DOMINIC
No sé a quién diablos se le ocurrió esto, pero a mí me parece fatal.
Una cita doble.
Yo y Alisa.
Aubrey y el pejelagarto.
Diug.
Creo que fue Alisa quien lo ideó. Detesto la idea de salir con ese enclenque de novio que tiene Aubrey.
En la fiesta de ayer de su padre apenas notó que ella estaba ahí. En las fotos familiares la dejaban de lado y no de una buena manera. Está claro que ni los padre ni tíos de Alisa la toleran ni hacen un esfuerzo. A Kensey no he podido descifrar, es demasiado seria y callada, si alguien le cae bien o mal da igual porque mira a todos con la misma cara.
Aubrey no le importa mucho que digamos. Se la pasó en su mundo, leyendo, escuchando música, tomando sol. Obviamente le incomoda estar aquí rodeada de esta familia pero hace un gran trabajo ocultándolo y pasándose sus opiniones por el culo. Yo creía que Alisa la defendería, que la integraría, pero resultó ser igual que su familia, la dejan de lado y escuché hablar a las madres de lo mal que se vestía y que su cuerpo estaba raro. Creo que era solo envidia, porque cualquiera que vea a Aubrey se da cuenta que está como quiere y tiene todo en su lugar. Viejas envidiosas.
Hoy es el último día y vamos a salir a almorzar solo las parejas. Terrible, lo sé.
Me visto presentable, me baño y salgo con Alisa al auto alquilado donde ya están los otros dos. Vamos al restaurante que mi novia eligió. Comemos la comida típica de ese lugar, realmente estaba deliciosa. Aubrey y Alisa se la pasan hablando entre ellas y cada tanto nosotros acotamos algo a la conversación.
—¿O no, amor?— me habla Alisa poniendo su mano sobre la mía. No estaba escuchando en lo absoluto.
— ¿Qué?
— ¿O no que vamos a tener unas vacaciones juntos después de esto?
— Ah, si, seguro.
— ¿Ya tienen planeado a donde ir?— pregunta Aubrey.
— Aún no, pero lo que importa es que estaremos juntos — mi novia me sonríe y me le quedo mirando esa gran sonrisa. Ella lo nota y me besa.
Vuelven a sumirse en su conversación y observo a Erick, está concentrado en su teléfono, entonces me permito mirar a Aubrey. Sonríe de manera forzada mientras Alisa le habla, sé que es forzada porque ella no sonríe así, le falta esa chispa de alegría. Hoy trae un vestido blanco de tirantes que le resalta de manera perfecta sus hermosos y redondos pechos. Su cabello está suelto con ondas en las puntas y no trae tanto maquillaje.
Aparentemente, se da cuenta que la estoy mirando porque también me mira y me hace un gesto en una clara orden para que deje de hacerlo. Miro a su novio y luego a la mía, que esta señala muy entusiasmada la banda que está por tocar, y vuelvo a mirarla para guiñarle un ojo. Ella rodea los ojos y también mira la banda que está a punto de iniciar con la primera canción.
Aubrey es una mujer que sabe que es hermosa y no lo oculta ni un poco, lo muestra a todos. Tal vez eso es lo que la hace más atractiva, que sea así de confiada en sí misma.
Entonces vuelvo a mirar al enclenque que ahora pasa un brazo por sus hombros y también mira a la banda. No entiendo y creo que jamás entenderé porqué sale con él. ¿Por el dinero? No, ella no lo necesita, puede ganarse su dinero sola. Tal vez también es por la buena imagen que dan, esa de pareja perfecta de revista. Aunque también lo dudo, ella no parece ser la mujer que busca a un hombre para verse bien, parece muy capaz de ser una ejemplar sin tenerlo a él.
Llevo a Alisa a la pista de baile y nos deslizamos con la canción lenta pero alegre que la banda está tocando ahora. La beso y me sonríe, apoya su cabeza en mi pecho.
— Me siento mal por Aubrey — habla de repente mirándola. Ella está sentada, bebiendo mientras su novio entabla una conversación con unos tipos de otra mesa —. A mi primo no le gusta bailar , ¿sabes? Y a Aubrey le fascina.
— ¿Quieres que la invitemos a bailar con nosotros? — sugiero casualmente.
