¿Alguien sabe como se pueden dedicar lod capítulod en la nueva actualización de wattpad para el ordenador?
El verano. Esa estación deseada por muchos. Calor, playa, helados, tiempo para descansar, viajar, estar con los amigos... La llegada del verano significaba el fin de las clases y el comienzo de la diversión.
Pero para Louis el verano nunca había sido una gran época. Durante el resto del año se mantenía ocupado estudiando e intentaba mantener su cabeza alejada de todo tipo de pensamientos depresivos, pero durante las vacaciones no tenía ninguna distracción. Al menos, no la había tenido hasta entonces.
Por primera vez se sentía emocionado y deseoso de la llegada del verano. Tener a Harry a su lado le hacía ver la vida de una manera completamente distinta.
Durante la última semana habían estado mirando casas en venta y ya tenían algunas de ellas en mente como posibilidades. Ambos se sentían inseguros por el paso que estaban a punto de dar. Dos meses juntos era realmente poco tiempo y el miedo a estropearlo todo por la convivencia permanecía ahí.
—¿No estás nervioso, amor? —preguntó Harry tomando la mano de Louis con cariño, sin preocuparse de las miradas indiscretas de la gente a su alrededor.
—Creo que tú estás más nervioso que yo, te tiembla la mano —contestó el chico con una disimulada risita—. Aunque no todos los días vas a ver a tu hijo por primera vez.
—Hija —corrigió el de rizos.
Ambos se sonrieron como dos tontos enamorados. Louis y Harry se encontraban sentados en la sala de espera de maternidad, rodeados de mujeres embarazadas que les miraban de un modo extraño. ¿Qué harían un par de chicos en aquella zona? Ninguna de ellas era capaz de explicárselo, y aún se sorprendieron más cuando el doctor Johnson dijo el nombre del castaño desde la puerta de la consulta. Louis se sentía un tanto incómodo, pero sabía que debía acostumbrase a ello. Su bebé era algo especial, que no todos los días se veía.
—Hola, Nick —saludó el chico una vez que estuvieron dentro de la consulta.
—Hey, Louis. ¿Cómo va todo? —contestó el hombre sonriente mientras se daban la mano.
—Muy bien. En realidad, genial. Quería presentarte a... mi novio, Harry.
La vista del doctor en seguida se dirigió al chico de cabello rizado que no sabía muy bien como debía actuar. En aquellos momentos era un manojo de nervios.
—¿Tú eres el padre del bebé? —preguntó Nick tendiéndole la mano.
Harry asintió correspondiéndole el saludo y miró a Louis con una pequeña sonrisa. Su novio le había hablado de la buena relación que tenía con aquel hombre. Cuando era niño había sido para él la figura paterna que nunca había tenido.
—Oh, no sabeís lo que me alegro de que finalmente esteis juntos. El cabezota de tu novio no quería hacerme caso y hablar contigo —le dedicó una mirada de reproche a Louis y se dirigió hacía la otra parte de la consulta—. Bueno, ¿queréis ver a vuestro bebé?
Ninguno de ellos pudo contener la sonrisa tras aquellas palabras. Llevaban mucho tiempo esperando para aquella ecografía.
Louis se tumbó en la camilla y se levantó la camiseta hasta el pecho, dejando el pequeño bulto en su abdomen al descubierto. Harry se mordió el labio y tomó la mano del ojiazul para apretarla con suavidad. No tenía palabras para expresar sus sentimientos en aquel momento, mientras el doctor echaba el gel y colocaba el aparato sobre la tripa de Louis. Pronto la imagen apareció en el monitor.
Al principio no eran capaces de distinguir mucho, pero Nick comenzó a mover el ecógrafo y a indicarles donde estaba el bebé. Louis notó la diferencia con respecto a la primera ecografía. En esta ya no se veía sólo una pequeña forma negra, sino que eran capaces de distinguir perfectamente su cabeza y todas las partes del cuerpo.
—Mirad, se esta tocando la cara con la manita —comentó el doctor señalando el movimiento en la pantalla.
Harry aprentó con mayor fuerza la mano de Louis con la suya, y se llevó la otra a la boca emocionado. No pudo contener el par de lágrimas que se resbalaron de sus ojos hasta su barbilla, ni la sonrisa que se agrandó en su rostro. El bebé que estaban viendo era su hijo y era real. Se lo había imaginado muchísimas veces en su cabeza, tantas que no podría decir un número, pero ahora le estaba viendo realmente y no podía controlar sus emociones.
—Hazz, ¿estás llorando? —preguntó Louis cuando se giró para mirarle.
El chico de rizos negó con la cabeza mientras se limpiaba las mejillas con ambas manos, sin dejar en ningún momento de sonreir. Louis sintió como su corazón se encogía al verle así, y en ese momento supo que podrían con aquello. Costara lo que costara, iban a sacar a aquel pequeño o pequeña adelante.
—Te quiero —afirmó cogiendo su mano de nuevo.
—Y yo a ti —contestó Harry intentando normalizar su voz.
