ARYA [+18](EN PROCESO)

By Arya_1996

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La batalla diaria por vivir, por ser feliz, por superar todos los obstáculos para llegar a un objetivo aveces... More

CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 4
CAPÍTULO 5
ROSTROS APROXIMADOS :)
CAPITULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
capítulo 9

CAPITULO 3

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By Arya_1996


Thomas

Me desperté con mucho calor, mire a Arya sobre mí, no sé en qué momento nos quedamos dormidos, creo que las caricias nos relajaron mucho.

Estaba por despertarla porque de verdad moría de calor y era el cuerpo de ella el que estaba emanando ese calor. Pero me detuve cuando escuché que murmuraba algo y... ¿Un gemido? No puede ser, estaba teniendo un sueño húmedo.

Sonreí divertido, pero mi sonrisa calló cuando volvió a balbucear.

— Aah... si... Thomas así.. — trague grueso, estaba teniendo un sueño erótico conmigo. La sentía suspirar y gemir sobre mí. Cerré los ojos, me estaba poniendo duro, no podía hacer eso, ella está dormida no eran voluntarios los sonidos.

— Ary... — comencé a despertarla, por suerte no tardó mucho.

Levantó la cabeza y me miró directo a los ojos con la respiración agitada, tenía sus hermosos ojos oscurecidos. Trague grueso.

— Creo que tenías un sueño... — me aclaré la garganta, tenía la voz ronca.

Se tensó y se sentó rápido en mi entrepierna, mala elección estaba duro como una roca. Se movió más arriba rozándome. Cerré los ojos por el pinchazo de placer que ese movimiento me causó.

—Yo... perdón no — estaba roja de la vergüenza sentada sobre mi abdomen.

— No es tu culpa, es un calambre porque recién me despierto - mentí. - Yo también me dormí. —. Apoye mis manos en sus muslos. La vista no ayudaba a bajar mi problema. Verla a horcajadas sobre mí, con la vista oscura por el deseo y el pelo alborotado.

— Me voy a cambiar— salió casi corriendo a la habitación.

Sonreí, qué mierda acababa de pasar, un suspiro salió de mis labios y me tuve que ir al baño a arreglar mi problema.

Fui a la habitación, la puerta estaba cerrada. Golpee.

— Pasa...— se estaba poniendo las zapatillas sentada en la cama.

— Siento lo que pasó antes Ary, no quiero que te sientas incomoda conmigo.— no me miraba solo estaba atenta en atar sus zapatillas.

La asuste. ¡Mierda se va a ir!

— Está bien Thomas, no me siento incomoda, lo que pasó es algo... algo que no pudimos controlar — ¿Estaba admitiendo que también estaba excitada? — Así que tranquilo no hay por qué disculparse.

— ¿Te puedo pedir un favor?

— Si — su tono nervioso no me pasó desapercibido.

— ¿Puedes quedarte unos días conmigo?

— Em nose si eso es bueno para nuestra amistad — la mire sin comprender, acaso ella sentía lo mismo que yo cuando estábamos cerca. Me hizo un gesto para que me sentara junto a ella en la cama. — Yo... tengo pesadillas. — bajo la vista a sus manos. Estaba hablando de su ataque, era la primera vez que lo hacía.— No sé si ayer las tuve. — me miró y negué con la cabeza. — Oh, pensé que por eso me despertaste, Alice tiene que despertarme casi todos los días.

— Te desperté por que no me aguantaba no acariciar tu cara de paz. — le sonreí para que se relaje. Aunque la cague con mi pregunta. — ¿Son sobre ese día?— tenía ganas de golpearme ni bien termine de hablar.

Ella se levantó y pensé que se iba a ir pero se subió a la cama y se sentó detrás mío abrazando mi cintura. Apoyó su frente en mi espalda.

— Es más fácil contar la historia cuando no te ven a los ojos. — me quedé muy quieto y en silencio, no sabía como reaccionar iba a contarme lo que pasó. — Yo vine un fin de semana antes de que empiece el semestre, para poder instalarme tranquila. — sentí su agarre más fuerte en mi cintura y puse mis manos arriba de las suyas. Suspiro y se relajó.— Las primeras horas fueron tranquilas, ordené mis cosas, conocí a mi compañera, estaba muy emocionada. Mi compañera sugirió que vayamos a una fiesta de bienvenida que daba una fraternidad. Claro que acepte salir con una desconocida como una idiota.— su voz estaba cargada de reproche ella creía que era su culpa, estoy seguro.— La fiesta fue igual a cualquier otra, llena de gente ebria y música a todo volumen. Ya era tarde, no se cuanto estuvimos ahí, pero ya me quería ir, no había tomado nada aunque Sofía insistía en que lo hiciera. — se quedo callada muy quieta, iba a girarme pero me apretó fuerte contra ella, le di su tiempo para continuar. —Nunca pensé que volvería a decir su nombre... Ella hizo que la acompañe arriba a buscar algo que supuestamente olvido, yo fui sin ninguna precaución, llegamos a la dichosa habitación y entré tras ella, sentí la puerta cerrarse y todo quedó oscuro hasta que la luz se encendió y había tres hombres más ahí. — su voz se rompió.

