedes decirle a un músico que no te gusta su música. Me concentro en sus labios moviéndose mientras le da sus argumentos y como hace gestos con las manos. Blanquea los ojos varias veces y luego deleito mis oídos cuando se ríe, sus ojos se achican y se le forma un hoyuelo en su mejilla izquierda, justo la que está de mi lado. Se apoya en el respaldar de su silla cuando termina lo último de su plato y presta atención a lo que Olivia le dice. Como un acto reflejo, o yo que sé, su brazo se estira por el respaldar de mi silla y para colmo sus dedos tocan mi espalda distraídamente, comienza a jugar con mi cabello.

Mi cuerpo se tensa y no de la mala manera, siento una extraña sensación pero la ignoro. Me gusta que me toque sin previo aviso como si fuera...

No, no, no, ¿Que estoy pensando? No. Caigo en cuenta demasiado rápido. No deberíamos hacer esto, somos amantes, sólo eso, yo no debería comer con su familia, esto no está bien...

La parte de mi cerebro racional me grita que salga de aquí ya mismo, que huya y termine todo antes que se me salga de las manos. Pero la parte de mi que sabe y tiene muy claro que esto jamás lo viví, quiere quedarse a experimentar y disfrutar de una buena cena en familia, donde todos ríen, conversan, todos se sienten cómodos. Con una rica comida y buena compañía.

Jamás tuve esto en mi vida y ahora no quiero perder esa oportunidad. Por eso no hago nada más que terminar mi plato.

— Eres bueno en la cocina, te felicito— le digo a Tyler que está sentado junto a mí.

— Gracias, Brey. Me alegra que te haya gustado.

Nos sonreímos y veo como hace un ademán de servirme vino pero lo detengo.

— Oh, no, gracias, no puedo tomar.

— ¿Por qué no?— deja la botella en su lugar después de servirse él. Le da un sorbo mirándome.

Señalo a su hermano que tiene una lata de cerveza en la mano.

— Alguien tiene que conducir a mi casa y este no será.

Lo mira y ríe, comprende mi punto.

Después de cenar, juntamos la mesa y Olivia y yo nos quedamos lavando los platos mientras ellos fueron a ver su partido grabado de baloncesto. Charlie se fue con ellos y cada tanto la escuchamos gritar igual que ellos.

— Veo que lo tuyo con Nic está yendo bien — comenta Olivia fregando un plato, intenta ser discreta pero no lo está logrando.

— No tengo nada con Dominic.

—Ah, no me digas.

— Es verdad, no pongas esa cara, solo somos...Ehm...amigos...si, eso somos, amigos.

— Si, amigos, claro — dice sarcástica — ¡Oye! — se queja cuando le golpeo el brazo con el repasador que estaba usando para secar los platos que me pasaba.

Suelto un grito cuando ella me tira agua. Reímos y terminamos lo que hacemos. Nos sentamos en la barra mientras esperamos que la cafetera haga su trabajo. Miramos a la sala que queda justo en frente de la cocina, si bien hay una mampara que si se corre no se vería nada, ahora está abierta y podemos ver a los cuatro muy atentos mirando su partido.

— Son una linda familia — comento apoyando mis codos e inclinándome hacia adelante.

— Si, la verdad que sí, tienen sus fallos, pero ahora puedo decirte que no podría vivir sin ellos, son parte de mí, tanto Dominic y Tyler como mi propia familia — suspira mirándolos, apoya su barbilla en su mano —. Yo no tenía una familia de sangre, ¿Sabes? Es decir, no una con la que realmente me sintiera bien, no me llevo bien con mis padres y soy hija única, así que...

— Te entiendo.

— Cuando Jordan llegó a mi vida lo cambió todo, me dió todo lo que no tenía y ahora siento que si algún día me falta él o Charlie no voy a saber cómo seguir mi vida.

— Se nota lo mucho que se aman.

Me mira y sonríe felizmente.

— ¿De verdad?

