lover of mine ; Trueno [Termi...

By -itsrosiieee

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Donde Mateo conoce a su misteriosa vecina Cielo, enamorándose de ella desde el primer momento en que la vió... More

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01. La sobrina de la vecina.
02. Muy lindo pero muy chusma.
03. No te creas tan importante.
04. No era mi intención.
05. Los pibes como vos.
06. Que chico es el mundo.
07. Las fotos no reflejan todo.
08. Punto de quiebre.
09. ¿Somos nuestro pasado?
10. No quiero eso para su vida.
11. Salvarte.
12. Pesadillas, en sueños o no, siguen presentes.
13. Aunque ella no quiera.
14. Acompañar no es ayudar.
15. Mi vida por la suya.
16. ¿Qué es estar bien?.
17. Sospechas e ilusiones.
18. Beso cordobés con sabor a fernet.
19. Me gustas, ¿Te gusto?
20. Me fallaste.
21. Ingeniosamente dulce.
22. Lagrimas amargas y disculpas dulces.
23. Perdón de corazón.
24. ¿Enamorados?
25. Preguntas y celos.
27. Despertar de la pesadilla.
28. Son locas las cosas que uno hace por amor.
29. Irene y la lucha por salir.
30. Amor en colores.
31. Todo cambia en un segundo.
32. Ella es...
33. Como si no importara, bonita.
34. Confiar.
35. Un abrazo tuyo.
36. Mi estrella favorita sos vos.
37. Montaña rusa.
38. Buscada, otra vez.
39. Te amo, no te vayas.
40. Te amo, tengo que hacerlo.
Epílogo I - Querido Mateo...
Epílogo II - Querida Cielo....
Gracias...
Extra #1
¡20 K!
lover of mine...
¡Nueva fic!

26. Cena + lluvia + amanecer = Noviazgo.

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By -itsrosiieee

Mateo.

― Bueno, momento de patear pa' las casa' ― Dije levantándome del pasto para saludar a mi grupo de amigos ― Nos vemos.

― Eu Mateo, ¡Para! ― Habla Belu y todos la miramos ― El finde pongo casa y hacemos algo todos, ¿Quieren? Sino después me olvido y en el grupo ni hablo ― Dice y todos nos copamos al momento.

― ¿Venís con Cielo? ― Pregunta Leyla sonriente y me encogí de hombros sonriendo.

― No sé, pregúntale si querés, igual está en casa ayudando a Emi con cosas del cole y eso asi que ahora la voy a ver.

― Bueno entonces seríamos nosotros y Cielo, ― Dice Belén y asentimos ― Bueno, avísale.

― Mandale saludos a la cordobesa ― Dice Tiziano y reí.

― Yo le digo, cuídense ― Me despido por última vez y camino a mi casa.

Cielo estaba bien creo, salía a veces de su casa, aunque sea para ir a la mía, Silvina volvió y controló que estuviera bien, hoy a la mañana me llamó para decirme que le quedaba mucho más lejos el trabajo desde La Boca y que tenía que volver a su departamento, eso significaba que Cielo volvía a estar sola y no quiero que este mal otra vez.

Pasaron solo tres días y se puede decir que viene bien, si tiene pesadillas igual que siempre y a veces la frustra mucho pero ahí estoy para por lo menos darle un abrazo, un beso o un vaso de agua si lo necesita. Nunca opino sobre eso y prefiero que sea así, no hablo de lo que no sé.

A veces pasa que se siente muy incomprendida y me duele muchísimo no poder entender lo que le pasa, saber que se le cruza por la cabeza. Lo único que puedo hacer es decirle que estoy ahí para ella y que todo va a estar bien en un futuro, que viene muy bien.

Ahora para animarla tenía una idea, una cena en la terraza de casa, para que le suba un poco el ánimo ya que hoy no fue su mejor día, quise quedarme con ella pero insistió en que salga con mis amigos y ella se quedó en casa ayudando a Emi.

Cuando llegué a esta vi a mi mamá y a Cielo tomando mates mientras esta última le explicaba algo a Emi y él asentía atento antes de escribir.

― Holaa ― Dije dándole un beso en la mejilla a mi hermano y a mi mamá, y por último darle un pico a la morocha de ojos azules. ― ¿Con qué te está explotando ahora? ― Le pregunté sentandome a su lado y Emilio se quejó.

