Without You |Hyunin Omegavers...

By StreetEmpty

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❝No tomes mi mano si la vas a soltar❞ ↪pareja principal: Hyunin ↪Historia completamente de mi autoría. ↪Esta... More

•『 ᴡɪᴛʜᴏᴜᴛ ʏᴏᴜ 』•
•『 ᴘᴇʀsᴏɴᴀᴊᴇs 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 01 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 02 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 03 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 04 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 05 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 06 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 07 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 08 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 09 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 10 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 11 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 12 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 13 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 14 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 15 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 16 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 17 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 18 』•
•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 20 』•

•『 ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 19 』•

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By StreetEmpty

Su cuerpo se estremeció lentamente, su Omega convirtiéndose en un completo caos en su interior mientras su corazón latía completamente desbocado en su pecho, como si estuviese a punto de salirse de su lugar. Una sensación completamente extraña recorriendo cada rincón de su cuerpo se hizo presente en el preciso instante en el que inhaló con fuerza el fuerte y delicioso aroma que desprendía Hyunjin. Y es que, él —Al menos su parte racional— era plenamente consciente que lo mejor y lo más correcto que debía de hacer, era irse lo más rápido que pudiese de aquel lugar, antes que Hyunjin sintiese su aroma —Aunque sabía que probablemente para aquellos momentos, el Alfa ya había sentido su aroma y sabía que se encontraba ahí— y no era porque le tuviese miedo, no, Jeongin estaba seguro que Hyunjin jamás se atrevería a lastimarlo, todo lo contrario, sin embargo, sabía que quedarse ahí; Con Hyunjin en celo y su Omega chillando, restregándose con completo dolor, volviéndose loco en su interior, con su cuerpo reaccionando de una manera incorrecta, sabía que era plenamente peligroso, una muy malísima idea.

Obedecerle a su Omega que prácticamente se encontraba implorándole porque fuese directamente hacia el Alfa y con ello, le ayudase a pasar el celo, no era para nada correcto. El hacer aquello significaría cruzar muchos límites que había entre Hyunjin y él, sería cruzar aquella barrera que solamente traería caos a sus vidas, especialmente para él y de cierta manera, sabía que no era lo correcto, que de hacerlo terminaría lastimando a Hyunjin y aquello era lo menos que deseaba. Y no, no solamente sería lastimarse entre ellos, sino también, lastimar a más personas, entre ellas a Seungmin y Jeongin verdaderamente no estaba dispuesto ni listo a cargar con su conciencia reprochándole constantemente que, por su culpa, que, por su egoísmo, había terminado lastimando a las personas que más quería.

Sin embargo, aun cuando era consciente que todo aquello traería problemas, aun cuando una parte de su conciencia le decía que debía de darse la media vuelta e irse por donde había llegado, dejar que Hyunjin lidiara con su celo él solo, lo cierto era que, Jeongin en aquellos momentos había hecho exactamente lo contrario a lo que era correcto.

Él ni siquiera se había dado cuenta en qué preciso momento su cuerpo se había movido de donde se encontraba, prácticamente por instinto, avanzando lentamente por el lugar, con su corazón latiendo tan fuerte y desbocado en su pecho, siendo plenamente consciente que seguir lo que su Omega le estaba indicado —O bueno, prácticamente ordenándole— jamás llegaría a ser una muy buena idea, todo lo contrario; era la peor de las ideas.

Solo bastaba de analizar la situación tan complicada en la que se encontraba; Estaba en la casa de un Alfa que se encontraba en celo, él, siendo un Omega que aunque no fuese débil en cuanto a fuerza, también tenía instintos que estaban saliendo intensamente aquella vez y es que, no negaba que adoraba el aroma de Hyunjin, odiaba el aroma de todo Alfa que se acercase a él, sin embargo, todo era completamente diferente con Hyunjin y aquello realmente no estaba ayudándole mucho en aquellos momentos. Y justo aquel día, cuando había descubierto que lo único que tanto anhelaba era fundirse en aquellos cálidos brazos que siempre le habían dado la protección que necesitaba, que sus sentimientos por aquel Alfa iban más allá de una simple amistad, que Hyunjin era verdaderamente el que lo hacía sentir... Completo, casi como si fuese su otra mitad, realmente no le ayudaba a controlarse, a colocarle un alto a su Omega.

Y es que, aun cuando él no era el típico Omega común que poseía una fragilidad que difícilmente podía ser cambiada, especialmente porque estaba en su naturaleza, un Omega que necesitaba constantemente ser protegido por los demás, aun cuando en múltiples ocasiones él se había encargado de defender a capa y espada a Hyunjin, lo cierto era que, había mantenido guardado el que, en realidad él no era el que protegía a Hyunjin, sino todo lo contrario; Hyunjin siempre se había encargado de protegerlo y él ni siquiera se daba cuenta de ello, aquel Alfa que colocaba su mundo de cabeza se había encargado de demostrarle que él no estaba mal solamente por no ser como los demás Omegas, Hyunjin se había encargado de brindarle todo el amor, cariño y apoyo que siempre había necesitado inconscientemente.