— No, Erick es muy celoso y pensará cosas de ti.
— Es totalmente ridículo, estoy contigo — digo cínicamente.
— ¡Lo sé! Pero él es así.
Me aguanto las palabras...o mejor dicho insultos, y sigo guiándola con el ritmo de la música lenta. Bailamos unas tres canciones hasta que Alisa se cansa y va a saciar su sed. Yo me alejo de la multitud y el ruido cuando mi teléfono vibra en mi bolsillo.
— ¿Qué tal la luna de miel familiar?— es la irritante voz de mi hermano mayor.
Sí me llamó es porque está aburrido o porque Olivia, su esposa, está irritante entonces escapa de ella.
Tengo la sospecha de que está embarazada otra vez. Cuando tuvo a Charlie, mi hermosa sobrina, era igual de irritante y exigente. Me gusta Olivia como cuñada, somos buenos amigos y sé que ama a mi hermano, además de darme a la luz de mi vida que es mi sobrina; pero cuando está embarazada se pone modo Thanos, intentando desintegrar a todos por el simple el hecho de existir, totalmente contradictorio porque es ella quién está creando sobrepoblación.
— No es una luna de miel, y va bien. Aburrida, ya sabes.
— Diug, ¿No es incómodo estar con la familia de tu novia que apenas conoces?
— No, es intolerante — me apoyo en un barandal y observo la vista a la ciudad — ¿Para que llamas?
— ¿No puedo llamar a mi hermanito para saber cómo se encuentra?
— ¿Oli está enojada contigo, verdad?
Suspira frustrado y me río por eso.
— Sí y no sé qué fue lo que hice. Estaba mirando mi novela con Charlie y Olivia pasó frente a nosotros diciendo que éramos unos holgazanes y se fue. ¿Entiendes tú? Porque yo no y Char menos que menos.
— Mhmm, pensaste en la posibilidad de que...
— ¿Es el tío Nic?— oigo la suave y tierna vocecita de Charlie a lo lejos.
— Si, es él, ¿Quieres decirle hola?— la escucho como murmura un "si" tímida — Charlie quiere saludarte — me avisa.
— Hola tío.
— Hola, preciosa. ¿Extrañas a tu tío favorito?— no puedo evitar sonreír.
— Nop, vi al tío Ty ayer — se burla la muy descarada.
— ¡Oye!— ríe a carcajadas y escucho la leve risa de mi hermano.
— Esa es mi niña — celebra.
Charlie es la niña más bromista que conozco. De verdad, siempre encuentra algo para divertirse o burlarse de nosotros. Porque si, sus padres no se quedan atrás, cada que puede está recordándole a Jordan la vez que se cayó una vez que la llevó al parque. A Charlie le gusta hacerle bullying a los demás para satisfacer su diversión. Obviamente no lo hace de mala manera y no se pasa de la raya, sus padres son buenos criandola, ella es muy educada a pesar de reírse de todos.
Me alegra que lo haga, la verdad. El día que no tenga la risa de mi pequeña sobrinita incendiaré todo el mundo para encontrar la causa de su tristeza.
— Lo siento, tío, tú eres mi favorito, te quiero, pero no le digas al tío Ty o no me traerá más golosinas.
Niña precavida.
— ¿Prometes que seré tu favorito siempre?
— ¡Lo prometo!— dice rápidamente.
— ¿Disculpa? ¿Yo estoy pintado o qué?— se queja Jordan por detrás. Me río — Yo debo ser tu favorito.
— Lo sé, papi, el tío Nic es mi tío favorito y tú eres mi papá favorito.
— No tienes otro, listilla.
— Exacto — oigo palmaditas, apuesto que le dió unas palmadas en la mejilla como si él fuera el niño ingenuo de los dos — ¡Ahhh!
— ¡Vuelve aquí, niña!— grita entre risas — A veces me da impotencia que haya sacado el lado bromista Blake.
— Oh, créeme, ella nos supera. Ahora dime, ¿Qué pasa con Olivia?
— No lo sé, Nic — respira profundamente — , tengo sospechas pero me da miedo preguntar, no quiero meter la pata si es que estoy equivocado, va a martillar mis huesos.
— Busca una manera discreta de aclarar tus dudas, creo que yo también tengo teorías por la razón de su irritabilidad.
