Dux Bogdánov, oportunidad de vida.

CAPÍTULO 7 - El barco de Kasper

-...Kasper, soy Kasper ¿y tú chico rubiecito?-

Dheux observó a Dux un tanto más calmado y dejó de apretar de más su mano, la miró como si quisiera que ella le aconsejara qué debía hacer, Dux asintió con la cabeza como si lo entendiera y le sonrió ligeramente para que supiera que ella estaba ahí con él y no dejaría que nada malo le pasara.

-Soy Dheux- respondió tras tomar aire y soltarlo de forma liberadora.

-¿Y tú, chica rubia? ¿Eres su novia o qué?- Preguntó Kasper.

Dux abrió los ojos exaltada al notar que llevaba ya un buen rato agarrada de la mano con su compañero, al instante soltó la mano del chico.

-¿Qué? No, no somos pareja, solo formamos equipo para completar algunas misiones- Respondió Dux.

-Ajá, sí, claro- Dijo Kasper en tono sarcástico y burlón.

Dux decidió no prestarle demasiada atención a la ladrona, solo quería que le entregara el dinero prometido para al fin poder marcharse; comenzaron a cruzar el estrecho camino de arena el cual podía percibirse como un camino de larga distancia, a medio camino Kasper giró sobre sí misma para ver al dúo y les apuntó con su hacha repentinamente, el dúo paró sobre su posición al instante poniéndose a la defensiva.

-Desde ya les advierto que si intentan atacarme van a terminar como el azanegk lobo que vieron recién- Amenazó Kasper -Este es mi territorio, un movimiento en falso y despídanse de respirar, ¿entendiste, bonita?- Kasper miró a Dux y le guiñó el ojo como si su amenaza fuera un simple juego.

-No me interesa cumplirle a nadie si tú me pagas más, además...- Dux alzó los brazos dejando ver bien su ropa sucia -No cargo arma alguna, y él (...) él tampoco-

Dheux asintió ante lo que Dux dijo, ya con un poco más de seguridad, Kasper los miró de pies a cabeza una última vez y soltó una pequeña risa burlona para posteriormente bajar su arma y colgarla en el cinturón que se sostenía sobre su falda.

Al momento de ir llegando al final del estrecho camino de arena se pudo ver poco a poco lo que se ocultaba tras la gran roca, los ojos de Dheux se iluminaron al ver el navío que revelaba el tan esperado final del camino, un barco de tamaño mediano sin velas, anclado lo más cerca que era posible por su tamaño, ligeramente alejado de la horilla, se notaba que faltaba un muelle para poder llegar cómodamente a abordarlo.

-¿Es tuyo?- Preguntó Dux soltando un silbido al verlo.

-Se podría decir que sí, preciosa- Respondió Kasper despreocupada entrando a un pequeño refugio hecho de madera que había en este lado de la playa.

-¿Tú también eres pirata como Dux?- Dheux actuaba como un niño pequeño emocionado, era la primera vez que estaba cerca de un aparente barco pirata.

-Pues- Comenzó a relatar Kasper -Más o menos, mis madres lo son, así que supongo que yo también, si se mira desde cierto punto- Dheux solo miraba hacia la dirección donde estaba Kasper, escuchándola atentamente -supongo que si te crías en un barco y robas eso te califica como tal-

"Hija de piratas, parece que creció como tal y le gusta, que suerte, supongo" pensó Dux mientras se escuchaba como Kasper movía cosas de metal y madera dentro de su refugio, no pasó mucho tiempo hasta que sacó una pequeña bolsa llena con monedas y se la lanzó a Dux, quien la agarró estirando los brazos.

-Cuéntalas si quieres- Dijo Kasper para luego quitarse las botas que traía y dejarlas a un lado del refugio.

Dux se recostó en la roca gigante y comenzó a contar las monedas de plata, Kasper se acercó a la orilla del mar y pasó su hacha por el agua para terminar de limpiarla, aún habían manchas de sangre salpicadas hasta en sus brazos; mientras tanto Dheux intentaba ver alguna forma de acercarse al barco, se quitó los zapatos, recogió sus pantalones hasta la rodilla y se adentró a la orilla del mar a una buena distancia de Kasper, observando el navío a lo lejos.