THEO
Liana duerme en mi habitación con una paz que me obliga a admirarla por varios minutos. Su torso está desnudo dejando al descubierto sus senos y tiene los brazos levantados. Me acerco un poco y beso su frente, ella sonríe, se acomoda y gira dándome la espalda. Quisiera despertarla para tener otra sesión de media hora de sexo seguido, pero debe estar agotada y no quiero lucir como si estuviese desesperado, aunque lo este. Y de hecho me siento demasiado feliz.
Alguna vez me he enamorado profundamente, sí y creo que muchas veces. Sin embargo, con Liana se siente en un nivel superior. No es una persona ajena a mí, siento como si me perteneciera, al igual que yo a ella. Liana conoce todo de mí, cada parte de mi vida y yo la he visto en sus momentos más frágiles. Nunca he sabido cómo ayudar, cómo hacer para que sea feliz y ahora estando con ella, en mi cama, siento que por fin hemos encontrado la forma de complementarnos. No tenía que protegerla, solo tenía que hacerla feliz. Y me siento muy afortunado en que me haya permitido hacerlo de esta manera porque en serio, en serio me moría de ganas por tenerla en mis brazos.
Decido levantarme y tomar una ducha antes de prepararle el desayuno. Dejo que el agua fresca caiga en mi cabeza y entonces empiezo a recordar todo lo que hicimos hace unas horas.
Joder, me estoy poniendo duro. Tranquilízate, Theo.
Salgo de la habitación envuelto en una toalla, pero esta vez no encuentro a Liana sobre la cama. A cambio de eso, encuentro a su horrible gata de ojos verdes, Kensy. El animal me odia a matar, en cuanto me ve se le erizan los pelos y empieza a hacer ruidos extraños. Revoleo la vista y tomo asiento con cautela en el borde de la cama porque una vez intenté quitarla y se lanzó hacia mí para arañarme.
Cuando estoy vestido, voy a la sala y escucho mucho ruido en la cocina. Liana ha puesto música a todo volumen en el reproductor de su móvil. La canción es una de Stevie Wonder, no recuerdo el nombre, pero sí en dónde la escuché. A mi padre le encantaba cantársela a mamá en todos sus aniversarios de boda. Lástima que las cosas cambiaron después...
—Buenos días —la voz de Liana me desconecta, pero en cuanto la contemplo no puedo evitar sonreír. Intento aplacar mi nerviosismo de verla después de lo de anoche señalando su atuendo. Tiene un mandil manchado de algo blanco y color marrón, que supongo debe ser chocolate, al igual que hay manchas en sus mejillas.
—¿Qué haces, Tigger?
—Hago el desayuno —dice, con orgullo.
—Uhmm.
—¿Qué? ¿Crees que no sé cocinar?
—No dije nada.
—Tu cara lo dice todo, Theo —entrecierra los ojos, luego sacude los hombros con el ánimo inicial—. No te preocupes, voy a tener cuidado —resalta.
—No era por eso, solo...deja que te ayude —avanzo un paso, pero me detiene levantando una mano.
—No, no, no. Tu toma asiento y espera que a que yo haga la magia.
—¿Y cuál es esa magia? —tomo un pequeño arándano del centro de la mesa y me lo llevo a la boca. Noto que causa un efecto en Liana, así que lo termino de masticar.
Ella se muerde el labio y luego me mira sugerente.
—La magia es... —se traba e inclina la cabeza a un lado—. ¿Alguna vez te han dicho que haces las cosas de una manera muy provocadora?
Sonrío y luego mi gesto se transforma en una carcajada. Siento mis mejillas un poco tibias, pero quiero asumir frente a Liana el papel de que sí me lo han dicho, cuando es obvio que ninguna chica se ha atrevido a hacerlo. Pero Liana, mi Liana, es muy directa y eso es lo que me encanta de ella.
—Creo que sí —apoyo mis codos sobre la mesa y la miro fijamente. No dejo de sonreír porque me encanta verla un poco nerviosa y más si es por mí —. Es mi talento oculto.
—Ah, eres tan molesto —refunfuña.
—La que dijo que soy provocador eres tú.
—Lo dije porque quería saber si lo hacías adrede.
Tomo otro arándano y lo dejo entre mis dientes.
—No, para nada —digo, con voz ronca.
—Qué interesante, eso quiere decir que vas por ahí siendo provocador todo el tiempo.
Frunzo el ceño y me acomodo lejos del borde.
