-No vienen gemelos, vienen mellizos- la pareja suelta un suspiro de alivio al oír eso. Cuando escucharon a Meredith decir que había una equivocación, ambos se pusieron demasiado nervioso pensando que había algo mal con los bebés -. Y vienen sanísimos.
-¿Qué son, doctora?- pregunta el chico.
-La parejita- la doctora sonríe -. Viene niño y niña.
Ambos se miran, sonriéndose entre sí.
-Enhorabuena, pareja- la mayor los felicita, y los dos le sonríen. -. ¿Ya habéis pensado nombres?
-Algunos- contesta Fred -. Algunos tenemos por ahí.
-Sí...
-Ya me contaréis en la próxima consulta, entonces.
[...]
-Niño y niña- Fred le explica a su hermano gemelo todo lo que la doctora ha dicho, con una emoción que enternece a Ylenia, que está sentada en el regazo de Fred -. ¡Niño y niña, hermano! ¡Que locura!
George sonríe ampliamente, feliz por la pareja -Esto es emocionante- se dispone a decir -, y una locura, sí. El gen Weasley permanece hasta en los Lupin.
Los tres sueltan una risa sonora.
El pelirrojo mayor besa el hombro de Ylenia, que come algunas galletas de chocolate del plato de la mesa.
-¿Y los nombres?
La pareja se mira cómplice.
-Hemos decidido que va a ser una sorpresa- dice Ylenia.
-¿Una sorpresa? Venga ya.. que soy George.
-George, hermano- Fred pone una mano sobre la mesa -, sabes que tenemos preferencia contigo, pero esto va a ser una sorpresa. Nadie sabrá sus nombres hasta que nazcan.
-¿¡Ahora me dejáis con la intriga!?- pregunta indignado -. Increíble.
Ylenia y Fred ríen al ver el pequeño enojo del gemelo menor, que se levanta y se va de la cocina.
El mayor espera a que su hermano se vaya, y murmura en el oído de la chica.
-Es una sorpresa, pero nosotros ni siquiera hemos decidido nombres aún.
-No sé- ella lo mira -, es que en realidad es algo difícil, amor.
-Elizabeth está claro.
-¡Que pesado!- ríe.
-Es que me encanta- alza las cejas y deja un beso en su hombro -, pequeña Lizzie, Lizzie Junior.
-Tonto, si nadie me llama Lizzie. Sólo tú.
-Yo, y tu abuelo.
-Verdad- Ylenia asiente. -.Por cierto, mi abuelo- se recoloca en su regazo para verlo mejor -. Al parecer mi madre le ha contado que hemos vuelto y quiere cenar con nosotros...
-¿Enserio?- Fred sonríe -, ¿cuándo?
-No sé, ya cuadraremos algún día. Ahora, hablemos de nombres.
-Elizabeth.
-Ay, que sí, que ya me he enterado, pesado- voltea los ojos y él muerde su labio inferior -. Hay algo que.. he pensado.
-¿El qué?
-Nos gustaba el nombre de James John, ¿verdad?
-A mi sí.
-Y a mi, pero no sé si Harry quiera ponerle James a sus hijos. Es decir, creo que es obvio que se lo pondrá, es el nombre de su padre.
Fred se encoge de hombros -No sé que decirte, la verdad.
-Se lo preguntaría- la castaña agacha la cabeza, mirando la mesa -.. pero no está.
-Hey, hey, hey- el pelirrojo sube su rostro agarrando su barbilla -. No te me vengas abajo, preciosa. Que estamos en un momento feliz- dice sonriéndole flojamente -. Harry volverá, antes de que des a luz, y podrás preguntarle.
-Me da miedo esto, Fred.
-¿Qué? ¿Ser madre?
-No. Osea, eso también... pero me refiero a la situación en la que estamos- dice -. En cualquier momento puede estallar una guerra, puede pasar algo... algo que haga daño a los bebés.
-Antes de que te pase algo a ti o esos pequeños, me tienen que matar, ¿lo entiendes?
-No digas eso...
-Ylenia- el Weasley coloca una mano en su mejilla -, me hago matar antes de que te toquen un pelo.
-Idiota- murmura, colocando la mano encima de ma de él -, y no me gusta que digas esas cosas, ¿vale?- Fred asiente -. Ven aquí, pelirrojo- la Lupin se acerca para dejar que ambos labios se junten.
Dejando que el beso fluya en un ambiente sentimental y cálido. Cómodo y tranquilo. Disfrutando los segundos del largo y lento beso.
-Cuidadito con la mano- murmura Fred, notando una de las manos de Ylenia deslizándose por su pantalón -. Estás tú muy revuelta últimamente...
-¿Sí?- dice, subiendo la mano para palpar sus brazos y pecho -, no me digas, bombón...
-Sí- el pelirrojo se acerca para dejar un áspero beso en sus labios -, ¿no teníamos que hacer algo hoy?
-¿Hoy?- la castaña frunce el ceño, pensando si tenían algo importante que hacer aparte de la ecografía -. Hoy...
-¡El cumpleaños de Fleur!
-El cumpleaños de Fleur.
La pareja habla a la vez, recordando eso tan importante que tenían que hacer.
-Corre ve a avisar a George- Ylenia se levanta de su regazo -, voy a ponerme algo más formalito.
-Estás perfecta así, tonta.
-¡Anda y ve a avisar a George!- dice entre risas.
El mayor voltea los ojos y se marcha en busca de su hermano gemelo.
[...]
