Pov's Autor
Había pasado una semana desde que Daka, decidió terminar su relación con Murdo. No dio demasiadas explicaciones al respecto, mucho menos la oportunidad de entender el por qué había tomado tal decisión ¿Era algo que le nació de un día para otro? Sí.
Mihai y Elvira nunca despreciaron a Murdo, solo les parecía alguien demasiado experimentado para su hija, pero con el paso del tiempo y las muestras que el vampiro tenía para con Daka, les hizo darse cuenta de que la amaba. Por eso también estaban desconcertados con el cambio que su hija había tenido, es más, no solo tuvo un radical cambio de emociones, también su personalidad había cambiado un poco. Si bien, la chica no era más alegre o expresiva je Sylvania, ahora era mucho más seria y por todo se irritaba, todos pretendían que era por la ruptura con su novio, aunque tampoco avalan esa teoría del todo.
— No lo se, creo que nuestra hija necesita ayuda - Declaró el patriarca de la familia. Su sentido vampiro le hacía tener esa responsabilidad para con Daka.
— Creo que debemos darle más tiempo, ya no es una chiquilla. Está en proceso de ser una joven adulta y tomar decisiones es parte de ello - Repuso Elvira, se sentó al lado de su esposo y tomó su mano. — Murdo me agrada y mucho, pero si Daka, tomó esa decisión debemos respetarla.
Mihai asintió y dio el punto de razón a su esposa, aunque no estaba nada conforme, los vampiros tenían una intuición pero esta vez quería darle el beneficio a las palabras de su mujer, sus hijas debían tomar sus propias decisiones y ellos debían hacer lo que en su momento hicieron con las mellizas, pero esta vez con Franz. Su pequeño hijo, que ahora tenía cuatro años. Elvira regresó a ver hacia el jardín y rió un poco, a lo que su esposo regresó a ver a la misma dirección. Tenían a su pequeño hijo, jugando con la pequeña hija del Sr. Kombast.
— Sí, creo que debería preocuparnos emparentar con el vecino - Soltó cómicamente la madre del semi vampiro.
Ambos regresaron a verse y reír nerviosamente, esa posibilidad no se veía tan lejana, después de todo estaban creciendo juntos y en el mismo entorno.
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Mientras en la cabaña de los Darko, estaba una rubia sollozando mientras su atención estaba centrada en el que consideraba el amor de su vida, Ryan. Su mano estaba sosteniendo el hombro del contrario, evitando que se marchara, necesitaba una explicación sobre lo que acababa de suceder.
— Ryan...por favor, hablemos - Hizo una pausa para tranquilizar su llanto. — Te amo, no quiero que esto termine aquí, te lo suplico. - Se acercó para besarlo, pero unas manos la rodearon y lo impidieron.
El chico con expresión de irritabilidad la alejó sin contemplación, la estaba tratando tan distinto a cuando se conocieron. — No. Tu familia será un problema si me quedo contigo, además eres una niña a pesar de tus siglos. Yo encontré algo mejor, algo que me complementa y por suerte mía, no eres tú. - Exclamó con las palabras más frías y calculadoras que Irina, alguna vez escucho.
La chica sintió como si su corazón palpitara, aunque no fuera posible. Bajo las manos y las lágrimas brotaron sin control, dejó que aquel a quién amaba, se marchara. Ella se quedaría con el corazón roto por esa ruptura y también con el paquete de haber huido con alguien que solo había querido jugar con sus sentimientos, pero también se sentía impotente, quizá él tenía razón en que su familia la había sobreprotegido y hecho una tonta mimada. Solo vio como se fue el vampiro, también sintió como llegó su hermano y vaya que tenía muchas cosas por reclamar.
— TE ODIO, ¡POR HACERME VENIR A ESTE LUGAR RYAN TERMINO CONMIGO! - Gritó eufóricamente con enojo.
— Baja ese tono de voz y es lo mejor que te pudo pasar. Ryan es un idiota, él solo quería vengarse de mi...
Irina frunció el ceño, no tenía idea de lo que su hermano estaba diciendo.
— ¿De que hablas? Tus mentiras y obsesión estupida por separarme de Ryan, llegaron demasiado lejos.
— Hermana, Ryan está enamorado de Daka. Fue por él y Agatha, que casi nos perdemos. Entiende, solo quería jugar contigo y yo mismo te lo dije. - Aclaró el muchacho.
La vampiresa negó y entró a la cabaña, todo le estaba pareciendo una verdadera estupidez. No daba crédito a tales palabras, la persona de la que se había enamorado, no era así. Ella se encargaría de demostrárselo a todos.
Por otro lado, Murdo estaba pensando en que hacer para acercarse a Daka, ella le había pedido no verlo más. No sabía que había hecho mal, pero no daría su brazo a torcer, necesitaba hablar y entender que los había separado. Quería hacer entrar en razón a su hermana, pero en esos instantes no habría palabra que hiciera a la chica cambiar de opinión, así que tomó la decisión de ir a buscar a su media vampiro.