Él no había salvado a Hyunjin, Hyunjin lo había salvado a él.

Y es que, con cada paso que daba hacia la habitación de Hyunjin, los recuerdos que había pasado junto al Alfa se estaban haciendo presente en su cabeza, desde el primer instante en el que sus miradas se habían encontrado cuando ellos tan solamente eran unos pequeños niños, cuando ni siquiera sabían que serían, donde ingenuamente pensaban que ambos serían unos Omegas, donde, incluso sin ser conscientes, ellos sabían que eran almas gemelas, que eran la otra mitad del otro, donde no importaba nada más si ellos estaban juntos. Hasta, finalmente llegar a aquel día, donde él había descubierto que... Él estaba irremediablemente enamorado de Hwang Hyunjin y para su desgracia, sabía que sus sentimientos no cambiarían en mucho tiempo, talvez incluso para siempre.

Porque había descubierto que probablemente él había estado enamorado de Hyunjin desde el primer instante en el que se conocieron, él se había enamorado de aquel chico tan perdidamente y había enmascarado aquel amor con una amistad que con el tiempo iría creciendo. Se había prometido a sí mismo el cuidar de Hyunjin, protegerlo de todos aquellos que solamente buscaban lastimarlo, se había prometido estar siempre al lado de aquel chico, de abrazarlo fuertemente siempre que lo necesitara y de recordarle lo increíblemente hermoso y especial que era, tanto por dentro como por fuera.

Él estaba perdidamente enamorado de Hyunjin.

Y ya no habría ninguna razón para negarlo.

Y admitirlo luego de tanto tiempo realmente se sentía muy liberador, tanto que deseaba gritarlo a los cuatro vientos, que todos se diesen cuenta de lo increíblemente perdido que estaba por aquel hermoso Alfa, quería decir lo mucho que lo amaba y lo desesperado que estaba por finalmente fundirse en sus brazos, de besarlo incansablemente y recordarle constantemente lo perfectamente hermoso que era.

Sus pasos se detuvieron una vez se encontró frente a la puerta de la habitación de Hyunjin, la que únicamente le separaba del Alfa en aquellos momentos. Su omega se encontraba completamente desesperado, inquieto, gritándole fuertemente porque entrase rápidamente a aquella habitación, sin embargo, su conciencia le detenía de entrar, sabiendo que una vez que entrase a aquella habitación, ya sería demasiado tarde para arrepentirse, que ya no habría vuelta atrás y que, finalmente habría tomado una decisión que cambiaría su futuro. Sin embargo, sabía que, de hacerlo, finalmente haría lo que siempre había anhelado hacer; Seguir su felicidad y dejar de sobrepensarlo todo, dejar de atormentarse por las futuras consecuencias que tendrían sus actos. Quería finalmente seguir sus instintos y saber como se sentía aquello, como se sentía estar al lado de quien verdaderamente amaba.

Su omega le gritaba que abriese aquella puerta, que entrara rápidamente para finalmente fundirse y deleitarse aún más con aquel agradable aroma.

Y fue lo que hizo.

Giró la perilla de aquella puerta y finalmente la abrió, sintiendo como el fuerte, agradable y exquisito aroma a Chocolate amargo, menta y malvaviscos le recibía completamente gustoso, volviéndose incluso más intenso que antes. Inhaló con fuerza, embriagándose de aquel aroma y sintiendo como todo su interior —Especialmente su omega— se volvía un caos, un perfecto caos que llevaba el nombre de Hwang Hyunjin. Sabía que no era correcto, que probablemente después se arrepentiría de ello, sin embargo, no le importaba en aquellos momentos, por lo que, ignoró lo que su conciencia trataba de decirle y se embriagó dulcemente de todo lo que podría darle el Alfa.

Sintió su cuerpo estremecerse por completo, una muy conocida sensación recorriendo todo su cuerpo, con su corazón latiéndole fuertemente al comprender qué era lo que estaba sucediendo con él, sentía sus manos temblar y sabía que ya no había vuelta atrás, ya no correría lejos de sus sentimientos. Estuvo a punto de dar un paso más y finalmente entrar a la habitación, sin embargo, un agudo quejido salió de sus labios al sentir un fuerte dolor en su vientre, uno que le hizo encorvarse por lo fuerte que era, pero, aquel no había sido precisamente el problema, no, el problema fue cuando se dio cuenta que estaba terriblemente mojado, que su Omega estaba chillando desesperado y que, aquellos sudores que estaban recorriendo todo su cuerpo, eran solamente señal que... Había entrado en celo.

