lover of mine ; Trueno [Termi...

By -itsrosiieee

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Donde Mateo conoce a su misteriosa vecina Cielo, enamorándose de ella desde el primer momento en que la vió... More

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01. La sobrina de la vecina.
02. Muy lindo pero muy chusma.
03. No te creas tan importante.
04. No era mi intención.
05. Los pibes como vos.
06. Que chico es el mundo.
07. Las fotos no reflejan todo.
08. Punto de quiebre.
10. No quiero eso para su vida.
11. Salvarte.
12. Pesadillas, en sueños o no, siguen presentes.
13. Aunque ella no quiera.
14. Acompañar no es ayudar.
15. Mi vida por la suya.
16. ¿Qué es estar bien?.
17. Sospechas e ilusiones.
18. Beso cordobés con sabor a fernet.
19. Me gustas, ¿Te gusto?
20. Me fallaste.
21. Ingeniosamente dulce.
22. Lagrimas amargas y disculpas dulces.
23. Perdón de corazón.
24. ¿Enamorados?
25. Preguntas y celos.
26. Cena + lluvia + amanecer = Noviazgo.
27. Despertar de la pesadilla.
28. Son locas las cosas que uno hace por amor.
29. Irene y la lucha por salir.
30. Amor en colores.
31. Todo cambia en un segundo.
32. Ella es...
33. Como si no importara, bonita.
34. Confiar.
35. Un abrazo tuyo.
36. Mi estrella favorita sos vos.
37. Montaña rusa.
38. Buscada, otra vez.
39. Te amo, no te vayas.
40. Te amo, tengo que hacerlo.
Epílogo I - Querido Mateo...
Epílogo II - Querida Cielo....
Gracias...
Extra #1
¡20 K!
lover of mine...
¡Nueva fic!

09. ¿Somos nuestro pasado?

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By -itsrosiieee

Cielo.

Abrí un poco los ojos y lo primero que noté fue una venda y un suero en mi brazo, ¿Otra vez? Dios que paja.

Recordé como llegué acá y quise morir de la vergüenza.

―Cielo, que susto nos diste. ―Miré y mi tia, con la mirada cansada, toma mi otra mano entrelazandola y dejando un beso en esta. ― Casi me matas de un infarto, bobita.

Reímos apenas y un nombre pasó por mi mente.

―Mateo. ―Le dije y me miró confundida. ―¿Dónde está Mateo? Él me trajo, ¿No? ―Soltó mi mano para ir a la puerta y llamar a alguien, creí que era él pero no, sus papás.

―Ya estás bien nena, lindo susto. ―Dice en chiste Pedro y le sonrío. ―¿Cómo te sentís?

―Mejor si me dijeran donde esta Mateo, ― Nadie dijo nada, ¿Se había ido? ― Se fue, ¿No?

Cuando ya me estaba decepcionado, Juliana soltó la carcajada. ―Quédate tranquila corazón, se desmayó cuando le sacaron sangre.

―¿Le sacaron sangre? ¿Le pasó algo?

Mi tía se sentó en la silla al lado de mi cama. ―Cuando te lastimaste, Mateo entró a la casa, ya te habías cortado y perdido mucha sangre, te sacó justo Cielo, y después te donó sangre para que te hagan la transfusión más rápido.

Dios, pobre.

―Lo quiero ver, ― Justo entro una enfermera. ―Lo quiero ver tia, díganme donde está.

―Es mejor que ella descanse. ―Dice la mujer y niego.

―No quiero dormir, ¿Me pueden llevar a donde esta este chico? Por favor.

―Cálmate, necesitas dormir. ―Intenta Silvina mientras ponen algo en el suero con una jeringa, no, no y no.

Mi tía me agarró la mano con más firmeza para que dejara de hacer un escándalo, con el pasar de los segundos mis ojos iban pesando cada vez más.

―Solo quiero saber...―Di un suspiró cerrando los ojos, me estaban durmiendo ―...Mateo.

Aunque haya sido por un calmante, no dormía así de bien en semanas o hasta meses.

Fui despertando de a poco, y al mover mi brazo porque me picaba la venda, toqué la cabeza de alguien que estaba con los brazos sobre el colchón y la cabeza apoyada en estos, por los rulos supe que era el morocho, que parecía dormido.

