La pequeña Dux, tras su primer día en el barco limpiando, cenó con los demás piratas, le recordaba a los almuerzos y cenas en el trabajo de su padre, un montón de hombres comiendo y riendo rodeados de alcohol, pero este escenario tenía una vibra diferente, Dux no se sentía cómoda.
-Oye tú, el nuevo- Dijo ya borracho uno de los piratas del barco -tienes cara de niña-
Tras este comentario toda la tripulación se soltó a carcajadas como si fuera un insulto lo que el hombre había dicho, sin saber por qué, Dux se sintió culpable y mal consigo misma, estaba a punto de levantarse para irse del lugar, pero alguien jaló de su brazo impidiéndole levantarse.
-Dile "¿acaso estoy sosteniendo un espejo, niñita?"- Le susurraron al oído.
Dux sin procesar bien lo que pasaba, aclaró su garganta y fingiendo la voz repitió lo que le dijo ese susurro, al parecer fue una contestación excelente ya que los piratas soltaron un bullicio y una carcajada aún más fuerte, Dux se sintió más segura al ver la buena respuesta de los tripulantes, el hombre a quien le contestó reía también, así que supo que no traería consecuencias hablar así.
-Oye, gracias...- Dux se giró para ver quién la había jalado del brazo -oh, Alek ¿cierto?-
Era el chico de la alacena de suministros, quien asintió con la cabeza y soltó una pequeña risa, Dux rio ligeramente acompañándolo y siguió comiendo de la fruta que había frente a ella.
-¿Cuántos años tienes?- Preguntó Alex comiendo algunas uvas.
-10, cumplí años hace 2 meses- Respondió Dux comiendo de las mismas uvas.
-¡Ja! soy mayor, tengo 11 años, cumplo 12 en 3 meses- Dijo el chico de forma victoriosa.
Los dos siguieron hablando y presentándose mientras comían hasta que todos los demás piratas comenzaron a levantarse para ir a dormir, Dux en vez de seguir hacia las hamacas se asomó a la horilla del barco mirando hacia el cielo y el mar, que no mostraba ninguna costa cercana, comenzó a preocuparse ¿Su madre habrá ido a buscarla? ¿Qué pensaría si no la encuentra? ¿Cuándo volverá a verla? tantos pensamientos la estaban abrumando, pero fue interrumpida por el ruido de un chasquido de dedos a su oído.
-Hey rubio, hay que ir a las hamacas- Era Alek, solo quedaban ellos dos en la cubierta.
-No quiero ir a dormir- Dijo Dux reteniendo las lágrimas, Alek la miró sin saber que le pasaba.
-Mira- el chico castaño tomó el meñique de Dux con su propio meñique -mi mamá me enseñó que si conectas los meñiques también conectas los sentidos y emociones-
Dux miró extrañada como estaba agarrada de los meñiques con Alek, sin saber cómo, esto la calmó un poco, el chico lo notó y sonrió.
-¿Ves? yo me siento bien y con ganas de dormir, así que tú debes sentir lo mismo, ¿no?- Preguntó Alek
-¿Por qué no estás con tu mamá?- Dux no entendía por qué Alek era el único niño pequeño de la tripulación, no parecía ser hijo de nadie del lugar.
-Ah, ella murió hace 2 años, pero no importa, el capitán me encontró vagando por ahí y decidió hacerme parte de la tripulación- Respondió Alek optimista.
-¿Y tu papá?- Dux estaba impactada por ver como alguien podía estar tan tranquilo teniendo a su madre muerta.
-Nunca tuve papá, no lo conocí-
Dux no quiso hacer más preguntas así que simplemente lo siguió hacia la zona de hamacas y se acostó en la cual le habían asignado durante la mañana, durmiéndose abrazando el colgante que le dio su madre, era lo más cercano a estar con ella.
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Los días iban pasando, Dux pasaba toda la mañana limpiando los dormitorios y toda la tarde limpiando las demás zonas del barco junto con otros piratas que tenían su mismo cargo, para al final pasar la noche cenando con la tripulación pero principalmente hablando con Alek, noche tras noche se iban conociendo más, Alek le contó a Dux que era hijo de una costurera, su madre vendía ropa hecha por ella misma y con ese dinero se hacía cargo de él, pero al parecer enfermó gravemente hasta la muerte, Dux por su parte tuvo que mentir respecto a su historia, dijo que era hija de un cazador y una ama de casa, y que habían muerto recientemente en un campamento debido a un ataque de lobos.
Mientras se iban conociendo comenzaron a considerarse amigos al ser los únicos niños del barco, ninguno de los dos conocía juegos de niños para pasar el rato así que inventaron los suyos propios para sus horas de descanso, corrían de un lado de la cubierta al otro lado para ver quién era más rápido, tragaban varias uvas a la vez para ver quién llenaba su boca primero, se ponían de cabeza junto a la borda del barco para ver quién se mareaba primero y muchas competencias más.
Cuando Dux tenía sus momentos de llanto recordando a su madre y preocupándose por volver a verla, Alek siempre chasqueaba sus dedos cerca de sus orejas y proseguía a dar algún comentario al azar para que Dux riera, también la tomaba del meñique para que se sintiera bien.