Sintió sus mejillas calentarse, sintiéndose terriblemente avergonzado con ello, especialmente porque todavía hacía falta más de un mes para que llegase su celo, sin embargo, ahí se encontraba; Deseando, anhelando porque el Alfa lo tomase ahí mismo, porque lo hiciera suyo y anudara dentro de él. Mordió fuertemente su labio inferior, sintiendo su corazón completamente desbocado, el dolor en su vientre haciéndose terriblemente doloroso y las ganas de llamar al Alfa apoderándose de todo su interior.

Y pese al dolor que estaba embargándolo y al que le generaba siquiera dar un tan solo paso, tomó las fuerzas necesarias que ocupaba y finalmente entró a aquella habitación con un poco de dificultad, cerrando la puerta detrás de sí, siendo consciente que ya no había tiempo para arrepentirse, porque haría lo que realmente deseaba. Un gruñido a un lado de la habitación se hizo paso, uno que mandó corrientes eléctricas a todo su cuerpo hasta el punto de soltar un gemido de dolor, de necesidad, uno que solamente llamaba al Alfa en aquella habitación.

Alfa... —Llamó con un tono excesivamente meloso, tan dulce que hizo que el Alfa se estremeciera al tan solo escucharlo. Y es que, Jeongin ni siquiera se había dado cuenta del momento en el que su Omega había tomado el control, sin embargo, trató de calmar todas aquellas sensaciones que estaban embargándolo, especialmente porque no quería asustar a Hyunjin.

—Vete —Dijo Hyunjin con un tono que buscaba ser completamente duro, pero que, sin embargo, había sonado casi como una súplica, como si estuviera tratando de controlarse y no hacer lo que verdaderamente deseaba, y aquello realmente había lastimado de alguna manera al Omega, el cual creía que el Alfa no lo quería ahí, que no estaba dispuesto a cruzar aquellos límites que él ya se había atrevido a cruzar.

Jeongin soltó un suspiro antes de dirigir su mirada hacia donde se encontraba el Alfa, justo en un rincón de aquella habitación, sentado mientras abrazaba sus piernas, casi como si buscase esconderse para tratar de controlarse.

—No lo haré. —Aseguró con una seguridad que sorprendió incluso al mismo Jeongin, porque, aunque ya no soportaba el dolor y estaba a nada de tirarse hacia el Alfa, no quería hacer las cosas mal, no quería apresurarse y arruinar todo con Hyunjin, después de todo no iba a ser egoísta y pensar solamente en él, sino también en Hyunjin.

—¡Que te vayas, Jeongin! —Exclamó demasiado fuerte el Alfa, algo que sobresaltó a Jeongin, especialmente porque él no se esperaba que Hyunjin le hablase de aquella manera, sin embargo, no se movió de su lugar pese a que se encontraba demasiado nervioso por la manera en la que estaba actuando el Alfa, solamente se dedicó a observar a Hyunjin, el cual no le había dirigido la mirada desde que había entrado a la habitación y de cierta manera lo comprendía, comprendía y estaba consciente del porqué Hyunjin estaba actuando así, pero ya no quería que el Alfa se siguiera controlando.

—¿Quieres que lo haga? —Preguntó con completa suavidad, tratando de ignorar el fuerte dolor que estaba embargándolo, mientras lentamente con completa cautela se acercaba al Alfa, el cual, con cada paso que daba el Omega, temblaba ligeramente mientras apretaba sus manos hasta convertirlas en puños— Si tú me dices en este preciso instante que me vaya, lo haré.

Finalmente se detuvo cuando estuvo a tan solo unos pasos de donde se encontraba el Alfa, el cual, por primera vez desde que el Omega había entrado a la habitación, levantó la mirada, dirigiendo sus orbes hacia los de Jeongin, el cual lo observaba con completa atención. Ambos lo sabían, eran conscientes de los pensamientos del otro, eran conocedores de lo que ambos deseaban y, aun así, aun cuando deseaban lo mismo, no querían lastimarse mutuamente, no querían que tomar aquella decisión rompiera aquella amistad que había perdurado por tantos años. Porque se amaban, sí, pero también amaban la linda amistad que habían formado y tenían mucho miedo de arruinarlo todo por algo de lo que, probablemente después podrían terminar arrepintiéndose.

Hyunjin se quedó en completo silencio, analizando qué era lo que debía de hacer, si seguir a su conciencia y con ello, evitar las futuras consecuencias que les traería aquello o seguir a sus instintos —Que en aquellos momentos lo único que deseaba era tomar al pequeño Omega y hacerlo suyo en todas las maneras posibles— y luego hacerse cargo de las consecuencias que les traería a ambos el dejarse llevar por lo que sus lobos deseaban. Sin embargo, pese a lo que Hyunjin imaginaba, Jeongin fue el que dio el primer paso, con ello, decidiendo mandarlo todo a la mierda solamente por estar con el Alfa que tanto adoraba y Hyunjin... Él siempre había sido débil cuando se trataba de Jeongin. El omega finalmente se acercó por completo al Alfa, quedando frente a él para luego agacharse y quedar aún más cerca de Hyunjin, notando como el cuerpo del Alfa se estremecía por completo mientras luchaba con su Alfa para que este no tomase el total control.

