- Rin, pequeña. ¿Tienes ya pensados tus trajes? Deberíamos encargarlos lo antes posible, ya sabes lo que suelen tardar en hacer esas cosas. - le dijo Yakov a la chica.
- De hecho, sí. Tengo los diseños en la mochila. He estado planificando cada pequeño detalle. - dijo ella con seguridad.
Llevaba desde que Viktor "la había abandonado" planificando su pequeña muestra de mejoría, esa rutina que por fin impresionase al mayor... ya no le guardaba tanto rencor, pero sentía que necesitaba impresionarle aún. Y para ello necesitaba que todo estuviera perfecto, incluso su vestuario, su peinado y su maquillaje.
- Bien, pues, vamos a la sastrería. - dijo el mayor en alto.
Yakov sabía las intenciones de Rin, pero también sabía que él no podría decirle nada respecto a ese asunto, porque era algo personal entre la chica y el patinador. Y además, ella era un alma libre. No le haría caso.
Así, todos juntos se dirigieron a la sastería donde solían encargar los trajes para las competiciones.
- Bien, pues serían estos tres. - dijo Rin dejando los diseños sobre el mostrador.
- Te pareces mucho a Viktor, pequeña Akabane. - dijo la señora a cargo de la tienda.
Ella y sus ayudantes habían hecho todos y cada uno de los trajes que habían llevado los miembros del equipo ruso en los Juegos Olímpicos de Invierno, y también los de los patinadores rusos del Grand Prix incluso desde antes de que Viktor empezara a patinar.
- ¿Crees que debería cambiar alguno de los diseños? - preguntó la chica sin saber si sentirse mal o bien.
- Son perfectos todos. Sabes cómo adaptarte perfectamente a tus temas de patinaje, Rin. Y sabes adaptarlo a tu forma de ser. - dijo observando el traje de la coreografía de Play with Fire.
- Ese te pega mucho, Rin. - dijo Lilia mirando también los diseños de los trajes.
- Déjame tomarte las medidas. - dijo una de las asistentas llevándose a Rin a una salita para que pudiera estar en ropa interior y así poder tomarle mejor las medidas.
Mientras tanto, Yuri y Yakov estaban presentando los diseños para los trajes del rubio, que también había estado diseñando Rin en una de las visitas de Yuri a Tokyo.
Él la iba diciendo cómo quería su traje, y ella lo diseñaba como mejor podía.
- ¿A que lo adivino? ¿Por fin has dejado a Yuri tener su estilo personal? - dijo mirando el traje de "Alegro Appasionatto".
- Ya es lo suficientemente mayor como para hacerlo. Viktor también lo empezó a hacer a su edad - dijo Yakov recordando al Viktor rebelde de 16 años que quería hacer todo a su manera.
Rin salió de la sala de las medidas y fue el turno de Yuri.
- Bien, pues. Ya tengo todo apuntado. - dijo la encargada. - Estoy segura de que con estos trajes impresionarás a todo el público.
- Esa era la intención - dijo Rin feliz.
Yakov la miró enternecido. Era casi un calco de Viktor, pero tenía las características de todos sus patinadores. La gracilidad de Mila, había mejorado la actuación de Giorgi y tenía la misma habilidad que Viktor o más. Y por suspuesto, Yuri la había ayudado mucho con eso. Su perseverancia y su trabajo duro lo había aprendido de sus competiciones con el rubio.
- ¿Los trajes de Yuri están bien? - preguntó la chica acercándose a la señora tras el mostrador, que seguía admirando los bocetos hechos por Rin.
- Ideales, pequeña. ¿Los habéis hecho juntos? - preguntó curiosa.
Rin asintió y cuando vio salir a Yuri del probador sonrió orgullosa de sus trajes.
La señora por su parte miró a Lilia y a Yakov con una sonrisa pícara. Ya sabía lo que estaba ocurriendo ahí. Esto podría ayudar a ambos a llegar a la cima del mundo del patinaje, pero... también podría estropearlo todo...
