"Conozco un lugar que es sano y seguro" Chevy - I kow a place.
Zhan miró a Yibo con las cejas alzadas y este dejó caer el celular sin contestar contra el suelo.
—Yo...no me refería a nada raro...solo quiero que tú y yo estrenemos la cama —se corrigió— no de esa manera, de ninguna manera de hecho, bueno sí, tú y yo durmiendo, solo dormir.
Xiao Zhan se empezó a reír, interrumpiendo a Yibo que soltaba varias frases entrecortadas.
—Pues con una pijamada, ¿Qué otras maneras hay, didi? —lo miró con los ojos abiertos, como si no supiera a qué se estaba refiriendo— Acepto dormir aquí, pero con una condición — alzó un dedo para darle seriedad al asunto— Vamos a ver una película de terror.
Yibo trago saliva, dejando el télefono olvidado en el piso y acercándose a Zhan.
—Gege, hoy es mi cumpleaños y aún así te estás metiendo demasiado conmigo —se enojó, su expresión le recordó a Zhan un gatito y tuvo el impulso de tomar la mejilla entre sus manos y apretarla.
—¿Ummh? —dio un paso hacia atrás, manteniendo la distancia entre ellos, pero Yibo no se rindió y trató de abrazarlo— ¿Sigues malcriado? ¡Entonces no habrá pastel!
Yibo se detuvo y lo miró con grandes ojos de cachorro.
—Zhan Ge ¡Eso es demasiado!
—Sí, sí —dió vuelta para entrar a la cocina— Voy a preparar algo para que desayunemos, tú contesta la llamada.
—No quiero, es Wang Han.. me va a pedir que vaya para probarme los trajes de corredor —hizo una mueca— Hoy voy a estar contigo.
Yibo ya había decidido pasar su cumpleaños con Xiao Zhan desde que paseaban en la moto, así que ignoraría todas las llamadas y se encargaría de las consecuencias luego.
Después de todo, llevaba meses sin verlo. No podía perder esta oportunidad, debía aprovechar cada segundo.
—No hay nada aquí —Zhan cerró la nevera detrás de él y suspiró— Tendremos que ir de compras.
—O podemos pedir algo —dió la otra alternativa. Xiao Zhan puso las manos sobre la encimera y entrecerró los ojos en su dirección.
—No vamos a pedir cualquier comida rápida para tu cumpleaños.
Yibo sonrió un poco y se encogió de hombros, tomó la llave de la moto que estaba en la mesa a su lado e hizo una seña en dirección de la puerta.
—Vamos de compras entonces.
Zhan le devolvió la sonrisa por unos segundos antes de que notara algo, frunció las cejas y se detuvieron frente a la puerta.
—¿Nada más tienes un casco? —Yibo le entregó el que tenía en la mano y fue por otro hasta el cuarto lleno de cajas que aún no habían sido abiertas.
Solo, Zhan no pudo evitar volver a sentir la presión en su pecho, para relajarse movió una de la cajas. Sin embargo, notó que esta caja tenía la misma presentación que una que estaba en la cocina, la alzó para verla mejor y de hecho, notó que eran de la misma marca, incluso el mismo producto.
Wang Yibo, ¿Por qué quieres dos veces lo mismo?
Dejó la caja en su lugar, mordiéndose el labio inferior. ¿Podría ser una confusión o...Yibo planeaba vivir ahí con alguien más?
¿Por eso quería dejar su casa? Zhan sabía que Yibo no vivía realmente en su casa, también era consciente que su didi tenía una casa propia a la que debía volver cada cierto tiempo, muchas veces habían hablado sobre cómo crecería y podría independizarse, para poder trabajar de lo que quisiera. Pero para Yibo, la familia Xiao era un hogar, Zhan creyó ilusamente que Yibo viviría con ellos para siempre.
Si, él se había tenido que ir a la universidad, pero volvería en algún momento, quizá hasta podrían rentar un apartamento juntos. Ahora volvía y se enteraba que Yibo estaba haciendo su propia vida, lejos de él. Ni siquiera le había contado antes de ese apartamento.
Está bien, iba a pasar, en algún momento, una parte de mí ya lo esperaba.
Pero saberlo no era suficiente, seguía doliendo.