—¿Inseguridades después de la primera cita?
—No hemos tenido una cita...
—Pero podríamos.
—Primero tienes que sobrevivir a mi desayuno —se carcajea.
Liana y su forma voluble de ser.
Espero unos minutos hasta que Liana regresa con una fuente en la que trae algunos platos. Cuando los deja sobre el mesón veo primero su rostro deprimido y luego dos platos de huevos revueltos con colillas negras, dos tostadas quemadas y dos vasos de jugo de fruta.
La mira con una sonrisa nerviosa, luego me rasco la nuca.
—Eh... bueno... pues...
—No es necesario que lo digas. Es un asco.
—Al menos lo intentaste.
Ella levanta un dedo.
—¡También hice un postre!
—Liana...
No puedo hacer más porque pronto regresa con un plato de fresas y crema blanca de pastel. Es una receta sencilla, lo sé, pero no voy a decírselo porque ella luce realmente orgullosa de haberlo hecho.
—Se ve delicioso, Tigger.
—Lo sé, pero te agradezco la amabilidad—me da una sonrisa de suficiencia y yo la admiro con un toque de gracia.
Comemos el postre con un poco de rapidez porque en media hora debemos ir a la tienda Cremento a cumplir con nuestras labores. Liana devora sus fresas con gracia y se mancha la nariz en el proceso. Me provoca besarla hasta que nos cansemos, pero sé que es poco probable que llegamos a tiempo al trabajo, así que me coloco de pie y camio hacia mi habitación para hacer algo mejor que eso.
—¿A dónde vas?
—Espera un segundo —le digo.
Tomo mi cámara de la mesa de noche y de regreso, me quedo en el umbral de la puerta. Liana me mira con un brillo, pero confusión en sus ojos, aún tiene la mancha de crema de pastel en la nariz y ahora también en la mejilla. Apoyo mi hombro en el marco de la puerta y entonces saco una fotografía de ella.
—Sexy —pronuncio.
—¡Oye! —chilla ella.
Camina hacia mí e intenta quitarme la cámara, pero soy rápido llevándola sobre mi cabeza.
—Dámela, dámela —dice entre risas.
—Podría, pero no quiero. Así es como están las cosas.
—Agh, eres tan insoportable, cabeza de brócoli. ¡Te odio tanto!
Camino hacia el sofá y ella me sigue desesperada. Intento que ciertas cosas entre nosotros no cambien. Me encantaba, por ejemplo, fastidiarla. Que sus mejillas se pongan rojas de la cólera, que me de manotazos mientras se ríe de mí, que compartamos bromas e ideas absurdas. No quiero una relación típica con ella. Nunca he sido bueno para los compromisos serios.
—Pero mira esa carita, Tigger —le muestro la pantalla—. ¿No eres acaso adorable? Está perfecta para subirla a Instagram.
—Ni se te ocurra, Theo Burckhardt —me señala con un dedo—. No harías más que alejar a todos mis fans.
—¿Perdón?
Se mira las uñas.
—Como lo oíste, tengo un buen club de fans y ninguno de ellos se merece verme en esas fachas.
¿Otros chicos viendo a Liana? De repente como que siento algo extraño dentro de mí, ¿qué será?
—En ese caso, el que subirá la foto soy yo.
—¿Qué?
—Como lo oyes —dejo la cámara a un lado del sofá y me recuesto relajadamente sobre el sofá—. Quiero que todos vean de quién estoy enamorado.
A Liana parece agradarle escuchar mi última palabra, pero no se deja impresionar por eso.
—Pues yo tengo una tuya de cuando te disfrazaste de Patch Cipriano en el Halloween escolar y yo fui tu... —se acerca a mí de forma burlona—. Norita.
Recuerdo ese Halloween, cómo olvidar las grandes ideas de mi madre cuando tenía trece años. De hecho, fue un trauma en mi vida. Todos se burlaron de mi pecho escuálido y mis alas negras de papel reciclado que me hizo mi padre.
Sacudo la cabeza.
También recibí mi primer beso ese día.
Bueno...
Una niña disfrazada de novia cadáver me lo dio.
—Toma la cámara —estiro una mano y se la entrego. Liana la toma sin dudar.
—Qué fácil eres de convencer, Burckhardt.
—Todo menos una foto de los disfraces raros de mamá.
Liana toma asiento a mi lado, la veo buscar la fotografía.
—Oye, pero si tenía ideas geniales.
—En eso se parece a ti.