Una vez que salieron de la sastrería fueron a la pista donde se reunirían con el resto de patinadores.
- ¡Mila! ¡Georgi! - les saludó Rin entusiasmada. Por fin podría conocer al resto de chicas a las que se enfrentaría en el Grand Prix.
- ¿Qué tal la mañana, Rina? - le preguntó el moreno.
- Todo de maravilla. Estoy lista para conocer a los demás. - dijo la castaña.
- ¡Hola! - gritó alguien entrando por la puerta.
- ¡Vittya! - Rin fue corriendo a saludarle.
- ¡Pequeña! - la cogió el brazos en cuanto saltó a abrazarle. - Te he echado de menos. - le dio un besito en la cabeza.
- ¡Yuuri! - saludó también al moreno, que al verla tan entusiasta se asustó.
- Aghhh - gritó cubriéndose pensando que venía a atacarle.
- ¿Qué haces? Agh. Lo siento - dijo haciendo una reverencia leve, y tranquilizando un poco su tono de voz.
- N... no te preocupes. Hola, Rin-san - la saludó con su timidez habitual.
- ¡Hola! ¡Ya ha llegado el futuro ganador del Grand Prix! - dijo con seguridad un chico tras abrir bruscamente la puerta de la pista.
- Oh, cállate Jean-Jacques. - se quejó Yuri.
Odiaba que el canadiense fuera tan orgulloso.
- Oh, pero si estás aquí, Plisetsky. - se acercó a él el moreno desafiante. - ¿También ha venido tu amiguita para protegerte? - miró alrededor hasta dar con Rin. - Akabane, cariño. Cuánto tiempo sin verte.
- Ugh - se quejó ella asqueada del comportamiento del canadiense. - Leroy, déjame en paz.
- Solo venía a saludarte... ¿Todavía te caigo mal? - se hizo la victimilla.
- Depende. Cuando estás calladito, y lejos de mí, me caes muy bien - se burló ella.
Los demás empezaron a reírse y entonces entraron por la puerta dos jóvenes muy guapos. Una chica y un chico.
- ¡Sara! - gritó Mila.
- ¡Mila! - gritó Sara en respuesta a la pelirroja.
JJ simplemente se fue a poner los patines sin molestar a nadie, porque ya había dejado de ser el centro de atención.
- ¿Está la peque? - le preguntó Michele a Mila.
Y entonces apareció Rin.
- ¿Me buscabas? - le preguntó al italiano.
- ¿Cómo ha ido todo por Japón? ¿Qué tal tu nueva preparatoria? ¿Has hecho amigos? ¿Tienes novio? - ambos hermanos empezaron a avasallarla con preguntas mientras ella se reía.
Le encantaba aquel ambiente.
Otra persona entró, pero en silencio. En cuanto Rin se dio cuenta de quien era se acercó a hablarle.
- Hola - le saludó tranquila.
- ¿Qué tal todo? - respondió él.
- Oh... Beka... tú siempre tan serio - se quejó ella en broma, provocando una sonrisa en el kazajo.
- Has sido tú la que ha venido tranquila a hablarme... no es mi culpa - dijo él a modo de respuesta.
- ¿No me vas a dar un abrazo? - se quejó ella.
- ¿Por qué quieres un abrazo? ¿Otra vez el canadiense pesado? - preguntó el kazajo.
- Eso siempre - se rió ella.
Otabek extendió sus brazos para recibir a la pequeña Rin. Luego la rodeó y la oyó decir:
- Le he dicho que me cae bien si está callado y lejos de mí. - escuchó una leve risa grave viniendo desde su cabeza.
- Ya sabes que le gusta llamar la atención... - le dijo el moreno.
- Pero es muuuuy pesado - se quejó la castaña.
- Y por eso tú siempre te burlas de él dándonos atención a todos menos a él - se rió de nuevo el kazajo.
