NA: El inicio es un flashback de lo que ocurre después del capítulo 13, cuando por la llamada Yibo dice que lo ama, por si no se acordaban ;)
"Quiero arruinar nuestra amistad" -Dex; Henry (Jenny of Studio Killers male version)
—Gege, este didi realmente te ama —susurró sin poder evitarlo, la línea quedó en silencio un momento, reaccionó y logró espabilarse— como hermano...
Se excusó, Zhan no volvió hablar y pronto el sonido de la llamada siendo terminada llegó a su télefono, lo miró con los ojos bien abiertos y sintiendo que había echado a perder todo.
Pero Zhan volvió a llamarle, se quedaron un par de segundos solo escuchando la respiración del otro y finalmente Xiao volvió a hablar.
—¿Me amas? —preguntó.
—Sí.
—¿Cómo estás seguro de ello? —Yibo escuchó la pregunta y giró en su cama, el celular aún pegado a su oreja.
Pensó en la relación de sus padres, no eran un buen ejemplo, nunca lo fueron, incluso si decían que se amaban...sus acciones nunca lo demostraron. En cambio, la familia Zhan parecía feliz, a pesar de los problemas que podían tener siempre le recordaban a su hijo el amor que sentían por él.
Quizá sus sentimientos podían confundirse con una insana obsesión, porque Xiao Zhan fue lo único que lo hizo ver la vida de otro color que no fuera gris.
Pero amaba a Xiao Zhan.
Lo amaba, no desde el primer momento en que lo vió, lo enamoró porque se convirtió en el pilar estable que Yibo necesitaba para soportar vivir en su casa, para seguir cada día.
¿Estaba bien amarlo?
—No lo sé,—admitió al final, con su mano tocó su pecho, justo donde estaba el corazón, logrando sentir el latido desesperado— solo es lo que siento.
El matrimonio Xiao entró a su casa con varias bolsas de compras en las manos, acaban de volver después de pasar su aniversario con una linda cena en un hotel de la ciudad.
—Yibo durmió aquí —observó el señor Xiao, cerrando la puerta, la moto de Yibo estacionada afuera— pero ya es tarde, ¿no debió irse hace una hora?
La señora Xiao dejó las bolsas sobre la mesa y notó ambos cascos colocados de manera descuidada, casi en el borde y con peligro de caída. Sus labios se curvaron en una sonrisa al intuir lo que sucedía.
—Seguro se quedó dormido, ya lo conoces.
El señor Xiao asintió, sentándose en la mesa para poder beber su dosis de café.
—No sé qué tiene tú café, amor, pero es mucho mejor que el de los hoteles.
La señora Xiao rió— Pero si tú te lo preparas todos los días.
—Oh, —el señor Xiao frunció las cejas— pero igual, tú café es mucho mejor.
El sonido de un teléfono sonando en la lejanía interrumpió su charla, el señor Xiao
—¿Es el de Yibo? —La mujer asintió, el tono de llamada no tardó en parar y luego el celular de la propia mujer vibró en la mesa.
Leyó el nombre grabado y contestó, su esposo le lanzó una mirada curiosa.
—Buen día, señor Wang Han —saludó.
Wang Han era el manager de Yibo, se encargaba de las carreras, de la publicidad y todo lo relacionado con su trabajo. Era un buen hombre que trataba a Yibo como un hijo suyo y varias veces había ido a la casa de la familia Xiao a cenar, mantenía a la señora siempre al tanto de lo que pasaba con el joven ya que había mucho riesgo de un accidente en las carreras de motocicletas.
Podía decirse que era un amigo más de la familia.
—Señora Xiao, —el hombre tenía un tono preocupado— es bueno que tome mi llamada, no he sabido nada de Wang en dos días. —la mujer alzó las cejas al escuchar esa declaración.
—¿Quiere decir que Yibo no estuvo ayer en el circuito? —su esposo lanzó una mirada hacia la puerta cerrada de la habitación donde dormía Yibo.
—¿Estará enfermo? —murmuró él, la señora negó con la cabeza, escuchando la misma pregunta al otro lado de la línea.
—Ayer salió temprano, yo lo ví, si hubiera estado enfermo no le daría la oportunidad ni de llegar a la puerta.
—Señora Xiao, confío en usted, esperare a Yibo más tiempo solo porque es la primera vez que hace esto. —el hombre soltó un fuerte suspiro— Solo por favor, trate de que llegue hoy.
Colgó la llamada, la señora Xiao haciéndose ya una idea de lo que podría estar pasando con Yibo.
—¿Por qué habŕa faltado Yibo? —su frente se arrugó mientras en las posibilidades, una idea fugaz cruzó su mente y rostro se llenó de emoción— ¿Será que tiene pareja? ¿Al fin nos va a presentar a alguien? —por supuesto, que el amor sería la única excusa que Yibo usaría para faltar a un entrenamiento cuando le encantaba estar en el circuito probando las motos.
La señora Xiao ocultó su sonrisa divertida, ante los pensamientos de su esposo, detrás de su taza de té.