— ¿Mi amor?— me giro encontrando a Alisa, frunce el ceño cuando me ve al teléfono — oh, no sabía que estabas al teléfono.
Le hago un gesto con la cabeza para que me espere.
— Tengo que irme.
— Está bien, cuando regreses me cuentas tus teorías. John ya tiene algunas.
— Uff, quiero saber que se inventó ese ahora. Bien, adiós, salúdame a tus chicas.
— Y tú a las tuyas — ríe burlón y no me deja replicar nada cuando oigo el pitido que me avisa la finalización de la llamada.
Niego con la cabeza y guardo el teléfono en mi bolsillo trasero, me acerco a Alisa.
— Era mi hermano, manda saludos.
— Oh, bueno, también le dando saludos — se me pega a mi cuerpo rodeando mi cintura con sus brazos —. ¿Cuándo los conoceré?
Me incomoda que siempre saque este tema. No quiero que mi familia la conozca aún, estoy arreglando mi vida adulta y no sé si ella será la oficial. Primero quiero estar seguro y luego la presentaré a mi familia.
— Algún día — respondo simplemente y entramos al salón. No quiero que siga preguntando.
///
¿Ya dije cuánto odio los aviones? ¿Si? Pues lo repito: los odio muchísimo.
Son tan inseguros e inestables. En cualquier momento podrían caer y estrellarse en el suelo o hundirnos en el medio del océano Índico, donde nada se salvaría, nos ahogaremos y después de muchos años encontrarán el avión oxidado en las profundidades del mar.
Mínimo quiero estar en un museo.
Ok, exagero, sé que exagero, pero aún así no puedo parar mis pensamientos de mi cuerpo muerto flotando en el océano. Ni siquiera voy a tener tiempo de despedirme de mi familia cuando caigamos en picada. ¡O peor! Moriré ahogado sin poder recalcarle a Tyler que soy el tío favorito de Charlie. ¡Maldita sea! Ese idiota me robará mi puesto.
Después de aterrizar en mi dulce, acogedor y seguro Londres, subimos a mi camioneta que estaba guardada en un estacionamiento seguro cerca del aeropuerto. Me encargo de llevar a todos a sus casas y luego voy a la mía.
Por fin en mi tierra segura, deposito mis maletas en mi habitación y me voy a duchar. Ni siquiera me tomé la molestia de fijarme si mi hermano menor está en casa o no.
Vivimos juntos hace unos pocos meses. Lo traje a vivir conmigo cuando me di cuenta que las exigencias de nuestro padre lo estaban atosigando en demasía, tanto que estaba afectando su humor.
Tyler siempre fue un chico muy alegre, risueño y amable, claro, dentro de lo que cabemos los Blake, era también un rompecorazones, mujeriego y fiestero; pero últimamente estaba peor. Insultando a todos, hablándole mal a todos, prácticamente le valía verga todo y todos.
Bajo a la cocina en bóxer y pantalón deportivo después de mi relajante ducha y lo encuentro sirviéndose un vaso de jugo de espaldas a mi.
— Buenas — digo, sobresaltandolo, suelta un grito poco varonil y vuelca el jugo sobre la encimera.
— Hijo de...— aprieta sus labios mientras me mira. Me río de él mientras me siento en el banquillo alto de la barra que tenemos. Noto que recién llega ya que tiene los zapatos puestos y él ama estar descalzo. Su camisa hawaiana está abierta y sus pantalones desabrochados pero no bajos —. Creí que no habías vuelto aún.
— Llegué hace unas horas, ¿Dónde estabas tú?
— Salí a comprar cigarrillos — veo el paquete en la mesa junto al casco de la moto y las llaves de ésta y de la puerta principal de la casa a un lado.
No me gusta que fume, y creía que a él tampoco le gusta hacerlo, pero sé que encuentra alivio en eso, como también lo hace saliendo de fiestas y bebiendo hasta la borrachera. Yo era tan igual a él que ahora mirándolo en tercera persona me doy cuenta lo terrible que era, de verdad, yo era mucho peor. Ni hablar de Jordan. Todos fuimos unos malditos hijos de puta en su momento. Jordan logró salir de eso gracias a su chica, ella lo encarriló sin siquiera darse cuenta. Ahora yo intento hacer lo mismo y espero que Tyler también lo haga.