Puse mi mano en su pelo para acariciarlo, y cuando sintió mi tacto, se enderezó rápidamente, comprobando todo lo contrario, estaba más que despierto ―Cielo, Dios, estás bien. ―Me abrazó y cerré los ojos al sentir su perfume. ―Si vas a hacer algo asi otra vez trata de que no sea cerca mío.

―¿Qué cosa? ―Apenas y si podía hablar, estaba boba por el calmante.

― Intentar...No sé que querías hacer pero estabas tan, ―Negó, no podía ni describirlo, bajé la mirada sintiéndome mal por lo que tuvo que ver. ―No lo intentes porque no te voy a dejar que lo hagas, nunca más, no mientras yo esté cerca tuyo.

Fruncí el ceño, todo el mundo creía que me había intentado matar, así de sana me creían.

―No quería. ―Susurré y me miró extrañado. ―No quería lastimarme, mucho menos asustarte pero ―Tragué grueso. ―No me di cuenta, rompí el espejo, se me cayó un pedazo en el brazo y me corté así, pero no lo hice a propósito, perdón.

Se sentó en la cama a mi lado abrazándome. ―No te tengo que perdonar nada linda, ya pasó, te quiero mucho, casi la quedo yo.

Reí apenas y miré su brazo, donde tenía una curita que decía "Pollera" y se la señalé. ―¿Emi?

La miró y rodó los ojos. ―Seguro fue cuando me desmayé, ya lo voy a agarrar a ese.

―Me donaste sangre. ―Afirmé después de un largo silencio, era algo que estaba diciendo en voz alta mirando a un punto fijo en el cuarto, no caía de lo que había hecho por mi.

―Si. ―Dijo simplemente, mi espalda se apoyaba en su pecho mientras el hacía garabatos imaginarios con sus dedos en mi brazo sano.

―Y me salvaste la vida. ―Concluí.

―No sé si tanto. ―Se encogió de hombros.

―Y te desmayaste en el proceso. ―Dije riendo.

―Ah bueno, eso si. ―Reí más. ―Boluda, se re abusaron, me sacaron más sangre de la que seguro vos necesitabas, por hacerme el piola me paré re chill y terminé tirado en el piso porque se me bajó la presión, quince minutos después me dijeron que ya te habías despertado pero te dieron calmantes.

Resoplé, ahora yo acariciaba su brazo. ―Si, me dijeron que estabas por ahí desmayado y te quería ir a ver, quería saber si estabas bien. ―Lo miré, la mayor demostración de afecto que le di hasta ahora fue esta, muy seguramente.

―¿Si? La que casi pasa para el otro lado eras vos, tonta. ―Deja un beso en mi mejilla. ―Siempre voy a estar para que hables conmigo, no te voy a preguntar nada que no quieras, solo si querés que alguien te escuche, lo voy a hacer, pero por favor confía en mi no quiero que vuelvas a pasar por esto jamás.

En ese momento entendí que Mateo no estaba ahí para lastimarme, sino para ayudarme y ahí fue cuando bajé la guardia.

―Si querés que confíe en vos es necesario que sepas un par de cosas.

Asintió. ―Obvio, lo que vos quieras decirme.

Respiré hondo, era la primera vez que estaba lista para contarlo, hasta que tocaron la puerta, mi tía.

―Hola, ¿Cómo están?. ―Nos pregunta y los dos le contestamos afirmativamente. ― Cielo, ¿Cuando fue la última vez que comiste bien?

Sentí la mirada de Mateo y me pasé la lengua por los labios nerviosa, ― ¿Ayer? ¿Qué hora es?

―Las diez de la mañana Eva, y no, hace dos días que comes mal por eso tenes suero, tampoco tomas ningún liquido, estabas deshidratada.

Cerré los ojos, ¿Una cagada más no me podía mandar? Mateo me abrazó con más firmeza y dejó un beso en mi hombro.

―Perdón. ― Sólo eso podía decir ahora, ella suspiró.

― Después lo vamos a hablar, anduviste bien a la noche asique cuando el suero se termine ya podemos ir a casa, te voy a cuidar unos días.

Terminó y rodé los ojos, esto me pasó por tarada.

Escuché a Mateo reír. ―Tu carita lo dice todo.

Reí apenas. ―Odio todo este circo.

Me dió un beso en la frente, ―Tranquila, no falta mucho y yo te voy a acompañar, ¿Si?

Asentí, me sentía muy acompañada.

[• • •]

Tanto mi tía, como toda la familia de Mateo, y este último, se quedaron conmigo hasta que salí del hospital. Después volví a mi casa, donde estaba todo limpio.