— Para Ary, no tienes que seguir si no puedes, lo entiendo, lo juro. — hable tan apresurado que no se si me entendió, tenía un dolor creciendo en mi pecho, que apenas me dejaba respirar.

— Quiero que al menos tú sepas todo lo que pasó. Sé que es duro de escuchar pe..

— Sigue — la corte, ella necesitaba esto. Respiro hondo y siguió.

— Uno de ellos se acercó y me agarró del cuello y la nuca, para besarme. — mis manos hicieron puños y sentí una lágrima caer por mi espalda. — Lo alejé y mire a So... A Sofía, ella sonreía y yo no entendía nada, me miró y dijo "eres el regalito para mis amigos", justo en ese momento sentí un dolor fuerte en la cabeza. Me habían pegado para desmayarme. Me sacaron y me llevaron a otro lado, esto lo supe después obvio, cuando desperté tenia a uno de ellos arriba mio me estaba violando... — apreté la mandíbula y sentí como se me llenaban los ojos de lágrimas. Arya seguía hablando y llorando en mi espalda, solo quería girarme y abrazarla, calmar sus lágrimas, hacerla sentir segura. — Comencé a golpearlo hasta que se levantó y me miró con su asquerosa sonrisa. Me dijo que estaba feliz de ser el primero y cuando quise gritar me golpeó tan fuerte en el rostro que volví a quedar inconsciente, así fue al principio, yo despertaba por el dolor que me causaban y los veía hacer conmigo lo que quisieran, intentaba gritar y me noqueaban de nuevo. Pero un vez desperté y estaba amordazada, sentada en un sillón, frente a una pantalla que transmitía una película espeluznante, esa era la siguiente tortura, me hacian lo que querian, yo estando despierta, pero sin poder gritar y mis sollosos se tapaban con la película de terror, me usaban como querian, me violaban, cortaban, golpeaban y humillaban de todas las formas que imagines. Por suerte lo que tenían de repugnantes lo tenían de idiotas, prendieron mi celular para grabar o sacarme fotos, así pudieron encontrarme. Aunque hubiera preferido que ellos me mataran y ser un número más. — me tense cuando dijo eso.

— ¿Pensaste quitarte la vida? — me quedé en silencio esperando su respuesta, una lágrima cayó, no podía ni imaginar perderla.

— Cuando logre que los encerraran a los cuatro, sentia que el impulso de vida que me dio la venganza se terminó, solo sentía asco y vergüenza cada vez que me veía y pensé muchas veces en terminar con mi vida, pero luego pensaba en mis padres los únicos que se quedaron firmes a mi lado y no podía lastimarlos así. En ellos encontré mi fuerza para aguantar las miradas de pena y los murmullos que comenzaban cuando entraba a cualquier sitio. — solté el aire que estaba reteniendo.

— No se que pasaría conmigo si te pierdo Arya, así que puedes ir agregando mi nombre a esa lista, porque también me va a lastimar tu ausencia. — me di vuelta y me agache frente a ella. Se acomodó más al borde de la cama. Puse mis manos en su cintura y levanté la cabeza. Ella me miró con sus ojos vidriosos por el llanto, y poso su frente en la mía, pasando sus brazos atrás de mi cuello.

— Gracias por escucharme. — me susurro — ¿Sigue en pie la propuesta de quedarme a que me mimes? — sonrió aun con los ojos cerrados. Me alejé y me miró.

— ¿No se supone que tienes que mimarme a mi?

— Ya lo hice hoy, te preparé el desayuno, puse en su lugar a tu hermano y vimos una película abrazados, además de que te animaste mucho con la siesta. — hablo juguetona. La miró con una sonrisa, no me puedo creer que juegue con eso pensé que le iba a dar vergüenza.

— ¿Pusiste en su lugar a mi hermano?

