Pov's Nathaly
Siempre hay algo que perturba tu paz, tu tranquilidad. Interrumpe el querer seguir entre la suavidad de las sábanas y la oscuridad de tu habitación, como por ejemplo, el sonido de la sagrada alarma.
-Por los Dioses que no vuelvo a tomar. ¡Mierda ya cállate!- estiro mi mano para apagar la alarma que descansa en la mesita de noche.
Maldita resaca, Bendita fiesta la de anoche y... ¡Maldita mi irresponsabilidad me volví a quedar dormida!.
¡Dios!.
Me levanto como alma que lleva el diablo, pero paró en seco por el horrible dolor de cabeza, mi estómago se remueve y se que viene a continuación.
¡Corre perra!. Si conciencia, lo sé. Llego al baño caigo sobre mis rodillas y abrazo el inodoro.
Odio el sabor del vómito y, más si es más amargo de lo normal. Dioses ¿Por qué acepte ese whisky escocés? ¡Porqué te gusta beber como albañil estúpida!. Callate conciencia.
Después de vaciar mi estómago en el inodoro, me levanto y me meto bajo la lluvia artificial.
Ustedes se preguntarán ¿no tenias ropa? Pues no amigos soy del tipo de persona que si fuera por mi anduviera como eva, o sea, desnuda pero con la chocha depilada aunque... No puedo compararme en esa parte con eva, ya que dice la bíblia que ella tapo sus partes y si la tenía peluda eso no lo relataron.
Bueno ya estoy hablando muchas pendejadas.
Salgo del baño y, Marie la chica de la limpieza no puso albornoz ni toallas en mi baño, así que adivinen, salgo desnuda y mojada a mi cuarto haciendo un desastre.
Después que seco mi cuerpo y hecho los productos personales en mis piernas y brazos, voy al clóset escojo un lindo conjunto de falda tubo roja, con una Americana blanca y el saco a juego de la falda.
Escojo un conjunto de lencería de encaje roja y empiezo a vestirme.
No me da tiempo de maquillarme así que salgo sin nada de maquillaje. Llego a la cocina y ahí están mis 4 mejores amigas, Brenda, Penélope, Génesis y Estephany.
-¡Buenos días Perras!- Grito.
-Buenos días Nath- Dice Brenda, ya que las otras tres están discutiendo por quién se va a comer el sándwich.
-Dejen de pelear, me lo como yo y ya- Digo y me agarro el sándwich.
-Oye, eso es injusto- Dice Génesis.
-La vida lo es cariño- respondo con una sonrisa.
Voy a salir del departamento y recuerdo que no tengo los tacones ni mi bolso.
¿En que carajo pienso?.
Me regreso pasando por la tercera guerra mundial que se armó en la cocina y busco unos tacones de punta rojos a juego al conjunto.
Busco mi celular y no lo veo ¡Dios! como que no lo puse a cargar.
Salgo y Génesis me tiene el bolso y el celular.
-Te amo- le digo agarrando mis cosas.
Abro la puerta y las 4 en el depa me gritan que me cuide.
Abordo mi Mustang convertible Aut, cortesía de la empresa en la que trabajo, ya que trabajo en la automotriz B Corporation.
Conecto mi móvil al reproductor de muisca del auto y pongo a Celia Cruz ¡Dios! amo a esa mujer su música transmite tanta energía que me da vida.
Media hora después estoy estacionando en el estacionamiento subterráneo de la empresa. Abordo el ascensor que está aquí y marco el número 45 el piso presidencial donde trabajo.
Las puerta de la caja metálica se abren y lo primero que veo es a Harry en su escritorio.
Es el secretario del vicepresidente.
-Hola bebé, buenos días- saludo.
Se sonroja. Este chico es tan tierno que provoca comérselo a besos.
-Hola Linda, buenos días- saluda-Tu jefe aún no llega.
Le doy una sonrisa y me dirijo a mi escritorio organizando los papeles que tengo pendiente de ayer.
Suenan varias notificaciones en mi móvil, lo veo sin desbloquear y son de Instagram y WhatsApp.
Estoy tentada abrirlos, pero recuerdo que tengo que buscar el café y las donas de mi dulce jefe.
El señor Cristiano Black, es el bendito amor hecho persona no existe un ser humano más amable, dulce, bondadoso, comprensivo y todo lo bueno que se pueda describir. Me tiene mucho cariño y yo a él y su familia ni hablar bueno menos la menor de los Black.