Nick tuvo que sacar su lado profesional en aquel momento y dejar a un lado todos los comentarios que su cabeza le sugería sobre la tierna pareja. No podía evitar acordarse de él mismo a los diecisiete, cuando miraba de la misma manera a la chica de la que estaba enamorado. Decidió levantarse y volver a su escritorio, mientras Louis se limpiaba los restos de gel y se acomodaba de nuevo su ropa.
—El bebé está perfectamente —afirmó cuando ambos chicos se sentaron frente a él—. Está creciendo a un ritmo normal y no para de moverse. Parece ser que tendreis un pequeño terremoto en casa.
Harry y Louis se rieron levemente.
—¿Y cuando podremos saber si es un niño o una niña?
—Probablemente en la próxima ecografía, dentro de un par de meses. ¿Ya estáis pensando qué nombre le pondréis?
Ellos se miraron y negaron con la cabeza. La verdad es que aún no habían pensado en eso porque habían estado pendientes de otras cosas, pero ambos tenían un par de nombres en la cabeza que serían perfectos para su bebé.
—Gracias por todo, Nick —dijo Louis despidiéndose—. Si no llega a ser por ti probablemente hubiera cometido un error terrible. Este pequeño te debe la vida —esto último lo añadió mientras acariciaba su barriga.
—No me des las gracias. Sabes que estoy aquí para lo que necesites.
Después de un emotivo abrazo ambos chicos salieron del hospital y se dirigieron al apartamento de Harry montados en su moto.
Al chico de rizos le daba demasiada pena saber que dentro de poco tiempo tendría que guardar a la niña de sus ojos en el garaje y comprarse un coche con la pegatina de "bebé a bordo". Pero a pesar de todo, sabía que haría cualquier cosa por aquella pequeña familia que Louis y él habían formado.
***********
—Y entonces le dije: ¿sabes por qué el pollo no cruzó la calle? —Niall no era capaz de contener su risa mientras trataba de hablar—. Porque yo me lo comí.
Tanto él como Liam rompieron a reir a carcajadas, sin saber muy bien porque lo hacían. Se habían pasado toda la mañana tirados en el sofá, comiendo galletas de chocolate y riendo por cualquier tontería que el rubio soltaba.
Liam no se reía de las historias graciosas en sí, sino de la manera en la que Niall las contaba. La actitud infantil del irlandés sólo hacía que los sentimientos de Liam aumentaran, terminando con la confusión que llevaba tantas semanas atormentándole.
El chico le gustaba, le gustaba mucho en realidad, y cuanto menos tardara en aceptarlo antes podría dejarle las cosas claras a Zayn. Aquello no era una competición por el corazón del rubio y la disputa entre ellos no les llevaría a ningún lado. Debían confesarle a Niall sus sentimientos para que el pudiera elegir.
Dejaron de reirse cuando escucharon el sonido de la puerta, lo que significa que Harry y Louis estaban de vuelta. Niall en seguida se levantó de su sitio sacudiendo las migas que habían dejado esparcidas por el sofá y se dirigió a la entrada con una sonrisa radiante. Aquel día se sentía extremadamente feliz.
—Hey, ¿qué tal ha ido todo? ¿Cómo está mi sobrinito? —les preguntó mientras entraban y se dirigían a la sala para sentarse.
—Tu sobrinito ha salido a sus padres. Pega unas patadas dignas de un futbolista —contestó Louis mientras se desplomaba cansado sobre el sofá.
—Ya verás cuando el tío Niall le enseñe a jugar al fútbol. Va a ser todo un rompecorazones. Os llamaran del colegio para que vayais a recogerle porque las chicas le acosarán.
Todos rieron ante las ocurrencias del rubio.
—Yo sigo pensando que va a ser una niña —añadió Harry—. Se me ocurren un montón de nombres preciosos para ponerle.
—Si es un niño podríais ponerle James como mi segundo nombre, seguro que al bebé le encantaría llamarse así —dijo Liam esta vez.
—Hey, para el carro. Si le pusieran James sería por mi segundo nombre, no por el tuyo. Además, está claro que el bebé quiere llamarse Niall, ¿a que sí, bebé? —preguntó el rubio hablándole a la tripa de Louis.
Este la acarició con su mano de manera protectora y le susurró a su hijo un tierno "no les escuches, amor". Louis sabía que todos en la casa estaban emocionados con el hecho de tener un pequeño correteando por allí para poder comprarle juguetes y enseñarle a jugar al fútbol, pero tenía claro que no iba a dejarles malcriar a su hijo como quisieran. Ahora él y Harry deberían convertirse en unos padres responsables.
-------------------------
Hello lovely readers!!
Perdón de nuevo por tardar tanto en subir y gracias por seguir esperando. Aprecio muchísimo vuestro apoyo
¿Qué os parece el capítulo? Liam pretende que él y Zayn le confiesen sus sentimientos a Niall. ¿Cómo creéis que reaccionará él? Pronto va a ocurrir algo que marcará por completo el transcurso de la historia.
Este capítulo está dedicado a @alexandra_193 porque me reí mucho con su comentario: "si me llego a embarazar y dejo de estudiar, mi mamá lo único que me daría sería la bolsa de basura para que la tire cuando me vaya" jajajaj
Os quieroooo
-Faty