— Si, quiso echarte la culpa de que Raquel te engañó, suponiendo que teníamos sexo. — quedé pasmado asimilando todo, ni siquiera Aiden podía creer que Raquel me engañó sin que yo hiciera nada. — Lo mande a la mierda.

Una carcajada escapó de mi boca, no puedo creer que alguien que no sea Clara lo mande a la mierda.

— Eres mi heroína, todo el mundo le tiene miedo a mi hermano. Dicen que es la persona mas fria que hay.

— Bueno yo te voy a cuidar, no se va a meter más contigo. Ha, y tienes que llevarme a la residencia a buscar ropa.

— Claro, claro todo para mi guardiana.

Cuando llegamos Alice no estaba, salió con sus compañeras según Arya, ella me cae muy bien y se que es una buena amiga. Con el llamado de hoy lo confirmo.

La maleta de un par de días pesaba un montón creo que se trajo lo de todo el año.

Por mi encantado pero hubiera avisado y traía ayuda.

— ¡Vamos que no pesa tanto exagerado!

— Creo que me voy a quedar sin espalda y se me va a caer el brazo. — rió sonoramente y no pude evitar sonreír.

— Voy a empezar a creer que esos músculos son puros esteroides. — miro mi entrepierna riendo con burla. Me encanta su humor ácido, su humor irónico, pero mucho más el picante que comienzo a descubrir.

— Ya comprobaste que no hay esteroides en mi cuerpo, y de una forma bastante curiosa. — le guiñó el ojo y ella se sonrojo. Tengo la pregunta del sueño en la punta de la lengua pero me la guardo para otra ocasión.

— No sé de qué hablas. — camino más rápido al auto y no pude evitar reír y echarle una ojeada.

No es mi culpa que su pelo sea tan hermoso.

La semana pasó volando, entre trabajos y tareas y el espíritu libre que vive conmigo y me vuelve loco con su sonrisa.

Raquel sigue intentando contactar conmigo, la sigo ignorando, después de una infidelidad no se puede seguir.

Mis hermanos comprendieron que no fui yo él que cagó todo, porque Raquel se lo dijo a su amiga y mi leal cuñada Clara sino iban a seguir con lo mismo. Clara obligó a Aiden a pedir disculpas, fue muy entretenido escucharlo y que Arya lo mande a la mierda primero para después perdonarlo. Sin duda esta chica me encanta y a toda mi familia que cada día y medio me hacen videollamadas a ver cómo estoy, es lindo sentirse apoyado, y escuchar como tienen presente a Arya, si ella no está en el momento de la llamada la cortan y me llaman cuando ella esté, la quieren más que a mi es obvio. Y ella encantada de escuchar los cotilleos que le cuentan Clara y el abuelo.

Tuve que contarle a nuestros compañeros lo que pasó porque pensaban que Arya y yo le estábamos siendo infiel a Raquel. No volvimos a desayunar con ellos. Hasta hoy que dijeron que íbamos a volver al ritual pero en mi casa así no tenía que aguantar tanta gente.

Me levanté antes de que llegarán para que no despierten a Ary con el timbre. Faltaban unos días para el fin de semana largo. Y quería invitarla a ir con mi familia al lago, así que tenía que portarme bien para que diga que sí.

Los idiotas, como les decimos con Arya, llegaron.

— ¡Vega! Que lindo es volver a verte en las mañanas.— me dijo Mike alzándome por la cintura.

— ¡Sshhh...! Arya está durmiendo.

Los tres pasaron y se acomodaron en el sillón, yo fui ala cocina, puse la cafetera y saque unas galletas que tenía.

Escuché silbidos y cerré los ojos, espero que no se haya levantado en pijama solamente. Salí de la cocina y Arya los estaba saludando y efectivamente estaba solo con el pijama que consiste en un short super apretado y corto, que marca su culo maravillosamente y una remera básica de tirantes que le quedaba arriba del ombligo dejando ver su sexi pircing. Y para mi pesar, se sentó al lado de Jack en el sofá. Él estaba embobado mirando sus tetas, no tenía corpiño obviamente, tenía ganas de ir por una sábana y taparla, pero qué derecho tenía yo de celarla así o censurar su ropa.

Llevé los cafés y las galletas al living y me senté junto a Arya que quedó en el medio, entre Jack y yo. Para mi sorpresa se acercó y me abrazó.

— Buen día. — me dijo dulcemente abrazando mi costado como de costumbre, le correspondí el abrazo y le bese la cabeza.