— Si, de verdad, conocí a Jordan en su etapa fuckboy irresistible, era insoportable, créeme — reímos — jamás lo había visto así de... feliz, tranquilo, es como si lo tuviera todo en la vida y él supiera eso. Se nota que tú y su hija son todo para él.

— Vaya, si que suena lindo — suspira y lo observa, se queda unos segundos en silencio y percibo su inquietud—. Pero creo que la estoy jodiendo.

— ¿Por qué dices eso?

Me intereso en lo que va a decir. La observo, traga saliva e intercambia mirada de Jordan a sus manos varias veces antes de soltar la bomba.

— Estoy embarazada — murmura y logró oírla perfectamente.

— ¿Qué?

— Estoy esperando un bebé de mi esposo — dice más firme y respira hondo como si se sacará un peso de encima. Después me mira esperando mi reacción.

— Mierda, ellos tenían razón.

— ¿Eh?

Sacudo la cabeza y me fijo en los hermanos.

— Ellos ya lo sospechaban — le digo.

— ¿De verdad? ¿Pero cómo?

— Es mejor que no te diga las razones. Ahora dime, ¿Por qué estar embarazada es joderlo todo? — inquiero.

Baja la cabeza, parece agobiada. No veo porqué el estar así, Jordan parece muy feliz ahora, no creo que se enoje o algo. Él no sería tan estúpido...¿Verdad?

— Estamos bien ahora, Brey, tenemos buenos trabajos y mi carrera de música está en su mejor momento. Estamos bien con Charlie y...no creo que Jordan quiera tenerlo, él está tranquilo y feliz ahora, un bebé sería...no lo sé, tengo miedo de que se decepcione de mí.

La observo. Tal vez estos años no haya estado con ellos pero creo que los conozco lo suficiente.

Agarro las manos de Olivia y nos miramos.

— Jordan jamás estaría decepcionado de ti, Olivia, él te ama. Aceptará a ese bebé y estoy segura que lo hará muy gustoso. Y si no lo quiere, pues bueno, que se vaya a la mierda, tú no necesitas a nadie para tener a tu bebé si es que lo quieres tener. ¿Quieres tenerlo?

— Claro que sí, mi familia perfecta serían tres niños y un esposo perfecto, claro que quiero más hijos. Pero ese sueño, ahora más que nunca abarca a Jordan, él es parte de ese sueño y no estará completo si él...

— Oye, tranquila, no te agobies. Tú no pareces ser una mujer insegura.

— No lo soy, pero en este caso no lo puedo evitar.

— ¿Que no puedes evitar, amor?— ambas miramos a Jordan cuando entra a la cocina.

— Amarte como lo hago — dice ella rápidamente, lo que hace sonreír a su esposo. Él pone sus manos en su cintura y se pega a ella para besarla.

— Yo también te amo.

Moriría de ternura ya mismo si no fuera porque tengo que servir los cafés. Cuando tengo todo listo les pasó uno a cada uno y agarro los demás para llevarle a los otros.

— Char, se durmió — oigo que le dice Jordan a Olivia justo antes de cruzar el pasillo y entrar a la sala.

Le doy un café a Dominic y otro me lo quedo yo, ya que a Tyler no le gusta el café.

— ¿Qué tal va el partido?— pregunto.

— Desastroso, vamos perdiendo como los mejores — se queja Tyler.

Niego con la cabeza y toco el hombro de Dominic para que me mire, lo hace de inmediato.

— ¿Me llevas a casa?

— He tomado un poco.

— Yo conduciré.

Hace una mueca y mira a todos lados.

— O podrías quedarte, te llevaré mañana temprano.

Me lo quedo mirando unos largos segundos hasta que no puedo evitar sonreír y odio eso. Asiento.

Vuelvo a la cocina y me encuentro a la pareja besándose muy plácidamente. Carraspeo y se separan riendo.

— Creo que ya debemos irnos — dice Olivia.

— ¿Ahora? Todavía no terminó el partido.

— Quiero irme a casa.

— Pero...

— Tengo algo que decirte, ¿De acuerdo?

De inmediato frunce el ceño, la mira de arriba abajo.

— ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Estás bien? ¿Ocurre algo?— se altera.

— Estoy bien, calma. Necesito que vayamos a casa, ve por Charlie, por favor.

— Me estás asustando.

— Jordan Blake, hazme caso.

— Bien, bien, pero no me grites.

Se va de la cocina y me acerco a ella con una gran sonrisa.

— ¿Se lo dirás?— asiente repetidas veces, está nerviosa, lo puedo notar, la abrazo y beso su mejilla — Le encantará la idea, ya verás.

Voy con ella a la sala donde nos encontramos con Dominic que sale diciendo insultos por lo bajo.

— ¿Qué pasó?

— Ese árbitro de mierda, hasta un niño podría manejar un partido mejor que él — se queja y observa a Olivia ponerse el abrigo y tomar su bolso — ¿Ya se van?

— Si.

Jordan aparece cargando a Charlie. Escucho a Tyler insultar con todas sus fuerzas y Jordan lo hace callar.

— Cierra la boca, orangután, la niña está dormida — toma su cabecita como si eso fuera a privarla de las palabras fuertes que suelta su tío desde la sala.

— ¿Cariño, quieres que te alcancemos a tu casa?— me pregunta Olivia.

— No, gracias, Dominic me llevará mañana.

— ¿Mañana?

— Se quedará hoy — responde simplemente y les abre la puerta principal invitándolos cordialmente a que se vayan.

— Oh — ambos nos miran, intercambian miradas cómplices entre ellos y vuelven a mirarnos pícaro — que tengan una bonita noche. Nic, recuerda que mamá vuelve en unos días.

— Ajá.

Se van y Dominic se apresura a cerrar la puerta antes que decidan volver. Cuando me giro, divertida veo a Tyler salir de la sala refunfuñando.

— Oh, Brey, ¿Te quedarás?

— Si, ¿Algún problema con eso?— espeta Dominic pasando por delante de él molesto.

— Para nada, hermanito — dice humorístico y levanta sus manos declarándose inocente —. Bueno me iré a dormir... dormiré tan profundo que no escucharé ni mis propios sueños y me pondré los auriculares también.

— ¿Y a nosotros porqué nos importa eso?— masculla Dominic.

— En nada, solo digo, por si cae un meteorito en el jardín que sepan que yo no estoy escuchando — se encoge de hombros y sube las escaleras de dos en dos —. ¡Buenas noches!— grita desde arriba.

Dominic bufa y niega con la cabeza como si fuera un caso imposible de remediar.

— Ve a mi habitación, cerraré todo aquí e iré — me dice —. Hay ropa en el armario y en el segundo cajón de la cómoda hay bóxer si quieres usar. Ahora subo.

Asiento y voy a su habitación, tuve que adivinar cual era pero finalmente la encontré. La inspeccioné con la mirada y revisé su armario hasta encontrar una calesita cómoda para mí. Me desvestí por completo y me metí en una camiseta de algodón azul. Busqué un bóxer que me puse después de ir al baño. Me metí en la cama, está era cómoda, muy cómoda, parece una nube. Me acomodo boca abajo como me gusta dormir y no lo espero ni un poco. A la mierda, esto está muy cómoda.

Cuando estoy empezando a consolidar el sueño, siento la cama hundirse del otro lado. No abro los ojos, ya estoy por caer completamente en sueños. Siento su respiración cerca de mí y después como las sábanas son subidas hasta mi espalda.

— Ese es mi lado de la cama — susurra en mi oído. Acomoda un mechón de mi cabello y besa mi mejilla.

— Ya no — susurro en sueños.

Suelta una leve risa por su nariz y después hace presión en mis labios con los suyos. Cuando se separa se acomoda y sé que le gusta dormir de costado, pero sin siquiera mirarlo se que está boca arriba, tal vez mirando el techo, tal vez mirándome a mí, no lo sé, estoy cada vez más dormida como para abrir los ojos.

— ¿Existe alguien tan preciosa como tú, Aubrey Channing?— es lo último que oigo antes de quedar completamente dormida.

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