—No tienes por qué controlarte —Aseguró el Omega en un débil susurro mientras observaba con atención al Alfa, dirigiendo su mano hacia los labios de Hyunjin, tocando de estos y acariciando suavemente mientras sentía como el cuerpo del Alfa se estremecía y su respiración se volvía incluso más pesada y acelerada, algo que lo hizo sonreír con completo orgullo al saber que podía causar aquello en el Alfa— Tú quieres esto, yo lo quiero, solo... Bésame...

Hyunjin dirigió sus orbes hacia los del Omega, observándolo por unos segundos para finalmente tomar la decisión que podría cambiarlo todo. Se dejó llevar por aquello que verdaderamente deseaba, por aquello que había soñado por tanto tiempo, por aquello que su corazón y su Alfa deseaban y necesitaban para sanar todas aquellas heridas que había recibido en un pasado. Dirigió su mano hacia la nuca del Omega y sin siquiera esperar un segundo, acercó sus labios hacia los del menor, fundiéndolos en un necesitado y dulce beso, donde ambos demostraban lo mucho que se amaban, lo mucho que se deseaban y todo lo que estaban dispuestos a perder solamente por estar juntos.

Un suspiro salió de los labios del Omega cuando sintió una pequeña mordida en su labio inferior, sintiendo como todo su cuerpo se estremecía con cada toque que Hyunjin repartía por su piel, sintiendo una electrizante sensación recorriéndolo cuando los labios de Hyunjin se dirigieron lentamente a su cuello, besando, succionando y mordiendo a su antojo, logrando que el Omega sintiese como su piel quemaba con cada mínimo contacto de los labios de Hyunjin sobre esta, sintiéndose desfallecer del placer que aquello le generaba.

—Hueles demasiado bien —Susurró el Alfa mientras inhalaba fuertemente del aroma que desprendía el Omega, uno que estaba volviéndolo completamente loco al ser tan dulce, tan exquisito que lo único que deseaba era fundirse en él— Lavanda, naranja y... ¿Malvaviscos? —Preguntó un poco confundido porque realmente aquel aroma a Malvaviscos sobresalía entre los otros dos aromas y estaba completamente seguro que Jeongin jamás había tenido aquel aroma, por lo que, se acercó hacia el cuello del Omega, inhalando fuertemente para asegurarse, sin embargo, aquel aroma seguía ahí, incluso más intenso que antes.

—¿Yo? ¿Malvaviscos? —Preguntó débilmente el Omega, con el ceño ligeramente fruncido mientras sentía estremecerse por la escasa cercanía que mantenía con el Alfa— Tú eres el que huele a malvaviscos. —Aseguró con una sonrisa que hizo que el corazón del Alfa se acelerara por completo.

Ambos no dijeron nada más luego de aquello, simplemente se levantaron del suelo, se admiraron por unos segundos, sintiéndose como si estuviesen a donde realmente pertenecían, porque realmente era de aquella manera; Ellos pertenecían a donde estuviese el contrario. Jeongin podía sentirlo, podía saber con exactitud que, aquello que estaba embargando su corazón, no lo sentiría con nadie jamás, ni siquiera con Seungmin. Se acercó hacia Hyunjin y se fundió en sus brazos, lo abrazó tan fuertemente mientras inhalaba de aquel aroma que tanto adoraba, quería decírselo, quería decirle que sí creía en las parejas destinadas, porque en aquellos momentos, estando al lado de aquel Alfa que lo había acompañado por tanto tiempo, estando en aquellos brazos que le habían generado seguridad, él había confirmado que Hwang Hyunjin era su pareja destinada, lo podía sentir en su corazón y su Omega lo sabía con completa seguridad. 

Una vez ambos se separaron, el Alfa no dudó ni un tan solo segundo en unir nuevamente sus labios, creando una perfecta unión que no podría ser separada jamás. Jeongin trató de seguirle el ritmo a Hyunjin, sin embargo, las sensaciones que estaban recorriendo todo su cuerpo eran tan fuertes que ni siquiera podía ser consciente de lo que estaba ocurriendo a su alrededor, más que los labios de Hyunjin sobre los suyos, besándolo con tanto fervor que le hacía delirar. Aquellos labios que tanto adoraba, aquellos que eran los únicos que lo hacían sentir tan increíblemente bien. Porque, aquel beso era tan diferente al que había experimentado con Seungmin, porque su corazón si latía completamente desbocado en su pecho, porque su cuerpo sí se estaba estremeciendo con cada mínimo contacto del Alfa, porque sí sentía miles de explosiones en su interior por estar besando a Hyunjin, porque sus ojos se habían cerrado por inercia ante el mínimo contacto que habían tenido y disfrutó tanto de aquel dulce beso que estaban compartiendo, porque sus labios si se enredaron con los de Hyunjin y crearon la más perfecta de las armonías, porque amó, adoró y deseó tanto el sabor y la textura de los labios de Hyunjin.

