❝ UN DESCANSO ❞
TOMÉ UNA DE LAS FRESAS DE LA CANASTA PARA LUEGO GIRARME A LOS CHICOS. Después de todo el desastre, Alice exigía que necesitábamos un descanso de todo lo sucedido, así que aprovechando el día de la nieve que empezaba a caer, nos fuimos a uno de los prados así disfrutar antes de que todo este inundado en nieve.
- Mamá es la única que no brilla - Carcajeó Jasper, mire a los presentes notando que todos brillaban como diamantes
Mire a Jasper que estaba entrenando con Emmett, quien intentaba en vano derribarlo, a Alice que trenzaba el cabello de Rosalie mientras esta misma hacía unas lindas coronas de flores. Los cuatro brillaban bastante por el sol, haciéndome entrecerrar los ojos debido a que no podía verlo por demasiado tiempo.
- Eso es porque no soy una bola de discoteca, pequeños - Me burle riendo pero ellos se indignaron aumentando mi risa
Mire a mi costado donde estaba Carlisle leyendo, bastante concentrado, el libro de Pietro. Casi parecía dentro de una burbuja por la intensa atención que le prestaba a ese mundo nuevo de brujería que estaba conociendo, más que nada en pociones. Sonreí notando como brillaba con misma fuerza, tan sorprendente.
Era como si sus ojos dorados se iluminaran diez veces más, su pálida piel se veía translucida por los brillos que emanaban, mostrando leves reflejos por el sol que parecían exparsir pequeños arcoiris. Aún así, con esos diamantes incrustados en su piel, sus labios parecían tomar más color, dándole un rosa tentador.
- Se te cae la baba - Escuche entre toses falsas, me giré para ver a Pietro haciéndome dar un salto. Ahora fue el turno de los chicos de burlarse
- ¿Cuándo llegaste? - Pregunté confusa, pero con un ligero rubor por Carlisle que había levantado la vista del libro cuando escuchó a mi hermano
- Llegamos - Corrigió Edward recostandose con la cabeza sobre el regazo de Rosalie que rodó los ojos pero no lo apartó
Me gustaba ver como su relación se había arreglado, además de ciertamente fortalecido, estaba orgullosa de saber que habían podido arreglar las cosas sin gritar de por medio y vuelto a ser esos hermanos, incluso aquellos que nunca fueron o llegaron a ser.
- Llegamos - Dudó Pietro meneando su cabeza - Un segundo antes de que te le quedes mirando como adolescente hormonal a Carlisle
Frunci el ceño enojada, haciendo brillar mis ojos que de seguro estaban opacos por el rubor rojizo que adueñó mi rostro, pero Pietro no se quedó atrás y sonrió burlón tornando sus ojos de su celeste eléctrico. Comenzando una guerra de miradas.
- Al menos yo no salgo con un adolescente que es la ex pareja de mi tatara tatara sobrina - Me burle y él apagó sus ojos para rodarlos desapareciendo en un segundo de nuestra vista
Los chicos se rieron avergonzando también a Edward que se tapó con su brazo, impidiendo que su piel brille en el rostro. Me giré para ver a Carlisle que ya tenía su mirada en mi con una sonrisa. Sonreí algo avergonzada. Alice, de repente, dejó de jugar con el cabello de Rosalie para tomar el libro en manos de Carlisle y sonreír mirándonos.
- ¿No quieren ir a dar una vuelta? - Preguntó con la risa de Edward sonando en volumen bajo
- De acuerdo - Conteste aún que sonó más a una pregunta
Carlisle se levantó viendo algo confuso a su hija pero me tendió la mano ayudándome a reincorporarme, en un suave movimiento moví mi mano sin separarla de la suya y entrelazar nuestros dedos, sonriendo tiernamente por el vuelco de emociones del rubio.
- No hagan... - Iba a advertirles pero se escuchó un impacto como si de dos rocas gigantes acabasen de chocar
Mire a Pietro que le sonreía burlón a Jasper y Emmett que estaban en el suelo quejándose de las grietas que se les acababa de formar en el cuerpo. Suspiré cansada viendo a mi hermano que sonrió inocente encogiendose de hombros.