Cristiana esa mujer es una perra malparida, en cambio los otros dos Danilo y Rafael son unos amores. Unos mujeriegos, pero caballeros hay un hermano mayor pero ni idea de cómo se llama y de la señora Black ni hablar, es otro amor.
Salgo de la empresa con una sonrisa y cantando internamente la canción que venía escuchando.
Tropiezo con alguien y mi día pierde todo el sazón que le pone Celia y queda amargo tal cual como la persona con la que tropiezo, Cristiana Black.
-¿Tu no ves?- me dice la mujer viéndome con rabia.
-Lo siento cristiana- finjo pesar-Es que la basura no suele caminar.
Ella esplayá sus ojos, pero yo sigo caminando, cruzó la calle y entro a la cafetería donde venden las mejores donas. El sonido de la campana en la puerta hace que la señora de edad voltee a verme, Lucí la dueña de la cafetería me sonríe con aquella calidez.
-Hola mi niña. ¿Lo mismo?- pregunta sabiendo que así es.
Asiento ella sabe que me va a dar, Café negro sin azúcar y tres donas de vainilla.
-¿Cómo estás?- pregunta con una sonrisa.
-Bien lu.
Me entregan la orden, pago y salgo. Entro a la recepción de la empresa saludando a todos.
-Tan eficiente como siempre- escucho la voz del hombre que me hace reír. Volteo y ahí esta parado mi jefe, con una gran sonrisa.
-Es imposible no consentirte- le digo mostrando la caja de donas.
Lo abrazo y empezamos caminar hacia el ascensor de los ejecutivos.
-Quiero que reúnas a todos en la sala de juntas, tengo algo que decir- me ordena cuando entramos a la caja metálica.
-Como ordené Jefe.
Salimos del ascensor y nos dirigimos a su oficina, entramos y se sienta en su silla, mientras yo le coloco el café y las donas en el escritorio. El sonríe y empieza a comer como niño pequeño.
-Te subiré el sueldo- Dice de la nada.
-Mmm ¿Ah qué se debe tan buena noticia, Sr. Black?- Digo en tono burlón.
-Ah que eres una grandiosa secretaria, pero más que todo es por lo hermosa que eres.
De mi garganta brota una carcajada. Amo al condenado viejo.
-¿Siempre estarás para las empresas Black cierto?- pregunta después de beber de su café.
-Depende- digo viéndome las uñas-Si me ofrecen un trabajo con un sueldo más elevado y un jefe que no sea tan gruñón, me voy cariño.
El ríe mientras niega con la cabeza.
-Claro que no- afirmo- estaré para ti siempre.
Le doy una sonrisa y me voy a mi escritorio a convocar la junta.
MAprovecho para revisar las notificaciones. Tengo varios mensaje de WhatsApp donde veo varios de mi mami, la extraño. Otros de el grupo que tenemos las chicas y yo, y por último de Antonio el dueño del bar donde jodi anoche.
Antonio🍻
Mira mocosa, Dejaste tu brillo labial aquí. Otra cosa, me debes varias botellas de whisky.
Yo.
¿Ese eres tu con una excusa para verme?. Ja esas botellas eran cortesía de la casa papi.
Veo las notificaciones de instagram. Varios seguidores nuevos, mensajes de árabes pervertidos que no faltan y... La foto del hombre más bello que he visto en mi santa vida. La foto fue publicada en una página de chismes, voy abrir la foto cuando mi celular es arrebatado de mis manos.
-Vamos, ya la junta va a empezar- me dice Harry.
Me levanto pidiéndole mi celular, me lo entrega y entramos a la sala de juntas. Ya están todos.
-¿Todo bien cristiano?- pregunta uno de los socios.
-Si, nada de que preocuparse. Los invoque para anunciarles mi retiro de la presidencia de las compañías Black.
Dice el viejo y mi mundo se tambalea por unos segundos. Creo que escuché mal ¿Como que se va?.
La sala se llena de murmullos y yo solo estoy esperando que el señor diga que es una jodida broma, pero pasan los minutos donde los murmullos no cesan y en no dice nada.
-¿Como que te vas? ¿Quien quedara a cargo? ¿Danilo? ¿Rafael?.
Pregunta el socio puertorriqueño, un señor que le calculó 50 años.
-No, quedara cargo mi hijo mayor, Cristián Black- dice cristiano.
La sala queda en silencio.