Y especialmente porque deseó no besar otros labios que no fuesen aquellos. 

—Hyunjin~ —Susurró débilmente al sentir los labios del Alfa en su cuello, besando y mordiendo aquel lugar tan sensible de su piel, sintiéndose incluso más mojado, más necesitado por el Alfa—N-no.... Yo... Te necesito —Susurró escuchándose bastante necesitado, algo que lo hizo sonrojar levemente, él simplemente no era ese tipo de Omega que suplicaba por algo a los demás, todo lo contrario, sin embargo, ahí estaba, prácticamente rogándole al Alfa porque lo tomase y lo hiciera completamente suyo en aquel momento. 

Hyunjin se separó del cuello del Omega para dirigir sus orbes hacia el menor, el cual se encontraba con las mejillas completamente sonrojadas, algo que le hizo sonreír. Su omega, aquel pequeño chico lo volvía completamente loco, claro que lo necesitaba, que deseaba sentirlo contra su piel, que deseaba hacerlo suyo en todas las maneras posibles, pero se trataba de la persona más importante en su vida y no quería hacer las cosas muy rápidas, no quería lastimarlo, no quería que aquello se convirtiese en el peor de los recuerdos, todo lo contrario, quería que Jeongin recordase aquello como algo realmente lindo, especial, quería que su primera vez fuese inolvidable para ambos y seencargaría de hacerlo de aquella manera.

—Voy a hacerte el amor —Aseguró antes de acercarse a besar nuevamente los labios del Omega, el cual se estremeció al escuchar aquellas palabras saliendo de los labios del Alfa que tanto adoraba, porque ambos eran conscientes del trasfondo de aquellas palabras, ambos sabían el significado que tenían y realmente anhelaban porque llegara aquel momento en elque finalmente serían uno y crearían la más especial y alucinante conexiónentre sus corazones.

Entre besos, Hyunjin le quitó la camiseta a Jeongin, el cual no dudó en sonrojarse y querer esconder aquella parte expuesta de su cuerpo, sin embargo, tras una sonrisa del Alfa y que este dirigiera sus manos hacia las del Omega para apartarlas y encargarse de llenar de besos la piel expuesta, Jeongin se dejó llevar por todas las sensaciones que estaban recorriendo su cuerpo, por el placer que estaba embargándolo, dejó de sentirse avergonzado o siquiera intimidado ante Hyunjin y ni siquiera pensó en retener aquellos gemidos que salían de su boca, aquellos que volvieron completamente loco al Alfa.

Hyunjin los dirigió a ambos hacia la cama y con completo cuidado y delicadeza recostó el cuerpo del Omega sobre esta, deleitándose completamente al observar al Omega de aquella manera, tan sumiso, tan dispuesto solamente para él, por lo que, no dudó ni un segundo para terminar subiéndose a la cama también y colocarse a horcadas del menor. Sin siquiera dudarlo, dirigió sus labios hacia uno de los pezones del Omega, succionando, lamiendo y mordiendo gustoso, mientras que con su mano estimulaba el otro, deleitándose con los gemidos necesitados que salían de la boca del Omega. Jeongin cerró fuertemente sus ojos, dejándose llevar por el abrumante placer que le estaba regalando el Alfa, dejándose llevar por la increíble boca de Hyunjin que estaba haciendo estragos con sus pezones, dejándose llevar por lo bien que aquello se sentía. Sin embargo, aquello realmente no era suficiente para él, no era lo que anhelaba con locura; Él quería a Hyunjin, lo quería dentro de él.

Hyunjin, en cambio, disfrutó de aquella hermosa vista que tenía de su Omega, el verlo con los ojos cerrados del placer mientras mordía fuertemente sus labios para tratar de acallar aquellos preciosos gemidos que querían salir de su linda boquita. Le gustaba tener el privilegio de ser el primer —y deseaba ser el último también— Alfa en observar a Jeongin de aquella manera, en ser quien le estaba brindando todo aquel placer que jamás había sentido. Le gustaba observarlo tratando de no gemir desesperadamente por todas aquellas desconocidas sensaciones que se estaban apoderando de su cuerpo.