- Desastre - termine - Por favor, no se maten - Mire más que nada a Jasper y Pietro, tenían una rivalidad por ver quien era mejor en combate cuerpo a cuerpo, lo que se extendía a niveles bastantes elevados
- De acuerdo, mamá - Contestaron los vampiros, logrando la leve risa de Carlisle. Mire al platinado que asintió rodando los ojos
- Si sienten humanos, se esconden - Terminó Carlisle antes de girarse para caminar, llevándome por nuestras manos entrelazadas
Su tacto frío se sentía como fuego ardiente, pero un calor cómodo, algo que me provocaba miles de sensaciones que parecían nunca desaparecer. Caminamos hasta adentrarnos en los árboles en un silencio cómodo, mi mente divagó en los pequeños copos que caían casi imposibles de ver, anunciando que en dos días es posible que ya estuviera todo rodeado en nieve.
Con eso traería la Navidad.
- ¿Melanie? - Me di cuenta que frene al pensar en el festejo navideño - ¿Qué sucede?
- ¡Se acerca la Navidad! - recordé empezando a caminar pero con una sonrisa radiante, viendo que Carlisle sonreía con ternura - Ustedes no deben de festejar la Navidad ¿Cierto?
- Dejamos de lado algunas tradiciones, normalmente sólo nos encerramos hasta que las fiestas pasen, ¿Por qué? ¿Planear algo para las fechas? - Preguntó algo curioso, incline mi cabeza caminando vacilante
- Nunca tuve una Navidad normal, pero pensaba en hacer alguna pequeña tradición, además de que ahora está Pietro y quisiera festejarlo con él. Si no les gusta festejarlo, podemos ir con Charlie - Propuse al pensar en que tal vez para ellos no era lo mismo
No importase cuando, si tuviera cinco, diez, quince o veintiuno, la Navidad es un festejo que siempre me gustó, no hacíamos grandes cosas, pero recordar cuando a los doce obligaba a Charlie a usar sueteres a juego y hornear galletas para festejar Navidad era algo que me traía alegría. Recordar cuando él a penas empezaba a salir con René y para ganarse mi aprecio se dejaba maquillar como reno.
- Nos encantaría tener una navidad - Interrumpió sonriendo, lo mire elevando las cejas - Melanie, la Navidad es una linda tradición, a Emmett le encanta e incluso llega a decorar la casa entera en fiestas a pesar de que no la festejemos. Sería lindo tener una Navidad común, algo normal
Sonreí emocionada, Carlisle imitó mi gesto para colocar una de sus manos sobre mi mejilla, subiendola con suavidad hasta quitar un mechón para ponerlo detrás de mi oreja. Puso su mano de nuevo con suavidad subiendo la otra para tomar mi rostro y acercarse.
- No sabes cuanto me encantas - Dijo en voz baja
Sonreí sin poder evitarlo, acercándome a unir nuestros labios en un beso tierno. Una de sus manos bajó a mi cintura y yo subí las mías hasta su cuello, abrazandolo sobre sus hombros. Su roze tan cuidadoso hacía que mi cuerpo se estremezca. Me separe cuando necesitaba un poco de aire.
No quería separarme, no quería alejarme.
Volví a acercarme por otra dosis de sus adictivos besos, sintiéndome sin aire cuando me alejaba pero no podía parar, eran una droga que empezaba a hacerme adicta. Subi mis ambos a su cabello acariciando sus mechones rubios mientras retrocedía un poco torpe hasta sentir el tronco de algún árbol en mi espalda. Mis manos bajaron acariciando su pecho, una de las suyas subió para tomar mi mejilla mientras nos volvíamos a separar.
- Los chicos están... - Balbuceo nervioso
- Ocupados - Negué viendo sus ojos que del dorado del sol se tornaban levemente un dorado oscuro tirando a marrón
Su mano se movió centímetros y con su dedo pulgar acaricio mi labio inferior, se acercó lentamente volviendo a besarme. Las cosas se hubieran subido de tono si no fuera porque deje de sentir a Carlisle. Abrí los ojos confusa.
Ay no.
Mire a los lados confundida, notando el patio trasero de la casa Cullen, estaba todo decorado de una manera impresionante, los árboles tenían listones blancos rodeandolos, de sus ramas colgaban cristales blanquesinos. Había una larga alfombra blanca en medio con sillas a sus lados de mismo color, mire debajo para ver si mi traje aparecía.