Cuando alce la vista tenía tres pares de ojos mirando fijamente la escena y sonriendo. Pero no dijeron nada, agarraron sus tazas y desayunamos en paz entre bromas y metidas de pata de Jack que hacían cabrear a Luke. Ary se fue al baño y yo rezaba por que se ponga una campera.

— ¿Y qué onda ahí?— dijo Mike apuntando con la cabeza hacia el pasillo donde había desaparecido Arya.

— Somos amigos nada mas, no empiecen con sus historias.

— Yo no miro así a mis amigas. — se burló Luke.

— Arya no te trata como a nosotros, ella es nuestra amiga pero tuya no creo. — Mike me sonrió como un angelito después de tirar esa bomba.

— Ya quisiera que me abrace así y duerma conmigo todas las noches. — mire a Jack con ganas de asesinarlo, le salió tan sincero lo que decía, en verdad la deseaba. Levantó las manos a modo de rendición y cerró un cierre imaginario en su boca.

Arya volvió vestida de la misma forma por que hoy dios no estaba de mi lado y Jack estaba babeando prácticamente.

— Que lindos tus tatuajes Ary. — Jack tragó grueso al terminar de decir eso.

— Gracias, pervertido. — contestó Ary, y me miró, enarco una ceja, seguro mi cara era la viva imagen de la ira. Me sorprendió cuando se sentó en el brazo del sofá que estaba de mi lado y subió sus piernas para que queden entre las mías, las abrace y apoye mi mandíbula en su rodilla. Toda la ira desapareció y mi cuerpo se relajo, como siempre que la tengo tan cerca.

Los idiotas quedaron boquiabiertos.

El timbre los sacó de sus pensamientos, se pararon para irse y de paso yo abrí la puerta para ver quien era. Me quedé muy quieto cuando vi a los padres de Arya, los reconocí por las fotos que tiene Arya en su celular, los chicos pasaron por mi lado saludando asentí a modo de saludo y puse toda mi atención en los Mongomery.

— ¿ Thomas Vega ? — la voz de la madre de Arya era idéntica a la de su hija. Tragué grueso.

— Si, soy yo. — mire al señor a su lado que tenía cara de querer sacarme las tripas.

— ¡Dile a Arya que venga ahora! — con razón a Arya no la intimida Aiden, su padre es mil veces más intimidante.

— Thomas ¿qué pasa? — escuché lo que decía mi Ary desde la cocina, cerré los ojos, no quiero que se la lleven.

— Pasen. — mi voz sonó más molesta de lo que quería.

— ¡Arya Genesis Mongomery! — ella salió con cara de sorpresa de la cocina. Nos miró a los tres. — Fuimos a visitarte de sorpresa a la residencia y nos encontramos con que la niña no duerme ahí.

— Y asustaste a Alice para que te diga donde estoy. — contestó sin bajarle la mirada.

¿Está mal que me ponga verla ser tan mordaz?

— La persuadió para decir la verdad, no es lo mismo. — defendió la Sra. a su esposo.

— Ya, claro. — Ary puso los ojos en blanco.

— No te hagas la ofendida señorita. Y más bien explica ¿por qué están conviviendo sin decirle a nadie?

— La familia de él sabe. — cuatro ojos se dirigieron a mí como dagas. Esta mujer quería que me asesinaran o que, como va a decir eso. — Y a ustedes no les dije nada porque quería explicarlo en persona, ya sabía que iban a montar un drama.

— ¿Preocuparse por nuestra única hija, que sufrió un ataque horrible el año pasado y está viviendo con un extraño no sé desde cuándo es hacer drama Arya?

Arya miró a su padre duramente hasta que su mirada se suavizó y para mi sorpresa la de él también, la miraba con tanto amor, que no parecía el mismo hombre al que le abrí la puerta. Se acercó a ella y yo di un paso adelante para proteger a Arya, enarco una ceja y me sonrió.

— Jamás le haría daño a mi niña, pero me alegra que no te cobardes para defenderla. — Arya posó su mano en mi hombro y toda la tensión se esfumó. Me corrí y ella abrazó a sus padres.

— Perdón, no quise preocuparlos, pero estoy muy bien con Thomas, él me hace sentir bien y aleja las pesadillas. — abrieron los ojos como platos y me miraron. Cortaron el abrazo y miraron a Arya.

— ¿Ya no tienes más pesadillas? — preguntó su madre con los ojos empañados.