—¡Lo encontré, gege! —salió del cuarto con un casco negro en sus manos, líneas rojas a cada lado de forma vertical— Quería regalartelo luego, para cuando te enseñara, pero... —no terminó, arrepintiendose en el acto.
Xiao Zhan tampoco le prestó mucha atención, perdido en sus pensamientos y la mirada fija en la caja.
—¿Gege? —Yibo lo llamó y Zhan alzó la mirada, saliendo de su aturdimiento.
—Sí, vamos —tomó la manija y salió sin decir más.
Yibo bajó las manos, la sonrisa borrándose de su rostro.
La televisión estaba encendida, con el volumen al mínimo,estaban en la cocina, habían desayunado afuera con la insistencia de Yibo y pasado a comprar varios víveres para llenar la alacena.
Estaban en una paz frágil, porque ninguno de los dos quería comprender lo que el otro sentía.
—Son muchas cajas —comentó como si nada mientras acomodaba los cubiertos en sus cajones.
Yibo no sintió la acidez en su tono.
—Supongo. —sacó una de las bolsas de comestibles para meterlas en la nevera. Xiao Zhan se hartó de las palabras esquivas y giró para encararlo.
—¿Pensabas decirme algún día sobre este departamento? —Yibo lo miró sin entender— SI no venía de sorpresa ¿Me hubieras hablado de él?
—No, —cerró la nevera— porque a ti te la quería mostrar primero.
Las réplicas de Xiao Zhan murieron en su boca, la sorpresa brillando en su rostro.
—¿No se lo has mostrado a nadie?
Yibo negó— Ni a la señora Xiao, y sabes lo mucho que la aprecio.
Zhan asintió pero Yibo ya quería deshacerse de la frialdad así que igual habló.
—Zhan-ge, no quiero estar triste en mi cumpleños, ¿Porqué te enojaste conmigo hace dos semanas?
Xiao Zhan desvió la mirada entre Yibo y la puerta de la cocina, ¿Sería malo si huía como un niño pequeño?
Sentía que cada vez que estaba con su didi así se comportaba, no podía pensar como un universitario normal sino que se volvía un infante ignorante que quería resolver todo con emociones a flor de piel.
Eso era malo, porque ya no era un niño. Y tanto sentimientos como sensaciones habían crecido hasta ser un foso del que no quería salir por más oscuro que fuera, decidió entonces, que podía decir la verdad o seguir esquivando la situación mientras arruinaba el cumpleaños de Yibo.
—Estaba celoso —declaró después de un corto silencio.
—Gege...
—Lo estoy aún, porque me trajiste aquí —soltó— planeas irte de la casa de mis padres y ni siquiera puedes mencionarlo.
Igual estoy celoso porque tienes citas con una chica y todo apunta a que van a vivir juntos.
—¡Gege! —Yibo se paró frente a él, demasiado cerca, demasiado, y Zhan debía alejarse antes de hacer algo que pudiera arrepentirse— este lugar era una sorpresa para tí. Porque es lo que soñamos, juntos.
—Oh.
—Y sobre la chica —se sonrojó— no fue nada serio, ni siquiera sabía que era una cita...Yubin me arrastró...
—Ah ese maldito —murmuró Zhan, claro, sí él primero que le había contado eso había sido él, sus sonrisitas misteriosas empezaban a cobrar sentido.
—Gege...¿Estamos bien? —Zhan inhaló profundo y después asintió, entonces Yibo sonrió y salió de la cocina para volver segundos después con su télefono.
Puso una canción y lo dejó en la encimera, agarró la escoba con la otra mano y empezó a bailar al ritmo de la música. Zhan se rió abiertamente de él hasta que Yibo lo arrastró a su lado, soltando la escoba.
—Bailemos, Zhan-ge —pidió.
—No sé bailar —mintió, claro que sabía, ambos habían practicado juntos antes.
—Unos meses en la universidad y le lavan el cerebro a mi gege. —hizo un puchero.
—¡Ey! ¡No hay tanto riesgo ahí como el que tu corres si te caes!
—Porfavooor —se inclinó de nuevo hacia casi pegando sus barbillas.
—Está bien, está bien, pero elijo otra pareja de baile —se soltó de su agarré y tomó la escoba, Yibo rió con derrota y agarró una lámpara para seguir a su Zhan-ge.