—Por eso digo —susurra y luego se queda en silencio.
—¿Qué?
—Me has sacado algunas fotos desprevenidas.
Me acomodo en el sofá y me pongo ligeramente nervioso.
—Perdón, no son nada incómodas, lo juro. Si quieres, puedes borrarlas.
—Uhmm —inclina la cabeza—. Me gustan muchas de ellas—Levanta el rostro y me sonríe. —Son muy buenas en realidad.
—Si quieres te las paso, para que puedas tenerlas y así...—ladeo la cabeza—. Vuelves locos a todos tus fans enamorados.
Ella frunce el ceño.
—Solo me interesa volver loco a uno en especial. Uno que siempre me ha interesado —dice, con naturalidad.
Mi mandíbula se tensa. No quiero verme como un crío celoso. Nunca lo he sido con mis exs novias, siempre he confiado demasiado en las personas. Liana no es la excepción, solo que con ella todo es diferente. No me puedo imaginar a otro chico besándola o amándola como yo lo hice. Siempre y cuando ella no esté de acuerdo, claro, porque si se llegara a enamorar de otro, ahí sí que estuviera jodido. Muy jodido.
—Vale...
—¿No te importa?
—Uhmmm.
¿Qué digo?
—Porque eres tú —me codea—. No quiero volver loco a nadie más que a ti.
Debemos llegar al trabajo temprano. Debemos llegar al trabajo temprano, me repito.
Sí, repítetelo Theo hasta que se aplaquen tus ganas locas de querer tomar a Liana de las piernas, tirarla en el sofá, comerle la boca y follarla como si no hubiera un mañana.
A cambio de eso...
Le doy un beso en la frente y luego uno muy corto en los labios. Me mantengo uno segundos inhalando su aroma hasta que mis piernas y mi buen amigo flaquea, entonces me coloco de pie y digo:
—Es hora de irnos al trabajo Tigger o Crecento nos descontará el sueldo de un día.
¡Mierda! ¡Deberían hacer un mural o un monumento al más idiota del año!
El rostro de Liana parece desilusionado.
—Vale —pronuncia ella.
Le sonrío y luego voy hacia mi habitación para tomar mis cosas. Me detengo y aprieto las manos. ¡A la mierda el trabajo! Giro, Liana está sentada en el brazo del mueble. Me mira sugerente y coqueta, se parece demasiado a su gatita Kensy. Solo que ella no quiere arañarme, o quizás sí, solo que esta vez sí me dejaría con mucho gusto.
—Prometiste enseñarme en el sofá.
Sonrío.
—Y nunca rompo una promesa.
Me muevo rápido dentro de ella y acabo rápido por falta de tiempo y porque la sobrexcitación me juega una mala pasada. Liana queda satisfecha, lo veo en su rostro, lo siento en su respiración agitada y la manera en cómo late desbocado su corazón, pero me quedo con ganas de mucho más. Sin embargo, no me apresuro, porque tenemos mucho tiempo aún. Y si no lo hay, yo haré que lo tengamos.
****
LIANA
Mis piernas tiemblan cuando bajo de la motocicleta de Theo. Luzco como bambi recién nacido en cuanto ingreso a la tienda, pero trato de disimularlo lo mejor que puedo. Aunque sé que mi cara embobada y mi rostro de felicidad no es algo fácil de ocultar. Es que realmente lo estoy. Y también estoy asustada porque una gran parte de mí no sabe cómo va a hacer para lidiar con mi regreso a Charlotte, mi padre y mi futuro ingreso a la universidad. En ninguno de esos planes está Theo y la idea de no verlo en una mancha negra en medio del confeti multicolor en el que está bañado mi mundo ahora mismo.
Hago mi trabajo con media cabeza en mis labores de arreglar la ropa y atender a las clientas, y la otra en la boca de Theo recorriendo cada parte de mi cuerpo. No es hasta que alguien aplaude delante de mí que me doy cuenta de que estoy haciendo todo en modo automático.
—Oye, te dije que me dictaras el código de la prenda —refunfuña Korina.
—Ah, es dos, cuatro, siete...
Korina teclea en su portátil y luego mira por encima del vidrio de su mostrador de cajera, la clienta está tras de nosotras esperando impaciente por el vestido.
—Estás muy distraída hoy, niñita.
—Perdona.
—¿Pasó algo?
Me quedo en silencio. No le tengo mucha confianza a Camille.