―Con tu tía limpiamos todo, hasta tu pieza, espero que no te moleste que hayamos entrado. ―Me dice Juli, ya que los vecinos se iban a quedar a comer y le sonreí.

―Obvio que no, gracias. ―Les dije para ir hasta mi cuarto donde la mayoría de adornos, retratos y el espejo, no estaban, mi celular estaba arriba de la mesita de luz, roto.

Que imbecil que puedo llegar a ser.

―Tus papás me van a llamar para que hables con ellos después, ―Menciona Silvina mientras con Mateo entramos a mi cuarto, Mateo traía mi mochila porque según él, iba a estar pesada para mi.

Solo tenía una moda de ropa y mi tablet, que me llevaron para que no me aburra tanto y con la que nos divertimos jugando con el menor de los Palacios, que me ayudó a que el tiempo pase rápido, todos en esa familia eran muy buenos conmigo.

Asentí y volvió a hablar: ―Pueden quedarse acá hasta que esté la comida, los llamamos.

Se va y me tiro en mi cama, Mateo se sienta en la misma y agarra mi mano. Yo miro todo mi cuarto y me siento mirándolo y suspirando.

Ahora si tenía que contarle todo, si quería que él lo entendiera.

Cerré los ojos por un momento y los abrí, estaba lista, ―Bueno, esto arranca así...,

Un año antes.

Omnisciente.

¿Como definir a la Cielo de ese tiempo? Linda, sociable, buena, inteligente y divertida, era lo que la mayoría diría.

Nunca estaba ella sola, por lo general siempre la acompañaba algún amigo, pero la mayoría de las veces, la ibas a ver con su mejor amiga, Magali.

Cielo y Magali eran amigas desde los once años, desde un primer momento se llevaron bien y se complementaban la una a la otra, se entendían y sabían hasta lo que la otra pensaba.

Cielo siempre fue la alumna promedio que le alcanzaba con aprobar a duras penas, la que vivía con auriculares puestos y tenía mal carácter, además de que no se dejaba pasar por encima, pero respetaba a los demás, si una persona quería ser un helicóptero ella le diría que bien por ella y le deseaba lo mejor, amaba teñirse el pelo y perforarse las orejas o a sus amigas, por diversión, también amaba pintar, le gustaba ir al colegio solo por plástica y química, sus materias favoritas, siempre sabía de una joda los fines de semana y ahí estaban las amigas, haciendo presencia.

Maga era más seria, de las mejores en todo, mejor promedio durante años consecutivos, amaba la educación física e historia, la catalogarían de santa y aburrida si no fuera por su amistad con la otra chica, que era un alma libre, sin preocupaciones. Pero Magali siempre estaba al pendiente de lo que los demás hacian, le importaba mucho el que dirán, por eso Cielo era su cable a tierra; deportista, inteligente, competitiva, determinada y graciosa, era lo que más resaltaba de ella o quería que los demás vieran, y así poder ocultar lo que en verdad podía llegar a ser.

Las amigas estaban organizando su vida, lo que iban a hacer después de la secundaria, como iban a vivir, su plan era mudarse como sea a Buenos Aires y ser libres al fin. Cielo quería estudiar Artes y Magali al principio quería ser traumatologa especializada en deportes, pero su madre la había persuadido para que sea profesora de historia.

Obviamente la chica no quería, pero su progenitora le había repetido tantas veces que no iba a lograr estudiar tanto, que terminó creyéndolo.

Cielo no dijo nada, no quería opinar de su familia porque ellos la habían ayudado muchas veces, no quería morder la mano que alguna vez le dió de comer. Asique lo calló, grave error.

Las cosas con el pasar de los meses se fueron poniendo raras, Maga empezó a tener cierta actitud agresiva hacia su mejor amiga, pero claro que sólo lo hacia cuando estaban solas, para los demás ella seguía siendo la adolescente perfecta.

Cielo empezó a ser muy cerrada, había cosas de su mejor amiga del alma que le molestaban pero ella también tenía la cabeza tan comida por Magali que ni siquiera se dió cuenta cuando la castaña empezó a mostrar otro lado de ella, uno mucho más oscuro.

Lo cierto era que Magali no estaba bien psicológicamente, y se desquitaba con Cielo por problemas que ni al caso iban. La última, que no se quedaba callada, solía gritarle que la dejara en paz y le rogaba que buscara ayuda, pero eso nunca pasó.