― Matemáticas ― Murmuró ― Terco como el hermano ― Menciona y la miro mal.

― No puede ser que no me dé siete, tiene que ser siete ― Dice borrando y Cielo agarró su carpeta para ver que estaba haciendo mal.

― Porque cambian los signos, y si te olvidas de uno te cambia todo, ¿Ves? Como hice yo ahí.

― ¿Lo puedo copiar? ― Le pregunta haciendo puchero y ella niega riendo ― Ufa.

― Para, ¿Vos le hiciste el ejercicio? ― Pregunté viendo una hoja de Cielo, aparte en ka que estaban hechas todas las cuentas que tenía Emilio como tarea.

― Yo las hice, le expliqué las primeras dos, y las otras las hizo solo, va por la tercera ya, y después lo corrige con el mío o se fija en que se equivoco.

― No creo que sea muy efectivo ― Digo viendo como Emilio muerde el lápiz.

― No soy profesora ― Me dice y reí.

― No, sos linda ― Se puso roja y la abracé ― Tengo una sorpresa para vos ― Me miró al instante ― Vos lo único que tenes que hacer cuando termines con Emi es ir a arreglarte y listo.

― ¿A donde vamos Palacios?

― No te puedo decir Eva, pero algo tranqui, cerca ― Al el techo de mi casa, ¿Por?

― Bueno, cuando Emi termine me voy a bañar y a cambiar, ¿A qué hora vamos?

― Mientras más tardes, mejor ― Dije medio en chiste pero era verdad, me daba más tiempo a mi.

Rió apenas ― Bueno está bien.

Emi terminó después de cómo media hora y rápidamente Cielo se fue, me quedé mirando la puerta suspirando.

― ¿Qué haces ahí boludo? Dale ― Me apuró mi hermanito y reaccioné, la bendi tenía razón.

Rápidamente fuí por un mantel y subí a la terraza, yo ya había subido una de esas mesas de jardín, una liviana obviamente porque soy medio estúpido, no me da la polenta para tanto.

― ¡Eu Emi! ¡Ayúdame! ― Le grito y sale afuera mientras yo le grito desde arriba ― Tráeme dos sillas ― Digo y a los segundos aparece ― Bueno, ahora a una, le vas a atar la soga que te voy a tirar, bien bien fuerte, y después te vas a correr por las dudas, ¿Si? ― Expliqué y asintió.

La idea era atarlas y tirar de la soga para subirlas más rápido, a veces me funciona el cerebro. Al estar la primera, Emi se alejó unos metros y yo empecé a subir la silla, era un poco más complicado de lo que pensé pero cuando le agarré ritmo estuve joya.

Cuando estuvo la primera, la desaté y tiré la soga para que Emi ate la otra mientras yo acomodaba un poco, tenía que barrer.

Al subir la segunda, se me resbaló un poco la soga haciendo que me queme las manos, pero no me importó y la subí rápido. Bueno tan inteligente no soy.

Bajé por lo que me faltaba, vajilla, la escoba, bebida y hielo. También mi mamá me alcanzó unas luces para que cuelgue por ahí, casi morí electrocutado pero estoy bien, con tres neuronas menos. No sabía que te podían dar descargas eléctricas una cosa tan de mierda, me dio una minidescarga que me reinició el sistema nervioso.

¿Cielo podía verme acá arriba? Si, pero es tan distraída como yo, así que supongo que no, sino se me cagó la sorpresa.

Cuando estuvo todo más o menos decente, bajé rápido a bañarme, y ustedes diran, ¿Y la comida, turro? Bueno, la pedí, soy un boludo ya sé, pero no tengo tiempo para todo. Pedí canelones de carne que hace una vecina que son riquísimos, mi mamá me hace el favor de ir a buscarlos en lo que yo me baño a la velocidad de la luz.

No sé como hice, pero cuando Cielo me avisó que estaba afuera, terminaba de ponerme perfume, ya estaba todo, mi mamá no había llegado pero seguro estaba en camino.

― Hola Eva ― Le dije divertido mientras le daba un beso como saludo e hice que pase.

― ¿A donde vamos? ― Pregunta y sonrío.

― Vení conmigo ― Le digo para salir y ayudarla a que suba por las escaleras ― Guarda no te vas a caer ― Le digo mientras miro que pise bien mientras sube, cuando estamos los dos en la terraza se quedó en su lugar, ahí pude verla mejor, tenía puesto un vestido negro al cuerpo con una campera de cuero negra unas tallas más grande pero que sin dudas le quedaba hermosa, todo le quedaba hermoso.