- Que le dé atención su novia, que para eso está. Y su club de fans. Que siempre las compara con mis maravillosas fans - se quejó ella.
No es que Rin esté enamorada de JJ ni nada... Siemplemente es que de pequeños, él se burlaba de ella porque le molestaba que ella supiera ganarse tan bien a la gente y que llamase la atención sin quererlo.
Rin le robaba el foco de atención a JJ así que él la molestaba siempre. Y ahora era el turno de Rin de tomar las riendas al asunto.
-...y luego cuando volvamos al hotel quiero que me traigan un taxi. No pienso volver a pisar un autobús. Hay demasiada plebe y huele a que no se han duchado en un mes - entró una chica rubia, seguida por las que parecían ser sus asistentas. - Y quiero ir a un restaurante famoso. No quiero comerme una de esas hamburguesas llenas de grasa que había en el hotel - se seguía quejando mientras las otras chicas la seguían.
- Sí, señorita. Avisaré a su chófer. - dijo una de ellas.
- Bien. Ahora, ir preparando mis patines. - dijo como si fuera una orden.
El kazajo y la castaña se quedaron mirando extraño hacia la chica.
¿Se había perdido? ¿Qué pintaba ahí? ¿Realmente sabía patinar?
- ¿Y tú de qué te ríes, cabeza de zanahoria? - le dijo la rubia a Mila que le había hecho algún tipo de comentario de la chica a Sara y estaba riéndose sobre ello.
- Oye, ¿a quién llamas tú cabeza de zanahoria? - le dijo Giorgi enfadado defendiendo a Mila.
- ¿Y tú quién eres para hablarme...? - le dijo la rubia a Giorgi antes de ver a Yuri, que estaba sentado detrás de este, hablando con Yakov - Yuririiin - fue corriendo gritando hacia él.
El rubio la miró confuso mientras esta saltaba sobre él para abrazarle.
- ¿Quién eres? - le preguntó él, quitándosela de encima.
- Oh... cierto... no me conoces. Soy Margot Simoné, campeona nacional de Francia, y del campeonato Americano.
- Ah - respondió Yuri con indiferencia - Vale.
- ¡Este es mi primer Grand Prix, Yuririn! ¿A que es genial que sea el primer Grand Prix de ambos? - le cogió de las manos, acercándose mucho a él.
- Eh... me tengo que ir - dijo él apartándola incómodo, yendo hacia Rin y Otabek. - Y no me llames Yuririn, por dios. Que repelús.
Margot miró con asco hacia la castaña. "¿Será su novia? No lo han confirmado nunca. Tengo que ganar a esa gata asquerosa". Apretó los puños antes de irse indignada hacia sus asistentas.
*Nota de autora: como podréis comprobar habrá cierta rivalidad entre aquí nuestra nueva amiga francesa y nuestra queridísima Rin. Margot es totalmente inventada. No tengo ni idea de si hay alguna francesa en el Grand Prix femenino de la serie original ni nada. Pero necesitaba meter un persona tan... en fin... así.
- ¿Quién es tu amiga, Yuri? - le preguntó Rin a modo de burla al verle llegar desesperado y asqueado.
- Es la ganadora del campeonato americano - dijo Otabek haciendo memoria.
- Una tal Margot, o algo así. - dijo Yuri.
- ¿Te suena de alguna de tus competiciones? - le preguntó Otabek a Rin.
Rin empezó a hacer memoria y comprobó en su móvil la lista de participantes de los anteriores europeos y Grand Prix Junior. Efectivamente, había una francesa llamada Margot, pero no era tan buena en los campeonatos donde había estado Rin.
- Parece ser que sí. Pero es del segundo grupo. Nunca he competido contra ella directamente - explicó Rin.
- Pues algo me dice que os vais a llevar de pena - dijo Otabek al verla quejándose hacia sus asistentas mirando hacia la castaña.
- No le puedo caer bien a todo el mundo - rió Rin con indiferencia.