—Cuándo Yibo nos presente a alguien estarás muy sorprendido —comentó y el señor Xiao no entendió lo que quería decir.
En la habitación, Yibo se movió en sueños y un Zhan aún dormido se acomodó, poniendo por accidente una mano en el pecho de didi, sobre su corazón.
Media hora después, la alarma interrumpió los sueños de ambos. Zhan frunció la nariz, girando de lado y abrazando lo que tuviera junto a él. Yibo fue el primero en abrir los ojos, con mucha pereza trató de estirar la mano para apagar la música pero falló en el intento, parpadeó varias veces, acostumbrándose a la luz en el cuarto. Con su mente aún dispersa movió el brazo de Zhan que lo tenía aferrado del brazo y se sentó en el borde de la cama.
Observo las pantuflas de conejo que no eran suyas, tratando de regresar al mundo terrenal y ver lo que hacía.
El teléfono volvió a sonar y lo dejó, escuchando la estruendosa canción para despertar por completo.
—Didi...apaga eso —murmuró Zhan, tapándose con la colcha por completo para evitar la luz contra su rostro.
Yibo apagó la alarma sin darle una mirada a la hora.
—Buen día gege —respondió con un bostezo.— No más películas de terror, por favor.
Zhan rió un poco, bajando la sábana hasta el puente de su nariz, quedando solo sus ojos y frente descubierta.
—Tienes marcas de almohada en la mejilla —entrecerró los ojos— y un poco de baba.
Se limpió la mejilla con rapidez y su gege solo lo observó divertido. Era una broma, a Zhan le gustaba ver a Yibo entrar en pequeños ataques de pánico, le enternecían el corazón.
—Gege se ve tan bien como siempre —Zhan no respondió, sintiéndose cohibido por alguna inexplicable razón.
Era un buen sentimiento, como si la vergüenza de ese comentario igual pudiera hacerlo feliz.
Yibo hizo ademán de pararse de la cama, se estaba mentalizando para hacerlo cuando lo único que quería era acostarse y dormir un poco más, pero tenía en cuenta sus responsabilidades más cuando se había desaparecido por un día completo. Zhan lo tomó del hombro y lo acostó de nuevo.
Quedaron frente a frente, como horas antes en la madrugada, pero esta vez, conscientes de lo que hacían y con quién estaban.
Zhan admiró los ojos de su didi llenarse con confusión, estaban tan cerca, a un respiro de distancia y era tán fácil llegar hasta sus labios que la idea casi lo sedujo.
Casi.
Soltó su hombro y en cambio pasó la mano por el cabello azul, quitando los mechones que estorbaban el rostro de Yibo.
Se veía guapo con ese corte de cabello, algo largo y con el color azul fuerte. A Zhan no le gustaban los tintes, mucho menos esos de colores llamativos, pero en Yibo se veía bien.
Yibo dejó que Zhan pasará las yemas de sus dedos sobre su rostro, cerrando los ojos y disfrutando del contacto y la intimidad del momento.
Entonces, mientras Zhan veía las pestañas de su didi caer sobre sus mejillas, se sintió enamorado, y es que lo estaba desde hacía cuatro años. pero no se permitió pensar en que podían corresponder sus sentimientos solo para no arruinar su amistad. Durante todo ese tiempo se negó a tomar la mano de Yibo por más tiempo del necesario, se obligó a escuchar a los amigos de su didi hablando de las chicas que le coqueteaban, sonriendo con falsedad y se odio a sí mismo por ser así. Pero nunca pudo negar la atracción que sentía hacia él y que luego se convirtió en una marea que arrasa con todos sus nervios.
Lo ama, lo desea, es su mejor amigo, sus padres lo tratan como un hijo más. Pero en este momento solo deseaba liberarse de todo, con el recuerdo de su conversación nocturna fresco en su memoria, toma la mejilla de Yibo con su mano y se confiesa.
—Me gustas, Wang Yibo. —su didi abre la boca, la cierra, parpadea y Zhan espera expectante— No, no me gustas —decide cambiar, nervioso— te amo.
Yibo sufre un shock momentáneo, porque no sabe cómo reaccionar a la inesperada declaración. Así que después de unos segundos suelta una pequeña risa, su corazón hinchándose en su pecho.
—Yo igual te amo Xiao Zhan.
Y ahora están muy conscientes de lo que pasa, así que no tienen excusas para disfrazar sus sentimientos.
ALGUIEN DIGAME PORQUE ESTOY LLORANDO MIENTRAS ESCRIBO ASDGFKJADJLKS (╥﹏╥)
FInjamos que es Jueves y yo actualicé a tiempo. ¿Les gustó?
¿Cómo se sienten hoy? ¿Ya están haciendo compras navideñas?
A este fic le quedan como 5 caps más y voy a llorar, escribir esto es como mi terapia, y sé que muchos de ustedes se sienten identificados con algunas situaciones presentadas, así que espero que puedan sentirse mejor leyendolo, guardo mi discurso para el final (no quiero pensar en eso, voy a ser un mar de llanto)