Pov's Murdo
Una parte de mí quería volver a Vitonia, necesitaba unos días para comprender ese comportamiento de Daka y quizá dejar que sus sentimientos se aclararan, sería algo bueno, pero mi insistencia era aún más fuerte. No se que había hecho mal. Tal vez hablarle en ese tono en el festival, no fue lo ideal pero no lo consideraba algo para terminar de la nada.
Aterrice en el techo de la familia Tepes, no era lo correcto pero quería hablar sin sentirme presionado.
Con cuidado descendí por una de las ventanas, observé hacia el área donde Daka, dormía pero no estaba. Supuse que había salido con su hermana, pero me lleve una sorpresa al estar despistado haciéndome preguntas sobre dónde estaría ella. Frente mío estaba Sylvania, mirándome con desaprobación por estar espiando de esa forma y aunque me había pillado, no me delato, me hizo una señal para que me hiciera a un lado, así ella abriría la ventana para dejarme pasar.
— Murdo, no debes estar aquí.
— Se que Daka me pidió tiempo pero...- No pude terminar ya que Sylvania me interrumpió.
— No, me refiero a que ella no está aquí - El rostro de mi ahora no cuñada, estaba algo tenso.
— ¿Dónde está? - No sabía el por qué, pero hasta miedo tuve de preguntar.
Apenas me dijo el posible lugar donde estaba mi media vampiro, salí hacía las vías del tren. Sabía que ese lugar era especial para ambos, ahí tuvimos uno de nuestros primeros encuentros y debo admitir que el que esté ahí, me da esperanza, quiere decir que sus sentimientos aún siguen latentes por lo nuestro y no hay nada que me haga más feliz que eso. Debía saber por qué simplemente decidió dejar nuestra relación, si aún teníamos algo por lo cual debíamos luchar.
Pronto pude percibir su aroma, inconfundible y que se había quedado grabado en mi; me detuve justo unos cuantos metros antes de llegar y la observé sentada sobre el techado, regreso a verme, por supuesto que me había detectado. Le dediqué una tenue sonrisa y ella solo asintió, eso no me daba una buena señal pero al menos podríamos hablar sin que alguien nos interrumpiera.
Me acerqué y me senté a su lado, dándole su espacio para no abrumarla.
— Hola - Le dije para empezar amenamente.
— Hola - Me respondió tranquila, hizo una pausa y nuevamente se dirigió a mi. — ¿Qué haces aquí?
— ¿Qué hago aquí? - Dije irónicamente. — Daka, necesitamos hablar, la forma en que terminamos no es correcta...no me resigno, se que tú tampoco y si algo o alguien te amenazo, dímelo y podremos solucionarlo.
En esos momentos mi propósito era averiguar cómo podíamos solucionar lo nuestro, nada me importaba más que eso y no me iba a marchar hasta lograrlo.
— No, nada de eso. Murdo, basta. Acepta mi decisión - La vi levantarse, se quería ir, pero yo no lo iba a permitir.
— No puedo aceptarlo, no me das una verdadera razón - Dije al mismo tiempo que la tomaba entre mis brazos y la besaba. Sin embargo, lo único que recibí fue un golpe en la mejilla, estaba desconcertado.
— No quiero tenerte cerca, me di cuenta de que no te amo - Me dijo con una tranquilidad, con seguridad y sobre todo con una decisión que no entendía.
Me miró de reojo y salió volando apenas se sintió liberada de mi. Me quede petrificado, ella no me amaba. Me lo había espetado con tanta tranquilidad que esta vez si me convenció, pero ahora yo buscaba una razón para que me dijera el por qué dejó de quererme de un día para otro. Tan solo unos minutos después salí volando en su búsqueda, podría alcanzarla, ella no era tan veloz y quizá hasta pudo haber hecho una parada para no ser detectada por mi. Por eso tenía que ir atento, tanto en aire como divisando la tierra y sí, la vi. Tuve que descender para poder asegurarme de que no era una pesadilla o mala broma.
Frente mío tenía a Dakaria, una que realmente no reconocía por cómo estaba actuando, abrazada de Ryan. No era un abrazo amistoso, era algo romántico, tal como ella me abrazaba cuando buscaba mi cariño pero esta vez no era yo. Sentí como la decepción crecía cada vez más, la rabia y la impotencia y aún así, solo pude pronunciar su nombre para evidenciar mi presencia.
— Daka...
Compartimos miradas, la mía llena de emociones afligidas y las de ellos, no podía descifrarlas por el momento. Era como si todo se hubiera congelado.
¡Hasta aquí el capítulo!
Hola mis bell@s lectores, apenas estoy retomando este fic y por eso, esta semana les he puesto dos capítulos. Creo que estaré actualizando una o dos veces por semana, dependiendo como vea va la audiencia, recuerden que sus comentarios y estrellitas motivan mucho✨
En cuanto a la historia...¿Por que creen que Daka dejó de amar a Murdo? Ryan se podrá haber salido con la suya, pero aún hay mucho por descubrir.
AXHIO!