"Eres un digno estudiante de la escuela deportiva, ¿y no sabes nadar?"
Qiu Yi terminó de quitarse el yeso y se probó las zapatillas que Bian Nan le había comprado. Eran bastante adecuados.
—¿Te gusta el color? —Bian Nan se inclinó y miró los zapatos— había otro con un color fluorescente, si no te gusta, puedes ir a cambiarlo por el verde fluorescente.
Qiu Yi lo miró con los ojos entrecerrados y Bian Nan también lo miró de la misma forma: —¿Acaso no te gusta el verde fluorescente? tu bicicleta estaba toda pintada de ese color.
—Entonces, ¿Qué me dices del par de calcetines de color rojo? —Qiu Yi se colocó de pie y fue directo hacia las escaleras: — ¿Por qué no me compraste un par de calcetines verdes?
—No habían verdes, pero el verde y el rojo de todos modos son de la misma familia, por lo que creo que el rojo también es muy festivo, una forma de celebrar que por fin puedes caminar —Bian Nan continuó y aplaudió: —hay que celebrar, hay que celebrar.
Qiu Yi no ha caminado sobre sus dos piernas durante un mes, por lo que le tomó bastante tiempo caminar desde la sala de consulta hasta las puertas del hospital, y no dejaba de mirar sus piernas.
—¿Qué pasa? ¿Tu cabeza te pesa y ya no puedes levantarla? —Bian Nan se colocó de pie al costado de la carretera y se lo preguntó.
—No, solo me siento un poco incómodo —Qiu Yi sonrió y se enderezó: —Usaré tu teléfono para llamar a Erbao
—Oh —Bian Nan lo miró fijamente durante un tiempo y sacó su teléfono de su bolsillo: —Maldita sea, ¿eres tan alto como yo?
Qiu Yi no lo tomó en cuenta y llamó a Qiu Yan para preguntarle si ya había terminado de escribir, y diciéndole que regresarían en media hora.
—Oye —Bian Nan lo rodeó y finalmente se colocó cara a cara con él, mirándolo fijamente por un rato: —¿Acaso esta es la primera vez que hablo contigo y de pie de esta manera?
—¿En serio? —Qiu Yi miró a su alrededor y cruzó la calle: —Hay una parada de autobuses por allí.
—Ah, es la primera vez que camino contigo sin tener que sostenerte, ¡aún estoy un poco desacostumbrado! —Bian Nan rechistó dos veces.
Si cuenta la primera vez en que Qiu Yi lo golpeó con un bastón y que ambos se conocen desde hace un semestre, pero hasta aquí, además de los fugaces encuentros a la hora de pelear y la provocación, y la situación contra Qiu Yi, este no se había mantenido de manera erguida durante mucho tiempo
—¿Aún tienes esa clase de pasatiempo? —Qiu Yi estiró su brazo frente a él— entonces apóyame y si consideras que no es divertido, puedes llevarme sobre tu espalda, a mi no me importa.
—Lo creas o no, soy capaz de hacer que regreses y vuelvas al hospital para que te coloquen un yeso sobre el brazo —Bian Nan golpeó el brazo de Qiu Yi junto con un sonido nítido.
Qiu Yi lo ignoró y caminó hacia la plataforma para ver las dirección de los buses.
—Tomemos un taxi, ¿Cómo serías capaz de tomar un autobús en un día tan caluroso? —Bian Nan se apoyó perezosamente contra la valla publicitaria y de repente descubrió que había cuatro marcas rojas sobre el brazo de Qiu Yi, el mismo lugar en donde lo palmeó, por lo que se inclinó y lo miró: —Maldita sea, no creí haber usado mucha fuerza.
—Todavía me duele —Qiu Yi se frotó las marcas rojas.
—Maldita sea —Bian Nan se echó hacia atrás y dijo: —Eres demasiado blanco, si te golpearan se notaría. Si experimentaras ser yo, como por ejemplo cuando mi madre me abofetea y me da cachetadas en la cara, no se notaría nada.
—¿Tu madre te golpea? —Qiu Yi se dio la vuelta.