— Si, tengo, pero no son tantas, ni tan fuertes, solo unos instantes de vez en cuando. — él padre de Arya me estiró del brazo y me apretaron en un abrazo raro de padres cursis. Arya se reía de fondo.

— Ya dejen que respire, se va a asustar y me va a correr por culpa vuestra.

— Quiero el número de tus padres, y su dirección si quieres que mi hija se quede acá, tu número de obra social, el número de tu padre tambi...

— ¡Papá! — el grito de Arya me dejó sordo. Y la madre parecía pasárselo en grande.

Le pase mi celular al Sr Mongomery para que ponga su número. Lo hizo y enseguida le mandé todo lo que me pidió. Arya me miró con esa cara de ya hablamos luego que desarrolló para regañarme en público.

— No tenías que hacer eso. — apretó tanto los dientes que apenas entendí lo que dijo.

— No quiero que te vayas. — suspiro y se fue a la habitación con la madre que se le ocurrió que vayamos a comer, gracias a dios mi ejecución se alarga.

— Bien jugando niño. — rió el padre de mi futura asesina.

— La que me espera cuando se vayan Sr. — dije con pesar y él se lo tomó a broma.

¿acaso no conoce a su hija?

— Soy Paul y mi esposa es Marie, no hace falta tanto formalismo niño ¿Ya somos familia o no? — no se si lo dice amistosamente o cree que soy novio de Arya.

— Si, somos familia. Arya es una buena amiga y ya la consideró de mi familia. — aclare por las dudas, no quería más miradas de muerte.

— ¡Genial! Amigos, pensé que te tenía que amenazar para que no embaraces a mi hija. — suspiro y yo sonreí.

ay estos Mongomery son lo mejor...

Las mujeres volvieron y nos fuimos a un restaurante cerca del campus. Todos comimos pasta, fue un almuerzo muy tranquilo y divertido, son sin duda una familia muy ocurrente, tienes que pensar velozmente para seguirles el ritmo.

Pase mi brazo por los hombros de Arya como hacía siempre y ella se acomodo en mi costado, estábamos esperando el postre. Cuando levanté la cabeza de su hombro vi que sus papás la miraban con una sonrisa y los ojos brillantes como si estuvieran por llorar, y ahí entendí que nunca la vieron dejarse abrazar.

Los postres llegaron y todos nos hicimos los desentendidos, nadie quería hacer sentir incómoda a Arya mirándola como si tuviera tres cabezas.

Sus padres querían pasar un rato más con ella, pero yo había quedado con los chicos en el piso, así que me despedí de Paul y Marie con la mano y abracé un momento a Arya besando su cabeza.

Cuando llegué al departamento ya estaban en la puerta el trío de idiotas. Entramos y nos pusimos a platicar de las materias, de las chicas que se tiraban y de mi "amor incondicional" hacia Arya, según ellos íbamos a terminar juntos.

Luke comenzó a incordiar porque quería ver una película de terror. Lo dejamos que haga lo que quiera para que no moleste. Saltaba en su asiento cada vez que ponían música de suspenso, y todos estallan en risas.

— Hola — escuché tras de mí, giré y Arya miraba el suelo.

— ¡La reina llegó! nos tenias abandonados, como se portó Hidalgo con los suegros — Mike es un bocazas, ella estaba tan tensa y yo no veía el mando para sacar la puta película.

— Bien, me voy a acostar después nos vemos. — hizo la sonrisa más falsa del mundo y se fue.

— haaa galán, no negó que sean tus suegros.

Luke como siempre se dio cuenta que algo pasaba.

— Chicos, vamos creo que la pizza me callo mal. — le agradecí con la mirada.

Se fueron y fui a la habitación, pero ella no estaba allí. Golpee la puerta del baño.

— Ary... ¿Estás bien? Siento lo de la película, no estabas aquí y Luke quería ver una de terror. — se escuchó abrir la ducha. Genial estaba ignorándome.

Fui a la habitación, me puse un short y entré a la cama. Pasó media hora y no cerraba la ducha. Estaba por ir a buscarla cuando por fin la cerró y a los pocos minutos estaba metida en la cama.

— Ary...

— Mañana me voy. Vuelvo a la residencia.

 La sangre en mi cuerpo fue disparada a mi pecho y mis manos una angustia llenó todo mi cuerpo.

— Ary no por favor, no te vayas, no me dejes. — no contestó, solo silencio, traté de abrazarla y me apartó. Las lágrimas se formaron en mis ojos. — Lo siento, no pensé que ibas a llegar y yo no te iba a escuchar, por favor háblame, gritame. — era patético, mis lágrimas caían sobre mis mejillas y los sollozos se me escapaban. Pero aun así no me contestó.