—Me encantas tanto... —Susurró una vez dejó los pezones del chico, dirigiéndose hacia la boca de Jeongin para besarlo lento, tan tortuoso y de una manera que los hizo delirar a ambos.

—Hyunjin~ —Gimió el Omega, sintiéndose demasiado estimulado, tan mojado con solo unos besos, tan increíblemente desesperado que se desconocía a sí mismo, pero él realmente necesitaba a su Alfa, lo necesitaba dentro de él en aquel preciso instante.

Y Hyunjin verdaderamente estaba tratando de ser lo más paciente posible, de no dejarse llevar por sus instintos para no lastimar a su Omega, pero aquello realmente estaba siendo terriblemente difícil cuando tenía a su Omega de aquella manera, gimiendo desesperadamente por él, por sentirlo dentro de él, era jodidamente difícil cuando podía inhalar el intenso fuerte aroma de lubricación que estaba desprendiendo su Omega. El controlarse le estaba siendo jodidamente difícil, pero debía de hacerlo para no lastimar a su Omega, para no hacer que aquello fuese una mala experiencia para ambos. Por lo que, tras escuchar a Jeongin prácticamente suplicándole, se separó levemente del Omega para deshacerse de su camiseta y sus shorts cortos, quedando solamente con el bóxer, en el que podía notarse su gran erección que esperaba gustosamente por su Omega.

La mirada de Jeongin se dirigió hacia el cuerpo del Alfa, sintiéndose incluso más desesperado y mojado con tan solo observar lo divinamente y caliente que era el cuerpo de su Alfa, sintiéndose desfallecer al notar la indudable erección que se encontraba apresada en aquel bóxer. Relamió sus labios sintiéndose completamente ansioso y es que, sí, él ya había observado en muchas ocasiones el cuerpo de Hyunjin, sin embargo, esa vez era completamente distinta a todas las anteriores, porque esa vez estaba consciente que finalmente Hyunjin sería suyo en todas las maneras posibles. 

El Alfa se acercó nuevamente al Omega y no dudó en unir nuevamente sus labios con los del menor, sintiéndose completamente adicto a la suavidad y la dulzura de estos, sintiéndose perdidamente enamorado de aquel precioso Omega que colocaba su mundo de cabeza. Sus labios moviéndose al compás, sus lenguas enredándose de una manera exquisita, sus cuerpos ardiendo con el mínimo contacto. Jeongin dirigió sus manos hacia el cuerpo de Hyunjin, acercándolo aún más a él —Si es que aquello era posible— acariciando suavemente el torso del mayor y deleitándose con la suavidad que se sentía la piel sobre su tacto, deleitándose con absolutamente todo lo que le ofrecía Hyunjin. Y es que, Jeongin se sentía tan perdido, tan embelesado con cada parte del Alfa, incluso con aquello que no podía tocar. 

Los labios del Alfa se dirigieron hacia el cuello del Omega, el cual se estremeció al sentir aquellos esponjosos labios en aquel lugar tan sensible de su cuello, aquel donde el Alfa se moría por morder y crear aquella perfecta unión entre ambos, sin embargo, se controló a sí mismo sabiendo que aquello no era correcto. En cambio, las manos del Alfa se dirigieron hacia los jeans que llevaba el Omega, desabrochándolos para finalmente bajarlos y con ello, separarse del cuello del menor, sintiendo como su erección dolía incluso más al observar las exquisitas piernas del menor, aquellas que rogaban por tener marcas para acompañar aquella perfecta y suave piel. El Omega lo observó en completo silencio, sintiéndose completamente avergonzado, no porque Hyunjin lo estuviese observando prácticamente desnudo, sino porque sabía que, con aquello, solamente le estaría confirmando al Alfa lo terriblemente mojado y necesitado que estaba por él. Y es que, aquello no pasó desapercibido para el Alfa, el cual al dirigir su mirada hacia el menor, notó el bóxer del Omega terriblemente empapado y aquello realmente volvió completamente loco al Alf, especialmente cuando inhaló aquel delicioso aroma que le hizo sentir mareado por lo intenso que era. 

Mío.

Aquel precioso Omega era completamente suyo, de nadie más.

Finalmente bajó la única prenda que cubría el precioso cuerpo del Omega, sintiendo como este se estremecía debajo suyo, escuchándolo suspirar cuando quedó completamente desnudo, observó como el pecho del menor subía y bajaba rápidamente, pudiendo incluso escuchar los rápidos latidos de su corazón y aquello le hizo sentir completamente a gusto, le encantó ver el desastre que él había causado en su Omega, le gustaba saber que él tenía el privilegio de tener a su Omega de aquella manera.

Alfa... —susurró el Omega en un tono completamente meloso, uno que hizo que el cuerpo del Alfa se estremeciera por completo, sintiendo como todo su interior se convertía en un caos y con ello, mandando todo a la borda— Te necesito.