—Solo me golpeó una vez —Bian Nan se rio dos veces.
—¿A qué madre te refieres? —preguntó Qiu Yi.
—¿A qué madre? a mi madre, la madre de Bian Xinyu, aquella que le digo tía —Bian Nan sonrió— ¿No la menciono a ella para evitar a mi madre verdadera?
—El autobús se acerca —Qiu Yi tiró de él.
—Quiero aire acondicionado —Bian Nan miró a regañadientes el autobús que venía, y sus ojos se agrandaron al siguiente segundo: —Tomemos un taxi, tomemos un taxi, ¡¿Cómo quieres que nos subamos a eso?!
—No te quejes —Qiu Yi lo empujó hacia la puerta del autobús— Solo quiero estar de pie por un rato, hace bastante tiempo que no lo hago.
—Oh, maldita sea —Bian Nan fue empujado a un lado por una tía y luego le pisaron los dos pies: —¡La abuela es muy capaz!
Bian Nan rara vez tomaba el autobús, generalmente tomaba un taxi o de lo contrario, el tío Wu lo iba a dejar. Esta parada de autobuses no era demasiado grande, no había una fila como correspondía, todos estaban amontonados provocando un lío, y sintiendo que apenas podía averiguar en dónde estaba la puerta para poder subirse.
Qiu Yi lo arrastró y lo metió dentro del autobús con gran dificultad, quedando de espaldas con Qiu Yi y sintiendo que estaba ardiendo.
Qiu Yi de repente extendió su mano hacia atrás y tocó accidentalmente el trasero de Bian Nan, y Bian Nan se sorprendió: —No lo toques a ciegas.
—En tus sueños —Qiu Yi giró la cabeza y lo miró, extendió la mano para tocar el bolsillo de su pantalón nuevamente, sacó su teléfono y se lo colocó sobre su mano mientras le susurraba: —Después me olvidaría de dártelo.
—Creí que te habías enfermado, por lo que espero que sigas viviendo una vida de manera erguida —Bian Nan se secó el sudor.
El hospital estaba a una diez paradas de la casa de Qiu Yi, y después de tres paradas, los dos fueron apretados desde la puerta principal hasta la trasera. Solo subieron personas y nadie se bajó, Bian Nan sintió que jamás había sufrido tanto a comparación del entrenamiento habitual.
—Oye —le dio una golpecito sobre la espalda de Qiu Yi: —¿Puedes darte la vuelta? es tan incómodo ver la parte posterior de tu cabeza.
Qiu Yi vaciló por un momento, con un poco de esfuerzo se dio la vuelta y dijo: —¿No sería más incómodo mirarnos cara a cara?
Bian Nan tuvo que inclinar la cabeza hacia atrás cuando Qiu Yi se dio la vuelta, los dos se miraron como si fueran a hacer algo y casi podía contar la pestañas de Qiu Yi, por lo que suspiro: —Gege, te lo suplico, bajémonos.
—Mm —respondió Qiu Yi, apartando la cara hacia un lado.
Tan pronto el autobús se detuvo en la siguiente parada, los dos salieron por la puerta trasera como si estuvieran peleando.
—¡Maldita....sea! —Bian Nan sacudió el cuello de su camiseta, luego se sacudió los pantalones: —¡Hay demasiadas personas! ¡Estar todos juntos es complicado!
—Es fin de semana, tú... —Qiu Yi lo miró y quiso reírse— por favor comamos un raspado de hielo.
—Hagámoslo —Bian Nan vio una pequeña tienda a un lado: —hay que celebrar que por fin tienes una vida con dos piernas.
Los dos entraron a la tienda y pidieron dos porciones grandes de raspado de hielo. Bian Nan enterró la cabeza y comió algunas cucharadas antes de recostarse sobre la silla, levantar la cabeza y dejar escapar un largo suspiro de alivio: —Por fin calma.
—¿Alguna vez has tomado un autobús? —Qiu Yi se llevó un bocado de hielo raspado a la boca.