― Yo me preguntaba por qué gritabas tanto o por qué puteabas solo y se te escuchaba desde casa ― Dijo riendo un poco y nos acercamos a la mesa ― Que lindo todo Mateo, ¿Lo hiciste solo?

― Obvio, para ― Me adelante y corrí la silla para que se sentara, riendo lo hizo y se acomodó.

― Gracias ― Sonrió y se sacó la campera dejándola en el respaldo en lo que yo me sentaba frente a ella.

Va a sonar re estúpido, pero nunca había visto a Cielo vestida como ahora, siempre con remeras anchas o sueltas, al igual que pantalones anchos, rara vez con short pero picas veces en realidad. Aunque estuvo haciendo un poco de frío obvio pero hoy estaba lindo la verdad.

O somos nosotros que tenemos el termostato re contra trabado.

Así que si, estaba un poco embobado al verla vestida así, con un vestido que casi se le pegaba al cuerpo. Se había arreglado para la ocasión y eso me emocionó, en serio le importaba y en serio le entusiasmaba el salir conmigo.

Recibí un mensaje de mi mamá que la comida ya estaba y bajé rápido entrando a la cocina.

― Gracias Ma, ¿Volviste bien? ― Le pregunté abrazándola de lado y sonrió.

― Si Teo, también traje las margaritas que me dijiste ayer, casi me olvido ― Yo también me había olvidado ― ¿Ya están arriba?

Asentí agarrando los platos que mi mamá ya había preparado y tuve que llevar el ramo de margaritas en la boca porque no soy un pulpo desgraciadamente.

― Ay ― Dice mi mamá y se lleva una mano a la boca mientras se abanica con la otra, ¿Va a llorar? ― Estás tan grande hijo.

Che ma, tengo hambre, te emocionas y dejamos la charla de como crecí para otro día.

― Se le caen las babas de tener eso en la boca al pibe Juli, déjalo ir ― Dice gracioso mi papá y asiento.

― Si, si, perdón, solo que, no sé, te veo tan feliz, cuídense, en todos los sentidos, ojo ― Me advierte y me pongo rojo.

― ¡Mamá! ― Intento decir y ríe.

― Bueno, chau, nosotros nos vamos a lo de tus abuelos a comer, se quedan solos, ojo lo que haces, en serio te digo ― Me señala y ruedo los ojos para irme. 

A veces se pone sentimental la Juli, que le vamos a hacer.

Como pude subí y ahí estaba Cielo mirando a la nada con la cabeza apoyada en su mano que reposaba reposaba la mesa.

― Volví ― Dije como pude y dejé un plato para cada uno ― Medio mordisqueado pero, son para vos ― Le doy el ramito y sonríe.

― ¿Sabías que las margaritas se están volviendo mis flores favoritas? ― Pregunta dejándolas a un lado haciendo sonreír.

― ¿Ah si? ¿Por?

― Si, porque hace poco un chico me regaló unas, me las compró medio a escondido cuando apenas me conocía y aunque nunca se lo dije, ese gesto me alegró el día ― Respondió mirándome a los ojos.

― Pobre que lo sé yo, nunca se va a enterar, una pena ― Lamenté y reímos ― Bueno, no todo podía ser perfecto así que los canelones son comprados, recién hechos igual, los hace una vecina.

Decidió probarlos e hizo un gesto de satisfacción ― Mm, no importa, te perdono, esto está buenísimo, ¿Y para tomar?

― ¿Te gusta el vino blanco? ― Me miró sorprendida y asintió ― Fue lo mejor que se me ocurrió, si no te gustaba me mataba ― Dije parándome y yendo a la hielera donde estaba la botella de vino, nos serví a los dos y empezamos a comer.

― ¿Por qué? ― Preguntó y la miré ― ¿Por qué hiciste esto?

¿La verdad, la verdad? Quiero que seamos novios, y se me ocurrió pedirselo ahora, hace cinco minutos.

― Te vi medio decaída hoy, y quería mejorarte el ánimo un poco, ¿Cómo venis? ― Le pregunté y arrugó la nariz en señal de que le incomodó.

Después de unos minutos de comer en un cómodo silencio, contestó.