Y todos estás desviaciones tienen un solo nombre: Fletcher Blake, nuestro no tan querido padre.
Veo cómo limpia la encimera y vuelve a servirse jugo. Me sirve a mi también y se quita los zapatos y medias dejando todo tirado por el suelo de la cocina.
— ¿Cómo estuvo la luna de miel con la familia Peterson?— pregunta y ni se molesta en tapar su sonrisa burlándose.
Ruedo los ojos y tomo el jugo.
— Aburrida.
— ¿Cuándo presentarás a tu novia? Mamá ya me preguntó por ella como unas cinco veces.
— No quiero apresurar las cosas, la presentaré en su momento.
— ¿Apresurar las cosas? — ríe y no lo entiendo — casi vendes tu departamento de putas por ella, Nic — comenta y bebe de su jugo lentamente.
No tomo desapercibido su comentario, tiene esa cara típica de él de "diré tal cosa para ver si te puedo sacar la verdad a punta de comentarios sutiles".
— ¿Qué?— lo miro mal, ni siquiera tengo que intentarlo, ya sé que anda de curioso. Lo conozco como si fuera mi doble.
Sonríe y deja su vaso listo para desembocar sus teorías que probablemente sean ciertas.
— Ibas a vender tu departamento de putas.
— Si...
— Pero logré rescatarlo para "muah"— se señala a sí mismo creyéndose inteligente.
El día que estaba dándole de baja a mi departamento, me descubrió y me lo pidió para él, como dije, está en su etapa de rebeldía pito flojo tres mil. Me rogó por horas sin parar hasta que cedí y le dejé el departamento a él. Si así lo tengo menos rondando por aquí, bien por mi.
— ¿Y qué con eso?
— Que dices que quieres llevar las cosas con calma con tu novia, pero ya vendiste tu departamento e....— divaga y me intriga su cara de "descubrí algo como el detective sin sueldo que me creo" — indagué, sin querer, no es que ande por ahí revisando tus cosas, eso no, para nada — dice apresuradamente — y encontré un recibo de un pago, un pago de un departamento en un edificio híper lujoso en el centro de la ciudad.
— ¿Por qué diablos revisas mis mierdas?
— Ya te dije que fue sin querer queriendo — se encoge de hombros inocentemente — estaba limpiando y por accidente tiré una pila de hojas que habían sobre la mesa y cuando las recogí lo vi. O sea, no es para tanto, puff — ríe nervioso —, no es que sea curioso ni nada...
— ¿Qué más hiciste por accidente?— respiro hondo y me froto la sien.
— Tal vez, por accidente, llamé al edificio y me dieron la información que pedí, descubrí que compraste ese apartamento...¡Por accidente!
Aprieto los dientes y no me contengo a la hora de golpearlo en la cabeza, se cubre con sus manos y se mete bajo la mesa.
— ¡Lo siento, lo siento! Me dió curiosidad — se asoma de a poco y me levanto de la silla molesto, odio que se metan en mi vida privada —. Pero, oye, no puedes culparme, tú hiciste lo mismo cuando Jordan fue poseído por el bicho romancticón.
— ¡Yo no me metí en su vida, Tyler!
— No me jodas, Nic — se asoma por completo y ríe —. Cuando nos enteramos que estaba dejando las carreras lo investigamos y ¿Te recuerdo qué fue lo que descubrimos? ¡Exacto! A Olivia siendo la razón por la cual se estaba volviendo un niño bueno — si, tal vez hayamos investigado a nuestro hermano mayor, es que él era un "me acuesto con todas" hasta que descubrimos que conoció a Olivia y esta le bajo los sumos —. Prácticamente está pasando lo mismo ahora.
— ¿Eh?— lo miro sin entender. Definitivamente, no está pasando lo mismo.
— ¡Por favor, Nic! Vendiste tu prostíbulo por tu nueva novia y compraste un departamento lujoso para vivir con ella... o bueno, eso creí al principio.
— ¿Qué crees ahora?
Abre la boca para responder pero nada logra decir cuando el timbre de la casa suena. Le hago un gesto con la cabeza y se va a ver quién es mientras yo me vuelvo a servir jugo.