—Realmente preguntaste sobre eso, por supuesto que lo hice, pero no lo hago tan habitualmente y usualmente no me subo a uno en un día tan caluroso —Bian Nan se secó el sudor de la frente— ¿Tú sueles andar en bicicleta?
—Mm, de hecho se me olvidó que hoy era fin de semana, pero por lo general no hay tantas personas —Qiu Yi también estaba sudando debido al calor.
—Regresemos más tarde en taxi —Bian Nan sacó su teléfono y miró la hora— Erbao debe estar ansioso.
—Mm —Qiu Yi bajó la cabeza y lentamente comió el hielo raspado.
—Oye, déjame preguntarte algo —Bian Nan continuó mirando su teléfono: —¿Dónde está tu teléfono?
—Se rompió —respondió Qiu Yi con simpleza.
—¿Cómo qué se rompió? —Bian Nan se aturdió.
—Pregúntaselo a Wan Fei —Qiu Yi mordió la cuchara y lo miró.
—¿Realmente se rompió en ese momento? —Bian Nan reaccionó de manera vaga, mientras se llenaba la boca con hielo raspado.
—Mm, o de lo contrario iba a ser destrozado ese día en que fueron a cobrar deudas —Qiu Yi sonrió.
—Vete a la mierda —Bian Nan de repente se sintió un poco avergonzado. Qiu Yi no se ha comprado un teléfono nuevo después de tanto tiempo, ¿debido a su situación económica?
Después de comerse todo el hielo raspado del tazón, dudó durante mucho tiempo en empujar su teléfono hacia Qiu Yi: —¿Qué te parece si...?
—No —Qiu Yi lo interrumpió.
—Mi teléfono ya es viejo y no pienso comprar uno nuevo para ti —Bian Nan empujó nuevamente el teléfono— Tengo otro, y debido a que mi papá no sabe dónde gastar dinero en mi, me regala un teléfono todos los años para mi cumpleaños, y aún no he tenido tiempo para utilizarlo.
Al ver que Qiu Yi estaba en silencio, chaqueó la lengua: —¿Por qué eres tan difícil?
—Está bien, está bien, pero ya no te molestes —Qiu Yi agitó su mano— saca tu tarjeta.
Bian Nan inmediatamente tomó el teléfono y sacó la tarjeta.
—¿No vas a borrar nada? fotos, mensajes de texto, WeChat o algo —Qiu Yi le preguntó.
—No es necesario, si hay algo que no te gusta solo bórralo —Bian Nan no tiene secretos en su teléfono, excepto por unos juego que juega de vez en cuando y fotos fea de Wan Fei, no hay nada más.
—De acuerdo —Qiu Yi tomó el teléfono y lo guardó en su bolsillo.
—Bien, ¿entonces qué? —Bian Nan pensó por un momento: —Cuando me fui a casa hace algún tiempo, Bian Xinyu me pidió que te llamara y dijo que no podía comunicarse contigo.
—Oh —respondió Qiu Yi— entonces supongo que cuando encienda mi teléfono comenzara a trabarse.
—Tú y Bian Xinyu... —Bian Nan no pudo evitar preguntar.
—No hay ninguna relación entre los dos —respondió inmediatamente Qiu Yi.
—¿Quién te está preguntando sobre eso? no te golpearé por ella —Bian Nan abofeteó la mesa: —Solo quería preguntarte como fue que se conocieron.
—Le doy lecciones clases recuperativas a sus compañeros de clases —dijo Qiu Yi.
—¿Eso es todo?
—¿Todavía crees que debería haber algo más?
—No lo sé —Bian Nan se rió dos veces, se colocó de pie dando unos saltos: —¡Vamos!
Los dos tomaron un taxi y cuando llegaron a la entrada del callejón, vieron a Qiu Yan de pie debajo de un árbol hablando con otro niño pequeño.
Qiu Yan se veía muy orgullo mostrándole el Bumblebee que tenía en su mano al otro niño, cuando se estaban acercando a él, lo escucharon: —Los brazos se pueden levantar de esta manera.