A la mierda el ser terriblemente paciente.

Se acercó al Omega para fundir sus labios en un necesitado beso, mientras dirigía una de sus manos hacia lo muslos del menor, acariciando suavemente y deleitándose con los gemidos que estaba ahogando en su boca el Omega, para finalmente dirigir una de sus manos hacia la entrada del menor, la cual se encontraba excesivamente lubricada que incluso sus dedos se resbalaban entre sí. Sintió el cuerpo del Omega estremecerse con aquel contacto que dejó deseando por más a ambos, por lo que, el Omega completamente gustoso separó aún más sus piernas, dándole más acceso al Alfa, el cual sonrió con aquella acción, no dudando más en dirigir uno de sus dedos hacia el interior del menor, el cual suspiró ante aquella intromisión. Hyunjin se deleitó por completo al sentir aquella estrechez, al sentir como el Omega trataba de retener todos aquellos gemidos, al sentir como su dedo entraba y salía con facilidad ante la lubricación.

Hyunjin estaba tratando de ser completamente cuidadoso con el menor, por lo que, se tomó su tiempo en ingresar sus dedos en el interior del menor, aquel que se sentía tan caliente, tan estrecho, tan necesitado porque él entrase finalmente. Con tres dedos en el interior de Jeongin entrando y saliendo de este, escuchaba los placenteros gemidos del menor mientras lo embestía y dolía, su erección le dolía como la mierda, estaba tan terriblemente necesitado por entrar en el Omega, deseaba y anhelaba sentirlo por completo, sin embargo, aun cuando estaba tan ansioso, debía de preparar muy bien a su Omega, él siempre velaría por el bienestar de Jeongin, incluso cuando dolía. 

Cuando terminó de preparar a Jeongin, sacó sus dedos de la entrada del Omega, escuchando como este gemía bajito ante el vacío que sentía y Hyunjin no pudo evitar dirigir sus orbes hacia su mano, encontrándose con esta completamente mojada con los flujos del menor y sin siquiera dudarlo, llevo sus dedos hacia su boca, disfrutando de lo increíblemente bien que sabía su Omega, deleitándose y sintiéndose desfallecer del placer cuando escuchó a su Omega gemir al observar lo que estaba haciendo el Alfa.

—¿Estás seguro de esto? —Preguntó acercándose nuevamente hacia el Omega, observándolo con completa atención para comprobar que no hubiese ninguna inseguridad por parte del Omega, el cual asintió rápidamente, mostrándose completamente seguro ante lo que iba a suceder y Hyunjin no pudo siquiera pensar en desobedecer lo que deseaba su Omega— Dime si te duele y yo me detendré ¿Sí? —El omega asintió con una suave sonrisa. 

Una enorme y sincera sonrisa se formó en los belfos del Alfa, acercándose hacia el Omega para dejar un suave y cariñoso beso en la frente de este, el cual cerró sus ojos ante aquel delicado contacto. Y Cuando abrió sus ojos se encontró con los oscuros orbes del Alfa, los cuales brillaban en completo deseo y algo más fuerte.

Hyunjin entrelazó su mano con la de Jeongin, observándolo con completa ternura y cariño, mientras que con su mano que quedaba libre, tomaba su miembro para alinearlo hacia la entrada del menor, sin siquiera apartar ni un tan solo segundo sus orbes del menor, solamente hasta que se acercó a los labios del menor y los besó suavemente, de una manera tan delicada, como si tuviese miedo a romperlo, mientras su miembro se introducía lentamente en el interior del Omega, tratando de apaciguar el dolor insoportable que podría generarle a su lindo Omega. Jeongin contuvo la respiración cuando sintió como Hyunjin entraba en él, mordiendo fuertemente el labio del Alfa mientras apretaba con fuerza su mano que se encontraba entrelazada a la de Hyunjin. Y el Alfa simplemente no se quejó, soportó el dolor en su labio, sabiendo que aquel dolor era nada a comparación del que podría estar sintiendo su lindo Omega. Luego de unos minutos finalmente entró por completo, quedándose completamente inmóvil, esperando porque Jeongin se adaptara a su tamaño, no queriendo lastimarlo en ningún momento.

—¿Hyunjin? —Llamó el Omega con completa suavidad, un quejido saliendo de sus labios al solo pronunciar el nombre del Alfa.

—¿Sí? —Preguntó el mayor, sin siquiera despegar su mirada de los orbes del Omega, el cual se mantenía observándolo con admiración y probablemente con un poco de temor. 

—¿Tú me amas? —Preguntó suavemente con completa timidez por preguntar aquello, sus orbes con un brillo desconocido para Hyunjin y es que, el Omega incluso lucía hasta perdido al hacer aquella pregunta, una que tomó completamente desprevenido al Alfa, pero que no se negó a contestar con completa sinceridad. 