-Bogdánov, ambos tenemos los ojos verdes, somos como hermanos- Decía Alek entre risas con su meñique sujetando el meñique de Dux.
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Tras 2 meses en el barco llegó octubre, Dux cayó en cuenta de que ese mes era el cumpleaños de su madre, el día del cumpleaños no quiso levantarse en toda la mañana y se excusó con el contramaestre del navío diciendo que tenía una especie de malestar estomacal.
-Hey, Bog- Alek entró cerca del mediodía a la zona de hamacas chasqueando los dedos para ver a Dux -mira, traje pan, come-
-No tengo hambre- Respondió la pequeña.
-Dicen que te duele el estómago, eso es por no comer bien, anda y come- Alek puso la rebanada de pan en las manos de Dux.
-Gracias- Dux mordió la rebanada de pan de a poco mientras Alek la acompañaba.
-¿Sabes? escuché que en unos minutos amarraremos cerca de una isla- Alek comenzó a hablar -Freddy dijo que si te sentías mejor podíamos practicar con espadas para aprender a usarlas, creo que el herrero nos hizo unas-
-¿Freddy? ¿El hombre de la cicatriz?- A Dux le gustaba la idea de poder bajarse del barco.
-Ese mismo- Alek notó que Dux se veía un poco menos desanimada -Él nos enseñará a pelear con espadas ¿No es emocionante?-
Dux asintió con la cabeza e intentó levantarse de la hamaca, fue con Alek hacia la borda para ver a lo lejos una isla, esta podía ser una oportunidad para escapar, pero si lo hacía ¿hacia dónde iría? no parecía haber gente que pudiera ayudarla a volver con su madre, descartó la idea de huir del barco allí, prefería esperar a que el barco amarrara en algún pueblo donde pudiera pedir ayuda.
Al llegar a la isla, varios tripulantes del barco bajaron con sus espadas en mano, algunos fueron a cazar animales para recolectar carne y otros recolectaron frutas por ahí, mientras tanto Freddy llamó a Dux y Alek a la cubierta.
-Bueno chicos, creo que ya tienen edad para hacer esto- El hombre de la cicatriz les pasó 2 espadas a los pequeños -No es un juguete como las de madera, un movimiento en falso y miren- el hombre señaló la cicatriz de su mejilla y soltó una risa.
Dux agarró una espada de mango negro mientras de Alek tomó la espada de mango marrón, tras esto bajaron del barco hacia la horilla de la playa y comenzaron a golpear palmeras y arbustos para acostumbrarse al peso de la espada, tras varios minutos de juego Freddy les indicó cómo dar un ataque y como defenderse de uno, explicándoles sobre agilidad e improvisación.
-En la vida pirata jamás será igual una batalla, no esperen siempre el mismo ataque de su contrincante, ni siempre ataquen igual, el imprevisto es lo más visto- Dux aguantó la risa ante la vaga rima y mal chiste de Freddy -esto es solo el movimiento más fácil, aprenderán con el tiempo (...) o morirán en el intento, lo que pase primero-
Dux y Alek se miraron y comenzaron a dar pequeños ataques el uno al otro y esquivar los ataques igualmente, tomando cuidado de no lastimarse enserio ya que ninguno tenía verdadero conocimiento de lo que estaba haciendo, tras un rato de practicar se sentaron en la arena para descansar.
Alek giró sobre sus hombros al escuchar un ruido y se despidió un momento de Dux adentrándose rápidamente entre las palmeras en la isla, Dux se quedó en la arena observando hacia el mar abierto ¿Qué tan lejos estaba de su casa ahora? ¿Cómo estará su madre? ¿Y su padre? tal vez no podría volver en mucho tiempo, o nunca, la pequeña agarró su colgante y lo apretó con fuerza.
Pasaron pocos minutos hasta que el capitán dio la orden de abordar nuevamente y el maestre gritó reafirmando la indicación, todos los piratas comenzaron a abordar rápidamente, Dux se levantó y corrió hacia el barco para subir las escaleras de cuerdas colgantes, al instante de saltar a la cubierta vio que Alek recién salía de entre las palmeras mirando hacia los lados, el chico subió rápidamente, parecía que tenía una de sus manos cerrada en forma de puño, demoró un poco más de lo que esperaba subiendo pero finalmente lo logró y se acercó al oído de Dux.
-Oye Bog- Dijo Alek, al parecer era el apodo que le había dado a Dux -Hoy en la cena te voy a enseñar algo-
-¿Qué cosa?- Preguntó Dux.
-Es sorpresa, si te lo digo dejará de ser sorpresa- Alek guardó lo que ocultaba con su puño en su bolsillo y se fue hacia la zona de suministros.
-Así que ya te sientes mejor del estómago, perfecto, hay que limpiar la cocina- Dijo el contramaestre al ver a Dux en la cubierta.
Sin poder decir lo contrario, Dux se dirigió a por los implementos de aseo y comenzó a limpiar la cocina, inconscientemente se puso a tararear la melodía de una de las canciones que le cantaba su madre mientras hacía los quehaceres, este era el primer cumpleaños de su madre en el cual no podía celebrar junto a ella. Para reconforte de Dux, al menos parecía ser que en la cena Alek vendría con algo nuevo ¿Qué será? La emoción apaciguó un poco la preocupación durante lo que quedó del día.