Mateo.
Las cosas estaban complicandose un poco, Cielo había días que se rehusaba a tomar los antidepresivos, alegando que no le hacían nada.
Varias veces me senté horas a hablarle para decirle que faltaba poco para que le hicieran efecto, tardaban entre cuatro o ocho semanas y recién vamos dos, tenía que tomarlas si o si.
― Mateo ― Se quejó con la pastilla y el vaso en mano.
― Eva, ― Ladeé la cabeza, hace diez minutos que estoy intentando convencerla ― Por favor, ya lo hablamos, si no las tomas, el tratamiento es más largo, dale.
Suspiró y se la tomó de mala gana, me extendió el vaso ya vacio ― ¿Contento? Ya te podes ir.
Se sentó en su cama mientras se cruzaba de brazos ― ¿Eh? ― Dije confundido, me arrodille a su altura.
― Venís sólo para hacer de enfermero, ya sé que estás acá para vigilarme, no soy tarada ― Abraza sus rodillas contra su pecho.
― ¿Eso pensas de mi Eva? ¿Por qué?
Bufó por la nariz ― Porque nadie se quedaría tanto tiempo con alguien así, sabiendo que es un desgaste emocional para un mismo.
― Yo si, ¿Sabes por qué? Porque te quiero mucho, más de lo que vos te imaginas y quiero que estés bien, no es fácil pero te juro que va a valer la pena todo lo que estás haciendo, sos muy fuerte.
Sus ojos se cristalizaron ― ¿Me abrazas? ― Murmuró.
Sonreí apenas ― Obvio linda, vení ― Me acerqué a ella y la atraje hacia mi sentándome en la cama, ella puso su cabeza en mi pecho.
Rió apenas ― Te late re rápido el corazón ― Comenta y me pongo rojo.
Cielo me gustaba, lo cual no es un secreto, ya no la veo como una amiga. A estas alturas quiero que este bien porque daría mi vida por verla feliz el resto de la suya.
― ¿Qué queres que hagamos hoy? Te puedo cocinar si querés ― Le sonrío corriendole un mechón de pelo de la cara y hace una mueca.
― Quiero estar sola hoy, ¿No te enojas? ― Me descolocó un poco su respuesta ― No sé, quiero ― Respiró hondo ― Pensar un poco, no sé, estar un rato con mi cabeza, que sé yo.
Dejé un beso en su frente ― Está bien, yo tengo que ir a ayudar otra vez al gimnasio pero estoy cerca, te voy a mandar así que contéstame porque sino te tiro abajo la puerta ― La miro divertido.
― Bueno exagerado, te contesto, tranquilo.
― ¿Me lo prometes? ― La miró directo a los ojos.
Rió apenas y entrelazó su meñique con el mío, así prometía ella, como una nena chiquita ― Te lo prometo, andá, chau Palacios ― Se para y me apura, yo río siguiéndola y pasando un brazo por sus hombros.
― Ya me vas a extrañar gila, espera una horita nomás y me vas a estar llamando ― Llegamos a la entrada donde abre la puerta y salimos.
― Si si, claro.
Abro la reja y bajo a la vereda, al haber un escalón, ella queda casi de mi altura, es muy bajita ― ¿Vas a estar bien?
Rodó los ojos ― Si Mateo, no me va a hacer mal estar sola un día, mejor, así me acostumbro.
Me mordí el labio mirándola ― No sé para qué te querés acostumbrar a estar sola si siempre voy a estar para vos pero bueno, ya me voy, te quiero ― Dejé un beso beso su mejilla y la abracé.
― Yo también te quiero, mucho, nos vemos ― Dice y se separa de mi mientras yo caminaba para atrás hasta mi casa, tenía que ir a buscar mi mochila y ya me iba.
― Te voy mandando, acordate.
― Si Palacios, volá.
Me la quedé mirando antes de entrar a mi casa ― Te quiero Eva, posta, muchísimo y sos una mina hermosa, acordate siempre de eso, por dentro y por fuera ― No esperé su respuesta, sólo entré.
― ¿Por qué estás rojo? ― Dice Emi sentado en el sillón.
― Por nada ― Digo agarrando mi mochila del perchero.
― No sabía que ahora a Cielo le decíamos nada, pero bueno ― Pendejo atrevido.
No le presté atención y volví a salir de mi casa, yendo al gimnasio.
Mientras pensaba en que podía hacer el día de hoy sin Cielo, pensé en mis amigos, les voy a decir que hagamos algo hoy que seguro todos pueden.
Mientras iba metido en mis pensamientos, llegué a mi trabajo, y noté que Guille, el dueño del lugar y Lorenzo, otro instructor de boxeo, estaban lijando la pared del lado de afuera del lugar, otra vez.
― ¿De vuelta? ― Les pregunté acercándome y el primero de los dos me miró.
― Hola, Mateo, ya sé que vamos a hacer con esa pared, lo más obvio ― Se toca la cien ― Pintar algo, pero necesito a alguien de confianza que sé que va a hacer un mural zarpado.
Se me prendió el foco al instante.
― Yo conozco a alguien ― Digo rápido y los dos me miran interesados ― Es alta artista, se llama Cielo y ya hizo un mural buenísimo, lo está terminando casi, es amiga mía.