—Te amo más de lo que puedes imaginarte. —Confesó con completa seguridad, algo que hizo que una enorme y sincera sonrisa se formase en los labios del Omega, el cual se sintió excesivamente feliz de escuchar aquellas palabras, aquella confesión que probablemente podría cambiarlo absolutamente todo. Y cuando Hyunjin estuvo a punto de devolverle aquella pregunta, el Omega lo interrumpió rápidamente, sin siquiera imaginarse que Hyunjin estaba por hacer una pregunta que cambiaría absolutamente todo entre ellos.

— Puedes... Puedes moverte. 

Y así lo hizo, con lentos y suaves movimientos para no lastimar al Omega, entrando y saliendo con completo cuidado mientras escuchaba suspiros saliendo de la boca del Omega, mientras observaba como el pecho del menor subía y bajaba erráticamente. Hyunjin no negaba que deseaba fundirse completamente en él, deseaba acelerar sus movimientos y escuchar los delirantes gemidos de su Omega, quería verlo estremeciéndose del placer, de todas aquellas sensaciones que solamente él le haría experimentar y es que, él verdaderamente anhelaba que Jeongin jamás olvidara en toda su vida que Hwang Hyunjin había sido el primero en su vida, que había sido el primero y probablemente el último que le haría el amor de la manera más pura y sincera que podría existir. 

Y luego de unos minutos el Omega le dijo que podría acelerar sus movimientos y el Alfa ni siquiera lo dudó ni un segundo en seguir la petición de su Omega, acelerando sus movimientos, embistiéndolo fuertemente y llenándose de placer al escuchar los agudos gemidos del Omega, al escucharlo gemir su nombre de la manera más caliente que alguna vez Hyunjin podría escuchar. Porque en aquellos momentos, Hyunjin se sintió completamente y perdidamente enamorado del Omega, amando absolutamente todo de él, desde la alucinante manera en la que se retorcía debajo de él, hasta aquellas maldiciones que salían de su linda boquita cuando se sentía desfallecer de aquel placer que estaba llevándolo hasta el mismísimo paraíso.

El Alfa ni siquiera se atrevió o siquiera pensó en separar sus manos entrelazadas, sintiendo que al menos de aquella manera el increíble momento que estaban experimentando juntos no se le podría resbalar de las manos, sintiendo que, de aquella manera, ellos estarían aún más unidos.

Y finalmente, cuando ambos llegaron a aquel ansiado orgasmo, el primero que tenían juntos, el primero donde habían pasado el celo con alguien más, aquel que sería especial para ambos, se sintieron completos, como si verdaderamente estuviesen al lado de la persona correcta, al lado de su otra mitad. 

—Te amo... —susurró el Alfa, lo suficientemente bajo como para que el Omega no lo escuchara, aun cuando ya prácticamente le había confesado sus sentimientos. Estuvo a punto de salir del interior del menor, sabiendo que no podría anudar dentro de él, sin embargo, el Omega lo detuvo.

—N-no... no salgas —Pidió con un tono de voz lastimero mientras el Alfa lo observaba con atención, notando la seguridad que desprendía el Omega, por lo que, terminó aceptando la petición de su Omega.

—¿estás seguro? —Preguntó igualmente, queriendo escucharlo del Omega, por alguna razón, sabiendo que aquello haría sentir mejor a su Alfa.

—Lo estoy. —Aseguró con una dulce sonrisa. 

Y es que, aquella tarde, ambos habían compartido algo realmente importante en sus vidas; Su primer celo junto a alguien y ambos estaban completamente felices de que fuese con la persona indicada.

Porque... Ellos eran seres imperfectos, pero juntos... Juntos eran malditamente perfectos. 

◈ ━━━━━━━ ⸙ ━━━━━━━ ◈
Hola, Hola.... ¿Cómo me los trata la vida?

Desde ya, lo siento por perderme tanto tiempo con la historia, como verán, el capítulo en sí, era bastante complicado, son bastantes emociones que quería plasmar de la mejor manera y... En realidad espero haber llenado sus expectativas ♡

Se suponía que debía subir este capítulo ayer por mi cumpleaños, pero me atrasé unos minutitos por wattpad que no me quería cargar :((

Anyways... ¿Qué piensan del capítulo? ¿Teorías?

Ya lo he dicho muchas veces, pero no soy muy buena con el smut, pero la historia lo necesitaba para lo que viene más adelante ;)

Calculando, a WY le quedan aproximadamente unos diez u once capítulos 😭💕

Confesión; AMO con toda mi alma esta historia, es mi favorita y este capítulo lo amé como nunca, no lo saben pero estuve chillando emocionada con cada párrafo, con cada diálogo y estaba tan emocionada por escribirlo ♡

Espero que lo hayan disfrutado.

Nos leemos pronto 💖

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