Niego con la cabeza, este niño que mete sus narices donde nadie lo llama.
Lo veo regresar a la cocina con Jordan detrás, este trae a Charlie dormida en sus brazos.
— Buenas buenas — dice.
— ¿Te echaron de casa?— inquiero, enarcando una ceja.
Rodea los ojos y bufa.
— No, Oli me mandó a hacer las compras pero le estoy dando su tiempo antes de volver. Charlie se quedó dormida en el auto, voy a dejarla en tu habitación.
Tengo una habitación exclusivamente para Charlie, siempre bromeamos con que cuando ella sea grande vendrá a vivir conmigo porque no quiere estar con sus padres, dice que son muy empalagosos.
Además, soy su tío favorito, me ama.
Al rato vuelve y se deja caer en el banquillo que antes estaba yo, Tyler le pasa un vaso y le sirve jugo.
— ¿Y bien, que cuentan?
— Estábamos hablando del enamoramiento de Dominic por su nueva novia — comenta Tyler simplemente.
Jordan casi escupe el jugo, se limpia la boca y me mira mientras ríe.
— ¿Enamorado? ¿Tú? Si, claro.
— Yo nunca dije...
— Tampoco lo creemos, eh — se apresura a decir Tyler volviéndose a sentar — tengo una teoría, ¿Quieren oírla?
— No — digo rápidamente.
— ¡Si!— salta Jordan entusiasmado.
— Bien, escucha, Nic, dejó su departamento prostituto, compró uno híper fino, yo creía que era para su novia y que vivirían juntos y esas cosas de novios, pero me surgió una duda.
— ¿Cuál?
— Esta casa — abre sus brazos señalando a su alrededor —, tiene esta casa para vivir con ella y dije "oww, me dejará esta enorme casa para mí, su hermano favorito y guapo y él se irá"— rodeo los ojos y Jordan hace una mueca celoso —, pero luego recordé que Nic no es tan generoso y antes de dejarme aquí me mandaría al chiquero del antiguo departamento suyo. Así que mi teoría es que es híper fino nuevo departamento no es para su novia, es para...¿Ti mismo? ¿Has querido dejar de decirle a tus ligues de una noche que no eres pobre, sino híper rico?
— ¿De donde sacas tantas conclusiones?
— Soy un buen detective — mira a Jordan — ¿Tú qué dices? ¿Crees que ahora tiene aires de grandeza y quiere hacerse pajas en lugares con buena vista?
Jordan ríe muy divertido con la situación y niega con la cabeza.
— No creo que el nuevo híper fino departamento sea para él sólo, Ty.
Tyler me mira curioso con los ojos entrecerrados.
— ¿Entonces si estás enamoradito de tu novia y van a vivir juntitos como una parejita híper feliz?
— No y deja de usar la palabra híper.
— ¿Entonces?
— Entonces, no es para la novia que tiene ese departamento, Ty, es para su amante — le dice Jordan, provocando que los ojos de Tyler se abran enormes por la sorpresa —. Tenía mis sospechas, pero ahora lo confirmo. ¿Te tiras a Brey, cierto?
Estos dos cuando se juntan parecen un dúo de viejas chusmas del barrio. Lo peor es que todas las conclusiones y teorías siempre terminan siendo ciertas.
— ¡Oh, cielos! ¿Como no lo vi antes?— exclama Tyler sorprendido —. Esperen, esperen, ¿Quién es Brey? ¿Es famosa? Debe serlo si tuviste que cambiar de pantano a palacio para cogertela.
Me froto los ojos, implorando paciencia a todos los santos.
— No es famosa, pero si merece ese cambio de sitio — le aclara Jordan.
— ¿Y tú qué sabes?— lo miro mal.
— Se nota que Brey es una chica de bien, Nic, no puedes solo llevarla a ese lugar que tenías antes.
— ¿Cómo lo supiste?
— Era obvio que el día de la fiesta no habías ido a tomar aire, apuesto que algo pasó entre tú y Brey, seguro en el baño, y luego tuve aún más sospechas cuando me pediste llevártela a tu departamento.
— ¿Ya la conoces? — le pregunta Tyler.
— Sí y tú también, es su ex, ¿recuerdas a la sexy de la preparatoria con la que salió, la rubia culona?