—Hagamos un intercambio, el color de mi Bumblebee es mucho más bonito que el tuyo —dijo el niño pequeño.
—Pero, —Qiu Yan miró el Bumblebee en su mano: —este puedo moverlo.
—El color no es el correcto —dijo el niño.
Qiu Yan levantó el Bumblebee: —pero...
—¿Lo intercambiamos? hagámoslo otro día —hablo el niño.
—¡Sin intercambios! —dijo Bian Nan de repente y jalando a Qiu Yan a su lado.
—¡Gran tigre! ¡Hermano! —Qiu Yan reaccionó felizmente al girar la cabeza para verlo a ambos: —¡Han regresado!
—¿Quién eres tú? —Bian Nan levantó la barbilla hacia el niño pequeño, este niño parecía ser muy astuto a primera vista a la hora de jugar.
—El es Fang Xiaojun —dijo Qiu Yan— es mi compañero de asiento.
—¡Tu eres Fang Xiaojun! —Bian Nan se enojó cuando escuchó este nombre y señaló a Fang Xiaojun: —¿Cómo te atreves a venir aquí e intentar intercambiar el Bumblebee? ¡No me importa si me crees o no, pero me atrevo a cambiarte tus brazos y piernas por ti!
—¡Neurótico! —Fang Xiaojun se sorprendió por su actitud, retrocedió dos pasos y se giró para comenzar a correr, luego con un gritó agregó: —¡Tu Bumblebee es el más feo!
—¡Ahora mi temperamento no es bueno! —Bian Nan soltó a Qiu Yan, para darse le vuelta y perseguirlo.
Qiu Yi lo agarró y le dijo: —Oye, ¿Qué estás haciendo?
—Ese niño es alguien malo —Bian Nan señaló por donde se fue Fang Xiaojun: —él...
Qiu Yan de repente se apresuró y lo fue a abrazar. Bian Nan reaccionó de inmediato, por lo que las palabras que iba a decir se atascaron en su garganta.
Bajó la cabeza y miró a Qiu Yan. Casi es engañado intercambiando su Bumblebee, pero puede reaccionar a tiempo para interrumpirlo, al parecer el cerebro de esta pequeña cosa no funcionaba bien en absoluto.
—Te llevaré a jugar después de cenar —Qiu Yi extendió la mano y acarició ligeramente la barbilla de Qiu Yan dos veces: — así que regresa y ordena primero, iré a comprar algo para comer junto con Gran tigre.
—¡Sí! —Qiu Yan corrió para adentrarse al callejón con entusiasmo: —¡Quiero comer papas fritas!
—Solo ve a comprar un almuerzo ya preparado —Bian Nan caminó junto a él, viendo una tienda de bocadillos: —¿O tú vas a cocinar? todavía no he probado tu forma de cocinar.
—Espera —Qiu Yi estiró su brazo detrás de él, enganchó su cuello tirándolo hacía atrás y preguntándole al oído: —¿Qué sucedió con Fang Xiaojun?
—¿Qué? ¿Qué sucedió con Fang Xiaojun? —Bian Nan agarró la muñeca de Qiu Yi y tiró de ella, pero no logró apartarlo, por lo que tuvo que girar un poco la cabeza y solo vio la punta de la nariz de Qiu Yi: —¿No tienes calor?
—Preocúpate del calor después de que me lo hayas dicho —Qiu Yi reforzó su fuerza sobre sus brazos— No dudes que pelearé contigo.
—Entonces inténtalo, quiero ver cuan talentoso eres —Bian Nan estaba feliz.
Qiu Yi ni siquiera dudo en extender sus manos y agarrar sus pantalones e intentar bajárselos.
—¡Maldita sea! —Bian Nan se sobresaltó y rápidamente agarró sus pantalones— ¡Estás loco!
—¿Qué sucedió con Fang Xiaojun? —preguntó otra vez Qiu Yi: —Si no me lo dices, regresaré y le preguntaré directamente a Erbao.
—No se lo preguntes, no se lo preguntes —Bian Nan intentó subirse bien los pantalones— ¡De acuerdo! pero no le preguntes nada o pensará que lo traicioné.