Pero en cambio sólo había un vestido blanco. Mire a mi lado al sentir un roze, Pietro estaba con su brazo entrelazado al mío y con una sonrisa.
Volví a alzar la mirada, las sillas ahora estaban ocupadas por los Cullen, la manada, el Consejo y su familia, René, Charlie, Phill, Bella estaban sentados en ellas también, incluso Tobi estaba sentado sobre una almohada. Mire directo delante.
Carlisle con un traje.
- ¿Melanie? - Pestañee varias veces acostumbrandome al cambio de escena repentino, mire al rubio que me veía preocupado
Eso fue una visión algo diferente.
Siempre eran de peligro, de Isabella en problemas o causados por ella, tener una visión pacífica donde sólo había sonrisas no era algo a lo que acostumbraba. Sentí un revoltijo en el estómago pero sonreí.
- Nada - Negué con un ligero rubor al pensar en esa imagen de él con un traje elegante y una sonrisa brillante
- ¿Segura? - Tomó mis manos dándoles un suave apretón
- Segura
Volví a acercarme para darle un suave beso, menos lujurioso que los anteriores, justo cuando un carraspeo se escuchó. Miramos al costado donde estaba Emmett con Rosalie con una sonrisa burlona.
- Lamento interrumpir, pero debemos volver, Alice vió que Emily iba a pedirte que vayas - Avisó y asentí tomando la mano de Carlisle firmemente para caminar de vuelta
¿Qué querría Emily?
Baje de mi motocicleta, colocando el casco sobre el asiento para girarme a la casa de Emily y Sam. Hacía bastante que no pasaba por la reserva, mucho menos por el hogar que a principio me había abierto las puertas para pasar increíbles tardes inundadas en risas.
Emily estaba junto a Kim allí ya, inclusive estaba Rachel Black. La primera en correr a abrazarme fue la segunda nombrada, que saltó haciéndome caer mientras reíamos, la abrace con fuerza escuchando sus incoherencias.
- Te juro que deje a Jared durmiendo en el sofá por una semana, no podía creer que no haya dicho nada - Se aferró a mi cuello por lo que tuve que hacer un esfuerzo para respirar
- También te extrañe, Kim - Murmuré - Pero necesito respirar
Ella se disculpó levantándose, ayudándome para reincorporarme también. Mire a Emily que me sonrió antes de acercarse más lento para abrazarme con fuerza, besó mi mejilla antes de separarse pero tomando mis manos.
- Sam no tuvo sexo por dos semanas, estaba castigado por lo que te dijo - Avisó haciéndome carcajear, me voltee a la chica Black que me abrazó
- Tanto tiempo sin verte, Melanie. Pero siendo nombrada cada dos segundos - Nos separamos riendo un poco - Todo el mundo odio a Sam por días
- Nadie puede vivir sin su mamá Melanie - Objetó Kim
- Ya, ya estoy aquí. Solucionamos las cosas - Tranquilice abrazando de lado a la impronta de Jared para caminar dentro de la casa - ¿Para qué me necesitaban?
- Varías cosas, lo primero es que te extrañabamos - Habló Kim sin soltarme
- Lo segundo, que queríamos cenar contigo antes de Navidad, suponemos que lo vas a pasar con tú galán y su familia - Terminó Emily sonriendo pícara
- Los chicos ya nos dijeron lo posesivos que son los chicos con su "mamá" - contó Rachel curiosa - ¿Así que ya eres matriarca de una familia legalmente?
- ¿Qué? No, no, ellos me dicen así por cómo la manada me llama así - Negué riendo algo nerviosa
- ¿A caso no estás con Carlisle? - Preguntó Emily frunciendo el ceño - Los chicos dijeron que el gruñó posesivamente, además de que saben que eres su ¿Compañera? ¿Así se dice?
- Si, compañera - Asentí sentándome sobre la barra - Y si lo soy, estamos saliendo pero no casados - Negué riendo, pero no podía evitar recordar la visión que había tenido en el día
- Oh, oh, conocemos esa mirada - Señaló Rachel - ¿Vamos a tener una larga noche de chicas? - Preguntó de ante mano sonriendo emocionada
Las mire dudosa pero ellas se miraban cómplices.
- ¡Noche de chicas!