-Pensaba que nunca llegarían.. mis niños- la voz de Molly Weasley se oye desde que el gemelo menor aparece por la chimenea -. Ylenia, cielo, ven aquí...
La castaña se acerca y recibe el gran abrazo de la matriarca Weasley, antes de abrazar incluso a sus dos hijos recién llegados.
-Sí, mamá, nosotros también te queremos- George bromea mientras ve el largo abrazo que está recibiendo la Lupin.
-Me vas a gastar a mi novia, suéltala ya, mamá- dice Fred.
-Ay, tontos. Estos rubios me tienen loca- Molly no tiene otro remedio que soltar a la castaña, que suelta una pequeña risa para entrar a la cocina y encontrarse con varios Weasley y varios rubios. No había entendido lo que Molly había dicho con "estos rubios", pero, ahora sí.
La cocina de la Madriguera estaba más llena de rubios que de pelirrojo, que ya era difícil hacer eso.
Al parecer, por el hablar, los tres recién llegados calcularon que eran familia de la cumpleañera.
-Ylenia, Fged, Geogge- Fleur los ve entrar a la cocina y se levanta para saludar a cada uno con un pequeño abrazo -. Ggacias pog venig- su divino acento francés se notaba en cada oración, a la Lupin le parecía muy agradable escucharla hablar.
-Felicidades, Fleur.
-Feliz cumpleaños, cuñada- hablan ambos gemelos a la vez, haciendo que la rubia suelte una risita de agradecimiento.
-Ven, Ylenia- Fleur agarra el brazo de la nombrada -, tienes que conocegg a mis pgimos- la rubia se la lleva sin previo aviso al otro lado de la cocina.
-Que mona con su acentito- ríe Fred -. A conosegg a mis pggimass- intenta imitarla, pero George no se ríe esta vez.
-Dijo primos.
-¿Qué?- pregunta confuso.
-Que dijo que iba a conocer a sus primos, no a sus primas- aclara -. Primos, en masculino. Con aparto reproductor masculino, ya sabes, Freddie.
El gemelo mayor gira el rostro para ver a Ylenia rodeaba de chicos rubios y altos, con mujeres rubias casi canosas y variando de altura.
Frunce el ceño y va directamente en su dirección, al no verla por el corralito que habían montado los franceses alrededor de su chica.
Al ser tan alto, Fred logra verla entre el corralito, hace paso hasta estar cerca de ella.
Una mujer, algo mayor, había agarrado el moflete de Ylenia, y lo pellizcaba levemente mientras decía;
-Esta chica tan bonita- la piel de la mujer estaba arrugada, y era de baja estatura -, tengo un sobgino que esta soltego, quegida, lo pued..
-Oh, señora- el pelirrojo agarra a Ylenia por los hombros y la aparta de la mujer mayor -, esta chica ya está comprometida.
-Mi sobgino está ahí mismo- señala a un rubio que está justo a su lado -. Gianmagco, ven aquí, quegido.
Ylenia sonríe de ternura al oir hablar a la señora, con su acento francés.
-Tía Fgancesca- dice el rubio, tocando el hombro de la mujer mayor -, la chica no está disponible.
-Eso- Fred mira a Francesca -, estamos comprometidos- agarra la mano de la chica para irse pero vuelve a hablar -. No, no, estamos casados- dice, haciendo reír internamente a la castaña -. Y tenemos cinco hijos, algo de respeto, por favor- tira de la mano de Ylenia para poder salir de aquel corralito lleno de rubios franceses que, para él, se comían con la mirada a su chica.
-¿Así que cinco hijos?- pregunta ella, muriéndose de la risa cuando ya estaban apartados de la gente, pero aún en la Madriguera -. ¿Cuándo los he tenido que no me he enterado?
-En unos años, en unos años- dice.
La chica estaba de espaldas a la gente, y Fred justo mirando al grupito de rubios que no paraba de mirar a su dirección.
-¿Y desde cuándo estamos casados?
El pelirrojo la mira con una sonrisa.
-Eso es fácil de arreglar, ¿sabes?- hace el ademán de hincar la rodilla, pero ella enseguida vuelve a subirlo.
-Fred- advierte riendo.
El Weasley le sigue la risa.
-Es que estaban todos acechando- se defiende -, ¿qué hago? ¿Te dejo ahí y dentro de dos días me entero de que te has casado con un primo alto y guapo y rubísimo de Fleur?
Ylenia no puede parar de reír.
-Sí, Fred. Y cuando los mellizos salgan pelirrojos y con el gen Weasley, el rubio me pedirá el divorcio.
-Tonta- suelta una risa -, ya quisiera uno de esos rubios comerse lo que yo me como todas las noches- coloca una mano en su cintura y la acerca a él -. ¿Sí o no?
-Tu sabrás lo que comes- alza las cejas graciosa y él ríe.
Fred echa un vistazo al grupo de franceses.
-Están mirando todos los rubios para acá.
La Lupin gira el rostro para poder ver el pequeño grupo de cinco altos rubios mirando hacia donde estaba la pareja. Vuelve a girar y va directamente hacia el rostro de Fred para plantar un beso en sus labios.
El mayor baja la mano a su trasero sin disimulo. Seguramente Ylenia se reiría, pero quería demostrarte a esos rubios que ella no estaba disponible.
Presumir de esa chica podía considerarse un lujo si lo creía Fred Weasley.
NOTA AUTORA
¡Hola! ¿Cómo estáis?
Me gusto mucho este capítulo.
¿Qué les parece todo?
Personalmente, el nombre de
James John me encanta.
Las leo!!!
Espero actualizarles prontito.