—Bien.
—Fang Xiaojun, ese niño que parece oso estafó a Erbao y le robó su dinero —Bian Nan habló rápidamente: —Así que yo completé el dinero por él y él aceptó pagarme 40 por cada año, ¡ahora suéltame!
Qiu Yi alejó sus brazos, después de un rato lo miró y dijo: —Por eso me pregunté por qué tenía dinero en billetes dentro de su alcancía, ¿fuiste tú el que se lo diste?
—¿Miraste su alcancía? —Bian Nan lo miró con los ojos entrecerrados: —¿Por qué la miraste?
—No lo hice, él sostenía su alcancía de dinero todos los días y esperaba llenarla pronto, y a veces en secreto le echaba un poco de dinero —Qiu Yu frunció el ceño— ¿y dejó que Fang Xiaojun lo engañara?
—Sí, conocí a Erbao cuando estaba llorando a un costado de la carretera ese día —Bian Nan levantó la mano para secarse el sudor: —¿Podemos ir al supermercado a refrescarnos con el aire acondicionado?
Cuando Qiu Yi entró al supermercado, suspiró: —Tiene ocho años y su cerebro sigue siendo igual.
—Él es demasiado ingenuo —Bian Nan tomó un canasto y deambuló entre los estantes: —¿Por qué no hablo con él? tiene que ser más consciente en el futuro.
—No —respondió Qiu Yi.
—¿Por qué? ¿Quieres que vuelva a ser engañado la próxima vez? —Bian Nan no entendió mucho.
—A él le falta ingenio, no inteligencia, ¿Cómo puede dejar que lo engañen todo el tiempo?, pero una vez que lo hagan, podrá recién entenderlo —Qiu Yi tomó un tubo de papas fritas y lo colocó sobre el canasto, y dijo en voz baja: —creo que faltará unos años más.
Bian Nan se quedó en silencio.
Los dos compraron algunos bocadillos en el supermercado. Bian Nan originalmente quería comprar más verduras, para después poder comer una gran comida hecha por Qiu Yi, Qiu Yi por otro lado quedó pensante, para al final solo tomar un huevo y lo sacudiera frente a él: —Haremos arroz frito con huevo, sucedió que el día de ayer cociné demasiado arroz y me sobró.
. . .
—¡Eres jodidamente despiadado! —Bian Nan estaba bastante molesto cuando entró al patio: —¡Me convertí en un burro durante un mes y llenaba la mesa con platillos como si fuera un banquete! ¡Y ahora solo cocinarás arroz!
—¿Arroz frito para el almuerzo? —Qiu Yan estaba colgando la ropa en el patio y al escuchar las palabras de Bian Nan, sus ojos se iluminaron.
—Sí —Qiu Yi asintió.
—¡Ahhhh, arroz frito con huevo! —gritó Qiu Yan, no dándose cuenta que la ropa en sus manos se había caído al suelo: —¡Arroz frito con huevo!
—¿Cómo el arroz frito puede hacerte reaccionar así? ¡Nunca te había visto tan feliz con las costillas, la carne de res o cerdo cuando las preparé antes! —Bian Nan fue a recoger la ropa, la colocó sobre el fregadero, las lavó y se la entregó a Qiu Yan.
—El arroz frito con huevo de mi hermano es delicioso —Qiu Yan vio a Bian Nan con ojos brillantes: —Cuando llevo durante la excursión de primavera, ¡todos los maestros quieren venir por un poco!
—¿Tu escuela todavía hace excursiones en primavera? —Bian Nan lo abrazó y le pellizcó la cara: —¿Las escuelas ahora no tienen excursiones tanto en primavera y en otoño?
—Sí —Qiu Yi llevó los huevos a la cocina: —Los niños deben llevar comida y bebidas, y comen en el patio de la escuela. Después de comer, realizan una salida en primavera.
—¡También jugamos! —dijo Qiu Yan.
—Esa es una excursión en primavera ridícula —dijo Bian Nan—¡Te llevaré a una verdadera excursión de verano después de cenar!