—Ah, entiendo. No es necesario, puedo hasta olerlo desde aquí.
—¿Qué?
—Que ya follaste con Theo todo el fin de semana.
—¿Olerlo?
¡¿Qué?! ¡Pero sí me bañé!
—Es un decir —dice ella de mala gana—. Se nota demasiado que acabas de coger con alguien.
—¿Cómo dices? —murmuro.
—Tienes esa cara de tonta, la piel y los ojos te brillan y estás tan distraída, es obvio que Theo ya te desfloró.
—Deja de hablar de eso, ¿quieres?
Ella se ríe y continúa tecleando en su portátil.
—¿Déjame adivinar? ¿En el sofá?
Tomo un respiro.
—Puedes solo...
—¿En su cama? —me mira mientras la boleta se imprime—. Es muy blandita, ¿verdad?
—Si pretendes arruinarme el día...no me fastidia que tú y Theo hayan tenido algo.
—¿No?
—Nop —digo con resiliencia—. Nunca me ha hablado de ti, así que por qué debería sentirme insegura de alguien que ni siquiera es un recuerdo.
Ella ríe y me entrega la boleta.
—Oh, Liana, ni siquiera sabes por qué te digo todo esto. Eres tan ingenua y Theo sabe que lo eres, por eso te cuida y te protege tanto. Te pinta el mundo de colorcitos, ¿verdad?
Frunzo el ceño.
—Todos están de acuerdo en seguir el jueguito, pero yo no.
—¿Qué jueguito? —cuestiono.
Ella de pronto se silencia.
No tardo en darme cuenta que Theo está tras de mí. Cuando giro, no me mira solo tiene los ojos puestos en Korina en un gesto severo. Nunca he visto a Theo tan molesto.
Tengo que marcharme para entregarle la boleta y empacar el vestido de la clienta, así que me pierdo la mini riña entre esos dos. Cuando regreso, no los encuentro.
Me siento un momento en el sofá a esperar al siguiente cliente. Los lunes, por lo general no hay buen tránsito de compras, de hecho, la clienta que acaba de irse es la primera de la mañana.
Mi móvil suena en el bolsillo de mi short, lo tomo y al instante el rostro de mi madre sale en la pantalla. Una videollamada.
Mierda, pienso. Seguro quiere explicaciones por lo sucedido en nuestra última conversación. Tomo un respiro. Debo ser sincera con ella, al menos solo con ella. No quiero estar escondiéndome todo el tiempo y mamá es una buena primera opción para irles revelando mi situación con Theo.
Después de uno segundos, decido contestar. Me sorprende no ver el rostro de mi madre en la pantalla, sino el de ella. De mi única y preferida cuñada. Defne.
—¡Por Dios, Defne! —chillo de felicidad.
—¡Mi princesita!
—¡Pero, cómo, cuándo llegaste, digo llegaron... —suelto un chillido de felicidad. El corazón me late a mil por hora.
No he visto a Defne hace ¿qué? ¿un año? Pero se siente como si hubiese sido hace una eternidad.
—Acabamos de llegar hace unas horas —su rostro se ve diferente. No es un mal sentido, claro, porque Defne siempre se ve bella y resplandeciente, pero esta vez tiene un toque diferente.
—¿Y mi hermano?
—Está charlando con tu papá, ¿quieres que lo llame?
—Ah —murmuro—. Es mejor que los dejes conversar.
La veo mirar hacia un costado, sé que debe estar con mi madre.
—¿Y cómo la estás pasando? ¿Te estás divirtiendo, mi vida?
Solo a Defne le permito hablarme como a una bebé.
—Sí, muchísimo. He conocido muchos lugares y he hecho algunos amigos. Procida es pura magia.
—¡Suena increíble! Creo que un día le diré a tu hermano para ir a visitarlos.
Visitarlos.
Suena como si Defne aprobara mi relación con Theo. De pronto, siento mis ojos picar.
No, no quiero llorar.
—Me encantaría que pudieran venir todos. Pasaríamos unas vacaciones fenomenales.
—Y le serviría mucho a Landon y a Loann. Ya sabes que algunas cosas se parecen mucho.
Eso quiere decir que mi hermano no aprueba mi relación....
De pronto, empiezo a lagrimear.
—¿Qué pasa, Liana? ¿Qué ocurre, mi vida?
—Nada —me limpio la nariz.
Defne se mueve a través de la casa con el móvil en la mano. Puedo hasta notar que está subiendo las escaleras hacia alguna habitación.