Bailaron entre risas, cocinaron con la música a todo volumen, terminaron de acomodar las cajas y cuando la noche ya empezaba a caer ambos se sentaron en el sillón de la sala con rebanadas de pastel en sus manos.
—¿Cómo la estarán pasando el señor y la señora Xiao? —Zhan cambió el canal de la televisión, buscando algo de terror y arrugó la nariz al pensar en sus padres.
—Nunca pregunto qué hacen en su aniversario, es bueno que nos quedemos aquí, puede que llenen la casa con su miel —fingió un escalofrío. Dejó la televisión en un canal, satisfecho por su elección.
—No estarán en la casa, me dieron la llave —comentó— Me gustaría una relación así —murmuró después de un rato y Zhan tuvo que asentir, sus padres eran un buen ejemplo de pareja casada estable, a pesar de que años antes tuvieran sus diferencias habían aprendido a manejarlas.
Vieron la película en silencio, solo interrumpido por los casi gritos de Yibo en momentos, Zhan lo abrazó varias veces y se burló de él en otras. No fueron muchos esos momentos pues Yibo decidió parecer fuerte ante Xiao Zhan pero también era una excusa para que ambos se mantuvieran acurrucados.
Cuando terminó, Yibo estaba aferrado al sillón y apretaba los ojos con fuerza.
—No puedo, gege —negó con vehemencia— No podré dormir aquí.
—Didi, voy a estar contigo, no pasará nada.
Yibo volvió a negar y a Zhan se le ocurrió una idea, recordando lo que había dicho sobre las llaves de su casa.
—Si no puedes dormir aquí, yo conozco un lugar a salvo de los monstruos. —Yibo abrió los ojos y notó la sonrisa segura de Zhan— ¿Por qué no vamos a casa?
Hace cuatro años, cuando apenas empezaban a dormir juntos, Zhan descubrió que Yibo le temía un poco a la oscuridad y que era muy miedoso, así que le prometió que en su habitación nada le pasaría. Estuvieron noches en vela, juntos, hasta que Yibo pudo acostumbrarse poco a poco a la falta de luz, Zhan incluso consiguió de las pegatinas que brillaban en la oscuridad.
Eran unos adolescentes que aún se mantenían despiertos para ahuyentar a los monstruos imaginarios.
Y con el tiempo, Yibo pudo dormir en completa oscuridad a lado de Xiao Zhan.
Quién diría que cuatro años después, seguirían volviendo a la misma habitación.
—Bo Di, hace frío —murmuró, jalando la colcha para que ambos se pudieran tapar. Yibo la soltó ante el apodo que no escuchaba en mucho tiempo, al parecer volver a su habitación hacía que Zhan se sintiera seguro.
A Yibo le nació un arrebato de confianza, impulsado por el apodo cariñoso y todo lo que había pasado ese día.
—Gege... — giró en la cama, quedando de lado para ver a Zhan— Hace cuatro años. Cuando te dije que te amaba ¿Qué pensaste?
Zhan se quedó de piedra al escuchar la pregunta, trató de normalizar su respiración para fingir dormir pero no pudo y se volteó, para ver a Yibo igual.
Al día siguiente posiblemente culparían al sueño y la sensación de seguridad que les daban las estrellas fluorescentes en el techo. Pero quizá ese día habían dicho demasiadas verdades que la lengua les picaba por decir más.
—Me atreví a pensar —murmuró— que tú y yo podíamos ser algo.
—¿Entonces por qué me colgaste?
—Me dijiste que era como un hermano mayor.
—Pensé que tenías novia —respondió.
—umm —ambos tenían los ojos medio cerrados, casi sin entender lo que decían.
—Entonces...Zhan ge...¿Me amas?
—Sí, ¿Y tú a mí?
—Sí —se juntaron más bajo la colcha, entrelazando sus manos en medio.
—Wang Yibo...¿Estás durmiendo?
—Umm
Cayeron rendidos por el cansancio en la cama, compartiendo la misma almohada y con sonrisas en sus rostros.
Capitulo sorpresaaaaa, no es jueves pero me emocioné y lo escribí antes.
Festejen, mientras puedan, ah no es cierto xd ¿Les gusto la media confesión?
Nos leemos luego:3