Si algo había aprendido en su vida era eso. Ella debía ser tal y como era, y no cambiar por los demás, porque siempre habría alguien que no estuviera contento con ella misma.
Los tres fueron hacia Mila.
- ¿Estás bien, pelirroja preciosa? - le dijo Rin a la chica, haciéndola reir.
- Jo, que cambio. De cabeza de zanahoria a pelirroja preciosa hay un paso... - dijo Mila.
- Debe ser daltónica o algo... porque encima tu pelo es rojizo, no anaranjado - se burló Michele.
- Cállate, que nos va a oír - Sara le dio un golpecito a su hermano.
- Pues que aprenda su lugar... que ella es la nueva. Y no se puede meter con nadie. Eso no es nada deportivo - dijo Yuri cabreado.
- Pues contigo tiene pinta de que no se quiere meter... es más... si fuera por ella, yo creo que le gustas - dijo Viktor apareciendo como por arte de magia.
Ahora estaban todos en un círculo, como si fueran una secta.
- Oh, yo también quiero participar en la reunión - dijo JJ entrando en escena, uniéndose al grupo.
Todos rieron. Por primera vez, JJ liberó la tensión del grupo en lugar de crearla.
Siguieron hablando un rato más mientras llegaba el resto de gente.
Cuando ya estuvieron todos, los entrenadores decidieron plantear ejercicios para todos los patinadores. Ya fuera de saltos, o de movimientos simples.
Habían decidido que los nuevos en el Grand Prix entrenarían junto a los más antiguos, en este caso, Christophe y Viktor, de la categoría masculina, y Lin Xia, una patinadora china junto a Ericka Larsson, una patinadora sueca, en la categoría femenina.
*Nota de autora: Nadie, absotamente nadie... Yo introduciendo a 50 chicas del patinaje femenino.
Aparte de Rin, Yuri y Margot, habían otros tres jóvenes que también participaban por primera vez en el Grand Prix adulto. Minami, un chico japonés, rubio con una mecha roja (aparece en la serie original), Guang Hong Ji, un chico chico, castaño (aparece en la serie) y Silvia Martínez, una chica española, morena (otra inventada... ya sabéis).
*Nota de autora: quería que la comunidad hispana también tuviese un poco de representación, pero como tengo lector@s de muchos países hispanohablantes, he decicido que sea española, porque yo soy de ahí... y así nadie se podía enfadar conmigo jajajaja. Pero tranquil@s... poco a poco iré sacando algún que otro personajillo que tengo guardado en la manga... Además, no sé muy bien como váis de nieve por allí, pero si es España nieva poco de por sí, algo me da que en los demás países hispanohablantes también...
Todos los patinadores estaban practicando, pero Margot no le quitaba ojo de encima al ruso y a Rin. Ambos iban a participar en la competición por parejas, así que necesitaban entrenar juntos, cosa que producía muchos celos en la francesa.
En uno de los descansos Rin se quedó sola.
- Disculpa. Tú eres Rin, ¿verdad? Quiero decir... por supuesto que lo eres... la ganadora de los últimos campeonatos europeos, y de los últimos Grand Prix Junior... ¡eres tan genial! - se acercó a ella la española tímidamente.
- ¡Hola! - la saludó Rin amablemente - Tú debes ser Martínez, ¿verdad? Quiero decir... Silvia, discúlpame - dijo Rin dándose una palmada en la frente. Había olvidado que en Europa no invertían los nombres y los apellidos.
- ¿Me conoces? - dijo la morena emocionada.
Era bastante adorable. Parecía más pequeña que Rin, aunque seguramente fuera algo mayor que ella.
- Claro. Tú estabas en mi grupo el año pasado - dijo Rin contente. - Creo que nunca llegamos a hablar, pero sí, te conozco. ¡Lo hiciste genial!
Una sonrisa enorme apareció en el rostro de Silvia. Ser reconocida por su ídolo era casi como un sueño.
- Gra... gracias - dijo ella.