Luego de unas horas la sentí moverse, yo seguía despierto. Empezó a sollozar en sueños.

¡Mierda una pesadilla!

Sus manos hicieron puños con las sábanas, las lágrimas caían, nunca había visto a alguien vivir una pesadilla así. Pero claro lo de ella no eran una simple pesadillas eran recuerdos, recuerdos que active con esa estúpida película. La abracé y traté de girarla, estaba tan rígida que tenía miedo de lastimarla. Comencé a sacudirla por los hombros.

—¡Ary, Ary! Por favor, despierta. — volví a sacudirla y despertó dando un respingo en la cama, respirando fuerte, y con lágrimas que seguían cayendo. Me miró y se tiró en mis brazos caímos abrazados sobre nuestros costados. — Ya todo terminó Ary, no pueden lastimarte.

— Thomas... Fue tan real, fue como volver a estar ahí. — me abrazo mas fuerte y levantó la cabeza nuestros rostros estaban a la misma altura, sus ojos húmedos me partieron el corazón. Apoye mi frente en la suya.

— No era real, yo soy real siente mi mano Ary yo soy real, ellos no. — movió su cabeza y sus labios rozaron los míos, me quedé muy quieto. Mis labios cosquilleaban donde ella los rozó. Levantó la cabeza y me miró, se acercó lentamente para darme tiempo a negarme. Me quede quieto creo que ni siquiera respire, sentí sus labios sobre los mios. Cerré los ojos y suspire, le correspondi el beso, era una beso lento, pausado, temeroso, subí una mano a su rostro acariciando su mejillas y la otra la pose en su cintura. No podía creer que estuviera pasando, ni sabía lo mucho que lo deseaba, me sentía feliz, completo. Su beso se volvió más exigente y le seguí el ritmo, embriagado en los sentimientos que este beso estaba despertando en mí, llevó su mano a mi nuca acariciando lentamente. Me hizo suspirar. Y entonces lo corto pegando de nuevo su frente en la misma. Su respiración estaba agitada igual que la mía.

— Lo siento yo... — se estaba disculpando por besarme ¡no por favor!

— No te disculpes, me ha encantado. — sonrió y abrió los ojos.

— A mi también me ha encantado, no iba a disculparme por eso, es por que no estoy lista para pasar a lo demás. — oh ya entendí, la bese de nuevo.

— Sin presiones. — le susurre en los labios. — Vamos a dormir. — la besé.

—Dulces sueños Thomas. — hablo sobre mi boca enviando una corriente a todo mi cuerpo. Me beso.

— Dulces sueños Ary. — la bese un poco más intensamente, ella me correspondió.

Me puse sobre ella, sin dejar de besarla, pasó sus manos por mi espalda, haciendo que se me erice la piel. Subió sus piernas para enrollarlas en mis caderas. La besé más profundo y empecé a mover mis caderas, mi short y el suyo no eran barrera para poder sentirnos, el calor que salía de nuestros cuerpos era increíble.

Acaricie uno de sus muslos, presionando más nuestros cuerpos. Arya gimió en mi boca, enviando un escalofrío directo a mi entrepierna, este es el beso más delicioso que había dado en mi vida.

— Thomas... — gimió cuando bajé mis besos a su cuello. Sus caricias me estaban volviendo loco. Estoy tan excitado.

— Arya... si sigues gimiendo así... aah... vas a hacer que me corra — me dio vergüenza, parecía un puberto lleno de hormonas. Presione más mi erección contra su entrepierna.

— Aah... Thomas más, más...— flote más rápido, esta mujer estaba encendiendo cada poro de mi cuerpo. La besé y gimió fuerte en mi boca, sus músculos se empezaban a tensar, está cerca. Abrí los ojos, no quiero perderme ni un gesto, es tan hermosa, tan sexi. Arqueo la espalda y tiró la cabeza hacia atrás, clavó las uñas en mi espalda. Y se dejó ir, arrastrándome con ella. Caí hundiendo mi cara en su cuello, nuestras respiraciones eran un caos. Beso mi hombro. Levanté la cabeza y le sonreí. Me miró aún con las mejillas sonrojadas. No puedo creer lo brutal que fue, espero que no crea que me vengo en dos segundos que vergüenza.

— ¿Estás bien? — susurre temeroso — ¿Te... te lastime?

— No, yo... Nunca sentí esto. Estoy sorprendida.

