-Entonces le dijiste- dijo Neville rociando las plantas que tenía en las macetas frente de él- Creí que no le dirías a nadie más-
Leash y Neville estaban en el invernadero de Hogwarts, a Neville le gustaba estar alrededor de las plantas y la profesora Sprout le dejaba estar ahí cuando tiempo quisiera, a Leash le gustaba acompañarlo.
-Bueno, a Harry tenía que decirle eventualmente, tú eres mi mejor amigo aquí- Leash le sonrió con cariño- y Draco es un entrometido entonces, él escuchó todo- Leash tomó unas tijeras y cortó las hojas secas de las plantas que estaban por la ventana.
- Sé que crees que la gente reaccionará mal, pero, personalmente, a mi no me importa- dijo Neville- Aparte, por lo que contaste, a Draco le gustas- Leash lo miró con los ojos entrecerrados- no creo que esto lo detenga de seguir contigo-
-Parece que a nadie le importa esto, pero a mi no me gusta Draco- Neville río y Leash lo miro insultada- ¡Hablo enserio! No me gusta, es engreído y egoísta y está lleno de él mismo y me molesta como sabe como voy a reaccionar y... y....- empezó a perderse en las palabras y Neville no pudo evitar reír
-Si quieres te puedo dar tiempo para que te convenzas a ti misma- se burló Neville
Leash tomó un rociador y disparó un poco de agua en dirección a Neville, el chico soltó un pequeño grito y Neville no pudo evitar romper en risa.
-¡Leash Salazar, por su puesto!- dijo Hermione emocionada- Sabía que había escuchado ese nombre en algún lugar- caminó con velocidad, haciendo que Harry lo siguiera.
Se encontraban en la biblioteca, Hermione insistía que Harry debía buscar información sobre dragones, Ron no le había hablado a Harry en semanas pero le había hecho saber que la primera prueba tenía que ver con dragones.
Después de la clase de pociones, Harry corrió a contarle a Hermione lo que Leash le había revelado, la reacción de su amiga no fue la que él esperaba, ya que ella insistió que tenía algo que mostrarle en la biblioteca.
Hermione caminaba velozmente hacía una sección de la biblioteca poco acudida, los libros estaban llenos de polvo y había muy poca iluminación en esos estantes.
-¿Cómo rayos encuentras estos lugares?- preguntó Harry tosiendo por el polvo que inhalaba
-Me gusta venir aquí, nadie me molesta- se encogió de hombros- El año pasado estaba aquí y encontré este libro, bastante peculiar, me llamó la atención por como estaba escrito- se detuvo agachándose en una repisa de hasta abajo, buscando en el fondo de este y cuando lo encontró soltó un suspiro de alegría
-¿Cómo está escrito?- preguntó Harry con curiosidad
El libro se veía completamente intacto, era de un color rojo, una pasta dura gruesa y tal vez lo más notorio era una piedra grande verde, incrustada en la portada del libro. No tenía ningún tipo de título o algo que dijera de qué se trataba el libro.
Sin embargo, cuando lo abrías, la tinta negra empezaba a escribir en la primera página del libro.
-"En memoria a Leash Salazar"- leyó Harry en voz alta- ¿Qué es esto?- preguntó dándole vuelta a las páginas, sin embargo, todo estaba en blanco
-No lo sé, intenté de todo para revelar su contenido, pero no mostró nada- dijo Hermione devastada
-Deberías llevarle el libro- sugirió ella- No dudo que esté diciendo la verdad y para ti es mejor, tienes una aliada muy poderosa de tu lado- dijo cerrando libro y entregándoselo a Harry
Harry se la pasó el resto del día caminando por el campus, intentando encontrar a Leash, suponía que si encontraba a Draco, la encontraría a ella, sin embargo no encontraba a ninguno de los dos.
Fue hasta que vio a Neville Longbottom caminar con el cabello húmedo que supo que ella estaba cerca, y en efecto, unos pasos atrás, Leash estaba arreglando su cabello que también traía húmedo.
-¡Leash!- la llamó Harry desde el pasillo y ella respondió inmediatamente
-Hola, te ves emocionado- comentó Leash observándolo correr
-¿Podemos hablar?-preguntó Harry recuperando su aliento
Leash pudo ver por detrás de Harry como Draco estaba saliendo de una de sus clases, Draco la encontró con la mirada e hizo una noción de acercarse, sin embargo Leash había estado intentando evitarlo, no podía darse el lujo de distraerse con el chico.