- Quita mosquita muerta - la apartó Margot de un empujón poniéndose de frente a Rin, desafiante. - ¿A mí me conoces, reina?
- Esto... creo que no nos han presentado. Soy Akabane Rin, pero puedes llamarme Rin si quieres - dijo Rin tendiéndole la mano amablemente.
- Déjate de presentaciones. Yo también he competido contigo en el europeo y en el Junior. - dijo la rubia.
La española miraba la situación preocupada.
- Pues no sé... no me suenas. Lo siento mucho. A lo mejor estabas en otro grupo o algo de eso... yo siempre me acuerdo de las que están en mi grupo - dijo Rin con indiferencia - Silvia por ejemplo, que quedó tercera el año pasado con su rutina fantástica - dijo atrayendo a la española, suavemente hacia sí misma con una sonrisa, con orgullo.
Rin era esa clase de persona que no se dejaba pisotear, pero que tampoco iba a permitir que pisoteasen a otros. Se negaba a ese tipo de injusticias.
- Pero estabas ahí cuando hice mis rutinas. - dijo la rubia empezando a indignarse.
- Lo siento... pero de verdad que no me suena... Puede que estuviera hablando con Yuri, o no sé... - dijo Rin de nuevo con indiferencia.
- Agh. En realidad eres insoportable. No sé ni por qué Yuri está contigo. Tienes peor memoria que mi abuela - se quejo la rubia.
- Normalmente los ancianos van perdiendo memoria con el tiempo... yo simplemente no presto atención a lo que no lo merece - dijo Rin antes de girarse hacia Silvia y decirle - Oye, Silvia. Si quieres, te puedo presentar a los demás.
La rubia, llena de rabia se fue de nuevo hacia sus asistentas.
- ¿He hecho mal? - le preguntó Rin a Silvia.
- Creo que tiene que calmarse un poco... es posible que la hayas ayudado... - dijo la morena con cierta confusión ante la tensión que había aparecido y desaparecido hace solo un instante entre Rin y Margot.
Luego ambas fueron junto al resto de patinadores.
- Lo has empeorado - rió Giorgi. - Quiero ver lo que pasa. Necesito palomitas.
- Seguro que va a ir a más - dijo Sara pensativa.
- Pero su comportamiento no es normal. No debe ser así... - se quejó Rin. Se sentía mal por haber empeorado la situación, pero sentía que había actuado a la perfección.
- Rina... lo has hecho bien. Tú tranquila. Solo, no le des tregua. Ignórala. - le dijo Yuri.
- Lo intentaré - dijo Rin apoyándose en su mejor amigo, y dándole un pequeño abrazo.
Al rato, volvieron a entrenar, y la rubia no hacía más que tratar de estar cerca de Yuri.
Mientras que eso ocurría, Rin y Yuri ensayaban los elevamientos, que ya les iban saliendo cada vez mejor, pero hubo una vez en la que no salió bien y Rin se cayó encima de Yuri. Ambos rieron por la situación y volvieron an intentarlo, pero esto le dio una gran idea a Margot.
-----------------------------------------------------------------
Hola a tod@s, ¿Cómo estáis?
Volvemos con la historia principal, en este capítulo en el que conocemos a nuevos personajes.
También he dejado un poco el final abierto para hacer pensar... ¿cuál será la idea de Margot?
Además, quería recordar que entre ellos hablan en inglés, porque como cada uno es de una parte del mundo, no se entienden si hablan en su idioma propio, menos el equipo ruso. Ellos si se entienden, pero es lógico.
Espero que os haya gustado el comienzo de este campamento de patinaje, pero... a partir de aquí no sé yo si va a ser muy agradable para tod@s (para los patinadores, me refiero).
Así que... esperad un poquito más y os traeré la continuación muy pronto.
Y quería preguntaros. ¿Qué opináis de la forma en la que está actuando Rin hacia Margot? ¿Y al contrario... qué os parece la forma en la que actúa Margot?
Un abrazote,
⚡Rin⚡