― ¿Podemos no hablar de eso hasta que termine la cena por lo menos? No quiero cagar un momento tan lindo.

― No la cagas eu, ― Extendí mi mano para que la entrelace con la suya y eso hizo ― pero si no queres hablar esta bien, ¿Si? no te voy a obligar amor ― Terminé y se relamió los labios.

― Es raro que me digas así, osea, no somos nada pero nos tratamos como si fuéramos...

― Todo ― Terminé por ella y asintió ― Eso puede cambiar ― Murmuré y me paré invitándola a que ella también lo haga, la acerqué a mi ― Cielo..., ― Fue lo único que llegué a decir antes de que un trueno se haga presente y la morocha me abrace del miedo, y cuando iba a hablar otra vez, se largó a llover con todo.

Se pueden ir todos a la mierda, te odio clima cambiante. Calculé todo menos la lluvia.

Lo primero que hice fue agarrar de la mano a Cielo, mientras ella agarraba su campera y bajar yo primero y ella casi atrás mío, prefería bajar primero por si se resbalaba, y efectivamente antes de terminar de bajar se resbaló y casi se cae pero como soy un capo, logre agarrarla.

― ¿Estás bien? ― Pregunté empapado, estaba lloviendo muy fuerte, Cielo comenzó a temblar pero asintió rápido y entramos.

Rápidamente busqué unas toallas y cubrí con una a Cielo, cuando lo hice me sonrió y dejé un beso en su nariz, se veía muy tierna.

Nos sacamos las zapatillas para no mojar tanto y mi papá me mandó un audio de si estábamos bien, que ellos ya estaban en lo de mis abuelos y que llegaron bien, que seguro se queden a dormir ahí.

Yo le contesté que si, que estábamos bien sólo un poco mojados.

― Te quedó todo arriba ― Me recuerda Cielo haciendo una mueca.

― No pasa nada linda, es agua nomas.

Un relámpago se hizo ver por la ventana y Cielo se asustó ― Es una tormenta eléctrica Mateo.

― Estoy acá con vos, yo te voy a proteger de todo, siempre ― Dije acercándome a ella y plantar in suave beso en sus labios, nos separamos lento my juntó su frente con la mía ― ¿Una choco caliente y a mimir? ― Pregunté como un nene chiquito y asintió sonriendo, la cargué haciendo que se siente en la mesada y le di un pico ― Hermosa ― Dije antes de agarrar las tazas mientras ella sólo me miraba preparar las bebidas calientes ― ¿Tan lindo soy? ― Le pregunto después de un rato de que me observe y rió.

― Sip, pero pensaba, ¿Qué me querías decir antes de que mi peor pesadilla de que me agarré una tormenta se haga realidad? ― Preguntó sonriendo y me relamí los labios antes de meter las tazas en el microondas para que se calienten.

Me acerqué a ella quedando entre sus piernas y con mis manos en sus caderas la senté más en el borde de la mesada, rocé nuestros labios ― No sé, me olvidé ― Dije y me alejé, me miró indignada.

― Que culiado ― Murmuró bajando de un salto y la miré con ternura ― ¿Qué me miras así? Te cago a piñas.

― Tan linda y tan camionera, enamorado estoy ― Le dije haciéndola reír otra vez ― Amo hacerte reír.

― Yo amo que me hagas reír ― Contestó antes de que nuestros labios se vuelvan a encontrar pero esta vez nos interrumpió el sonido del microondas

― Te presto ropa y tomamos esto arriba, ¿Queres? ― Asintió y subimos abrazados cada uno con una taza, al llegar le di una remera y fuí a la pieza se mis papás por un short para dormir.

Se lo llevé y se fue a cambiar al baño, mientras yo me puse un short cómodo y me saqué la remera mojada, sonreí solo, entre todo la habíamos pasado bien la verdad.

Me había quedado tildado pensando y unos bracitos me devolvieron a la realidad cuando me abrazó por la espalda y entrelazó sus manos con las mías, dejó un beso en mi espalda que me hizo estremecer.

― Tenía puesta una calza abajo del vestido así que safe ― Dijo dejando el short doblado en la silla de mi pieza.

― El vestido dámelo que lo pongo en el secador un rato junto con mi ropa ― Me lo dió y dejé un beso en su cabeza a la pasada ― Acomódate que ahí vengo ― Avisé antes de ir hasta la galeria, el cielo se caía a pedazos pero ahí estaba yo, poniendo la ropa en el coso ese para que se seque.