—Bien, aquí tenemos más privacidad. Dime, preciosa, ¿qué ha pasado? Puedes confiar en mí.
Inhalo.
—Estoy enamorada.
—Oh, Liana. ¿Y es algo doloroso? Digo, ese amor te lastima o algo así.
—No, para nada.
—¿Entonces?
—Es que... me he enamorado de Theo.
No parece sorprenderse cuando se lo confieso.
—¿Sabes? Ya lo sabía. Annie me lo dijo.
—Y seguro te han dicho que me convenzas de que es algo imposible y que tengo que regresar Charlotte.
—No, para nada. No desconfíes de ellos, Liana. Nunca harían algo así.
—Bien —murmuro.
—Solo están un —ladea la cabeza—. Poquito preocupados por cómo están manejando su relación. Es decir, Theo tiene veinticinco años y tú tienes dieciocho. Y yo sé, yo sé, que no es mucha diferencia, pero... están en etapas diferentes. Quizás para ti es tu primer amor y aún no sabes lo que quieres de un chico o de una relación, en cambio Theo ya ha conocido todo lo que conlleva enamorarse y quizás espere de ti cosas que tú aún no comprendas. Y no digo que sea malo, solo que han vivido cosas diferentes.
—¿Y eso significa?
—Que nadie está en contra de tu relación. Solo estamos preocupados de que salgan lastimados, porque los queremos, a ambos —sonríe—. Yo quiero muchísimo a Theo, lo conozco desde que era un niño y todavía recuerdo la primera vez que lo vi y que él, sin saberlo, me ayudó con tu hermano y... —ladea la cabeza—. Ya me estoy desviando del tema.
Me carcajeo. No me importaría volver a escuchar esa historia otra vez.
—Y a ti te quiero tanto, Liana. Eres la hermanita que siempre quise tener, siempre te lo he dicho, así que no me gustaría que ninguno de los dos sufra.
—No pasará —respondo de inmediato—. Tendremos todo controlado. Todo. Nunca haría sufrir a Theo y estoy segura de que él tampoco a mí. Lo conozco, Defy. Es el chico más increíble que he conocido en todo mi vida. Lo he amado siempre. No creo que pueda ser feliz con alguien más.
A Defne se le iluminan los ojos.
—Y te agradezco que seas la primera en comprenderme. No esperaba menos de una de las personas que más amo en mi vida.
Quiero llorar, pero lo controlo muy bien. No quiero entristecer a Defne.
—Y bien —me limpio los ojos—. Tú tienes algo que contarnos a todos. No creas que no lo sé, mamá también me lo dijo.
Ella sonríe y veo ese brillo diferente otra vez.
—Planeaba decirlo abajo con todos reunidos, pero ya que mencionaste el tema y quiero que seas la primera en saberlo, pues...
—Pues...
Ella se queda en silencio uno segundos con una gran sonrisa.
—Estoy embarazada.
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HOLIII, PERSONITAS.
ESTE CAP ME SALIÓ CORTO, PERO NO PUDE COMPLETARLO PORQUE CON LA SIGUIENTE PARTE YA ME IBAN A SALIR COMO 6000 PALABRAS Y NO ESTÁ FUERA DE MI LÍMITE DE PALABRAS POR CAP Xd.
EN FIN,
¿MÁS SECRETOS, THEO?
Y ME PARECE QUE ALGO SUCEDIÓ ENTRE MARLON Y MICHI, LOS PADRES DE THEO T.T.
TODO ESTO LO SABREMOS PRONTO.
¿CREEN QUE YA MURIÓ EL TEAM ADRIÁN?
PUES NO MI CIELAS.
MENCIONES DE HOY:
Amor y brillitos para ellas.
MENCIONES DE SIGUIENTE CAP, COMENTEN AQUÍ
PDTA: LOS CAPS DEDICADOS VAN PARA LAS PERSONITAS QUE MÁS VEO ACTIVAS EN ESTA Y OTRAS NOVELITAS.
PDTA2: TENGO OTRA NOVELITA QUE ESTOY RESUBIENDO DESPUÉS DE MUUUCHOS AÑOS. SE LLAMA LAST SUMMER Y SI QUIERNE PUEDEN PASARSE Y LEERLA. VENDO SPOILERS SI LA LEENN AGDSHDFNFJ.
MUCHAS GRACIAS POR LEERME.
LOOOAS AMOOO.
BLESSINGS.
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