— ¿Tanto la miraste?— me cruzo de brazos, enarcando las cejas, pero ambos me ignoran.
— ¡Oh, si! La recuerdo, no salieron mucho pero fue una de las mejores — sonríe a la nada como si estuviera recordándola —. Ella me regaló un videojuego de pelea en mi cumpleaños, fue la primera en regalarme algo y a penas se había enterado ese mismo día que era mi cumpleaños, pero aún así fue y me compró algo para mí...— suspira y no me gusta esa sonrisa soñadora que tiene — debo decir, hermanito, que tu novia de la escuela fue mi crush.
— ¿Disculpa?
— No puedes culparlo, Nic, Brey era hermosa, bueno, lo sigue siendo — lo defiende Jordan.
— ¿La has visto? ¿Cómo está?
— Bien, está...muy bien. El otro día le invité un café, hablamos un montón, siempre está con cara de odiar a todos pero es muy graciosa y habladora cuando entra en confianza.
— Mhmm— gruño — ¿Podemos dejar de hablar de mi ex?
— Quiero saber de ella, Nic, no seas egoísta.
— Soy egoísta cuando de ella se trata, así que mejor cambien el tema de conversación — digo firme — Dime, ¿Cuidaste a mis mascotas bien?
Ambos bufan y blanquean sus ojos en un gesto que si los viera otra persona se daría cuenta al instante que somos hermanos.
— Los cuidé perfectamente, deben estar en el jardín, raro de ti que aún no hayas corrido a verlos. Son como tus hijos.
Iba a hacerlo pero estos se pusieron a investigar mi vida.
— ¿Papi?— una Charlie adormilada y desorientada entra a la cocina, se frota un ojito con su mano mientras soba su nariz, parece haber llorado, siempre lo hace cuando se levanta y no ve a nadie conocido.
— Mi oruguita, aquí estoy — Jordan se gira en la silla y abre sus brazos para recibirla.
— Hola tíos.
— Hola, preciosa — le guiño un ojo y se sonroja mientras se acurruca en el pecho de su papá.
— Hola, calabacita, te has dormido una larga siesta, eh.
Sonríe tímida.
— Bueno, — Tyler me mira — ¿Cuando traerás a Brey? Quiero verla.
— Luego — me acerco a Charlie estirando mis brazos a ella —. ¿Quieres venir con tu tío favorito?
Ella sonríe y extiende sus brazos hacia mi. Miro a Tyler con altanería, este tiene la boca y ojos bien abiertos.
— ¡Traidora! Me has dicho que yo era tu tío favorito— se queja y ella es ahora quién abre sus ojos enormes, decide no venir conmigo y quedarse en el regazo de su papá, quién intenta no reír.
— ¿Le dijiste eso a él?— finjo estar ofendido— Me lo habías prometido, Char, yo sería tu tío favorito.
Ella intercambia miradas entre los dos nerviosa, veo como toda su carita de niña se vuelve rosada. Mira a su papá buscando una salida pero él solo quiere explotar de la risa. Entonces ella ríe nerviosa y toma la muñeca de Jordan para ver el reloj.
— Uff, mira, papi, ya falta poco para nuestro programa de cocina, deberíamos irnos — baja de un salto y se estira lista para huir.
Miro a Tyler y ambos contenemos nuestra risa, sabemos que ella no sabe ni qué hora es porque no sabe leer el reloj.
— Aún faltan...
— Que ya es tarde dije — masculla con los dientes apretados — vámonos.
— De acuerdo, de acuerdo.
Charlie viene a mi dando brinquitos y me inclino hacia adelante para que bese mi mejilla.
— Adiós, tío Nic — da los mismos brinquitos hasta Tyler y hace lo mismo, besándole la mejilla — adiós, tío Ty.
Entonces da media vuelta y se va de la cocina rápidamente. Vaya que esa es una buena manera de huir.
Jordan se permite reír y palmea los hombros de ambos.
— Ay, hermanitos, no se cuando fue que pasamos de ser unos catadores de vaginas a estar dominados por una niña de seis años — busca sus llaves y camina a la salida, pero antes de salir se gira y nos apunta con su dedo —. Y sólo para aclarar, yo no miro programas de cocina.