Volví con Cielo y la ví arropada, hecha bolita con su celular de espaldas a mi. Me acerqué sentandome en la cama y dándole un beso largo en la mejilla.

― Ya le avisé a Silvi que me quedo acá, te manda saludos ― Dice dándose vuelta y sonreí.

― Bueno gracias, ¿Vemos una película? ― Le pregunté prendiendo la tele y entrando a Netflix.

― Si, pero de terror no, menos con este clima de mierda ― Dijo abrazándome por la cintura mientras se acomodaba en mi hombro y reí.

― Bueno, ¿Esa? ― Dije mientras corría el trailer de una como de suspenso, Tu me entiendes, creo que es.

― Si, ya fue ― Dice acurrucandose más junto a mi h dejé el control para abrazarla contra mi.

― Es agua nomás, estamos adentro, no pasa nada ― Murmuré suavemente mientras acariciaba su pelo.

― Me da miedo igual ― Dijo haciendo puchero ― Las pastillas para dormir, que pajera que soy ― Dijo asustada y yo me destapé para buscar en el cajón de mi mesa de luz ― Venía tan bien, las tengo que ir a buscar ― Dice ansiosa pero la tranquilicé.

― Cielo ― Llamé su atención y le mostré la tableta de pastillas ― Toma ― Se las di y me miró confundida.

― ¿Cómo...?

― Las tengo desde la otra vez, me las dió Silvina, por alguna emergencia y bueno, si sirvió ― Dije y ella se la tomó de una con un trago de chocolatada caliente ― ¿Más tranquila? ― Asintió.

Nos acomodamos como antes mirando la película, al poco tiempo, nos quedamos dormidos.

Sentí llantos en la madrugada y me desperté, efectivamente Cielo lloraba, pero desconsolada totalmente, cómo si le hubiese pasado la peor de las tragedias.

La acerqué un poco más a mi pecho y me di cuenta que le temblaban las manos, era como su estuviese muy triste, no asustada, como veces anteriores.

Lloró un largo rato más de cinco minutos, por ahí, hasta que de a poco fue despertando y se quiso alejar un poco de mi, dejé que lo hiciera, necesitaba espacio. Se acomodó de espaldas a mi y me quedé despierto vigilandola un rato mientras veía una serie que ni sabía de qué trataba.

― ¿Te desperté? ― Susurró y la abracé de atrás ― Perdón.

― No me pidas perdón eu, ¿Estás más tranquila? ― Asintió ― Eso es lo importante, ¿Tenes sueño? ― Negó ― Yo tampoco ― Dije y sonreí, suspiró y se dió vuelta poniendo su mano en mi mejilla mientras la acariciaba ― ¿Qué? ― Pregunté susurrando y negó.

― Nunca pensé que me cambiarías la vida así, no pensé tener a alguien tan puro en mi vida, nunca ― Dijo antes de inclinarse para darme un beso lento.

La agarré de la cintura al instante acariciando esa zona y acercandola más mientras la abrazaba, hacía frío, llovía, y nosotros estábamos en nuestro mundo, tapados casi hasta a la cabeza, abrazados y besándonos todo el tiempo.

Nos aburrimos pero no quisimos salir de la cama ya que estábamos muy cómodos así, entonces nos pusimos a hablar mirando al techo mientras jugábamos con nuestras manos.

Cielo.

Estar con Mateo toda la noche despierta y hablando boludeces fue por lejos, lo mejor del día, bueno, toda la noche fue muy linda, no tanto por la cena en sí aunque estuvo hermosa, sino el gesto, la intención y el empeño que le puso. Si no hubiera sido por la lluvia podría haber sido la mejor noche de todas, pero el estar así con él fue un millón de veces mejor, vi la claridad en la ventana del morocho y dirigí mi mirada ahí.

― ¿Ya es de día? ¿Qué hora es? ― Miró su celular.

― Casi las seis ― Se acuesta en mi pecho y dirigo mis manos a su pelo para acariciarlo ― ¿Esperamos el amanecer? ― Pregunta mientras nos miramos y sonreímos al mismo tiempo, seguía fresco pero las nubes se estaban dispersando de a poco, ya no llovía por suerte para mi.

La verdad me había dado mucho miedo el estar en la terraza con una tormenta, por suerte bajamos rápido.