— ¿Como?

— Yo nunca... no sé qué fue lo que hice — sonreí y la besé.

— No hiciste nada malo, fue... un orgasmo ¿Nunca te tocaste para llegar al orgasmo?

— Si, pero nunca se sintió así.— la bese, no pude evitar una sonrisa idiota, yo le di su primer orgasmo. — Tenes cara de orgullo. — dijo riendo, la tensión de su cuerpo se esfumó.

— Te di tu primer orgasmo déjame disfrutarlo.

— Creo que ya disfrutaste igual que yo. — movió su cadera para que nuestras entrepierna mojadas choquen. Dios esta mujer me encanta. Sonreí besando su cuello.

— Tenemos que bañarnos ¿Vas primero o voy yo? — se quedó en silencio y parecía dudosa. — Ary...

— ¿Te quieres bañar conmigo? — me tomó por sorpresa. Sentí una emoción en todo el cuerpo.

— ¡Claro, si, si! ¡Me encanta la idea! — mi entusiasmo la hizo reír.

Fuimos al baño y me metí en la ducha, ella dudaba, la vi respirar hondo y me miró a los ojos cuando comenzó a desnudarse sin apartar la vista. Trague grueso.

Entró conmigo y la abracé para quedarnos bajo el agua, era demasiado consciente de su cuerpo desnudo en mis brazos.

— Gracias por ser tan cuidadoso conmigo, se que hago todo muy raro y es difícil seguir mi ritmo.

— No tienes nada que agradecer, me encanta volverme loco intentando descifrar tu mente, me encanta hacerte sonreír y por sobre todo, me encanta que te sientas segura conmigo y libre de experimentar cosas nuevas. — sonrió y me besó.

Cuando volvimos a la habitación, Arya tenía muchas llamadas de sus padres. Abrió los ojos como platos y una expresión preocupada invadió su rostro. Me senté junto a ella y pusimos el celular en altavoz en la mesita. Con cada tono Arya se tensaba más y más, hasta que escuchamos la voz de su padre. Soltó un largo suspiro antes de hablar.

— Papá ¿Qué pasó, porqué tantas llamadas?

— ¡Ary! ¡Mi pequeña! — sonreí, Paul estaba ebrio.

— ¡Estás ebrio! ¿Dónde está mamá?

— Aquí, conmigo y Peter. Estamos organizando el fin de semana. — nos miramos con el ceño fruncido.

¿era el Peter que yo pensaba que era?

— ¿Qué Peter?

— Vega quien más, nos hicimos amigos después de tanto charlar de ustedes. Y ahora estamos bebiendo los tres juntos. ¿Es genial no?

— No, no es genial que corrompen al padre de Thomas. ¿Y qué se supone que están planeando?

— Vamos a ir a un lago las dos familias juntas ¿Qué te parece? — ella me miró y yo le hice un gesto de aprobación con la mano. Obvio que quiero que vaya ni hacía falta preguntar.

— Claro, no hay problema. Dejen de beber y bailar como adolescentes locos. Saluda a mamá y a Peter por mi.

— Claro hija, descansa, saludos al pequeño Thomas.

La llamada terminó y no pude aguantar la risa por el mote del padre de Arya.

— Ya quiero verte en bikini. — me tiré sobre ella haciendo que riera.

— Pervertido. — nos acostamos y yo solo quería que este momento no termine, quiero estar así con ella todos los días.

Pero mi vida parece estar en contra de mis decisiones.

La mañana siguiente alguien estaba golpeando la puerta como loco y tocando el timbre desesperadamente.

— ¡Ya voy! — grite para que paren de golpear. Cuando abrí la puerta la vi ahí parada con cara de cachorrito. — Raquel ¿Qué haces aquí?

— Necesito que hablemos, por favor Thomas, no vine antes para darte espacio, pero no aguanto más estar sin ti. — no sabía qué decir, era Raquel, la chica que hizo que me enamorara por primera vez, la que creí era el amor de mi vida, no es fácil superar años de relación.

— Pasa — fuimos a la cocina, serví dos cafés y nos sentamos en la barra. No podía mirarla.

— Amor, se que me equivoqué, pero te juro que no va a volver a pasar, te lo juro, yo te extrañaba tanto y Uriel estaba ahí y me confundí.

— ¿Y piensas que ser infiel es una equivocación que se puede remediar? — escupí con ira.

— Dame otra oportunidad, por favor. — no se que hacer Raquel está llorando, no puedo verla llorar, todavía la quiero, dos años de noviazgo no se olvidan de un día para otro.