A veces a Magali se le iba la mano y le gritaba desde que salían de su casa hasta llegar al colegio, y esto agotaba a Cielo mentalmente, obvio. Pero por sobretodo le dolía, era la persona en quien más confiaba la que le decía todas esas cosas.

Cielo se preocupó más al darse cuenta que su mejor amiga, no dormía, no comía y sus notas bajaban, y vió una alerta. Intentó hablar con ella miles de veces, y siempre era lo mismo, que Magali le dijera que iba a cambiar y después hacia todo lo contrario.

La ignoraba, la dejaba sola, plantada, hablaba mal de ella, mientras la chica sólo intentaba que Maga no se desmayara en alguna situación poco oportuna y pase a mayores, que se caiga en la calle, en el colegio o algo por el estilo.

Al ver que su amiga cada día decaia más, Cielo decidió hablar con la mamá de esta, que a pesar de ser muy exigente, siempre quería lo mejor para sus hijos. A Cielo no le importó ser una botona, si eso le salvaba la vida a su amiga.

Pero no esperó que al otro día de hacerlo y creer que eso había tenido un fin, su amiga le propinara una cachetada apenas entrar al colegio.

―¿¡Qué mierda hiciste flaca!? ¿¡Sos joda!? ¡Qué te metes si nadie te pidió que me ayudes!

Con la mano en la mejilla, un poco sorprendida, Cielo le contestó. ―¿Y que tenia que hacer? ¿Dejar que te desmayes? No seas pelotuda, ¿Querés? Te quiero ayudar Maga.

―¡No te pedí ayuda!

―¿¡Y a mi que me importa!? ―Ahora la que alzó la voz fue ella. ―¡No seas desagradecida porque no soy la mala acá!

―¡Una envidiosa sos! ¡Me das asco!

La miró dolida y se acercó un poco más. ―¿Yo soy un asco? ―Murmuró. ―¿Te pensas que le voy a tener envidia a alguien que dejó de comer, de dormir, de ser ella y que muy seguramente tenga una enfermedad? Estás muy equivocada. ―Todo esto lo había susurrado, de la rabia no era consciente de lo que decía, pero tampoco quería que todo el curso supiera por lo que la otra chica pasaba.

―A mi no me abandonaron y me dieron traumas después, mucho menos pesadillas como si todavía tuviera cinco años, ahora entiendo porque tu viejo te dejó sola, no tenía nada que perder. ―Chistó. ―Te lo merecías. ―Dijo con desprecio y a la chica frente a ella se le calló su primer lágrima del día.

―¿¡Por qué no te vas un rato a la concha de la lora, hija de puta!? ¡Estas enferma! ―Le gritaba y unos amigos de las chicas las separaron, intentando hacerlas retroceder y terminar el asunto. ―¡Matate! ¡Córtate, empastillate! ¡No sé! ¡Hace lo que quieras pero para mi estas muerta flaca! ¡Estás loca, sos una mierda! ―La directora fue quien le puso fin a la fuerte discusión y llamaron a los padres de ambas.

Si se viera de afuera, la mala que empezó a gritar fue Cielo, pero si se sabía el trasfondo, la culpable era Magali. Las dos alumnas fueron sancionadas por un día y cada una fue a su hogar, pero ese fue sólo el principio.

Magali había quedado sola en su casa, su hermano mayor y su hermana menor iban a ir aproximadamente en una hora, y nadie pensó que enserio iba a hacer lo que Cielo le dijo. Agarró un frasco de pastillas y se las tomó.

Fueron sus hermanos quien la encontraron, casi muerta, el mayor le hizo RCP, hasta que llegó la ambulancia, le hicieron lavado de estómago y quedó internada por varios días. Completamente fuera de si, la chica no estaba bien mentalmente y después de eso fue internada en una clínica psiquiátrica en Córdoba.

Todos apuntaban a Cielo como la que provocó el intento de suicidio y que la promesa de la ciudad haya terminado internada como si estuviera loca.

Fue tanto el acoso que Cielo recibió, porque la gente pensaba que ella era como una asesina, que tambien lo intentó, pero su mamá la encontró a tiempo y también fue internada, en un lugar distinto al de su, ahora, ex amiga.

Estuvo en shock mucho tiempo, había compañeros de las chicas que querían que a Cielo se le presente una causa por convencer a Magali de intentar suicidarse. Pero no entendían que ella no quería eso, no fue su intención y no creyó que lo haría, no creía que era tan inestable.