Mateo me prestó un buzo y también agarro uno para él, fuimos a lavar las tazas y decidimos hacer brownies en taza para ver el amanecer, se hacían rápido así que apenas estuvieron los sacamos del microondas y fuimos a su cuarto.

Nos sentamos en el piso de su balcón a comer tranquilos en lo que el sol salía hasta que Mateo llamó mi atención.

― Mira, ¿La ves? ― Me señaló, era una mariposa que voló hasta nosotros y fue hasta la terraza, me recargué en el hombro del morocho viendo cómo el sol salía, era muy lindo, los colores y los sonidos me daban mucha paz.

¿Nunca sintieron olor a amanecer? Yo si, intentenlo uno de estos días, es hermoso, aunque suene re falopa.

― Ayer me llegó un mail de la próxima ronda para la facultad de Artes ― lo miré al instante ― Después te muestro que es lo que tenes que hacer.

― Gracias ― Sonreí y se mordió el labio para dejar un beso en mi nariz ― Me dió sueño ― Dije y me paré rápido haciendo que me aturda un poco y me maree.

― ¿Eva estas bien? ― Mateo se acerca rápidamente a mi y asentí ― Despacio, sentate ― Me ayuda a sentarme en la cama y me agarro la cabeza por unos segundos y respiro cuando me siento mejor.

― Son las pastillas, a veces me hacen marear y eso ― Dije sin importancia y se agachó a mi altura.

― Tenés que tener cuidado amor, te podes caer y golpear la cabeza ― Preocupado deja un beso en mi cabeza y me abraza ― ¿Mejor? ― Asentí ― ¿Te podes parar? Eeso ― Habla mientras yo me paro y comienzo a caminar otra vez.

Ya después me sentí un poco mejor, algo aturdida pero bien entre todo.

Mateo insistió en que me quedara con él pero tenía sueño y él estaba con todas las pilas, tuve que convencerlo que mañana iba a volver para que me dejara irme a dormir a mi casa.

Hasta me acompañó, estamos a dos pasos.

― Uh, me olvidé de decirte que Belén nos invitó a su casa, ¿Vamos? ― Pregunta antes de que yo abra ka reja y primero hago una mueca.

― A veces me siento re metida en tu grupo de amigos, osea me caen todos re contra zarpado pero es como, no sé ― Agaché la cabeza.

― ¿Te hacen sentir bien, cómoda? ― Asentí ― ¿Tenes ganas de ir? ― Volví a hacer una afirmación con la cabeza ― Entonces vamos, ya te dije, te voy a cuidar de todo siempre, siempre ― Me dió un beso casto que me hizo sonreír, se separó a los segundos y lo miré confundida ― Eva, eh, lo que hoy te quería decir, va, preguntar ― Se aclara la garganta ― Es que, ya sabemos los dos que sentimos y que es muy fuerte y..., estoy nervioso bancame ― Dice suspirando haciéndome reír un poco ― Y ya sabemos lo mucho que te quiero, que te amo, ― Escuchar eso hizo que mi corazón bombee con fuerza ― y quería saber si querías, no sé, tener algo más, ¿Serio? ¿Conmigo? No sé que estoy diciendo ― Se puso rojo y me mordí el labio.

― ¿Novios? ― Pregunté con una sonrisa y asintió al instante.

― Si, novios, ¿Me dejas ser tu novio, Eva? ― Pregunta y yo lo miro sin poder creer lo que esta pasando.

― Si vos me dejas ser tu novia si, Palacios ― Respondí y su sonrisa se ensancho antes de dejar besos por toda mi cara y especialmente en mis labios.

― ¿Nos vemos en una horas entonces, amor? ― Dice acunando mi cara en sus manos y asentí, le dí un pico.

― Sip, hasta dentro de un ratito, te amo, ¿Sabías? ― Abrí como pude la reja todavía con la mirada fija en Mateo.

― hasta dentro de un ratito, yo te amo mucho más, mucho mucho, ¿Sabías? ― Entré mientras Mateo avanzaba un poco dándome besos mientras yo reía.

― Déjame, chau ― Me despedí y se mordió el labio sonriendo.

― Chau, soña lindo ― Se despidió y caminó a su casa, cerré la puerta y al darme la vuelta vi a mi tía poniendo ropa en una valija ― ¿Que haces tía?









____________________


RE LARGO ndea.

Ahora termino el otro y lo subo AAAA

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