— De acuerdo, te daré otra oportunidad, pero quiero que seas honesta conmigo, por favor, sabes lo que mi madre hizo, no me hagas eso.

— Claro que no, nunca más lo juro. Te amo Thomas. — me beso y no sentí absolutamente nada, acababa de hacer la idiotez más grande de mi vida y no podía retractarme ahora.

— Hola — Arya se aclaró la garganta — Lo siento no sabía que estaban acá.— se giró y Raquel le habló.

— ¿Quién eres y qué haces en la casa de mi novio?— Arya levantó la vista y me miró con una expresión que no supe descifrar.

— Soy su compañera de piso, vivo con él.— lo dijo tan fríamente que mi pecho se encogió. Estoy haciendo todo mal. — Me voy con Alice. — iba a hablar pero se giró y volvió a la habitación y a los minutos se escuchó la puerta.

Raquel se fue, tenía que volver a su casa, me pidió que la lleve al lago para poder arreglar las cosas con mi familia y acepte, no podía negarle nada y ella lo sabía.

Se hizo de noche y Arya no volvió, ni contesta mis mensajes. Fui a la residencia, no quería que estén así las cosas entre nosotros, se que no me maneje de la mejor forma, más después de todo lo que pasó entre nosotros. Cuando golpee la puerta me abrió Alice, puso una mirada asesina en cuanto me vio, seguro Arya le contó todo.

— ¿Puedo hablar con ella?

— No, no quiere hablar contigo. ¡Eres un idiota! Después de todo lo que ella hizo por ti...

— ¡Alice! — le gritó Arya — Déjalo pasar.

Alice se movió apenas para que pase, chocando mi hombro. Arya estaba acostada en la que antes era su cama.

— Ary...

— ¿Qué necesitas? — su respuesta fue como una bofetada. Como pude hacerle esto, y lo peor era que no podía hacer nada para arreglarlo.

— ¿No vas a volver a casa?

— Estoy en mi casa, esa es tu casa y estaba allá porque me necesitabas y ya no es así.

— Claro que te necesito y te voy a necesitar siempre, eres mi amiga. — un nudo se me hizo en el estómago cuando terminé la oración.

— Claro, tu amiga. — bajo la vista. — Yo... yo me confundí Thomas y no puedo volver, necesito espacio, ahora no puedo estar cerca tuyo.

Mi respiración se cortó, ella siente cosas por mi, y la lastime.

— No me pidas que me aleje por favor, te necesito. Yo... le di otra oportunidad a Raquel y necesito que estés a mi lado para que me grites si hago algo mal.

Se que eso no era lo que ella quería escuchar, pero en verdad la necesitaba a mi lado, no puedo describir en lo esencial que se convirtió ella para mi vida.

— Voy a quedarme acá, mañana mis padres me pasan a buscar por aquí y me llevan al piso a hacer las maletas. Voy a viajar con ellos al lago. — mis ojos se llenaron de lágrimas.

— Por favor Ary — sollocé, ella levantó la vista. Tenía los ojos rojos. La abracé, no quería perderla.

— Thomas no hagas esto, solo necesito un poco de espacio, yo tampoco quiero alejarme, te necesito, no, no te necesito, te quiero en mi vida. Pero me confundí, yo hice todo raro entre nosotros y necesito deshacer esos sentimientos y volver a verte solo con mi amigo ¿Si?

— ¿Puedo quedarme contigo?

— Thomas...

— Por favor — suplique y sentía una presión en el pecho. Alice entró con un montón de chocolates.

— ¿Ya te ibas? — me dijo y mire a Arya suplicando con la mirada, ella suspiro.

— ¿Puede quedarse?— Arya la miró esperando su respuesta, Alice resopló asintiendo con la cabeza.

Me saqué las zapatillas y me metí en la cama abrazando a Arya, su corazón latía tan rápido.

— Raquel va a ir mañana. — solté rápido, si no se lo decía me iba a odiar.

— Okey.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------


¡¡ Aaay Thomas como arruinaste todoooo!! MENZOOO

ESTE CAPITULO CREO QUE ME QUEDO MEDIO RARO, ESPERO SUS CONSEJOS!!!


Mis capítulos son todos super largos, los escribí pensando en formato libro así que tienen mas de 6 paginas cada uno, espero que les guste :) 


¡¡LOS QUIERO!!


¿QUE CREEN QUE PASARA EN EL LAGO?

¿LE CREEMOS A RAQUEL?



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