-Seguro, vámonos- Leash lo tomó del brazo y lo incito a caminar
Draco notó como ella lo había visto, sin embargo decidió irse con Potter y ese acto molestó a Draco, sabía que ella tenía un trabajo, pero no podía evitar sentirse celoso.
Leash y Harry terminaron en el área cerca de la cabaña de Hagrid, el cual al observarlos acercarse mostró su felicidad extendiendo los brazos, Harry creyó que lo hacía por él pero estaba equivocado.
-¡Leash Salazar!- gritó Hagrid con emoción-¡Apenas si tuve tiempo de verte cuando Dumbledore te trajo!- Leash rió al escucharlo y corrió para encontrarlo en un abrazo
-Pero por supuesto que vendría a verte Rubeus- dijo ella cuando Hagrid la depositó en el piso
-¿Ustedes se conocen?- preguntó Harry anonadado
-Tenemos nuestra historia- sonrió Leash- Pero eso es una historia para otro día- aseguró ella- Hagrid, ¿te molestaría si pasamos por una taza de té?- sugirió Leash observando la cabaña
-Para nada, pasen, me encantan las visitas- aseguró el semi gigante, abriendo la puerta de su casa
Después de unos minutos, los tres estaban sentados en respectivas sillas, sorbiendo en tazas que Hagrid había tenido la amabilidad de prestarles.
-¿Cómo están tus hermanos Leash?- preguntó Hagrid a la pelirroja
-Oh pues, ya sabes como es Sade y Lidia es igual de maravillosa como siempre- sonrió ella con calidez
Harry había convivido muy poco tiempo con ella, sin embargo había podido notar pequeñas cosas. Cada vez que interactuaba con alguien de la escuela, ponía esta barrera de protección en su actitud, cómo si le preocupara que la gente le conociera, pero cuando hablaba de su vida antes de Hogwarts, sus ojos se iluminaban, como si extrañara esos tiempos, pero después de un tiempo, el brillo se iba y una sombra la tapaba, como si malos tiempos se acercaran.
Leash sintió la mirada de Harry en ella y volteó su rostro para observarlo.
- Lo siento, dijiste que querías hablar- le recordó Leash
-Oh, cierto- Harry buscó en su bolsa el libro que Hermione le había dado, lo sacó de ella y antes de que pudiera decir algo, Leash vio el libro y se levantó alarmada de su silla, casi tirando su té
-¿Cómo encontraste eso?- preguntó en un susurro de terror
Leash arrancó el libro de sus manos y lo abrazó con fuerza
-Te voy a servir más té- dijo Hagrid con una excusa para dejarlos solos
-Hermione lo encontró, dice que no pudo leer nada de él si te sirve de consuelo- intentó calmarla
Leash se volvió a sentir, un poco más relajada, se quedó viendo el libro en sus brazos y soltó un suspiro de tristeza.
-Lo siento- dijo ella arrepentida- Había olvidado que esto existía- explico- Unos amigos hicieron esto para mí- esbozó una sonrisa de tristeza- un regalo de cumpleaños, hace mucho tiempo-
-¿Qué es?- preguntó Harry con delicadeza
-Mi vida- suspiro- Es mi biografía, pero, está encantada para que se siga escribiendo hasta que pues- se encogió de hombros- muera- susurró acariciando la portada del libro- Por supuesto sólo yo puedo leer su contenido- dijo sacando su varita y mostrando que en la parte superior de esta había una piedra idéntica verde a la del libro
Harry notó lo mucho que esto la había alarmado, por lo cual no decidió hacer más preguntas, quiso darle su espacio.
-Confió en ti Leash- dijo Harry finalmente- También confió en Dumbledore y si él te trajo para ayudarme, confió en los dos- aseguró- Y si en verdad debes cuidarme, necesito que me ayudes con este Torneo, no sé cómo terminé en él, pero sé que necesitaré toda la ayuda posible-
Leash lo observó por unos segundos, digiriendo sus palabras y con una sonrisa respondió:
-Hora de trabajar-