― ¿Sola? ― Pregunta Lorenzo.
― Yo la ayudé solo a pintar dos o tres veces pero al piba tiene experiencia, le digo que te haga un boceto más o menos y vos ves, ¿Querés Guille?
― Más vale, decile que obvio le voy a pagar, es un re laburo y la pared esa es grandisima, va a estar un rato largo.
Asentí ― Si, cualquiera cosa yo la ayudo, o les digo también a mis amigos que nos ayuden a pintar, es una boludes, pero lleva su tiempo.
― Obvio, el tiempo que sea necesario, además le daría una mejor fachada al lugar, y si me gusta, hacemos uno adentro, ¿Qué decís?
Sonreí ― Perfecto, yo arreglo con ella y te digo.
― Dale, ahora vení a ayudarme adentro con algunas cosas.
Cielo.
Estaba haciendo un postre de chocolate ya que estaba algo aburrida, y cuando lo terminé, miré la hora. Las seis de la tarde, Mateo ya estaba en el gimnasio dando boxeo.
Lo extraño, no es sorpresa para nadie.
Para matar el tiempo un rato más, agarré mi celular, auriculares, cuaderno y una lapicera, y subí a la terraza.
Conecté la música poniéndola a todo volumen mientras dibujaba flores en el borde de una hoja. Después empecé a hacer garabatos y terminé haciendo un retrato, estaba tan concentrada en el que cuando empezó a tomar forma fue cuando me di cuenta que estaba dibujando a Mateo.
Dejé el dibujo a un lado y me pasé las manos por la cara.
¿Qué me estás haciendo Palacios?
Mi psiquis cada día estaba peor, mi salud mental caía en picada, y solo yo lo sabía, ¿Era posible estar tan rota por dentro y enamorarse igual?
Una vez escuché que si alguien a quien amas está pasando un mal momento, uno ama por ambos en esa situación, ama el doble para llenar ese vacío temporalmente.
Pero ¿De que sirve si uno está apagado todo el tiempo, en automático?, ¿Condenas a esa persona a amarte intensamente toda la vida solo porque si? Yo no quiero eso.
Lo veo a Mateo y pienso en cómo sería él cuando está enamorado, cómo actúa frente a quien le gusta, si es de esos chicos super cariñosos que te miman y te besan todo el día, de los detallistas y tiernos.
Varias veces me lo quedé mirando como estúpida.
Siempre sonreía, vivía en su mundo, si es un poco torpe pero es super atento con todo el mundo, sabe que decir, cuando callar y cuando hacerte reír, sabe sacarte el aburrimiento y si es necesario te bajaría la luna sólo para ver feliz a alguien.
O por lo menos eso me demostraba a mi.
Tierno pero tímido, a veces se pone rojo de la nada y sigo intentando descifrar el porqué. Amaba sus abrazos, y cuando me acariciaba el pelo, también cuando me miraba a los ojos, sus ojos oscuros me traen una paz indescriptible y si los ojos son más ventanas del alma, Mateo tiene el alma más pura que conocí.
Pero ya me fui por las ramas, Mateo me gustaba pero no podía declarme ante él porque pueden haber sólo dos posibilidades.
La primera, que me rechace y me deje de hablar.
Y la segunda pero la más imposible, que el sienta lo mismo pero que al final todo termine mal porque yo no soy como él, somos muy distintos y no quiero condenarlo a que esté al pendiente de mi bienestar, como lo está ahora, pero para siempre, no es vida para nadie.
Se merece a alguien muchísimo mejor.
Alguien que salga con él, que se ría de sus chistes y también lo haga reír, que pueda amarlo siempre sin sentirse insegura, que pueda estar para él y escucharlo, que lo quiera sin importar lo demás.
Yo no era así, no podía darle eso, no ahora.
Me deprimí un poco ante ese pensamiento asi que agarré mis cosas y bajé de la terraza yendo directo a mi cuarto.
Tiré todo por ahí en la misma cama y me acosté tapándome hasta la cabeza para suspirar, mirando un punto fijo, mil pensamientos pasaron por mi cabeza y hasta solté un par de lagrimas.
Odiaba que esto me pasara.
•••
AAAA los dos aceptando que sienten son tan 😭😭😭❣❣🥺🥺🥺❤ dea
en dos o tres capítulos SE VIENE ALGO RE EMOCIONANTE QUE AAAAA
esto de el mural y los dibujos y todo eso OJO TENGANLO EN CUENTA, y se acuerdan de los dibujos que Cielo le dió a Mateo? BUENO, TAMBIÉN TENGANLO AHÍ que eso va a desencadenar varias cosas que van a terminar en algo 🥺🥺🥺🥺😭😭😭❣❣😭 bue siempre los mismo emojis
Si no publico más por esta semana, espero que tengan un feliz año nuevo lleno de amor y alegría, que se vienen cosas increíbles y que el siguiente año los voy a seguir entreteniendo con mis fics como hasta ahora y espero no fallarles nunca, muchísimas gracias por cada alegría desde que decidí sacar las fics y por todo el amor que me dan que me salvó el año, los quiero muchísimo
Bai😭🤍🤍