No pudo terminar el colegio normalmente, lo hizo en casa, con una profesora particular, contrataron una psicóloga, la cual enseguida creyó que Cielo era una posible trastornada mental y que era muy peligrosa, lo cual indignó a la adolescente por las locuras que decía, ¿Cómo sería eso posible? Nunca lastimó a nadie. Quisieron volver a internarla pero la chica se negó a muerte, y no pudieron sacarla de su casa en meses, hasta que su mamá y su padrastro le dieron la noticia que se tomarían un año sabático en Inglaterra, y que ella se iba a tener que quedar en Argentina, con su tía de tutora temporalmente, cuidando una casa que la misma tenía en el barrio de La Boca, en Buenos Aires.

Cielo - Actualidad.

Mientras venía para acá, me enteré que Magali había hecho grupos en redes sociales para burlarse de mi, y las cosas que me habían pasado, ―Me sequé las lágrimas que solté durante todo el relato. ― Que era mi culpa y que me merecía lo que me pasaba, las pesadillas no son de ahora sino desde que mi papá me abandonó cuando tenía nueve años. ―Confesé. ―Era mi más grande héroe y se fue, me abandonó y a pesar de que me quise comunicar con él muchas veces, nunca me contestó o cortaba mis llamadas, llegó hasta negar que no era su hija.

―Que hijos de puta. ―Murmuró Mateo, el sólo se había resignado a escuchar ―¿Por qué tu tía cuando llegó te dijo Eva?

Cerré los ojos suspirando. ―Eva Cielo Mazzei, así me llamo,―Lo miré. ―Mi papá me puso Eva y siempre me pareció muy íntimo, obviamente todos me decían Eva pero también Cielo, estaba acostumbrada a ambos nombres ya que no me cambiaba nada, cuando mi papá se fue, ese número se redujo a mi familia y mi mejor amiga, Maga. ―Bajé la mirada. ―Y cuando la internaron, pedí que por favor nadie me llamara así, que me dijeran Eva era un signo de confianza que yo le daba a alguien pero hasta mi propia madre intentó internarme cuando la culpable no era yo, ―Negué mordiéndome el labio. ― Mateo yo no quería que ella se matara.

Largué el llanto y me abrazó ― Si linda, ya sé, ninguna de las dos estaba bien en ese momento pero no tienen porque culparte de lo que pasó, no tenías la culpa, era una bomba de tiempo.

―Las dos teníamos la culpa ― Dije ― Yo por gritarle y no alejarme de ella, y ella por hacer lo que hacía y actuar como actuaba. ―Me calma un poco. ― Mi mamá tapó todo con plata para que en mi legajo escolar no quedara que me habían dicho que no podía seguir yendo por lo que había pasado y por eso también me sacaron de Córdoba, es como si fuera prófuga de la justicia.

―No sos prófuga de nada Cielo, no tenés porque insultarte así, ― Agarró mi cara entre sus manos. ―Escúchame, todo lo que te pasó fueron un conjunto de malas decisiones, ―Fruncí el ceño. ―En lo que me dijiste de esta chica, era una bomba de tiempo y vos sos humana, cometes errores, el tuyo fue no alejarte a tiempo, nada más.

Me abrazó y respiré más tranquila, me estaba sacando un peso de encima porque era la primera vez que se lo contaba a alguien.

Y se sintió bien.



• • •

HOLA GENTE, como andan? yo acá, más o menos, llena de estrés pero este capítulo era super importante para entender la desconfianza de Cielo y de a poco se lo va a ir relevando a Mateo, esto solo es una parte de como es que ella se siente.

El tema con su nombre es algo muy significativo, el que ella le dé su confianza plena a alguien es que le digan Eva, resumiendo todo. Ya que su papá le decía así.

También se va a generar otro conflicto ya que como dije antes, no voy a romantizar lo que le pasa a Cielo, y se van a dar cuenta que es lo que digo con el pasar de la historia.

Y TAMBIÉN ESTA FIC YA TIENE CANCIÓN PA EL FINAL, osea falta una re bocha pero me gusta tener los finales bien planeados.

Aunque la canción "oficial" de Lover of Mine es la canción que lleva el mismo nombre de la fic, es que 5 seconds of summer, se las recomiendo y de paso se dan una idea de que va la historia, se puede interpretar de muchas maneras esa canción.

Sin más pa decir, espero que les guste, comenten, voten y por sobretodo disfruten de la fic, baii🤍🤍

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