Bian Nan entró a la casa y fue a saludar a papá Qiu, que estaba viendo la televisión en la silla de ruedas. Estaba bastante involucrado con la película "Tear Devils", y después de mirar por un rato, Bian Nan no pudo soportarlo y fue a la cocina.
—¿Quieres ayuda? —vio a Qiu Yi que había sacado las sobras de ayer y estaba batiendo los huevos: —La forma en como lo bates en círculos es tan rápida que no puedo verla claramente.
—Por favor, sal y ve a jugar con Erbao por un rato —Qiu Yi no se detuvo: —No me molestes.
—Mierda —Bian Nan lo señaló mientras se daba la vuelta y salía de la cocina: —Ahora estoy molesto, pero tu eres lo verdaderamente molesto aquí.
La forma de cocinar de Qiu Yi era obviamente mucho mejor que la de Bian Nan. Después de jugar con Qiu Yan por un tiempo, Bian Nan olió una fragancia que flotaba en el aire.
Esta fragancia no era algo que le perteneciera a un arroz frito de huevo cualquiera. Bian Nan quería ir a la cocina a mirar, pero al final optó mejor jugar con el auto a control remoto junto a Qiu Yan.
Aproximadamente diez minutos después, Qiu Yi sacó dos platos de arroz frito con huevo de la cocina. Cuando Qiu Yan lo vio, saltó, corrió para ir a tomar un plato y luego ir dentro de la casa: —¡Está listo! ¡está listo!
Bian Nan se levantó y fue a la cocina a ayudar con los platos, y se quedó atónito cuando vio el arroz frito con huevo sobre el plato, el arroz era de un color dorado, con pequeñas guarniciones de camarón, jamón y cebollas verdes, y el plato se veía muy bien.
Bian Nan tragó saliva, tomó la cuchara una porción y se llevó a la boca una gran cantidad, la masticó dos veces y le dio a Qiu Yi un pulgar hacia arriba: —¡Demasiado bueno!
Aunque antes sabía que Qiu Yi podía cocinar, e hizo realmente un buen trabajo, Bian Nan sintió que el nivel de Qiu Yi eres solo uno o dos niveles más alto que él. Pero ahora que realmente probó su comida, sabía que el arroz frito con huevo podía destruir la receta para perezosos que ha estado haciendo durante más de un mes.
—¿Puedes cocinar un poco más? —Bian Nan tomó el plato de arroz: —Quiero llevar un poco al dormitorio para que Wan Fei lo pruebe, esto no se puede comparar con la forma de cocinar de Wan Fei.
—No más —dijo Qiu Yi.
—¡Cocina! —Bian Nan se comió el último plato de arroz frito.
—La comida llegará fría, el arroz frito debe comerse caliente.
—Eso no me interesa, solo fríe más, solo un poco más ¿de acuerdo?
—Vete.
Después de que Qiu Yan terminó de comer, salió y entró corriendo, llevándose los platos de todos, para colocarse en cuclillas para lavarlos: —Hermano, ¿a dónde iremos a jugar?
—¿A dónde quieres ir? —Qiu Yi miró las zapatillas que llevaba, tiró de sus calcetines rojos, queriendo entrar a la habitación y cambiárselos.
—¡Quiero ir a nadar! —respondió Qiu Yan.
—Entonces iremos a nadar —Qiu Yi asintió.
—¿Ir a qué? —Bian Nan se congeló.
—A nadar —dijo Qiu Yi.
—¿Nadar? —Bian Nan se frotó la nariz: —¿Pueden elegir otra cosa?
—¿Mm? —Qiu Yi lo miró, y después de un rato, la comisura de su boca se curvó lentamente en una sonrisa: —Eres un digno estudiante de la escuela deportiva, ¿y no sabes nadar?
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N/T: Bian Nan no supera el verde fluorescente de la bicicleta de Qiu Yi, lo marcó de por vida además, es el amigo que llega a tu casa todo tímido, pero dale una semana, se gana a todos y ya tiene incluso las llaves de repuesto de la casa JCNDJBJ